Está en la página 1de 7

Nombre: Francisco A.

Martínez

Matrícula: 2014-0591

Reporte de lectura sobre libro “El Hogar Cristianos”

Cap. 4 “Información Abarcante del Hogar

Este capítulo da a entender que el hogar es como una escuela donde los
hijos son los alumnos y los padres son los profesores. En el hogar cristiano
las lecciones deben tener el objetivo de enseñar a los hijos principios
cristianos que les ayude en esta vida terrenal. Si los hogares fueran de este
modo los jóvenes serian de bien para la sociedad y mucha de la
delincuencia y violencia que podemos encontrar en nuestro mundo actual
no existirían. Muchos son los hogares en las cuales los hijos no son
enseñados de los principios de la vida y esta falta de enseñanza hace que el
mundo carezca de principios morales.

Los cristianos que enseñan a sus hijos el temen a Jehová ejercen una
influencia abundante en favor del bien. Una familia ordenada y disciplinada
es una de las mayores evidencias que un cristiano puede presentar al
mundo porque es un testimonio viviente sobre los corazones de los que
presencian tal hogar. Las familias que los rodean notaran la diferencia en
carácter y ellos sabrán que tal hogar es estreñido por la voluntad de Dios y
muchos iniciaran modificaran su estilo de vida. Los ángeles de Dios
cuidaran de los hogares que testifica de su poder por medio de su diario
vivir.

Nosotros podemos sacar de nuestras vidas y las vidas de nuestra familia el


mayor provecho, pues para esto solo se requiere de un espíritu bondadoso y
abnegado y firmeza de propósito. Los frutos de hogares sometidos a la
voluntad de Dios obraran en otros hogares “como levadura escondida en
tres medidas de harina.” Los frutos de tale hogar manifestara “cortesía,
bondad, tierna consideración por los sentimientos ajenos y por sus actos de
amor comunicaran a los quienes le traten una emoción feliz de ternura y
agradecimiento.”
Y creo que la vida cristiana debe ser como comunica la hermana Elena G.
de White en este capítulo, puesto a que, si los padres viven de acuerdo con
la voluntad de Dios, los hijos aprendan los valores que les ayudara en sus
crecimiento espiritual, emocional y profesional. Los que rodean este tipo de
familia también verán una diferencia de carácter y muchos aspirarán un
cambio y por este medio podrán tener una oportunidad de conocer a Dios.
Creo que una familia que vive en harmonía con la voluntad de Dios es un
beneficio para la sociedad.

Cap. 9 “Los Casamiento Prohibidos”

Este capítulo nos habla sobre los casamientos prohibidos, Dios desde un
principio aconsejo a su pueblo a no ligarse en casamiento con personas de
otras ciudades idolatras, puesto a que no seria factible la convivencia entre
vosotros.

Una cita que destacar es la siguiente: “El Señor ordenó al antiguo Israel que
no se relacionara por casamientos con las naciones idólatras que lo
rodeaban: “Y no emparentarás con ellos: no darás tu hija a su hijo, ni
tomarás a su hija para tu hijo.” Se da la razón de ello. La sabiduría infinita,
previendo el resultado de tales uniones, declara: “Porque desviará a tu hijo
de en pos de mí, y servirán a dioses ajenos; y el furor de Jehová se
encenderá sobre vosotros,”

Es por eso por lo que Dios nos dice que busquemos pareja dentro del
pueblo, ya que esto crea más armonía en el hogar debido a que las
costumbres son las mismas.

Cap. 11 “Los Casamiento Apresurados”

Esta habla sobre los casamientos apresurados, comienza abordando que los
niños son niños y por ende no debe haber cabida para comprometerlos
desde temprana edad, puesto a que estos matrimonios que son arreglados
desde que los niños tienen poca edad, la mayor parte del tiempo resultan en
desgracia.

También aconseja a que los adolescentes, cuando comienza a sentir ese


amor hacia las niñas no pueden dar rienda suelta a esos pensamientos,
puesto a que apenas se está comenzando a madurar, además si solo se
enfoca en esos pensamientos disminuirá su concentración de estudios.

Además, explica sobre la disparidad de edades. Lo mas hermoso es que


cuando dos personas están juntas gocen de plena salud, por ende, es
importante que no haya mucha diferencia de edades, para que uno no se
convierte en la carga amarga del otro.

