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Bulletin Hispanique

A propósito de algunas fuentes de « Tirano Banderas » en un


intento de interpretación de la novela
José Extramiana

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Extramiana José. A propósito de algunas fuentes de « Tirano Banderas » en un intento de interpretación de la novela. In:
Bulletin Hispanique, tome 69, n°3-4, 1967. pp. 465-486;

doi : https://doi.org/10.3406/hispa.1967.3917

https://www.persee.fr/doc/hispa_0007-4640_1967_num_69_3_3917

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A PROPOSITO DE ALGUNAS PUENTES
DE ce TIRANO BANDERAS »
EN UN INTENTO DE INTERPRETACIÓN DE LA NOVELA1

J.* I. Murcia y sobre todo E. S. Speratti Pinero han descubierto


numerosas fuentes de esta novela de Valle-Inclán2. Speratti Pinero,
en un trabajo magistral, ha desentrañado el complejo proceso de la
elaboración artística y avanzado conclusiones sobre el alcance y
significado de esta rica obra literaria. No obstante, parece que el
tema no ha sido enteramente agotado. Es posible, seguramente,
completar el cuadro de las fuentes utilizadas por el novelista ya que
éste se complace a menudo en suministrarnos la clave que haga posible
el acceso a la cantera donde él recogió materiales. Sin embargo, será
más difícil identificar esos materiales si se trata de documentos, obra
de historiador o artículos periodísticos ; en tal caso, el escritor ha
tenido que dedicarse a un trabajo completo de elaboración artística.
Por el contrario, cuando sus fuentes son literarias, puede incorporarlas
a la novela tras unos simples retoques. Por tanto, será preciso tener
en cuenta que, en el primer caso, las imágenes novelescas estarán
más lejos de sus modelos.
A propósito de Tirano Banderas, Valle-Inclán declaraba que se
trataba de la pintura de una dictadura latinoamericana imaginaria3.
Y efectivamente, los nombres geográficos y los nombres propios han
sido elaborados teniendo en cuenta la toponimia y la onomástica
características de la América hispánica; el vocabulario común es
una mezcla de los léxicos de los diferentes países que la componen.
La lengua de la novela evoca, por tanto, todas las antiguas colonias
españolas de América. Speratti Pinero explica con maestría cómo se
produce esa síntesis a través del vocabulario. Hay que añadir que
Valle se hallaba bien situado para hacerla, pues había recorrido varias
naciones del Nuevo Continente y se había interesado por la vida y
cultura de aquellos pueblos. Pero era Méjico el lugar que mejor cono-
1. Ramón del Valle-Inclán, Tirano Banderas. Sexta edición (Austral, n° 105),
Madrid, 1965.
2. B. S. Speratti Pinero, La elaboración artística en Tirano Banderas, México, El
Colegio de México, 1957. Recoge en esta obra algunos artículos publicados
precedentemente : Filología, Buenos Aires, 11, 2, 1950; ¿V. R. F. H., n08 3-4, p. 536-550,
1953; id., n° 2, p. 184-190, 1954; id., n° 4, p. 389-413, 1954; J. Murcia, Bulletin
hispanique, LU, 1950, p. 118-122.
3. Valle-Inclán declara a un periodista que está preparando dos novelas : t ... Una
sobre América... se titulará Tirano Banderas. La acción se desarrolla en una
imaginaria República americana... » (Mariano Tornar, A manera de prólogo. Hablando con
Valle-Inclán, en Zac, p. 5, citado por Speratti Pinero, op. cit., pág. 51, nota 16).
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cía : allí había vivido un año en 1892, a este mismo país hizo un
segundo viaje el novelista en 1921, invitado por el gobierno mejicano,
en el aniversario de la Independencia4.
Speratti Pinero descubre en la novela una alta proporción de
mejicanismos. Es de suponer que Valle, al escribir Tirano Banderas,
haya tenido presente, sobre todo, su experiencia mejicana. Hacia el
Méjico contemporáneo del escritor será preciso encaminarse en busca
de fuentes. Ya algunos rasgos, siempre fugaces, del paisaje novelesco
nos hacen pensar en ese país. Lagmanovich afirmaba 6 que toda
atribución a Méjico o a cualquier otro país sería insuficiente, pues no hay
nación latinoamericana que ofrezca, en tan corto espacio, la variedad
de paisajes que presenta la república imaginaria de Santa Fe de
Tierra Firme. Sin embargo, ¿podrá afirmarse que la geografía de la
novela es inverosímil?
En su primer viaje a Méjico, Valle-Inclán se traslada de Veracruz
a la Capital federal. Un viajero norteamericano de mediados del
siglo xix, Brantz Mayer, hizo el mismo recorrido y de él nos ha dejado-
un relato, escrito en forma epistolar, en el que nos da cuenta de sus
impresiones6. Este relato coincide en numerosos detalles con la
pintura que Valle hace en su novela.
En Tirano Banderas se nos dice que las casas son « chatas con
azoteas de colorines » y que la ciudad está « ajedrezada de blancas y
rosadas azoteas ». También aparecen « cúpulas coloniales, redondas,
de azulejos ». Unas pinceladas breves pintan la atmósfera de la ciudad :
«... en la desolación azul, toda azul, de la tarde, encendían su roja
llamarada las cornetas de los cuarteles ».
B. Mayer, a propósito de Veracruz, habla de casas «... con sus
techos planos, sus toldos parcialmente teñidos de colores » (Carta II).
Refiriéndose a la Capital, escribe el mismo autor : « El plano de la
ciudad de México no es ni más ni menos que un tablero de'ajedrez...
Las casas están pintadas de colores... Vista desde la torre de la
catedral... presenta un conjunto de cúpulas, campanarios y casas de
techos planos... » (Cartas VIII y IjX). Su cielo « era de ese azul
profundo, ultramarino ».
La impresión que experimenta el viajero yanqui a su llegada a
Veracruz es particularmente interesante :
A las 8 de la mañana anclamos bajo los muros del castillo de San Juan de
Ulúa... La primera cosa que me llamó la atención fue una cáfila de galeotes

4. Rubia Barcia, A Biobliograpky and iconography of Valle-Inclán, University


of California (Publications in Modem Philology, 1960). De esta obra interesante
hemos extraído los datos referentes a la vida del novelista.
5. Lagmanovich, La visión de América en Tirano Banderas, in Humanitas, 111-112,
Tucumán, 1955.
6. B. Mayer, Cartas, in México en lo que fue y en lo que es, México-Buenos Aires,
Fondo de Cultura Económica, 1953.
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encadenados... La segunda fueron los techos de las iglesias, que parecían
cubiertas de luto... Pero resultó que el luto no era otra cosa sino millares de
zopilotes... Ambas categorías de vivientes constituyen una porción
importante del elemento más útil do la población de Veracruz (Carta II).

