Está en la página 1de 2

SERIE: Hábitos Que Prosperarán tu Vida

TEXTO:

1. PROCURA COMPRENDER ANTES DE SER COMPRENDIDO:

a. Lo que a unos le funciona no necesariamente me funciona a mi (ejemplo mis lentes)

b. En la comunicación generalmente diagnosticamos antes de indicar o prescribir algo (ejemplo del


padre que no comprende a su hijo por lo de la escuela) > 1ra. Pedro 3:8

c. CARÁCTER Y COMUNICACIÓN: Si usted quiere interactuar efectivamente conmigo, influir en mí —


supongamos que, soy su cónyuge, su hijo o su hija, su vecino, su jefe, su colaborador, su amigo— lo
primero que necesita es comprenderme. Y para hacerlo no basta la técnica. Si yo siento que usted está
empleando alguna técnica, percibo duplicidad, manipulación. Me pregunto por qué lo hace, cuáles son
sus motivos. Y no me siento lo bastante seguro como para abrirme.

La clave real de su influencia en mí es su ejemplo, su conducta real. Su ejemplo fluye naturalmente de su


carácter o del tipo de persona que usted verdaderamente es, y no de lo que los otros dicen que usted es
o de lo que usted quiere que yo piense que es. Se pone de manifiesto en el modo en que yo realmente
lo experimento a usted.

Su carácter está constantemente irradiando, comunicando. A partir de él, a largo plazo, llego a confiar
en usted, o a desconfiar instintivamente de su persona y de los esfuerzos que realiza conmigo
(diferencia entre honestidad e integridad, ejemplo Yokoi Kenyi). La honestidad es una acción hablada
de decir la verdad, mientras que la integridad es la realización práctica de acciones correctas
generalmente aceptadas por la sociedad (Sal. 84:11; Prov. 11:3; Prov. 28:6)

d. Escucha con empatía: Empatia no es simpatía. La simpatía es una forma de acuerdo, una forma de
juicio. Y a veces es la emoción y la respuesta más apropiada. Pero a menudo la gente se nutre, se
alimenta con la simpatía, l0 cual la hace dependiente. La esencia de la escucha empática no consiste en
estar de acuerdo; consiste en comprender profunda y completamente a la otra persona, tanto
emocional como intelectualmente.

2. HAZ SINERGIA (Eclesiastés 4:9-12): Sinergia significa cooperación, y es un término de origen griego,
"synergía", que significa "trabajando en conjunto". La sinergia es un trabajo o un esfuerzo para realizar
una determinada tarea muy compleja, y conseguir alcanzar el éxito al final. La sinergia es el momento en
el que el todo es mayor que la suma de las partes, por tanto, existe un rendimiento mayor o una mayor
efectividad que si se actúa por separado.

La esencia de la sinergia consiste en valorar las diferencias: respetarlas, compensar las debilidades,
construir sobre las fuerzas.

La iglesia no se compone de dos o tres personas que trabajan para hacer lo que Dios requiere de todos;
más bien, es una comunidad dinámicamente sinérgica, donde cada uno ejerce activamente sus dones,
habilidades, sus ministerios, dan de sus recursos y la cooperación intensa es un elemento común entre
las personas y la caracteriza como iglesia comprometida con la gran comisión (Mateo 28:19-20 y 18:18).
Una iglesia con una visión y una misión.
a. VALORAR LAS DIFERENCIAS: Historia de las dos ciudades (No vemos el mundo como es sino como
somos). La importancia de valorar las diferencias queda bien reflejada en la citadísima fábula escrita por
el educador doctor R. H. Reeves, titulada «La escuela de los animales».

Una vez, los animales decidieron que tenían que hacer algo heroico para solucionar los problemas de un
«nuevo mundo», de modo que organizaron una escuela. Adoptaron un currículo de actividades
consistente en correr, trepar, nadar y volar. Para facilitar la administración todos los animales cursaban
todas las materias.

El pato era excelente en natación, mejor incluso que su instructor, y obtuvo muy buenas notas en vuelo,
pero pobres en carrera. Con el objeto de mejorar en este aspecto ten ía que quedarse a practicar
después de clase, e incluso abandonó la natación. Esto duró hasta que se le las timaron sus patas de
palmípedo y se convirtió en un nadador mediano. Pero el promedio era aceptable en la escuela, de
modo que nadie se preocupó, salvo el pato.

El conejo empezó a la cabeza de la clase en carrera; sin embargo, tuvo un colapso nervioso como
consecuencia del tiempo que debía dedicar a la práctica de la natación.

La ardilla trepaba muy bien hasta que comenzó a sentirse frustrada en la clase de vuelo, en la que el
maestro le hacía partir del suelo en lu gar de permitirle bajar desde la copa del árbol. También sufrió
muchos calambres como consecuencia del excesivo esfuerzo, y le pusieron ape nas un suficiente en
trepar y un «insuficiente» en correr.

El águila era una alumna problemática y fue severamente castigada. En la clase de trepar llegaba a la
cima del árbol antes que todos los otros, pero insistía en hacerlo a su modo. Al final del año, una anguila
anormal que nadaba muy bien y tam bién corría, trepaba y volaba un poco, tenía el promedio más alto y
le correspondió pronunciar el discurso de despedida.
Los perros de la pradera quedaron fuera de la escuela y cuestiona ron por qué la administración no
incluyó en el currículo las materias de cavar y construir madrigueras. Pusieron a sus cachorros a
aprender con el tejón, y más tarde se unieron a marmotas y topos para inaugurar una escuela privada
de gran éxito.

También podría gustarte