Cap. 16 “Una Asociación Feliz”

Cita para destacar: “Los que se casan ingresan en una escuela en la cual no
acabarán nunca sus estudios. Por mucho cuidado y prudencia con que se
haya contraído el matrimonio, pocas son las parejas que hayan llegado a la
perfecta unidad al realizarse la ceremonia del casamiento. La unión
verdadera de ambos cónyuges es obra de los años subsiguientes.

Aquí se plantea que Dios debe ser el centro del matrimonio puesto a que el
se encargara de unir a la pareja de manera que la relación sea mas duradera
siendo Él foco de todo, además se aconseja a la pareja en que se fijen mas
de las virtudes del otro y nos en las imperfecciones puesto a que esto
ayudara a que se manejen y puedan sobrellevar mejor.

Cap. 18 “Deberes y Privilegios”

Una cita que llamo mi atención de este capitulo es la siguiente: “En sí el


comer y beber no encierra pecado, ni tampoco lo hay en casarse y darse en
casamiento. Era lícito casarse en tiempo de Noé, y lo es también ahora, si
lo lícito se trata debidamente y no se lleva al exceso pecaminoso. Pero en
días de Noé los hombres se casaban sin consultar a Dios ni procurar su
dirección y consejo.”
Aquí se explica sobre los excesos, debemos tener cuidado con los mismos,
Dios no vino a destruir ni a imponer leyes en nuestro perjuicio, sino todo lo
contrario.

El casamiento es uno de los tantos maravillosos regalos que Dios a dejado


al ser humano, y por ello eso también lo convierte en algo sagrado y
debemos respetarlo. Es por ello, además, que Dios pide que lleguemos
puros al mismo y que no caigamos en la tentación de tener relaciones sin
antes estar debidamente casados con esa persona especial.

Cap. 26 “El Legado De Los Padres A Los Hijos”

La condición física y mental de los padres se perpetúa en su posteridad.


Este es un asunto que no se considera debidamente. Cuando quiera que los
hábitos de los padres contraríen las leyes físicas, el daño que se infligen a sí
mismos se repetirá en las generaciones futuras

Cuanto más nobles sean los propósitos que animen a los padres, cuanto más
elevadas sus dotes intelectuales y morales, cuanto más desarrolladas sus
facultades físicas, mejor será el equipo que para la vida den a sus hijos.
Cultivando en sí mismos las mejores prendas, los padres influyen en la
formación de la sociedad de mañana y en el ennoblecimiento de las futuras
generaciones.

Debemos hacer como dice la escritora Manifestad la mansedumbre y


amabilidad de Cristo al tratar con los pequeñuelos rebeldes. Tened siempre
presente que recibieron su perversidad como herencia de su padre o de su
madre. Tened por tanto paciencia con los niños que heredaron vuestros
propios rasgos de carácter.

Los padres deben confiar implícitamente en el poder de Cristo para


transformar las tendencias al mal que fueron transmitidas a sus hijos.

Cap. 34 “Posición Y Responsabilidades”


“El esposo y padre es cabeza de la familia. Es justo que la esposa busque
en él amor, simpatía y ayuda para la educación de los hijos, pues son de él
tanto como de ella, y él tiene tanto interés como ella en el bienestar de
ellos. Los hijos buscan sostén y dirección en el padre, quien necesita tener
un concepto correcto de la vida y de las influencias y compañías que han de
rodear a su familia. Ante todo, debería ser dirigido por el amor y temor de
Dios y por la enseñanza de la Palabra divina, para poder encaminar los
pasos de sus hijos por la buena senda”.

El padre debe hacer cuanto esté de su parte por la felicidad del hogar.
Cualesquiera que sean los cuidados y las perplejidades que le ocasionen sus
negocios, no debe permitir que arrojen sombra sobre su familia; debe
volver siempre a casa con la sonrisa y buenas palabras en los labios.

En su familia, el padre representa al Legislador divino. Colabora con Dios


cumpliendo los misericordiosos designios de él, afirmando a sus hijos en
los principios justos, y habilitándolos para desarrollar un carácter puro y
virtuoso, porque se anticipó a ocupar el alma con lo que habilitará a sus
hijos para rendir obediencia no sólo a su padre terrenal sino también al
celestial.

