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MÓDULO I
Para ello, hemos organizado este módulo en las siguientes unidades temáticas:
La importancia de esta primera unidad es la incorporación de las nociones generales del proceso
para luego comprender las unidades siguientes de este primer gran modulo. Será la función del tutor
acompañarlo/a, orientarlo/a, estimularlo/a, para poder brindarle las herramientas necesarias a los
fines de incorporar las nociones referidas y para la comprensión de los conceptos, incorporando
nuevo vocabulario.
Específicamente, con esta unidad procuramos que usted incorpore las nociones básicas necesarias
para comprender lo que es un proceso y el derecho procesal. Para ello, organizamos el recorrido de
la siguiente manera:
Al tratarse de nuevo vocabulario y nuevos conceptos, durante toda la unidad podrán consultar por
chat y mail a los fines de responder las dudas que pudieran ir surgiendo, y se sugiere bibliografía
para poder profundizar y afianzar sus conocimientos.
PRESENTACIÓN CLASE 1
En esta clase le proponemos el estudio del Derecho Procesal, concepto, naturaleza, fuentes.
Interpretación de normas procesales, aplicación en el espacio y el tiempo.
De este modo se irán incorporando conceptos nuevos que son la base en donde se apoya la
asignatura. El nexo entre esta clase y las siguientes es muy estrecho.
Para poder lograr el aprendizaje de los contenidos es necesario que lea los materiales indicados,
las dudas que le surjan durante su estudio con su tutor y con sus compañeros mediante el correo
electrónico, el foro y el chat.
A través del estudio de esta clase esperamos que usted, como alumno de esta asignatura, sea capaz
de:
Reconozca la formulación de la teoría general del proceso con independencia de los códigos
adjetivos (procesales) a los que se aplique.
Comencemos!
Introducción.
El hombre no vive solo, sino que convive con otros hombres, y para que esta convivencia sea
armoniosa, el Estado por medio del derecho de fondo (derecho penal, civil. comercial, laboral,
etc.) crea reglas de conducta, derechos y obligaciones que los hombres deben observar. Pero,
el derecho de fondo no alcanza para aplicarse a sí mismo y necesita de la ayuda del derecho
procesal. En efecto, si el derecho de fondo no es respetado, y dado que el hombre no puede
hacer justicia por mano propia, es el Estado -por medio del Poder Judicial- el que tiene a su cargo
la función de aplicar la ley y administrar justicia -función jurisdiccional - la cual está regulada por
normas de derecho procesal, que organizan los órganos del Poder Judicial, determinan la
competencia de los jueces, dan a los interesados la posibilidad de ejercer acción ante los jueces
para que se cumpla la ley y establecen todo lo relativo al proceso, sea con relación a las partes
(demanda. contestación, pruebas, etc.) o con relación al juez (recepción de las pruebas,
sentencia, etc.).
El derecho procesal puede ser definido como aquella rama de la ciencia jurídica que se refiere
al proceso en sentido amplio, entendiendo por tal a la actividad desplegada por los órganos del
estado en la creación y aplicación de normas jurídicas generales o individuales, y los problemas que
le son conexos.
"El Derecho Procesal es el conjunto de normas que regulan la actividad jurisdiccional del Estado para
la aplicación de las leyes de fondo y su estudio comprende la organización del Poder Judicial, la
determinación de la competencia de los funcionarios que lo integran y la actuación del juez y de las
partes en la sustanciación del proceso" (Hugo Alsina).
Contenido
De lo anterior, surge que el principal contenido del derecho procesal lo constituyen tres
temas, los cuales abordaremos en las siguientes clases, pero que resumimos a continuación, para
que Ud. conozca y se familiarice:
A) La jurisdicción: cuyo estudio comprende todo lo relativo a la función de aplicar la ley y administrar
justicia, abarcando las atribuciones de Poder Judicial, la organización y funcionamiento de los
tribunales, la competencia de los jueces para entender en un caso determinado, los deberes y
facultades de jueces, etc.
B) La acción: cuyo estudio engloba temas tales como el régimen jurídico de las partes y sus
representantes, la capacidad y legitimación para reclamar, etc.
