Nombre: Fernando Angel Barrón Castillo Grupo: 8°B Fecha: 27/Mayo/2021 Actividad: 12. Cuento final libre
Un día el Rey del pueblo estaba dando su ya conocido rondín en todo su
palacio para asegurarse de que todo estaba en orden, al llegar a la habitación más grande del castillo escuchó a su mejor sirviente hablando mal de él, decía que era un mentiroso, un presumido, un altanero y que no se merecía estar donde estaba. El Rey ante tal situación reaccionó de una manera en la que todo mundo quedó atónito, el Rey invitó a comer a su sirviente, casi como premiándolo en vez de castigarlo y echarlo fuera. Ya en el lugar con la comida más deliciosa del pueblo, el sirviente se encontraba a la defensiva, pues no podía creer que el Rey no le hubiera castigado. Al cabo de un bocado el Rey inició conversación: "¿Y bien? yo sé qué tu no piensas así de mi persona, algo debió hacer que te expresaras de esa manera. El sirviente quedó callado. "Anda, habla, no pasará nada" dijo el Rey. "El pueblo dice que usted es un mentiroso y que nos engaña y que por eso está donde esta, y no por sus méritos" respondió el sirviente. El Rey siguió comiendo y tras tres bocados y un pequeño silencio respondió: "¿Y esas personas que hablan así de mí, que tienen? El sirviente le respondió que nada en absoluto. "Caballero, llevas 20 años siendo mi mejor sirviente y en esos 20 años te has quedado en el mismo lugar, y eso es porque durante esos 20 años te has expresado así de mi", dijo el Rey. El sirviente no tocaba su delicioso platillo solo escuchaba y miraba al Rey sin argumentar en su defensa. "Solo mira hijo, opté por invitarte a comer y charlar esto como se debe, mira a mi alrededor, y te darás cuenta que estoy donde estoy por mi esencia, y mi manera de ser, soy un Rey humilde, amable, honesto, tengo mi familia y eso para mi es todo, para mi esa es mi gran recompensa, todo lo material viene después en recompensa extra, ahora mira alrededor de ti, las personas que son lo contrario, que presumen lo que carecen, que son altaneros, déspotas, nada humildes, ¿que tienen?" dijo el Rey. "Nada, antes ya lo he dicho" dijo el sirviente. "Y es así por su manera de ser, hijo, recuerda la pureza, la humildad y la nobleza es la trinidad esencial para tener éxito en la vida, y ellos no tienen nada por su manera de ser, ya te lo he dicho" contestó el Rey. El sirviente reflexionó y le pidió disculpas al Rey y le prometió que de ahora en adelante, tendría esa trinidad, y un día la recompensa llego, al pasar de los años se había convertido en el consejero del Rey...