En la misma carta nos dice B. Mayer que en Veracruz hay


numerosas epidemias atribuidas a la abundancia de soldados. Guando las
defunciones se multiplican, ante la imposibilidad de dar sepultura a
todos los muertos, es posible que arrojen cadáveres al mar.
La cárcel de Santa Fe de Tierra Firme hace pensar en San Juan
de Ulúa :
El Fuerte de Santa Ménica, castillote teatral con defensas del tiempo de
los virreyes, erguíase sobre los arrecifes de la costa, frente al vasto mar
ecuatorial7...
Su interior, sin embargo, recuerda, en cierto modo, el interior de la
cárcel de Méjico, descrita por B. Mayer. En ésta hay una rampa llena
de cadáveres; algunos presos se congregan en torno a uno de sus
compañeros que relata aventuras :
Acá se ha reunido un grupo en torno de un hábil narrador que cuenta
las aventuras de su vida canallesca..., dice B. Mayer.
Junto a los muros de Santa Mónica hay una ringla de cadáveres,
pero lo que más sorprende es el detalle del narrador, pues, en la novela,
uno de los detenidos cuenta su vida revolucionaria a varios presos
que le escuchan. El viajero norteamericano estuvo en Méjico en la
época del general Santa Anna y Santana es el nombre del autor del
relato de Santa Mónica. B. Mayer considera que el desfile de patrullas
de soldados, el ruido de tambores y cornetas, galeotes y zopilotes son
aspectos fundamentales del ambiente de Veracruz. También son
elementos esenciales de Santa Fe de Tierra Firme. ^
En la novela, San Martín de los Mostenses, cuartel del Presidente,
« desmantelado convento de donde una lejana revolución había
expulsado a los frailes », emerge del resto de la ciudad como edificio
dominante. Por su parte, el viajero yanqui describe un palacio de
Veracruz que descuella sobre el resto de las casas. Está situado en el
costado oriente, de espaldas al mar; es la antigua residencia del
gobernador y aún sirve para fines civiles y militares del Estado. En
otro lugar, el autor de las Cartas habla del convento de San Francisco
de Jalapa que se asemeja algo a San Martín de los Mostenses. Claro
que este tipo de convento se ve mucho en Méjico ; en este país,
precisamente, fueron numerosos los conventos transformados en cuarteles.
San Martín de los Mostenses debe de tener varios modelos, y algo

7. R. Valle-Inclán, op. cit., p. 104.


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semejante podría afirmarse a propósito de los demás detalles
arquitectónicos contenidos en la novela.
El paisaje rural en Tirano Banderas es enormemente diverso.
B. Mayer, viajando de Veracruz a Méjico, enumera toda una serie
de paisajes diferentes (Carta III). Camino de Jalapa pasa junto a
la Hacienda del general Santa Anna, de inmensa extensión, en medio
de una región árida, sin amenidad ; luego traspone el viajero un arenal,
pero más adelante el paisaje se torna « por demás romántico,
entreverado de valles y colinas, y cubierto con exuberancia de árboles y
flores tropicales ». Al final de la primera jornada de camino, el escritor
yanqui mira hacia atrás :
Ante nosotros extendíanse valles y más valles, con una graciosa serie de
bosques y prados que iban bajando hasta perderse en los arenales del oeste,
cunfundiéndose todo en las cercanías del horizonte con Zas ondas azuladas
del golfo de México (Carta III).

El mismo autor registra tanta variedad en las proximidades de la


Capital, con un elemento más que también aparece en Santa Fe : lago
y esteros (C. VII) :
A unas dos leguas de la ciudad llegamos a las antiguas riberas del lago
Texcoco, que ahora es llano pantanoso allí donde se han retirado las aguas.
En este punto subimos a la calzada o camino real... las tierras llanas del
sur, regadas por las aguas más frescas del estero de Chalco... de ningún
modo dejan de ser pintorescas.

En la novela existe una Calzada de la Virreina. Pero esa variedad


de paisajes de Santa Fe : « bordes cenagosos », « marismas y
manglares », « la llanura de esteros y médanos, cruzada de acequias », « los
esteros de Ticomaipu », v- arenales, pitas, manglares chumberas »,
« vasto mar ecuatorial, caliginoso de ciclones y calmas », « palmas y
cedros », « tierras del rancho, cuadriculadas por acequias y setos »,
« piños vacunos », « senda de limoneros y naranjos », « espesura de
chaparros y prodigiosos maniguares con los toros tendidos en el
carrero de sombra », etc., etc., ¿no tiene su equivalente en diversas
regiones de Méjico, relativamente próximas? Al fin y al cabo, el
lugar de la novela llamado Jaróte Quemado acaso haya sido compuesto
pensando en Jalapa, y Queroíe, localidades mejicanas citadas por
B. Mayer. Este escritor describe algunas haciendas mejicanas en
donde se cultivan productos tan diversos como los de la República
de Santa Fe.
Así, la finca de Cocoyotla (p. 211 y siguientes), « una de las más
hermosas de la tierra caliente », dominada por « un hermoso
campanario », posee agua en abundancia (« Por detrás de la casa y bordeando
el jardín corre un arroyo de aguas potables... y con las acequias que
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salen de él los campos se proveen de agua en abundancia »). La riqueza
de esta finca es el naranjal : « más que un plantío es un bosque en
miniatura, entreverado de plátanos de anchas hojas, guayabas,
cocos, palmas y mameyes ». En cuanto a la Hacienda de Temisco :
« Además de las entradas que deja el cultivo del azúcar, en el predio
se cultivan unas ocho mil cabezas de ganado... ». La vivienda del dueño
es espaciosa y no falta la indispensable hamaca.
En la novela de tierra caliente, las « siembras nacidas y las rojas
parcelas recién aradas... » junto a « granados y palmas », « palmas y
cedros », contrastan con « el verde de los oscuros naranjales ». En el
campo « repicaban las campanas ». En la « casona del fundo », « la
hamaca del patrón en la fresca penumbra ».
El novelista nos pinta una fiesta de indios en el campo :
Una romería de canoas engalanadas con flámulas, ramajes y reposteros
de flores, sube por los canales, con fiesta de indios. Casi zozobra la leve flotilla
con tantos triunfos de música y bailes8...
B. Mayer ha visto cerca de la Capital un espectáculo semejante :
Se los ve bogar en sus botes por los canales... tripulados por alegres
comparsas de indios... esas frágiles embarcaciones que a modo dejardines
atracan al embarcadero... (Carta VIII).
El escritor norteamericano describe además algunas viviendas
humildes y en ellas sería posible reconocer el chozo de Zacarías el
Cruzado. El rebocillo de las mujeres, el guajolote, la importancia del
juego en Méjico, detalles que han merecido algunas pinceladas del
novelista, han llamado también la atención al viajero yanqui.
En la novela de Valle, el generalito-presidente cruza la ciudad para
dirigirse a Santa Mónica. También B. Mayer asiste a una salida del
general-presidente Santa Anna (Carta VIII). Santos Banderas va
rodeado de « la escolta dragona imperativa de brillos y sones marciales » ;
a las « genuflexiones y cruces » del indio responde con « gesto
humorístico » de « momia enlevitada » mientras que a los españoles saluda « con
cuáquera dignidad, alzándose la chistera ».
Santa Anna sale precedido de « hasta cincuenta húsares
gallardamente empenachados, en pos de los cuales viene una carroza cubierta
de oro... ». El general « va con la cabeza descubierta y, cuando al
pasar responde con una graciosa inclinación a nuestro saludo,
reconocemos en su persona al Presidente de la República ». Mayer, al revés
de Valle, elogia con profusión al dictador, pero la presencia del
Presidente es igualmente sensible en Santa Fe y en Méjico.
En los escritos de ambos autores encontramos a veces
coincidencias sorprendentes y podríamos preguntarnos si no leyó Valle las

8. R. Valle-Inclán, op. cit., p. 88.


Bulletin hispanique. 31
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cartas de B. Mayer. ¿Circuló una traducción de la obra de B. Mayer
anterior a la que nosotros podemos consultar? ¿Leía Valle-Inclán
el inglés? .
Es posible que el novelista no haya tenido necesidad de leer las
Cartas y las coincidencias podrían explicarse gracias a experiencias
similares por parte de los dos escritores que recorrieron, además,
idéntico itinerario (Veracruz-Méjico). El Méjico de mediados del xix
no podía ser muy distinto del de 1892. Dictaduras semejantes
existían en ambas fechas. Ya en la Sonata de Estío hay un recuerdo de
Veracruz que el novelista debió de conservar siempre. Guando Bra-
domín llega a esa ciudad, lo primero que se ofrece a sus miradas,
como a las de B. Mayer, es el castillo de Ulúa :
... A un lado, sobre desiertos islotes de granito, baña sus pies en las olas
el castillo de Ulúa, sombra romántica9...
Numerosos escritos sobre Méjico, de otros autores, recuerdan
también detalles del escenario novelesco. Es verdad que esos detalles
han sido seleccionados buscando una síntesis americana, pero Blanco
Fombona tenía razón cuando suponía que la imaginaria Santa Fe
estaba situada en Méjico10. La República novelesca, imaginada por
Valle, además de una síntesis latino-americana es, ante todo, una
síntesis mejicana.