La naturaleza privada de los conflictos que, por vía de principio, resuelve cualquier órgano
jurisdiccional en el ámbito del derecho procesal civil, no sirve para deducir el carácter privado de la
ciencia.
La materia no es buen punto de partida para adscribir a una u otra corriente. En realidad, el
derecho procesal pertenece al derecho público porque el método disciplinado responde a la
posición que tiene el órgano frente a los particulares para representar la voluntad estatal.
No podrían las partes dirigir el proceso de acuerdo a sus propios intereses, porque existe un
conjunto de principios de inspiración superior a la convencional que no tolera la autorregulación.
Según Palacio, “es consecuencia del carácter predominantemente público del derecho
procesal, la de que está prohibido a las partes derogar o alterar, mediante pactos, las normas que
disciplinan la composición y funcionamiento de los órganos judiciales, así como aquellas que
reglamentan los requisitos y efectos de los actos procesales” . Dentro del derecho público el derecho
procesal es una rama autónoma, hecho que destaca un elemento m s para afirmar que no es un
derecho instrumental, ni secundario, ni complementario de otros. Ahora bien, esta definición no
puede confundir al lector para deducir que el derecho procesal es pura técnica, o la disciplina que
estudia las formalidades del proceso.
El derecho procesal es único, y por eso se puede hablar de una teoría general del derecho
procesal.
Fuentes:
En sentido amplio, son fuentes todas aquellas normas positivas o morales, principios, reglas
o estándares, que se acuerdan para explicar la naturaleza de una ciencia.
Entre las leyes hay una jerarquización que pone en la cima del sistema a la Constitución
Nacional y los Tratados y Convenciones internacionales que el Estado argentino ha incorporado en
la ley fundamental (art. 75, inc. 22).
Luego se aplican las leyes federales, teniendo presente que el código procesal suele
establecer diferencias entre estas y las leyes comunes (v.gr.: art. 352, CPCCN) por considerar que la
primera es de orden público, y la segunda admite el pacto de foro prorrogado (es decir, que las
partes de común acuerdo resuelvan transferir hacia otro juez la competencia).
La jurisprudencia en nuestro país tiene un uso diverso. Suele aplicarse como obligatoria (art.
303, CPCCN) cuando las salas de una Cámara Nacional dicta un fallo plenario, y a veces, cuando los
tribunales superiores de provincia, resuelven un caso determinado en vía de casación. Pero la regla
suele ser otra, en función de la libertad que tienen los jueces para apreciar los hechos y resolver
aplicando el derecho que se estime pertinente. Esto es propio del sistema de control de
constitucionalidad difuso como veremos más adelante.
Finalmente, la doctrina, entendida esta como la interpretación que realizan los juristas sobre
temas y problemas del derecho de fondo o adjetivo, propiciando soluciones o caminos alternativos,
que los jueces o abogados, pueden adoptar en sus sentencias o alegaciones, respectivamente.
Llegados a esta instancia, le pedimos que tome contacto con el capítulo II NORMAS PROCESALES
de “Elementos del Derecho Procesal” de OSVALDO ALFREDO GOZAÍNI (págs. 29 a 33), bibliografía
que pondré a disposición en el área de trabajo.
Para el desarrollo de este punto le solicitamos realice dicha lectura con la siguiente guía de lectura:
Lectura Requerida
Lectura Sugerida
Palacio, Lino Enrique Manual de derecho procesal civil. Abeledo Perrot. Buenos Aires. 2003.
Gozaini O. ELEMENTOS DE DERECHO PROCESAL CIVIL .
Alvarado Velloso, Adolfo. Lecciones de derecho Procesal Civil. Compendio del libro
SISTEMA PROCESAL adaptado a la legislación procesal de la Provincia de Santa Fe
por ANDREA MEROI
CIERRE DE LA CLASE
Esta primera clase ha sido intensa con conceptos nuevos y fundamentales para el resto de la
asignatura. Esperemos que haya sido de su interés y comprensión.
Recuerde que seguiremos comunicándonos por los medios que nos ofrece el campus. Y ante
cualquier consulta estoy a su disposición.
