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Grau
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TOMO I
RUDIMENTOS
R o B E RT O G. G RA U
Este curso completo de ajedrez, cuya nueva eatcwn sale hoy a la luz
pública, ha sido sin ninguna duda, en materia de ajedrez, el éxito biblio-
gráfico más señalado que se registra en el país. Redactado hábilmente y
en un lenguaje claro y didáctico, ha contribuido y ha de contribuir a forjar
la capacidad ajedrecística de miles de aficionados. Su autor quiso, antes
de explicar el juego, enseñar a razonar, ya que sólo es posible jugar al
ajedrez bien cuando se emplea sanamente ese poderoso y magnífico capital
que cada hombre posee en el cerebro, y que desdichadamente no siempre
IMPRESO Y EDITADO EN LA ARGENTINA
gravita en la vtda como fuera menester.
6 ROBERTO G. GRAU
El mejor comentario sobre su bondad lo da el hecho de que se hayan.
agotado las anteriores ediciones de muchos miles de ejemplares y que
no decaiga su venta. Ha sido escrito por uno de los ajedrecistas argentinos
de más firme prestigio en el país; por quien ha cincelado, con su obra
deportiva y pedagógica, de más nítida manera su personalidad en el con.-
tinente. La campaña deportiva que realizó Roberto G. Grau nos exime de
un comentario mayor. Varias veces campeón argentino, destacó su capaci-
dad de reacción cada vez que intentó recobrar el título, tarea en la que
siempre salió airoso. En 1939 renunció al título máximo del ajedrez del país,
LA ACTUACION AJEDRECISTICA DE GRAU
atraído por sus intensas actividades personales, ajenas al ajedrez y en las
que acreditó asimismo su nombre y su dinamismo. Director de campañas El autor de este libro realizó dentro del' ajedrez, como autor, como
patrióticas como la de la Junta Argentina de Aviación, creador del Instituto periodista y como jugador, una campaña que por su amplitud más que
Argentino de Urbanismo, profesor, colaborador de temas diversos en dia- comentada debe ser señalada con cifras. Fue profesor de ajedrez del Club
rios y revistas, activo director deportivo,. locutor radial, conferenciante y Atlético River Plateo redactor de ajedrez del diario «La Nación» desde
jefe de páginas deportivas de importantes diarios, destacó un tipo especial 1922 y de la sección Frente al Tablero, de t~nta difusió:r; en ,toda Amé~ica,
y colaborador asiduo de ~as revista~ «Leoplan» :( «jAqUI Esta!»., Fue dIrec-
de profesional del ajedrez que solamente existe en Sud América, ya que
tor propietario de la l'eVIsta . «El :AJedre~ AmeTlca:r;o~ desde 192~ hasta su
todo el país conoció la generosidad de su acción y cientos de clubes supieron muerte, y director de la extmgUIda reVIsta «~l AJedr;z Argentmo~:
de su desinteresada colaboración deportiva, sin ot1'0 premio que la difusión. Su campaña como jugador, de la que resenamos solo su actuaclOn en
del juego que le había dado notoriedad. torneos de primera categoría, fue la siguiente:
Más de una veintena de clubes de ajedrez del país y algunos de otras
repúblicas sudamericanas llevan su nombre, como testimonio de la sim-
patía que despertó su obra. Es así Grau un poco el símbolo del ajedrez ARO CATEGORIA TORNEO COLOCACION
Q1'gentino, pues coincidió su vida deportiva con el nacer del prestigio inter-
nacional de nuestro ajedrez. Cuando se evocan los esfuerzos humildes o 1916 Primera Círculo 29
1917 Primera Círculo 19
felices del ajedrez argentino desde el Torneo de París de 1924 hasta el 1918 Primera Club Argentino 49
Torneo de las Naciones de Buenos Aires, se hace necesario recordar al que 1919 Primera Círculo 29
1920 Primera Círculo 29
fue director de todos los equipos, y aun a quien tanto contribuyó para que 1921 Primera Círculo 19
fuera Buenos Aires la sede del inolvidable acontecimiento de 1939. 1921 Internacional Carrasco 19
1922 Nacional Clúb Argentino 39
y como complemento de la por cierto innecesaria presentación del autor 1922 Primera Círculo 69 (1)
de esta obra, damos en la página siguiente los datos estadísticos de su 1923 Nacional Vélez Sársfield 39
1923 Mayor Federación Argentina 29
actuación deportiva desde 1915 hasta 1940, año en que, obligado por sus 1924 In ternacional París 29 (2)
tareas profesionales, abrió un paréntesis a sus actividades ajedrecísticas. 1924 Mayor Federación Argentina 19 (3)
1925 Internacional Montevideo 29
I_a muerte lo sorprendió en 1944, a los 44,años, cuando se esperaba mucho 1926 Primera Círculo 19
todavía de su dedicación en pro del ajedrez argentino. 1926 Mayor Federación Argentina 19
1927 Primera Círculo 19
1927 Internacional Londres 50 % (4)
LOS EDITORES. 1928 Internacional Sudamericano 19
1928 Internacional La Haya 57 % (5)
1929 Primera Círculo 19
1929 Nacional Rosario 19
1930 Internacional San Remo 159
1930 Nacional Bodas de Plata 39
1931 Primera Círculo 19
1931 Mayor Federación Argentina 89
(1) Abandonó en el 1er. turno. (2) La clasificación corresponde al erupo preliminar que ganO ZUwe.
pues 'luego siguió jugándose por equipos. (3) En este torneo jueó Ricardo Ret!. que lanó la prueba
fuera de concurso. (4) Jugó en el 1er. tablero. (5) Se alternaron 108 jugadores en loa distintos ~bleroa.
8 ROBERTO G. GRAU
[ Dos caballos
" " "
Ocho peones "
-...
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Las piezas de color claro se indi-
can como clas blancas».
La dama puede moverse a cual-
quiera de las casillas señaladas por
Las piezas de color oscuro se in- un punto.
dican como clas negras».
Diagonal
COLOCACION DE LAS PIEZAS LA TORRE
Nota. - Es Importante que el principiante gra-
be bien en su imaginación estos términos: Co-
lumnas. Lineas y Diagonales. pues ellos explican Al iniciarse el juego las piezas
claramente el movllhlento de las piezas y tam- van colocadas sobre el tablero en la La torre se puede mover a cual-
bién muchos detalles estratégicos del juego. según quier casilla de la fila o columna a
más adelante se ve.rá. forma siguiente:
que pertenece la casilla que ocupa.
14 ROBERTO G. GRAU TRATADO GENERAL DE AJEDREZ 15
DIAGRAMA N9 8 EL CABALLO DIAGRAMA N9 11 piezas de su bando y del bando
adversario.
El caballo marcha una casilla co- DIAGRAMA NQ 12
mo torre y una como alfil, aleján-
dose de la casilla de dónde sale.
DIAGRAMA NQ 10
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a a -la ámas la caSI'lla del alfI y es 49IC Q ue el rey una ese peo de sus peones debe trans-
corona, cual- cado habnan
daT?as debido ocupar os
corona un~ mediatamente en to rey
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condiciones.
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uier pieza de s de los recurs nes con s Un jugador pu 'smo tres
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AMA N9 30
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propias fuerzas.
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túan, pues, alternatIv
jugado antes. pque, le a el caballo.
24 ROBERTO G. GRAU TRATADO GENERAL DE AJEDREZ 25
las blancas y una las negras), y así SISTEMA DESCRIPTIVO T D - Torre de dama. línea 2 a la que están los peones
hasta la terminación de la partida. C D - Caballo de dama. blancos, y así hasta llamar 8 a la
La primera jugada -que se deno- Fácil es simbolizar las fuerzas por A D - Alfil de dama. línea en que están las piezas negras.
mina la salida- deben efectuarla medio de signos. Encontrando un D-Dama. La otra numeración, que correspon-
las blancas, y siendo la salida una sistema claro de señalar las casillas R-Rey. de a las negras, es al revés. Llama 1
ventaja, es costumbre sortear las resultará fácil indicar todas las ju~ A R - Alfil del rey. a. la línea de las piezas del negro y
piezas. gadas. En el sistema descriptivo las C R - Caballo del rey. SlgU~ llamando 2 ~ la de los peones,
N aTA. - El sorteo suele efectuarse casillas se determinan por dos co- T R - Torre del rey. y aSI hqsta 8, la 1m ea de las piezas
así: se esconde en una mano un peón ordenadas: la línea y la columna. blancas. Al describir jugadas blan-
negro y en otra un peón blanco y se E'mpiezan, pues, por designarse Las líneas se distinguen numerán- cas se adopta la primera numeración
dan a elegir al adversario las manos las columnas de esta suerte. dolas de 1 a 8; pero se les otorgan y la segunda, al describir jugadas
cerradas, correspondiéndole las pie- dos numeraciones: una, a contar des- negras.
zas del color del peón que estuviese DIAGRAMA N9 33 de el bando blanco, que llama línea Véase al respecto el siguiente
en la mano elegida. "
S » 1 donde están las piezas blancas, cuadro:
Con lo dicho, el principiante tiene 'o"
"tl "e "
loo »
" DIAGRAMA N9 34
" ~ loo
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:¡;¡ "tl Sl
todo lo necesario para aprender a "e
mover las piezas con corrección. An-
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Línea 8 del blanco Líhea 1 del negro
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tes de seguir adelante debe apren- 7 2
_, "A~ %~ !f¿i;~ " " "
der la nomenclatura del juego, que " " "
pasamos a detallar. 6 3
" " " " " "
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.•••-•.
5 .,"" ' • • •"• •"'1&1 4
" " " " " "
NOMENCLATURA 4 5
" " " " " "
3 6
" " " " " "
Con el fin de poder anotar y reco-
.·.·WJ"·m
__ B •
2 7
nocer las jugadas, se han inventado " " " " " "
varios sistemas de notación. Los más 1 8
" " " ~ " " "
us~a~es son el algebraico y el des-
cnptIvo. Este último es el más co-
~e la ~ombinación de la designación de líneas y columnas resulta que las
mún y cómodo. Se lo usa en todas
casIllas tIenen dos designaciones, una para las blancas y otra para las negras.
l.a~. publicaciones modernas y es el
umco que se utiliza en la República Para las blancas, las casillas se Para las negras, las casillas se de-
Argentina. Es el que nosotros adop- Como se ve, cada columna se de- llaman así: signan así:
taremos también. Como demostra- signa con el.n0mbre de la pieza que
ción y para que el aficionado pueda ocupa la caSilla de la primera línea DIAGRAMA NQ 36
en la posición inicial. Así, la column~
DIAGRAMA N9 35
-----
C D, R, T R, T D, y luego las líneas
como las cuenta el blanco y como las
1 P4R fl&II&.&II&
~/,;~ :,B ~,'/~ ~m:%
-~-~~I· a
----._1
ma en 3 C R, peones en 2 C D, 3 A D, _ ~ f:,,'/,;~ __
4 D, y así hasta que comprenda in- 1
mediatamente las características que, P4R He aquí la posición a la segunda
jugada. El blanco ha puesto su alfil
~rll~J~~ r~~r~
por esta nomenclatura, corresponden
a cada casilla. Pocos minutos bastan Léese peón 4 rey, y significa que en 4AD y el negro su caballo en 3AD. :%,'/;~ ~/)~ ?%;//:~ ,,:i/,~
para comprender esto perfectamente. las negras deben' poner un peón en ~_~
LAS PIEZAS. - Las piezas en la no- su casilla 4 rey. 3 C3AR ~"'~ .". -
menclatura descriptiva se designan Caballo 3 alfil rey. El blanco ocupa Obsérvese cómo se han realizado
DIAGRAMA N9 37
por la inicial de su nombre. la casilla 3 alfil rey con su caballo. las jugadas designadas.
3 ..... C5D 5 CXPA
Así Rey se pone R.
Dama D. Caballo 5 dama. El negro pone su Caballo por peón alfil. Quiere de-
Torre T. caballo en la 5<:t casilla de la columna cir que el blanco con el caballo co-
Alfil A. de la dama. mió el peón del alfil. Agrégase el
Caballo C. DIAGRAMA N9 39 detalle (alfil) porque el caballo po-
Peón P. día comer también otro peón.
5 D X1'C
Además, completan estos signos
los siguientes: Dama por peón de caballo. Tam-
bién aquÍ se agrega el detalle, por-
Enroque se designa así: O - O, si que la dama podía comer otro peón.
es corto o del lado rey, y O - O - O,
DIAGRAMA N9 41
si es largo o del lado de dama.
He aquÍ el tablero después de esas
Jaque, se simboliza con una pe- dos jugadas.
queña cruz +puesta al lado de la
jugada. 2 A4A
Mate con dos cruces ++ o la
Alfil 4 alfil, quiere decir que el
palabra mate.
blanco pone un alfil en la línea 4 de Se ha efectuado la 3ª' jugada. El
Tomar una pieza con un signo la columna de alfil. blanco puso su caballo en 3 A R y el
por X. negro en 5 D. Obsérvese el diagrama.
2 C3AD 4 CXP
Además suele emplearse al co-
mentar partidas el signo de admira- Caballo 3 alfil dama. El negro Caballo por peón. Las blancas co-
ción ! para señalar una jugada bue- pone un caballo en la casilla 3 A D. lllen el peón con el caballo.
. TRATADO GENERAL DE AJEDREZ 29
28 ROBERTO G. GRAU
DIAGRA.'I4A N'! 45
Obsérvese que el caballo blanco pero el caballo negro ha ido a 6 alfil que seguramente el P R podía comer
se ha comido el peón de alfil del rey rey y da mate, por cuanto no puede dos peones.
y la dama negra el peón ca baIlo ser capturado por el alfil, ya que, Ejemplo:
del rey. como hemos dicho, el rey no puede DIAGRAMA NQ 44
6 TIA DIAGRAMA NQ 43
I
blanco. Son treinta y dos.
Piezas
I Francés
I Inglés
I Alemán Italiano
I Ruso CASILLAS NEGRAS. - El conjunto
de casillas por donde corre el alfil
Rey ........... R K K R Kp. negro. Son treinta y dos.
Dama ......... D Q D D *
Torre ......... T R T T JI
Alfil .......... F B L A C
Caballo ....... C Kt. S C K
Peón .......... P P B P II
Enroque largo O - O·· O 0-0-0 0-0-0 0-0-0
Castles
corto O-O O-O O-O O-O
"
Jaque ......... + + + + +
LEXICO COMUN
CAPÍTULO JI
EL AJEDREZ Y SU ORGANO
DIAGRAMA NI' 73
DIAGRAMA N9 78 DIAGRAMA NI' 81
DIAGRAMA N9 74
DIAGRAMA N9 76 DIAGRAMA N9 79 DIAGRAMA N9 82
DIAGRAMA NQ 91
De un problema de A. J. Fink
Juegan las negras
¿Qué deben contestar las blancas a: ¿Qué debe contestar el blanco a: ¿ Qué pueden jugar las blancas si ¿Qué deben jugar las blancas si
las negras efectúan: las negras efectúan:
...... DXA+ ...... C6D ...... RXT ...... DXC+
...... CXC ...... C6A ...... C,><P ...... DXP+ ...... TXT+ D5C T6R T4R
...... D2CR ...... DXC ...... CXT ...... A3T ...... A4l=·t ABC RXT T5A
...... DXT+ ...... T5T P4A TXT T6A
DIAGRAMA NI' 93 •
DIAGRAMA NI' 95
DIAGRAMA N\> 97 DIAGRAMA NO 99
De Ull problema de Guidelli De un problema de Mari De un problema de F. L. Kuskep De un problema de Ellerman
Jue,aD las De,ras Juegan las negras Juegan las negras
¿Qué puede jugar el blanco si el ¿Qué debe jugar el blanco a: ¿ Qué deben jugar las blancas si
negro efectúa: ...... AXC+ ...... DXT las negras efectúan:
...... R3D ...... R5A ...... A5AD ...... A3R ..... CXP+ ...... DI e
P5A ...... T3A TXP ...... D8C+
PXC ...... TXC+ ...... C6C+ R7A ...... D2T ...... D7C
...... R3A ...... T4A ..... C6A+ ...... DXD
RXP ...... DXT+
46 ROBERTO G. GRAU TRATADO GENERAL DE AJEDREZ 47
DIAGRAMA NQ 100 opera en función de factores abs- establecer una clasificación de las cho una jugaoa de defensa. No ve-
tractos: puntos, diagonales, cuadros, jugadas y de sus contestaciones. mos que sea error. Estamos, pues,
De un problema de Guidelli ante una jugada neutra.
presiones etcétera. N o podemos ocu-
Juegan las negras parnos p~r ahora de ella. En ajedrez Una jugada puede ser:
cada cosa tiene su tiempo. Entende- a) de ataque. Contestamos:
remos, por tanto, como visión. me- b) de defensa.
diata, sólo la primera, es decIr, la c) neutra (en esta categoría in- 1 P4R
visión concreta del juego. Por otra cluiremos por ahora las de mero
parte, como después se verá, esta desarrollo y presión). Con ella podemos jugar P 5 R o
visión es el fundamento de toda d) un error. mover el alfil o la dama, según
«visión» en ajedrez. Por influencia convenga, en su oportunidad.
de la teoría, de la estrategia, se Con esto se establece el siguien-
transforma automáticamente en vi- te cuadro de jugadas y respuestas: 2 P3AR
sión abstracta. Además y sobre
todo: sin visión concreta del juego Jugada de ataque: ¿Qué amenaza? Nada inmediato.
no se puede jugar al ajedrez, pues No es jugada de ataque ni de de-
Respuesta (gelleralmen te): De- fensa, ya que nosotros no atacamos
es el fundamento de la visión abs- fensa. nada. Es una jugada neutra o un
tracta; la forma pura de la ,:isión • error. Observemos el juego. A poco
ajedrecística. Y como en este Juego Jugada de defensa:
es absolutamente funesto transgre- que lo hagamos veremos que con
¿ Qué deben jugar las blancas si Respuesta: Ataque (o preparación D 5 T damos jaque, y observando
las negras efectúan: dir el orden natural, nos vamos a
de ataque). qué puede contestarnos, veremos que
detener en este punto todo el tiempo
es jaque mate. La jugada P 3 A Res,
AXT e 4A que merece. Jugada neutra: pues, un error. Aprovechando ese
A3AD T3R Respuesta: Ataque (o preparación error, contestamos, pues:
C3A A 3AR ¿COMO SE JUEGA AL AJEDREZ? de ataque).
2 D5T++
Jugar al ajedrez consiste, en úl- Jugada errónea:
SEGUNDA PARTE Hemos gallada nuestra primera
tima instancia, en combinar jugadas.
Queremos decir con esto que el ju- Respuesta: Aprovechar el error. partida. ¿ Cuál ha sido el factor de
DESARROLLO DE LA VISION gador debe pensar y ejecutar sus nuestro triunfo? Sencillamente, que
MEDIATA DEL JUEGO Este es un cuadro aproximado;
jugadas como partes de un p~nsa pero debe ser bien recordado por hemos observado cuidadosamente el
miento que comprende una sene. ~e el principiante, y según él debe juego de nuestro rival. Con esto se
Dominando la visión inmediata co- jugadas. Llevada a su expr slOn regir su juego. dice que ante una jugada de nuestro
rresponde ejercitar la capacidad de 7
mínima y rudimental, esta sene se contrario lo esencial es saber lo que
Veamos ahora el asunto práctica-
ver consecuencias. Es así que nos reduce a dos términos: la jugada y mente: intenta para según ello contestar.
disponemos a ejercitar al princi- la respuesta. Entre ellas debe haber
piante en este punto. Queremos ayu- siempre relación.
darlo para que, mediante prácticas 1~ PARTIDA 2~ PARTIDA
racionales, desarrolle su visión, para Blancas: Negras:
que «vea» más y mejor. Relación rudimental de las juga- Blancas: Negras:
das: La jugada y la respuesta. Adversario Nosotros
Naturalmente, la visión mediata Nosotros Adversario
del juego es susceptible de aspectos 1 P4CR
distintos, más o menos complejos. Desde la primera jugada si vamo~ 1 P4R
Estos aspectos son fundamentalmen- con las negras, o de la segunda, SI Nuestro adversario ha abierto el
te dos. Uno, primero y más sencillo, vamos con las blancas, hallamos que ~uego. (.Qué intenta? Obsérvese el Queremos dar juego al alfil y la
es una suerte de visión concreta del incide en el juego no ya nuestra luego. La única alteración que pre- dama.
juego que opera con elementos con- sola intención, sino también la in- senta es que en la jugada siguiente
cretos: las piezas propias y adversa- tención de nuestro adversario. De POdrá mover P 5 C R o A 2 C R o 1 P4R
rias El otro es una visión más com- ahí que debamos regir nuestro juego A. 3 T R. Y ninguna de esas jugadas
plic~da, completamente incidida por por las jugadas de nuestro contra- es peligrosa (obsérvese). Nuestro ¿ Qué intenta? Evidentemente, lo
la estrategia adelantacia, ya que rio. Se impone, pues, ante todo, Contrario no ataca; tampoco ha he- mismo oue nosotros. No es jugada de
48 ROBERTO G. GRAU TRATADO GENERAL DE AJEDREZ 49
ataque ni de defensa; observando PARTIDA NI? 3 2 A4A A4A DIAGRAMA N9 102
J:l blanco jugó D 6 T. ¿Qué debe jugar el negro! El IIlanc", jugo T 3 R. ¿Qué puede jugar el negrot El negro ha jugado P 2 C a 4 C. ¿Qué debe El negro ha jugado e 5 C. ¿Qué juega el blanco?'
contestar el blanco?
DIAGRAMA NQ 115
DIAGRAMA NQ 106 DIAGHAMA NQ 109 DIAGRAMA N9 112
El blanco juega C 5 D. ¿Qué juega el negro! El negro jugó D 4 C R . • Qué debe jugar el blanco? El blanco Jugó A X P C. ¿Qué juega el negro?
El negro jugÓ D 2 C. ¿Q ... puede jugar el blanc.T El negro .jugó D 6 R. ¿Qué juega el blanco! El negro amenaza. varios mates. ¿Cómo los evita
El aerro Juró D 6 T. ¿Qué Juega. el' blanco? el blanco?
52 ROBERTO G. GRAU TRATADO GENERAL DE AJEDREZ 53
EL ESQUEMA DE LA VISION El razonamiento o análisis aje- Cumple este rol de economía del de la jugada, la contestación y la
MEDIATA PROPIAMENTE drecístico puede demostrar también pensamiento la experiencia acumu- nueva réplica.
DICHA que una jugada que nosotros consi- lada, que se llama idea de la posi- Vamos a emprender ahora la ta-
deramos de una de las tres catego- dón. Es éste un elemento que cada rea de mostrar cómo debe proceder-
Hemos estudiado la relación más rías primeras, pertenece, realmente, uno debe adquirir con su propia se. para pensar. Esta tarea es acaso
simple entre las jugadas: la relación a la cuarta: práctica; pero entretanto pueden la más importante en materia de en-
entre una jugada y una respuesta. establecerse algunos principios que señar a jugar. El asunto no es fácil,
Pero, en general, existe entre las Ejemplo: serán muy útiles al principiante. y es menest€r un estudio laborioso
jugadas una relación más compleja. Para saber cuál debe ser la res- y largo para dominar este aspecto
Las jugadas se ligan unas con las DIAGRAMA N9 117
puesta del adversario es menester, del juego, que es el capital. Reco-
otras. Los fines que se persiguen en ante todo, saber a qué categoría mendamos, al respecto, la máxima
el juego son, en general, mediatos, pertenece nuestr:a jugada. Esto es dedicación.
no pueden cumplirse en una jugada, muy fácil, pues como al jugar lo
y es menester, por lo tanto, efectuar hacemos según una idea, sabemos si Recuérdese el esquema:
dos, tres o más -a veces muchísi- ésta es d~fendernos o atacar, o si es Mi jugada.
mas más- para realizarlos. El juego una jugada neutra, sin mayor in- Su respuesta.
se extiende así hacia su porvenir, y tención. Sabido esto, sabemos qué Mi nueva réplica.
es menester, tras nuestra respuesta debe contestar nuestro rival.
a la última jugada, calcular las con- Si atacamos deberá defenderse. Mostraremos ahora, 4Ogrosso mo-
testaciones que puedan sernos opues- clo», cómo se aplica el esquema gene-
tas y nuestras propias réplicas en Si nos defendemos, seguramente ral del razonamiento ajedrecístico:
cada caso. Esta es, propiamente, la tratará de reforzar su ataque.
labor intelectual del ajedrecista, la Si nuestra jugada es neutra, pre-
substancia misma de este juego. parará algún ataque, o si su posición
PARTIDA NQ 5
Esta labor puede reducirse al si- es peligros~, tratará de asegurarla.
guiente esquema de tres términos: El juego mismo orienta, y es así
En esta posicEn intentc:mos atacar que, a una jugada nuestra, pronto Blancas: Negras:
19 Nuestra jugada. al rey 2dversario. Pen:Jamos hacer vemos cuáles son las lógicas res- Nosotros Adversario
29 La réplica adversaria. b 5 T amenazando D X P T + +. puestas del adversario. 1 P4R P4R
39 Nuestra propia réplica. Nuestro adversario puede contestar Por este mismo proceso veremos
"p 3 T; pero mediante D X P A hace- cuáles son los quites con que conta- Ya sabemos que esta jugada no
mos inevitable el mate a la próxima. ~o.;; para cada una de estas jugadas amenaza nada directo. La hemos ca-
Este segundo proceso mental debe Pero, en lugar de P 3 T, puede jugar- loglcas de nuestro rival.
agregarse al primero. Juntos los dos talogado como neutra y nos juzga-
nos T 3 T. En seguida observamos . Este proceso mental es pensar en mos, por ende, en libertad de elegir
forman el esquema completo del ra- que mediante esta jugada nos ataca a~edrez, y puede extenderse por adi-
zonamiento del ajedrecista. continuación. Recordamos nuestros
la dama, y como no podemos sacar- Clones de sucesivos razonamientos, éxitos anteriotes y contestamos:
Recordemos que toda jugada pue- la, pues el rey quedaría en jaque, ye?do hacia posiciones de más en
de ser: resulta que perdemos la dama. La mas remotas. 2 A4A A4A
jugada D 5 T, que creíamos de ata- . Po~teriormente, cuando la expe-
a) de ataque. que, ·es, pues, un error. rlenCla del juego y los conocimientos También esta jugada está catalo-
b) de defensa. Para analizar nuestra posible ju- estratégicos son vastos esta acumu- gada como neutra.
c) neutra. gada, lo primero que se nos ocurre lación de raciocinios' adopta una Pensamos lo siguiente: Con 3. D3A
d) un error. es observar los efectos que en el forma más simple y más rápida y se amenazamos mate (D X P). Es una
juego se producirían, una vez hecha, produce a modo de razonamientos jugada de ataque. El negro debe-
Nuestra jugada, que es la base del si el adversario efectuase cada una elípticos, en que los distintos esla- rá defenderse. ¿ Cómo puede hacer-
raciocinio, puede pertenecer objeti- de las jugadas que puede hacer. bones del razonamiento parecen des- lo? 3. P 4 D obstruye la acción del
vamente a una de esas cuatro cate- Este proceso es impracticable. N o apar~~er para dejar lugar a una alfil. Pero nosotros podemos replicar
gorías; pero por cuanto nunca co- podemos considerar todas las res- relaclon entre la jugada y la conse- A X P; luego P 4 D no es defensa: es
metemos el error conscientemente, puestas del adversario, ni es nece- ~uencia, a menudo lejanísima, pero un error. 3. D2R: Esa jugada defien-
conviene reducirla -desde el punto sario hacerlo. Es menester saber no egura Y certeramente prevista. Pero de el mate; pero como es puramente
de vista subjetivo en que nos move- lo que puede contestarnos, sino 4010 este tipo de ideación se funda, real- defensiva nos deja en libertad de
mos- a las tres primeras. que- debe» hacer. Inente, sobre el esquema pensado jugar. Podríamos elegir cualquier
54 ROBERTO G. GRAU TRATADO GENERAL DE AJEDREZ 55
jugada para proseguir el ataque; viene adelantarlo?, ¿a 3 D o 4 D? puede salir hacia el ala de la dama, nado el peón; de paso observo que mi
ejemplo: C3AD, para llevarlo a 5D, Inmediatamente vemos que si lo pretende llevarlo a 2 C R y después dama tiene buenas agresivas casillas
o P 3 D, para sacar el A D, u otra. avanzamos a 4 D atacamos el A ene- de e 3 A seguir con O-O. El negro donde ubicarse. Pero a 5. e X P R
Podría contestar también 3. D 3 A. migo. ¿Qué puede contestar a esto juega disponiendo sus piezas para el puede contestar A X D Y hemos
De ésta razonamos más o menos nuestro adversario? Aquí entra el 29 futuro. La jugada no ataca, la juzga perdido la dama. Ciertamente he-
como de la anterior y lo mismo de punto del razonamiento. Si retira el mos neutra y estamos en libertad de mos perdido la dama, pero hemos
3. P3A Y C3TR. 3. P4A nos parece, A comemos el caballo amenazado. Si jugar. ¿ Qué podemos hacer? Lo me- vulnerado la casilla 7 A R del con-
por lo contrario, mala por 4. P X P. retira el caballo, damos mate inme- jor debe ser llevar una pieza más trario y sabemos ya que ese suele
En resumen, que contra D 3 A no diatamente. Si defiende el caballo y al juego. Pensamos en P 3 D o P 4 D darnos el triunfo. Analicemos, pues:
vemos réplica peligrosa y por lo el mate mediante D 3 A ganamos el o en C 3 A D. Tras un ligero análisis, 5. CXPR, AXD; 6. AXP+, R2R.
tanto nos decidimos a jugarla. A. Contra P 4 D nuestro adversario todas se. muestran factibles. Elegi- El rey enemigo tiene esta sola casilla
(Notemos aquí la reducción del tiene dos órdenes de respuesta: con mos, pues: para moverse. ¿Qué podemos hacer?
análisis. El negro puede efectuar la una ganamos el caballo, con la Entre las primeras jugadas aparece
aquí 33 movidas y nosotros sólo otra ganamos el alfil. Jugamos: 4 C3AD A5CR C 5 D. ¿Qué puede contestar? El R
consideramos cinco: D 2 R, ' D 3 A, negro no puede tomar el A que está
P 3 A, C 3 T R Y C 3 A, Y otras dos 4 P4D AXP DIAGRAMA N9 119 defendido y todas las casillas donde
en menor grado: P4D y P4AR). 5 AXC PXA podría ir están vulneradas; con C 5 D
damos mate. Luego, con C X P R nos
3 D3A C3TR Evidentemente, nuestro contrin- aseguramos buenas perspectivas. Ju-
cante ha vuelto a no fijarse en nues- gamos, pues:
DIAGRAMA N<? 118
tras amenazas y se deja dar mate.
5 CXPR AXD
Nuestro adversario, que no analiza,
PARTIDA NQ 6 por lo visto, el juego, es<!oge lo peor:
Blancas: Negras: 6 AXP+ R2R
Nosotros Adversario
7 C5D+ +
1 P4R P4R
2 A4A P3D POIlclón. después de la. juga.da. " de las negras PARTIDA NQ 7
Esta jugada no ataca nada. Es una El negro ha jugado A 5 C R. Trata Blancas: Negras:
jugada neutra. Estamos en libertad de clavar el caballo, que en adelante
no podrá ser movido sin perder la Nosotros Adversario
d~ jugar.
Posición después de la. jugada. 3 de las negras dama. La jugada adversaria nos pa- 1 P4R P3TR
re~~ muy incómoda, pues priva de
3 C3AR agIlIdad a nuestras piezas. ¿Qué po-
Observamos que nuestro adversa- ¿Qué intenta? Evidentemente
rio ha progresado. Esta vez ha pen- demos replicar? Primeramente apa- esta jugada no amplía el número de
Procediendo al análisis de la posi- rece 5. P3T para agredir al incómodo
sado en cuálef eran nuestros planes ción, vemos que a esta jugada el posibilidades del juego negro. No la
y defiende el peón de 7 A H. Su ju- A, que debería retirarse. 29) 5. P 3 D, tomamos, por lo tanto, mayormente
gada es defensiva. Estamos, pues,
negro tiene varias respuestas; pero des~!rol1ando el juego y poniendo en en cuenta, y jugamos:
ninguna de ellas puede afectar se- aCClOn el A D. Pensamos también
nuevamente en libertad de elegir riamente el juego blanco. Contra
jugada. Queremos insistir en el ata- que.acaso podríamos jugar 5. CXPR, 2 C3AR P3TD
todas hay paradas convenientes. y SI contesta 5. P X C tendríamos
que. Para ello debemos llevar una
pieza al ataque del punto 7 A, o bien, 6. ~ X A, con lo que ganaríamos un Opinamos 10 mismo que de la ju-
eliminar el C de 3 T. El primer plan 3 P3CR peon. Concentramos en esta variante gada anterior. Nuestro adversario
no es fácil. No vemos cómo llevar huestra atención. Supongamos que está jugando sin plan. Efectúa ju-
una pieza pronto al lugar requerido. ¿Qué intenta? Evidentemente el ternos jugado 5. C X P R. Eviden- gadas anodinas:
Más fácil parece atacar el caballo negro quiere enrocarse, y como de- ernente, si P X C, 6. D X A Y a
avanzando el P D. Pero, ¿dónde con- bido a su segunda jugada el A no e 3AR, retiro mi dama, habiendo ga- 3 A4AD P4CD
56 ROEERTO G. GRAU TRATADO GENERAL DE AJEDREZ 57
DIAGRAMA N9 120 DIACRAMA N9 122
variante ganadora. Qued:i aún la sentir que en esa posición debe ha-
tercera. SI a 5. C 5 R, contesta con ber algo. Pensamos que con C X P
R 3 A. Vemos de inmediato que, con amenazamos una vez más el punto
6. D 3 A +, R X C, y estamos en '1 A y a la vez amenazamos D;; T +.
la variante anterior, 7. D 5 A. Es una amenaza doble y debe, por
8. D 5 D + +, y si, en cambio, a ello, ser estudiada.
En primer lugar, veamos si a
6. D 3 A, R 3 R, estamos también en
la variante anterior. En cambio, si a 5. C X P contesta P X C aceptando
6. D 3 A+, R 4 C, seguiría P 4 T+ +. la pieza.
Quiere decir esto que tenemos la Tenemos, 5. C X P, P X C;
partida ganada. Jugamos: 6. D 5 T +, R 2 R (única). AqUÍ te-
nemOS dos variantes que nos atraen:
4 AXP+ R X A (única) 7. D 7 A + Y 7. D X P C +. Supon-
5 C5R+ R 3 R (prevista) gamos: 7. D 7 A +, R 3 D (única);
6 D4C+ R X C (prevista) 8. D 5 D +, R 2 R (única); 9. D 5 R
Posición después de la jurada 3 de las' nerras
7 D5A+ R 3 D (prevista) jaque mate. Pc;slclón después de la ju~ada 4 de las negras
8 D5D++ Luego, a 5. C X P, debe defender
el mate visto, evitando el jaque de Nuestro alfil está encerrado; pero
Ahora sí, nos ataca nuestro alfil , dama; debe jugar P 4 T H, o P 3 D, la posición de su rey no es envidia-
y es menester prestar atención. El PARTIDA NQ 8
etcétera, pero en estos casos podría- ble. Con D 3 D amenazamos mate en
alfil debe retirarse y, de hacerlo, Blancas: Negras mos llevar el C a 7 A, Y habríamos 6 C. El rey debería buscarse una es-
conviene -así nos parece- llevarlo ganado un peón, prosiguiendo el ata- capatoria por 2 D o 2 R; pero nues-
a 3 C, para persistir en el ataque del Nosotros Adversario
que. Nuestro juego es rico en posi- tro alfil seguiría cerrado. Pensamos
P 7 A R, ataque tan promisorio, se- 1 P4R P4R bilidades. otra cosa. Con' P 3 R amenazamos
gún lo confirman nue.::>tras experien- 2 P4AR PXP Jugamos, pues: D 5 T + + y a la vez liberamos al
ci~s. anteriores. Ese peón es muy 3 C3AR P4CR alfil, pues al defenderse podemos re-
debll, y sabemos por las anteriores 4 A4AD 5 Cx P PXC plicar con P X P Y a P X P, A X P,
partidas que de su captura resultan con lo que el alfil está salvado. Ju-
bonitas combinaciones. Considera- Atacando el célebre punto 7 A R. Nuestro adversario entró en la va·· gamos:
mos, pues, ante todo, esa captura: riante prevista que termma en mate.