¿Y el ambiente social y político de la novela?


¿Qué personajes, qué situaciones han servido de modelo al escritor?
Hoy conocemos ya lo que Valle debe a las Crónicas11. Tirano hereda
de Lope de Aguirre su furor sanguinario, su complacencia en chismes
y delaciones, su repugnancia hacia rameras yprostíbulos. La escena
del asesinato de su hija y su propio final recuerdan episodios semejantes
relatados por esas Crónicas ; se han utilizado las mismas fuentes para
elaborar algunos aspectos de la personalidad y conducta de Domiciano
de la Gándara, lo mismo que la expedición de Filomeno Cuevas.
Por su parte, Valle-Inclán manifestaba la intención de atribuir a
su dictador rasgos de varios tiranos latinoamericanos12. El nombre,
Santos Banderas, es probablemente una síntesis. Hubo un dictador
Santos en el Uruguay. Junto a Díaz y a otros jefes militares, en la
época de la lucha contra la intervención francesa, figura un Santos
Degollado. Bandera (Quintín) fue un notable insurrecto cubano. En

9. R. Valle-Inclán, Sonata de Estío, 4. Edición, Austral, 1963, p. 97-98.


10. Blanco Fombona, En torno a Tirano Banderas, in La Gaceta Literaria, 15-1-
1927.
11. Véase nota 2.
12. En una carta a Alfonso Reyes en 1923, Valle afirma que trabaja en « la novela
de un tirano que tenga rasgos del Doctor Francia, de Rosas, de Melgarejo, de López
y de Don Porfirio... » (publicada por Speratti Pinero en los Apéndices de su libro).
A PROPÓSITO DE ALGUNAS FUENTES DE « TIRANO BANDERAS » 471
cierto lugar de la novela, la palabra « mambís » hace alusión a la
guerra de la Independencia de Cuba. Valle-Inclán ha querido hacer
una síntesis de tiranos y tiranías latinoamericanos. Pero el dictador
novelesco tiene un comportamiento político muy preciso frente a
aliados y adversarios, frente a una sociedad bien determinada. En
1892, cuando el novelista vive en Méjico, gobierna Porfirio Díaz.
Este es uno de los modelos declarados de Valle, pero ¿no será el
modelo esencial de Tirano Banderas?
Santos Banderas es « indio por las cuatro ramas ». En público, su
lenguaje, hecho de tópicos, y sus modales conservan cierta distinción
que contrasta con la vulgaridad de que da prueba en privado. De
joven había luchado contra los españoles en el Perú, pero, una vez en
el poder, le vemos defender los intereses de las clases privilegiadas y
de los extranjeros, frente a sus compatriotas y a los hombres de su
propia raza.
Porfirio Díaz era indio mixteca con un poco de sangre española.
Medianamente instruido y vulgar en su juventud, llegó con la edad a
poseer distinción y refinamiento. En sus años mozos había luchado
junto a Juárez contra la ocupación extranjera, luego había de ser un
dictador implacable al servicio de los poseedores y de las compañías
extranjeras.
El origen y la vida de ambos personaje coinciden. Su conducta
política también. Poseemos afortunadamente un retrato de Porfirio
Díaz suministrado por el periodista norteamericano Creelman que
celebró una entrevista con el presidente mejicano en 1908 13.
Reproduzcamos algunos párrafos del artículo periodístico y cotejémoslos
con el retrato de Tirano :
Creelman. Valle-Inclán.
Desde la prominencia del Castillo Tirano Banderas, en la ventana,
de Chapul tepec contempla el apuntaba su catalejo sobre la ciudad
presidente Díaz la venerada capital de su de Santa Fe1*... Desde aquella altura
país, que se extiende sobre una atisbaba la campa16...
casta llanura rodeada de montañas
imponentes...
Se asemejan, por contraste, ambos tiranos :
... los ojos oscuros que parecen La mirada de Tirano es
sondear nuestra alma, se tornan impenetrable. Interrumpe « con su falso y
tiernos por momentos, lanzan miradas a escondido hablar ceremonioso16 ».

13. La interviú Díaz-Creelman ha sido publicada por Jesús Silva Herzog en su


Breve Historia de la Revolución mexicana, México-Buenos Aires, Fondo de Cultura
Económica, 1960, vol. I, p. 108-119.
14. R. Valle-Inclán, op. cit., p. 147.
15. Ibid., p. 21.
16. Ibid., p. 45.
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los lados, se muestran ya terribles y En la barbilla, un temblor ; en la
amenazadores, ya amables, confiados boca verdosa, un gesto ambiguo de
o picarescos... Algo magnético en la risa, mofa y vinagre17...
mirada serena de sus grandes ojos Tirano Banderas se volvió avina-
oscuros, y en el aparente desafío de grado y humorístico18.
la nariz... ... al pasar, escudriñaba el rostro
oscuro de los soldados19...
El Tirano, recogiéndose en su
gesto soturno, clavó sus ojos con suspicaz
insistencia20...
Si el retrato de la novela es como la antítesis del retrato del
periodista. es que las intenciones de cada uno de los dos autores, al
interpretar al personajes, son distintas, opuestas.
Pero sigamos cotejando :
Sin embargo ese hombre Santos Banderas. Una figura en
sorprendente, primera figura del Continente el continente del Suril. Este afirma
americano, hombre enigmático para ante la colonia española : «... son
los que estudian la ciencia de fardel muy pesado las obligaciones de
gobernar declara ante el mundo que se la Presidencia... Santos Banderas
retirará de la Presidencia a la no tiene la ambición de mando que
expiración de su período actual, para poder le critican sus adversarios22... »
ver a su sucesor pacíficamente La República, sin duda, tiene
posesionado y para que con su personalidades que podrán regirla con
cooperación... más acierto que este viejo
valetudinario 23.
Puedo separarme de la presidencia Yo sólo amo el bien de la República.
sin pesadumbre o arrepentimiento, El día más feliz de mi vida sera aquél
pero no podré mientras viva dejar de en que, oscurecido, vuelva a mi predio,
servir a este país. como Cincinato**.
Tirano declara a D. Roque, uno
de los jefes de la oposición :
Si en la República llegase a surgir D. Roque, pasadas las actuales
un partido de oposición, lo miraría circunstancias, vénzame, aniquíleme,
yo como una bendición y no como un muéstreme con una victoria que seré
mal, y si ese partido desarrollara el primero en celebrar... D. Roque,
poder, no para explotar, sino para active su propaganda, logre el
dirigir, yo le acogería, le aconsejaría milagro, dentro de las leyes, y crea que
y me consagraría a la inauguración seré el primero en celebrarlo25...
17. R. Valle-Inclán, op. cit., p. 29.
18. Ibid., p. 152.
19. Ibid., p. 31.
20. Ibid., p. 152.
21. Ibid., p. 143.
22. Ibid., p. 17.
23. Ibid., p. 18.
24. Ibid., p. 141.
25. Ibid., p. 142.
A PROPÓSITO DE ALGUNAS FUENTES DE « TIRANO BANDERAS » 473
feliz de un gobierno completamente Entonces, si en la lucha el pueblo
democrático.., le otorga sus sufragios, yo seré el
primero en acatar la voluntad
soberana de la Nación*6.
Fuimos severos y en ocasiones El Gobernante, muchas veces
hasta la crueldad; pero esa severidad era precisa ahogar los sentimientos de su
necesaria en aquellos tiempos para la corazón, porque el cumplimiento de la ley
existencia y progreso de la nación... es la garantía de los ciudadanos
trabajadores y honrados27.
Díaz opina sobre los indios : « Los Tirano Banderas :
indios... son sumisos, agradecidos e Los indios : « | Tan humildes en
inteligentes... » apariencia, y son ingobernables 1 as».
... se preocupan muy poco de la ... descreo de las virtudes y
política. Están acostumbrados a capacidades de mi raza*9.
dejarse dirigir por los que tienen las
riendas del poder. Esta tendencia
la heredaron de los españoles... No está mal el razonamiento de
« ... tienen tradiciones de antigua los científicos, cuando nos dicen que
civilización propia... » la originaria organización comunal
del indígena se ha visto fregada por
el individualismo español80...
Díaz y Creelman dialogan, un momento, de la manera siguiente :
Aquello — le dije señalando un moderno circo de toros, situado cerca
del Castillo — es la única institución española que desde aquí se divisa
l'Ah I — exclamó — usted no ha visto las casas de empeño que España nos
legó con sus circos de toros.
En la novela, las casas de empeño y el circo Harris son elementos
esenciales.
Creelman comenta que Díaz, a pesar de sus muchos años, « se levanta
a las seis de la mañana, trabaja con ahinco hasta muy avanzada la
noche ». Tirano dice a D. Celes que puede visitarle a cualquier hora :
« Yo no duermo 31. »
El paralelismo existente entre diversos pasajes de ambos autores
es sorprendente y es difícil creer que pueda ser fruto de la casualidad.
Se puede afirmar que la entrevista Díaz-Creelman fue una de las
fuentes de inspiración del novelista.
Retengamos, por otro lado, que los párrafos de la novela más
arriba citados resumen las declaraciones que Tirano hace ante la