Bienvenidos/as a nuestra segunda clase de la unidad 1 de nuestra materia. Esta clase ha sido
organizada en dos partes:
A través del estudio de esta clase esperamos que usted, como alumno de esta asignatura, sea capaz
de:
Video de la Clase 2
a. EL JUEZ.
La administración de justicia hallase confiada a determinados órganos del Estado, cada uno de los
cuales se compone de un conjunto o agregado de personas cuyas actividades concurren al
cumplimiento integral de la función judicial.
Las más trascendentes de esas actividades —que son las instructorias, ordenatorias y decisorias—
incumben al juez o, eventualmente, a varios jueces, según se trate, respectivamente, de un órgano
unipersonal (juzgado) o colegiado (tribunal). Las restantes actividades —como son, por ejemplo, las
referentes a la custodia de expedientes o documentos, o a las notificaciones— revisten carácter
secundario o instrumental respecto de aquéllas, y se hallan encomendadas a quienes cabe
denominar auxiliares de los jueces
El Juez: técnicamente refiere al funcionario público que integra el Poder Judicial y que tiene como
misión específica el procesar, y en su caso, resolver los litigios presentados a su conocimiento (y en
su caso, además, ejecutar lo resuelto).
Por lo tanto, salvo en el caso de juicio político y de algún otro que eventualmente pueda existir en
una legislación determinada, es el único funcionario público con aptitud para ejercer actividad
jurisdiccional.
Con tal conceptuación, la figura del juez difiere fundamentalmente de la de otro posible juzgador
(el árbitro) ya que este no es funcionario público, no integra el poder judicial (aunque alguna ley
procesal aislada así lo acepte) y carece por completo de aptitud para ejecutar lo resuelto por el
mismo.
Advertidos sobre la diferencia posible de acuerdo con el tipo de proceso donde actúa, pueden
encontrarse coincidencias en tres funciones básicas, ya señaladas: a) resolver el conflicto
intersubjetivo; b) controlar la constitucionalidad de las leyes, y c) fiscalizar el obrar administrativo o
de los órganos de gestión. Mientras que, internamente, es decir, como director del proceso, el juez
Vocatio, o facultad de emplazar a las partes para que se constituyan en el proceso a estar a derecho.
Coertio, o poder jurisdiccional de aplicar sanciones a quienes no cumplan con los mandatos
judiciales.
DEBERES
a) Administrar justicia cada vez que tal actividad les sea requerida en un caso concreto.
Existe, en efecto, un deber de ejercer la actividad judicial, que es correlativo del derecho que
incumbe a las partes en el sentido de que sus peticiones sean resueltas o proveídas,
independientemente del contenido (favorable o desfavorable) de la respectiva decisión
b) También es deber de los jueces "Asistir a la audiencia preliminar y realizar personalmente las
demás diligencias que este Código u otras leyes ponen a su cargo, con excepción de aquellas en
las que la delegación estuviere autorizada.
c) Como una garantía contra la arbitrariedad, y con el fin de asegurar el debido control sobre la
actividad judicial, la ley impone a los jueces el deber de motivar o fundar sus decisiones.
Por lo demás, la Corte Suprema Nacional tiene decidido, reiteradamente, que, a la condición de
órganos de aplicación del derecho vigente, va entrañablemente unida la obligación legal de los
jueces de fundar sus sentencias —documentando así que ellas son derivación razonada del
derecho vigente y no producto de su voluntad individual— y que la exigencia de que las
decisiones judiciales tengan fundamentos serios reconoce raíz constitucional.
d) Dirigir el procedimiento.
f) "Los jueces de primera instancia —dice el art. 11 del decreto-ley 1285/58— concurrirán a su
despacho todos los días hábiles, durante las horas que funcione el tribunal. Los jueces de la
Corte Suprema, de la Cámara Nacional de Casación Penal, de las cámaras nacionales de
apelación y de los tribunales orales lo harán los días y horas que el respectivo tribunal fije para
los acuerdos y audiencias".
g) La proximidad entre la residencia de los jueces y el asiento del juzgado o tribunal en que
desempeñen sus funciones, constituye una exigencia fundada en la necesidad de que aquéllos
se encuentren en condiciones de concurrir con prontitud a sus despachos siempre que el
tratamiento de alguna cuestión urgente así lo requiera. De allí la norma contenida en el art. 10
del decreto-ley 1285/58, conforme a la cual "los jueces residirán en la ciudad en que ejerzan sus
funciones o en un radio hasta setenta kilómetros de la misma. Para residir a mayor distancia,
deberán recabar autorización de la Corte Suprema".
