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PSICOANÁLISIS:

El psicoanálisis se puede definir como una teoría de análisis clínico que analiza el inconsciente de
las personas para tratar de entender comportamientos, sentimientos y formas de pensar. Además,
como decíamos anteriormente, el psicoanálisis es un método de terapia y un tratamiento.

En base a lo anterior, podemos distinguir tres elementos fundamentales en el psicoanálisis:

 El método para explorar los procesos mentales inconscientes de la persona.


 La técnica para tratar enfermedades mentales.
 Las teorías que se derivan de la aplicación de los dos puntos anteriores.

El psicoanálisis parte de la base de que nuestros comportamientos, forma de expresarnos,


sentimientos, recuerdos y voluntades tienen una relación directa con procesos de nuestra mente
que no se regulan de forma lógica porque nacen en el inconsciente.

Para aplicar el psicoanálisis se analizan elementos no conscientes de las personas como los sueños,
los deseos, los miedos, las pasiones, las voluntades, los recuerdos y los traumas. Todos estos
elementos forman la personalidad del paciente.

Premisas del psicoanálisis

La labor de un psicoanalista es poder sacar a relucir todos esos elementos subconscientes en base
a diversas premisas. En “Esquema del psicoanálisis” (Freud 1949) explica los principios esenciales
en los que se basa la teoría psicoanalítica.

En primer lugar, explica las tres fuerzas de la psique: el ello, el yo y el superyó. El “ello” tiene un
contenido inconsciente y consiste en la expresión psíquica de las pulsiones y deseos. El “yo” es el
mediador entre el “ello" y el “superyó”, se encarga de lograr la mayor satisfacción posible dentro
del marco de la realidad. El “superyó” es la instancia moral que enjuicia al yo.

Los instintos, en base a las teorías de Freud, son la causa de todos nuestros comportamientos. En
este sentido Freud sostiene que existen dos instintos básicos: el eros (amor) que tiene por objetivo
establecer la unidad en base a las relaciones, y la pulsión de la destrucción o la muerte, que tiende
a destruir la unidad deshaciendo las conexiones.

Otro de los elementos fundamentales de la teoría de Freud es la vida sexual. Freud sostiene que
existen cuatro fases en el desarrollo sexual que son la fase oral, la anal, la fálica y la genital. Cada
fase se caracteriza por acontecimientos específicos.

Psicoanálisis y nuevas tecnologías

La psicología en general y también el psicoanálisis se han visto muy influidas por la aparición y el
desarrollo de las nuevas tecnologías que han permitido, por un lado, realizar diagnósticos más
precisos, y, por otro lado, revolucionar la forma de las terapias con la aplicación de la realidad
virtual o la aumentada o la aparición de los psicólogos virtuales.

Freud y el psicoanálisis nacieron en la época victoriana, por lo debemos partir de que las premisas
de la sociedad actual son muy distintas y más teniendo en cuenta las nuevas tecnologías, por lo
que la situación presente quizás obliga a una adaptación técnica del psicoanálisis que se podría
denominar ciberpsicoanálisis.

Principios del Psicoanálisis:

El psicoanálisis se sustenta bajo varios principios, que son los siguientes:

 El desarrollo de la personalidad está marcado principalmente por los acontecimientos de


nuestra primera infancia. Según Freud, las bases de nuestra personalidad quedan fijada a
la edad de cinco años.
 La forma en que nos comportamos se encuentra influenciada en gran parte por nuestros
impulsos inconscientes.
 Cuando la información del inconsciente pasa a nuestro consciente, puede conducirnos a
una catarsis y permitirnos lidiar con el problema.
 Utilizamos una serie de mecanismos de defensa para protegernos de la información
contenida en nuestro subconsciente.
 Los problemas emocionales y psicológicos como la depresión y la ansiedad, suelen tener
sus raíces en los conflictos entre la mente consciente e inconsciente.
 Un analista experto puede ayudar a traer ciertos aspectos del subconsciente a la
conciencia mediante el uso de una variedad de estrategias psicoanalíticas tales como
análisis de los sueños y la libre asociación.

En la mente inconsciente se incluyen todas las cosas que están fuera de nuestro conocimiento
consciente. Estos podrían ser recuerdos de la infancia temprana, secretos y deseos ocultos. Según
Freud, el inconsciente contiene cosas que pueden ser desagradables o incluso socialmente
inaceptable. Debido a que estas cosas podrían generar dolor o conflicto, están enterrados en el
inconsciente.

Aunque estos pensamientos, recuerdos e impulsos se encuentren fuera de nuestra conciencia,


siguen influyendo en la forma en que pensamos, actuamos y nos comportamos. En algunos casos,
las cosas que están fuera de nuestra conciencia pueden influir en el comportamiento de manera
negativa y conducirnos a trastornos psicológicos.

En la mente consciente se encuentra todo lo que está dentro de nuestra conciencia. El contenido
de la mente consciente son las cosas que somos conscientes o fácilmente puede traer a la
memoria.