26. R. Valle-Inclán, op. cit., p. 141.


27. Ibid., p. 16.
28. Ibid., p. 121.
29. Ibid., p. 142.
30. Ibid., p. 121-122.
31. Ibid., p. 21.
474 BULLETIN HISPANIQUE

colonia española y ante D. Roque, dirigente de la oposición, y que,


a partir de esas declaraciones, los acontecimientos se precipitan; el
dictador va a ser derribado en seguida.
La entrevista Díaz-Creelman fue también el comienzo de un
desarrollo impetuoso de la oposición al viejo caudillo ; su largo reinado
había de tocar a su fin poco después.
También sería posible encontrar modelos de esos coroneles y
licenciados que rodean al Tirano, en la burocracia civil y en el ejército
de P. Díaz, y acaso en los de Huerta. Pero, además de mejicanos,
esos coroneles y licenciados constituyen los dos pilares fundamentales
de cualquier dictadura latinoamericana de hace algunos años. En este
sentido, Valle ha hecho la síntesis con gran acierto. Algo parecido
podría afirmarse a propósito de las clases dirigentes de Santa Fe de
Tierra Firme* Y sin embargo algunos españoles de la novela recuerdan
a sus compatriotas residentes en Méjico32. Se sabe además que las
acusaciones que el novelista lanza contra ellos recogen las del artículo
de un periódico mejicano de la época de Díaz33. No obstante, mucho
más mejicanos parecen los personajes de la oposición.
Valle pensaba inspirarse en Madero 34 y, en efecto, lo que sabemos
de la conducta e ideario políticos de este dirigente coincide con buena
parte del carácter, ideología y actuación de los Sánchez Ocaña y
Roque Cepeda de la novela. Roque Cepeda puede ser, sin embargo,
una de esas claves valleinclanescas, pues en la oposición capitaneada
por Francisco Madero se encontraban el Dr. Rafael Cepeda y el
licenciado Roque Estrada. Una lectura atenta de los discursos de estos
dos hombres políticos y de algunos de sus correligionarios nos
revelaría sin duda coincidencias numerosas con el discurso de Sánchez
Ocaña en el circo Harris. Es fácil encontrar las ideas que ese discurso
contiene en documentos de aquella época 35. Pero, para comprender
el amaneramiento de Sánchez Ocaña y el carácter vacuo de su
intervención, es preciso recurrir a Francisco Madero. De un discurso que
pronunció en Orizaba en mayo de 1910 extraemos :
... vosotros deseáis libertad... y es bueno que en este momento... demos-
32. D. Celes y Teodosio del Araco. Véase Speratti Pinero, op. cit., p. 56.
33. Se trata del artículo que provocó una reyerta entre Vaille y el periodista
mejicano. Cf. Speratti Pinero, Bulletin hispanique, LV, 1953, p. 400-402.
34. « Frente al Tirano presento y trazo la figura de un apóstol, con más de Savo-
narola que de Don Francisco Madero, aun cuando algo tiene de este Santo iluminado »,
dice Valle a Alfonso Reyes en la carta citada por Speratti Pinero.
35. Por ejemplo : el folleto titulado El problema agrario en México, en donde se
resume la historia del problema agrario desde la época colonial, publicado en 1912 ;
el autor, Toribio Esquivel Obregón, renunciaría a su progresismo para formar parte
del gabinete dirigido por Huerta. Véase J. Silva Herzog, op. cit., vol. I, p. 23-24, o el*
Plan del Partido Liberal de Io de julio de 1906, in J. Silva Herzog, op. cit., vol. I,
p. 76-108, o bien el discurso del Licenciado Isidro Fabela, el Io de mayo de 1913, in
J. Silva Herzog, op. cit., vol. Il, p. 40-46.
A PROPÓSITO DE ALGUNAS FUENTES DE « TIRANO BANDERAS » 475
tréis al mundo entero que vosotros no queréis pan, queréis únicamente
libertad36...
J. Silva Herzog, al comentar el libro de Madero titulado La
sucesión presidencial en 1910, atribuye a éste la creencia que « la libertad
política es la panacea para todos los males de la nación37 ».
Por su parte, el orador del Circo Harris « desleía el boladillo en el
vaso de agua. Cataba un sorbo : hacía engalle : se tiraba de los
almidonados puños... ». Después de denunciar los males de su país,
concluye :
Nosotros, más que revolucionarios políticos, más que hombres de una
patria limitada y tangible, somos catecúmenos de un credo religioso...
Queremos convertir el peñasco del mundo en área sidérea donde se celebre
el culto de todas las cosas ordenadas por el amor88.
En la cárcel, Don Roque Cepeda expresa ideas semejantes. Este
misticismo tiene su equivalente en la imagen que de Madero nos ha
transmitido la historia. Era un hombre de voz aguda, vegetariano,
antialcohólico y espiritista :
... il rêvait de régénérer son pays par la simple puissance d'un exemple
analogue à celui du Christ...
... dès que l'absence de tout programme apparut avec évidence, sa
popularité s'évanouit autour de lui avec la soudaineté d'une catastrophe.
Sa voix aiguë, ses façons maniérées et nerveuses... sa foi dans les prophéties
faites au cours de séances spiritualistes [sic), tout cela contribuait à le
rendre victime de la moquerie générale39.
La disolución del mitin y el encarcelamiento de los oradores en Santa
Fe recuerdan episodios frecuentes en la época de Díaz. Legalmente,
Méjico era entonces un país democrático ; en la práctica, la oposición
era víctima de toda clase de arbitrariedades. Por ejemplo, la reunión
organizada por la oposición el 24 de enero de 1902 en San Luís Potosí
fue disuelta por Heriberto Barrón al frente de sus esbirros ; detuvieron
a los principales dirigentes40. Sin embargo, las fuentes de esa
oposición novelesca, desde la disolución del mitin y detención de Don
Roque hasta su liberación y entrevista con el Tirano, se pueden
encontrar en las campañas políticas de F. Madero.
Como los oradores del circo Harris, Madero conoce una campaña
de prensa adversa :
Para la prensa poríirista... el señor Madero estaba loco41...
36. J. Silva Herzog, op. cit., vol. I, p. 123.
37. Ibid., p. 64.
38. R. Valle- Inclán, op. cit., p. 40.
39. H. Bamford Parkes, Histoire du Mexique, Paris, Payot, 1939, p. 336.
40. J. Silva Herzog, op. cit., vol. I, p. 54.
41. Ibid., p. 120.
476 BULLETIN HISPANIQUE
Para D. Teodosio y otros personajes novelescos, D. Roque es « | Un loco I
I Un insensato ! ».
En el circo Harris, los españoles actúan como provocadores para que
la policía disuelva el mitin.
Guando la popularidad de Madero creció demasiado, se utilizaron
con él los mismos procedimientos : «... se le impedía, con ayuda de
la policía, que fuera escuchado... »
Madero estuvo dispuesto a pactar con Díaz y celebró con éste una
entrevista en plena campaña electoral. Díaz rechazó el compromiso
y, cuando Madero le amenazaba con las próximas elecciones, le
respondió irónicamente : « Veremos lo que resuelven los comicios42. »
En su entrevista con D. Roque, Tirano expresa hipócritamente
su respeto y complacencia « para los que me presentan batalla
amparados en el derecho que les confieren las leyes43 ». El capítulo se
titula lección de Loyola y alude, seguramente, al « jesuitismo » de
Don Santos.
Con motivo del mitin, se detiene a D. Roque, pero, poco después,
el Tirano en persona irá a liberarlo.
Díaz detuvo también a Madero en plena campaña electoral ; éste
y Roque Estrada quedaron en libertad después de mes y medio de
detención.
Don Roque y Madero se declaran partidarios de la liberación del
indio, a pesar de ser, ambos, criollos acomodados.
Además de esta oposición urbana, « legal », la novela menciona
con frecuencia la acción insurreccional contra Tirano : una lucha
armada, larga, revolucionaria, considerada por el dictador como « el
peligro amarillo de América ». Tirano reprime bárbaramente la
insurrección armada ; los fusilamientos de Zamalpoa abren la acción
novelesca ; la cárcel está poblada de revolucionarios y todas las tardes
fusilan a algunos. En Santa Mónica, Indalecio Santana describe
algunos episodios de esa guerra revolucionaria. Los diplomáticos
extranjeros se reúnen para tomar medidas contra la brutalidad de la
represión en Santa Fe de Tierra Firme.
Los fusilamientos de Zamalpoa pueden referirse a algunos
levantamientos contra, Díaz, despiadadamente sofocados : a los de 1908
al más reciente de Leyva, en el estado de Sinaloa, en 1910.
El relato de Indalecio Santana se inspira en un cuento sobre la
revolución mejicana ; el narrador alude a Pancho Villa (« la banda
de Doroteo ») 44. Pero el nombre de este narrador recuerdo, como ya

