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Los signos clínicos más reportados son letargia, anorexia, pérdida de peso, vómito y
diarrea: los signos menos comunes son fiebre, distrés respiratorio, déficit neurológico,
poliuria y polidipsia. Se puede observar esplenomegalia en más del 70% de los perros
afectados, hepatomegalia en 50% de los casos y linfadenopatía entre el 40-50% de los
casos. Los órganos afectados cuando hay infiltración son bazo, hígado, sistema
nervioso, huesos, linfonodos y tracto gastrointestinal.5 Los estudios de laboratorio para
diagnosticar. LLA son hemograma, aspiración/biopsia de médula ósea e
inmunofenotipificación. En el hemograma se observa leucocitosis con un elevado
porcentaje de linfoblastos que puede acompañarse con anemia, trombocitopenia y/o
neutropenia. Sin embargo, esto no es constante y se pueden encontrar formas
aleucémicas en donde apenas se observan blastos circulantes, leucopenia con presencia
de linfocitos atípicos acompañado de anemia severa y trombocitopenia.
SÍNDROMES MIELODISPLÁSICOS
ANEMIA APLÁSICA
La anemia aplásica es una afección que ocurre cuando el cuerpo deja de producir la
cantidad necesaria de células sanguíneas nuevas. La afección hace que sientas fatiga y
aumenta la propensión a infecciones y sangrados descontrolados. La anemia aplásica es
una afección rara y grave, que puede desarrollarse a cualquier edad. Puede ocurrir
repentinamente, o puede aparecer lentamente y empeorar con el tiempo. Puede ser leve
o grave. Las células madre de la médula ósea producen células sanguíneas: glóbulos
rojos, glóbulos blancos y plaquetas. En la anemia aplásica, las células madre están
dañadas. Como resultado, la médula ósea está vacía (aplásica) o contiene pocas células
sanguíneas (hipoplásica). Algunas personas con anemia aplásica también padecen un
trastorno muy poco frecuente conocido como hemoglobinuria paroxística nocturna, que
hace que los glóbulos rojos se descompongan demasiado rápido. Esta afección puede
causar anemia aplásica, o la anemia aplásica puede convertirse en hemoglobinuria
paroxística nocturna.