4. A X P A; la respuesta única sería 4 P3AR 5 P3R P4T
R X A. El ataque podría seguirse 6 D5T+ R2R
con C 5 R +; acercando el caballo y DIAGRAMA NQ 121 7 D7A+ R3D Ibamos a continuar con P X P;
dando juego a la D. Si a 5. C 5 R + 8 D5D+ R2R pero pensamos ahora que con A 3 D
contest~se R 1 R, seguiría D 5 T +, 9 D5R++ amenazamos mate en 6 C. Si A ~ D,
P 3 C (unica) y D X P + +. Pero el deberá, pues, buscar salida avanzan-
R no tiene por qué ir a 1 R. Puede ir do uno de los peones, o jugar T 3 T
a 3 R y a 3 A. Tomemos 3 R. ¿ Qué PARTIDA NQ 9 defendiendo la casilla 6C. Perc nues-
podremos contestar? Entre nuestras tra dama está atacando el peón de
Defensa Holandesa 4 T, que está defendido precisamente
jugadas se destaca en seguida
6. D4C+ ya ..... , RXC; 7. D5A+, Blancas: Negras: con la T de 3 T. Esa torre defiende,
..... , y 8. D 5 D + +. Luego el ne- Teed Delmar pues, !dos cosas distintas. :~sa doble
gro, a D 4 C no puede contestar con funcion nos da una idea. Si jugáse-
R X C. ¿Qué otra cosa puede hacer? 1 P4D P4AR mos A 6 Ca T X A podríamos seguir
Retirarse a 3 A, o a 3 D. Si 6...... , 2 A5C P3TR con D X P; pero el negro podría re-
R 3 A, seguiría D 5 A + +. Luego, su 3 A4T P4CR plicar entonces R 2 A, defendiendo la
única posibilidad es retirarse a 3 D; torre. Mas entonces podríamos inver-
pero en ese caso, con e 7 A ganamos bl El negro ha encerrado el alfil tir, y a 6. A 3 D, T 3 T, contestar con
la dama y tenemos grandes chances anca; pero ha desguarnecido de- DX P + y, claro está, ahora es nece-
de dar mate, pues el caballo, de 8 D, Con su jugada P 3 A R, el contra- masiado el rey. sario T X D Y entonces, A 6 C + +.
quita la huida del rey por 3A y 2CD. rio se descubre demasiado. Las ex- Luego a 6. A 3 D no puede jugar
4 A3C P5AR T 3 T, Y debe en cambio efectuar
Tenemos, pues, íntegra una segunda periencias anteriores nos hacen pre-
58 ROBERTO G. GRAU TRATADO GENERAL DE AJEDREZ 59
P 3 D o P 3 R o R 2 A Y s:empre, no ventaja segura y con la celada sólo inicia aquÍ una bonita combinación, El negro acaba de jugar P 3 A R.
habiendo nada mejor, podemos ju- la obtengo a condición de que mi no muy difícil. Nuestro alfil domina el punto 7 A R.
gar PXP y salvar el alfil. Jugamos: adversario se equivoque, si bien su El negro piensa que si jugase Nuestro caballo también. Además,
jugada equivocada es, aparentemen- 1. ..... , DXT+ y siguiese 2. AXD, debido a la última jugada negra, se
6 A3D T3T te, muy buena. La celada es más T X A +; 3. CID, podría continuar nos ha abierto la diagonal 5TR-8R,
El negro se ha equivocado. sutil, más oculta -se dice- cuanto con 3...... , T X C + +. La acción que tan valiosa nos ha sido en otras
más buena sea en apariencia la ju- de la dama y la torre sobre 8 R jun- circunstancias. La acción que ejer-
7 DXP+ TXD gada errónea que se pretende pro- to con la del alfil sobre 8 D ha pro- cemos sobre el «talón de Aquiles»
8 A6C++ vocar. vocado la idea de la combinación: del juego negro nos invita a pensar
Debemos hacer notar; además, que Analizando tenemos: 1. ..... , qué podemos hacer, y nos orienta
el esquema de la combinación suele DXT+. Aquí hay sólo dos jugadas: al respecto. La jugada está entre
DOS TIPOS EJEMPLARES
alargarse y adoptar esta forma: mi 2. CID y 2. A X D. Si 2. CID se- A 7 A +, C 7 A y D 5 T +. Esta úl-
DEL RAZONAlVlIENTO
jugada, su respuesta (la mejor); mi guiría 2...... , D X C + +. Luego a tima ofrece, sobre las anteriores,
AJEDRECISTICO 1. , .... , D X T +; hay una sola res-
jugada, su respuesta (la mejor) ... una apreciable ventaja, y es que lle-
LA COMBINACION y LA CELADA etcétera, mi réplica, con la que ob- puesta, A X D. Ahora, a 2. . .... , va una nueva pieza contra el punto
tendré ventaja. Esta jugada que re- T X A el blanco podrá contestar 7 A R. Analicemos.
Hemos estudiado el esquema de
ma ta y explica la combinación, se 3. R2D ya 3...... , A5A+, 4. R3D 1. D 5 T +. El negro tiene sólo dos
la visión mediata en general; pero
llama la clave de la combinación. En Y el rey se ha escapado. El secreto es- respuestas: R 2 R y P 3 C. Tomemos
realmente este esquema se presenta
cambio de esto, la celada se suele taría en evital~ eoa salida del rey, sea R 2 R. Inmediatamente vemos que
adoptando formas particulares, más
alargar poco, a lo más dos o tres tomando la casilla 3 D o la casilla podemos hostigar y circunscribir
o menos evolucionadas. Se ha habla-
jugadas. La celada es siempre más 2 D. Aquí tenemos la idea; a 2. AXD los movimientos del rey mediante
do ya de un.a suerte de conjugación
bien corta y de menor vuelo que la debemos contestar 2...... , A 5 A + 2. D 7 A + a lo que debía contestar
que sufre el pensamiento ajedrecista
combinación. Y ahora el rey no saldrá. El blanco 2...... , R3D (única). Ahora podemos
en estados superiores, conjugación
Todas estas diferencias aparece- puede contestar R 1 C, o bien, A 2 D. contestar 3. D 5 D +, R 2 R (única);
por la cual el pensamiento se abrevia
rán mejor en los ejemplos que si- Si 3. RIC seguiría 3...... , TXA+; 4. D X C +, P 3 D; 5. D 5 D, etc. Por
y gana en profundidad, pues puede
guen, en los que mostraremos cómo 4. CID (única), T X C + +. Si este camino parece que no se obtie-
alcanzar lo que de otra suerte fuera
se combina. 3. A 2 D seguiría 3. . .... , T 8 R +; ne el mate. Lo esencial sería poder
imposible. Pero sin llegar a eso,
dentro de la misma esquematización
4. CID, T X C + +- Luego con arrancar al rey de sus defensas. Pen-
Ejemplo de combinación: D X T + damos mate inevitable. samos con esa base: 1. D5'l' +, R2R;
concreta que hemos visto .• hay es-
quemas muy distintos entre sí. Entre DIAGRAMA N9 123
2. D 7 A +, +,
R 3 D; 3. C 5 C RXe
ellos deben señalarse dos tipos ex- Negras: Schallopp Aquí tenemos el ejemplo de una (única); 4. D 5 D +, R 5 A (única);
cepcionales que muestran caracte- c?mbinación mucho más larga, y, y ya tenemos al rey a merced de
res propios y verdaderamente ejem- sm embargo, bastante fácil. nuestras piezas, pudiendo seguir con
plares. Son ellos: el esquema de la 5. P 4 D+, +,
R 5 C; 6. A 2 R R5T
combinación y el de la celada. Con
DIAGRAMA NQ 124 (única); 7. D 5 T + +; o bien, aun
el10s alcanza el razonamiento aje- Negras: X más rápidamente, con 5. P 3 C +,
drecístico su máximo rigor y su ma- R 5 C Y 6. P 3 T + +. En resumen,
yor exactitud. que con 1. D 5 T +, si el negro re-
La combinación depende del si- plica R 2 R damos mate en 5 juga-
guiente esquema: Dada mi jugada das más. Por lo tanto debe jugar:
y considerando sus mejores res- 1. ..... , P 3 C. Veamos lo que sucede.
puestas, cuento a mi vez con una 1. ..... , P 3 C, pero aquí también
réplica que me reportará ventaja. aparecen una serie de jaques que
En la celada cambia el segundo obligan al rey negro a emprender un
término, y el esquema se formula así: accidentado viaje: 2. A 7·A +, R 2 R;
Dada mi jugada y considerando .Blancas: Gorln(
3. C 5 D+, +,
R 3 D; 4. C 4 A R 3 A;
su respuesta más aparente, cuento 5. C4C+, R4C; ahora con 6. P4TD
con una replica, que me reportará E'sta es la posición de una partida obligaríamos al rey a proyectarse so-
ventaja. entre Schallopp y Goring. En esta bre nuestras piezas; peto dejaríamos
Como se ve, la diferencia está en posición le tocaba jugar a Schallopp, una pieza, el caballo de 4C, a merced
que con la combinación obtengo una quien conducía las negras, y que Blancas: Taylor del monarca enemIgo; mas éste que-
60 ROBERTO G. GRAU TRATADO GENERAL DE AJEDREZ 61
daría en camblo en posición de mate. Analicemos: blanca, casi encerrada. Si el negro no puede defenderse directamente,
Podríamos, por ejemplo, jaquearlo jugase P 3 C, la D tendría como pues si T 2 C, seguiría, evidentemen-
con 7. P3A Y obligarlo a jugar R6C, 1 T6CR única casilla donde refugiarse la de te, D X T + +. Es ésta, pues, una
para seguir con 8. D 1 D + +. Luego 6 T, Y entonces, con C 2 A, la dama posición de abandonar; pero, sin
Si mantiene ei negro el cstatu
si.el negro nos replica 1. ..... , P 3 C quedaría atacada y sin escapatoria, embargo, el blanco, en esta posi-
quo» y juega, por ejemplo, C 7 A pues la jugada 1. P 4 A le ha quitadoción claramente perdida, encuentra
recibe mate y, por lo tanto, con o C 6 C, seguiríamos con 2. T X T
1. D 5 T damos mate inevitable. la retirada por la diagonal 6T-IAD. una celada que si no hubiese sido
(amenazando T7T++) y si TXT; El blanco pierde la dama. Pero, sin vista con justeza, hubiera malogra-
Un análisis similar' a éste debió 3. T8C + +. embargo, sobre esta apariencia es- do el triunfo negro. El Dr. Subirá
efectuar Taylor, pues la partida si- Luego, a T 6 C no es posible guar-
guió así: 1. D5T +, P3C; 2. A 7 A+, dar el «statu quo». Hay que de-
pecula el blanco, pues ha pensado
más lejos y tiene una variante gana-
y del Río contestó:
1. T X P, Y ahora, si 1. ..... ,
R2R; 3. C5D+, R3D; 4. C4A+, fender la amenaza T X T. 1. ..... ,
R 3 A; 5. C 4 e +, R 4 C; 6. P 4 T +, P 6 A. no sería defensa, pues segui-
dora. El negro juega efectivamente:
1 P 3C
R X T; 2. DI C R +, y a cualquie-
ra, 3. D X T, llegando a un final
RXC; 7. P3A+, R6C; 8. DID++. ría: 2. T X T, P X P; 3. R X P, Y
mate a la siguiente. 2 D 6T C 2A ? superior para el blanco.
Otros ejemplos: Hay aún otras. Si 1. T 6 C R, el 3 A X P +! Y si D X A Si 1. ..... , R 1 T; 2. T 8 C +,
negro puede replicar T 1 T; pero se- 4 D X T ++ R X T (única); 3. DI C R +, y a
cualquiera, 4. D X T !
DIAGRAMA N9 125 guiría 2. T X P +, R 2 C; 3. T X T +, Pero Reca había visto ya todo eso,
R X C; 4. T 7 A + +. Como se ve, ésta es una celada,
pues a mi jugada espero su respues- y jugó:
Finalmente si L ..... , T X T sigue 1. ..... , R 1 A !; Y a h o r a, si
el mate que primero se ha visto. ta aparente, para contestar con una
maniobra ganadora (en este -caso, 2. T 8 C +, R 2 A (pues si R 2 R, se-
Tenemol: pues, que T 6 C es una
jugada ganadora en todas las va- A X P +). Si el negro, a 1. P 4 A guiría D X P +); 3. T 7 C +, R 3 A;
riantes. hubiese con testado sencillamente Y no es posible seguir 4. T 6 C +; por
En este ejemplo se ve bien cómo, C 3 C (y aun después de P 3 C Y P X T, con lo que gana la torre,
dada nuestra ju~ada,a cualquier D 6 T, no hubiese intentado ganar la evitando el jaque desde 1 C R, y el
respuesta del adversario podemos dama), todo peligro habría desapa- mate se hace totalmente inevitable
recido y la partida estaría segura- y aun, como última variante, si ~
replicar con jugadas ganadoras. 1. ...... R 1 A el blanco contestase
mente ganada.
2. D 1 C R, seguiríá: D 6 A + Y T 8 A,
Ejemplo de celCKia lo que es inmediatamente ganador.
Otro ejemplo de la celada
DIAGRAMA N9 126 DIAGRAMA N9 127
Ne(ras: Da.mlán Beca.
Otros ejemplos de combinaciones
y celadas
En esta pOSlClOn el negro está
DIAGRAMA N9 128
amenazando T 3 C + +. El blanco
debe jugar y piensa que la T negra Negras: von Hennlng
de 2 caballo no sólo amenaza el
mate en 8 e, sino que estorba todos
sus planes de ataque sobre el rey
enemigo. Si esa torre no existiese
podría, en efecto, desarrollarse una
linda combinación así: 1. T X P +,
R2C; 2. T7T+,RXC; 3. T7A++.
O bien si 2...... , R 1 A; 3. T 7 A + +.
Pero la torre de 2 ca baIlo evita el
mate de 7 A y la combinación falla.
Pero esto le da al blanco una idea.
Blancas: Dr. Subirá y del Río
¡ Si jugase T 6 C R? Evidentemente En esta posición el blanco, viendo
si el negro contestase T X T segui- perdido el final por sus peones de . E!1 esta posición, el negro (Reca)
ría la combinación anter~or y el menos, da comienzo a una intere- Jugo DXP, amenazando DXPT++,
mate sería inevitable. ¿ Qué podría sante celada. amenaza contra la cual el blanco Blancas: Jacobson
contestar el negro? Obsérvese la posición de la dáma
62 ROBERTO G. GRAU
TRATADO GENERAL DE AJEDREZ 63
Ve2mos cómo se prepara una com- El negro juega D 2 A R. Amenaza capítula), o bien efectuar una juga- He aquí la combinación completa:
binacién. comer el A de 5 A Y a su vez entrega da de ataque, pues a cualquier otra
1 TXA
En esta posición, el blanco piensa el P de 5 R. El blanco toma el peón jugada retiramos la torre y habre- (lo mejor) D5AD
2 PXT
que si las casillas 5 T Y 5 C D es- de 5 R. ¿ Qué jugada más justa? Saca mos ganado el alfil. El análisis de- (lo mejor) T8A
3 T5C
tuviesen vulneradas, la posición se el alfil atacado, come un peón y opo- muestra rápidamente que no hay
4 TXP-I- (lo mejor) RIA
prestaría para un bonito mate, pro- ne el alfil blanco al alfil negro. Si ataque posible. T 5 C atacaría un
5 T8C-I- (lo mejor) R2R
cediendo así: 1. D 6 T -1-, R X D; 1. .... , A X A; 2. D X A, Y a 1. .... , punto (7 C) sólidamente defendido,
6 T7C-I- (lo mejor) RID
2. A 8 A -1- -+; O bien: 1. D 6 T -1-, D 8 A -+; 2. Al C; y ahora el negro la dama negra no puede ser atacada,
7 T8C-I- (lo mejor) R2D
R 1 C; 2. D 8 A -1- -1-, o, por fin, debe apresurarse a defender su des- y a D 5 C, seguiría T 8 R -+ Y D 3 A.
8 T7C-I- (lo mejor) R3A!
1. D 6 T, R 1 T; 2. D 8 A -1-, A 1 C; guarnecido rey. El razonamiento pa- Luego, 2. P X T, es la jugada úni-
3. T 8 D. Pensamos que aún es posi- rece justo; pero el n~gro ha visto ca para el blanco. A esto seguiría: y entonces a cualquier jugada:
bie mejorar la variante, trasponien- mejor, y contra A X P jugará 1. .... , 2. . .... , D 5 A, amenazando T 8 A, 9.....• , T X D, Y se gana en se-
do las iUf!adas así: 1. D 6 T -1-, R 1 T; D 8 A -1-; 2. Al C (única), D 6 A 1 l' ganando la dama. ¿ Cómo oponerse guida la partida.
2. T8D-+, AXT; 3. D8A-I--I-, o, en 3. A X D (única), y A X A-I- +! ' a tal amenaza?
caso de 2 ....... , A 1 C; 3. T X A -1- !, La partida se desarrolló efectiva- 19 Retirando la dama a 2 C, se- Veamos ahora una combinación
y a R X A; 4. D 8 A -1- -1-. mente así: 1. ., .. , D 2 A R; 2. A X P, guiría T 8 A +, D X T; D X D -1- -1-. con más variantes y más difícil por
Con esta base el blanco empieza D 8 A-I-; 3. Al C, D 6 A -1-; 4. A X D, 29 Retirando la dama a 3, 4, 5 o 6 e, lo tanto.
a preparar la combinación, y juega: A X A -1- +. seguiría D 8 A -1-, DI C; y D 6 A-I-
Si el blanco hubiese analizado con ganaría en seguida. Con esto tene- DIAGRAMA N~ 131
1 P4T D4T más atención, habría evitado la ce- mos que la dama no puede retirarse. Negras: Rubinstein
2 P4C! lada jugando, a 1. ..... , D 2 A R; Veamos entonces la retirada del R
2. D 5 C 1, con lo que hubiera gana- a 2 C. E'n seguida observamos que
El negro permaneció ajeno a las do, seguramente, la partida. con D 7 R -1- ganamos al menos la
amenazas del blanco, y jugó: torre. En resumen, que no se puede
Buen ejemplo de combinación salir con el rey, y en cuanto a T 5 A,
2 D6A sería mala por D X P -1-, ganando.
3 D6T+ RIT DIAGRAMA NI' 130 Redoblemos la atención en el aná-
4 T8D-I- AIT Nerras: Capa blanca lisis. La combinación del negro se
5 TXA+, RXT basa en la jugada T 8 A; pero con
6 D8A+-I- ello priva de defensa al P 2 C. Luego,
acaso pudiese intentarse T 5 C, y a
Celada T 8 A, T X P -+, y tratar de seguir
dando jaque. Veamos el asunto:
DIAGRAMA NI' 129 1. ..... , TXA; 2. PXT, D5A;
3. T 5 C, T 8 A; 4. T X P -1-, R 1 T; Blancas: Salwe
Nevas: PUlsburJ
5. T8C-I-, R2T; 6. T7C-I- .. R3T;
7. T 6 C -1-, etc., haciendo tablas. Juega el negro. Como se ve, la
Luego, a T X P, malo es contestar base de su juego está en el avance-
R 1 T. Pensemos en R 1 A: seguiría, del peón alfil a 7 A, con jaque des-
5. T 8 C -1-, y ahora contra los jaques cubierto. Pero eso no puede hacerse
en seguida, pues si 1. ..... , P 7 A;
de torre hay una evolución, esca-
2. D X A, T 3 T !; 3. D 2 C!, y todo
pando con el rey de esta suerte: queda defendido y el blanco con
Bl.BC.S: llera.tela 5. . .... , R 2 R; 6. T 7 C, R 1 D;
una pieza más.
7. T 8 C +, R 2 D; 8. T 7 C -1-, Rubinstein aquí soluciona el asun-
En esta pOSlClon juega el negro, ~ 3 A!; Y ya no hay más jaques de to con una brillante combinación.
que medita una linda combina~ión orre y el juego está ganado.
a base de T X A. Contra 1. ..... , Piensa: Si 1. .... , D8R-I-!; 2. T XD,
. ~ta escapatoria del reyes lo que P 7 A +; 3. D X A, P X T (D) +;
T X A, el blanco debe, o bien cap-
~10 el negro y lo que le permitió 4. R 2 C, D X T -1-; y evidentemente
turar la torre, con lo que ha ganado
calidad (la torre vale más que el Jugar T X A, e iniciar esta bonita se gana. Prima facie, la jugada D8R
alfil, como veremos en el próximo ganadora combinación. parece, pues, excelente, pues el des-
64 ROBERTO G. GRAU TRATADO GENERAL DE AJEDREZ 65
cubierto resulta a la vez un doble table, como hemos visto. Si 4. R 2 T, 4 CXP eXe enemiga de 3 C por medios directos
y hace inevitable la entrada a dama sigue T 3 T +, y a 5. C 4 T o D 4 T, 5 DXC C2R o indirectos. Si logramos que la da-
del blanco. En esas circunstancias, el negro gana, según también se vio. 6 A4AD P3AD ma negra se aleje del dominio o fis-
D 8 R no puede considerarse casi una ¡.Qué otra cosa puede jugar el negro? 7 C3A P3D calización de la diagonal 1 D - 4 T D,
entrega de dama. Pero analicemos Tan sólo puede intentar 5. R2C; pero 8 A5eR D3C podremos quizá llevar a la práctica
con atención. Tenemos: seguiría D 8 T +; 6. R 2 A, D XC; 9 D X PD! nuestro plan. La idea de la combi-
1...... , D 8 R + ! El blanco tiene y mate a la siguiente. Luego, una nación que el blanco realiza es,
dos: contestaciones: 2. T X D, Y vez que el blanco ejecuta como 3\l DIAGRAMA NQ 132 pues, perfectamente lógica y fácil
2. C 1 A. Tomemos la primera. Tene- jugada D X A, o C 3 A, su juego para quien sepa discernir y juegue
mos: 1. ..... , D 8 R; 2. T X D, está perdido, y como no tiene otras, con vistas al mate.
P7A+; 3. DXA, PXT (D) +; necesita rectificar su jugada segunda
4. R 2 C, D X T; Y si 5. R 1 T, o para salvar el juego. Si 1. ..... , 9 Dxpe
1 C, T 8 A D +, y mate a la siguien- D 8 R +, no puede contestar T X D.
te; si 5. R3C, D7 A+; 6. R3T, Pero, ¿ qué otra cosa puede inten- El negro ha seguido el plan ideado
T3T++; Y si 5. R3T, '1'3T+; tar? La única posibilidad estaría en en. la jugada anterior. Entregó un
6. R 3 C, D X C +; 7. R 3 A, 2. e 1 A, pero en ese caso, T 3 T +; peón en 3 D con el propósito de
T6T++. 3. R 1 e, P 7 A +; 4. T X P (única), buscar compensaciones en otro sec-
Todo esto es inevitable si el blan- T 8T + +; Y si 3, en lugar de R 1 e, tor del tablero, y ahora quiere ex-
el blanco juega T 2 T, el negro con plotar el aparente error de las blan-
co juega 4. R 2 C. ;. Qué otra cosa cas, reconquistando no sólo el peón,
puede hacer? La disyuntiva es D 7 A da mate en 7 C, o, en caso de
T 2 D, con D X C + +. sino ganando una pieza. La dama
4. R 2 C, o 4. CIA. Hemos visto la ahora ataca el caballo y la torre, y
primera; veamos la segunda: 4. C1A, Hemos analizado todas las varian-
tes posibles, las que demuestran que las blancas no tienen amenaza di-
D X C; 5. R2T, T3T+; 6. R3C, Posición después de la jugada 9 de las blancas
recta de mate. Deben, pues, realizar
T 6 T + +. Luego, la salvación del el blanco no tiene réplica posible
contra la jugada D 8 R + de las ne- una jugada complementaria de ese
juego blanco, si es posible, debe es- Primer detalle de la combinación. plan. Como hicimos notar antes, debe
tar en la jugada 3. gras que gana en tbdas las variantes.
"-,as blancas, para una vista poco apoyarse la acción de la dama, y
Reconstruyamos: 1. .... , D 8 R +; afinada, han. ganado un peón, pero salta entonces a la vista la movida
2. T X D, P 7A +; 3. D X A, LA COMBINACION en cambio el negro puede replicar T 1 D, que no sólo sustrae la torre
PXT(D)+; y 4. R2C, oCIA, a su vez con D X P C, recuperando de la acción de la dama adversaria,
pierden. Evidentemente no hay otras Pasaremos ahora a estudiar algu- no sólo el peón, sino atacando al sino que da realidad a la terrible
jugadas; luego, debe analizarse si no nas partidas desde el punto de vista mismo tiempo dos piezas adversa- amenaza de las blancas.
hay jugada mejor que 3. D X A. de la combinación. En estEl estudio rias, piezas que no pueden ser de-
Poco hay que elegir. El blanco en la nos manejaremos de manera más fendidas simultáneamente. El blanco 10 T 1 D!
tercera jugada sólo puede efectuar razonada, mirando las cosas desde ha realizado, pues, una combinación,
dos movidas: 3. D X A, y 3. C 3 A. un punto de vista menos particular, o ha cometido un error. Aparentemente, una desagradable
La primera p:erde. Veamos la se- y, por lo tanto, más provechoso para Pero estudiando la posición de sorpresa. La captura del caballo que
gunda: Tenemos, 1. ..... , D 8 R !; el afícionado, razón por la cual soli- acuerdo con nuestras experiencias el blanco ha entregado en pos de su
2. TXD, P7A+: 3. C3A. PXT(D)+; citamos su atención sobre las pági- anteriores, veremos cosas interesan- combinación de mate, tiene un com-
4. R 2 C, A X C +: 5. R 2 T o R 3 T, nas que siguen. tes. Ya sabemos que el objeto de la plemento poco agradable, base de
T3T +; 6. D4T, T X D + +. Pero partida es dar mate, y para dar mate tantas sorpresas en ajedrez. El ne-
en la 4!l jugada, el rey pudo ir a 2 T se I;>recisa dar un jaque al rey adver- gro da jaque, y como el jaque debe
en lugar de 2 C. Mas en ese caso ju- PARTIDA NI? 10 sarIO no teniendo éste retirada, ya ser siempre defendido, el plan de
garíamos: 4. R2T, T3T+; 5. C4T, P?r estar bloqueado por sus propias dar mate ha sufrido un paréntesis
Apertura Escocesa
TXC+; 6. DXT, DXD+; 7. RlC, P.lezas, o por estar tomadas las ca- y el blanco ha perdido una pieza.
T 8 A +, v mate a la siguiente. Y si Blancas: Ne:ras: Slll~s de escape por nuestras piezas. A simple vista, las consecuencias
5. D 4 T, T X D; y a 6. C X T segui- SI pudiéramos dar un jaque en 8 D de este jaque no pueden ser más
ría igual que el anterior, y a 6. R2C, B. Distl Rossipal con la dama defendida, daríamos desastrosas para el blanco. Si el rey
D 8 T +; 7. R 2 A, D X C; y mate a ~ate si no mediara la circunstancia se mueve, podría ser capturado el
la siguiente. Repasemos lo analiza- 1 P4R P4R e que la dama negra domina ese alfil de 4 A D con jaque, y una nueva
do: a3.C3A,PXT(D)+;4.R2C, 2 e3AR C3AD Cuadro. Debemos, pues, como pri- pieza caería sin que la amenaza de
o R 2 T. Si 4. R 2 C, el mate es inevi- 3 P4D PXP lllera providencia, desalojar la dama mate de las blancas pudiera aún ha,.
66 ROBERTO G. GRAU TRATADO GENERAL DE AJEDREZ 67
cerse efectiva. Otro detalle aparece, mos primero A 5 T, pero se presenta junta sobre el cuadro débil de 8 D. traernos al deseo de hacer una pe-
que complica la situación. El negro la desagradable respuesta de las ne- Surge, pues, la jugada sorprendente queña nota a esta jugada, que sin
puede ahora continuar con A 5 C R, gras, P 3 A, que hace desaparecer la y agresiva D 8 D +, que limita el duda sorprenderá al principiante.
sacando el alfil de su casilla inicial, amenaza sobre el punto 8 D (o 1 D), campo de réplicas adversarias a la El blanco ha capturado un peón
para defender con la torre el cuadro según de qué bando se considere al más mínima expresión. La combi- importante, pero entrega una pieza,
1 D que atacan las blancas, y en el dar escape al rey. nación no es, pues, de análisis difí- dado que este peón estaba defendido
cual esperan dar mate. Es preciso, es indispensable reali- cil, por cuanto el rey negro sólo por un caballo. No obstante, es una
Para evitar que esta jugada de zar una nueva jugada agresiva que tiene una jugada para replicar, dada jugada buena y perfectamente prac-
alfil -que anularía todos los planes se anticipe a esa jugada liberadora su precaria movilidad. ticable en las posiciones peculiares,
de ataque- llegue a realizarse, sería de las negras, que al hacer desapa- en que dos piezas adversarias se co-
recer la situación característica del 12 D8D+! RXD locan en la misma línea, con una ca-
necesario efectuar una movida muy 13 A5T+
agresiva que obligara a demorar esa rey negro, daría por tierra con todos silla entremedio, y hay un peón en
jugada. Sería oportuno, pues, cubrir los proyectos de dar mate, y que ya El jaque doble ha sido dado y el situación de vulnerar simultánea-
nuestro jaque atacando la dama, ya le han costado dos piezas. Profundi- rey no tiene ningún otro recurso que mente ambos cuadros. El caballo
que el alfil en ningún caso puede zando el análisis, se observa que moverse, ante tan simultáneas agre- puede ser capturado por el caballo,
ser debidamente apoyado. bastaría un jaque con la torre en 8 D siones. No tiene más que una jugada: pero al hacerlo, el blanco puede re-
para dar mate, si esta pieza estuviera volver a su mala posición anterior. plicar con P 4 D, atacando simultá-
11 A2D debidamente apoyada, y en ese tren neamente ambas piezas adversarias,
de buscar posibilidades, audaces si 13 R1R razón por la cual recuperará una, y
Las negras deben sacar la dama se quiere, o desesperadas, dada la A costa del sacrificio de la dama además ganará un valioso tiempo en
de la posición actual. Ya indicaremos inferioridad de material, se puede el blanco ha conseguido, después de el desarrollo.
más adelante el valor de las piezas, observar que el alfil negro, desde 5 T una serie de jugadas dilatorias, la
que por lógica el aficionado conoce, también puede vulnerar el cuadro DIAGRAMA N9 134
posición buscada: vulnerar simultá-
máxime después de las anteriores 8 D, base de todas las preocupaciones neamente con dos piezas el cuadro
experiencias, de los últimos ejem- agresivas de las blancas, y repenti- 8 D del adversario, tan débil, y poder
plos. Cómodamente pue<;len sustraer- namente aparece la posibilidad de apoyar así la acción proyectada de
se a la amenaza medrante D X A, una combinación definitiva. dar mate especulando en esa debili-
ganando una nueva pieza. dad. Juegan, pues:
DIAGRAMA N9 133
11 DXAR 14 T8 D mate.
La posición se ha aclarado un tan-
to aparentemente y el negro tiene PARTIDA N9 11
una amplia ventaja material. Ha
ganado dos piezas, pero el blanco Ruy López
éuenta con la amenaza de mate, en Blancas: Negras:
aras de la cual ha entregado sus
fuerzas. Pero un nuevo inconvenien- Dr. Alekhine Dr. Forester
Posición después de la jugaaa 6 de las blancas
te ha surgido para dar mate. Al cu- 1 P4R P4R
brir con el alfil el jaque de la dama 2 C3AR C3AD 6 CxC
enemiga, se ha obstruido la acción 3 A5C P3TD 7 P4D
de apoyo que la torre ejercía sobre 4 A4T C3A
la dama, y el mate en una jugada es 5 C3A A4A Fácilmente se observa que la com-
ya imposible. 6 CXP binación era perfectamente lógica y
Posición después de 1& Jug&da 11 de I&s negras
No obstante, no debemos perder justa. Ahora el negro debe devolver
las esperanzas, por un detalle fun- Una pequeña combinación muy la pieza capturrJa y el blanco ha
damental. La posición del rey ene- ¿ y si entregáramos la dama en practicada en numerosas aperturas. logrado abrir s', juego. En realidad,
migo se mantiene exactamente igual. 8 D? Podríamos luego seguir con u~ Oportunamente nos ocuparemos de mantiene el peón de ventaja, pero
No dispone de buenas casillas de doble jaque, ubicando nuestro alfIl las posiciones características de do- éste puede ser recuperado en varias
retirada y el plan del mate es aún en 5 T y abriendo la acción de la bles ataques a piezas, y observare- formas, entre otras, retirando el alfil
viable. Es necesario sacar el alfil torre sobre el rey, para que estas Illos una serie de variantes similares a 3 D, defendiendo el caballo, o bien
para dar acción a la torre. Analiza- piezas desarrollen una acción con- a la presente, pero no podemos sus- con D 2 R, apoyando ambas piezas
68 ROBERTO G. GRAU TRATADO GENERAL DE AJEDREZ 69
atacadas, y asimismo, como lo efec- recuperado la pieza atacada, el ca- 11 P3CD debe buscarse siempre, de ser posi-
túa el adversario de Alekhine. baIlo no tiene buenas retiradas y ble, alcanzar el fin primordial de la
está atacado. Sólo podría acudir a 5'1' Vemos aquí nuevamente una ju- lucha que es dar mate, y las blancas
7 A5C perdiendo un peón mediante A X C. gada neutra y anodina. El blanco luchan en busca de este resultado,
Sacando el alfil de la amenaza y Este plan no es, pues, bueno. Otra está atacando y el negro realiza una amparadas en la pobre acción del
asimismo fijando el caballo que apo- jugada de ccntraataque y de acuerdo pesada maniobra en "un flanco para rey negro, que no puede substraerse
ya el peón de 4 R, que el caballo de con la estrategia elemental que he- desarrollarse. Ante un ataque apre- al ataque, por la acción poderosa de
3 A R ataca. Las negras <'luieren rea- mos estado observando en las otras miante como el que se prepara, era fiscalización de sus retiradas que
lizar un pequeño ataque que carece partidas sería jugar 9...... , D5T; pero necesario tratar primordialmente de ejerce el alfil de 3 T D.
de consistencia. a esto seguida D X A (no D X C, a mejorar la situación del rey. Indu-
<;ausa de D X D + ganando la dama, dablemente la posición es difícil, 13 R1D
porque el caballo dama está inmo- pero era mejor jugar P 4 e D, para 14 A6A+!
8 PXC
vilizado por la acción del alfil adver- seguir luego con P 3 D, aun perdien- DIAGRAMA N9 135
La .pieza ha sido recuperada. sario) y si DXPA+, R1D, ganando. do un peón. El rey debe cuidarse
Todas estas dificultades permiten por sobre todas las cosas.
8 CxP establecer en forma terminante qUE:
9 D4D las jugadas de contraataque en esta 12 P 6R!
posición son peligrosas, de posibili-
Hay dos piezas negras en el centro dades muy confusas. Debemos por La jugada clave del ataque. Las
del tablero, y las blancas pueden sobre todas las cosas especular sobre blancas tratan de abrir brechas so-
atacarlas simultáneamente. Con este. los procedimientos claros y fácileol', bre el desguarnecido flanco rey. El
jugada el Dr. Alekhine comienza una ya que nuestra capacidad de ver y análisis no es difícil; ni hallar la
combinación de ataque sobre el a12. combinar es relativa. Apelamos en jugada, obra de romanos. Los dos
del rey, que luego se hará evidente esta forma al último procedimiento, alfiles vulneran la situación actual
para el aficionado principiante. y el más elemental por cierto. Vea- del rey, inmovilizándolo. Si se logra
Contra un ataque de esta natura- mos si es posible cambiar una de las abrir líneas sobre el mismo, el ata-
leza sólo quedan pocos recursos de- piezas atacadas por otra adversaria, que debe prosperar dada su escasa
fensivos, Primero debe considerarSe para luego retirar la pieza restante. movilidad. La jugada del texto es-
si las piezas atacadas pueden apo- Bien es verdad que este cambio pecula en que este peón no puede Posición después de la jugada 14 de las blancas
yarse entre sí, o si es posible realizar hará desaparecer el ataque que el ser capturado por el P D, a causa de
una movida que defienda a las dos negro proyectó, pero la posición exi- la acción del alfil de 4 T D que im- El círculo se estrecha. El rey ya
al mismo tiempo. Fácilmente se ob~ ge este pequeño sacrificio. pide que este peón se mueva, pues, no tiene ninguna movida. Está en
serva que no. El alfil corre por ca- como hemos dicho, el rey nunca posición pura de mate, pero debe-
sillas negras y el caballo está en un puede ponerse en jaque. Puede ser mos considerar los factores ajenos a
cuadro blanco; no puede, pues, defen- 9 Cxc capturado por el PAR, pero enton- su propia movilidad que pueden im-
derlo directamente en ningún caso. 10 P X e A4T ces las blancas podrían seguir con pedir el mate. Si bien no puede mo-
Vemos, pues, que estas piezas no 11 A3T D X P e R, atacando la torre, que no verse, puede cubrir el jaque o cap-
pueden apoyarse entre sí. Es me- puede moverse a causa de que siem- turar la pieza que está dando el
nester, entonces, desechar este plan y Impidiendo el enroque adversario pre podría ser tomada con mate. jaque.
ver si hay alguna jugada que pued¿: para poder llevar a la práctica un Si el alfil moviera a 2 D seguiría
defender ambas piezas a la vez, y se ataque sobre el rey que terminará 12 D3A D X A, mate. Debe, pues, desecharse
observa rápidamente que no, por la en mate. Otra vez observaremos cla- este recurso. Queda, pues, D X D,
falta de acción de las demás piezas ramente cómo deben desarrollarse I;as negras impiden la captura del eliminando la formidable dama blan-
negras. Busquemos entonces una ju- las piezas si se desea realizar un pe~~ caballo rey, pero, en cambio, ca, pero ahora surge el detalle im-
gada de contraataque, y observemos ataque. Lo principal es reducir o li- faCilItan la realización de un mate portante. Al capturar la dama blan-
P 4 C atacando el alfil. Rápidamente mitar la acción del rey adversario. especulando en la debilidad, acen~ ca, las negras deben dejar indefensa
reparamos que si nosotros, contra Este movimiento es no sólo una ju- tuada por la movida de la dama del la casilla 2 R, que domina con dos
9...... , P4CD seguimos con DXA, gada de iniciativa, de ataque, sino Peón de 2 D. ' piezas Alekhine. Antes las blancas
hacemos obligatorio continuar con que responde a un principio de re- 13 A X P+ pudieron jugar P 7 R + (en lugar
e X e para no perder también el ca- ducción de agilidad del rey adver- de 14. A 6 A +), ganando la dama,
ballo. Contra eso podríamos seguir sario, para más tarde iniciar la carga Aquí también gana PXP+, pues pues el 'único recurso de Forester
con A 3 C, Y si bien las negras han final contra su posición. caena el alfil negro de 1 A D, pero habría sido D X P. Ahora, al jugar
70 ROBERTO G. GRAU TRATADO GENERAL DE AJEDREZ 71
14...... , D X D; desaparece esa úni- 5 PXP ¿Qué gravedad tiene esta amenaza? a 9. O - O, P 5 A D; con jaque des-
ca posibilidad y el peón dará mate. 6 Cx P A2C por lo pronto el blanco observa que cubierto de la dama, ganando el al-
7 A3D P4A el negro, al capturar el peón, atacará fil. Este procedimiento no es, pues,
14 DXD el caballo de 3 A D, Y asimismo, lue- bueno. El blanco ha visto que a su
15 P 7 R mate. Las blancas tienen mejor desarro- go podrá hacer que el alfil de 2 C R, jugada O - O, la respuesta adver-
llo. Todas sus piezas menores actúan sacando el caballo que restringe su saria, 9...... , P5AD+, le dejaba sin
con eficacia y la situación amenaza acción (el de 3 A R), actúe sobre el propia réplica satisfactoria, y busca
convertirse en muy agresiva. El ne- caballo de 3 A D o en la gran diago- otro medio para llegar al mismo fin.