42. J. Silva Herzog, op. cit., p. 124.


43. Valle-Inclán, op. cit., p. 123.
44. El verdadero nombre de Pancho Villa era Doroteo Arango. Speratti Pinero
ha demostrado que el relato de Santana en Santa Mónica se inspira directamente en
A PROPÓSITO DE ALGUNAS FUENTES DE « TIRANO BANDERAS » 477
lo indica Speratti Pinero, el del teniente coronel Santana Pérez, que
luchó contra Díaz a finales del siglo xix, y el del general-presidente
Santa Anna. Al parecer, se trata pues de una guerra insurreccional
que se extiende desde la época de Díaz hasta la Revolución mejicana
o, más probablemente, de una síntesis de esa lucha prolongada y de
sus causas. Y también de algunos de sus objetivos, pues se nos dice
que el plan de Zamalpoa contiene la reforma agraria. ¿ No es posible
ver en él una alusión a los diferentes planes revolucionarios del Méjico
contemporáneo en los que figura como una constante la promesa de
la reforma agraria (Planes de-Tacubaya, de Ayala, etc.)?
La reunión del Cuerpo Diplomático, en el capítulo de la novela
titulado La Nota, ha debido de tener presente un hecho concreto.
En Tirano Banderas, el decano del Cuerpo Diplomático, representante
de la Gran Bretaña, reúne a sus colegas e, invocando sentimientos
humanitarios, propone que se adopte una acción conjunta contra
Tirano para protestar contra la represión en la República de Santa
Fe. El embajador yanqui es partidario de no intervenir en los asuntos
interiores de ese país :
... ¿puede ser justificativo para intervenir, siquiera sea aconsejando en la
política interior de la República? « El gobierno del general Banderas,
responsable y con elementos suficientes de juicio, estimará necesario todo el
rigor15. »
Algunos diplomáticos le dan la razón y, finalmente, no se adoptará
ninguna medida eficaz, lo que hace decir a un representante
latinoamericano que Tirano « no morirá de cornada diplomática ». Al fin
y al cabo, la iniciativa del inglés sólo había sido determinada por la
preocupación de defender los intereses de una compañía británica.
Después de la reunión, en la « terraza del Club », dos representantes
latinoamericanos y el Ministro del Japón nos descubren el juego
hipócrita del Cuerpo Diplomático y el apoyo oculto de éste a Santos
Banderas. Hay cierta semejanza entre este episodio y un hecho real
de la historia de Méjico. El embajador norteamericano intervino
directamente en la destitución de Madero y encumbramiento de
Huerta. El 18 de febrero de 1913, algunos Ministros extranjeros
acuden a la embajada americana para informarse del desarrollo de
los acontecimientos. El embajador yanqui no los recibe
inmediatamente, pues está entretenido con una serie de personajes mejicanos,
preparando con ellos la destitución del Presidente. J. Silva Herzog,
que cita a Ramón Prida, describe la siguiente escena :
Los diplomáticos extranjeros habían oído todo lo ocurrido... Uno de
el cuento La Juida del Dr. Atl. ; este cuento se refiere a la revolución mejicana y
Speratti Pinero considera probable la alusión a Pancho Villa.
45. R. Valle-Inclán, op. cit., p. 137.
478 BULLETIN HISPANIQUE
los invitados hizo la observación de que era extraño que no se les hubiese
invitado también para aquel acto ; pero el encargado de negocios del Japón
agregó : Mr. Wilson (embajador yanqui) sabe a quién invita para estos
casos. Al reunirse el embajador americano con sus colegas que sólo le
esperaban para despedirse, todos ellos, casi a un tiempo, exclamaron :
¿No irán estos hombres a matar al presidente? — Oh, no, dijo Mr. Wilson,
a Madero lo encerraremos en un manicomio... No debemos permitirlo, dijo
inmediatamente el ministro de Chile. — Ah, replicó el embajador : en los
asuntos interiores de Méjico no debemos mezclarnos ; allá ellos que se arreglen
solos. Al traspasar el umbral del edificio, ya en la calle, uno de ellos dijo :
— Es curioso este embajador : cuando so trata de dar auxilio a un jefe
rebelde y que bajo el pabellón de su patria se concierte el derrumbe de un
gobierno legítimo ante el cual él está acreditado, no tiene inconveniente en
intervenir... sin que le preocupe o no si se trata de asuntos interiores del
país46...
Claro que en este caso se trata del apoyo o del silencio cómplice de
las cancillerías en el ascenso de Huerta, pero ni los procedimientos
de gobierno de este último ni los intereses que él representa difieren
de los de Díaz.
Algunos detalles de la reunión del cuerpo diplomático, en la novela,
recuerdan una recepción del general Santa Anna, descrita por B. Mayer :
... Se adelantó entonces Mr. Pakenhan, representante de Gran Bretaña,
y en su calidad de Ministro residente más antiguo, pronunció en nombre del
cuerpo diplomático un discurso... Siguióse luego una breve plática entre él
[Santa Anna] y Mr. Pakenham y el Sr. Oliver, representante de España...
(Carta XIII).
En fin tenemos a Filomeno Cuevas, el luchador independiente que
consigue derribar al Tirano. El nombre de este ranchero novelesco
recuerda probablemente el de Filomeno Mata, obstinado y valiente
antiporfirista, numerosas veces encarcelado en la época de la
dictadura. Pero la vida y conducta de Filomeno Cuevas se asemejan a las
de Obregón. Ambos personajes son de origen humilde, ambos han
sido trabajadores manuales que, gracias al esfuerzo y al ahorro,
llegan a ser modestos rancheros. Filomeno Cuevas se lanza a la lucha
contra Banderas movido por un impuslo irresistible de hombre
honrado ; su acción será la más eficaz a pesar de su ignorancia del arte
militar. Todas las simpatías del escritor van hacia este personaje.
Obregón, dotado de « intuitiva estrategia », fue uno de los dirigentes
de la revolución mejicana. Después de luchar junto a Carranza y
Villa obtuvo la presidencia de la República en 1920. Valle-Inclán
le dedicó una gran estima y depositó enorme confianza en su
capacidad de gobernante47.

