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Ensayo
Ensayo

Autor:
Edwin Díaz Castillo

Corporación Universitaria Minuto De Dios


Facultad Ciencias Empresariales
Programa de Administración de Empresas
Bogotá D.C. Noviembre 29 de 2016
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Ensayo
Ensayo

Autor:
Edwin Díaz Castillo

Docente:
Alexandra Bolaños Contreras
NRC 1677

Materia:
CEPLEC I

Corporación Universitaria Minuto De Dios


Facultad Ciencias Empresariales
Programa de Administración de Empresas
Bogotá D.C. Noviembre 29 de 2016
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Ensayo

Introducción

La gran mayoría de personas, nos sentimos identificadas por un equipo de futbol, bien sea
por que le gusta el color, por influencia de los amigos, o simplemente porque es una herencia que se
adquiere de los padres.

En este escrito contare porque siendo de Bogotá, y de familia con raíces santandereanas, me
enamore perdidamente del América de Cali.
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Ensayo

¿Porqué de este y no de otro, si soy de Bogotá?

Seria lógico ser un hincha de Santa Fe o de Millonarios, cuando toda mi vida he vivido en
Bogotá; pero no, el amor por el América empezó de una manera muy extraña.

Yo tenía 6 años de edad; era el año 1987 y América jugaba su tercera final consecutiva de la copa
libertadores de América. Ya había perdido en el 85 con Argentinos Junior en definición por penaltis
y ya había perdido en el 86 con River Plate, pero se venía la tercera oportunidad.

Me acuerdo que para esa época, todo mundo tenía que ver con los grandes jugadores con que
contaba el América de Cali en su equipo; Julio Cesar Falcioni, Roberto Cabañas, Ricardo Gareca,
Juan Manuel Bataglia, Willinton Ortiz, Alex Escobar, Anthony de Ávila, etc. El primer partido de
esa final del 87 se jugaba en la ciudad de Cali, América recibía al Peñarol de Uruguay, el cual era
uno de los equipos históricos del continente, porque ya había sido campeón de la copa libertadores y
campeón mundial de clubes. Ese día el equipo rojo gano 2-0 en el estadio Pascual Guerrero de Cali,
y viajaban a definir el partido a Montevideo (Uruguay). En el partido de vuelta, América perdió 2-1,
y la final se definía en un tercer partido en Santiago de chile.

Por radio, solo se hablaba de dos cosas para esa época en Colombia; del cartel de Medellín con
Pablo Escobar a la cabeza, y de la final de la copa libertadores que disputaría América en Santiago
de Chile. Con el empate, América ya era el nuevo campeón.

No me acuerdo del partido, pero me acuerdo bien que era un sábado 31 de octubre (porque estaba
disfrazado de payasito), era tipo 3 o 4 de la tarde; un vecino estaba estrenando un televisor a color y
lo puso en la entrada de su casa, la gente se había aglomerado a ver los últimos 10 minutos del
partido el cual estaba 0-0. Nunca se va a borrar de mi mente (a pesar de mis 6 años), la cantidad de
gente que estaba esperando el final del partido. Ya estaba por acabarse, solo faltaba que el árbitro
pitara para que América se consagrara como el campeón de la copa libertadores, pero en una jugada
un tanto rara, y a menos de 20 segundos de terminar el partido, Peñarol marco un gol que acabo con
el sueño.

La gente lloraba, otra gente gritaba, y los que no suelen ser tan apasionados por el futbol decían
“esto es más de lo mismo”. Ese día, ver a los jugadores llorar por no poder lograr esa hazaña, toco
mi corazón, y desde ahí siento que me convertí en un hincha más del América de Cali.

El día domingo 27 de noviembre del año en curso, vi como el América dio un paso gigantesco para
volver a ser uno de los equipos más grandes de Colombia; recupero la categoría al ascender a la
primera división del futbol profesional colombiano, la cual había perdido el sábado 17 de diciembre
del año 2011. Junto con Millonarios y Nacional, son los equipos con más hinchas en el país.

El domingo 27 llore de alegría por el ascenso de mi América, porque ese sentimiento solo lo puede
despertar el deporte más bonito del mundo; el Futbol.
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Conclusión

Hay momentos de la vida de cada persona que quedan marcados por momentos de felicidad y
alegría. El mío fue algo particular, el dolor de ver perder ese equipo, despertó en mi ese amor que
solo se puede sentir por un equipo.

Solo soy un aficionado del futbol, y un hincha más de América de Cali, porque América es pasión,
como lo dice su eslogan “la pasión de un pueblo”.

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