EL ELLO, EL YO Y EL SUPER YO

Siguiendo con la Teoría de la Personalidad según Sigmund Freud, nos encontramos con las tres
estructuras básicas de la personalidad:

 Ello: Freud creía que la personalidad se compone de tres elementos clave. El primero de
ellos lo denomina Ello. Aquí se encuentran todos los impulsos inconscientes, básicos y
primarios.
 Yo: El segundo aspecto de la personalidad es el Yo, también conocido como Ego. Esta es la
parte de la personalidad que debe hacer frente a las exigencias de la realidad. Ayuda a
controlar los impulsos del Ello y nos hace comportarnos de manera realista y aceptable en
la sociedad. En lugar realizar comportamientos simplemente dirigidos a satisfacer nuestros
deseos y necesidades, el Ego nos obliga a satisfacer dichas necesidades de una forma
socialmente aceptable. Además de controlar las demandas del Ello, el Yo también ayuda a
lograr un equilibrio entre nuestros impulsos básicos, nuestros ideales y la realidad.
 Super yo: El superyó o Súper ego es el último aspecto de la personalidad y contiene
nuestros ideales y valores. Los valores y creencias que nuestros padres y la sociedad
infundan en nosotros, son la fuerza motriz del superyó, y se esfuerza por hacer que nos
comportamos de acuerdo con esta moral.

Mecanismos de Defensa del Yo

Un mecanismo de defensa es una estrategia que el ego usa para protegerse de la ansiedad. Estas
herramientas defensivas actúan como una salvaguarda para mantener los aspectos desagradables
o estresantes del inconsciente lejos de la conciencia. Cuando algo nos parece demasiado
abrumador o incluso contraproducente, los mecanismos de defensa nos ayudan a mantener la
información fuera de la conciencia con el fin de minimizar la angustia.

Puntos débiles del psicoanálisis

 Muchos de los conceptos propuestos por los teóricos del psicoanálisis son difíciles de
medir y cuantificar.
 La mayor parte de las ideas de Freud se basaron en estudios de casos y observaciones
clínicas en lugar de la investigación empírica, científica.
 Las teorías de Freud exageran la influencia de las experiencias de la niñez, el sexo y la
mente inconsciente.

Puntos fuertes del psicoanálisis

 Aunque la mayoría de las teorías psicodinámicas no se basan en la investigación


experimental, los métodos y las teorías del pensamiento psicoanalítico contribuyeron al
desarrollo de la psicología experimental.
 Muchas de las teorías de la personalidad desarrollados por pensadores psicodinámicos
son todavía influyentes hoy en día, incluyendo la teoría de Erikson de las etapas
psicosociales y la teoría de las etapas psicosexuales de Freud.
 El psicoanálisis abrió una nueva visión de la enfermedad mental, que sugería que el hecho
de hablar de los problemas personales con un profesional, podría ayudar a aliviar los
síntomas de los trastornos psicológicos.
HUMANISTA:

Las primeras pistas a la hora de situar la Psicología Humanista en el mapa de las corrientes
psicológicas las encontramos en uno de sus principales abanderados: Abraham Maslow (el creador
de lo que hoy se conoce como la Pirámide de Maslow de las necesidades humanas). En su libro La
Personalidad Creadora, Maslow habla de tres ciencias o grandes categorías aisladas desde las que
se estudia la psique humana. Una de ellas es la corriente conductista y objetivista, que parte del
paradigma positivista de la ciencia y que trata fenómenos comportamentales objetivables, sin
atribuirles causas mentales.

En segundo lugar, se encuentra lo que él llama "las psicologías freudianas", que ponen énfasis en
el papel del subconsciente para explicar el comportamiento humano y, especialmente, la
psicopatología. Además, la Psicología Humanista también se inspira en la corriente psicoanalítica
al considerar la importancia de lo simbólico en la vida de las personas, al generar conceptos
capaces de plasmar el modo en el que los seres humanos orientan sus vidas.

Finalmente, Maslow habla de la corriente a la que él se adscribe: la Psicología Humanista. Esta


tercera corriente, sin embargo, tiene una peculiaridad. La Psicología Humanista no niega los dos
enfoques anteriores, sino que los abarca partiendo de otra filosofía de la ciencia. Más allá de ser
una serie de métodos a través de los cuales estudiar e intervenir sobre el ser humano, tiene su
razón de ser en una manera de entender las cosas, una filosofía singular. Concretamente, esta
escuela se fundamenta en dos movimientos filosóficos: la fenomenología y el existencialismo.

No es sencillo describir en unas pocas líneas dos conceptos sobre los que se ha escrito tanto. En
primer lugar, y simplificándolo todo un poco, la concepción de la fenomenología puede ser
abordada explicando la idea de fenómeno.De hecho, el filósofo alemán Martin Heidegger lo define
como "aquello en que algo puede hacerse patente, visible en sí mismo". Para la fenomenología,
pues, lo que percibimos como lo real es la realidad última.

