Está en la página 1de 4

Cada vez que pienso en ti (Anónimo)

Cada vez que pienso en ti,

mis ojos rompen en llanto;

y muy triste me pregunto,

¿por qué te quiero tanto?

Síndrome (Mario Benedetti)

Todavía tengo casi todos mis dientes

casi todos mis cabellos y poquísimas canas

puedo hacer y deshacer el amor

trepar una escalera de dos en dos

y correr cuarenta metros detrás del ómnibus

o sea que no debería sentirme viejo

pero el grave problema es que antes no me fijaba en estos detalles.

Deletreos de armonía (Antonio Machado)

Deletreos de armonía

que ensaya inexperta mano.

Hastío. Cacofonía

del sempiterno piano

que yo de niño escuchaba

soñando... no sé con qué,

con algo que no llegaba, todo lo que ya se fue.


Despedida (Alejandra Pizarnik)

Mata su luz un fuego abandonado.

Sube su canto un pájaro enamorado.

Tantas criaturas ávidas en mi silencio

y esta pequeña lluvia que me acompaña.

Desvelada (Gabriela Mistral)

Como soy reina y fui mendiga, ahora

vivo en puro temblor de que me dejes,

y te pregunto, pálida, a cada hora:

«¿Estás conmigo aún? ¡Ay, no te alejes!»

Quisiera hacer las marchas sonriendo

y confiando ahora que has venido;

pero hasta en el dormir estoy temiendo

y pregunto entre sueños: «¿No te has ido?»

Rima LX (Gustavo Adolfo Bécquer)

Mi vida es un erial,

flor que toco se deshoja;

que en mi camino fatal

alguien va sembrando el mal

para que yo lo recoja.


Recuerdo que dejo (Nezahualcoyotl)

¿Con qué he de irme?

¿Nada dejaré en pos de mi sobre la tierra?

¿Cómo ha de actuar mi corazón?

¿Acaso en vano venimos a vivir,

a brotar sobre la tierra?

Dejemos al menos flores

Dejemos al menos cantos

La montaña rusa (Nicanor Parra)

Durante medio siglo

La poesía fue

El paraíso del tonto solemne.

Hasta que vine yo

Y me instalé con mi montaña rusa.

Suban, si les parece.

Claro que yo no respondo si bajan

Echando sangre por boca y narices


Mi árbol pequeño (Antonio García Teijeiro)

Mi árbol tenía

sus ramas de oro.

Un viento envidioso

robó mi tesoro.

Hoy no tiene ramas

Hoy no tiene sueños

mi árbol callado

mi árbol pequeño.

Crisis (Francisco Gálvez)

Tu voz parece de otro tiempo,

ya no tiene aquel tono cálido

de antes, ni la complicidad

de siempre, sólo son palabras

y su afecto es ahora discreto: en tus mensajes ya no hay mensaje .

También podría gustarte