PARTIDA NQ 12
gro, sin embargo, no se ha amilana- nal, secundando la acción de la dama. El negro, al tomar el P C D, ata-
Peón Daml'. do y ha tratado de adelaJ}tarse a los La disyuntiva es ésta: O se entrega cará al caballo; analicemos, pues,
(Defensa Holandesa) acontecimier.tos atacando primero, el peón de 2 C D, o se defiende. Esto una jugada que apoye al caballo
pero incurre en el error de atacar es lógico y claro. Comienza ahora el para luego atacar la dama y poder
Blancas: Negras: sin tener un buen desarrollo. razonamiento del jugador. En pre- iniciar el contraataque. La jugada
Reti Euwe La parte vulnerable del juego sencia del dilema, debe escoger, y 9. D 2 D llena ese propósito, pero
blanco es la casilla 2 C D, por la la lógica, que en aj edrez pesa en tiene un gran peligro. Reti analiza
1 P4D P4AR acción indirecta que sobre la misma forma extraordinaria, comienza a cuidadosamente y observa que dis-
2 P4R ejerce el alfil rey. La jugada del fiscalizar el análisis. El blanco tiene pone en todos los casos de una com-
texto responde a ese plan. Se entre- todas sus piezas~ orientadas hacia el binación ganadora que no detalla-
El blanco se decide a jugar una ga un peón, para abrir aún más la ataque; tiene mejor desarrollo y no mas, por cuanto la propia partida es
partida de ataque; una partida de diagonal del alfil, y dar paso a la da- desea resignarse a jugar una partida la mejor explicación, y se lanza en
combinación. Esta entrega de peón ma sobre los cuadros 3 e D y 4 T D. pasiva. Las defensas que aparecen la contracombinación. Acepta el due-
tiene por objeto ganar algunos tiem- A la acción de las piezas blancas que no alcanzan a satisfacer. Primero, se lo planteado por el negro, confiado
pos en el desarrollo, y originar un actúan en puntos dinámicos y que observará que las jugadas de apoyo en el hecho fundamental de que tie-
juego abierto, en el que es propicio pueden orientar su acción a cual- del peón son todas movidas preca- ne todas sus piezas en actividad, y
el juego de combinación. La partida quier sector del tablero, las negras rias, que desentonan con la agresivi- su adversario no ha desarrollado
se orienta, pues, desde sus primeras replican con un plan determinado, dad y dinamismo de la dama negra, ninguna de las del ala de la dama.
jugadas, por un norte determinado. sobre un ala del tablero. que actúa sobre el peón 2 C D, e
Todo esto no tiene en realidad na- indirectamente, por ahora, sobre la 9 D2D DXP
2 PXP da que ver aparentemente con la diagonal 2 T D-8 C R. Tanto TIC D,
3 C3AD C3AR combinación en sí, pero estamos en como DI A, y A 1 A D, represen- Euwe acepta el reto. Está inferior
el momento de la precombinación y tan jugadas de corto alcance, y y confía en el ataque. Ha visto la
El plan es muy racional. El blanco nos interesa orientar al aficionado esclavizan una pieza importante pa- amenaza de Reti, pero también ha
ataca el peón central, que las negras sobre el desarrollo de las operacio- ra un pobre objetivo. Otra jugada entrevisto una jugada que le per-
han ganado. El negro lo defiende, y nes dejando señalado el espíritu de posible, como ser C 4 T D, sería re- mitirá, si Reti sigue el plan ideado,
ambos realizan simultáneamente ju- la lucha, para evidenciar la lógica plicada con D 4: T D +, y luego con ganar las dos torres. Esto es verdad,
gadas de desarrollo. El blanco ata- que dirige siempre el desarrollo de P4CD. pero entretanto Reti también hace
cará ahora la pieza que defiende el las partidas de ajedrez. Esto no 'satisface como programa triunfar su otro plan que es hacer
peón, y la lucha sigue un ritmo per- al blanco, que, además, funda sus perder tiempo a la dama adversaria
fectamente lógico. 8 P5D D3C pretensiones de querer jugar una para que no se produzca el desarro-
partida de ataque en el hecho de llo de las piezas del ala de la dama
4 A5C P3CR Se inicia la combinación negra tener sus piezas mejor desarrolladas. enemiga, un tanto difíciles de movi-
5 P3AR que las blancas han facilitado con . Comienza, en mérito de esto, el lizar. El ataque negro se desarrolla
el avance realizado en la última ju- J~gador a considerar la otra posibi- normalmente, y el contraataque que
Es fácil observar que las blancas gada, pues han valorizado el alfil. lIdad: la entrega del peón vulnera- el blanco está gestando, también.
podrían haber recuperado el peón Ahora es cuando en realidad la par- do. La primera jugada que considera
entregado, mediante A X C seguido tida adquiere para nosotros, desde es, indudablemente, el enroque cor- 10 TIC D!
de e X P. Pero es claro también el punto de vista que estamos tra- to, para replicar a DX P con C5CD,
comprender que las blallcas no han tando, su valor fundamental. amenazando e 7 A + Y también El blanco rompe a su vez el fuego.
realizado la pequeña combinación ¿Qué intenta el negro? Por lo TIC D, siempre con gran ataque; Esta jugada parece muy clara, pero
inicial de entregar un peón para el pronto 'analicemos las amenazas di- pero el negro dispone de una réplica no es así. Un jugador de mediana
mero hecho de recuperarlo, sin pena rectas. ¿ Cuáles son? Salta a la vista que impide esa combinación, que es: fuerza habría replicado ahora con
ni gloria. el ataque sobre el peón de 2 C D.
72 ROBERTO G. GRAU TRATADO GENERAL DE AJEDREZ 73
10. O - O, pero Reti ha visto más y luego con A X D, simplificando el 14...... , R 2 A; seguiría entre otras DIAGRAMA N9 137
lejos y provoca definÍtivamente una juego y lleg¡mdo a un final con tres 15. D 4 A R + (también ganaría
combinación de las negras, que ha peones de ventaja. C5C+), R1C; 16. C7R+, C X C;
de significar la ganancia de las dos 17. A4A +, C4D; 18. A X C mate.
torres, pero que en cambio ha de 11 CXC! Si el negro deja, pues, el rey quieto
reportar la desaparición de una de y juega 14...... , A 5 D +; seguiría
las dos piezas menores negras que Reti, más sagaz, al jugar TIC D ya 15. C X A, C X C; 16. D 5 C (si D 3 R,
actúan eficientemente. había hecho el siguiente análisis: Si seguiría C 3 R, con mayor resisten-
mi adversario juega 10...... , C X P, cia) , e 3 A (para evitar mate en 7 R,
10 CXP seguiré con 11. C X C entregando ya que si 16...... , R 2 A, las blancas
DIAGRAMA N9 13e
las dos torres, para luego continuar darían mate en dos, por medio de
con C 7 A + si es imprescindible, o D 6 A + y C 7 R o D 7 R mate, según
con una maniobra de ataque sobre los casos, y si en cambio 16...... ,
el rey enemigo que no dispondrá de TIA +, seguiría 17. A X T, con la
ninguna pieza menor que lo apoye. misma amenaza, y si entonces 17 ...... ,
En cambio yo lo atacaré con mi ca- R X A; 18. D 7 R +, seguido de e 6 A Posición después de la jugada 16 de las negras
ballo de 5 D, con mi alfil de 5 C R, y mate) ; 17. D6A, con mate inevitable.
con mi poderosa dama, que actúa en 17 D2R+! Abandonan.
una importante columna central, es- 14 AXP C3A
tando en cambio la de mi adversario Si 17. . .... , R 2 A; seguiría
en 1 T R, en mérito a sus capturas, 18. C5C+, R1C; 19. C7R+, RIA;
Hemos llegado a la misma posi-
confinada. Reti ha visto más lej os 20. C X P C +, R 1 C; 21. D 4 A +,
ción analizada antes, pero ahora las A3R; 22. D X A mate.
y por lo tanto triunfa. negras han dado agilidad a su alfil Si ..... , R 1 D; seguiría en cambio
dama. Sin embargo, esto, con ser este otro bonito mate: 18. A 7 A +,
11 DXT+ plausibl~, no alcanza a evitar el
12 R2A DXT R 1 A; 19. D 6 T mate.
mate que Reti ha previsto.
Posición después de la jugada 10 de las negras
Obsérvese ahora la claridad del 15 A5 C! PARTIDA NQ 13
El negro en su proceso analítico razonamiento de Reti: la falta de
de «mi jugada, su respuesta, mi pro- acción de las piezas negras así como- Una jugada de gran lógica. Reti Torneo de Portsmouth de 1923
pia réplica, etc.», ha visto menos que el dinamismo de las piezas blancas. ha hecho, sin duda, la siguiente re- Zukertort (irregular)
el blanco, y acepta el cebo tendido El ataque continúa enérgicamente, flexión: La única pieza que no des-
sin alcanzar a darse cuenta de la antes que las negras se desarrollen. empeña un rol de gran importancia Blancas: Negras:
verdadera magnitud del ataque que 13 A X PR P3D en los mates posibles es mi alfil de Alekhine Drewitt
Reti prepara. Ganará dos torres el 3 D. En cambio, el caballo negro de-
negro, pero alejará definitivamente Dando juego al alfil dama. Si fiende la casilla vital de 7 R, que 1 C3AR P4D
la dama de la acción central; per- 13...... , C 3 A D; seguiría A 6 D, vulnera mi agresivo alfil de 6 D. 2 P4CD P3R
derá el caballo rey que cooperaba ganando con mayor facilidad que ¿ Qué mejor entonces que anular la 3 A2C C3AR
eficazmente en la defensa, y así fa- con la movida del texto, por la ame- acción de esa pieza eficaz en la de- 4 P3TD P4A
cilitará el contraataque definitivo. naza de D 2 R +, etc. Analicemos la fensa, con mi alfil, ineficaz para el 5 PXP AXP
Desde un punto de vista más sim- posición y se harán claras la intensi- ataque? El mate en pocas jugadas 6 P3R O-O
ple, Euwe ha analizado de la siguien- dad del ataque y la pobreza de es ahora inevitable. 7 P4A C3A
te manera: Juego (; X P, Y obligo a acción de las negras. Veamos, pues: 8 P5D A3C
Reti a jugar 11. T X D o C X C. Si 13 ...... , C3AD; 14. A6D, ¿qué 15 ..... A2D 9 CD2D D2R
juega C X C, replico con D X T +, puede hacer el negro? Observemos 16 A XC PXA 10 A3D TID
ya que el caballo deja de apoyar la primero lo que pasaría si tratara
torre, y contra la nueva réplica de de sacar al rey de ~.a mala posición Sí 16..... , A X d, el procedimien- Todas estas movidas son previas a
n 2 A, sigo D por la otra torre y he actual. Si, por ejemplo, 14...... , to ganador es aún más rápido. Vea- la rotura de las hostilidades. Obser-
ganado material abundante como R1D; entonces 15. D5C+, R1R; lnos: 16...... , A X A; 17. D 3 R +, ve el aficionado estudioso que am-
para triunfar. Si en cambio Ret~, 16. A X P +, P X A; 17. D X P +, R 2 A (si R 2 D, 18. D 7 R +, seguido bos jugadores están realizando movi-
contra la jugada C X P sigue con R 1 D; 18. A 7 A mate. Si en lugar de de D 7 A D mate); 18. C 5 C +,R 1 C; mientos preparatorios de un plan de
11. T X D, entonces sigo con A X C, 14...... , R 1 D; las negras jugaran 19. D 6 R mate. acción, y que no ponen las piezas de
74 ROBERTO G. GRAU TRATADO GENERAL DE AJEDREZ 75
sus respectivos bandos en contacto tamiento del flanco rey enemigo, mero elimina todas las posibilidades podría seguirse con C 3 C, atacando
directo con las del adversario. ¿ Qué para realizar más tarde la gran com- del negro del flanco dama. Es una nuevamente el indefenso alfil de 4 T
está intentando el blanco? Alekhine binación que tendremos la fortuna jugada que podremos llamar de neu- que si se retira a 2 A llevaría a la
busca ubicar una pieza en 5 R y de analizar. tralización de amenazas enemigas. misma posición de antes, y si es apo-
tratará de abrir las líneas sobre el yado por medio de P 3 C D, con A 5 C
rey enemigo a sus alfiles, para jus- 12 A1R 14 C2D seguido de C X A, se llegaría a una
tificar la acción de los mismos. posición muy buena de ataque, ga-
¿Qué pretende hacer el negro? El El negro se retira. Ha efectuado el DIAGRAMA NQ 138
nándose por lo menos un peón.
negro está proyectando un plan a análisis y ha visto sus riesgos. Trata Vemos, pues, cómo se ha desarro-
base de emplazar sus piezas en el ala pues de conservar su valioso caballo llado el proceso analítico del jugador
de la dama, ya que abrir líneas en en 3 A R, que le pone a cubierto de que conduce las blancas. Ahora, si
el centro favorecería las amenazas los peligros inmediatos de una ofen- en lugar de 15 ...... , T X C; siguiera
enemigas. Conocemos el deseo de siva enemiga. P X C, hay un nuevo análisis a efec-
ambos adversarios. Veamos ahora 13 P4AR tuar. Igualmente surge la jugada
cómo se ingenia cada cual para el P 5 A, atacando el alfil. Si esta pieza
logro de sus objetivos. Sigue el blanco preparando el ata- se retira a 2 A, seguiría D 4 T ata-
que ganador. Alekhine ha racioci- . cando el peón de 6 A D Y del cua-
11 O-O A2D nado con una lógica formidable. Ha dro 7 T D. Si el alfil va a la otra ca-
12 C5 R! pensado sin duda así: mi jugada silla de que dispone (4 T D) podría
(P 4 A R) apoya al caballo de 5 R continuarse con 17. C 3 C, atacándolo
Se inicia la ofensiva. Es ésta la ¿cuál es la respuesta de mi enemigo? nuevamente. A esto no habría otra
primera pieza blanca que busca el Si C X C, seguiría P A X C y el jugada para el negro que replegarse
contacto con las piezas negras. El ataque antes enunciado tendría aún Posición después de la jugada 14 de las negras a 2 A, Y entonces no es claro ver cuál
combate principia recién. Hasta más fuerza. Ha considerado, pues, la es la ventaja material que podría re-
ahora sólo hemos observado los pre- respuesta y su propia contestación. La situaC'ión del caballo de 5 R portar la variante. Sin embargo, pro-
paratIvos de cada bando, para en- Asimismo, esta jugada da paso a la molesta a las negras y algo intentan fundizando un poco, el analista ob-
contrarse en este momento en las torre rey para que coopere en el con este retroceso, al sacar volunta- serva que los peones de 3 A D Y de
mejores condiciones estratégicas. ataque que se proyecta sobre el ala riamente un caballo tan bien ubicado 2TD del enemigo están muy débiles
¿ Qué conseguiría el blanco si el del rey. La jugada está animada del como el de 3AR. ¿Qué intenta, pues, y puede preparar una incursión so-
negro jugara C X C? Observaremos factor ya más complejo y básico, que el negro? Salta a la vista una jugada bre los mismos, por medio de A 3 A,
más adelante una serie de partidas luego explicaremos detalladamente: que eliminará el caballo de 5 R, que para seguir con C5T y luego D4TD.
que aclararán todas nuestras dudas. tiene otro plan, ya que entraña una es P 3 A R, dando asimismo juego al Al llegar a esta posición, el ana-
Se verá en el transcurso de las mis- nueva amenaza para el adversario. alfil de 1 R. ¿Qué contesta Alekhine? lista cree que su posición en este
mas que de la oportuna eliminación caso sería satisfactoria, como es ver-
del caballo de 3 A R depende el 13 TD1A 15 C X C (3 A) dad, y debido a esto ha ejecutado la
éxito de muchos ataques sobre el combinación antes comentada.
flanco rey. El blanco tiene una po- Sigue el negro acumulando fuer- Es ésta una jugada exéelente. Co-
sición de ataque, ya que sus alfiles zas en el ala de la dama, ya que en mo no puede evitar la eliminación 15 TXC
apuntan sobre el flanco del rey ad- el centro se encuentra el incómodo del caballo de su casilla anterior,
versario. Si 12...... , C X C; segui- caballo que inmoviliza la situación, Alekhine lo cambia por uno adver- El negro también ha visto lo mis-
ría 13. P X C, y el caballo no tendría y en el ala del rey, las piezas blancas sario y prepara una combinación, es- mo que el blanco, y opta por realizar
otra retirada que a 1 R. En ese caso dominan. peculando con la situación trabada de una contra combinación que no es
el punto 2 T R negro quedaría muy l~s piezas enemigas. Alekhine ha con- buena. Se decide. a entregar una
débil, ya que el caballo habría de- 14 TD 1 A SIderado las dos únicas réplicas ad- pieza por tres peones, consecuente
jado de prestarle su apoyo y podría versarias, que son: T X C o P XC. en su empeño de atacar en el flanco
sobrevenir una maniobra a base de Esta jugada, ¿con qué propósito Pues bien, contra T X C, ha obser- aamá. y de abrir líneas en el mismo.
P4AR-T3AR-T3TR y D5T y puede ser efectuada? No concuerda vado que podría seguir con P 5 A.
quizá, entremedio de ese plan, no aparentemente con las otras, ya que atacandQ_ al alfil. Esta pieza debe 16 P5A CXP
podría aparecer una posición de sa- el ataque se prepara sobre el flanco mov~rse, ya a 2 A, a lo que podría
crificio previo del alfil en 7 T. rey, pero por algo debe haber si~O s~gUlr A 5 C ganando calidad (cam- Los análisis progresivos de «mi ju-
Es decir, con esta movida, Alekhi- ejecutada. Como el ataque es muy s~ blO .de alfil o caballo por una torre), gada, su respuesta, mi propia répli-
ne inicia su combinación de debili- lido en el ala del rey, el blanco ptI- o bIen continuar con A 4 T, a lo que ca~, han llevado a Drewitt a la con-
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clusión de que sólo esta maniobra en favor del ataque que todos sabe- 22 AXP!! fusiones en el espíritu de los aficio-
de sacrificio le puede dar chances de mos ha de cristalizar pronto? Sim- nados. No obstante, señalaremos que
continuar la partida. Con esta mo- plemente por cuanto para poder La clave de la combinación. Este
por transposición de jugadas se ha
vida, ha calculado lo siguiente: He efectuarlo, esta jugada es indispen- segundo sacrificio del alfil es formi- llegado a una apertura Bird que crea
comido un peón y al retomar con el sable, ya que el blanco proyecta un dable y quita todas las esperanzas de siempre una dificultad: el desarrollo
alfil, atacaré simultáneamente dos doble sacrificio de alfiles para abrir una huida por vía 1 A y 1 R al rey del caballo dama. Esta pieza no pue-
nuevos peones enemigos, asegurán- totalmente la posición del rey ene- negro. Esta forma de abrir las co- de ir a 3 T, porque su radio de acción
dome, pues, la captura de uno más. migo, y entrar luego con la dama y lumnas de torre rey y caballo rey, es pequeño, ya que sólo vulnera el
En síntesis, que ha cambiado tres la torre y dar mate al desmantelado cuando el adversario está enrocado, cuadro 4 A, desde donde no puede
peones por una pieza, y como sabe monarca. Uno de estos sacrificios es es típica de los ataques contra el retirarse a ninguna de las casillas
que la técnica fría del valor de las 8in jaque! como se verá, y de estar enroque corto, siendo sin duda una centrales por estar todas ocupadas
piezas dice que tres peones equiva- la torre donde estaba recién, el ne- de las más espectaculares. En una por peones. En 3 A D, su casilla ló-
len a un caballo, cree haber realiza- gro podría, mediante T X T, fijar partida jugada entre Lasker y Bauer gica, anula la fuerza ofensiva de su
do un cambio bueno, ya que por lo la dama blanca y anular el ataque. en el torneo de Amsterdam de 1889, alfil, en beneficio de la del alfil ad-
pronto ha desbaratado las amenazas Este cambio es, pues, sólo un parén- y en el de San Petersburgo de i914 versario de 2 C R, Y si se juega P 3· D,
adversarias antes enunciadas. En tesis necesario a la gran ofensiva entre Nimzo.vich y Tarrasch, se para luego ubicar el caballo en 2 D,
cualquier caso, es evidente que ésta que sobre el desguarnecido y ataca- produjo un sacrificio similar en su se debilita un tanto la configuración
es la mejor perspectiva para Drewitt. do flanco rey negro se cierne. base medular al de la presente par- de peones centrales, y se bloquea al
tida. Observemos que para la reali- alfil rey.
17 PXC AXP 19 AXT zación de la combinación el blanco Explicamos esto por cuanto la
18 ·T3AR! ha considerado primero la elimina- partida nos probará lo mismo y por-
DIAGRAMA NQ 139 ción del caballo de 3 A R adversa- que toda ella gira alrededor de la
Alekhine, más observador que su rio, luego la apertura de diagonales falta de acción de este caballo, que
adversario, ha entrevisto un detalle para los alfiles, y más tarde, la rotu- en cierto momento el blanco entre-
que en el calor del análisis escapó al ra del frente de peones del enroque, ga tendiendo una magnífica celada.
negro. Atacados los peones de 3 R y para abrir las columnas de caballo
de 3 T D, defiende el p¡-imero me- rey y de torre rey. 5 D1A
diante una jugada de doble inten- 22 R.xA
ción. La torre desde 3 A R apoya al Prestando apoyo al alfil, detalle
23 D4C+ R3A imprescindible en algunas variantes
peón y asimismo amenaza cooperar
en una combinación que el blanco posibles. Si por ejemplo las blancas
Si R 1 A, seguiría T 8 T mate.
ha previsto. Al comentar en la juga- quisieran realizar una m a n i o b r a
da 10 la partida y esbozar los planes, 24 D5 C mate. agresiva mediante 5. P4R, habría se-
dijimos que al blanco le convenía guido 5...... , P 4 R; 6. P X P, e 5 C,
abrir brechas a sus filas sobre el y ahora se ve que el alfil de 2 e D
rey enemigo. El negro, al efectuar su PARTIDA NQ 14 necesita estar apoyado, para poder
cómbinación que creyó salvadora, o Posición después de la jugada 19 de las negras seguir con P X P sin los riesgos de
Jugada en el Torneo de Carlsbad, 1929
por lo menos la mejor, se ha visto Fianchetto Dama, perder una pieza, pues el alfil negro
en la necesidad de eliminar el peón 20 AXP+! domina indirectamente al alfil blan-
Blancas: Negras: co. Igualmente, contra 5. A 2 R, las
que estaba en 4 D de las blancas y
en esa forma el alfil de 2 C D tam- Se inició la combinacion final. Las Nimzovich Euwe negras podrían liberar su juego con
bién coopera decididamente en la blancas han capturado un peón y el P 4 R; ya que contra 6. P X P, segui-
ofensiva sobre el rey enemigo. Las negro puede comer el alfil. El negro, 1 P3R C3AR ría 6. . .... , C 5 C !; 7. C 3 A R (no
líneas se han abierto, y el ataque de que no desea quedar con inferiori- 2 P3CD {3CR A X C por 7. . .... , D 5 T + seguido
sacrificio no tardará en producirse. dad material y siempre estar bajo 3 A2C 2C de D X A), e 3 A D; Y siempre las
los fuegos del mismo ataque, opta 4 P4AR P3D negras podrían explotar la situación
18 AXPT por comerse la pieza. del alfil de 2 e D adversario, reali-
19 T X T! La apertura efectuada por el blan- zando combinaciones ('on esa base.
20 RXA c? responde a un principio estraté- Por ese motivo, Nimzovich, que
¿Por qué, preguntará el aficiona- 21 T3T-+- R1C gICO que no detallaremos mayor- en sus análisis ha visto que la si-
do, este signo de admiración a una mer;te por escapar al objeto de este tuación sin apoyo de su alfil dama
jugada que nada hace directamente Unica. Si R3C, seguiría D5T++. capitulo y no querer sembrar con- era base de varias combinaciones del
78 ROBERTO G. GRAU TRATADO GENERAL DE AJEDREZ 79
enemigo, en el deseo de restar esas la otra parte del razonamiento. Euwe tégicas, sólo esbozamos el problema necesaria la cooperación de alguna
posibilidades, consolida la situación ha visto la jugada P 4 D, Y la haría de la debilidad para que cuando otra de sus piezas para impedirlo, o
del alfil. inmediatamente, a no surgir los fac- volvamos sobre él, el aficionado que sacar provecho de esa deficiencia.
tores negativos de la jugada. ¿ Cuá- haya seguido este curso de enseñan- Si fuera posible ubicar una torre en
5 o-o les son? El caballo 4 R está apoyado
por el peón que avanza a 4 D, Y si
za conozca su existencia. 1 A D sin estar el peón negro de
2 A D, el plan sería realizable, y en
6 C3AR A5C
C3A se juega P 4 D, esta pieza queda 17 D4A D3A! ! mérito a este análisis profundo
7 A2R
8 O-O P4R perdida. Euwe ha visto su jugada y -que no detallamos antes al jugar
la formidable réplica de su adversa- Euwe sigue razonando lógicamen- 17...... , D 3 A ! !, para no confundir
9 PXP CXP te. Pongámonos en la situación de
10 P3D rio. ¿ Qué consecuencia saca de todo al lector principiante- Euwe reali-
esto? Pues muy simple; piénsela el él, e intentemos imaginar ese razo- zó esa jugada que coronamos con
DIAGRAMA NI> 140 aficionado sin seguir más adelante y namiento. «El caballo dama de Nim- dos signos de admiración, por sus
por lógica la encontrará. Para avan- zovich no ha salido de su casilla de múltiples objetivos: aparentemente
zar el peón es preciso sacar el ca- origen. La diagonal central está ataca la torre enemiga, pero en rea-
ballo, ya que si se pierde un tiempo, abierta y la dama, desde 3 A, ataca lidad invita al adversario a realizar
Nimzovich jugará P 4 R, y el plan indirectamente esa torre, pues el ca- una maniobra ganándole un peón,
de continuar con P 4 D habrá fra- ballo de 4 R, que restringe su ac- pero que le permitirá abrir la co-
casado. Si es posible capturar una ción, puede de un solo salto ubicarse lumna A D, estratégicamente valio-
pieza enemiga con nuestro caballo en 6 A R dando jaque, y si bien el sa en esta posición.
de 4 R, luego podremos continuar en blanco puede capturarlo, yo replico
seguida con P 4 D. Salta a la vista con D X T, ganando calidad y ame- 19 TD1AD
entonces la jugada C X C +, que nazando seriamente el caballo in- 20 DX P D5T
además tiene la ventaja de ser con móvil de las blancas.»
jaque, 10 que obliga a la inmediata Esta jugada es buena, pero aun
captura de la pieza. 18 P4D había otra mejor para explotar la
El proceso analítico del negro se famosa deficiencia estratégica de la
Anulando todas las amenazas del posición blanca: el caballo dama.
ha extendido. Ha debido ver la juga- negro, perose continúa benefician-
Posición desplJés de la jugada 10 de las blancas d a, 1a respuesta, y 1a rep
'l'lca nuestra, E'uwe pudo jugar 20 ...... , D 3 D;
do el plan de Euwe de la jugada 10. atacando igualmente la torre, pero
salvando en ese análisis un acci- Al avanzar el peón dama, el peón
En este momento el blanco debió dente táctico que impedía la realiza- con mayores amenazas. Si a esto hu-
jugar C 3 A D. No es posible demorar rey queda para siempre confinado biera seguido 21. T 3 A, '1' X P A y
ción de un plan. Juega, pues, Euwe: en 3 R, ya que ha perdido el punto
tantas jugadas el desarrollo de una las blancas no podrían continuar con
pieza, no sólo por lo que significa su de apoyo para avanzar eventual- C3T, atacando la torre, por la acción
10
falta de cooperación en la lucha ge- mente a 4 R. Ahora sería fácil para de la dama de 3D que toma ese cua-
11 AXC el negro acumular en un final, so-
neral, sino por cuanto traba la acción dro. Era, pues, más consecuente que
de otras, también valiosas. Veremos Una jugada intermedia que favo- bre él, las piezas ofensivas. la del texto con el plan de anular
cómo explota Euwe esa deficiencia. rece el plan general. 18 C2A definitivamente la acción del caballo.
El razonamiento de Euwe es muy 19 D X PAD Las blancas habrían seguido enton-
claro y lógico: «Mi adversario, al 12 TXA P4D! ces con 22. T 2 A, a lo que las negras
avanzar el peón dama, ha dejado sin 13 D 1A C5C Nimzovich ha caído en una ce- ganarían mediante T8A+; 23. TIA
el apoyo de un peón el de 3 R. Esto 14 AXA RXA lada estratégica, pero bien es cierto (única), D3R!, amenazando DXPR,
es una debilidad. Ahora bien; si mi 15 P3 T R C4R que no tenía nada mejor que hacer. que no puede ser evitado. Si 24. TXT,
adversario logra jugar P 4 R, este 16 T3 C P4AR En un final estaría perdido, y arries- D X P +; 25. R 2 T, D X T; seguido
peón débil se convertirá en una ca- ga el todo por el todo. Euwe ha ju- de D 7 C, ganando; siempre en mé-
dena de peones muy sólidamente Una nueva pieza se opone al avan- g~do toda la partida sin perder de rito a la mala situación del caballo.
apoyada entre sí. ¿ Cómo hacer para ce del peón rey blanco, y las negras VIsta la falla original del planteo
evitar este avance? Es evidente que han logrado crear, mediante el pro- adversario, que ya indicamos: la 21 R2T P5A
la jugada P 4 D impide el avance, ceso analítico que antes describimos, falta de acción del caballo de dama
ya que, de hacerlo, el blanco perde- una definitiva preocupación para las enemigo. Ha visto que una vez avan- Es ésta una partida típica de com-
ría un peón». blancas en el peón de 3 R. Como tam- zado el peón dama, esta pieza podría binación, como las anteriormente
Indudablemente, si esto impide un bién escapa al objeto de este capítulo entrar en acción por vía 3AD o 2D, descriptas, pero que termina en una
mal debe hacerse, pero ahora surge el estudio de las debilidades estra- y entonces ha comprendido que er8 celada magistral, con la que el
80 ROBERTO G. GRAU TRATADO GENERAL DE AJEDREZ 81
blanco se salva de una situación debió jugar 23 ...... , D X P; ata- nos hábil habría. tratado de explo- 30. D 4 A +, R 4 T; 31. T 1 C, con
desesperada. cando el caballo. Si 24. T X C +, tar esto sin sacrificar el caballo, ju- mate inevitable. Si P 3 T R para evi-
T X T; 25. D X T, D 4 R + (las ne- gando, por ejemplo, C 3 T, lo que tar D 5 C mate, seguiría D 4 C mate,
22 T3A PXP gras, para ganar, deben, como se ve, habría casi obligado al negro a re- pues el peón habría quitado al rey
23 C 3 A! !? entregar una pieza en lugar de cap- plicar D X P D, o también P 7 A, que la casilla de escape de 3 T.
turar la que se le ofreció espontá- son variantes ganadoras. Al ubicar
El golpe de ingenio; la celada neamente); 26. RIC, P7R; 27. TIR, el caballo en 3 A D tienta al rival, EJERCICIOS PARA EL DESARROLLO
Y asimismo resta algo de vigor a la DE LA VISION MEDIATA
magnífica. Esta jugada no salva la T8A+!; 28. TXT, D6R+; 29. T2A,
jugada D X P D, que ya deja de ata-
partida, pero ofrece una irresistible P 8 R + (D) ganando fácilmente. Con lo que hemos visto basta para
Si en cambio juegan 24. TDIAR, car la torre de l T D, y toma el cua-
tentación para el negro, que deja de observar cuáles son los fundamentos
dro 7 R, impidiendo el avance del
ganar el encuentro, consecuente con D4R+; 25. RI T, T2A; 26. TXPR, de la facultad de combinar. Dada
peón. Es, pues, mejor, y crea mayor
su plan de capturar el caballo ad- D XC!; 27. T X D, T X D, ganando una posición el jugador supone una
número de perspectivas.
versario, que ahora generosamente la pieza sin los riesgos de la varian- jugada, y, procediendo mentalmente
se ofrece a su voracidad. te del texto.
24 TD lAR P7R como si estuviera hecha, medita so-
Como se ve, la celada no es ele- bre las contestaciones del adversa-
DIAGRAMA N~ 141
mental, ni mucho menos. Hemos
buscado expresamente una celada El peón en que confía Euwe para rio. Si ataca, piensa cómo podrá de-
ganar a pesar de todo. fenderse su rival. Si se defiende,
de este tipo para comentar, ya que piensa qué jugadas puede intentar
damos en otra parte de este mismo
volumen diagramas con celadas ele- 25 T X C + su contrincante para reforzar su ata-
que. Una vez localizadas las respues··
mentales. A menudo, la celada es 26 D X T+!
tas (o la respuesta, en el caso de
tan profunda que se confunde coh Ja
combinación, pero existe la varia- La jugada ganadora. Mala habría que haya una única o evidentemente
ción fundamental de que la celada sido la aparente jugada T X T +, a mejor que las demás), empieza a
siempre tiene una falla, que puede causa de 26 ...... , RIC!; 27. T7C+, pensar cuáles serían sus posibilida-
ocasionar la derrota. R 1 T; ganando, por la amena¿>;a de des en tal posición, para determinar
Nimzovich, que se ha visto per- D 6 C + seguido de P 8 R (D) mate. una jugada propia, y así sucesiva-
dido, apeló al mejor de los recursos. Esta jugada, en cambio, permite al mente, hasta llegar, tras 2, 3 o más
Ha debido hacer un doble razona- blanco realizar una instructiva ma- jugadas -rechazando unas movidas
miento. Primero, el de índole psico- niobra que conduce al negro a una y aceptando otras- a una posición
Posición después de la Jugada 23 de las blancas lógica: sabe que su adversario tiene posición de mate inevitable, a pesar satisfactoria. Pero para eso debe te-
la vista fija en el caballo dama in- del famoso peón de 7 R y la ame- ner la facultad de poder considerar
movilizado, y que ha orientado toda naza tardía de D 6 C +. una posición posible como si real-
23 T XC? mente estuviese en el tablero, de-
su combinación alrededor de esa 26 lante de sus ojos.
