Las teorías de la Personalidad, específicamente la de Gordon Allport muestran que la
personalidad es una pirámide que va en progresiva integración, desde lo más básico en la
infancia que son las respuestas simples, para pasar a formarse hábitos que después se van delineando como rasgos y terminan en esta integración final y progresiva que es la personalidad. A la base como las esfinges de las piŕamides tenemos dos pilares: temperamento y carácter. El temperamento alude a disposiciones afectivas, hereditarias y que están desde el nacimiento. El carácter se relaciona con el intercambio con el mundo social, estilos de crianza y es de índole aprendida.