FACULTADES
a) Tanto los tribunales nacionales, como los provinciales, tienen la facultad de declarar la
inconstitucionalidad de las leyes, decretos u ordenanzas sancionados por los otros poderes del
Estado, en los casos concretos que se lleven a su decisión. Tal facultad reconoce fundamento en
el art. 31 de la Constitución Nacional, que asigna a ésta carácter de ley suprema de la Nación, y
a la cual, por consiguiente, los jueces deben otorgar prefación sobre cualquier otra ley. El
principio, y las implicancias que comporta en cuanto al ejercicio de la función judicial, ha sido
ratificado por diversos textos de nuestro derecho positivo. Así, el art. 21 de la ley 48, dispone
Asimismo, según se ha visto, es deber de los jueces fundar sus decisiones atendiendo a la
jerarquía de las normas vigentes (CPN, art. 34, inc 4o). Pero la facultad analizada reconoce dos
limitaciones fundamentales, que son: Io) La prohibición de declarar de oficio la
inconstitucionalidad de las leyes nacionales. Ha dicho, al respecto, la Corte Suprema: "Que si
bien la Constitución, las leyes de la Nación que en su consecuencia se dicten por el Congreso y
los tratados con las potencias extranjeras, son la ley suprema de la Nación, conforme a lo
preceptuado por el artículo 31 de la Carta Fundamental de la Nación, ello no significa que los
jueces puedan declarar de oficio la inconstitucionalidad de las leyes vigentes sancionadas por el
Congreso, porque como lo tiene reiteradamente declarado esta Corte, 'es condición esencial de
la organización del Poder Judicial, el que no le sea posible controlar por su propia iniciativa —
de oficio— los actos legislativos, ni aun los actos administrativos que, por serlo, tienen en su
favor la presunción de constituir el ejercicio legítimo de la actividad administrativa y, por
consiguiente, toda invocación de nulidad contra ellos debe necesariamente ser alegada y
probada enjuicio'" {Fallos, 234-235). En otros precedentes, aparte de aludir a la presunción de
validez de los actos estatales, el mismo tribunal dijo que sólo condicionando la declaración de
inconstitucionalidad al pedido expreso de parte se mantiene el equilibrio entre los poderes y no
se quiebra por la absorción del Poder Judicial en desmedro de los otros (Fallos, 280-840; 250-
716; 258-157, etc.); 2o) El deber de los jueces de respetar los actos de los otros poderes del
Estado que signifiquen, por parte de éstos, el ejercicio de facultades privativas. Vale empero
señalar que parte de la doctrina (BJDART CAMPOS, SAGÜÉS, HITTERS, etc.) e inclusive seis
ministros de la Corte Suprema (caso "Mili de Pereyra, R. A. v. Prov. de Corrientes" del
27/9/2001) se han pronunciado en contra de la prohibición mencionada en el n° 1 y admitido,
por ende, la declaración de inconstitucionalidad de oficio. Los argumentos que sustentan esa
c) Potestades disciplinarias que la ley acuerda a los jueces para mantener el decoro y buen orden
en los juicios que tramitan ante sus estrados, aquéllos hállanse autorizados (aunque en su actual
versión el art. 35 del CPN recurre a un erróneo vocablo imperativo) para: 1) Mandar que se
testee toda frase injuriosa o redactada en términos indecorosos u ofensivos, salvo que alguna
de las partes o tercero interesado solicite que no se lo haga; 2) Excluir de las audiencias a quienes
perturben indebidamente su curso; 3) Aplicar las correcciones disciplinarias autorizadas por el
Código, la ley orgánica, el Reglamento para la Justicia Nacional, o las normas que dicte el Consejo
de la Magistratura. Corresponde advertir, por último, que el Consejo de la Magistratura sólo
está facultado para aplicar sanciones a los magistrados, no a las partes y a sus auxiliares, por
cuestiones vinculadas a la eficaz prestación del servicio de justicia
Los jueces cumplen su función con diversos auxiliares a los cuales la ley o el propio juez asigna
diferentes competencias.