R3T
El error. La excesiva gula de los pieza. La ofrece, seguro de que aquél El jugador mira el tablero; pero
ajedrecistas es la causa del éxito de no se resignará fácilmente a' dejar Si R 1 A, seguiría D 8 A mate. evoluciona con las piezas, previendo
intlUmerables celadas. Contribuye al de capturar la pieza por la que tan- \ jugadas, y debe ser capaz de retener
éxito de las mismas, en muchas oca- tas maniobras complejas ha venido 27 D8A+ claramente la posición resultante y
siones, otro factor poderoso, que es realizando. de pensar sobre ella cual si estuviese
la {alta de tiempo para meditar las El otro aspecto es el de la dificul- Euwe abandonó por la siguiente efectivamente dada sobre el tablero.
réplicas de que se dispone en los tad de las variantes del plan gana- a!llenaza: Si 27 ....... R 4 C; segui- Esa posición posible puede tener,
torneos. En éstos, el aj edrez tiene dor. Las hemos detallado ya, y habrá rla: 28. D 6 A +, +,
R 4 T; 29. P 4 C con la posición real de las piezas, el
una cortapisa, que es el límite del observado el aficionado que encierra DXP; 30. PXD+, RXP; 31. T4A+, cambio mínimo de que una pieza se
tiempo para pensar, lo que justifica sutilezas que bien pueden escapar al Y luego T 5 T mate. Si en lugar de haya trasladado y ocupe otra casilla
muchos de los errores que En algu- análisis mental del más acabado de 27 ...... , R 4 C; las negras jugaran de la que, en el momento, está ocu-
nas partidas observan y observarán los maestros, y en vista de ello, se 27. . .... , R 4 T; el plan sería el mis- pando; pero puede también haber
los aficionados principiantes. decide a ellsayar el recurso salvador. mo, pero con una trasposición de ju- muchos cambios. De más está decir
Ya veremos por qué causas pierde El plan de Nimzovich es jugar rápi- ga:I as : primero 28. P 4 C +, D X P que cuantos más cambios sufre la
esta jugada. Lo que interesa ahora damente T DI A R, para especular (SI R 4 C, seguiría 29. D 4 A mate); posición actual, más difícil €s ver
es saber cómo podía ganar el negro, sobre la situación del caballo de 29. P X D +, R X P (si R 4 T; con claridad la posición resultante
y lo mostraremos: en lugar de TXC, 2 A R del enemigo. Otro jugador me- 30. D 6 T +, seguido de T 4 A mate) ; de esos cambios; pero en todo caso
82 ROBERTO G. GRAU TRATADO GENERAL DE AJEDREZ 83
no hay posibilidad de combinar si no mo lograr que la VISlOn sea bien El caso de la combinación es un DESARROLLAR EL JUEGO
se puede considerar las posiciones nítida y la fijación de las posiciones caso excepcional en ajedrez, y el es- DenomÍnase de esta manera a la
posibles como si fuesen actuales y intermedias y finales, bien clara. quema de razonamiento que le es acción de poner en actividad las
verlas claramente como tales. 2Q Una vez que el aficionado se propio sólo puede emplearse en esos piezas en las primeras jugadas. Las
Para ello es menester, desde lue- sienta dueño de un regular dominio casos excepcionales. El aficionado, piezas. (en particular los caballos,
go, ejercitarse (y hay ejercicios muy de esta visión futura del juego, será descuidando este principio, puede los alfIles y la dama), cuando ocupan
sencillos que desarrollarán la capa- bueno que emprenda otros ejercicios incurrir en el error de querer con- sus casillas de origen se dice que no
cidad de ver y de retener las posi- más complejos, así: siderar todas las posiciones como si están desarrolladas, pues no ej ercen
ciones futuras). Tome la posición de los diagramas fuesen de combinación, con lo que mayor acción sobre el juego enemi-
Aquellos aficionados que tengan de las partidas que más adelante se recarga su trabajo de cerebración go. En las primeras jugadas se trata
interés en progresar rápidamente y dan (de la NQ 15 a la NQ 114) Y po- en forma excesiva y sin provecho. de hacerles ocupar casillas desde las
quieran aumentar su capacidad de niendo en el tablero la posici6n se- También es perjudicial pretender cuales ejerzan una acción más efec-
ver, harán bien en efectuar los si- ñalada en ellos trate, sin mover las analizar hasta los detalles de posicio- tiva. Eso es desarrollar las piezas o
guientes ejercicios, que les serán de piezas, por el solo cálculo mental, nes excesivamente complejas, pues- desarrollar el juego.
grandes y fructíferos resultados. de descubrir cuáJ es el procedimien- esa tarea insumiría mucho tiempo y
to para ganar o para dar el mate que exigiría un desgaste excesivo para
se anuncia, en el número de jugadas cerebros no muy acostumbrados a la PRIMER JUGADOR
Ejercicios: tarea de combinar. La posición ideal
que se indica, si es que hubiere tales Llámase así al que tiene la salida,
1Q Reprodúzcanse partidas en el indicaciones. Efectúe mentalmente es siempre el justo medio. El afi-
cionado debe forzar su atención un es decir, al que conduce las piezas
tablero. Elíjase cualquiera -empié- sus jugadas, las respuestas adversa- blancas.
cese por la primera de este libro, por rias y sus propias réplicas, hasta poco y combinar hasta donde empie-
ejemplo- y una vez puesta la posi- encontrar la solución, sin mover las ce a sentir dificultades. Pero no debe
ción inicial en el tablero, léanse dos piezas. Después, revísese el resul- proseguir análisis turbios e inciertos. SEGUNDO JUGADOR
jugadas. (Ej.: P 4 R, P 4 R; A 4 A, tado obtenido con la continuación Cuando siente que, yendo de jugada
efectiva de la partida. en jugada, va perdiendo seguridad El qUe no tiene la salida, o sea el
C 3 A D) Y sin efectuar esas jugadas que conduce las piezas negras.
váyase fijando mentalmente el pro- Este ejercicio tiene sobre el ante- en la posición del juego, mejor es
ceso de esas dos jugadas (dos juga- rior una gran ventaja. En aquéllos que suspenda sus búsquedas, y que
das y dos contestaciones) y trate de era mera reproducción de jugacl.as; recuerde que vale más ver dos ju- «SORTEAR LOS COLORES» O
verse, bien claramente, la posición en éste es menester crear y laborar gadas claras y bien fijadas, que «SORTEAR EL JUEGO»
resultante después de efectuadas sobre posiciones posibles. Realmente avanzar con el análisis 5 o 6 juga-
das en forma nebulosa e incierta, Cuando dos jugadores se disponen
esas movidas. Háganse después en la primera serie de ejercicios han a jugar se acostumbra a decidir por
el tablero y léanse otras dos jugadas sido a modo de entrenamiento para pues esto fatiga y es fuente de erro-
res sin cuento. la suerte quién tendrá la salida. Para
blancas con sus respectivas contes- poder emprender con éxito estos ello uno de los jugadores (es co-
taciones, y ejecúteselas mentalmen- otros, que son los realmente valiosos. rrecto que el más joven ceda esta
te, fijando siempre, claramente, la 3Q Reforzará los efectos de estos LEXICO COMUN función al de más edad) oculta al
posición resultante, y así, de dos en ejercicios la solución de los 50 fina- azar un peón blanco en una mano
dos jugadas, hasta terminar la par- les de mate que daremos al final de y uno negro en la otra, dando a ele-
tida. Después de efectuado este ej er- SALIDA
este mismo capítulo. gir los puños cerrados al contrario,
cicio con 10 o 15 partidas, hasta que Es éste un punto que requiere sin- a quien le corresponderán las pie-
no ofrezca ninguna dificultad, em- gular empeño del aficionado, que Llámase así al privilegio de efec- zas del color del peón que hubiera
préndase la misma tarea con otras debe, por la práctica y el ejercicio, tuar la primera jugada, prerrogativa en la mano elegida.
partidas; pero considerando las ju- acostumbrar a su mente a moverse que, por convención del juego, per-
gadas de tres en tres. Léanse tres ágilmente en posiciones futuras, po- tenece al blanco. La salida significa APERTURA
jugadas y efectúese mentalmente sibles, y ver en ellas con claridad ~na ventaja, pues da al blanco un
ese proceso, sin mover las piezas, y como si estuviesen presentes ante tl.empo más para el desarrollo de sus Es la primera parte de la partida,
procurando ver bien clara la posi- pIezas y sus ataques. Por esta razón en la cual ambos adversarios desarro-
ción. Una vez tomada buena práctica, sus ojos. se acostumbra a alternar los colores
Pero no queremos pasar adelante llan sus piezas disponiéndolas para
iníciese la reproducción de otras 10 o de modo que el jugador que llev~ el ataque y la defensa. Estas opera-
15 partidas de 4 en 4 jugadas y de sin advertir al aficionado contra un fn ~na. partida las blancas, lleve en ciones preliminares, en las cuales se
5 en 5 jugadas, procurando no tanto error en el que fácilmente puede a SIgUiente las negras y así sucesi- lucha por conseguir una disposición
aumentar el número de jugadas co- incurrir al encarar sus partidas. 'Va mente. de piezas bien sólida que asegure las
84 ROBERTO G. GRAU TRATADO GENERAL DE .AJEDREZ 85
DIAGRAMA NI? 142
mayores chances para el desarrollo PARTIDA NQ 17 13 P 3 D? DXPD
Mate en dos jucada.
ulterior de la partida, comprenden, Ruy López 14 P X C A2R
a- veces, 6 o 7 jugadas y, a veces, 10, Blancas: Negras: 15 DXT A5T++
12 o aun más. Berger x.x.
PARTIDA N9 19
MEDIO JUEGO 1 P4R P4R Gambito Danés
2 C3AD C3AD Blancas: Negras:
Es la faz que en ia partida sigue a 3 C3AR P3D
4 A5C A. C. Essery F. H. Warren
la apertura. En ella cada partida A5C
a d opta su propia fisonomía, y en 5 C5D CR2R 1 P4R P4R
base a la posición obtenida en la 6 P3A P3TD 2 P'1D PXP
apertura se lucha para ganar la par- 7 A4T P4CD 3 P3AD PXP
tida dando mate al adversario, obte- 8 A3C C4T 4 A4AD P3D
niendo ventaja material ganadora o 9 CxPR AXD? 5 CX P C3AR
conduciendo el juego a una de las 10 C6A+ PXC 6 C3A A5C
posiciones simplificadas que la teo- 11 AXP++ 7 0--0 C3A
ría ha establecido como finales ga- Posición después de la jncada 10 de las neCra! 8 A5CR C4R
PARTIDA N9 18 CRXC
nadores. Si esto no es posible, se
11 D6C+ PXD Defensa Filidor
9 AXD
lucha, al menos, para no perder o DIAGRAMA:"> 145
no arribar a un final perdido. 12 AX P++ Blancas: Negras: I\la te en do. jugadas
J. de Rodzynski A Alekhine
PARTIDA NQ 16
~"'INAL 1 P4R P4R
Ultima faz de la partida, que se
Berlinesa 2 C3AR C3AD
produce cuando, no obteniéndose de- Blancas: Negras: 3 A4A P3D
cisión en el medio juego, se llega a N. N. N. N. 4 P3A A5C
una posición simplificada (con pocas 1 P4R P4R 5 D3C D2D
piezas) y cuya conducción cae den- 2 A4A C3AR 6 C5C C3T
tro de la teoría de los finales, que es 3 P4D P3AD 7 AXP+ CXA
la parte más fundamental del juego. 4 PXP CXP 8 CXC DXC
5 C2R CXPA 9 DXP R.2D
6 O-O CXD? 10 DXT D5AD
11 P3A
TERCERA PARTE DIAGRAMA NI? 143
Ma te en dos juca das DIAGRAMA NI? 144
100 PARTIDAS INSTRUCTIV AS
Posición después de la Jugada 9 de las nerras
PARTIDA NQ 15 10 A X P+ R2R
Defensa Holandesa 11 C5D++
Blancas: Negras: PARTIDA N9 20
L. Palau J. Nollmann Gambito Evans
Blancas: Negras:
1 P4D P4AR
2 P4R PXP P. Thyrion x. x.
3 C3AD C3AR 1 P4R P4R
4 A5CR P3D 2 C3AR A4AD
5 P3A PXP 3 A4AD C3AD
6 CXP A5C 4 P4CD AXP
7 A3D CD2D POSIción después de la Jucada 11 de las blancas 5 P3A A4A
8 D2R P3A 6 O-O P3D
9 C4R CXC 7 AXP+ R2R 11 AXP 7 D3C
12 P XA D2R?
10 DXC AXC? 8 A5C++ C5D 8 P4D PXP
86 ROBERTO G. GRAU TRATADO GENERAL DE AJEDREZ 87
9 PXP A3eD 3 P4D pXP DIAGRAMA NQ 148
8 A7A+ R2R
Mate en tres jugadas
10 P5R PxP 4 A4AD A5CD+ 9DXC+ RXD
11 A3TD D1D? 5 P3AD PXP 10 C5D+ R4R
12 AXP+ R2D 6 PXP A4TD 11 C3AR+ RXP
13 D6R++ 7 A3TD P3D 12 C3A++
8 P5R PXP
PARTIDA NI? 21 9 D3CD C3TR PARTIDA NI? 25
Ruy López 10 O-O P3AR? Gambito Allgaier
Blancas: Negras: 11 T1D A2D Blancas: Negras:
Zukertort Anderssen 12 A6R C1CD
R. Marriott G. Mills-Palmer
13 TXA CXT
1 P4R P4R 1 P4R P4R
2 C3AR C3AD DIAGRAMA N9 147 2 P4AR PXP
3 A5C CR2R Mate en ttes jugadas 3 C3AR P4CR
4 P3TD P3D 4 P4TR P5C
5 P4D A2D 5 C5C P3TR
6 O-O C3CR Po.ición después de la jugada 11 de las blanca. 6 CXP RXC
7 C5CR P3TR 7 P4D P4D
8 CXP RXC 11 C7AD+ 8 AXP PXP
9 D4AD+ R2R 12 R2R D6D+
13 RXD C6CR++ 9 A4A+ R2C
10 D5T AIR 10 A5R+ C3A
11 A5CR+ PXA 11 TIA A2R
PARTIDA NI? 24
DIAGRAMA N9 146
12 D2R TIR
DefeIlSa Filidor 13 C2D C3A
Mate en tres juga..das
Blancas: Negras: 14 0-0-0 CXP
N. N. N. N. 15 DXPR C3A
16 A3AD TIA
I P4R P4R 17 A3D T2A
Posición después de ~a jugada 18 de las negras
2 C3AR P3D DIAGRAMA N9 150
3 A4A P4AR
14 A7AR+ CXA
4
5
P4,D
C3A
C3AR
PXPD
~_Oll
~
....?;",/J&. >=o<
_;,~ {I
¡:;$~
15 D6R+ D2R
16 DXD++ 6
7
DXP
C5CR
A2D
C3A '"
~~ 'p
~,~
~N;' ~ ~~~~
~J~~ ~/I//. ~ %,,, ... ,0 X
4/,///FJ/A.
,1
_JJ'B " " ,~~ ~ ~ &' ~
PARTIDA NI? 23
Contragambito del centro
DIAGRAMA N9 149
Mate en clneo jugada. _B __ w/.1',1 «1 ,'~~ ~///////~ m
U:/N/.
y. t.
CXPA Berlinesa.
11 N0 152
DIAGRAMA. _
Blancas: Negras:
!®!' r?1l~"
~• • ,,,,"u,
W'Wifi R • ~~
~"~-4 ~~
~~ N. N. N. N.
!I~
f.
Ñ'i¡:Jij
~d ", • .fi Mll1••
11 m')~%%í_~ 1h ~.__ ~_~
P4R
m:éM_._ ~.~ 71. C3AR
·.~.>"II
7%{fg,m
PARTIDA NQ 30 PXP
·WA~·~~r_A.
Ruy López D2R
C1C
- ""8.~.-
Blancas: Negras: P4AD
-.-_ lila _.
__
m,,;i0_ ffol ~ ~~
1 Bird Steinitz C3AD?
•
~~~ ~~~t"'~~g~, ~~'''~
1 P4R P4R
~ ~~ -II
=«
12 P'5 R 2 C3AR C3AD
13 R4R %I'''''~~¿f)':' .~._~~~. 3 A5C C3A
14 PARTIDA N9 27 ~ ~
'L",,~i
¡g¡ .• de, la f3L",~
t;jjurada 11 de las ne(.a
4
5
P4D
P5R
PXP
C5R
Posición despues DXD
Bird 6 CXP A2R
2 A6C
Blancas:
L. Fries
Negras:
C. Schlechter
~3 C6D+ +
7
8
O-O
DXC
CXC
C4A
PARTIDA N9 29 9 P4AR P3CD
1 P4AR P4R
2 PXP C3AD °t del centro
Gamblo •
10 P5A C6C
P3D
11 D4R CXT
3 C3AR Blancas: Negras. 12 P6A
AXP A4A+
4 PXP Potter X. x. 13 R1 T T1CD
5 P4D C3A 14 P6R
1 P4R P4R TIC
6 A5C P3TR 15 D xP TIA
7 A4T P4C 2 P4D PXP
8 A2A C5R 3 A4AD P4AD 16 P X PA+ TXP
90 ROBERTO G. GRAU TRATADO GENERAL DE AJEDREZ 91
8 A5CR P3A 5 PXP CXP DIAGRAMA N9 158
9 AXC T.XA
9 PXP DXD 6 A3T D2R Mate en cuatro jugadas
10 O-O D1R
10 P7A++ 7 O-O A5C 11 C5CR AXC
8 P4D AXC 12 AXA A3R
PARTIDA NQ 32 9 DXA PXP 13 C5D P3TR
Contragambito Falkbeer 10 C3A CXPA (Véase el diagrama anterior)
11 P6D AXP
Blancas: Negras: 12 T1D 14 P4A! D2D
DxPCD
Anderssen Schallopp 13 C5D AXP+ 15 PXP+ R1R
14 RXA DXA 16 C7A+ DXC
1 P4R P4R
P4AR P4D 15 TD1A P6D 17 DXA+ Abandonan.
2
3 C3AR PDXP 16 P3C e3A
PARTIDA NI? 36
4 CXP A3D DIAGRAMA N9 157
A4AD Gambito Evans
5 AXC
6 PXA D5D Blancas: Negras:
7 D2R DXPR Steinitz E. Pilhal
8 P4D DXPD 1 P4R P4R
9 C3AD C3AR 13 A3T DXA 2 C3AR C3AD
10
11
A3R
O-O
D1D
P3TR?
14 C X PD + R2R 3 A4AD A4AD
15 C X A C5 CD? 4 P4CD AXPC
12 A5AD CD2D 16 A6D + + 5 P3AD A4TD
DIAGRAMA N9 156 6 O-O C3AR
Mate en dos jugadas PARTIDA NI? 35 7 P4D PXP
Defensa Siciliana 8 A3TD P3D
Blancas: Negras: 9 P5R PXPR
Morphy Journoud 10 D3C D2D
11 T1R D4AR
1 P4R P4AD A5CD
Posición después de la jugada 16 de las negras 12 C2D
2 P4D PXP 13 D5D
3 AX P?
17 CXC+ PXC C3AR P4R 14
4
CXA PxC
18 TR1R+ CXT A4AD A2R 15 CXP C2R
19 TXC+ R1A 5 P3A P3D
6 DIAGRAMA N9 160
20 DXPA Abandonan. D3C PXP
7 AXP+ R1A
PARTIDA NI? 34 8 CDXP C3AD
Peón Dama DIAGRAMA N9 159
Blancas: Negras:
Posición después de la jugada 12 de las negras W. Winter M. Romí
13 D X P+ CXD 1 P4D C3AR
14 A X P++ 2 P4AD P3R
3 C3AR P3CD
PARTIDA NQ 33 4 P3CR A2C
Gambito Evans 5 A2C P4AD
Blancas: Negras: 6 P5D PXP
7 C4T C3T
F. Deacon Steinitz
8 PXP P3CR
1 P4R P4R 9 C3AD A2C Posición después de la jugada 15 de las nelr.s
14 C 6R X P + R1D
PARTIDA NQ 39
15 A5CR+ P3AR
16 A X P+ A2R Contragambito Falkbeer
17 A X A + + Blancas: Negra.s:
Aficionado Janowski
PARTIDA N9 38 1 P4R P4R
Gambito Kieseritzky 2 P·tAR P4D
Blancas: Negras: 3 C3AR PDXP
Steinitz
4 CXP A4AD
Belaieff
5 C3AD C3AR
1 P4R P4R 6 D2R C3A
2 P4AR PXP 7 CXPA? D2R
3 C3AR P4CR 8 Cx'T C5D
4 P4TR P5CR 9 D1D POllclón después de la jurada 16 de la. nerra. Posición después de la jurada 15 de las blancas
94 15 TRATADO G
P3A ENERAL DE AJEDREZ 95
.... ROBERTO G G
16 R 2 Á D 8D . RAU G!A~TIDA NQ 43 9 A5C+
bIto Cunn· 10 PXP PXP
17 RIC D6At Biancas: mghani 11 CXPAD CXC
~~ D X P A D -t-
DXT+
A 6T
R1A
N. N.
1 P 4R
Negras:
Mongredien
12 AXC+ R1A
13 AXT C6C'
Las bl R 2R 14 T2T A4A·R
ancas ab n d 2 P4AR P4R
mate es inevitabl:. onan, pues el 3 C3AR PXP 15 A5D R2C
4 A4AD A2R 16 C3A T1R+
5 CXA A5TR+ 17 R2A D3CD
PARTIDA NQ 42
6 R1A DXC+ 18 C4T D3T
Gambito n'''1 UZIO
. 19 C3A A4R
7 D3AR C3AR
B lancas: 8 P3D? C3AD 20 P4T
C. Schlechter 9 D1D· C5D
1 P4R 10 D 2D C5 C
2 . P4AR 11 R1C C6R+
3 C3AR DIAGRA. •••••
4 A4A o MA N9 167
5 O -O
6 AXP+
7 D xP
8 P4D PARTIDA NQ 46
9 AXP Apertura Ponziani
10
11 D XA+
P5R Blancas: Negras·
x. x. Rev. E . Ranken
.
12 P X P
13 C3A 1 P4R P4R
14 T DI D 2 C3AR C3AD
15 C4R 3 P3AD C3AR
16 C XC 4 P4D P4D
17 R 1 T 5 A5CD CXPR
6 CX P A2D
7 D3CD D2R
8 DX P? CXC
9 DXPC
Negras:
x. x.
1 P4R P4R
2 P4AR PXP
Negras: 3 C3AR P4CR
Anderssen 4 A4AD P5CR
P4R 5 C5R D5TR+
PXP 6 R1A C3AR
P4CR 7 AXP R1D
P5CR 8 P4D + CXP
C3AR 9 D2R C6CR+
P4D 10 PxC DXT+
A3D 11 R2A PXP+
C4T 12 RXP DXA?
96 ROBERTO G. GRAU TRATADO GENERAL DE AJEDREZ 97
9 C6AR+ 4 A4AD A4A 8 C3AD P3A DIAGRAMA N9 174
PARTIDA o
Gamb.t N. 66
BI 10 del Alfil del Rey
Posición d espues
15 . • •
----:---:;;;~_'
• de la ~'i&!i
jurada 15 d e las blancas
P3CR ancas:
Aficionado
Negras:
Bird
PXT
16 D5'C P X P 1 P4R P4R
17 DXP
18 R3T
P5T
P5A
C7A++
t A PARTIDA NQ 65
pertura Holandesa
2
3
4
P4AR
A4AD
R1A
PXP
D5TR+
P3D
Blancas: Negras: 5 D3AR C3AD
A PARTIDA NQ 64 6 P3CR D3AR
X.X. Steinitz
BI pertura G'IUOCO Piano 7 DXP C5D
ancas' Negras: 1 P4D P4AR 8 A3D P4TR
Marshal~ 2 P4R PXP 9 P3AD C3R
1 P4R
Burn
P4R
! C3AD
A5CR
C3AR
P3A
10
11
DXD
R2C
CXD
P5TR
AXC 2 C3AR C3AD 5 AXC PRXA 12 A2AD P6TR+
AXD 3 A4AD A4AD 6 CXP D3C 13 C X P TXC
4 P3AD C3AR 7 D2R DXPC 14 RX T
104 ROBERTO G. GRAU TRATADO GENERAL DE AJEDREZ 105
DIAGRAMA N~ 190
7 A4A+ P4D 12 C6AR+ PxC PARTIDA NQ 70
_ 13 D8AR+ RXD
Las negras dan mate en cuatro jugadas
8 AX P + R2C Gambito Kieseritzky
~_.i_*m1
'1"1
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111~
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_
9 P4D
10 C3A
11 ADXP
12 PXC
C3AR
A5C
CXA
DXPD
14 A6TR+
15 T8R++
R1C
1 P4R
Blancas:
Morphy
Negras:
Lord Lyttelton
P4R
----
13 O-O 2 P4AR PXP
;mN~ . f//'/d/h •
AXC PARTIDA N9 69 3 C3AR P4CR
14: A5R+ R1C
15 D3D AXP-l- Gambito Hampe-AlIgaier 4 P4TR P5C
- _~_ 111 16 AXA
17 D4A+
D4TR
R2T Blancas: Negras:
5
6
C5R
CXPC
P3D
A2R
L. Van Vliet Amateur 7 P4D AXP+
_~ rtIIIi} (61" _ Ité
rt 18 T7A+
(Véase el diagrama anterior)
11"1 _"1'
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17 TI R Y ganan.
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11 Mil
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Po:!!'ión después de la Jugada 17 de las nelras
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Posición después de la Jugada 16 de las negras
17 D7A+
18 D8A+
19 TXD++
R1T
DXD
2
Morphy
1 P4R
P4AR
3 C3AR
4 A4A
5 P4TR
Meek
P4R
PXP
P4CR
A2C
P5C
106 ROBERTO G. GRAU TRATADO GENERAL DE AJEDREZ 107
6 C5C C3TR DIAGRAMA N9 196 8 DXA C5D 14 D2R A3D
7 P4D P3AR lIIate en tres ,jugadas 9 D3C CXP+ 15 C X P C R2D
8 AXP PXC 10 R1D CXT 16 D4C + R1D
9 AXPC A3A 11 PXP PXP 17 C7A + DXC
10 D2D AXA 12 TIA C3A 18 A5 C + A2R?
11 PXA C2A 13 DXPC R2D (Véase- el diagrama anterior)
f.
2
3
4
5
C3AR
A5CD
O-O
TIR
C3AD
C3AR
CXP
C3D
V.J..
. . . ~)O •
Bi'""', ."pI
~§1%i ~'~ w";~,,
'~ti.,~a.·¡t;.·~.eh,
~!8._.~_'l'"
•
-
••
•
r ARTIDA NI? 84
Blancas:
Lasker
Ruy López
Negras:
N. N.
8
9
10
11
~ C3AD
CXP
TXC+
C5D
C XA+
D5TR
CXA
CDXC
A2R
O-O
R1T
P3CR
._,
~~ "LJ
/~ ._r0• . Ii!"
%,)~. ~ '~º~
. Defe PARTIDA NI? 83 ~ P4R P4R
12 D 6 T R P3D
•
{{n,n,'f¿ ",,;,w C3AD
Bla nsa de los dos Caballos 3 C3AR
Posición d espués/ de
Z la J .,,,,,,, '/
u&,ada 12 d .....-'- I ncas: Negras: A5C C3A
PX P e las negras
13 Morphy Amateur
14 A6R + R2D
15 C5Rt R3A 1 P4R P4R
16 A4A R4C 2 C3AR C3AD
17 A4Ct R4T 3 A4A C3A
18 P X C ++ R4T 4
5
P4D
C5C
PXP
P4D
6 PXP CXP
PARTIDA NI? 82 7 O-O A2R
BI Gambito G reeo - Colli 8 C xP RXC
9 D3A R3R
ancas: Negras:
10
S;¡encer
1 P4R
X. X.
P4R
~1
12
C 3 A;+
TI R
A4A
+ PXC
C4R
A3D
2 P4AR PXP 13
14 A ><C4R AXA
3 C3AR P4CR 15 TX A+ RXT
4 A4AD P5CR TIR+ R5D
112 ROBERTO G. GRAU TRATADO GENERAL DE AJEDREZ 113
PARTIDA NQ 86 DIAGRAMA N~ 211
6 O-O A5CR 17 D X P+ TxD
Bird 7 P3TR P4TR 18 T8R + +
Blancas: Negras: 8 P XA? PXP
P6C PARTIDA NQ 90
Bird X.X. 9 CXP
10 P4D CXP Giuoco Piano
1 P4AR P4D 11 D4C AXP Blancas: Negras:
2 P3R P4AD 12 D X C AXP+ N. N. N. N.
3 C3AR P3R (Véase el diagrama anterior)
4 P3CD C3AD 1 P4R P4R
13 TXA D8D+ 2 C3AR C3AD
5 A2CD C3AR 14 DI R DXD
6 A3D A2R 3 A4A A4A
15 TIA T8T+ 4 P3D CR2R
7 P3TD O-O 16 RXT DXT++
8 O-O P3CD 5 C5C O-O
9 D1R A2CD PARTIDA NQ 89 6 D5T P3TR
10 D4TR P3CR Giuoco Piano (Ataque l.\'lüller)
7 C XPA DIR
11 C5CR P4TR Posición después de la jugada 10 de las blancas DIAGRAMA N9 214
Blancas: Negras:
12 P4CR CXP 10 PXA
Mate en tres ju:adas
C. V. Laye F. V. Saemisch
DIAGRAMA NI' 210 11 C XD A5CR
12 D2D C5D 1 P4R P4R
13 C3A C6A+ 2 C3AR C3AD
3 A4A A4A
14 Px C AXP
Abandonan. 4 P3A C3A
5 P4D PXP
6 P X P A5C+
PARTIDA NQ 88 7 C3A CXPR
Ruy López 8 O-O AXC
Blancas: Negras: 9 P5D A3A
K. Mayet A. Anderssen 10 TI R O-O
11 TX C C2R
1 P4R P4R 12 P6D PXP
2 C3AR C3AD 13 DXP C4A
3 A5C A4A 14 D5D P3D Posición después de la jugada 7 de las negras
4 P3A C3A 15 C 5 C AXC
Posición después d~ la Jugada 12 de las negras 5 AXC PDXA 16 A XA DXA? 8 CXPT+ RIT
9 C7A+ RIC
13 D X P DIAGRAMA NQ 212 DIAGRAMA N9 213
10 D8T+ +
14 A7TR++ Mate en cinco jugadas Mate en dos jugadas
PARTIDA NQ 87 PARTIDA NQ 91
Giuoco Piano Ruy López
15 C5CR+
16 D X PT+ +
PARTIDA NQ 95
Escocesa
Blancas: Negras:
Ed. Anderssen N. Vernlund
1 P4R P4R
2 C3AR C3AD
11 AXP+ 3 P4D
12 PXP+ PXP
4 CXP A4A
13 T8T+ 5 A3R
14 D5T+ CXC
6 AXC AXA
15 D7T+ 7 DXA
16 D3A
DXP++
116 TRATADO G 117
4 P 3A R ROBERTO G PARTIDA
G' N0. 99 ENERAL DE AJEDREZ
5 D X P P 4D . OHAU P3D
6 A5CD C3AD 12 C5C R IuOCO Piano 5 A5CR
7 P XP P XP 13 D 5T R C3T R BI...", , 6 C3A D
x. X . 7 O-O O-O
8 P5R C3AR 14 CXPT DIR W Neg'
G .., A5CD C5D
9 A XC A2D 15 A(Véase
X C el d' R XCCR 1 P 4R . . Wanl 8 A 3R AXA
•
10 D3A
C RR A 1XDA 16
D X P + tagTam
a anterior)
P3 2 C3AR P4R 9 AXC A4T
T 3 A4AD C3AD lO P3TR AXC
11
13... O _ O
D5CR D2D
C5CR 17 AXT ++ P XD 4
5
P3AD
P 4CD
A4AD
C3AR
11 P4C
12 P X A 6 A
CXPC
AXP
1
PARTIDA N°·98 6 D3CD A3CD 13 P X C P4AR
(Véase el d'tagram A 4 A D T' G ambito d e Dama 7 C5CR O- O 14 P 4 D
R 1T
14
a anterior)
8 R 1A AXP + 15 A 2 R
15 T XC C7 AR + Blancas: Negras:
16 C 1 C R D8D + Marshall Johnston 9 CXPA A3CD
17 R X D D X C+
T8D++
10 R2R C X PR
1 P4D P4D 11 T1AR D5TR
2 P4AD P3R 12 C X P+ C7 AR
PARTIDA NQ 3 C3AD C3AD 13 P 4D R 1T
Gambito d e1 Rey rebusado
97 4 C3AR C3AR 14 C2D AXP
AxP
5 A4AR A3D
Blancas'
G. R. NeuU:ann
Negras:
X, X.
6
7
A3CR
P3 R •
C5R
O-O
_11 DIAGRAMA o
N.223
8 A3D P4AR
1 P4R P4R 9 P3TD P3CD
; P4AR A4AD 10 T 1 A D' A2CD
C3AR P3D 11 Px P PXP
4 A4AD C3AR 12 CX P CXPD
5 C3AD O-O 13 A4A D CXC+
6 P3D C5CR 14 PXC CXA
7 TIAR CXPT
8 TI TR C5CR J
nqan la. bl
DIAGR
AMA N9 222
~ ancas y dan mate en cuatro Jurad
9
10
D2R
RIA
A7AR+
C3AD ~ . u
11 P5AR A4AD
,J DIAGRAM
ue&,an las bl A N9 221
~.Q.
ancas y d an mate en d
o. Ju&,adal PARTI DA NQ 101
Gambito E vans
Blancas: Negras:
Mongredien Morphy
1 P4R P4R
PARTID
Defensa d A NQ 100 2 C3AR C3AD
e los dos 3 A4A A4A
Blancas: Caballos
4 P4CD AXP
Salwe Negl'as:
Chigorin 5 P3A A4T
6 O-O C3A
1 P4R P4R 7 P4D O-O
R1T
PXC ~ C3AR C3AD 8 P5D C2R
D5TR 4 A4A C3AR 9 D3D P3D
paD A4A 10 P3TR cac·
118 ROBERTO G. GRA U TRATADO GENERAL DE AJEDREZ 119
11 C2T C4T DIAGRAMA N<:> 226 6 AXA DXA 13 D3D+ P4A
12 A3C C4T5A Mate en tres jugadas 7 A3D P4AD 14 P X P+ (alp.) RXP
13 AX C CXA 8 C5C O-O 15 DXC P3D
14 D3A P4AR 9 P3AD C3C 16 C7T+ R3C
15 P X P ADXP 10 P4AR C3A 17 CXT+ DXC
16 P 4C R? 11 C3AR PXP le C3A A4A
12 P;<P A2D 19 P4CR A2D
DIAGRAMA N9 225 13 o-o P3TD (Véase el diagrama anterior)
14 C6D A1R 20 D5T+ R3A
(Véase el diagrama anterior) 21 C5D+ R3R
15 AXP+ RXA 22 T1R++
16 C5C+ R3C
17 D3D+ P4A
18 PXP (al p.) PXP PARTIDA NQ 105
19 C7T++ Gambito de Dama
Blancas~ Negras:
Posición después de la jugada 16 de las negras
PARTIDA NQ 104 Ed. Lasker Winkelman
17 D8R+ TXD Giuoco Piano
18 P X T (D) +- A X D Blancas: Negras:
1 C3AR C3AR
19 A X P D -+- +- 2 P4D P4D
Wayte Lowenthal 3 P4AD P3R
1 P4R P4R 4 C3A A2R
Posición después de la jugada 16 de las blancas
PARTIDA NQ 103 2 C3AR C3AD 5 A5C O-O
16 A6D 3 A4A A4A 6 P3R C2D
Defensa Francesa 7 A3D P3TD
17 D3R A3CD 4 P3A C3A
D5T 5 P4D PXP 8 C5R PXP
18 D2D Blancas: Negras:
9 CXP5AD P4CD
C. Schlechter A. Stubeuranch 6 O-O O-O
El mate es inevitable. 7 PXP A3C 10 C5T P4A
1 P4R P3R 8 P5D C4T 11 C6AD D1R
2 P4D P4D 9 A3D P4A 12 D3A C3C
PARTIDA NQ 102 13 C4R C (3 A) 4D
3 C3AD C3AR 10 P5R CXP
Gambito Danés
4 A5CR A2R 11 AXP+ RXA 14 CXA+ CXC
Blancas: Negras~ 5 P5R CR2D 12 C5C+ R3C 15 C6A--1-- PXC
Charusek Amateur DIAGRAMA N9 227
DIAGRAMA N9 228 DIAGRAMA N<:> 229
Mate en cinco jugadas Mate en tres jugadas Mate en cinco jugadas
1 P4R P4R
2 P4D PXP
3 P3AD PXP
4 A4AD C3AR
5 C3AR A4A
6 CXP P3D
7 O-O O-O
8 C5CR P3TR?
9 CXPl TXC
10 P5R C5C
11 P6R D5T
12 PXT+ R1A
13 t\4A CXPA
14 D2R C5C+
15 R1T A2D
16 TD1R C3AD Posición después de la jurada 15 de las nerrao
120 ROBERTO G. GRAU TRATADO GENERAL DE AJEDREZ 121
16 A X P+ RX A PARTIDA NQ 107 PARTIDA NQ 108 7 A3C P4D
17 D5T+ R2C Defensa Petroff Gambito Kieseritzky 8 Px P A3R
18 D 6T + R 1C 9 P3A A2R
Blancas: Negras: Blancas: Negras: 10 TI R
19 A X P Y mate a la siguiente. C4TD
Z. Formanek V. Griguric Blackburne X. X. 11 A2A O-O
12 CD2D CXC
PARTIDA NQ 106 1 P4R P4R 1 P4R P4R 13 AX C P4AD
Cuatro Caballos 2 C3AR C3AR 2 P4AR PXP 14' A6T PXA
3 CX P P3D 3 C3AR P1CR 15 D3D P4A
Blancas: Negras: 4 P4TR P5CR
4 C3AR CXP 16 P X P. (al p.) TXP
B. Leussen O. Du,as
5 C3A C3AR
5C5R
6 C X PC
C3AR
CXP
17 DXP + R1A
1 P4R P4R 6 P4D P4D
18 TXA TXT
7 P3D C6CR
2 C3AR C3AD 7 A5CR A3R 8 AXA CXT DIAGRAMA N9 233
3 C3AD C3AR 9 A5CR A2R Juegan las blancas y dan mate en cllatro jugadas
4 A5C A5C 8 A3D A3D
9 C5R CD2D
10 D2R O-O
5 0--0 O-O 11 kXA TIR
6 P3D P3D 10 P4A D2R
7 C 2R A5C 11 O-O C3C DIAGRAMA NQ 232
8 P3A A4TD 12 P5A AlA Jue,an las blancas y dan mate en tres jugadas
9 C3C A3C
10 P 3T R A2D 13 TI R O-O
11 A!'C C2R 14 C4C DID
12 AX C AXA 15 C XC + PXC
13 C 5T D2D 16 D5T P3A
14 C X PC P3TR TIR
17 T3R
15 C5C C3C
16 D5T TR1C 18 A6T R1T
17 D XP R1A 19 D X PA TIC
P03ición después de la jugada 18 de las negras
DIAGRAMA NQ 230 DIAGRAMA NQ 231
Mate en tres jugad ... Juegan las blancas y dan mate en cuatro jugadas
19 C 5R TXC
20 A6C
17 R 1T
18 P XA
19 T D 1R
20 T2R
21 T 1C R
~t~
5 C3A A3D 3 C3AD C3AR
10 D5T C3T 14 P4A D
6 A3D C3A 11 A3C C5CD? 4 A5CR A5CD
15 P5A
7 O-O O-O 5 PXPD PXP
12 P3T D A2 D " 16 eX PA TD1D
8 A5CR C2R 17 P5R RXC 6 AXC PXA
9 AXC PXA 13 C X PT C3A 7 C3A C2D
10 C4TR R2C 14 A5 C R R XC 18
19 A6D
D 2R C (2 R) 1 C 8 D3D C3C
11 D5T T1T 15 P6A DI R 20 A3 C D 1A 9 P3TD AXC
12 P 4A R P3AD 16 P XP TIC R P4TD 10 DXA A2D
21 T D 1- R P 4CD
13 T3A C3C 17 D X C + T X P
R1C P5T 11 D2D A3A
124 ROBERTO G. GRAU TRATADO GENERAL DE AJEDREZ 125
12A2R O - O- O niente que se busque el mate y se DIAGRAMA NI' 241
Ne¡:ras: H.
