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UNIVERSIDAD DEL PACÍFICO

DEPARTAMENTO DE HUMANIDADES
20006 - LENGUAJE II
SECCIÓN: G
PROFESORA: ÚRSULA CARRIÓN
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EJERCICIO (TOMADO DEL 2014-2)

Realice un esquema y un resumen del siguiente texto:

El planeta Tierra está inmerso en un cambio insó lito, por lo acelerado que, de una
manera o de otra, con efectos diferentes aquí o allá , llega a todos los lugares. “A
mediados de siglo, las evidencias del cambio climá tico, en aspectos que ahora pueden
no ser aú n muy visibles, será n incontestables”, dice el experto Manuel de Castro.
Muchos países no tendrá n capacidad econó mica para poner en marcha medidas de
adaptació n que eviten los impactos má s adversos. Los desarrollados seguramente sí,
pero con un coste alto. En Españ a, por ejemplo, solo la subida del nivel del mar hacia
2050, en algunas provincias, puede suponer un coste equivalente a entre el 0,5% y el
3% de su PIB, que llegaría al 10% a finales de siglo, segú n un reciente estudio liderado
por Íñ igo Losada, director de Investigació n del Instituto de Hidrá ulica Ambiental de
Cantabria.

Las temperaturas seguirá n aumentando y, hacia 2050, la media global será entre uno y
dos grados má s alta que ahora, dependiendo de cuá ntos gases de efecto invernadero
se emitan. “Y eso es mucho: hay que tener en cuenta que se ha fijado el límite de dos
grados de aumento, aproximadamente, desde la época preindustrial, como máximo a
no superar para evitar las peores consecuencias, y a mediados de siglo estaremos muy
cerca o ya en esos dos grados”, continú a De Castro, catedrá tico de Física de la Tierra de
la Universidad de Castilla-La Mancha. Hay que tener en cuenta, recuerda, que desde la
época preindustrial, hacia 1780, la temperatura media del planeta ha subido ya 0,8
grados y (…) no es que la Tierra no haya sufrido cambios climá ticos en el pasado; al
contrario, han sido abundantes, pero no hay registro de ninguno tan rá pido como el
actual. La gran novedad, ademá s, es que en esta ocasió n se debe a la actividad humana.
“Es Física: se refuerza el efecto invernadero por las emisiones, sobre todo de los
combustibles fó siles, y el planeta se calienta”, afirma taxativamente De Castro.

La convulsió n del clima tiene mú ltiples manifestaciones, efectos y retroalimentaciones.


“A mediados de siglo, el Á rtico será un océano libre de hielo en verano, con
importantes rutas de navegació n y transporte marino, así como grandes puertos e
infraestructuras asociadas”, describe Carlos Duarte, del Instituto Mediterrá neo de
Estudios Avanzados (IMEDEA, CSIC-UIB). Y má s sobre el Á rtico dentro de 50 añ os:
“Muchas especies asociadas al há bitat del hielo, como el oso polar, focas, morsas y
algas, se encontrará n en un estado crítico de conservació n o se habrá n extinguido,
mientas que muchas otras, como el bacalao, gambas, bosques de algas y praderas
submarinas se habrá n extendido creando nuevos ecosistemas con nuevas funciones y
servicios a la sociedad”, añ ade este oceanó grafo experto en los confines
septentrionales de la Tierra.

Otra extensa parte de planeta que habrá cambiado dentro de unas décadas es la
Amazonía, que puede sufrir una deforestació n acelerada por el efecto combinado de

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las sequías prolongadas y los incendios, como muestra un trabajo publicado en
Proceedings (Academia Nacional de Ciencias, EE UU) por Paulo Monteiro Brando
(Instituto de Pesquisa Ambiental da Amazonia) y sus colegas. “Las interacciones entre
el clima y los cambios del uso de la Tierra pueden desencadenar la extensa
degradació n de las selvas amazó nicas; los incendios de alta intensidad asociados a los
fenó menos meteoroló gicos extremos pueden acelerar esta degradació n
incrementando abruptamente la mortalidad de los á rboles”, explicaban. (…)

Las proyecciones climá ticas no consisten en predecir el tiempo meteoroló gico que
hará dentro de 50 añ os, en una semana concreta en una localidad determinada. No se
trata de una predicció n del tiempo a larguísimo plazo, sino de identificar los rasgos y
de calcular los cambios del clima de la Tierra y sus posibles manifestaciones en la
medida en que se vayan acumulando má s o menos gases de efecto invernadero en la
atmó sfera. “La precipitació n media global dentro de 50 añ os aumentaría entre un 5%,
en el escenario má s favorable de menor concentració n de gases de efecto invernadero,
y un 15% de incremento en el escenario má s desfavorable”, resume De Castro. “Pero
su distribució n será muy desigual entre regiones. Como regla general, las zonas
hú medas recibirá n má s precipitaciones y las á ridas, tendrá n menos lluvias, con pocas
excepciones”.

Tampoco el cambio en las temperaturas será uniforme, de manera que habrá entre un
20% y 70% menos días de frío extremo respecto a los actuales, especialmente en
latitudes altas, mientras que el nú mero de días de calor realmente alto aumentará
entre un 30% y un 250%, sobre todo en latitudes medias. Y la duració n e intensidad de
las sequías es probable que aumenten en regiones como la cuenca del Mediterrá neo,
Europa Central, Centroamérica, noroeste de Brasil y Surá frica. (…)

Millones de personas notará n el cambio climá tico directamente en las regiones


costeras que el mar, al subir, se habrá comido literalmente o erosionado mucho.
Algunas islas, como varias del Pacífico, o las Maldivas, tendrá n problemas serios de
pérdida de habitabilidad por á reas sumergidas o por la salinizació n de acuíferos. Los
deltas de los ríos se verá n afectados, ademá s de playas y costas en todo el mundo, con
impacto enorme, por ejemplo, en el turismo. (…)

“La subida del nivel medio del mar desde 1900 ha sido de unos 20 centímetros, y los
valores proyectados para 2050 está n entre 24 y 29 centímetros má s”, resume Losada.
¿Y ese crecimiento del agua, de dó nde saldrá ? La mayor parte, responde este experto,
se debe a la expansió n térmica del agua, la dilatació n de un material que se calienta,
pero también de la fusió n de los glaciares y las masas de hielo en Groenlandia, Á rtico y
Antártida. “Por ejemplo, si se fundiera la masa de hielo que cubre Groenlandia, lo que
sería posible excediendo temperaturas globales por encima de dos o cuatro grados
respecto a la preindustrial, se estima una subida del nivel medio del mar global de
hasta siete metros”, explica Losada. Pero eso sería, en todo caso, mucho má s allá de
finales del siglo XXI. De momento, las tres evidencias claras de cambio climá tico en el
océano son: subida del nivel, calentamiento del agua y acidificació n de la misma, con
gran impacto en prá cticamente todas las especies marinas y muy especialmente en los
corales.

Rivera, Alicia, “La Tierra, cambios profundos en 2050”, en: El País, 20 de mayo de 2014 (adaptación)

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