El secretario.
Es un funcionario del poder judicial subordinado jerárquicamente al juez y que se desempeña casi
siempre como jefe inmediato del personal auxiliar subalterno del respectivo juzgado o tribunal.
Las funciones que cumplen están contingentemente señaladas en las leyes procesales y orgánicas
que admiten la siguiente clasificación:
a) Fedatarias o notariales: dar fe o autorizar lo actuado personalmente por el juez o por las
partes y otros sujetos que concurren al proceso actúen ante él, y otorgar fecha cierta a las
instancias de las partes.
b) Administrativas: comprende las tareas ordenatorias para la información material del
proceso (escrito), entre las cuales se pueden ejemplificar con las de custodia de los
expedientes judiciales y de los documentos presentados por las partes, así como las de su
mantenimiento, compaginación y foliación de tales expedientes, control de los documentos
que se entregan, libramiento de oficios a nombre del juez, etc.
c) Procesales de dirección: comprende la posibilidad de hacer personalmente -con
impugnación ante el juez- las conexiones de las instancias de las partes (algunos otorgan a
esta competencia la denominación de decisorias).
- Hay muchas funciones más comprendidas dentro de las leyes orgánicas o procesales.
- En la provincia de Santa Fe, encontramos las funciones de los secretarios a partir del
TITULO IV De los secretarios (arts 170 y ss) de la Ley Orgánica del Poder Judicial (Ley
10.160).
Ubicados jerárquicamente debajo del secretario, las distintas leyes prevén la presencia de otros
funcionarios subalternos cuyo número y cantidad de atribuciones difieren en los respectivos
ordenamientos. Los principales son:
-En la provincia de Santa Fe, encontramos las funciones de los oficiales a partir del TITULO VI. De los
Ooficiales de justicia (arts 189 y ss) de la Ley Orgánica del Poder Judicial (Ley 10.160)
Lectura Requerida
Palacio, Lino Enrique Manual de derecho procesal civil. Abeledro Perrot. Buenos Aires. 2003.
Capítulo 11.
Lectura Sugerida
CIERRE DE LA CLASE
Esta segunda clase ha sido intensa con conceptos nuevos y fundamentales para el resto de la
asignatura. Hemos tenido varios niveles de complejidad. Le pedimos que reflexione respecto de los
nuevos conocimientos adquiridos y evalúe su posible aplicación práctica.
Recuerde que seguiremos comunicándonos por los medios que nos ofrece el campus.
Y tenga en cuenta que en las fechas previstas en el Calendario de Actividades habilitaremos los
distintos recursos correspondientes a consignas de trabajo en algunos casos y a materiales de lectura
de las distintas unidades, en otros.
A través del estudio de esta clase esperamos que usted, como alumno de esta asignatura, sea
capaz de:
Video de la Clase 3
Palacio, Lino Enrique Manual de derecho procesal civil. Abeledro Perrot. Buenos Aires.
2003.
a. ¿Qué es la competencia?
Capacidad o aptitud que la ley reconoce a un juez o tribunal para ejercer sus funciones con
respecto a una determinada categoría de asuntos o durante una determinada etapa del proceso.
1.Territorial. Este se vincula con la circunscripción territorial asignada por la ley a la actividad de
cada órgano judicial. La atribución de la competencia territorial contempla fundamentalmente la
proximidad del órgano judicial con el lugar en que se halla ubicado alguno de los elementos de la
pretensión o petición que constituye el objeto del proceso
Los jueces que ejercen su actividad dentro de un mismo territorio suelen dividir el conocimiento
en diversos asuntos litigiososo de acuerdo a la materia sobre la cual fundamenta la respectiva
pretensión. La atribución de competencia material está hecha en base a necesidades contingentes
de cada lugar: en un principio los asuntos se dividieron en penales y no penales. En la actualidad,
con la especialización judicial, con más la necesidad de resolver enorme número de litigios, se
suele dividir en civil, comercial, laboral, penal, etc. Más aun, dentro de estas mismas materias, el
campo se amplia y en algunas ocasiones se atribuye competencia en materia de familia,
sociedades, responsabilidad civil de origen extracontractual, juicios ejecutivos, etc.
