Está en la página 1de 1

EL CORAZON TOMADO DE LA MANO DEL CEREBRO

En muchas ocasiones nos vemos en situaciones en las que discrepa nuestra razón y nuestros
sentimientos, este choque nos dificulta la capacidad para tomar decisiones ya que no es lo
mismo lo que debemos hacer que lo que queremos hacer.

Seria maravilloso que como en la imagen “estos dos” estuvieran de acuerdo, pero en la realidad
no es así, para algunos los sentimientos pueden más que la misma razón y para otros la razón
reina sobre cualquier sentimiento.

¿Qué es lo correcto? Creo que eso depende de la situación misma, por ejemplo, en una relación
“toxica” o “destructiva” la razón debería estar por encima de cualquier sentimiento de amor o
apego o costumbre… para tomar la decisión más saludable que sería una separación.

Un ejemplo en donde priman las emociones ante la razón puede ser cuando nos encontramos en
una situación de peligro y la respuesta debe ser inmediata, pensar y razonar en la “posible”
solución nos demandaría mucho tiempo, mientras que una reacción motivada por el miedo, la
adrenalina…. Puede incluso salvarnos la vida.

De esta manera creo que no siempre debe haber un equilibrio entre lo racional y lo emocional,
porque cada situación amerita una respuesta diferente y contextualizada. Creo que una imagen
que ejemplifica mejor a lo que me refiero es la siguiente;

Algunas veces uno prima sobre el otro y otras se


consigue el equilibrio.

También podría gustarte