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IGLESIA DE DIOS HERMANDAD CRISTIANA

Lección para Iglesias Pequeñas

Leccion #89
Serie: Tu y tu familia
Propósito: Practicas para fortalecer la familia
Texto: Hechos 16:25-31
Introducción
Repaso de lección anterior

Hoy comenzamos una nueva serie sobre la familia llamado "Tú y tu familia".
Seguramente será de mucha bendición para todos porque todos pertenecemos a una
familia y todas las familias pueden mejorar.

Según nuestra lectura bíblica (Hechos 16:25-31) El carcelero solo pensaba en él, pero
Pablo le recordó que tenía familia. Muchos esposos, esposas e hijos necesitan este
recordatorio en la actualidad porque actúan como si no tuvieran familia.

Esta tendencia individualista en los hombres es producto de una mala aplicación de


(Efesios 5:23). Muchos entienden que el marido es la "cabeza" absoluta de la familia,
pero (1 Corintios 11:3) dice que Dios es la cabeza absoluta.

La última palabra en las decisiones de la familia no la debe tener el hombre, la mujer ni


los hijos sino Dios.

Frases dichas o pensadas como "aquí se hace lo que yo diga" deben desaparecer de
nuestro vocabulario si queremos fortalecer la relación con la pareja, hijos o padres.

Si Dios incluye a mi familia en mis decisiones yo también debo hacerlo porque así
evitaremos muchos conflictos innecesarios.

• ¿Cuántos aquí se han disgustado porque alguien salió sin avisar? (comparta la
experiencia)
• ¿Cuántos aquí se han disgustado por una compra sin consultar? (Comparta la
experiencia)
• ¿Por qué crees que muchos (papá, mamá o hijos) toman sus decisiones
independientemente?

No se olviden que por no incluir a Adán en su decisión Eva nos metió en este lio
presente. Dice Jesus que una casa dividida contra sí mismo no permanecerá.

DEJEMOS DE HACER COSAS A ESPALDAS DE LA FAMILIA.

La otra practica bíblica para fortalecer la relación es aprovechar las oportunidades en la


familia para conectar de corazón (Malaquías 4:6).
Dios crea las condiciones para que podamos conectarnos de corazón, pero tenemos que
aprender a escuchar. Hay que aprender a escuchar porque nos conectamos mejor
escuchando que hablando.
Lastimosamente, vivimos en un mundo conectados con todo menos la familia y de todas
las formas menos de corazón. La conectividad del mundo nos ha desconectado con la
familia.

Ha veces todos están en casa, pero cada uno conectado con el celular, la tele u otra cosa
y desconectados unos con otros. A veces la única diferencia entre los que están
distraídos en los centros de diversión es el lugar. Ellos lo hacen afuera de su casa y
nosotros adentro.

Lo mismo paso en la familia del Hijo prodigo, el hijo menor estaba distraído lejos y el
hijo mayor en la casa.

Es difícil escuchar el corazón de los que amamos tanto, si no apagamos o por lo menos
bajamos el volumen a las distracciones.

Repaso:
¿Como fortalecemos la relación familiar? Incluyéndolos en las decisiones y conectando
de corazón

¿Qué haremos con la palabra de hoy?

Oremos

Publicado el 05 de abril del 2022

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