DIAGRAMA N9 244
Negras: X. X.
13 O- O- O? D 7T anoten las soluciones en un papel,
14 D4C C 4D para luego veri~icar, rev~sando . las
15 D5A T 3D soluciones del fmal del libro, SI el
16 A4A D 8T + análisis ha sido exacto.
17 R2D DXPC Si es posible, el aficionado ?ebe
18 AX C T XA buscar el mate sin mover las pIezas
19 D X PT T R 1D en el tablero, para así contribuir al
20 R3R DXPA mejor desarrollo de su visión me-
21 T2D diata, que es el fin que nos heI?os
propuesto en el capítulo que termma.
DIAGRAMA N9 238
DIAGRAMA N9 239
Negras: X. X.
21 D5R+ Blancas: X. X.
22 RXD TXP+ Juegan las blancas y dan mate
23 R3 R T5R++
Blancas: Exner Blancas: lI'!orphy
DIAGRAMA N9 240 Juegan las blancas y dan mate Juega,n las blancas y dan mate
Negras: Gutmayer DIAGRAMA N9 243 DIAGRAMA N9 246
EJEMPLOS DE COMBINACIONES Negras: J. Bendiner Negras: Pollocl,
DE MATE
CAPÍTULO III
Jae,an las blancas .Juegan las blanca. Jue,an las blancas Jueran las blancas
TRATADO GENERAL DE AJEDREZ 145
144 ROBERTO G. GRAU
dificultad de evitar el empate por jaque perpetuo. A~e~ás, hay un peón
l~stante agresivo en la columna torre rey. El procedImIento para ganar
b uy ingenioso; veamos: 1. D 7 D (amenazando D 8 D mate y D 7 A R
RECURSOS EXCEPCIONALES PARA GANAR es~) D 6 e + (sacando al rey adversario de su agresiva situación);
~aR 7 T, D X A (no es posible .en otra forma evitar los dos mates antes
Presentamos ahora 25 ejemplos de recursos extraordinarios para deci- enunciados); 3. D 8 D +, R 2 A; 4. D 8 e +, ganando la dama.
dir partidas. En algunos casos se trata de partidas jugadas, pero en la Vemos aquí al blanco entregando una pieza, para ubicar a la dama ad-
gran mayoría son finales compuestos, y que ponen muy de relieve la versaria en una diagonal desde donde pueda permitir una combinación
importancia que tienen las jugadas ganadora.
DIAGRAMA N9 116
y la precisión necesaria para lograr En el diagrama N9 319 vemos al negro con una posición aparentemente
F. Amelung
el resultado esperado. favorable, ya que tiene una dama contra torre y alfil. No es fácil ver
Deseamos eon estos ejemplos, así cómo pueda ganar el blanco, pero la posición del rey negro en una dia-
como con los anteriores y los que gonal ne~:a, Y en situación típica de mate, permite al blanco idear una
seguirán, reforzar lo que ya nos guió combinaclOn.
al elegir las partidas y diagramas Hemos dicho que la posición era típica de mate. Es decir, si no mediara
dados anteriormente, esto es: fami- la acción de la dama, que toma la casilla 8, y el peón de 4 e que puede
liarizar lo más posible al aficionado cubrir el jaque del §llfil, habría mate. ¿Cómo pueden eliminarse esos
con la faz ingeniosa del ajedrez, con obstáculos una vez conocido el esquema de la posición de mate?
el f~n de despertar y estimular su 1. T 2 A D !, D X T (si ..... : DIe +; 2. A 7 A, D 1 A R -evitando A 4 A,
propio ingenio y, al mismo tiempo, seguido de P 3 e R mate-; 3. T 5 A -amenazando A 3 e mate-, D >:: T;
su propia astucia. 4. A8D+, P4C; 5. P3e mate); 2. A8D+, P4e (ahora no es posIble
Todos estos ejemplos se ofrecen P 3 e + mate, pero el blanco dispone de un recurso extraordinario);
con su solución comentada, pero 3. A 5 T! (amenazando Al R mate, y si P 5 e, siempre A 8 D mate),
recomendamos al aficionado que pro- D 2 A; 4. A 7 A, D 5 A + (si D 8 R, P 3 e mate);. 5. P 3 e, y mate a la
ceda como con los anteriores, o sea siguiente.
que tape las soluciones y trate de ha- Juegan las blancas y ganan
Diagrama N9 320. - E's éste un final que encierra varias dificultades,
llarlas con su propio esfuerzo mental. a pesar de su aparente sencillez. Las blancas amenazan entrar a dama
En esta posición no se alcanza a ver cómo podrán las blancas ganar. y deben tratar que la torre no pueda comer el peón, ya que esto daría
El negro tiene tres piezas menores, contra una torre y un peón, con la margen a un empate automático, por quedar en el tablero dos reyes
agravante de que el peón blanco está bajo los fuegos del rey negro, que solos. La primera jugada es evidente: 1. P 7 A; a esto, las negras deben
en un solo salto lo atacará. Si se siguiera con 1. T 5 T, el negro movería continuar con T 3 D +. Las blancas deben jugar, contra toda la lógica,
al rey, y después de A 3 A, entregaría el alfil por el peón y quedaría con R 5 e, ya que si jugaran R 7 e, seguiría T 2 D, fijando el peón, para luego
dos caballos contra torre, lo que es tablas. Pero el blanco ha visto que capturarlo, y si jugaran R 5 T, seguiría T 3 A D, comiendo el peón y- ga-
podrá entregar el peón poniendo en posición de mate al adversario, para nando el negro. El final sigue así: 2. R 5 e, T 4 D +; 3. R 4 e, T 5 D-1:-:
explotar luego la situación apartada de las piezas negras, y juega: 1. P 7 R,
R 2 e; 2. P 8 T (D) ! (para colocar al rey en la banda), R X D; 3. R 7 A!
4. R 3 e, T 6 D+, 5. R 2 A (recién ahora puede pasar a la columna alfIl.
por cuanto si lo hubiera hecho una jugada antes seguiría T 8 D Y al entrar
(un fino detalle de ejecución, pues el rey desde 7 A puede ir rápidamente el blanco a dama, T 8 A +, etc.). Ahora parece que las negras están per-
a 6 e, desde donde sé amenazará mate con T 8 T), A 1 D (impidiendo didas, pero disponen de un recurso extraordinario, en que si el blanco
T4T mate); 4. T2T (amenazando T2TR mate), A2A; 5. R6e!, A5T no estuviera prevenido contra el mismo, caería; juega: 5. . .... , T 5 D !;
(interrumpiendo la acción de la torre); 6. T 2 R, Y mate inevitable en 8 R. 6. P 8 A (T) !! El recurso ingenioso y la réplica exacta. Si las blancas
En la posición del diagrama NQ 317, ambos bandos tienen igualdad ele hubieran entrado a dama, habría seguido T 5 A +, Y contra D X T, las
peones, pero el blanco puede explotar la situación avanzada de su peón negras quedarían con el rey ahogado, y sería tablas.
torre rey, tratando de quebrar la cadena de peones enemiga. El resto es simple y bonito: 6...... , T5TD (para evitar T8TD
A tal fin no titubea en sacrificar material, ya que el coronar un peón mate); 7. R 3 e!, amenazando la torre y TIA mate, y las blancas
en dama es un fin promiscrio. Es necesario apresurarse, por cuanto si el ganan.
rey negro se acerca un paso, podrá apoyar el peón alfil rey cuando el de Diagrama N9 321. - En esta posición las blancas, aparentemente, só10
caballo lo provoque, y por eso gana mediante 1. P 4 e!, P X P; 2. P 5 A Pueden aspirar a un empate por jaque perpetuo, ya que el negro amenaza
(quebrando la cadena para avanzar finalmente el peón torre), P 6 e; T 8 R mate, y si éste se evitara con D 5 T D, entonces P 8 A (D) mate.
3. R 1 A! (si P X P, seguiría P 6 R, obligando igualmente a R 1 A por la El secreto de la victoria sería obligar a que el rey negro fuera a la banda
amenaza de P 7 e), P 6 R; 4. P X P, ganando. d~l1:ablero, mediante jaques de dama, y esto es imposible, pero el blanco
La posición del diagrama N9 318 es de un final compuesto: Dama y dIspone de un recurso notable que le hará ganar.
alfil contra dama. En este tipo de posiciones casi siempre es tablas por
TRATADO GENERAL DE AJEDREZ
Juega 1. P 8 A ¡y pide caballo! (único para ganar), R 1 R (si R 1 D, DIAGRAMA N9 317 DIAGRAMA N9 320
seguiría D X P + y luego D X T, ganando); 2. D 6 e +, R 1 A (no R 1 D, Mlnckwib Rey. Saavedra
por D X P, con la variante antes mencionada); 3. D 6 A +, R 1 e (si R 1 R,
D 7 R mate); 4. e 7 R +, R 2 T; 5. D 6 e+, R 1 T; 6. D 6 T o D 8 e mate.
Como se ve, a no mediar el recurso d~ coronar el peón en una pieza
menor, las blancas habrían perdido.
Diagrama N9 322. - En esta posición las blancas parecen estar absolu-
tamente perdidas. El negro tiene gran ventaja en material, y amenaza
T 6A +, seguido de R 2 e, y coronar un peón. Pero ya hemos dicho que
en ajedrez no siempre se está tan perdido como parece. Este ejemplo es,
a ese respecto, luminoso. El blanco tiene al rey adversario en posición de
mate, mediante e 6 e y e 7 A. Ambas casillas están tomadas por piezas
enemigas, pero ya este hecho puede engendrar un plan tendiente a ex-
plotar rápidamente esa amenaza.
El procedimiento es el siguiente: 1. T 3 T !! (evitando T 6 A y, además,
sacando la torre del ala del rey, para preparar la genial maniobra de
obstrucción), T X T; 2. P 3 A! (imprescindible para evitar un eventual lue,an las blancas "1 ,anan Jue,an las bl.n.as "1 ganan
Jaque en la octava línea en el momento crítico), T'>( P; 3. A 3 D !! (la DIAGRAMA N9 318 DIAGRAMA N9 321
llave de la victoria). Una jugada de problema. Si el alfil es capturado A. Troibk"1 Labourdonnals
con la torre, queda obstruida la acción del alfil negro sobre el punto 2 A,
y si se captura con el alfil, la de la torre sobre el punto 3 e, y en ambos
casos, mate. Si la torre no estuviera en la columna alfil, habría un jaque
salvador en 8 T.
Diagrama N9 323. - En la posición de este diagrama, las blancas es-
tán, en cuanto a material, perdidas. El alfil detiene al peón libre de
la columna torre dama, y la torre puede detener al r2y, apenas éste
avance. Si P 7 R, seguiría T 6 R, seguido de T X P, Y las blancas no ten-
drían la menor chance de victoria. Es ésta otra posición de obstrucción,
SImilar a alguna de las que ya hemos considerado. Si se lograra que, al
detener un peón, la pieza que lo detiene obstruyera la acción de la otra,
el final se podría ganar coronando un peón dama.
La solución es de encantadora elegancia, y simple: 1. A 2 A (entre-
gando el alfil para crear la posición de autoobstrucción), A X A; 2. P 7 R,
T 6 R (única para evitar la coronación del peón); 3. P 7 T, Y la torre, al lue,an las blancas "1 ,anan Jue,..n las. blancas "1 ,anan
detener el peón rey, ha obstruido la acción- del alfil, ganando las blancas, DIAGRAMA NQ 319 DIAGRAMA N9 322
por cuanto coronan un peón, dando mate. S. M. Kaminer K. Behtln,
Sin embargo, el caballo de 4 e D, aparentemente tan ágil, está abso- DIAGRAMA NI> 330 Darmenón
tropezar el jugador cuando no do- Es por lo tanto obligatorio jugar o~ros muchos cuya enumeración se- JueC'an las negras
mina completamente la visión me- contra 2. D 4 T, A 2 e, como jugó ea- ~Ia prolija e inoficiosa. Pero en to-
diata del Juego. pablanca, pero a esto siguió 3. P 5 D, os los casos la característica mental Esta es una posición típica de una
El ejemplo que damos ahora tiene ganado el caballo. . es la. misma. N o se tienen en cuenta variante de la apertura Ruy López.
la.s Jugadas previas, y se cuenta en
un valor realmente excepcional, no Es éste un error mecánico. Mu- El negro acaba de entregar un caba-
por lo que significa, sino por cuanto chas veces se realizan en la apertu~a CIerto .momento una jugada que re- llo en 7 A R, que las blancas han
es uno de los errores históricamente jugadas partiendo de la base erro- Sulta Imposible o perjudicial. capturado con la dama, provocando
más extraordinarios de los tiempos nea de que se han ejecutado otras Daremos tres ejemplos de estos la amenaza de A 6 e, pues confían
modernos. movidas previas. En todo moment?, errores, pero nada podemos hacer en una bonita combinación de mate.
eapablanca, «the perfection in y con mayor intensidad en las pOSI- para colaborar a su desaparición Veamos: 1...... , A 6 C; 2. D X P +,
chess», como con enorme justicia fue ciones muy familiares, el jugador PUes esa tarea depende absoluta~ T X D; 3. T8R mate.
TRATADO GENFJiAL DE AJEDREZ 159
158 ROBERTO G. GRA U
Tres son las piezas que, armoni- DIAGRAMA N9 344
·elTlplos de co~binaciones qu~ he- 1. D X P +, +,
R X T; 2. T 3 T R 3 C;
eJ oS dado anterIormente, habra ób- y ahora 3. C 7 R sería mate, pero no
~rvado algunos mates en base de
zando su acción, engendran esa ame- Nerras: Zokertort
es posible jugar esto, por la situa-
naza: la dama, la torre de 1 R Y el ~a acción de un caballo en 7 R Y una ción del rey bajo los fuegos del alfil.
alfil de 3 C D. A esto se agrega la torre en la columna torre. El tercer mate es el de las dos to-
situación del alfil dama negro, que rres, que hemos visto en otros ejem-
al interrumpir la acción de las to- DIAGRAMA N9 345 +,
plos; se inicia así: 1. C 6 A P X C;
rres facilita la intromisión de la
torre en 8 R.
Negras: J. Krejcik +
2. P X P d, R1 T; 3. D X P T +.
R X T; Y ahora el mate final con
Bien; las negras jugaron en este la torre es imposible, por la misma
momento 1. ..... , A 7 T +, con do- acción del alfil.
ble intención. Las blancas creyeron Los análisis defectuosos son la
que sólo entrañaba el infantil lance fuente de infinidad de errores. El
de capturar la dama si seguía R X A, jugador, en su proceso mental de mi
Y jugaron eludiendo la pérdida de jugada, su respuesta, mi propia ré-
la dama con 2. R 1 A, aparente- plica, etc., a menudo no puede subs-
mente con la misma amenaza an- traerse a la posición actual, yno logra
terior. Blancas: Stelnlb fijar debidamente esas variaciones.
Ahora las negras entraron en la Al finalizar, el jugador no debe
aparente celada del blanco, y juga- lar de haber sido vivido el grave sólo fijarse en las' variaciones que
ron 2. . .... , A 6 C. Este, que ha visto error de análisis cometido. tengan las piezas básicas de la com-
que fundamentalmente la posición Las blancas están especulando con binación, sino en el mayor radio de
básica de sus' piezas agresivas no la posición .de la dama negra bajo Blancas: V. Holst acción que las del adversario logren
ha variado, jugó inmediatamente los fuegos indirectos de lSi dama por fuerza de los cambios de piezas.
3. DX P + ?, a lo que el negro con- blanca. Hay un peón entre medio, Para llegar a él, hemos visto en- En todos los casos, al considerar la
tinuó con T X D +, poniendo en eyi- pero este peón defiende a otro, de- tregar la dama y otras piezas (dia- primera jugada y la réplica, debe
dencia su segunda intención al jugar talle importante, pues las blancas, gramas 213 y 226). El blanco, que hacerse el siguiente raciocinio: Y
1. ..... , A i T +; colocar el rey en capturando este peón lo ganan, ya tiene en su subconcieucia fijas estas ahora, ¿cómo queda la posición? Una
la misma columna de la dama para que no es posible, aparentemente, si posiciones características, idea un vez fijada ésta, debe realizar la ju-
dar este jaque salvador. CXPAD, PXC, a causa de DXD. mate con esa base sin dar importan- gada que sigue y hacer el mismo
Este error, grosero aparentemeñte, Sólo un inconveniente tiene este cia al alfil adversario de 2 C D, por raciocinio, para evitar que las com-
es bastante común. Muchos jugado- plan para el análisis defectuoso de cuanto hay varias piezas que obstru- binaciones sufran entorpecimientos
res no reparan en las amenazas del Steinitz: la amenaza de T X T mate, Y~,n su acción y, teniendo la posi- inesperados por simples errores, no'
adversario ni en las pequeñas varia- después de D X D, Y entonces piensa Clon actual en la mente, no alcanza de combinación, sino materiales,
ciones de la posición, que a menudo que bien puede cambiar'primero las a ver que, una vez realizada la com- En muchas ocasiones un jugador
suelen ser -como en el presente torres, y juega así: 1. e X P A D ?, binación, el alfil le impedirá reali- intenta una combinación, confiada
caso- fundamentales. P X C; 2. T X T, C X T (si D X D, zar la jugada final, por la posición en que evita alguna seria Ilmenaza
Una simple alteración de jugadas seguiría T X A +, y luego P X D, del rey en la misma diagonal. adversaria por la ubicación de una
de apariencia intrascendente puede etc.); 3. D X D y ahora C X D. El Hay tres mates distintos que determinada pieza, sin recordar que
variar totalmente el curso de una error es a primera vista muy grueso, resultan imposibles~ Veamos: 1<» en cierto momento deberá usar esa
partida. A todas las jugadas del ad- pero se justifica. Steinitz ha especu- 1. C 7 R +, R 1 T; 2. D X P T +, pieza para complementar la combi-
versario hay que buscarles o atri-
buirles más de una intención. Hay
lado sobre la situación indefensa de
la dama adversaria y no se ha dado
f.r
~ D; Y ahora al intentar jugar
mate, el blanco observa que
nación, y la amenaza del adversario
será insalvable.
que desconfiar permanentemente de cuenta de que al cambiar las torres, esdta pieza está «clavada~ por el alfil Como antes hemos dicho, más vale
las amenazas muy aparentes, y re- el caballo pasaba' a defender la da- 1a versarta.
. Vuelve a ensayar otro de ver dos o tres jugadas bien, que ~eis o
analizarlas después de cada jugada. ma. No se ha preocupado de las ,:,a- os tentadores mates, y juega: 2<» siete en forma nebulosa y poco clara.
El que sigue es un error de per- riaciones que los cambios introdUJe-
sistencia de la posición: ron 'en la acción de las piezas.
La posición del diagrama corres- El ejemplo que ahora damos para
ponde a una partida disputada en- poner punto final a este tema, es de
tre dos notables maestros del siglo una magnífica claridad. El que haya
pasado, y tiene, por lo tanto, el va- seguido nuestros mates típicos Y 105
TRATADO GENERAL DE AJEDREZ
161
zas a fin de estimular su imaginación pos~t~vos, entendiendo por factores
y d~r agilidad a sus ideas. Es ésa una posItIVOS aquellos que dependen del
escuela donde aprenderá mucho; pero atacante. Para que el aficionado dis-
a la que, en su hora, deberá abando- crimine es.tos factores y distinga, en
nar para entrar a familiarizarse con el complejO concreto de la partida
estructuras de orden más elevado. los elementos constituyentes del ata~
Al invitarlo a que estudie y prac- que que constantemente, y bajo di-
tique ese juego con el fin de fami- versas formas, hacen sentir su fuer-
CAPÍTULO IV liarizarse con la combinación, y de za, es muy conveniente -y más que
desarrollar su capacidad de ver, que- conveniente necesario- que desde
OBSERVACIONES GENERALES A PROPOSITO DE LA remos ayudarle orientándolo en el buen principio aprenda a distinguir-
PARTIDA DE ATAQUE, QUE CONTRIBUIRAN A UNA laberinto de la combinación, expo- lo~ ?on claridad, para pasar luego a
niendo -en forma rudimental y
EFICAZ ACUMULACION DE EXPERIENCIA pre-estratégica- algunos principios
utllIzarlos y combinarlos entre sí en
sus propias partidas.
sobre la estructura de estas partidas
de tipo violento, principios que le En ~u principio; los ataques de
este tlpo aparecen como una serie
A lo largo de este tratado iremos 2~ En ella, la coordinación de 1as aclararán un poco el juego y le per-
viendo cómo las partidas de aj edrez jugadas entre sí se revela de la más mitirán desenvolverse con mayor se- de maniobras absolutamente parti-
pueden clasificarse, por sus caracte- guridad y localizar sus intenciones, culares y de carácter concreto di-
evidente manera, y a veces de la
rísticas, en categorías muy distintas más sorprendente forma, enseflan- sus aciertos y sus errores, lo que se fícilmente reductibles a elem~ntos
entre sí. Estas categorías no son mu- do: a) cuánto deben vigilarse los traducirá en una más efectiva acu- constantes. Cada partida aparece co-
chas y se distinguen porque a cada planes adversarios, y b) cuánto de- mulación de su experiencia. mo una cosa del todo particular y el
una responde una estructura dis- ben calcularse las consecuencias -de Todas estas partidas se señalan ataque se muestra como una serie
tinta del juego, perfectamente de- las jugadas propias. Lo que, en resu- por una nerviosa búsqueda del mate de movimientos que tienen valor por
terminable. men, dice que hemos juzgado que que se obtiene por un ataque violen~ la particular posición de la partida,
En las páginas anteriores nos he- esa estructura de partida es la más to contra el rey enemigo. Pero a este y en su curso se observa una tal
mos esforzado por familiarizar al adecuada para despertar y desarro- rey enemigo se lo encuentra empla- unidad, que parece pueril su división
lector con el proceso subjetivo del llar la visión mediata del juego, en zado a veces en su casilla inicial, y en partes o elementosconstcitutivos.
juego de combinación. Los proble- la cual, como hemos dicho y repe- otras, en el costadQ de rey en el que El ataque sería, así, cosa librada pu-
mas objetivos de la combinación no tido, se asienta en definitiva la ver- se halla enrocado. Esta circunstancia raJ?ente al talento y a la capacidad
han podido ser tratados aquí por dadera fuerza del jugador. divide los ataques de este género «Visual}> de cada cual; una crea~ión
cuanto constituyen un capítulo im- Realmente, las partidas que hemos en dos tipos distintos: uno, primero, e~pontallea sobre la que no es po-
portante de la estrategia, y nosotros visto pertenecen a dos órdenes dis- es ataque sobre el rey, sin enrocar; slble-y hasta sería perjudicial-
nos movemos, por ahora, en terre- tintos. Hay partidas en que el ata- otro, ataque sobre él enroque. establecer principios generales.
nos que son previos a la estrategia. que violento y las combinaciones El. primer caso lo vemos en las La e:xperiencia muestra, por lo
Pero al elegir los ejemplos, y al audaces se han producido normal- partldas NI? 15 a NI? 83. El segundo, contrarlo, que si bien cada partida
acumularlos, hemos puesto al aficio·· mente, como consecuencia de los en las partidas NI? 84 a NQ 114. d~ este tipo es distinta y, por lo
nado en contacto con una estructu- errores adversarios; pero en general Veamos atnbos separadamente. mlsmo, reveladora de un particular
¡;a peculiar de juego, evitando la son partidas de ataques prematuros talento, y una especial capacidad de
introducción de ejemplos de otras que sólo han tenido éxito por la combinación, hay en el fondo factores
estructuras. L') hemos puesto, así, falta de precisión con que han sido que se repiten constantemente y que
replicados. ATAQUES SOBRE EL REY SIN prestan a estas partidas gran pareci-
frente a una determinada categoría
de partidas y -además- cate¡:roría Son expresión de una concepcién ENROCAR do entre sí. Cuando se ven las co-
de partidas de tipo absolutamente algo primitiva del juego, y adolecen sas desde este ángulo, el talento del
ELEQMENTOS POSITIVOS DEL ATA-
en desuso. Hemos tenido para ello de una suerte de fiebre de ataque Y ajedrecista aparece en la combina-
UE DE ESTE TIPO. NECESIDAD
varias razones. combinación. Ese espíritu informa ción de esos factore~ yen su manejo;
DE SU DISCRIMINACION
1~ Juzgamos que esta estructura miles y miles de partidas, algunaS ~er? a~n en esto mlsmo, con algunas
de partida es la más adecuada para de ellas de profundo méritlJ, y el lImitaCIOnes. En efecto, las partidas
familiarizar al aficionado con el fin princiniante hará bien en cultivar carLos
t· ataque s so b re e1 rey SIn
. enro-
de ataque contra el rey sin enrocar
del juego, y cómo se procede para ese estilo -aunque esté hoy en deS- rnas ~;~en, en general, ciertas for- se parecen también por la apertura,
obtener el triunfo. prestigio- en la medida de sus fuer- depen~lCr' y el éxi to o el fracaso y una apertura no es solamente e]
e e estos factores directos y mero desarrollo de las piezas, sino la
162 ROBERTO G. GRAU TRATADO GENERAL DE AJEDREZ 163
elección de ciertas bases de ataque y encarecemos el fiel cumplimien_ 49 Acción de lús peones centrales, .F ACTORES POSITIVOS I,NDIRECTOS
DEL ATAQUE
y defensa que prestarán a la partida to de esta parte de nuestros ejer- ', particularmente de uno que
una fisonomía propia, fisonomía que 11 ma:;
cicios y pedimos especialmente a se ubica en 7 A R: . ' De esos tres factor:es negativos del
depende del hecho de que con ella quienes deseen progresar de veras Véanse las partIoas nums.: 26, 31, ataque se derivan tres nuevos 'fac-
encauzamos n u e s t r a s posibilidades que no omitan repasar una partid~ 32 38, 39, 52, 72, 81. tores positivos. Ya que el éxito del
de ataque por ciertas determinadas porque juzguen conocerla bastante. 59 Acción de l.as torres o ~ama en ataque depende de determinadas de-
vías de las que, en general, es per- Difícilmente se conoce bastante una las líneas abiertas, sobre toao cuan- ficiencias de la posición del atacado,
judicial apartarse. partida de aj edrez. Además, este re- do éstas son A R,.R o ~. . será de buena estrategia operar para
Con esto decimos que si en toda paso analítico de las partidas, con Véanse las partldas nums.: 10, 11, producir en el juego enemigo esas
partida hay algo puramente particu- disección de sus elementos consti- 1? 16 25 29 30, 32, 33, 35, 36, 38,
__ , , , 1 deficiencias, y tenemos así que:
lar y propio de ella y que depende tutivos, forma parte integrante de 39, 40, 41, 42, 44, 45, 46, 47, 48, 49, 50, 1 9 ~ veces el atacante opera sutil-
íntegramente del talento del juga- nuestros ejercicios, como más ade- 51 52 53, 54, 55,.56, 57, 59, 61, 62, 65, mente para entor'?ecer el desarrollo
dor, de su órgano subjetivo, hay lante se verá, y tiende especialmente 67: 68,
69, 70, 71, 72, 73, 75, 78, 81. del adversario.
también factores generales que se a echar las bases para la construc. 69 Esta acción a veces se trans- Véanse partidas núms.: 18, 23, 29,
repiten, combinados de diversas ma- ción del juicio ajedrecístico, que es forma en acción de una torre o dama 38, 45, 57, 65, 66, 7Q,'i'l, 75, 76, t/8, 82.
neras, en todas ellas. De estos facto- condición esencial para obtener la en la 8iJ línea.
Véanse las partidas núms.: 10, 40, 29 Otras opera para desalojar el
res y de su combinación dependen pericia en nuestr<? juego y una eficaz caballo de 3 A R, para luego atacar.
el triunfo y la derrota. Siendo tal preparación para la comprensión de 41, 44, 45, 46, 47, 48, 49, 50, 51, 52,
53, 54, 57, 68, 69, 70, 71, 72. Véanse partidas núms.: 24, 26, 27,
su importancia queremos, desde ya, su estrategia. 31, 32, 43, 44, 46, 56, 72, 73, 79.
mostrarlos a los aficionados, capaci- 39 En otras el atacante evita el
tándolos para que distingan y sigan ENUNCIACION DE LOS ELEMENTOS ELEMENTOS NEGATIVOS O - O adversario, generalmente en-
la influencia particular de cada uno EN QUE FINCA LA FUERZA DE DEL ATAQUE tregando una pieza por el PAR o
de ellos en las cien partidas ilustra- LOS ATAQUES SOBRE EL REY
SIN ENROCAR con A3T D.
tivas que hemos dado. Pero, además de estos Jactores que, V éanse partidas núms.: 20, 21, 22,
El aficionado debe proceder aSÍ: como se ha visto, dependen de la ~,~~,3~~,~,~,~.~,~
Elementos positivos directos
tras la cuidadosa lectura y fijación disposición del juego del atacante, 55, 56, 60, 61, 66, 68, '71, 73, 78, 79,
en la memoria de cada uno de los (Dependientes del atacante) intervienen también factores clara- 80, 81, 82, 83.
elementos constitutivos de ataques, mente determinables y que dependen Además de estos factores, el ata~
debe repasar todas las partidas in- de la posición del juego del atacado. que puede implicar tres maniobras
19 Dominio del punto 7 A R con Los llamamos los factores negativos
dicadas, en las cuales debe seguir, el alfil actuando en la diagonal especiales:
jugada por jugada, y COn la máxima del ataque,y son principalmente tres.
2 T D - 8 e R y generalmente situado 19 Generalmente el atacado está 19 A veces el ataque determina un
atención, las vicisitudes e influencia en 4 A D. A veces colabora la dama viaje del rey atacado hacia el lado
que ese elemento desarrolla en la mal desarrollado.
desde 3 e D. rey (generalmente hacia la columna
partida. Algunas partidas deberá, se- Véanse partidas núms.: 7, 8, 9, 10, T R) donde recibe el mate.
gún eso, repasarlas cuatro, cinco o Véanse las partidas núms.: 5, 6, 7, 11, 12, 15, 16, 18,23, 28, 29,31, 37, 38, Véanse partidas núms.: 43, 55, 56,
seis veces; pero en cada caso su 8, 16, 17, 19, 20, 21, 22, 24, 31, 32, 33, ~,G,~,4~~,~,m,M,~,~,~, 57, 58, 59, 60, 61, 62, 63, 64, 65, 66,
atención preferente debe concen- 35, 39, 40, 42, .44, 45, 49, 55, 56, 58, 61, 66, 67, 68, 71, 75, 76, 78, 80, 82. 67, 68, 69, 70, 71, 72.
trarse en un factor distinto, que unas 68, 72, 74, 75, 78, 79, 80, 81, 82. 29 Falta del e R en 3 A R, pues 29 Otras veces se produce ese via-
veces será, por ejemplo, la observa- 29 Dominio de la diagonal 5 T R - este caballo, ah'¿ ubicado, suele pa- je hacia el centro del tablero.
ción de la influencia que ejerce un 8 R, generalmente ejercido por la ro,r todos los ataques prematuros Véanse partidas núIr'..s.: 24, 25, 26,
alfil en la diagonal 2 T D - 8 e R; dama atacante desde 5 T. contra el rey. 27, 76, 77, 79.
otra, la observación de cómo se abre
v se usufructúa una columna abierta
Véanse partidas núms.: 8, 9, 15;- Véanse partidas núms.: 15, 16, 31, 39 Otras hacia el lado de dama.
27, 28, 40, 43, 45, 55, 59, 62, 77, 80. 41, 43, 45, 46, 59 60 74 75 80 Véanse partidas núms.: 73, 74, 75,
~obre el rey; otra, la observación de de3: ~r:, todos l~s ~asds f~rta' -por 78, 80, 81, 82, 83.
las maniobras para eliminar el ca- 39 Acción de los caballos y alfiles
sobre el centro del tablero. Impor- ftntcton de este tipo de ataque- Finalmente, tenemos algo que en-
ballo enemigo de 3 A R; otra, la ob- el enroque; pero en muchos casos seña con qué cuidado y precisión es
servación de la influencia que ejerce tancia de su agilidad.
esta falta se debe a una omisión del menester llevar el ataque, y es que:
la rapidez del ataque, etc., etc. Re- Véanse partidas núms.: 6, 11, 12, atacado Ataques prematuros, inoportunos
pasará, así, seis veces una partida;
pero, de esta manera, recibirá seis
16, 17, 19, 23, 24, 27, 28, 29,
34, 36, 37, 38, 39, 43, 44, 45,
31,
46,
32,
49,
59:~:n~e partidas núms.: 30, 32, o mal llevados suelen dar origen a
contraataques ganadores.
enseñanzas distintas. 54, 61, 65, 73, 74, 76, 77, 80, 81, 82.
164 ROBERTO G. GRAU
TRATADO GENERAL DE AJEDREZ 165
Véanse partidas núms.: 16, 18, 39, Conocemos ya los factores que en to 7 A' tener los caballos en 19 desarrollar rápidamente sus
45, 46, 48, 52, 56, 57, 58, 59, 65, 68, general determinan el éxito o el fra.
e~ P~~ción de trasladarse rápida- piezas, y
70, 73, 77, 78. caso en el período de la lucha. De disP t hacia el rey enemigo; tener 29 ubicar y sostener un caballo en
ese conocimiento se obtienen vaHo. Jlle~ ~res dispuestas a tomar rápida- 3 A R, meditando bien sobre las
COMO ESTOS ELEMENTOS DEL
sas sugestiones para la apertura del
juego, ya que ésta es preparación
la:n~e las columnas ab~ertas,. ':f a ~a amenazas contrarias y desconfiando
ATAQUE CONDICIONAN LA ESTRUC- Jll a dispuesta a una mcurSlon ra- de los presentes que nos haga para
para la lucha, sugestiones que se d ~; sobre el rey. y si los cuatro invitarnos a retirarlo.