46. J. Silva Herzog, op. cit., pi 299.


47. « El general Obregón está llamado a grandes cosas en América. Su valor su
A PROPÓSITO DE ALGUNAS FUENTES DE « TIRANO BANDERAS » 479

Como vemos, un gran número de fuentes, más o menos seguras


o probables, son mejicanas. Sin embargo, los acontecimientos de la
novela se desarrollan en un período de tiempo muy corto.
¿A qué momento de la historia de Méjico pueden referirse estos
acontecimientos?
Si los ordenamos cronológicamente, observamos que la novela
empieza con el regreso de Tirano de Zamalpoa y con la recepción
de la colonia española y termina con la caída de Banderas y el triunfo
de Filomeno Cuevas. Si sustituimos acontecimientos y personajes
por sus fuentes respectivas, concluiremos que la historia relatada en
Tirano Banderas se extiende de los últimos tiempos de la dictadura
porfirista a la llegada de Obregón a la Presidencia. Y en efecto, el
contenido de la novela reviste el carácter de una síntesis de ese largo
período revolucionario.
Los personajes que aparecen en la novela pertenecen a grupos
raciales y sociales distintos ; cada uno de ellos tiene una ocupación
determinada. Se trata de una sociedad perfectamente estructurada,
con sus capas y clases bien delimitadas. Con un comportamiento
político peculiar. El escritor ha reproducido un mundo muy concreto,
probablemente con arreglo a un plan trazado de antemano. La novela
corrobora el juicio que Alfonso Reyes y Eugenio Montes emitían, en
ocasiones distintas, sobre Valle-Inclán48.
Tres grupos fundamentales, raciales' y sociales, aparecen en Tirano
Banderas : indios y mestizos, criollos, extranjeros blancos.
El indio está presente en todos los capítulos de la obra. A la misma
raza pertenecen algunos personajes novelescos de primer plano.
Frente a ellos, es brevísima la aparición de negros y amarillos.
Por lo que se refiere a las actividades económicas, la agricultura es
una de las más importantes. Frente a la ciudad, centro administrativo
y comercial, hallamos un campo circundante poblado de fundos.
Hay algunas alusiones a una actividad minera. Santana cuenta
en la cárcel cómo se había escapado de las minas de « un diablo
gachupín » para incorporarse a la revolución. A propósito de la reunión

ánimo sereno, su conocimiento del tablero militar, su intuitiva estrategia y su buena


estrella de predestinado, le aseguran el triunfo », escribe Valle a Alfonso Reyes en
1923 (Speratti Pinero, op. cit., Apéndices).
48. « Este hombre platónico sabe siempre de antemano lo que va a decir y a escribir.
Procede por arquetipos, por grandes ideas previas ; y deja rodar las consecuencias
hacia los hechos particulares, con esa seguridad y confianza del que ha dominado
por completo las disciplinas » (Alfonso Reyes, Apuntes sobre Valle Inclán, in O. O.,
IV, p. 278, México, Fondo de Cultura Económica, 1956).
« Las personas representan para él (Valle) estamentos, planos de la realidad con
diferentes niveles, modos de comunidad. Un cura es para él la Iglesia ; un mayorazgo,
la aristocracia; un campesino, el campo » (Eugenio Montes : Conferencia
pronunciada en la Escuela de Periodismo de Madrid en 1944, según V. Prat, Historia de la
Literatura española, vol. III, Barcelona, Gili, 1953).
480 BULLETIN HISPANIQUE
del Cuerpo Diplomático se habla de compañías y concesiones mineras.
La industria moderna, por el contrario, no figura en ningún momento.
A través de Zacarías, alfarero, adivinamos que la industria es
puramente artesanal en Santa Fe.
Los grupos raciales « de color » forman parte de las clases
trabajadoras, intensamente oprimidas : domésticos, artesanos, vendedores
ambulantes, arrieros y trabajadores de la tierra o de las minas. Están
sometidos a los malos tratos del blanco que es, por añadidura,
extranjero, generalmente. El orador del circo Harris resume la condición
del indio :
No se ha intentado la redención del indio, que, escarnecido, indefenso,
trabaja en los latifundios y en las minas, bajo el látigo del capataz49.
El comportamiento político parece distinto según se trate de « peones »
agrícolas o de proletarios de las minas. Los indios de Filomeno Cuevas
se muestran dóciles y fieles a su amo. Cierto que su patrón es de los
« buenos », pero todo indica que en cualquier caso podría disponer de
ellos. Su amo decide emprender una insurrección y las « peonadas »
le siguen. Los indios de las minas obran con mayor autonomía y su
rebeldía parece más consciente, según se desprende del relato de
Santana :
Cuando estalló la bola revolucionaria, desertamos todos los peones de
las minas de un judas gachupín60;..
Sin embargo, todos los indios de Santa Fe, como grupo, son rebeldes.
El Tirano en persona lo afirma : « j Tan sumisos en apariencia, pero
ingobernables ! ». Cuando salen de su apatía habitual, se despierta en
los oprimidos el deseo de sacudir el yugo que los ata. Zacarías resume
esa actitud de rebeldía. El Cruzado soporta pacientemente su vida
de artesano miserable hasta el día en que, en su propia familia, será
víctima de la arbitrariedad y de la injusticia. Entonces asesina al
« honrado gachupín », responsable directo de su desgracia. La escena
del asesinato es cruel y macabra. Zacarías ha actuado con
premeditación y se ha mostrado feroz. Esta crueldad del indio es una constante
en las obras americanas de Valle, pero, en este caso, la crueldad no
obedece a un « sentimiento atávico de la raza » ; el asesinato aparece
ahora justificado ; la crueldad es proporcional a la enorme opresión
impuesta a los indios. Y este asesinato no es más que el preludio de
una insurrección contra los « abarroteros » y el poder político que los
sustenta ; también contra el convento, aliado de las clases
privilegiadas.
Por encima del indio, los criollos. Estos no forman un grupo homo-

