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Arquidiócesis de Bogotá

Vicaría Episcopal Territorial de


Santa Isabel de Hungría
Parroquia Nuestra Señora de Begoña

¡La Pascua de Cristo nos hace hermanos!


Pascua 2022
Viernes santo en la pasión del Señor
SERMÓN DE LA VIDA
1. Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen"
(Lc 23,34) Diacono Juan. El perdón como signo
de hermandad. Tenemos un padre que nos perdona
porque nos ama. Jesús mediador de una
hermandad que nace de la Cruz, es decir de la
entrega.

2.“Hoy estarás conmigo en el Paraíso" (Lc 23, 43)


José Gregorio. El cielo prometido se gana y se
vive aquí en nuestra cotidianidad viviendo en
hermandad. Siempre, hasta el último momento,
Dios nos espera, Él quiere darnos la felicidad
verdadera que se construye en el hoy de nuestra
vida junto a los hermanos.

3.Madre he aquí a tu hijo: hijo he aquí a tu Madre"


(Jn 19, 26) Jeannette. La mujer, la madre como
signo de unidad que mueve el mundo y lo lleva a la
trasformación. Mujer tú eres pieza clave en la
construcción de la hermandad, porque en ti recae
el peso de la formación de los ciudadanos, los del
cielo y los de la tierra.
4.Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has
abandonado?" (Mt 27, 46) Nelson. La tentación
de sentirse huérfano y abandonado en los
momentos de más angustia y que son cruciales
para el ser humano, se ve vencida cuando ponemos
en Jesús nuestra Esperanza. Se conoce al
verdadero hermano, al amigo y al prójimo cuando
estamos en los momentos de intenso dolor y
angustia, en las crisis y en las soledades y se
convierten en nuestro apoyo y consuelo.

5.Tengo sed" (Jn 19, 28) José G. La sed de Jesús es


ver a los hijos de Dios vivir como hermanos, ese es
su sueño: “que sean uno como Tú y Yo, Padre” (Jn
17, 21). La respuesta a esa “necesidad” de Jesús
será la unidad que construimos en el día a día, con
Él y con nuestros hermanos.

6.“Todo está consumado" (Jn 19,30) Julián. Decía


San Agustín: “Mi alma no descansa hasta que
descanse en Ti”. Al final de su misión entre
nosotros, Jesús presenta su obra a Dios Padre. Él
ha dejado un estilo de vida enseñado con su vida y
con el precio de su sangre, un modo de ser de sus
seguidores, de los hijos de Dios que se expresa
precisamente con el signo que su cuerpo
representaba en ese momento: la cruz. Desde su
cruz Jesús enseña una nueva manera de vivir el
amor con Dios y hacia Dios, con los hermanos y
hacia los hermanos.
7. Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu" (Lc
23, 46) Neider Rojas La obra de Jesús sigue su
curso, no nos abandona ya que nos deja su Espíritu
Santo, aquel vínculo de amor y unidad de la
Santísima trinidad, se convierte desde entonces en
el vínculo de hermandad que brota de la cruz, del
costado abierto de Jesús y que sigue moviendo los
lazos de amor entre nosotros.

Orientaciones Pastorales:

 Favor leer el contenido de este documento para


conocer, en su totalidad, mi deseo como pastor de
esta comunidad: la vivencia de la hermandad como
fruto de la Pascua.
 Leer detenidamente el saludo de Pascua que
concentra la propuesta fundamental para la
vivencia de la Pascua de este año.
 Teniendo en cuenta lo anterior, favor detenerse en
la palabra que le correspondió, meditarla,
partiendo de su propia experiencia, que la palabra
lo toque e interrogue y haga salir de cada uno
aquello que el Espíritu Santo quiere decir a esta
comunidad.
 Una vez interiorizada la palabra, escriba y organice
su intervención. Dicha intervención será de tres
minutos, máximo cinco. Es decir, escribir una
página en letra legible, tamaño 20 (los nervios y la
oscuridad nos hacen equivocar, necesitamos ver
con claridad). Tomen como referencia la
explicación de cada palabra escrita en rojo.
 En el momento indicado haremos un ensayo en el
que cada uno nos presenta la reflexión que será
compartida el viernes Santo.
 Agradezco su apoyo, Dios cuenta con su voz y con
su experiencia amorosa para hacer a través de
ustedes la obra que quiere en esta comunidad de
Nuestra Señora de Begoña. Bendiciones y que el
Espíritu Santo los ilumine e inspire.

Saludo de Pascua
Querida familia: la Pascua de Cristo nos hace hermanos
(Ef.2, 14ss) ya que Él, con su muerte y resurrección
obtuvo para nosotros la reconciliación y la paz. Con Su
pascua, Jesús sella y restaura, definitivamente, la
alianza de amor con Dios y su pueblo, alianza que había
sido violentada a causa del pecado.

El deseo y la misión del Señor Jesús, expresado por Él


mismo en Su oración sacerdotal, del capítulo 17 de san
Juan, es un claro llamado a la hermandad y a la unidad
profunda: “Que sean uno, como Tú y yo, Padre”. (Jn 17,
21)

En efecto, la vida de Jesús y su ministerio entre


nosotros fue un claro testimonio de que Dios mismo,
compadecido entrañablemente por la humanidad (Ex
3, 7-15) decide caminar con nosotros para que
pudiéramos palpar de cerca su gran misericordia. Y así
fue, Jesús vino para mostrarnos el camino de retorno a
Dios Padre, mediante la vía del amor que se hace
entrega y servicio; un amor que se vuelve hermandad
concreta.

Cuando los brazos de Jesús se extendieron en la cruz el


mundo entero recibió el gran abrazo de Su amor y a su
vez acogió la más grande lección de hermandad: dar
todo por el bien del otro. De esta manera nos enseñó
que quien está a nuestro lado es nuestro hermano a
quien adeudamos amor (Rm 13, 8-10).

Por eso, en este tiempo Pascual celebramos la vida, el


amor y la hermandad. Cristo, nuestro hermano mayor,
está vivo y sigue siendo el vínculo de amor que nos
hermana; el puente con Dios Padre de todos y vínculo
entre nosotros.

Querida comunidad, que este año, al celebrar el


misterio central de nuestra fe, sea la oportunidad para
consolidar la hermandad entre nosotros, con gestos
concretos de misericordia y amor.

Bendiciones para todos, feliz Pascua de resurrección.

Padre, Esteban González.


Párroco

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