Fenomenología

Desde la fenomenología se remarca el hecho de que nunca somos capaces de experimentar "la
realidad en sí" de manera directa (ya que nuestros sentidos actúan como filtro de esta
información), mientras que ocurre lo contrario con aquellos aspectos subjetivos de los que somos
conscientes.

Es decir, se apela a la experiencia intelectual y emocional como las fuentes legítimas de


conocimiento, una reivindicación que recoge también la Psicología Humanista. Esto significa entre
otras cosas que desde este paradigma lo subjetivo no es tan solo un subproducto de los procesos
psicológicos objetivos y fáciles de medir, sino un aspecto tan importante como el resto.

Existencialismo

Por su parte, el existencialismo es una corriente filosófica que propone una reflexión sobre la
propia existencia humana. Dos de sus postulados que más influyen sobre la Psicología Humanista
son los siguientes:
La existencia humana es reflexiva gracias a la consciencia. De la consciencia surge la angustia vital
de buscarle un sentido a la existencia.

La existencia del ser humano es cambiante y dinámica por su propia naturaleza, es decir, se va
desarrollando. A través del desarrollo de la existencia, concretado en su toma de decisiones, se
llega a la esencia, que puede ser auténtica o inauténtica dependiendo de su congruencia con el
proyecto de vida de la persona.

En definitiva, tanto la fenomenología como el existencialismo ponen el énfasis en la consciencia y


la capacidad del hombre para decidir, en todo momento, qué hacer, movido en última instancia
por su intencionalidad y no por su biología o entorno, apartándose así del innatismo y el
ambientalismo. La Psicología Humanista recoge esta herencia y la orienta al estudio e intervención
sobre la toma de decisiones, la capacidad para crear un proyecto de vida consistente, la
consciencia humana y la reflexión a partir de esta experiencia, que es subjetiva en parte.

Además, como esta corriente de psicólogos asimila ideas como la búsqueda existencial, su discurso
suele hacer referencia a las "potencialidades" del ser humano, es decir, aquellas etapas de su
desarrollo que lo separan del estado al que aspira. La naturaleza de este desarrollo no es biológica,
sino bastante más inefable: se trata de una progresión de estados subjetivos en los que la persona
se pregunta constantemente el porqué de lo que le ocurre, el significado de lo que está viviendo, y
qué puede hacer para mejorar su situación.

Características principales del humanismo

Hay una serie de elementos de la psicología humanista que cuando se llevan cabo dentro del
contexto de terapia reciben el nombre terapia centrada en la persona. Algunos de los rasgos más
importantes de la psicología humanista son:

1. No juzgar

Las teorías y técnicas del humanismo se basan en un enfoque en el que el profesional no juzga lo
que la persona cuenta en terapia

2. Empatía

Un aspecto fundamental de la terapia centrada en la persona es la empatía. Los terapeutas que


adoptan un enfoque humanista se “acercan” a sus clientes cuando exploran los aspectos
emocionales.

3. No patologizar

Muchos terapeutas humanistas dejan a un lado la jerga clínica, así como el diagnóstico y se
centran en la esencia de la persona. Muchos humanistas emplean el enfoque centrado en la
persona para animar al cliente a centrarse en sus fortalezas.

4. Énfasis en el yo

El objetivo de esta terapia es promover la expresión de sentimientos, pensamientos y emociones a


través del diálogo. En algunos casos, se anima al cliente a escribir, pintar y actuar (psicodrama)
como formas de expresar los sentimientos.
5. Existencial

Los componentes existenciales son una de las características más importantes del humanismo. Los
terapeutas existencialistas ayudan a los clientes a trabajar patrones restrictivos y enfoques que
fomentan la creatividad como una forma de expresarse. Las 4 dimensiones existencialistas
exploradas son: física, psicológica, social y espiritual.

Limitaciones de la psicología humanista

El humanismo sostiene que las experiencias subjetivas de las personas dificultan la medida,
evaluación y estudio de las variables humanas y sus características. Trabajar principalmente con
datos cualitativos hace imposible medir y verificar cualquier observación hecha en terapia. No solo
es complicado comparar datos cualitativos con otros, sino que también la falta de datos
cuantitativos hace que las teorías no puedan ser apoyadas por evidencia empírica.

Otros expertos que critican al humanismo hablan también de su falta de eficacia para tratar
trastornos mentales graves y las generalizaciones hechas sobre la naturaleza humana, como el
completa rechazo de algunos conceptos comportamentales y psicoanalíticos.

Por ejemplo, aunque la psicología humanista sostiene que los estudios animales no sirven para
estudiar la conducta humana, algunos datos de estudios animales han permitido establecer
conceptos aplicables a personas. Además, la psicología humanista se centra exclusivamente en el
libre albedrío y el consciente.

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