49. R. Valle-Inclán, op. cit., p. 39.


50. Ibid., p. 116.
A PROPÓSITO DE ALGUNAS FUENTES DE « TIRANO BANDERAS » 481
géneo ni racial ni socialemente. El comportamiento político difiere
de unos a otros. Entre ellos hallamos propietarios de fundos y
ranchos, miembros civiles y militares de la burocracia del Tirano,
estudiantes e intelectuales, periodistas, etc. Todo un abanico de clases
medias. De entre los propietarios de tierras, Filomeno Cuevas se
destaca excepcionalmente como enemigo decidido de la tiranía. Los
demás se muestran indecisos, vacilantes :
Vista la resolución del compadre, se avinieron en ayudarle con caballos,
peones y plata, pero ello había de ser en el mayor sigilo, para no condenarse
con Tirano Banderas. Dositeo Velasco, que, por más hacendado, había sido
de primeras el menos propicio para aventurarse en aquellos azares61...
La burocracia estatal forma una amplia gama, fuertemente esperpen-
tizada, de coroneles y licenciados, sometidos a la voluntad del
dictador. De criollos se nutre un sector de la oposición ; algunos de ellos,
como D. Roque Cepeda, pertenecen a familias acomodadas.
En la cumbre de la escala social, aparecen los blancos. En el plano
más alejado se sitúan los agentes de las compañías extranjeras,
dedicadas generalmente a la explotación de minas. La intervención del
Representante británico tenía por objeto, en definitiva, el defender
los intereses de la West Company Limited ; otro diplomático es
propietario de minas. En el Casino español vemos, junto a D. Roque,
a un norteamericano, Mr. Contum, aventurero dedicado a negocios
mineros, que confía en la sumisión del indio, gracias a la potencia
militar de su país. Los extranjeros más numerosos son españoles ;
prolongan, a su manera, la vieja colonización. Entre ellos hay hombres
de negocios, explotadores de « indios y cholos », como D. Cesles, o
rapaces prestamistas, a la manera de Quintín Pereda. Con ocasión
de la recepción que da el Tirano a la colonia española, se nos dará
un resumen de la ocupación de los españoles que viven en Santa Fe :
el abarrotero, él empeñista, el chulo del braguetazo, el patriota
jactancioso, el doctor sin reválida, el periodista hampón, el rico mal afamado62...
Se trata de una masa de aventureros que desprecian, explotan y
maltratan al indio y que además intentan justificar su conducta,
invocando su misión civilizadora y la incapacidad del indígena. Su
comportamiento político es inequívoco; son los mejores aliados del
Tirano. Le ayudan con dinero, con su prensa también, y hasta actúan
como provocadores en el mitin organizado por la oposición. Capítulo
aparte merecería el Ministro de España, representante de la
aristocracia española y ejemplo de su degradación. Su indolencia tiende,
acaso, a subrayar el papel mediocre que España desempeña en Amé-

51. R. Valle-Inclán, op. cit., p. 87.


52. lbid., p. 16-17.
482 ' BULLETIN HISPANIQUE

rica Latina. Tal es la idea contenida en el comentario del novelista,


refiriéndose al embajador español :
... experimentaba un dolor sincero, reconociendo que en aquel mundo,
su mundo, todas las cabalas se hacían sin contar con el Ministro de
España63.
Esto confirma la afirmación cínica del Sr. Contum : « Si el criollaje
perdura como dirigente, lo deberá a los barcos y cañones de
Norteamérica54. »
La estructura social de la novela es, en su esencia, la de cualquier
país hispánico de América ; el escritor ha conseguido lo que se había
propuesto. No obstante, el predominio del indio reduce ya el área
geográfica de esa América imaginaria, y, si no perdemos de vista el
carácter rebelde de los indios de Santa Fe, hemos de admitir que esos
indios son, ante todo, mejicanos. No en vano Valle-Inclán, cuando llama
al indio a la insurrección, se dirige al indio mejicano 55. Los grupos
sociales en Tirano Banderas se organizan a imagen de los del Méjico de
P. Diaz. A propósito de esta época, dice el historiador B. Parkes :
... propriétaires fonciers, ecclésiastiques, généraux, caciques,
capitalistes de naissance étrangère, bourgeois de la classe moyenne à la recherche
d'emplois administratifs, intellectuels, chefs de bandits même, tous ces
gens se rangèrent parmi les partisans fidèles de Don Porfirio ; quant à
ceux qui furent oubliés dans la distribution des faveurs, c'étaient les masses
paysannes -et prolétariennes66...
La preponderancia del capitalismo extranjero aumenta al final del
reinado porfirista, con el advenimiento de los científicos. Los capitales
yanquis cobran cada vez mayor importancia y junto a ellos capitales
ingleses, franceses y españoles. Los españoles son probablemente
los extranjeros más odiados :
Les Espagnols, toujours haïs en tant que « gachupines », accaparaient
presque entièrement le commerce de détail, achetaient de grandes haciendas
et possédaient les fameuses plantations de tabac87...

El campo quedó pacificado gracias a la transformación de los


bandidos en guardias rurales. Se expropiaron a los indios sus tierras y
éstos fueron transformados en trabajadores del campo o de las minas ;
fusilarían o deportarían a los que intentaron resistir.
¿Cómo no recordar las alusiones de la novela a los científicos?

53. R. Valle-Inclán, op. cit., p. 137.


54. Ibid., p. 35.
55. Poemita titulado Nos vemos, publicado por Rubia Barcia y Speratti Pinero
en sus obras respectivas, más arriba citadas.
56. B. Parkes, op. cit., p. 295.
57. Ibid., p. 319.
A PROPÓSITO DE ALGUNAS FUENTES DE « TIRANO BANDERAS » 483

¿Cómo no pensar en Irineo Gastañón, director de Santa Mónica y


antiguo bandolero, a cuya banda pertenecía el caporal jefe de la
patrulla que detiene a la mujer de Zacarías? O esta frase :
Se unen para sostenerlo (a Tirano) los egoísmos del criollaje, dueño de
la tierra, y las finanzas extranjeras68.
El apoyo de los españoles a Tirano tiene su equivalente en el que
los mismos españoles prestaron a Díaz, cuyo reinado les fue
extraordinariamente favorable, según afirmaba Valle-Inclán59. Los demás
extranjeros no les iban en zaga y un personaje oficial norteamericano
no tenía inconveniente en prodigar elogios a Don Porfirio cuando la
oposición arreciaba contra éste60.
Santos Banderas y Porfirio Díaz son dictadores implacables que
no rechazan ningún procedimiento para imponer su autoridad. Los
dos emplean con profusión la corrupción y el terror ; son demagogos
que manifiestan el mismo respeto aparente de la legalidad. Tirano,
como Díaz, se pretende justiciero (« A mi sala de audiencias puede
llegar el último cholo de la República ») 61. Lo mismo que Díaz, Tirano
se rodea de coroneles y licenciados sumisos y no tiene inconveniente
en aceptar la colaboración de antiguos bandidos. Ambos son de origen
indio y humilde, ambos han luchado en su juventud por la
independencia de su país, y los dos, finalmente, defenderán más tarde los
intereses de las clases privilegiadias y de los extranjeros, contra sus
propios compatriotas y contra hombres de su misma raza. También
Tirano es hábil, astuto, capaz de tratar de manera distinta a los
diferentes grupos de la oposición. Reprime despiadamente la
insurrección y el complot pero, con la oposición moderada, con ideólogos e
intelectuales, con las « cabezas », utiliza « balas de plata » y los envía
a Europa para que se instruyan. De la misma manera trabajaba Don
Porfirio. Ahí está Bernardo Reyes, que sueña un momento con la
vicepresidencia y con la herencia de Díaz, pero éste se disgusta y
Reyes marcha a Europa, so pretexto de ampliar sus estudios militares.
Los indios y los huelguistas, en cambio, fueron fusilados. Madero y
Don Roque, criollos de buena familia, son encarcelados y liberados
tras corta detención. Y es que, en la oposición, es posible distinguir dos
grupos marcadamente distintos, tanto en Santa Fe como en Méjico.