En casi todos los lugares se divide la competencia en razón de la cantidad o el valor sobre el cual
versa la pretensión. (se la denomina competencia cuantitativa)
Y así, dos jueces que tienen idéntica competencia territorial (por ejemplo, en una misma ciudad) e
idéntica competencia material (por ejemplo, en lo comercial), pueden ostentar diferente
competencia cuantitativa: sobre la base de una predeterminada cantidad patrón fijada por el
legislador, uno será de mayor cuantía si la excede y otro de menor cuantía si no llega a ella.
Parece claro aquí que el valor preponderante en el primer caso será el de la seguridad jurídica; en
el segundo, los de la celeridad y la economía en la solución del litigio.
Esta tarea corresponde al legislador procesal, quien instrumenta un procedimiento con plazos
prolongados y plena posibilidad de defensa, de confirmación y de impugnación en los casos de
mayor cuantía, en tanto que establece un procedimiento más breve, con el lógico cercenamiento
de posibilidades defensivas, confirmativas e impugnativas en el de menor cuantía.
Habitualmente, la actividad de juzgar es ejercida por una sola persona, que, como todos, es falible
y, por ende puede cometer errores que generen situaciones de injusticia o ilegitimidad. Como el
acto de juzgamiento es precisamente el de hacer justicia en un caso concreto, el posible error
judicial debe ser revisable. Así es como en orden a la función que cumple cada uno de los jueces,
el ordenamiento legal establece - con ciertas restricciones- un doble grado de conocimiento:
Además del conocimiento ordinario, en el orden nacional existe un grado más de conocimiento
extraordinario en el cual no pueden plantearse cuestiones de hecho sino exclusivamente de
derecho (en Argentina, sólo relativas al orden constitucional, no al derecho común, Ln 48, 14).
y nótese bien: aunque el juzgador superior no esté de acuerdo con la interpretación que de los
hechos ha efectuado el juzgador inferior, no puede variarla si no media agravio expreso del
perdidoso en tal sentido;
Pero como consecuencia del doble orden judicial instituido por nuestra Constitución, tal lo vimos
en la clase 1, cuadra admitir una primera y fundamental división de la competencia en ordinaria y
federal, que representan, respectivamente, manifestaciones de la autonomía de las provincias y
de la soberanía de la Nación.
4.Personal. La competencia de los jueces y tribunales federales se determina también con arreglo
a los criterios precedentemente expuestos, a los que cabe añadir el criterio personal (competencia
ratione personae), emergente de la calidad o condición de las partes (Nación, embajadores,
cónsules, etc.), o de la vecindad o nacionalidad de éstas
En nuestro tiempo las leyes atributivas de competencia judicial son generalmente imperativas,
razón por la cual no pueden ser dejadas de lado por la voluntad de los particulares; de tal modo,
ellos carecen de toda facultad para alterar las pautas descritas precedentemente.
Resulta así que en un mismo lugar y en un mismo momento determinado, entre todos los jueces
que integran el Poder Judicial hay uno solo que es competente en orden al territorio, la materia, el
grado, la cantidad, las personas y el turno. Y sólo ante él debe ser presentada la demanda.
La razón que fundamenta esto refiere a que, en la mayoría de los casos, el legislador tiene en
cuenta factores de índole diversa que hacen a la mejor convivencia social y que, en definitiva, se
traducen en una más eficiente organización judiciaria y en una mejor distribución del trabajo entre
los distintos jueces.
Es por ello que específica y excepcionalmente autoriza desde la propia ley que se alteren las
pautas antes explicadas, con lo cual se permite que las partes desplacen la competencia de un juez
a otro para conocer de un asunto litigioso.