TURA DEL JUEGO Y ESPECIAL- derivan de esta regla general:
MENTE LA APERTURA DEL JUEGO pI ~ejos sobre la preparación del Debe, además, tratar dE: instalar el
La apertura del juego debe- estar c~nque exigen rapidez, es porque el peón de la dama en 4 D y preparar
Hemos visto los factores a que determinada por los factores que a t:que vive de ella y sólo por ella un oportuno enroque.
suele deberse el triunfo y la derrota decidirán la lucha en el medio juego. :e torna posible. Si el negro medita bien sus juga-
en las partidas de aj edrez que en- En efecto, el ataque prevalece das puede hacer todo esto fácilmen-
De esta regla se obtienen algunos
cuadran en esta estructura. Vamos siempre por la rapidez con que es te, cumpliendo todos sus planes con
interesantes consejos que deben ser
ahora a sacar algunas consecuencias
bien recordados. ejecutado. El se~reto. ~e to~? ataque comodidad. Esos planes sólo pueden
que de ello se derivan. está en que su eJecuclOn eXIJa menos ser malogrados por una entrega rá-
Ante todo. cabe distinguir en el tiempo o jugadas q~~ su .~ef~nsa. pida en 7A (sea AXPA o CXPA);
juego dos fases distintas: CONSEJOS PARA LA APERTURA De ahí que su conducclOn eXIJ'a Slem- pero ambas entregas son insuficien-
1'1- Las jugadas iniciales, en que DEL JUEGO pre que no se pierda un tiempo (es tes si las piezas blancas no están
el ataque aun no se ha formado, y decir, que no se desaproveche una bien ubicadas para el ataque, yeso
en las que se inicia la disposición de 19 Hay que procurar ubicar rápi- movida efectuando una jugada inne- requiere tiempos. Lo esencial es que
las piezas; y, damente un alfil en 4 A D, apuntan- cesaría), pues un tiempo, en casi el negro no desaproveche esos tiem-
2'1- Las com binaciones de que re- do al peón de 7 A enemigo, que, en todós los casos, sería lo suficiente pos y juegue atendiendo a la segu-
sulta el mate. este tipo de partidas, es el corazón para paralizar el ataque. ridad de su rey.
Más tarde veremos que el esquema del juego. Sobre el valor del tiempo en el Además, el negro debe prestar
más común de una partida de aje- 29 Los caballos deben colocarse ataque véanse y estúdiense cuidado- mucha atención hacia la apertura de
drez consta de tres partes, a saber: preferentemente en 3 A D y 3 A R, samente las partidas núms.: 16, 17, las columnas A R o R, y al punto
Apertura, Medio Juego, y Final; pues en esas posiciones pueden mo- 18, 22, 26, 28, 32, 39, 44, 46, 47, 49, 5 T R, posición preponderante, don-
pero en las partidas que ahora nos vilizarse rápidamente sobre el rey. 50, 51, 57, 59 Y 68. de suele ubicarse la dama.
ocupan se ofrecen dos fases solamen· El alfil dama se mueve generalmen- Con ellas el aficionado aprenderá Conviene, finalmente, que al di s-
te, pues carecen de final. Desde lue- te en la diagonal original. En muchas mucho, ya que nosotros, por ahora, poner sus defensas lo haga de modo
go muchas partidas de ataque de ocasiones va a 5 C R y se cambia por no podemos ahondar este tema por que sus piezas puedan fácilmente ir
este tipo acaban por definirse en el el caballo, y en otras entra decisiva- sus grandes dificultades. A su hora al ataque, pues si el blanco conduce
final; pero este resultado se produce mente en 6 T o en 6 A R. lo tocaremos, y por cierto constituirá mal el suyo, o pierde tiempo en
por una gravitación del juego y a 39 Conviene dar movilidad a las el más importante capítulo cuando jugadas innocuas, el contraataque
pesar de la voluntad de los jugado- torres, de modo que rápidamente tratemos de ataques. negro puede ser irresistible. Pero
res. En esos casos lo que realmente puedan ocupar las columnas abier- estos contraataques sólo deben em-
pasa es que la partida sufre una tas que se produzcan. .
transformación y se reduce a posi- 49 Conviene preparar y tener dIS- PUNTO DE VISTA DE LA DEFENSA prenderse después de un maduro
EN ESTOS ATAQUES examen.
ciones típicas de otros esquemas de ponible una rápida incursión de la
partidas, bien distintos al esquema a dama a 3 A R o 5 T R, o, a veces, Si el aficionado desea abrir sus
que, inicialmente, pertenecía. En En estas partidas el atacante es, juegos con corrección y estudiar algo
a 3CD. g.eneralmente, el blanco, pues como
realidad la partida ideal, típica re- Estos cuatro consejos son a mane- de aperturas puede hacerlo en este
presentante de esa concepción del ra de principios que deben regir ~as
t~ene la salida, tiene una jugada (o lugar, recomendándole el estudio de
juego, no da lugar al final. La lucha tIempo) de ventaja y puede ofender los Gambitos del Rey, y sobre todo
primeras jugadas del aficionadoprm-
se decide por ataque o por contra- antes. Este ataque blanco prospera del Giuoco Piano (con el Gambito
cipiante. Pero estos consejos tienen generalmente:
ataque en el medio juego, y la par- además una virtud, que es la de po- Evans) y del Gambito Escocés y
tida consta, por lo tanto, solamente 1? por la ausencia de un caballo Apertura Ponziano, y Berlinesa, no
ner de relieve un factor nuevo, que negro en 3 A R y
de apertura y medio juego, es decir, conviniendo, para su progreso, que
· 2°. por la falta' de, desarrollo de las
no hemos considerado como elemen-
un período en que se disponen las to de ataque, y que, en ellos, está pretenda conocer aperturas de índo-
P1ezas negras. le mucho más compleja o que res-
piezas para la lucha, y el período de implícito. Nos referimos a la rapidez.
la lucha propiamente dicha. Es menester vulnerar rápidamente d Lbue go el punto de vista del negro pondan a estructuras de juego que
e e ser: aún no conoce.
166 ROBER.TO G. GRAU TRATADO GENERAL DE AJEDREZ 167
Cuando estudiemos estrategia vol- Mejor dicho, hay factores que Son 39 El caballo de 5 e vulnera pun- Ver partidas núms.: 13, 84, 85, 86,
veremos sobre todo lo aquí hablado; éstos: muy delicados del enroque. 87,88,89,90,91,93,94,95,97,98,100,
pero entonces estudiaremos y nos La rapidez. tOver partidas núms.: 86, 90, 94, 96, 103, 104, 105, 107, 108, 109, 110, 112.
ocuparemos del «modus operandh La preparación de las líneas 97 103, 104, 106, 113. 29 El mal. desarrollo favorece los
de todos los factores que aquí sola- abiertas. ~9 Un factor que suele ser decisivo a.taques del adversario.
mente hemos enunciado. Pero recor-
damos a los aficionados que, para
que aquellas enseñanzas que enton-
La acción de las torres y damas
por ellas.
La acción del alfil de 4 A D.
e: estos ataques es el A D ubicado
6T (en otras ocasiones, en 6AR).
e Ver partidas núms.: 92,97,106,107.
Ver partidas núms.: 14, 84, 85, 88,
94, 101, 106, 108.
39 El atacante suele escoger como
ces daremos rindan su máximo bene- La acción de la dama de 5 T R. 59 Otras veces este alfil acciona punto directo de ataque cualquiera
ficio, es menester que el principian- La eliminación del C 3 A R. en la gran diagonal, generalmente de los peones del O - O, según la
te d,iferencie desde ya claramente Sólo que sufren,¡.m cambio de va-
los elementos del ataque, y trate, lor por razón del enroque adversa- desde 2 e D. debilidad que en cada partida pue-
Ver partidas núms.: 86, 91, 105. den ofrecer. El preferido s'uele ser
por su criterio, por sus particulares rio y, además, se les suman factores el P de 7 T R.
estudios y por propia práctica, de nuevos. 69 También suele ser decisiva la
ver cómo se manejan; para lo cual El cambio de valor es más o me- acción de un peón que se ubica en Ver partidas núms.: 13, 84, 85, 86,
debería repasar repetidas veces las nos el siguiente: 6CR. 93, 94, 97, 103, 104, 105, 109.
partidas que hemos dado, conside- El alfil de 4 A D disminuye un Ver partidas núms.: 87, 88. 49 Otras veces el 'atacante concen-
rándolas no sólo desde los puntos de poco su valor directo y lo gana el 79 Muchos ataques :c.e lanzan por tra sus esfuerzos sobre el punto 7CR.
vista que nosotros hemos señalado, caballo de 3 A R. El alfil de rey columnas abiertas. A veces por la Ver partidas núms.: 13, 95, 106,
sino también desde cualquier otro suele ubicarse en 3 D. La apertura columna T R. 107, 110, 112.
que sea, a su juicio, interesante, por de columnas debe desplazarse hacia Ver partidas núms.: 13, 84, 85, 87,
5<'>- Otras veces ataca simultánea-
ej.: analizando cómo se desarrolla el las de e R y T R, y los peones de 88, 90, 93, 97, 98, 100, 105. mente los puntos 7 e R y 7 T R.
blanco en las 8 primeras jugadas, o C R y T R pueden llegar a ser ele- 89 Otras por la columna C R.
bien, repasando todas las partidas mentos de ataque muy valiosos. Ver partidas núms.: 13, 86, 93, 97,
Ver partidas núms.: 13, 92, 100, 105, 106, 107, 109, 112.
de una apertura, u otra forma que Pero conviene observar cuidadosa- 108, 110.
crea útil a sus fines. En las conclu- mente el valor que estos factores ad- 69 En otras ocasiones el ataque se
99 Otras (aunque menos) por la dirige al punto 7 A R.
siones que saque el aficionado apren- quieren en las partidas en que el rey columna A R.
derá mucho. También se equivocará atacado se halla enrocado. Pasaremos Ver partidas núms.: 14, 87, 88, 89,
Ver partidas núms.: 94, 100, 101,
mucho; pero el verdadero beneficio revista a los elementos del ataque y 102, 113. 90, 94, 107, 108, 113.
que obtendrá es a )render a discri- la defensa en estos casos, recomen- 79 Muchos de estos ataques son
minar bien los factores de un ata- dando nuevamente al aficionado que 109 La acción de las torres se ejer-
ce a veces por su actuación en la posibles porque el O - O del ata-
que y una defensa, de modo que las no dej e de repasar las partidas en cado ha sido prematuro.
enseñanzas futuras se podrán enfo- la forma requerida por este estudio. 8(1 línea.
car sobre elementos ya conocidos e Ver partidas núms.: 88,89, 96, 102, Ver partidas núms.: 87, 90, 96.
incorporados a la ideación del afi- 107, 110.
FACTORES DEL ATAQUE Y DE
cionado, lo que permitirá que las LA DEFENSA ESTANDO EL REY 119 El alfil del rey acciona a me-
observaciones estratégicas no sean ATACADO ENROCADO EN nudo en la diagonal 1 C D - 7 T R, FACTORES INDIRECTOS
meros conocimientos racionales, sino EL FLANCO DEL REY
muchas veces desde 3 D. DEL ATAQUE
conocimientos vivos, actuantes y, Ver partidas núms.: 86, 93, 103,
por lo mismo, fácilmente incorpo- 104, 105, 109, 111 .
Factores positivos direct()s 19 Preparando un ataque (o para
rables a la práctica del jugador.
(que dependen del atacante) darle fuerza) el atacante a veces
Factores negativos del ataque opera para eliminar el C de 3 A R.
ATAQUES SOBRE EL REY 19 El alfil de 4 A D ejerce una Ver partidas núms.: 92, 106, 107,
acción muy poderosa. (que dependen de la mala coloca- 110, 111, 113.
ENROCADO
ción del atacado)
Ver partidas núms.: 87, 88, 89, 90, 29 Otras veces dirige su acción
Los principios fundamentales que previa a desorganizar los peones del
deben regir las aperturas ofensivas 94, 95, 96, 97, 98, 102, 112, 113.
29 La dama de 5 T es la clave de ca19 Es una considerable debilidad enroque.
en las partidas que se definen por "".releer del C en 3 A R. Este caballo Ver partidas núms.: 86, 87, 88, 92,
ataque al rey sin enrocar valen tam- muchos ataques. ~",e e P
ata ara l'tzar el mayor número de 98, 100,"-lJ01, 105, 106, 107, 108, 109,
bién para los casos en que el rey Ver partidas núms.: 84, 85, 90, 93, ques contra el O-O. 110, 111, 112.
se ha enrocado corto. 97,101,104,105,106,107,111,112,113.
168 ROBERTO G. GRAU TRATADO GENERAL DE AJEDREZ 169
DIAGRAMA NQ 347
OTROS FACTORES binados con un caballo en 3 A R só. [AS SOBRE LA APERTURA DE
lidamente defendido, y teniendo las ~ LOS JUEGOS
Ataques prematuros, mal llevados torres unidas en la primera línea
o insuficientes suelen p1'Ovocar con- para evitar las entradas de torre~ De los consejos que hemos dado
traataques ganadores. enemigas en la 8<.1 columna. bre la apertura
so'va
del juego se de-
Ver partidas núms.: 87, 94, 97, 98, que, en las "prImeras Juga d as,
El atacado debe vigilar mucho en
102, 108, 114. los casos en que el contrario empiece debe tenderse a o b
rI t' .
ene~ posIcIOn~s
determinadas, a la vez bIen defenSI-
A menudo el mate se produce tras a acumular piezas sobre el enroque vas y potencialmente ofensivas. Para
un viaje del rey provocado por una y en aquellos casos en que hay co~ mayor claridad al respecto, acompa-
serie de jaques. lumnas o diagonales abiertas sobre ñamos una serie de posiciones idea-
Ver partidas núms.:. 93, 104, 106, él. En esas circunstancias conviene les 1M que conviene que los aficio-
111, 112, 113, 114. estar alerta y disponer las piezas de nados recuerden, pues constituyen
modo que puedan acudir prestamen- estructuras sanas, bien equilibradas.
te a defender el rey; y, sobre todo La mezcla de esos factores consti-
* tratar de oponerse a que el adversa~ tuye una apertura bien construida;
rió tome el control de esas colum- pero si no está de más tender a DIAGRAMA NQ 348
nas o diagonales cuyo dominio debe construir una estructura de juego
Como se ve, los ataques contra el ser disputado.
enroque corto presentan un número con esas bases, conviene también re-
de elementos mucho más elevado Hay que dudar mucho asimismo cordar que no debe prestárseles una
qúe los ataques contra el rey sin y por esa misma razón, de lanzars~ adhesión absoluta. Deben grabarse
enrocar. El estudio de todos ellos a la ganancia de material si eso se bien esas posiciones en la memoria
permitirá mayor desenvoltura y se- produce a condición de alejar' las y tratar de construirlas siempre que
guridad en el ataque; pero conviene piezas del lugar en que se cierne el el análisis demuestre que las jugadas
recordar bien el siguiente consejo ataque de nuestro adversario. requeridas para ello son naturales, y
general: antes de iniciar cualquier siempre que no se hayan producido
ataque a fondo sobre el enroque es errores del adversario que permitan
LA APERTURA DEL JUEGO Y LOS jugadas más efectivas.
necesario considerar bien las conse-
ELEMENTOS DE ESTOS ATAQUES
cuencias, especialmente cuando la
prosecución de tal ataque exija sa- BUENAS ESTRUCTURAS QUE PUEDE
crificios o el avance de los peones Los elementos fundamentales de
los ataques sobre el enroque corto ADOPTAR EL BLANCO EN
que protegen a nuestro propio rey, SUS APERTURAS
pues en más de una ocasión estos no implican nada nuevo sobre la Conviene que, juntamente con
ataques no prosperan y al final de apertura del juego. Para estos ata- esta posición, se combine 'una dis-
ques vale la organización propia de Disposiciones excelentes de los posición de las piezas menores, del
ellos el atacante se encuentra con peones y piezas mayores
que no sólo no ha conseguido nada los ataques contra el rey sin enro- tipo de las que siguen:
efectivo, sino que sus defensas se car. El fundamento de la posibilidad DIAGRAMA NQ 346 DIAGRAMA NQ 349
hallan tan vulneradas que no po- de unos y otros es, en último análi-
drán resistir, si son atacadas, o bien sis, el mismo, a saber: la disposición
se encuentra con que ha perdido el más ventajosa de las piezas, que per-
ataque y con él la pieza o piezas mite movilizar las propias fuerzas
sacrificadas. sobre el rey en menos tiempo que el
necesario para que acuda la defensa.
Luego, tanto en uno como en otro
PUNTO DE VISTA DE LA DEFENSA caso hay que ubicar las piezas de
EN LOS ATAQUES SOBRE EL modo que no se molesten entre sí y
ENROQUE CORTO que tengan el máximo de movilidad,
principio al que responden las po-
La mejor defensa del rey enrocado siciones que hemos indicado al tra-
está constituÍda por los trETs peoues tar de las aperturas en las partidas
del enroque (P T, P C y P A), colo- de ataque que se realizan sobre el
cados en sus casillas originales, com- rey sin enrocar.
170 RÓBERTO G. GRA U TRATADO GENEaAL DE AJEDREZ 171
DIAGRAMA N9 350 DIAGRAMA N9 353 DIAGRAMA N9 356 DIAGRAMA N9 359
DIAGRAMA N9 360
CA?ÍTULO V
diante una serie de diagramas co- El mínimo de agilidad de la dama tablero, domina el mismo número de
mentados trataremos de hacer clara es de 21 casillas, y el máximo de 27. casillas. Ubicada en cualquier cua-
al aficionado la razón fundamental Es decir, que nunca disminuye en dro, su acción se ejerce sobre la ho-
de esos valores dispar~, y se verá porcentaje apreciable su radio de rizontal y la perpendicular, y en esta
que los mismos están regidos por efectividad, lo que da fuerza a su forma son catorce las casillas domi-
una lógica absoluta. extraordinaria importancia en el nadas por esa pieza en todos los casos.
transcurso de la partida. (De más está decir que no entramos
a considerar la obstrucción de las
EL REY DIAGRAMA N9 366
demás piezas sobre esta movilidad).
El rey, como antes hemos expli- EL ALFIL
cado, sólo puede moverse un paso,
pero en cualquier dirección del ta- El alfil es una pieza que varía en
blero. En esta forma su movilidad notable forma su agilidad de acuer-
se reduce cuando está en un ángulo, do con la casilla en donde se en-
por cuanto se priva de los movi- cuentra ubicada. No obstante, su ac-
mientos hacia atrás y hacia uno de ción es grande y supera en mucho
El diagrama anterior señala con en algunas ocasiones al caballo, pero
los costados. Ejemplo: puntos las casillas donde el rey pue- su diferencia potencial no es mucha,
de ir. Se observará que las negras por la importante razón de que,
DIAGRAMA N9 364 pueden realizar con su rey, además como siempre se mueve en una dia-
de los cinco movimientos usuales de gonal del mismo color, sólo puede
la banda, otro más, ya que al poder actuar en 32 de las 64 casillas del
enrocarse en el flanco dama, pueden tablero, y esta limitación de su gran
ubicar también su rey en 1 A D, lo dinamismo hace que prácticamente
que aumenta la agilidad del mismo. En el diagrama anterior se· ve a
no brinde durante el transcurso de.
Las blancas aún disponen de un la dama blanca ocupando una casilla la partida muchos mayores benefi-
movimiento más, ya que pueden en- central desde la cual irradia su ac-
cios que el caballo, cuya agilidad
rocarse en cualquiera de ambos flan- ción a 27 escaques del tablero. En
cambio, la dama negra, desde 1 T R estudiaremos más adelante.
cos, lo que aumenta a siete casillas El alfil puede dominar, según sus
su agilidad. No obstante, éstas son vulnera sólo 21 casillas. '
situaciones, siete escaques, nueve,
dos excepciones a la regla general, once o trece, que es el máximo de
ya que es un recurso que sólo puede LA TORRE agilidad de que dispone. Eh el dia-
presentarse una vez en el transcurso
de cada partida y no debe conside- grama que más adelante damos se
La t.orre es la única pieza que, podrá observar claramente lo que
rarse como permanente. cualqUIera que sea SU situación en el decimos.
Puede afirmarse, pues, que el rey
Observando el diagrama se verá tiene tres graduaciones de agilidad: DIAGRAMA N9 367 DIAGRAMA N9 368
que en el ángulo el rey dispone de tres movimientos, cinco y ocho.
tres casillas, en la banda de cinco,
y en las demás situaciones del ta-
blero, de ocho casillas. Sabemos, LA DAMA
puer., que el rey tiene una agilidad
mínima de tres casillas y una má- Es ésta la pieza más ágil del ta-
xima de ocho casillas. blero y es por dicha razón la que
El rey, al igual que el peón, por más vale. Ya antes hemos explicado
disponer de algunos movimientos el alcance de sus movimientos, y po-
excepcionales puede, en determina- niéndola sobre un tablero sin piezas
dos casos, tener seis y hasta siete se puede observar el enorme radi~
cuadros para moverse, aun estando de acción de esta pieza que cas1
en la banda, y es cuando dispone abarca la mitad de los cuadros del
del recurso de enrocarse. Veamos: tablero en algunas posiciones.
TRATADO GENERAL DE AJEDREZ 181
180 ROBERTO G. GRAU frece la marcha del peón, siempre den una serie de cosas simples, pero
En el diagrama anterior señala- Como se ve por el diagrama que ~e acuerdo con la situación de las necesarias de señalar para que el
mos dos posiciones distintas del alfil. antecede, el caballo es la pieza que 'ezas adversarias en el tablero. El aficionado pueda realmente avalo-
La una le brinda el máximo de radio en forma más notable cambia de va- ~n de 2 T D puede jugar en dos rar cuándo ha ganado material y
de acción y la otra el mínimo. Tam- lor, y su agilidad en algunos casos formas, ya a 3 T o a 4 T, de acuerdo cuándo ha perdido material.
bién podría agregarse un alfil en puede reducirse en un setenta y con la opción ~ue es .patrimonio del Fácil es advertir, por ejemplo, que
5 A, por ejemplo, desde donde actúa cinco por ciento. peón en la pnmera Jugada. si un jugador captura dos alfiles a
en once casillas, y otro en 2 C, desde El peón de 7 A D tiene dos opcio- cambio de uno, ha hecho un magní-
donde solamente actúa sobre nueve EL PEON nes: avanzar a 8 A, o tomar el caI;a- fico negocio, pero hay otro tipo de
cuadros. 110 de 8 C, en ambos casos coronan- cambios o de ganancias y pérdidas
Se observará que esta pieza, tanto El peón es, junto con el alfil, la dose dama, o pidiendo ya una torre, de material, un tanto más complejos,
en un ángulo como en cualquier ca- única pieza que no puede separarse un alfil, o un caballo. Es decir que, que nos apresuraremos a señalar
silla de la banda, sólo domina siete del sendero que tiene asignado. Su a las posibilidades de sus dos movi- para poder luego comentar los as-
casillas y que su radio de acción acción no puede llegar a muchas mientos, se agrega el importante pectos característicos de las ganan-:
aumenta a medida que se aproxima de las casillas del tablero, y al no detalle táctico de que puede pedir cias de piezas y mostrar cómo casi
al centro del tablero. poder retroceder, su radio de agili- cualquiera de las piezas de su pro- todos ellas responden a ideas estra-
dad resulta peql.leño. Lo usual es pio bando, sin ser, como antes hemos tégicas fáciles de especificar y de
que sólo puede disponer de dos cua- dicho, rey ni qued~r en peón. comprender.
EL CABALLO dros al iniciar su marcha, y de uno El peón de 2 D tiene tres opciones, De más está decir que todo está
en los demás casos, pero como cap- en cambio. Puede avanzar a 3 D, a supeditado al valor estratégico, por
Es el caballo la pieza que mayores tura de distinta manera de la que 4 D, o también capturar el pe0n de cuanto hemos visto cómo a menudo
cambios ofrece en su agilidad, de camina, puede llegar en ciertas po- 7 A D. En cambio, el peón de 2 C R menos piezas ganan contra más; pero
acuerdo con el lugar que se le dé en siciones a disponer de cuatro juga- tiene el máximo de agilidad que le ya hemos dicho que esto es la ex-
el tablero. Nunca su radio de acción das posibles. Esto, al igual que en el puede brindar una posición y es cepción y que habitualmente el que
es muy grande, ya que oscila de dos caso del enroque, de acuerdo con cuando puede capturar en ambos tiene mayor número de piezas gana.
cuadros a ocho su agilidad. Tiene la la situación de otras piezas en el costados diagonalmente, o avanzar Observaremos algunos diagramas
diferencia fundamental sobre el al- tablero. ya a 3 C o a 4 C. Finalmente, hemos elementales en los cuales se produz-
fil, de que siempre ataca cuadros de El peón es la única pieza a la que puesto el peón de 5 T R, que está en can cambios que originen desniveles
color distinto al en que se encuentra puede aumentar en su acció~ la la posición mínima de agilidad de entre las fuerzas de uno y otro ban-
ubicado, y en esta forma comple- posición en el tablero de las pIezas los peones, y, por cierto, la más ha- do, para grabar con mayor exactitud
menta admirablemente la acción de adversarias y así, en determinados bitual. Sólo puede avanzar un paso todo lo que hemos sostenido. Pero
dicha pieza. casos, como hemos dicho, dispone en la columna. antes estableceremos que alfil por
Observando el diagrama se verán de cuatro posibilidades. Es ésta aparentemente la pieza alfil, o alfil por caballo, es siempre
cinco posiciones donde ofrece las más fácil de manejar, y es sin em- un cambio, a pesar de la ligera dife-
diversas variaciones por nosotrOJ DIAGRAMA NQ 370
bargo el secreto mayor de la estrate- rencia que hemos apuntado a favor
señaladas. gia del ajedrez, como veremos opor- del alfil, por razones que ya expli-
tunamente. El hecho de no poder caremos oportunamente.
DIAGRAMA NQ 369
retroceder nunca obliga a no poder Una torre cambiada por un alfil
arrepentirse del movimiento de esa o por un caballo significa «perder
pieza, y esto hace que su valor sea calidad», como se dice en ajedrez
pequeño en relación a las otras pie- cuando se realiza este cambio des-
z~s ~enores, a pesar de la extraor- ventajoso de material, ya que hemos
dmana posibilidad de poder trans- visto a la torre valer dos peones más
formarse hasta en una dama. que las otras piezas menores.
Hemos dicho ya antes, y ahora in-
CONSECUENCIAS LOGICAS sistimos, que dos torres contra una
dama es casi siempre un cambio, ya
d De est~ análisis que sobre el valor que se compensa el valor material
bf las plezas y su función en el ta- de estas piezas, y también hemos ma-
Observando este diagrama se verá erQ hemos realizado se despren- nifestado que una torre y dos alfiles,
una variedad de posibilidades que
182 ROBERTO G. GRAU TRATADO GENERAL DE AJEDREZ 183
o una torre y caballo y alfil, o una José Raúl Capablanca contra el ju- UN EJEMPLO INSTRUCTIVO barrer con todas las piezas y dejar al
torre y dos caballos, contra la dama, gador argentino Benito H. Vi1legas. blanco con una de ventaja. 2. A X A
es un cambio ventajoso y favorece El ejemplo es bonito, si bien un tan- Observaremos ahora un instructi- (no D X A, a causa de A X A, lo que
al jugador que tiene las tres piezas. to complejo. o ejemplo de cambios sucesiv~s de dejaría todo reducido a un simple
En cambio, dos <¡aballos y un alfil, En la posición señalada Villegas v. zas que llevan a una ganancIa de cambio), AXD; 3. AXD, AXTR
o dos alfiles y un caballo contra la acaba de jugar P X P D atacando PI:terial. En estos cambios suelen (para tener la posibilidad de sacar
dama, da un equilibrio de material la dama, para obligar aparentemente ~nfundirse los aficionados po: no el alfil de la octava linea tomando el
que en la lucha práctica se hace evi- a responder con A X P, apoyando el llevar bien la cuenta de las pIezas caballo) ; 4. A X T, A X C; 5. A X A
dente. También da equilibrio una caballo de5 R y permitiendo una ue van desapareciendo de la escena. (ésta fue la jugada que no previeron
torre, o una pieza menor (caballo o simplificación completa de las pie- ~uchas veces los principiantes se las negras, y realmente la más sim-
alfil) y dos peones, contra la dama; zas menores. encuentran, si~ saber cómo ni cuán- pie). Ellas supusieron que en 1a fie~
siendo desfavorable cambiar dos pie- Capa blanca idea una combinación do con una pIeza menos por causa bre de los cambios, el blanco conti-
zas menores por una torre. de ganancia de material, fácil de de' estos errores de cálculo del cual nuaría Con 5. AX C, a lo que seguiría
Haciendo cálculos, el aficionado apreciar' para quien conozca el valor el ejemplo que daI?-0s, po~ ser muy A X A; 6. A X P R, A X P; 7. A X T
verá qUtl, en todos los casos, la suma de las piezas que antes hemos deta~ complejo, es muy mstruchvo. (si TI R, A 7 A; 8. T 2 R, TI R;
de valores de las piezas acusa una lIado. Especula en una posición de etcétera) A X T; 8. A X P, A X P;
matemática relación que le bastará mate del adversario (base de innu- DIAGRAMA N9 J72 9. R X A, llegando a una liquidación
para poder calcular sobre el tablero, merables maniobras de ganancia de total de piezas mayores y menores
siempre con exactitud, cuándo reali- piezas) y, producida una gran sim- y quedando en un final de peones
za cambios materialmente b].lenos o plificación, quedará con un saldo de con exacta proporción de .material
malos, así como cuándo gana mate- material muy favorable. cada uno.
rial o lo pierde. Todo esto desde el V eamOs: 1. e X e'., D X C'. ASI'
punto de vista materia, 1 ya que e l jugó Villegas y logró evitar la pér-
punto de vista estratégico de la bon- di da de material que nos interesa DE LA GAN ANClA Y PERDIDA
dad de los cambios será tratado más detallar, y que era la siguiente: DE MATERIAL
adelan t~, por ser ~x~esivamb~~.te 1. ..... , P X D; 2. C X A +, R 1 T
comp l eJo y ser aSImIsmo su sldla- (si.
2 . .... , P X C, segUIrla
. , 3. T4C+
. . . h d Podemos distinguir las causas que
no del conOCImIento que a ora e- y 4. A X P mate); 3. T 4 T! (el se-
proporcionan ganancia de material
tallamos. creto de la combinación radica en en dos órdenes distintos. En efecto:
Veamos el diagrama siguiente, que, esta amenaza de mate que debe obli-
es aleccionador: se ganan piezas o se adquiere cual-
gar a realizar una mala jugada, per- quier otro modo de ventaja de ma-
DIA( RAMA N9 371
mitiendo la realización de un jaque terial, a) por nuestra agresión a las
doble recuperando la dama con un En esta posición juegan las blan- piezas enemigas, y b) por entrega
buen saldo de material favorable), cas y optan por realizar una serie de parte del adversario.
P 3 T (única); 4. T X P + !, P X rf; de cambios de piezas especulando en Estudiaremos ambos casos por su
5. e 8 R -h R 2 T; 6. e x D. un detalle primordial para ello. Las )rden.
Súmense ahora las fuerzas restan- blancas realizan la primera captura
tes de cada bando y se observará y siempre llevan una captura de
que las blancas tienen una aprecia- ventaja. Sólo deben tratar de evitar LA AGRESION
ble ventaja material, ya que habrían que el negro capture en ese ínterin
capturado un caballo, un alfil, un una pieza de mayor valor que ellas, Llamamos agresión a la acción de
peón y la dama, sucesivamente, a para tener la seguridad de que por poner una pieza en forma que ata-
cambio de un peón, una torre y la lo menos no han de perder material que a otra, de modo que si no es
dama. Súmese el valor de estas en estos cambios. convenientemente defendida puede
piezas y se verá que las blancas han Veamos: 1. A X C, A X e? El ser ganada proporcionando ventaja
capturado piezas por valor de 17 y lh error. Las negras debieron recha- de material. Tenemos ante todo que
contra 16 y lh que han perdido. zar la propuesta de las blancas y distinguir dos casos distintos:
Blancas: Capablanca Por lo tanto, de acuerdo con lo b~guir con A X A, parando el cam- 1) La agresión simple, que se pro-
que hemos visto, quedarían con una ~ de piezas en la primera jugada. duce cuando con nuestra jugada
Es ésta la posición de una partida ventaja equivalente a un peón, que b o.ra se ven lanzadas en un tor- atacamos una de las piezas adver-
jugada por el ex campeón mundial debería darles la victoria. elhno de simplificación que ha de sarias, y
184 ROBERTO G. GRAU TRATADO GENERAL DE AJEDREZ 185
2) La ag1'eswn compleja, que se DIAGRAMA NQ 374 doble indirecto. El juego debe seguir una atacada; como equivalente a
produce cuando con nuestra jugada así: 1. R3C, C3C; 2. A X T, C X A; estos térmnos emplearemos la deno-
atacamos dos o más piezas a'dver- 3. C 6 A + (doble indirecto), R 2 R; minación de pieza incidente y pieza
sarias. 4 C 5 D +, R 3 R; 5. C 4 A +, y aho- incidida.
Otra distinción que conviene re- r~ que el caballo ha dado jaque en En el ataque a una pieza existen
cordar es la siguiente: Hay agresio- casilla defendida y que no puede dos casos distintos. En el primero la
nes a) directas y b) indirectas. Llá- ser comido, el blanco jugará T X C pieza atacante ataca sin ser atacada;
mase directa a la agresión que se ganando el C negro. decimos en ese caso que incide sobre
efectúa con la pieza que se mueve. ella o que hay incidencia de piezas;
Llámase indirecta a aquella agresión DIAGRAMA N9 376 pero puede suceder que, al atacar, la
que se efectúa con una pieza que pieza incidente resulte atacada a su
no se mueve. vez por la incidida, en cuyo caso de-
cimos que hay coincidencia (co-inci-
DIAGRAMA NQ 373 dencia) de piezas, que la agresión se
efectúa por vía coincidente. Esta dis-
tinción entre agresión por vía inci-
recta. Entre esas jugadas aparece dente y agresión por vía coincidente
como la más simple para ganar ma- nos ayudará a expresarnos y a for-
terialC7A+ y si R2D, T7T+; mular reglas tocantes a la agresión
R 3 D, D 4 D + seguido de C X D. y a la defensa del material. Es, pues,
de interés recordarla.
DIAGRAMA N9 375
DIAGRAMA N9 377
plazarse jugándola a las casillas se- fil está encerrado. desplazada a un lugar desde él que ca ej erce una agre- J t . j \:D ~g/i
ñaladas pOF un punto. Si jugase Está atacado y no sión cuádruple q u e . ~~~,
ataque otra pieza enemiga, contra-
puede moverse sin DIAGRAMA NQ 381 atacando. se defiende de va- .::;~:.:;::Ir:.:;::·~::",---",,~:;::;~;:::::7;_"'1I_;l
DIAGRAMA NQ 379 caer nuevamente rias manera.s: 1'\
bajo las fuerzas de c) o bien debe interponerse entre con A 6 A; 2'!-, con C 8 T - 6 C; 3\\, con
un peón. la pieza agresora y la otra pieza C4R-6C· 4'!-, con C4R-7 A, y 5'!-
atacada. con C 8 T ~ 7 A. En todos los casos
En el diagrama la pieza movida sostiene a' dos pie-
N9 381 el caballo d) o, finalmente, debe anular a zas y se interpone entre la atacante
está encerrado. El la pieza atacante, clavándola. y la atacada. El ejemplo es instruc-
rey lo ataca y to- Es decir, que la pieza que se des- tivo.
ma las dos casillas plaza debe realizar con respecto a
DIAGRAMA NO 389
donde podría mo- la que queda atacada una de las de-
verse. fensas enumeradas como posibles sin
En él N9 382 la mover la pieza. Y como la posibili-
torre, enc"errada dad de efectuar una de estas jugadas
por sus propias no es muy común en esas circuns-
fuerzas, es comida tancias, resulta generalmente un
por la dama. dobl~ ataque que proporciona la ga-
nanCia de una pieza.
190 ROBERTO G. GRAU TRATADO GENERAL DE AJEDREZ 191
Algo similar pasa en la poslclOn tenido con P ~ e (la mejor), o con Con P 3 A se sos- DIAGRAMA N9 393 DIAGRAMA N9 394
del diagrama N9 389. El negro con TI T, que no sería buena, pues el tiene el A de 4 R,
P 3 A defiende las amenazas de la negro con T 5 C D ganaría el P ata- pero se pierde el
T blanca. cado dos veces (con A y T) Y que de 4 T; con P 3 C
29 El sostén. - Consiste en defen- no podría ser avanzado por la acción se defiende el de
der la pieza atacada con otra pieza del A negro sobre la T de 1 T D. 4 T, pero no el de
de modo que no pueda efectuarse su 4 R. Tampoco es
captura sin que se pierda la pieza DIAGRAMA N9 391 posible defenderse
atacante. Después de la retirada es por desplazamien-
ésta la defensa más común; pero to, pues a A 3 C seguiría T X A y
está sujeta a algunas limitaciones a A 3 A igualmente T X A. En esa
que pasamos a enumerar. posición se pierde inevitablemente
El rey no puede estar en jaque; una pieza.
luego, si es agredido no puede ser
sostenido.