58. R. Valle-Inclán, op. cit., p. 144.


59. t El español, tan situado con el porfirismo... », dice 'el novelista en La cabeza
del Bautista.
60. El Secretario de Estado norteamericano, Mr. Root, decía de Díaz : « Creo que
de todos los grandes hombres que viven en la actualidad, el general Porfirio Díaz
es el que más vale la pena de conocer... Considero a Porfirio Díaz, presidente de
Méjico, como uno de los hombres a cuyo heroísmo debe rendir culto la humanidad
» entera », según Creelman, in J. Silva Kerzog, op. cit., vol. I, p. 118.
61. R. Valle-Inclán, op. cit., p. 29.
484 BULLETIN HISPANIQUE
Sánchez Ocaña y Roque Cepeda pertenecen a una oposición de
intelectuales, utópica, urbana, ineficaz, dispuesta al compromiso
con el Tirano. El discurso del Circo Harris es « una pieza oratoria »,
altisonante, pero carente de propuestas concretas., Así aparece a los
ojos del historiador la oposición encabezada por Madero.
En otra vertiente se sitúa la insurrección rural, larga y penosa,
violentamente reprimida. Es la rebelión de los oprimidos, la
revolución, ese « mal endémico » que constituye « el peligro amarillo de
América », como se nos dice en la novela. ¿ No se asemeja este combate
a la lucha prolongada, primero, contra Díaz y Huerta, y, luego, entre
los diferentes caudillos y partidas (los Carranza, Villa, Zapata, etc.)?
Esta lucha larga es el equivalente de ese período de guerras intestinas
que se llama revolución mejicana : la insurrección de los oprimidos
desde Díaz hasta Obregón y, quizá, desde los lejanos tiempos de la
Independencia de Méjico y de las primeras rebeliones importantes
de indios en la edad contemporánea. Como en la revolución mejicana,
tampoco faltan en la novela los adictos de última hora, los que
cambian de campo por oportunismo.
Notamos que en Tirano Banderas ninguna de las dos oposiciones
consigue triunfar. El derrumbamiento de la tiranía es obra de un
ranchero honrado : Filomeno Cuevas. ¿Significa esto, como pretenden
algunos autores, que el novelista sólo hace crítica negativa ? Es verdad
que Valle-Inclán no se pronuncia sobre el fin de la revolución y que
la novela termina con un interrogante. ¿Habrá que ir a buscar la
respuesta en una obra posterior de Valle, según indica Speratti
Pinero?
La"El
tiranía
escritor
fuenoderribada,
deja de serpero
fiel la
a latransformación
historia de la revolución
económico-social
mejicana.
de
Méjico estaba por hacer. Cuando Obregón, en quien tanto confía
Valle, sube a la Presidencia, se abre para Méjico una época de
esperanza. Pero nada más. La respuesta al interrogante sólo podía darla
la historia posterior de ese país y también la historia posterior de
América Latina.
Santa Fe de Tierra Firme aparece voluntariamente deslocalizada,
repetimos, porque Valle quiere pintar una realidad que es común,
en lo esencial, a numerosos países de América Latina. Esa realidad
tiene su origen en la colonización española y acaso el autor haya
utilizado ciertas crónicas para añadir a su República imaginaria esa
dimensión histórica. P. Sáinz y Rodríguez percibió muy pronto en
Tirano Banderas su « ... honda trascendencia política y social por la
manera de enfocar la visión de Hispano-América » y tenía razón al
insistir en el carácter realista de esa imagen americana62. Que esa

62. Sáinz Rodríguez, Tirano Banderas, una novela de Valle, in El Liberal, Madrid,
20-2-1927.
A PROPÓSITO DE ALGUNAS FUENTES DE « TIRANO BANDERAS » 485
imagen coincida con el análisis del historiador y sociólogo de nuestros
días 63 es una prueba de la gran penetración del novelista. Pero, para
llegar a esa síntesis, el escritor se ha detenido en el examen de un
ejemplo concreto suministrado por la historia contemporánea de
Méjico. Porque la intensidad y duración de la lucha social y política
en Santa Fe de Tierra Firme sólo tienen su equivalente en esos años
atormentados de la revolución mejicana. De ahí la preocupación del
novelista por conocer ese período 64. Valle-Inclán no sólo ha escogido
el ejemplo que conocía mejor, sino también el más significativo de la
historia contemporánea de Latino-América65.
Ya en 1928, un crítico latinoamericano, M. Latorre, afirmaba 66 que
Tirano Banderas podía ser una visión urbana de la revolución
mejicana, imagen complementaria de la que nos transmitía Los de abajo.
Añadiré que no es una visión parcial sino la interpretación global de
esa revolución.
¿Crítica negativa? El novelista no se contenta con interpretar la
historia de ese momento, toma, además, posición; basta observar
cómo utiliza su arte esperpéntico. La novela condena a los opresores
e implícitamente ensalza la causa de los oprimidos. No podía
hacerse más en 1926, época de insegura liberación de los pueblos
hispanoamericanos.
Esa toma de posición del novelista coincide con deseos y simpatías
del hombre Valle-Inclán67. Sin embargo, el autor no ha renunciado
ni a lo exótico ni a lo pintoresco. Rasgos hay que recuerdan la Sonata
de Estío, pero, ¡ qué diferencia entre las dos novelas ! En Tirano
Banderas el arte está al servicio de una Causa y hasta podría decirse

63. Es interesante a este respecto comparar el contenido de la novela con el valioso


estudio sobre la naturaleza de las instituciones en América Latina de J. Lambert,
Amérique latine, Paris, P. U. F., 1963.
64. B. D. C, Don Ramón del Valle-Inclán, in El Sol, Madrid, 7-1-1936.
65. En la carta ya citada, escribe Valle : « ... la revolución de México es la
revolución latente en toda la América Latina ».
66. M. Latorre, México, dos novelas sobre la revolución : Tirano Banderas y Los
de abafo, in Atenea, Concepción, V, 5, 1928.
67. Rubia Barcia indica que desde la Guerra europea Valle no cesa de avanzar
hacia posiciones de izquierda.
A su paso por La Habana, de vuelta de Méjico, en 1921, el director de Carteles
mostró al novelista un lugar de la ciudad en donde los españoles fusilaban a los
patriotas cubanos ; Valle se indigna : « Eso es una injuria para mí... De vivir yo en
Cuba en aquella época, no habría sido de los españoles que fusilaban, sino de los
fusilados », G. Alvarez Gallegos, Valle-Inclán en La Habana, in Ramón M. del Valle-
Inclán 1866-196 ff, Universidad Nacional de La Plata, 1967.
A propósito de la revolución mejicana dice el novelista a Alfonso Reyes [carta
citada] ; « No pueden hacerse revoluciones a medias. Los gachupines poseen el
setenta por cien de la propiedad territorial : son el extracto de la barbarie ibérica. La
tierra en manos de esos extranjeros es la forma más nociva de poseer... La
revolución por la independencia, que no puede reducirse a un cambio de visorreyes, sino a
la superación cultural de la raza india, a la plenitud de sus derechos, y a la expulsión
de judíos y moriscos gachupines. Mejor, claro está, sería el degüello ».
Bulletin hispanique. 32
486 BULLETIN HISPANIQUE

que esta última novela es, en cierto modo, una parodia del
Modernismo68, como si Valle quisiera condenar al escritor, únicamente
preocupado por la forma, que él fue en cierta época69.
José EXTRAMIANA.

68. Según Speratti Pinero, uno de los procedimientos de esperpentización,


empleados por el novelista, consiste en recurrir al estilo de las Sonatas o recordar algún
episodio de aquéllas para ofrecer algún contraste desagradable. Ciertos personajes
ridiculos repiten, en circunstancias poco poéticas, versos de Darío y de Espronceda.
Este procedimiento y algunas otras evocaciones, como la alusión a El Veronés a
propósito del cielo de Santa Fe, ¿no constituyen una condena del Modernismo, como
teoría del arte por el arte?
69. Los elementos utilizados en la elaboración de este artículo fueron reunidos
en 1964.

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