La prórroga de la competencia implica que, si bien las pautas de demandabilidad determinan que
una causa debe tramitarse ante un juez determinado, se brinda la posibilidad de que se inicie en
un juzgado diferente.
La prórroga de la competencia puede ser expresa o tácita: es expresa cuando las partes, mediante
convenio escrito eligen al juez que ha de conocer en los litigios que se susciten entre ellas con
motivo de las obligaciones contraídas y es tácita cuando las partes realizan actos que implican
renunciar a la competencia del juez determinado por la ley. Tal renuncia se infiere, respecto del
actor, cuando presenta la demanda ante un juez que no corresponde; y, respecto del demandado,
cuando contesta la demanda, deja de hacerlo u opone excepciones previas sin cuestionar la
competencia del juez mediante la declinatoria (Ej. CPN, art. 2o).
(Ejemplo de la LOPJSF:
d) La competencia cuantitativa es prorrogable sólo hacia un juez de mayor jerarquía (de juez
comunitario a juez de circuito y de juez de circuito a juez de distrito) pero no a la inversa. Puede
ser expresa o implícita. )
1) que la autoridad a quien se prorroga (es el juez que se va) sea un juez competente (no hay
prórroga en la actividad de los árbitros);
2) que la autoridad en quien se prorroga (es el juez que viene) sea un juez Incompetente en
cuanto a la competencia prorrogada (por ejemplo, territorial), pero competente en cuanto a las
demás (por ejemplo, material, funcional, cuantitativa y personal);
3) que haya consentimiento de las dos partes para efectuar la prórroga. Este consentimiento
puede ser expreso (cuando ambas partes se ponen de acuerdo sobre ello antes de iniciar el
proceso) o implícito (cuando la parte actora demanda ante un juez incompetente respecto de la
pauta prorrogada y la parte demandada no cuestiona la incompetencia);
En estos casos deberá estarse al caso en concreto y evaluar las pautas de competencia de cada
provincia a los fines de determinar donde tramitar cada causa.
2.4 Recusación:
Es el medio que acuerdan las leyes procesales para atacar la INCOMPETENCIA SUBJETIVA del juez,
aduciendo -o no- Ia existencia de alguna causal que, de existir, hace inválida la actividad
jurisdiccional por presentarlo al juez en situación de partialidad, parcialidad o dependencia de las
partes. Absolutamente todas las leyes procesales aceptan y regulan la recusación con expresión de
causa, mencionando de modo expreso las que revelan una incompetencia subjetiva del juez.
Asimismo, algunas leyes - no todas- acuerdan a las partes para lograr el apartamiento de un juez
respecto del conocimiento de cierto asunto justiciable sin necesidad de explicar la razón o la causa
por la cual el recusante no acepta su permanencia en el litigio. Esta es la recusación INCAUSADA.
EXCUSACION: Es el medio que la ley acuerda al juez para demostrar la ausencia de su competencia
subjetiva y se traduce en el deber que tiene de apartarse del conocimiento de todo pleito respecto
del cual o de sus sujetos intervinientes no puede actuar con plena garantía de imparcialidad,
impartialidad e independencia que requiere una actividad jurisdiccional valida.
Lectura Sugerida
Palacio, Lino Enrique Manual de derecho procesal civil. Abeledro Perrot. Buenos Aires.
2003.
Cierre de la clase
Esta tercera clase ha sido intensa con conceptos nuevos y fundamentales para el resto de la
asignatura. Hemos tenido varios niveles de complejidad. Le pedimos que reflexione respecto de
los nuevos conocimientos adquiridos y evalúe su posible aplicación práctica.
Asimismo, con esta clase damos cierre a la primera unidad, cuya finalidad es tomar contacto con la
nueva terminología específica, nuevos conceptos, que serán la base de todo el desarrollo
posterior.
Recuerde que seguiremos comunicándonos por los medios que nos ofrece el campus y ante
cualquier consulta estaré siempre a disposición.
Tenga en cuenta que en las fechas previstas en el Calendario de Actividades habilitaremos los
distintos recursos correspondientes a consignas de trabajo en algunos casos a materiales de
lectura de las distintas unidades.