Si una p:eza menor incide sobre INTERPÜSIClON
una mayor, ésta no puede ser soste-
nida, pues se perdería. en este caso, Consiste en colocar una pieza obs- que la agrewra, se interponga entre
material. Solamente las piezas de truyendo la acción de la pieza ata- la pieza agresora y la otra pieza
valor menor o igual .a la atacante cante sobre la atacada. agredida, ocupando una casÍlla que
pueden ser sostenidas. El sostén de Esta defensa no puede efectuarse se halle defendida;
una pieza mayor atacada por una si la pieza agresora es caballo, o si 2~ o bien, que la pieza interpuesta
men'or se explica solamente por ra- ~l agresor es el rey o el peón, pues defienda a la otra pieza agredida;
zones ajenas a la posición de las estos atacan por contacto inmediato. 3;.1 o bien, que al interponerse la
piezas atacada y atacante. En el diagrama N9 391 la dama Es decir, que sólo es posible inter- pieza efectúe un contraataque. '
En las agresiones complejas el blanca ataca simultáneamente tres ponerse si la pieza incidente es alfil, Es decir, que es necesario que la
sostén es más difícil: es menester piezas negras; pero todas pueden ser ~~ma o torre y siempre que la agre- interposición de la pieza se cornbine
encontrar una jugada que sostenga satisfactoriamente sostenidas con SlOn no se efectúe desde la casilla con uno de los otros procedimientos
a las piezas agredidas o bien mover D3C o con D6A o con D4D. inmediata. defensivos.
una de modo que sostenga a la otra, En esta posición (NI? 392) el blan- Además:
Por todas estas razones no se pre-
según hemos visto en ejemplos an- co puede efectuar DIAGRAMA N9 392 . La pieza interpuesta debe ser de sentan muy comúnmente las ocasio-
teriores. va r i a s agresiones, Igualo menor valor que la atacante nes en que sea posible defenderse de
todas contrarresta- y. ,debe estar sostenida. Si la agre- esa manera contra agresiones com-
DIAGRAMA N9 390
das por sostén. Así, SlOn e.s po~ vía coincidente, la pieza plej as. Además tiene en todos los
a T 8 T seguiría agredIda SIrve de sostén a la in ter- casos la interposición un grave de-
P3C; a T1T, P4C; pue~ta. Sólo en el caso que la acción
a T4A, P4C y a de Interponerse implique simultá-
T 5 A, P 3 C. Si, en neamente Un contraataque indirecto DIAGRAMA N9 395
que/~rque
'_ retirada p ede ser
11 naturalmen
atacad te Igual o ebe ser
atac~
rey el
11
_ 11 'M'- que. T arta en ja-
8 el A blanco ~~e antecede,
En39 el d'lagrama' , a, y es m mayor q
contra~t ;~he
de s ampoco pue- N9
1CR pIeza t enester cuid r ue la
_ ~0 por er defendida E
did ' sta pieza aca la T de
dida, o si no debe est: que la
a con T 2 A D puede ser def acada alla
d bdefend'd r defen-
1 a, la p;
val;';;;.ucomo
cho la T atacada e e ser m ,eza
_~
• •",FII", • En el diagr ,clavando el A en-
• la y contraatacanty?r que
e Juntas,
"M,jj¡~ que la d amamenos
(5 11. caballo no tie ama número 399' 1
contra 10) 72
capa to' ne es- e
T X D C6A ' contra atacad na y e st'a DIAGRA . NI¡ 403
DIAGRAMA
+ Lad segu' , Es ? con el alfil MA NI¡ 399
En esta
defend'd'
do C 6 ITa p~r interclu~iÓ~ue~e
ama sól 1r Ia
ser ba;oslble, sin em~ El blan~s dos caban.:>~ con
ataca 1 posición (N° 4
01) el negro ~
se¡¡uid dy SI a esto R 2 C ' Jugan- go, defend 1 A
s 4 R coo
,n o Pluede defend erse su
' torre '
o o eD8C+ , ganando ,D5C+
la T. colocando la er o ora; pero que clava la t Jugando
en D8D ,dama Vando e ,a su vez orre agre-
\:lfil ~o
'l' ,Impos'
b 1 Itando al 1- asegura agresdr neDgro, cla·
CLAVADA la acción d A por ganan'Cla del nalfl
1 ,
5 C ,se
neg e la D
ra sobre la D
a Consiste
la pieza en prIvar
' de mo' , blanca.
k l~s
ejercido agresora. Pued Vlm,.nto
la dama or alfiles, la: ello ser En la p , CONTRAATAQUE
establ ,oslción
sora y 01: eqUlere que la ,torres y ' eClda en 1
hall ra mayor q 1 pIeza agre- dAIagrama N0 e Consist
casos de e~gresión
el contraata
en en 1 ' ue a agr d'd negro ,400 el tuar un a ., que, en esto
na o r a mIsma di e 1 a se
mea y que ex~~onal, colum- mult' ataca si-
aneamente 1as
a Jug a d a que'
. pIezas, ' en efec-s
ImpIda 1a cap-
o a una pieza
194 ROBERTO G. GRAU
DIAGRAMA N9 405
TRATADO GENERAL DE AJEDREZ 195
En el diagrama N9 403 el blanco
ha atacado el C, que se halla ataca- contra un A, una D contra una D un de poder juzgar en qué momt'nto
do dos veces y defendido una sola. e contra un C o, finalmente, un P de la partida una agresión es peli-
Amenaza T X C, A X T Y D X A, contra un P. grosa y cuándo la misma carece de
ganando una pieza. El negro piensa El blanco, en el diagrama pre- importancia.
defenderse con C 5 A. Evita la agre- cedente, que lleva el número 406, Ante todo hemos distinguido en-
sión y contraataca amenazando la to- ha jugado A 7 C, provocando una tre la agresión simple y la agresión
rre y la dama. Contra esta agresión agresión coincidente con el A de 3 T compleja así como también entre la
del negro, el blanco cuenta con un de las negras. El negro puede resol- directa y la indirecta.
contraataque ganador. Juega D 3 T, ver esa situación si lo cree conve- Primer caso:
amenazando, si C X T, D 8 T + +, niente con A X A, a lo que seguiría
T X A. Si la pieza agredida fuese D,
y si A 3 A, defendiendo el mate,
DXT + seguido de D X C. no podría defenderse así, pues se
perdería la dama (que vale 10) por
LA AGRESION SIMPLE
EJERCICIOS
LA AGRESION COMPLEJA
EJERCICIOS
DIAGRAMA Nq 425
DIAGRAMA NQ 428 DIAGRAMA NQ 431
Jur.ga el negro
Juega. el blanco o el negro indistinta.mente Juega. el bla.nco
ENCERRADA DE DAMA
DIAGRAMA N9 4'12
LAS ENCERRADAS DE CABALLO
El caballo, al igual que el alfil,
y asimismo en numerosas posiciones
Posición después de la jugada 10 de las blancas puede ser encerrado por los peones,
En el diagrél.ma 471 hay una ppsi- por el alfil, la dama, y aun el rey.
micamente por el peón alfil dama ción muy usual de final, y un ejem- Es una de las piezas que más a me-
adversario (la jugada de doble in- plo, no bonito, pero muy instructi- nudo sufren los efectos de manio-
tención), especulando en la ganan- vo, ya que en muchas ocasiones los bras de esa índole y junto con el
cia de tiempo que significa la situa- principiantes suelen incurrir en este alfil es la pieza más accesible a todo
ción de la dama enemiga, que puede tipo de pérdida de material por ex- plan de captura en todas las etapas
ser atacada por el peón, que agre- ceso de gula. del juego¡
dirá y cerrará el camino al alfil de Las blancas observan un peón in- El tipo de bloqueo de peones, ca-
3C. defenso en 2 T y lo capturan, cre- racterístico del alfil, no es muy co-
Los peones, como hemos dicho, yendo que no ha de poder ser copado mún en el caballo, por cuanto, al
ejercen un rol de extraordinaria im- el alfil y que, de serlo, el peón torre disponer del recurso de saltar por
portancia en la captura del alfil, y encima de los peones propios y ad- En esta posición las blancas aca-
debe desconfiarse de aquellas posi- DIAGRAMA N9 471 versarios, es más difícil encerrarlo ban ele jugar D 3 e amenazando el
ciones en que el alfil no tiene reti- absolutamente. La forma de captu- peón de 2 e D. Para defenderlo las
rada satisfactoria. En el caso ante- rarlo es la de quitarle primero las negras tienen para escoger varias
rior, el negro sólo ha especulado en casillas de huida, para luego atacar- movidas, pero optan equivocada-
la agresión sucesiva del peón que lo con otra pieza. Contra los ataques mente por C 4 T, atacando a la vez
avanzaba. Veremos ahora una posi- de la dama, y del alfil, en determi- la dama. Contra esto las blancas res-
ción también característica y muy nadas ocasiones, nada tiene que ponden con D 4 T dando jaque do-
instructiva, en la que el blanco ope- hacer. El rey en 2 C R, por ejemplo, ble, a lo que las negras, mediante
ra para encerrar el alfil. ataca y captura el caballo de 8 T R, C 3 A o P 3 A, obstruyen la acción
En esta situación el alfil negro de ya que lo ataca y le quita los saltos de la dama sobre el rey y a la vez
5 C está perdido si juegan las blan- de retroceso o huida, como vimos en salvan la pieza. El primero de estos
cas. Esta pieza tiene una retirada si el diagrama 381. La dama en distin- procedimientos es malo, pues con
fuera atacada por el peón torre, ya tas posiciones puede encerrar al ca- P 5 D se atacaría el caballo, que no
que nada le impediría replegarse a ballo y capturarlo como hemos tam- podría retirarse por estar clavado, y
2 R. Entendido esto, el blanco trata bién visto en algunos de los diagra- contra el segundo, las blancas ga-
de quitar las retiradas a esta pieza, mas anteriores. Por ejemplo, una narían igualmente la pieza mediante
y juega 1. P 5 A, dejando el alfil ro- rey llegaría a tiempo para libertarlo. dama en 4 D o en 2 D quita todos P 4 e D, ya que, al avanzar el peón
deado de piezas enemigas y cortán- Así 1. A X P, y las negras, median- los saltos y a la vez ataca a un ca- alfil, el negro habría restado la
dole la comunicación con su respec- te P 3 C, bloquean al temerario alfil. ballo que esté ubicado en 1 D; lo única retirada posible a su caballo,
tivo bando. Las negras no tienen En busca del natural desahogo, el mismo sucede en cualquier otra de puesto que las otras casillas están
cómo evitar la maniobra a base de blanco juega 2. P 4 T R, a lo que las posiciones del caballo en la ban- tomadas por las piezas blancas.
P 3 T D Y luego P 4 C D, que ganará sigue R 2 R; 3. P 5 T, R 3 A; 4. P X P, da. Contra el caballo en 1 R la dama El diagrama 331 del presente libro
el alfil a cambio de dos peones. P X P; y el alfil está perdido. en 2 R o 4 R; contra el caballo en muestra un recurso ganador en una
5 TRIa dama en 4 C R o 4 R; contra posición aparentemente igual, en la
224 ROBERTO G. GRAU TRATADO GENERAL DE AJEDREZ 225
que se llega a una bonita poslclOn ñalaremos, para que se compenetre El diagrama 148 de la página 87 precitada) ; 3. C X P, C X P; 4. D2R,
de caballo bloqueado. Reprodúzcase de la extraordinaria eficacia de esta muestra.un mate dado por medio de P 4 D (esta jugada es un error que
el diagrama y la solución comenta- maniobra para definir partidas y un descubierto y en él se observa cuesta una pieza, o por lo meno~ un
da que lo acompaña, y se observará comprenda su incuestionable impor- cómo la pieza que se mueve para dar peón. Lo mejor es también D 2 R, pa-
la profundidad de la maniobra pre- tancia para ganar material. el jaque descubierto quita las reti- ra seguir contra D X C, con P 3 D);
vista por las blancas, y cuyo éxito Hemos dicho que es muy difícil radas al rey enemigo. En el diagra- 5. P3D, C3AR; 6. C6A+ descu-
finca en la encerrada del caballo. que una posición de descubierto se ma 152 de la página 88, igualmehte bierto, ganando la dama. Si para
presente en el transcurso de una el descubierto es el eje de la victo- evitar esto el negro juega 5. . .... ,
LOS DESCUBIERTOS partida espontáneamente y que no ria. Las blancas juegan A 6 C, dando D 2 R; seguiría, 6. P X C, D X C;
es fácil por lo tanto aplicar lo que un descubierto a la dama enemiga 7. P X P, ganando un peón.
señalaremos en el transcurso de la con la dama, lo que equivaldría a un En la Defensa Francesa, después,de
EL DESCUBIERTO COMO ELEMENTO
DE GANANCIA DE MATERIAL partida viva; pero lo que es cierto cambio, pero amenazando a la vez las jugadas 1. P4R, P3R; 2. P4D,
es que, a menudo, mediante sacri- un mate por medio de un jaque con P4D; 3. C3AD, C3AR; 4. A3D,
ficios, pueden alcanzarse posiciones descubierto. Igualmente los diagra- P X P; 5. C X P, C X C; no es posi-
El descubierto es uno de los re- de descubierto que ·involucren im- mas 159, 160 y 161 de las páginas 91 ble jugar D X P D, a causa de A 5 C
cursos más eficaces para ganar ma- portantes ganancias de material. y 92· muestran posiciones en las que con jaque descubierto, ya que la
terial, pero es indudablemente muy
Los descubiertos se producen siem- se llega al mate (y se pudo llegar en dama queda atacando a la dama
poco usual, ya que las posiciones
pre por la acción de una pieza que algunos casos sólo a ganancia de enemiga y la gana.
que de este tipo se originan son ra-
no se mueve. En el descubierto la material, de haber jugado mejor el Vemos así que el jaque descubier-
ras y a menudo llevan a algo más
jugada tiene un peligro extraordina- perdidoso) mediante el formidable to o las amenazas de descubierto se
que a ganancia de material. Los
rio, ya que siendo la pieza inmóvil recurso del descubierto. dividen en dos categorías, las que
compositores de problemas han he-
cho del descubierto una de las ba- la que ataca la pieza que uno mue- Muchos más son los diagramas en originan la ganancia material me-
ses de sus temas para poder crear ve para dar el descubierto, goza de que el mate se produjo por descu- diante la pieza que descubre, o me-
muchas de las obras de arte que gran libertad de movimiento y pue- bierto, pero ahora nos interesa el diante la pieza que queda descubier-
existen en la bibliografía del juego, de ir a una sucesión de sitios, y en descubierto como base de ganancia ta. En el caso de la Petroff, hemos
y los creadores de finales igualmen- todos ellos la amenaza directa de de material solamente, y el diagrama visto que el jaque 10 da la pieza des-
te han hecho del descubierto una de la pieza inmóvil subsiste. Veamos 293 es un ejemplo típico de ganancia cubierta, y la pieza que descubre el
las más ricas vetas de su ingenio. algunos diagramas publicados ante- mediante un jaque descub~erto. En caballo en ese caso, gana la dama.
En la partida práctica el jaque riormente, que aclararán lo mani- él se observa {!ómo siguió la partida En la Francesa vemos que el jaque
descubierto o el ataque por medio festado. y se ve que el oportuno jaque de lo da la pieza que descubre y' la pie-
de un descubierto a una pieza de El diagrama 110 muestra una po- A X P después de 1. D 5 A, P 5 C; za descubierta gana la dama enemi-
mayor valor es poco usual y no sición de descubierto sin jaque, con 2. P X P, dio lugar a la ganancia de ga. En ambos el pell.gro es exacta-
constituye, como los dobles, una per- el solo propósito de clavar una pie- la dama a cambio del alfil y peón, o mente igual y muy difícil de contra-
manente base de preocupaciones. za. Se observará que las negras sea de 10 a cambio de 4 y Ih. En la rrestar. Cuando se consigue que el
Tiene en cambio la ventaja de que, amenazan Hn mate que parece in- pág. 138 el diagrama 294 da otro jaque sea simultáneo, en lugar de
salvo en contadas ocasiones, el ja- defendible, pero que las blancas ejemplo de ganancia de' material me- ganar piezas, muchas veces se da'
que descubierto implica la victoria pueden evítar jugando 1. D 8 T-+-, diante una corta combinación entre- mate, como en el caso del diagrama
o la ganancia de material suficiente R 2 D, y 2. A 1 D o A 3 D, clavando gando un peón, que sólo tiene por NI} 133 de la partida 10, que está en
como para pretenderla. la dama mediante un descubierto base dar en cierto momento un jaque la página 66.
Cuando el descubierto es a la vez que se resuelve, así, en ganancia de doble con descubierto. Se observará En la partida jugada por el malo-
jaque, es generalmente un doble material. 9- ue en estos casos la pieza que da el grado maestro mejicano Torre con-
dado con dos piezas distintas, y en El diagrama 131, que está en la pá- Jaque es la que se mueve, en lugar tra el doctor Emanuel Lasker en el
esta forma es casi imposible neutra- gina 63, constituye un bonito ejem- de ser la pieza estática, como sucede torneo de Moscú, de 1925, se llegó a
lizar ambas amenazas. Hemos visto plo de recurso ganador a base de frecuentemente en los descubiertos. la posición del texto, que Torre pro-
en el transcurso de este libro mu- descubierto. Para lograr la victoria, En algunas aperturas se presen- vocó mediante una admirable serie
chas partidas y muchos diagramas como bien lo explica el texto que t~n celadas a base de jaques descu- de maniobras preliminares. Ahora,
que ofrecen posiciones en las que se está al pie del diagrama, primero bIertos, que pueden dar la victoria. especulando en una posición típica
da mate, o en las que se gana mate- se entrega la dama y luego se da En la defensa Petroff se puede ori- de jaque descubierto y con tal· de
rial mediante el jaque descubierto. el jaque descubierto con el peón, ginar la siguiente variante: 1. P 4 R, conseguirla, sacrifica la propia dama
Rogamos al aficionado que examine para coronar dama después de ga- P4R; 2. C3AR, C3AR (estajuga- y se asegura ganancia de material
nuevamente los diagramas que se- nar una torre. da es la que da origen a la defensa Veamos: 25. A 6 A!; D X D (única
226 ROBERTO G. GRAU
DIAGRAMA NC1 473 cuanto la torre defiende el mate en TRATADO GENERAL DE AJEDREZ
227
Nerras: Lasker 7 C. No es posible dejarla sin perder propias posibilidades, el blanco debQ Otro tipo de ganancia de material
calidad. Debe, por lo tanto, buscarse haber observado un detalle intere~ por amenaza descubierta es la del
una maniobra a base de' contraata- sante. Existe una posición probable diagrama 475. En esta posición no se
que, y esto hace que la idea de la de jaque descubierto, ya que el rey da jaque, pero se mueve una pieza
combinación aparezca en el cerebro negro y el alfil blanco están en una atacando otras adversarias y se des-
de cualquier ajedrecista que com- misma diagonal y sólo hay un peón cubre la acción de la dama sobre
prenda algo del juego y que haya blanco entremedio. Depende, pues, otra pieza enemiga.
observado las características de la sólo de la voluntad del blanco hacer
posición blanca. que ·ese peón (que no está contenido
por una pieza enemiga) se mueva, DIAGRAMA NI? 475
Negras: Ville,as
DIAGRAMA N9 474 dando lugar al jaque descubierto,
Nerras: N. N.
que sabemos tan terrible, pero existe
el eventual obstáculo de una pieza
del propio bando, la dama, que im-
pide el avance.
Blancas: Torre Surge entonces la necesidad de
Posición después de la jurada 24 del nerro sacar la dama para hacer posible la
meditada maniobra formidable del
para no perder la dama. T~rre/había descubierto, y el problema es saber
colocado la dama adversarla en esta dónde debe colocars~ la dama. La
posición falta de apoyo, para hacer jugada sería D X T + si laS negras
forzosa esta jugada y poder llevar no dispusieran del recurso de reto-
a término su maniobra ganadora) j mar con el rey, y entonces conven-
26. TXP+, R1T; 27. TXP+d, R1Cj dría poner la dama en un cuadro que
28. T 7 C +, R 1 T; 29. T X A + d, luego permitiera avanzar el peón
R 1 C; 30. T 7 C+, R 1 T; 31. T 5 C+d, atacando la torre, y amenazando co- Posición después deBlancas: Reii
la jugada 21 de lal!. negras
R 2 T; 32. T X D, R 3 C; 33. T 3 T, Blancas: Barrwliz ronarse. Hay una razón y es tratar
RXA; 34. TXPT+, R4C; 35. T3 T, de evitar que, por ejemplo, para rea- En esta posición, Villegas acaba
y la partida fue ganada por las ?lan- Dos son los planes a desarrollar., liza,r una jugada apremiante, contra de jugar, contra 21. P 5 A"C 5 A. Las
cas en la jugada 43. La. ventaja ~e Uno pasivo, a base de 1. P 3 T para D X P, las negras sigan con A 5 D, blancas, especulando en la posible
material es clara, y ha SIdo conqUIs- contraatacar una pieza de mayor anulando la acción indirecta del .al- obstrucción de la acción defensiva
tada mediante sucesivos jaques des- valor, tratando de sacarla de su po- fil mediante la interposición de una de la dama negra sobre el caballo
cubiertos. Las blancas entregaron la sición, desde la cual ~enaza el ~a pieza que tiene función coincidente. de 5 A y a la vez atacando direc-
dama y el alfil, para ganar a su vez te que hemos visto y evita un pOSIble Quizá ganara también ese procedi- tamente el aliil enemigo, jugaron
una dama " un alfil y tres peones. jaque de la dama blanca en 4 T. A miento, pero siempre el jugador de- 22. C (3 A) 5 D !
. ., .
F..s ésta tambien una pOSlClon ms- esto seguiría D 4 C y las blancas po- be estar desconforme con lo que ve,
y tratar, en lo posible, de buscar El ejemplo es interesante por
tructiva de una partida jugada por drían proseguir con A 1 A para. for- cuanto combina la amenaza de des-
Harrwitz, que tiene muchos puntos zar casi materialmente el cambIO de algo más enérgico.
de contacto en su idea medular con damas, lo que originaría ~n final.l~ Clara aparece entonces la jugada cubierto sin jaque con la obstruc-
la combinación del diagrama 131, y borioso, si bien la ventaJa seguIrla D 8 R!, entregando la dama para ción, tema que trataremos más tarde
con muchas otras que se realizan en perteneciendo a las blancas, ~a que luego avanzar el peón con jaque, y que consiste en anular la acción
ajedrez. al cambiar las damas, por eJemplo ganar la torre y acrecer nuevamen- de una pieza sobre otra. La partida
te el material mediante la corona- 23. siguió así: 22. . .... , C X C 3 Rj
La posición es apremia~te. Se ob- en 3 C, habría desaparecido la posi- C X A, Y Villegas optó por entre-
servará que las negras estan amena- ción característica de mate, y la ción del peón en dama.
gar la dama por dos piezas menor~s,
El final se gana, pues, en la si- produciéndose
zando A X T seguido de D X P C torre atacada, por medio del proce- la siguiente simplifi-
mate, y que las defensas ,d~rectas de dimiento indirecto que hemos deta- guiente forma: 1. D 8 R, T X Dj
estas amenazas no son faclles. Con- llado, habría sido salvada. 2. P 7 A + descubierto, R 2 Tj para el blanco:ventaja
cación, que dio de material
23. . .... , T X T;
tra la agresión directa a la t~rre de Pero como en todas las ocasiones 3. P X T (D) Y las blancas no sólo 24. T X T, e X T; 25. e X D, e X Aj
parte del alfil no queda el SIempre el jugador debe considerar primero han ganado una torre a cambio-de un 26. D X C, T XI C, y las blancas han
cómodo recurso de la retirada, por las amenazas enemigas y después las peón, sino que amenazan D 8T +, perdidó 17 y Ih (un caballo 3, dos
ganando rápidamente.
torres 11 y un alfil 3 y Ih) contra 19
228 ROBERTO G. GRAU
TRATADO GENERAL DE AJEDREZ 229
de las negras (a saber, una dama 10, 401 de las páginas 192 y 193, ejem- por cuanto su acción no rebasa los DIAGRAMA N9 478
una torre 5 y 1h y un alfil 3 lh). plos de esta índole, en que la clava- límites de la casilla que ataca-, se Nerra.: Gunsberc
Mejor que la simplificación busca- da de la pieza agresora constituye pone en una columna o diagonal de --:--==--=
da por las negras era, simplemente, un recurso defensivo, ya por que- acuerdo con su marcha y ataca una
22. P X C, pero las blancas, después dar en jaque el adversario, como en pieza que no puede retirarse por
de 23. P X P Y cuando la dama ne- el caso de los diagramas 398 y 401, quedar en jaque, o por estar atrás
gra se retirara, quedarían con un ya por quedar indefensa una pieza otras piezas de mayor valor.
peón de ventaja, jugando D X C. de mayor valor, como en el ejemplo En el transcurso de las páginas
399, como así también por amenazar anteriores hemos visto muchas si-
un mate, lo que clava automática- tuaciones en las que la clavada es
LA ,CLAVADA Y EL SOSTEN mente a la pieza agresora, en el el eje de la lucha. Recordamos al
LA CLAVADA COMO ELEMENTO DE ejemplo 400. pasar el diagrama 287, donde las 'ne-
GANANCIA DE MATERIAL Analizaremos ahora estos recursos gras en su análisis defectuoso omi-
a la inversa, concordantes con el fin ten una réplica enemiga sacrificando
El aspecto más interesante de la de ganar material, y veremos cómo una pieza, especulando en la clavada
ganancia de material está, sin duda, se llega a posiciones de clavada. del peón de 3 R por la amenaza de
en la clavada de una pieza, y el más Explotar una posición natural de D X A mate. El diagrama 288 de la Blancas: Atklns
instructivo en el sostén, que puede clavada de pieza es bien fácil, y página 124, muestra una co~bina Posición después de la Jurada 11 de la. uerras
ser sin clavada. En todos estos casos rutinariamente, subconscientemente, ción sacrificando una pieza especu-
el sistema es instructivo, tanto como todo aficionado sabe hacerlo más lando que si PXP, seguiría DXP-j-, una, clavada de la dama. El NQ 345
elemento para ganar material como o menos bien cuando se trata de cla- entregando la dama para dar mate. igualmente prueba cómo una situa-
para evitar la pérdida del mismo. vadas mediatas, pero ya es más di- Esto hace que el peón que puede ción de clavada anula un sinnúmero
La clavada es el elemento vistoso fícil para ellos provocar situaciones capturar e~ caballo esté clavado, y de combinaciones del bando opuesto.
del ajedrez. Consiste, como hemos de esa índole, factor que en muchas vemos aqUl la clavada, si no como El NQ 374 de este mismo capítulo,
visto, en agredir una pieza que que- posiciones es un medio para llegar elemento de ganancia de material en algunas de sus variantes, como
da inmovilizada, ya por quedar en a posiciones favorables. como elemento de combinación qu~ ser 1. T 4 R, muestra la clavada como
jaque el adversario si trata de movi- Es decir, se especula en una even- puede llevar al ma te, que es en re~urso de ganancia de material, 10
lizarla, o ya porque se tomaría una tual clavada para realizar jugada's síntesis, el fin supremo. ' mIsmo que los diagramas 376, 377
pieza de gran valor si aquélla se que sin este recurso serían imposi- El diagrama 296 permite llegar a y 379.
moviera. bles y que suelen llevar a situacio- un empate por ahogado por medio Veremos ahora algunas posiciones
Cuando se clava una pieza que no nes de apertura favorables. En otras de la clavada de la dama. El diagra- ~aracterísticas de clavadas que lle-
tiene recursos para ser apoyada, ésta ocasiones se provoca la clavada de ma 310 es muy característico y su- van a ganancia de material y otras
se captura en forma simple, pero . una pieza para realizar una combi- mamente instructivo. Es el summum que son insuficientes:
cuando ésta, no pudiendo movilizar- nación. En síntesis, que la clavada d~ eficacia de una clavada. Se ve En el diagrama NQ 476 no existe
s.e, puede ser apoyada constantemen- es uno de los más interesantes re- como un alfil solo puede empatar la posición de clavada, pero la situa-
te a medida que se la ataca, se pro- cursos que brinda el ajedrez para contra dos torres por el magnífico ción característica del ala de la da-
duce la posición de sostén, inherente los detalles tácticos. recurso de la clavada. El diagrama ma sin el natural apoyo del alfil su-
a todas las situaciones de ganancia En algunas aperturas, como la 325 muestra una posición típica de giere al blanco el plan que ha de lle-
compleja de piezas. Ruy López, y en ciertas variantes clavada que se salva mediante un var rápidamente a la ganancia de
El sostén es mucho más habitual de la Peón Dama, se realizan algu- ataque al sostén insuficiente, tema material.
e instructivo en los casos en que la nas jugadas que tienen por base que ya hemós esbozado en anterio- La diagonal 4 T D - 8 R es la base
pieza no está clavada, sino inmovili- estratégica fundamenta~ la clavada res páginas y que trataremos más de la clavada, y se observa que dan-
zada; pero de esto nos ocuparemos de una de las piezas que sostienen ampliamente. En el diagrama 342 de do un jaque, el negro debe cubrir
más tarde. Ahora estudiaremos si- una posición, para restar la acción la . partida Capablanca-Saemisch, el quedando automáticamente clavad~
tuaciones de clavadas de piezas, pa- de la misma. Vemos cómo se iden- prlI~ero comete un garrafal error la pieza que cubre. El mencionado
ra ver cómo se explotan esas situa- tüica en casi todos los casos la cla- y pIerde una pieza por no observar jaque puede darse con la dama o
ciones para ganar mMerial. vada con el sostén. la elemental clavada que realiza su con el alfil, y para un principiante
En este mismo capítulo hemos es- La clavada se produce cuando una adversario. será indistinto; pero el que medite
tudiado cómo se defienden las piezas misma pieza, como ser la dama, la Hay otros diagramas también alec- observará rápidamente un detalle
agredidas y hemos visto en los ejem- torre o el alfil -ya que el caballo cionadores: el NQ 344 muestra una que le inclinará a dar el jaque con
plos de los diagramas 398, 399, 400 y no puede clavar nunca a otra pieza combinación falsa especulando en la dama. Este detalle radica en el he-
TRATADO GENERAL DE AJEDREZ 231
230 ROBERTO G. GRAU
por el a~fil desde 5 e, por ví~ i:r:~ que gana material. Por ejemplo, si
cho de que el e blanco de 3 A Res· dando jaque doble, ya que el caballo cidente, Jugando 20. T X A. SIgmoel blanco se encela con la debilidad
tá también clavado, y q u e para no puede ser capturado por estar 20...... , e x T; 21. A 5,e, claván- del peón dama, jugando 5. P X P,
cooperar en la acción que s0:t>re al- clavada la pieza que podría hacerlo. dole el caballo. Ahora se inicia un seguiría P X P; 6. e X P (especu-
gunascasillas de esta dIagonal procedimiento de sostén que resul- lando en la clavada del caballo),
(6 A D Y '7 D) se va a realizar, es DIAGRAMA NI' 478 ta insuficiente ante la eficacia de e X e (entregando la dama para
indudablemente indispensable la ac- Nerras: Rlvas Costa la clavada del alfil, que obliga a la desembarazarse de la clavada y po-
ción dél caballo. dama adversaria a permanecer en der realizar una combinación espe-
Juega, pues, 6. D 4 T +
para cla- la posición de clavada para no per- culando en la debilidad de la diago-
var una pieza ·enemiga y desclavan- der inmediatamente la pieza. . nal 4 T D - 8 R); 7. A X D, A 5 e +;
do a su vez una pieza propia. El ne- Debe defenderse el caballo, y la . 8. D 2 D, única, lo que provoca una
gro no puede jugar D 2 D a causa de defensa natural y única que se ob- situación de pieza clavada a pesar
A 5 e seguido, si e 3 A D, de e 5 R serva es 21. ..... , e (4a
R) p2 Do - de actuar ambas en forma , coinci-
ataca~do a la dama y el alfil, man- yando la pieza atacada e iniciando dente -se atacan entre SI- y por
teniendo la formidable presión, so- la maniobra de sostén. Las plancas estar el alfil defendido por el caba-
bre la pieza clavada. intensifican la presión sobre la pie- 110 se puede seguir A.x D + o sim-
La partida siguió así: 6. D 4 T +, za clavada jugando 22. e 4 R, ata- plemente R X A, ya que la dama
e 2 D; 7. e 5 R, A 4 A; 8. e X e, cando con una tercera pieza al ca- no puede substraerse a la amenaza.
D X e; 9. A 5 e, clavando la dama baIlo, que sólo puede ser defendid0 Este es un caso en que la clavada
y ganándola a cambio del alfil. con las dos que ahora 10 apoyan. La inicial ha fracasado por otros deta-
pieza está perdida: la partida siguió Hes estratégicos importantes, y es
Blancas: Trompewsky D 2 R 23 T e D 4 R toda una advertencia para quienes
~;i CXT: A~e, D1R~ espec~la,r conve~tas
DIAGRAMA NI' 417
Posición después de la jurada 17 de las. nerra.
Ne:ras: ·V. F. Corla 24. 25. D2D, deseen poshiciO-
Dxe; 26.. D6T, D5D+; 27. A D
X, nes caraciensticas. 1 eamos' a ora 1
Esta partida muestra un instruc- etcétera); 24. T X P D, etc. poslClOnes en que e sosten es a
tivo ejemplo de clavada provocada En algunas aperturas se producen base medular del juego.
hábilmente por el blanco, especulan- situaciones interesantes de clavadas.
do en el insuficiente sostén adver- La clavada más simple es la que se EL SOSTEN CON O SIN CLAVADA
sario, tema que luego trataremos. produce en casi todas las ocasiones
Las blancas tienen sus dos torres ac- cuando se efectúa A 5 e R, fij ando
tuando en la columna alfil rey, y El sostén es la médula misma de
el caballo rey cuando la dama está la estrategia del ajedrez en lo que
esto les sugiere la combinación que en 1 D. y como, por ejemplo, en la respecta a la ganancia o a los cam-
sigue, ya que a ello se une la acción Ruy López, cuando se juega A 5 e D. bios de piezas. Generalmente, en
del alfil dama que actúa sobre loS En todos estos casos la clavada tie- todas las posiciones las piezas que
cuadros negros del flanco rey ene- ne importancia relativa, pero debe se ubican en una casilla están sos-
migo, -un tanto debilitado. ser considerada atentamente. tenidas; más, deben estarlo constan-
El blanco jugó 18.P 6 A, entre- En la apertura del peón de la temente, para evitar contingencias
Blancas: R. Gr_u . gando el peón, pero explotando la
Posición después ~e, la jurada 18 de las nerras
dama se produce la siguiente cela- desagradables.
eventual clavada de caballo, que se da, muy interesante, aun cuando Cuando la retirada de una pieza
ubicará en el cuadro 3 A R, median- muchos jugadores al llegar a esa es posible, el sostén tiene relativa
En esta posición las blancas están te ·la acción de un alfil en 5 e R que
peor por la situación de la torre cla- indirectamente actuará sobre la da- posición no saben que podrían rea- importancia, pero en los casos de
vada en 4 A R, ya que si se retira ma de 1 D. Las negras siguieron lizar una combinación muy bonita. las piezas clavadas, como hemos vis-
Veamos: 1. P4D, P4D; 2. e3AR, to en distintas oportunidades en el
se perdería la dama de 2 D. Lasne- 18...... , A 1 T, a lo que el blanco
gras han jugado T 5 T, a 10 que las jugó 19. A 6 T, obligando a realizar e 3 A R; 3. P 4 A D, P 3 R; 4. A 5 e, capítulo anterior, el sostén es la
CD2D. base del éxito y de la defensa.
blancas han contestado P 3 e, defen- la jugada que las negras pretendie-
diendo la torre y 'ata~ando la torre ron evitar al rehusar la oferta del Esta es una posición muy común. N o es fácil considerar cuándo una
enemiga. El blanco ha clavado el caballo de pieza está convenientemente soste-
peón enemigo. Las negras jugaron 3 A R para vulnerar el peón dama nida, y cuándo podrá ser convenien-
Especulando en la, posición de la 19...... , A X P; Y las blancas eli- y ahora podría capturarlo, pero el temente defendida. La práctica ha
torre clavada, las negras idean una minaron el alfil mediante un sacrifi- negro cuenta con un recurso que allanado esa deficiencia de los tex-
combinación simple y bonita jugan- cio de calidad para colocar una pie- también lleva a una clavada, con el tos, y los jugadores, en la mayoría
do 19. T X P T +, R X T; 20. e 6 A, za en 6 A que pudiera- ser atacada
232 ItOBERTO G. GRAU
TRATADO GENERAL DE AJEDREZ 233"
de los casos empíricamente o reali- De este prinCIpIO se deriva esta 4 D es igual al número de piezas zón es clara, ya que todas las piezas
zando laboriosos trabajos de cálcu- regla: siendo necesario que en estas atacantes. blancas convergen en ese punto y
lo y" análisis, llegan a conclusiones a situaciones no se produzca nunca las negras también.
este respecto, pero no es difícil es- una ventaja absoluta a favor del DIAGRAMA N<1 480
tablecer un principio general que contrario, los cambios deben efec- DIAGRAMA N<1 482
allane esas dificultades. tuarse en orden inverso al valor de
Eduardo" Lasker, al toéar este te- las piezas. Y por lo tanto es necesa-
ma, establece el siguiente principio rio que, en todos los casos, las pie-
general: En toda combinación que zas que se capturen primero sean las
incluya un número de cambios en menQJ'es.
una casilla determinada debe tener-
se en cuenta el número de piezas
atacantes y defensivas y comparar PIEzA" MAL DEFENDIDA
sus valores relativos.