Cap. 38 “Posición Y Responsabilidades De La Madre”

La mujer debe ocupar el puesto que Dios le designó originalmente como


igual a su esposo. El mundo necesita madres que lo sean no sólo de nombre
sino en todo sentido de la palabra. Puede muy bien decirse que los deberes
distintivos de la mujer son más sagrados y santos que los del hombre.
Comprenda ella el carácter sagrado de su obra y con la fuerza y el temor de
Dios, emprenda su misión en la vida. Eduque a sus hijos para que sean
útiles en este mundo y obtengan un hogar en el mundo mejor.

La madre es la reina del hogar, y los niños son sus súbditos. Ella debe
gobernar sabiamente su casa, en la dignidad de su maternidad. Su
influencia en el hogar ha de ser suprema; su palabra, ley. Si ella es
cristiana, bajo la dirección de Dios, conquistará el respeto de sus hijos.
La madre que asume animosamente los deberes que le tocan directamente
verá que la vida le resulta preciosa porque Dios le dio una obra que hacer.
En esta obra no necesita forzosamente empequeñecer su mente ni dejar que
su intelecto se debilite.

La obra de la madre le fue asignada por Dios, a saber, la de criar a sus hijos
en la disciplina y admonición del Señor. Debe recordar siempre a sus
tiernos intelectos el amor y temor de Dios. Cuando los corrige, debe
enseñarles a considerar que son amonestados por Dios, a quien desagradan
el engaño, la falsedad y las malas acciones. De esta manera el espíritu de
los pequeñuelos podrá relacionarse con Dios en forma tal que todo lo que
hagan y digan será para gloria de él; y en años ulteriores no serán como el
junco bajo el viento y no vacilarán continuamente entre sus inclinaciones y
el deber.

Cap. 39 “Influencia De La Madre”

“La esfera de la madre puede ser humilde; pero su influencia, unida a la del
padre, es tan perdurable como la eternidad. Después de Dios, el poder de la
madre en favor del bien es el más fuerte que se conozca en la tierra. La
influencia de la madre no cesa nunca; y si se hace sentir siempre en favor
del bien, el carácter de sus hijos atestiguará el fervor y valor moral de ella.
Su sonrisa y estímulo pueden ser una fuerza que inspire. Puede comunicar
alegría al corazón de su hijito mediante una palabra de amor, una sonrisa de
aprobación”.

Una madre cristiana estará siempre bien despierta para discernir los
peligros que rodeen a sus hijos. Mantendrá su alma en una atmósfera pura y
santa; regirá su genio y sus principios por la Palabra de Dios y, haciendo
fielmente su deber, vivirá por encima de las mezquinas tentaciones que
siempre la asaltarán.

Las madres tienen la responsabilidad de amoldar mentes y caracteres, pues


esta con su sangre vital nutre al niño y forma su armazón física, le
comunica también influencias intelectuales y espirituales que tienden a
formar la inteligencia y el carácter. Jocabed, la madre hebrea de fe robusta
y que no temía “el mandamiento del rey,” fue la mujer de la cual nació
Moisés, el libertador de Israel. Ana, la mujer que oraba, abnegada y movida
por la inspiración celestial, dio a luz a Samuel, el niño instruido por el
Cielo, el juez incorruptible, el fundador de las escuelas sagradas de Israel.
Elisabet, la parienta de María de Nazaret y animada del mismo espíritu que
ésta, fue madre del precursor del Salvador.

Cap. 56 “El Divorcio”

Una de las frases que dijo la escritora Elena G. White y que llaman más mi
atención es la siguiente:

"El que repudiare a su mujer dijo l- fuera de causa de fornicación, hace que
ella adultere; y el que se casare con la repudiada, comete adulterio".

Este capítulo como habrán notado habla acerca del divorcio y sobre esto la
misma escritora dice “Quiero decirle que hay un solo motivo por el cual un
esposo puede separarse legalmente de su esposa, o una esposa de su
esposo, y este motivo es el adulterio. Si vuestros temperamentos no
congenian, ¿no glorificáis a Dios cambiando dichos temperamentos?”

Dios en el principio creo el matrimonio, pero no para que este fuera


temporal,

También podría gustarte