En tales posiciones pueden produ- En los cambios que se produzcan
cirse dos ca;>os: después "de C o A X P, el blanco de-
19 En los sucesivos cambios puede berá capturar con una pieza de ma-
llegarse, en cierto momento, a una yor valor que alguna adversaria que
situación de desnivel absoluto de lo acecha.
material. (Llamamos desnivel abso-
luto a la ventaja obtenida por el que DIAGRAMA N<1 479
acaba de jugar, por el que ha co- PIEZA MUY BIEN DEFENDIDA Si no existiera el principio gene-o
mido último, y cuando la suma de ral antes esbozado, sería difícil para
todas las piezas capturadas por él Esta pieza no puede capturarse el principiante, por simple análisis,
es mayor que la suma de piezas per- sin perder material. La apoyan ciq- llegar a sáber si la ju~ada P 4 R de
didas, incluyendo en ellas la última co pie:las del mismo valor que las, las negras es posible, pero mediante
que ha movido, la cual, en tal posi- la aplicación del principio anterior
ción, puede ser capturada) . DIAGRAMA N9 4ál
se verá que no. El razonamiento a
29 En los sucesivos cambios no emplear no debe ser el siguiente «yo
se produce nunca tal desnivel de avanzo el peón y entonces me con-
fuerzas. testa el blanco P X P, a lo que yo
Ahora bien: contesto C X ~ y luego contra C X C
Una pieza está dE;bidamente de- yo sigo con C X C, y si me replica
fendida o sostenida si la primera C X C, entonces A X C, a lo que me
ventaja absoluta derivada de los puede replicar T X A, pero enton-
cambios" se produce a favor del. que ces yo» etc., etc., hasta llegar a la
defiende. Ej.: 1. ..... , ex P; 2. A X C, simplificación total.
Si en los sucesivos cambios no se Esto es agotador y en algunas
A X A; 3. D X A, T X D; 4. T X T. ocasi0nes imposible de realizar, ya
produce desnivel, está bien sosteni- Si la dama hubiera "estado atrás de
da si la cantidad de piezas defenso- que al ir a ejecutar los cambios se
las torres, el peón no hubiera podi- olvida el jugador de cómo se inician
ras no es menor que la- de las ata- do ser capturado.
cantes. los mismos. Mucho más simple es
el siguiente razonamiento: «yo ten-
Por lo contrario: go seis piezas que apoyan ese avan-
Una pieza no está bien sostenida PIEZA DEFICIENTEMENTE
si la primera ventaja absoluta deri- adversarias y en ningún momento ce: dos caballos, un alfil, dos torres
DEFENDIDA las de mayor valor traban la acción y la dama, y mi adversario lo im-
vada de los cambios se produce a fa- pide con un peón, dos caballos, un
de las otras.
vor del atacante, y en caso de no En los sucesivos cambios y siem;' En esta posiaión las fuerzas blan- alfil y dos torres.
producirse ventaja absoluta, esto pre que se. tome con la pieza ?e me- cas y las fuerzas negras coinciden Hay, pues, tantas piezas que ata-
ocurre" si el número de piezas ata- nor valor, no se produce ningun des- en un mismo plan. Las blancas tra- can como piezas que defienden y hay
cantes es mayor que el número de nivel parcial ni absoluto. El número tan de impedir la jugada P 4 R Y las piezas del mismo valor en a~bos
piezas defensoras. de piezas que apoyan el caballo de negras tratan de ejecutarla. La ra- lados. Como para tomar una pIeza
234 ROBERTO G. GRAU TRATADO GENERAL DE AJEDREZ 235
es necesario que haya más piezas verse. Generalmente es mejor ata- El negro igualmente perdería el que en todos los momentos de los
que atacan que piezas que defien- car el caballo, ya que esta pieza no peón por la posición del caballo de cambios la pieza que captura debe
den, o por lo menos que esté defen- puede moverse nunca manteniendo 1 D vulnerado por 'una pieza blanca ser de menor valor o de igual valor'
dida por piezas de mayor valor que su acción sobre los mismos puntos; que no es necesaria para la simpli- que la adversaria que la acecha.
las que atacan, el avance es bueno en cambio el alfil puede retirarse ficación central, la dama, y defen-
DIAGRAMA NI? 484
y el peón no puede perderse. en forma de presionar sobre las mis- dido por tres piezas ahora, pero tres
mas casillas en que actuaba antes piezas que son necesarias para de-
DIAGRAMA NI' 483 de la agresión. fender el peón central.
A simple vista esto es 10 mejot:". y Seguiría en este caso 3. C X P,
mediante P 5 C, atacando al caballo, C X C; 4. C X C, A X C; 5. A X A,
las blancas pueden ganar un peón. T X A; 6. T X T, T X T; 7. T X T,
Contra 1. P 5 C seguiría e 5 D (obs- D X T; y ahora el éaballo' está in-
truyendo con el caballo la acción defenso y seguiría D X C mate. Ve-
del alfil, ya que si CID seguiría mos aquí un detalle interesante' que
P X P, ganando el peón sin riesgos, permite establecer un nuevo princi-
por cuanto serían entonces seis las pio general complementario del an-
piezas agresoras contra cinco defen- terior.
soras. Igualmente malo sería ..... , Las piezas que actúan en una' po-
P 5 R, haciendo la «Íourchette», por sición de sostén no deben a la vez
P X C y contra P X C, P X C, se- ejercer acción defensiva con respec-
guido, si P X T, de P X T (D) + to a otra pieza que puede ser vulne-
ganando una pieza) ; 2. A XC, P X A; rada por el adversario, sin restar .Por ejemplo, un peón d~fEmdido
3. T X T, T X T; 4. T X T, A X T; fuerzas a su agresión al punto sos- por otro peón está perfectamente
Esta es una posición muy parecida 5. C X P, A X P; 6. C X P ganando tenido. Una pieza que ejerce ese defendido contra cualquier ataque
a la anterior. Las negras acaban de un peón. doble rol debe considerarse al hacer de las piezas enemigas, aun cuando
jugar P 4 R confiadas en el sostén Sin embargo, hay algo mejor to- la suma de valores defensivos pues éstas sean las siete que pueden ha-
suficiente, ya que hay seis piezas davía y que hace evidente que nun- llegará un momento en que in'evita- cerlo, ya que tomarlo implicaría un
que apoyan ese avance contra seis ca debe conformarse el jugador con blemente deberá renunciar a uno de sacrificio. Sólo debe temer de la
la primera impresión de una posi- sus dos roles. agresión de las piezas del mismo
piezas que 10 evitan.
Sin émbargo, surge ahora una de ción. Hemos visto que el alfil de 3 D Hemos visto un instructivo proce- valor: los peones.
las complicaciones de sostén de una ejerce en la combinación anterior dimiento para jugar en las posicio- DIAGRAMA NI? .485
pieza: la posibilidad de atacar una un rol muy importante, por cuanto, nes de sostén, y hemos vistó los ries- Negras: Guerra Boneo
pieza del sostén con otra de menor cuando se origina el cambio de to- gos que existen cuando las piezas
valor, y obligarla a retirarse, o en rres de la jugada 3, apoya la de 2 D del so~tén pueden ser agredidas y
algunos casos, la de cambiar una y evita la pérdida de la misma. des~loJadas por otras piezas adver-
pieza del sostén por otra del mismo Esto permite considerar este plan, sanas. Veremos ahora algunos otros
valor que nada tenga que hacer con pero con una jugada intermedia muy ejemplos de sostén para dar fin a
la acción central de la partida. importante, jugando primero 1. P5A! este instructivo tema.
En la posición que comentamos, (desalojando el alfil de la defensa de Este es un ejemplo que da' Eduar-
si las blancas juegan P X P se llega la T), A 2 A; 2. P 5 C, CID (si ahora d?, Lasker"y que muestra una posi-
a una simplificación igual a la co- 2. . .... , C 5 D se perdería la pieza Clan de pea n atacado por tres piezas
mentada anteriormente, y nada se después de 3. A X C, ya que si 3...... , y defendido por dos, que no puede
ha ganado, pero si el blanco estu- P5R seguiría 4. C4Tj y si 2...... , ser capturado por no ajustarse la
dia la posición observará algunos P 5 R, mediante 3. P X C se ganaría posición al principio general antes
detalles muy interesantes, que per- una pieza después de 3...... , P X C; establecido. Las piezas que atacan
miten pretender la ganancia de ma- 4. P X C, P X T; 5. P X T (D) + s?n de mayor valor que las que de-
terial. etcétera); 3. C X P ganando el peón. fIenden, y para tomar el peón las Blancas: Grau
Dos de las piezas que realizan el Hágase el análisis sacando el peón n~gras deberán perder calidad, por Posición después de la Jugada 30. de las negra.
sostén, el caballo de 3 A D y el alfil blanco de 4 A R en esta misma po- ejemplo: 1. ..... , C X P; 2. C X C,
de 3 D, pueden ser atacadas por peo- sición, después de 2. . .... , CID; y TXC; 3. AXT, TXA·-y se ha En esta posición las negras están
nes. y obligadas, por lo tanto, a mo- se observará un detalle aleccionador. perdido calidad. Repeti~os, pues, per.didas. Las blancás inician una
236 ROBERTO G. GRAU TRATADO GENERAL DE AJEDREZ 237
combinación para ganar la dama En casi todas las pOSICIones de con el caballo, que atacará la dama DIAGRAMA NQ 438
mediante una interesante agresión c()mbinación se llega a la ganancia Y amenazará mate, jugaron A X P, N~rral: Labraña
al sostén, con sacrificio, muy usual de material por amenazas mucho ganando el peón, ya que no es po-
en las posiciones de combinación; más serias. La amenaza de mate es sible continuar con P X A a causa
al. T X e (para hacer irrupción con una de ellas y en casi todos los ca- de e X P, atacando la dama y ame-
la dama sobre el punto 6 A R enemi- sos esta doble amenaza es de resul- nazando el mate en 7 R con la da-
go. Este sacrificio ya implica una tados fatales para el que la sufre. ma. Vemos aquí una amenaza ma-
maniobra para sacar el sostén del Eri algunas ocasiones la amenaza yor proporcionando la ganancia de
peón que ocupa dicho cuadro) • es doble y entra en el terreno de los material.
R X T; 32. D X P +, D 2 A (si dobles, ya que una amenaza de ma- Esta es la posición de una pattida
R 1 e, T 8 R mate); 33. D 8 T +. te, que simultáneamente amenaza a entre eapablanca y Thomas, en la
D 1 e; 34. T 8 R + (entregando la una pieza que no esté defendida ni que eapablanca omitió una manio-
bra de ganancia de material por
torre para quitar el sostén de la da- puede retirarse defendiendo el mate
ma), R X T; 35. D X D, etcétera. y que tampoco puede ser apoyada amenaza mayor. En la partida, ea-
En el transcurso de los ejemplos -con esta doble solución, es simple- pablanca siguió con 1. D 8 T, que pa-
anteriores hemos visto muchos que mente un doble; pero en otros ca- rece ganadora, pero Thomas halló
tienen entre sus características la sos no existe el doble y sin embargo adecuada defensa con la bonita res- Blancas: N. N.
de explotar los sostenes insuficientes se obliga al adversario a entregar puesta T X P T, atacandQ a su vez
y recordamos, al pasar, dos de ellos una pieza para evitar el mate. a la dama enemiga, que es el sos- En esta posición las negras están
muy interesantes: los diagramas Es éste uno de los sistemas sim- tén de la amenaza de T X T que en inferioridad de material, pero
290 y 325, ampliamente comentados ples, pero más usuales, de establecer proyectaba eapab1anca. mediante una combinación obliga-
al pie de los mismos, en que se ex- desnivel de material, obligando al rán al blanco a entregar una impor-
plota, muy hábilmente, la situación adversario a despojarse de fuerzas DIAGRAMA NQ 487 tante fracción de sus fuerzas y que-
de sostén insuficiente y se gana ma- para oponerse al mate o a la pérdida Negras: Thomas
darán con ventaja muy amplia. Ju-
terial merced a ello. de piezas de gran valor. Algunos garon e 4 R, atacando la dama. Las
Este tema 10 trataremos más am- ejemplos aclaran esto y pondrán en bhmcas siguieron con D 3 R, ya que
pliamente en el segundo tomo de es- evidencia la importancia de este re- ~'i D 3 A s~guiría e X P, amenazan-
ta misma obra, al considerar proble- curso que completa la serie de pro- do D X P T mate. Contra esta movi-
mas de la estrategia del juego y cedimientos que para ganar mate- da las negras contaban con un boni-
combinaciones que tienen como so- rial existen en ajedrez, y que hemos to golpe, e 5 e ! !, amenazando la
lución la oportuna simplificación señalado con amplitud. dama y defendiendo indirectamente
que permite llegar al final ganador. la dama propia, por la amenaza de
DIAGRAMA NQ 486
Trataremos allí la presión y el sos- e X P A mate, en caso de D X D.
No, ... s: Grau
tén desde el punto de vista estraté- Siguió 3. P X e, D X P y ahora
gico. las blancas, para evitar D 7 e mate
y D X T mate (una doble amenaza
formidable), debieron jugar 4. D 3 C,
FORZAR LA ENTREGA siguiendo la partida con D X T +
LA AMENAZA MAYOR COMO
Blanca.: Capablanca seguido de T X D, quedando con
ELEMENTO DE GANANCIA dama contra alfil.
DE MATERIAL Si en lugar de esta movida hubiera En el diagrama 489 las blancas
jugado 1. T X T!, D X T; 2. D 4 T!, idean una combinación especulando
Este capítulo de la ganancia de habría ganado una torre, por la en una amenaza de mate que ha de
material es muy importante, pero amenaza mayor de mate. Es eviden- finalizar con ganancia de material.
ya está tratado en casi todo lo que te que la dama entregada no se pue- La maniobra es bonita e instructiva,
anteriormente hemos esbozado. Mu- de capturar, y que al tener que re- y nace del conocimiento de una po-
chos son los ejemplos que hemos tirar la dama, ya que la torre no sición característica de mate típico
visto de ganancia de material para Blancas: Retl puede moverse defendiéndola, las de dos alfiles. Veamos: 1. T X P ! !
evitar mates, o de ganancias de peo- blancas hubieran ganado la torre (para provocar la posición de mate
nes o una pieza menor para evitar En el diagrama 486 las blancas, ,en mérito a la ineludible amenaza que ha de llevar a la ganancia de
la raptura de una pieza mayor:. especulando en una doble amenaza de mate. material), D X T; 2. A 5 R (atacando
TRATADO GENERAL DE AJEDREZ 239
238 ROBERTO G. GRAU
jaque; apoyando la acción de la to- DIAGRAMA N9 492
DIAGlÚ.MA N9 489 nando calidad), R1 T; 2. e6A (igual- rre sobre la torre enemiga, y, de Nerras: C. Torre
Negras: Palau
mente pu~de realizarse esta jugada, esta manera, ganándola).
ya que SI P X e, seguiría T 7 T R
mate), TRI A R; 3. T X P (entre- DIAGRAMA N9 491
gando el caballo para especular con Negras: Bauer
una amenaza mayor que permitirá
recuperar el material con un buen
saldo favorable), T X e (única para
evitar la amenaza mayor de T 7 T
~ate); 4. R 5 R! (bonita y elegante
Jugada del rey, que permite ganar
ahora la t?rre, ya que esta pieza no
puede retIrarse a 1 A R ni ser de-
fendida por la otra to'rre, por la
amenaza mayor de T 7 T + seguido
de T (7 A) 7 e mate. Blancas: Adams
Blancas: Gran
DIAGRAMA N9 490 Finalmente daremos para termi-
Negras: Yates
l~ ,dama y cr;ándole al rey la posi- nar con este capítulo un magistral
ClOn caractenstica de mate de dos Blancas: Rivarola ejemplo, realmente aleccionador y
alfiles, base de innumerables com- Posición .después de la jugada 24 de las negras que demuestra hasta qué punto es
bi~aciones), D 3 R; 3. D X e! (eli- ~ ~ ". O'l.\!! posible sacar provecho de una ame-
naza mayor para ganar material.
mmando el caballo que impide el Las blancas juia:P&K~·contra
mate de alfil en 6 T. Ya se ha recu- La posición de mate en que se en-
25 ...... , D2D; 26. D5D + T2A cuentra el rey negro permite al
perado gran parte del material en- (si 26 ...... , R 1 A; 27. 1 AD,TE
tregado, por cuanto a cambio de la blanco idear una combinación muy
torre ya se tiene un alfil y un peón, T 0 P; 28. D X T +!, ganando in- interesante, en base de la explota-
mediatamente por la amenaza ma- ción de una amenaza mayor, y, lo
pero la amenaza de mate dará para
ganar el resto), D X P T (evitando yor si P X D de 29. T X T + se- que es más importante, de anular
guido de 30. T 7 A, recuperando la el sostén que tiene la torre negra
el mate de A 6 T); 4. D 6 D (ame- dama y quedando con una torre de
nazando D 8 e ó D 7 A mate) de 1 R mediante la acción de la
ventaja); 27. T (1 D) 1 A D, R 1 A;
D8T+; 5. R2D, D4T+; 6. P4e, 28. T X P (y las negras abandona- dama.
A 3 R (planteando una amenaza de Como esta pieza está esclavizada
doble, clavando la dama y evitando ron, por cuanto, 28. . .... , T X T;
Blancas: Alckhlne
29. T X T, D 1 R (única para evitar en la defensa de ese mate, el blan-
por medio de una clavada el mate co elude la agresión directa del alfil
la amenaza mayor de D X T mate);
de acuerdo con lo que hemos es~ Las negras deben sacrificar la to- 30. P 7 D, y nada mejor queda ante adversario mediante una seguidilla
tudiado anteriormente); 7. P X D, rre para evitar el mate y nueva- la amenaza de la dama de parte del de brillantes sacrificios, que irán re-
T X D +; 8. A X T, T 1 D (clavan- mente vemos las amenazas mayores, peón -y lo que es más grave, la duciendo la agilidad de la dama
do el alfil); 9. P 5 R (el sostén de- provocadas por medio de hábiles sa- amenaza de coronarse dama el mis- enemiga, hasta permitir la ganancia
finitivo) y las blancas, que han crifi~ios previos, finalizanc;lo en ga- de material.
calculado bien la combinación, que- mo- que jugar T X P, perdiendo la
nanCIa de material. torre para evitar, transitoriamente, 1. D 4 e R! (el primer sacrificio.
dan con una pieza ganada por la Veremos ahora cómo la amenaza No es posible tomar la dama por
hábil explotación de una amenaza un mal mayor, ya que si 30. . .... ,
mayor de un jaque, doblando la ac- DI D; 31. T 8 A, T X P; 32. T X D + la amenaza mayor de T >< T, con
mayor. - ción de una pieza en una columna mate a la siguiente), D 4 C (salien-
ganando la dama. Sin embargo, lo
Efta (NO 490) es la posición de abierta, permite ganar materiat En mismo con 30. . .... , T X P, se ga- do de la presión y amenazando a la
una partida entre Alekhine y el el ejemplo del diagrama NO 491 las naría luego la dama, por cuanto si vez D X T, para continuar con T 8 A
m~estro inglés Yates, en la que, el blancas jugaron 25. P 6 D !, las ne- a 31. T X T la dama se moviera, y mate); 2. D4AD!! (un nuevo y
prImero gana material especulando gra~ replicaron con 25 ...... , D 2D. por ej emplo a 31. ..... , D 3 e; espectacular sacrificio de la dama
hábilmente en una doble amenaza (Si hubieran jugado 25: ..... , TXP, R D8T+, DIR; ~ T8~ g~ obstruyendo las amenazas adversa-
de mate y de material. Veamos: habría seguido 26. T (1 D) X T y con- nándola. rias y explotando la situación de
1. e 7 D (amenazando C 6 A + ga- tra P X T entonces 27. D 4 A dando
240 ROBERTO G. GRAU
sostén de las dos piezas negras que Adams efectuar este serie de fili-
pueden capturar la dama), D 2 D; granas tácticas que irán quitándo-
3. D 7 A!! (nueva persecución, y le a la dama toda posibilidad de
metiéndose en la. boca del lobo, que, seguir actuando en la diagonal
por cierto, no puede morder por la 1 R - 5 T D, evitando T X T mate);
amenaza mayor de T X T mate), 5...... , D 4 e (si D X T; 6. T X D
D4C (nuevamente amenazando y subsiste la amenaza de mate en
D X T !); 4. P 4 T D !! (la jugada A u 8 R, si desaparece cualquiera de
magistral. Veremos cómo ahora la los sostenes); 6. D X pe!! (el nue-
posición del negro se vuelve com- vo y brillante sacrificio que gana SOLUCIONES
pletamente artificial, y cómo el qlan- material, ya que la dama no puede
co ha de explotar la amenaza de seguir evitando el mate en 8 R. Si
mate y la posibilidad de una agre- D X D, seguiría T X T, etcétera, y Dlarrama 51 De 1 T D. 3; de N9 2. B; de NI' 3. 5; Dlarrama 99 SI D8C: T1R++; si D2T:
sión múltiple a todos los sostenes), si en cambio T X T, entonces D X T, de N9 4. B. DI T++; 51 D X D: T4AR++; 51 D1C: T8R++:
Dlarrama 52 De BTD. 21; de N9 2. 25; de N9 3. 25. 51 D7C: D1T++; si DXT+: AXD++.
D X P T; 5. T 4 R! (todas las pie- etcétera, daría igualmente mate. Dlarrama 53 De BAD. 14; de NI' 2. 14; de NI' 3. 14; Diagrama lOO SI A X T: P XA + +; 51 A 3 AD:
zas blancas están entregadas y la Para evitar esto habría que entre- de N9 4. 14. T6T++; si C3A: T(7RI6R++; si C4A: PXC++;
Dlarrama 54 De 8TO. 7; de NI' 2. 13; de N'? 3. 9; si T3R: T7D + +; si A3AR: e8A + +.
amenaza mayor de mate permite a gar la dama). de N9 4. 7. Diagrama 101 P 3 C o P 4 C.
Diagrama 55 De 8 T. 2; de NI' 2. 3; de NI' 3. 4; Diarrama 102 C & A +.
de N9 4. 8; de N9 5. 8; de NQ 6. 6. Diagrama 103 P 8 A (D).
Dlarrama 56 De 2 T D. 2; de NI' 2. 1; de N9 3. 1; Diagrama 104 T 3 T.
de NQ 4. 2; de NQ 5. 1; de NQ 6. 1. Diagrama 105 T 2 A.
Diagrama 57 Negras 20 Blancas 32. Diagrama 106 T 4 T.
Dlarrama 58 Negras 29 Blancas 36. Diagrama 107 P 8 R (e) +.
FIN Dlarrama 59 Negras 41 Blancas 34.
Diagrama 00 Negras 40 Blancas 31.
Diagrama 108 T 5 D Y luego T 5 T D.
Diagrama 109 A 6 T.
Diagrama 61 Negras 10 Blancas ,37. Diagrama 110 D 8 T + Y A 3 D.
DEL Diagrama 62 Negras 7 Blancas 44. Diagrama 111 P X P (al p.l.
Diagrama 63 Negras 43 Blancas 48. Diagrama 112 T 4 T + ... y luego T 4 C + y T X A.
Diagrama 76 T 8 C + +. Diagrama 113 T X P +. R X T Y C 5 C +.
TOMO PRIMERO Diagrama 77 D 8 C + +. Diagrama 114 D X e y si P X D. R 3 C + +.
Diagrama 78 T BT + +. Dlarrama 115 C 5 T +. T X C; T X e +. R X T;
Diarrama 79 D 7 T + +. T6R + +.
Diagrama 80 C X A + +. Diagrama 116 T X A +. D X T; P4A + (y 81
Diag.ama 81 C 7 A + +. R X p. C3D; si D X p. C6RL
Diagrama 82 C 6 C + +. Diagrama 2391) C6T+ R1T; 2) DBC+. TXD;
Diagrama 83 A 6 C + +. 3) C 7 A + +.
Diagrama M C 3 A D + +. Diagrama 240 1) ...... D X P +; 2) A X D.
Diagrama 85 R 1 C + +. T8D+; 3) AlA. TXA++.
Diagrama 86 C 2 A + +. Diagrama 241 1)' D 5 C +. D X D; 2) T 8 R +.
Diagrama 87 e 6 A ++. A 1 A; 3) T X A + +.
Diagrama 88 A 5 D + +. Diagrama 242 1) A 7 C +. T X A; 2) T B R +.
Diagrama 89 Si TXT5D: C3T++; 51 TXT4C: R X T; 31 D 7 R + +.
D7R++; si T7R: C3A++; si T6D: D7R++; Diagrama 243 1) D 6 T +. R X D; 2) A X T + +.
si A 7 R: CID + +. Dlarrama 2441) e6D+. R1D; 2) D8R+.
Dlarrama 90 SI TXD: C6A++; si C2R+: e X D; 3) C 7 A R + +.
D4A++; 51 P7C: AXT++; si C5D: C3A++; Diagrama 245 1) T 6 T. P X P; 2) P 7 C + +.
si T 3 R: D 4 C + +; si T 3 A: C X T + +. Diagrama 246 1) ...... TXT+; 2) CXT. DXC+:
Dlarrama 91 SI P 5 A: D X P + +; 51 R 5 A: 3)RXD.T8D++.
DBC++; sIP6D: C3A++; 51 PXT: DBC++; Diagrama 247 1) DXPT. R1A; 2) D8T+. R2R;
si R X T: D 1 T + +. 3) D6A +. R2D; 4) D X PA. RID; 5) T8T+.
Diagrama 92 SI D X A +: C (4 A) 5T + +; si DI R; 6) T X D + +.
C X C: A6R + +; si D2CR: C4C/+ +; 51 C6A: Diagrama 248 1) D X P +. R X D; 2) C 5 C +.
C 4 C + +; 51 C 6 D: A 2 C + + ; 51 D XC: T 5 R+ + ; P X C; g) T 3 T + +.
si RXC: P5D++. Dlarrama 249 1) A X P+. R1A; 2) DBD+.
Diagrama 93 SI R 3 D: C 5 C + +; si P X C: R X A; 3) e 5 R +. R 3 R; 4) D 5 D + +.
C5A++; si R3A: C4C++; si R5A: C3D++; Dlarrama 250 1) D B D +. R X D; 2) A 5 C +.
si T X C: C 5 A + +. R 1 R; 3) T B D + +.
Diagrama 94 SI R X T: D 2 R + +; si C X P: Dlarrama 251 1) e 6 A +. P X e; 2) A X P + +.
T X C + +; si C X T: D X A + +; 51 D X T +: Diagrama 252 1) D X P +. R 1 D; 2) D 8 A R +.
D2R++; 51 DXC+: DXD++; si DXP+: A X D; 3) T X A + +.
C X D + +; si A 3 T: D 5 D + +. Dlarrama 253 1) .....• T 7 A +; 2) R 1 T. T7T+;
Dlarrama 95 SI A X C +: D X A + +; si A5AD: 3) RXT. C6A+; 4) R1T. TBC++.
C 6 D + +; si P 5 A: T 4 D + +; si T 5 A: C 3 C + +; Dlarrama 254 1) D X T +. R X D; 2) T X P+.
si D X T: C 3 A + +; 51 A 3 R: C X P + +; si R 1 R; 3) T 8 A +. R 2 R; 4) T (1 A) 7 A + +.
TJA: D X A+ +. Dlarrama 255 11 D5TR. R2D; 21 D~CR+.
Dlar:rama 96 SI T X T +: D X T + +: si A~R: T 4 A R; 3) D X T +. R 1 R; 4) D 7 A R +. R 2 D;
T4D+ +; si T5T: A5A+ +; si D 5C: DBA++: 5) A6R++.
si ABC: C4A + +; si P4A: T3D + +. Dlarrama 258 1) D5T +. R1 R; 2) D7 A +.
Dlarrama 97 SI C X P +: C 4 C + +; 51 C 6 C +: R3D; 3) P5R+. R3A; 4) D5D+. RJe; 51 DSCD++.
P"D++; si C6A+: P"D++; si TXP: Dlarrama 251 1) A '1 A R +. R X A; 2) e 5 R +.
DIA++; si R7A: D1A++: 51 RXP: D1A++. R3R; 3) D7AR+. R3D; 4) C4AD+. RolA;
Dlar:rama 98 81 T6R: D X T + +; 51 R X T: 5) D 5 D +. R 5 C; 8) P 3 A +. R 5 T; '11 P 3 C + +.
D8A++: si TXT: D4C++; si T4R: T4D++: Dlarrama 258 1) T8A+. AXT; 2) A5C+. A2R;
11 TSA: D8R++; si T8A: TXP++. 3) A XA. R X A; 4) D 7 A +. R 1 D; 5) D 8 A + +.
242 ROBERTO G. GRAU
Diagrama 259 1) C 6 C +. P X C; 2) P X P +. Diagraml> 284 1) A 7 A R +. R 2 R; 2) D X C +.
C 3 T; 3J T X C +. P X T; 4) P 7 C +. R 2 T; R X D; 3) C 5 D +. R 4 R; 4) C 3 A R +. R X P;
5) P 6 C + + (o P 8 C (D) + +). 5} C 3 A D + +.
Dbgrama 260 1) ...... A3T+; 2) C5C. AxC+; Diagrama 285 1} C4C+. R2R; 2) C5A+. R2D;
3) 1I.3D. DXP+; 4) RXD. P4D; 5) RJD. 3) C 5 R +. R 1 A; 4) C 7 R +. R 1 C; 5) C 7 D +.
A4A + +. R2T; 6) C8A+. R3T; 7) C8C+. R4C; 8) C7T+.
,Diagrama 261 1) AXC+. RXA; 2) P6A+. R1T; R5C; 9) C6T+. RSA; 10) C4C+. RSD; 11) C5C+.
3) TxP+. RXT; 4) T1T+. DST; 5) TXD++. R 7 R; 12) C 3 A +. R 8 R; 13) C 3 D + +.
Diagrama 262 1) D X P +. R X D; 2) P 6 C +. Diagrama 286 1) D8C+. R2R; 2) P6A+. R3R;
R 1 T; 3) T 4 T +. A 3 T; 4) T X A + +. 3) D8R+. RXP (si 3 ....... TXD; 4) TXP++l;
Diagrama 263 1) C (5 D) S A. P X C; 2) A 6 T +. 4) O X T +. R 2 C; 5) T 2 C +. R 2 T; 6) 08 C +.
, P X D; 3) C X P + +. R 3 T; 7) D 8 T + +.
Diagrama 264 1) .....• C7AD+; 2) R2R. 06D+; Diagrama 408 A 3 A.
3) R X D. C 6 C +
+. Diagrama 409 D X p,
Diagrama 265 1) T7C+. R5T; 2) D3T+. PXD; Diagrama 410 O - O - O.
3) P3CR++. Diagrama 411 R 6 A O R 6 T.
Diagrama 2661) D8R+. TXD; 2) PXT(D)+.
A X D; 3) A X P D + +.
Diagrama 267 1) D X P +. R X D; 2) A 3 T +.
Dia",rama 412 D 3 R.
Diagrama 413 P 4 A.
Diagram .. 414 P 5 A.
INDICE
R 5 A; 31 A 5 C +. R X P; 4) T (1 Cl 1 A + +. Diagrama 415 A 3 A R.
Diagrama 26811 C5A+. R2T; 21 T7C+. cx'l'; Diagrama 416 T 7 D. Roberto G. Grau ................................................. .
3) T S T +. R 1 C; 4) C 7 C + +. Diagram .. 417 TI T. 5
Diagrama 269 1) T6C+. O XT; 2) C6A+. R1T; Diagrama 418 P 4 A. La actuación ajedrecística de Grau ............................... . 7
3) D X C +. D X O; 41 T X 0+ +. Diagrama 419 A 5 T. Prólogo ..................... o •••••••••••• , ••••••••••••••••••••••• 9
Diagrama 270 1) D8R+. TXD; 2) T)(T. AXT; Diagrama 420 A 5 C (gana 2 peones). o A 2 O
3) P 7 A +. T X A; 01') P 8 A (O) ++. o R 2 A o TIA D. seguido dé P 3 C. gana el caballo
Diagrama 2711) 08T+. CXO; 2) C6T+. R2T; por Uno O dos peones. según lOS casos.
3) C7~+. R3C (o R1C); 4)/T6T tu 8T) + +. Diagrama 421 e 2 D o CIA. CAPÍTULO 1
Diagrama 2721) C5D+. R1A; 2) (;SR+. PXC; Diagrama 422 P 5 R.
3) A S T +. R 1 C; 4) C.S.A + +. Diagrama 423 P 4 A,
Diagrama. 273 H ..... ;'T4T+; 2) RXT. D6T+; Díagrama 425 P 5 A. RUDIMENTOS
3J R5C. P3T+; 4) R4A. P4C+; 5) R4R. D3R++. Diagrama 426 P 4 A O.
Diagrama 274 1) DXP+. RXO; 2) T5T+. R1C; Diagrama 427 Blanco C 7 A + Negro T 4 T +. Reglas del juego y nociones preliminares
3) C 6 C. T 3 A; 4) T 8 T +. R 2 A; 5) T 8 A Ro +
+. Diagrallla 428 Blanco C 5 A Negro A 3 A.
Diagrama 2751) OXP. P4AR; 2) T8T+.C1C; Diagrama 429 R 3 R.
3) C X P +. P XC; 4) T X C + +. (otro mate: Diagrama 430 T 7 D +. El ajedrez. - Su índole y su fin ................................. . 11
2) OXPA. CxO;3) CSD+. R1C; 4) T7C++). Diagrania 431 T 5 T +. El tablero. 11
Diagrama 276 1) T X P C +.
R X T _[si 1) •....• Diagrama 432 A {; D.
o ••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••
CAPiTuLO II
EL AJEDREZ Y SU ORGANO
196
f!- a,?r~swn compleJa . o ••••• o •••••••••••••••••• o ••••••••••• o •• o •
199
f3erCtCtOs ..... o ••• > o •••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••
200
a entrega ................... ... o ••••••••••••••••••••••••••••••
203
III
CAPiTuLO Ejemplos de entrega forzada " .........•........................ 206
ERRORES DE LA VISION MEDIATA De la ganancia mediata de material 207
Los dobles. - Cómo se provocan y cóm'd ~~. ~~~~~id ~~:,; i~~ 'p~~~i~~~~
Los errores de la visión mediata ........ 133 L de dof~urchette» ............................................. . 208
Nueva serie de ejercicios: Recursos extraordinario~para hacer tablas
Recursos ex~epcionales para ganar ............................... .
Otros errores: Trasposiciones '" o o •••• o
o ••
•••••••••
o o o o o ••
,
o
o
•• o
•••••••••
o o ••••••••••
o •••••
139
144
155
L~~ d~~i~; ~~ ~~:~e'
Los. dobles de dama ..........................
.
LOS d b,es de caballo ..................................... , ... .
••
o • ' o • o • • • • •
'••••••••••••••••••••••••••••••••••••
• • • • • • • • •••• o • • • • • • • • • • ••
o
,
••••••
o •••
210
21:3
215
Análisis defectuosos .................•............................ 157
o •••••••••••••••••
217
L~ pIezas encerradas (o copadas) ...... ..... . ........ o •••••••••
213
ncerradas de dama ........................................... . 218
CAPiTULO IV
tos
Las tor:es encerradas ..............................
alftles encerrados .... . ............. ,., ................... .
as encerradas del caballo ...................•.................
o ••••••••••••
219
221
223
Los descu~iertos. - El descubierto como elemento de gananc;a, de
OBSERVACIONES GENERALES A PRopósrro DE LA PARTIDA DE ATAQUE. Con- matenal .... o • o ••••••••• '.' • • • • • • • • ' • •_ • • • _ • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • •
224
tribución a una eficaz acumulación de experiencia ...... 160 o ••••••• La clavada y el Stlstén. - La clavada como elemento de ganancia
Ataques sobre el rey sin enrocar: de material ............................................. o ••• o o •• 228
Elementos positivos de este ataque o 161
••••• o •• o •••••• o ••••••••• o •• El sostén con, o sin clavad'! ....................... o o o • o o o o o • o • o • 231
Elementos en que finca la fuerza de los ataques sobre el rey sin Pieza mal defendida ............................ " ..... o •••• , ••• 232
enrocar ............ o ••••••••••• , ••••••••••••••••••••••••••••• 162 Pieza suficientemente defendida .............................. o • 232
Elementos negativos de ataque . o •••••••• o •••• o ••••••••••• o ••••• 163 Pieza muy bien defendida ..................................... . 233
Factores positivos indirectos de ataque .... o ••• o •••••••••••• , ••• 163 Forzar la entrega-. - La amenaza mayor como elemento de ganancia
Cómo estos elementos del ataque condicionan la estructura del
juego y especialmente la apertura ................... o •••••••• 164 So¡u~fo~~te.~~~ . : : : : : : : : : : : : : : : : : : : : : : : : : : : : : : : : : : : : : : : : : : : : :: : : : : 236
241
Consejos para la apertura del juego ... ............. o ••••• o •• o •• 164
Punto de vista de la defensa en estos ataques ... o ••••••••••••••• 165
Ataques sobre el rey enrocado:
Factores del ataque y de la defensa, estando el rey atacado enrocado
en el flanco de rey .......................................... . 166
Factores indirectos del ataque ....... o 167
•••••••••••••••••••••••••
V CAPiTULO