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nuestros sueños son algo que nos ilusiona, que deseamos y que nos haría felices,

por lo tanto a lo primero que estamos renunciando es a nuestra propia felicidad.

«Tu libertad y tus sueños no tienen precio pero el camino hay que pagarlo…»

si la felicidad ya deja de ser algo a perseguir, ¿qué sentido tiene nada de lo que
hagamos?

Entramos en conflicto interior, por un lado están nuestros sueños y aspiraciones,


y por el otro todos los miedos que aparecen para mantenernos aferrados sin cambiar
nada.

Renunciar a convertir todas esas ideas en realidad, es en el fondo renunciar a


aquello para lo que hemos nacido.

te sentirás enfadado ,De mal humor, con poca paciencia, con pocas ganas de hacer
nada, irritable,
saltando a la primera de cambio…, Y es probable que ver a otras personas que están
trabajando para
cumplir sus sueños te haga despertar todo tipo de sentimientos negativos hacia
ellos,
Los sueños incumplidos pueden convertirse rápidamente en una fuente de
resentimiento
y amargura al dejar que los pensamientos negativos y las emociones tóxicas penetren
en tu vida.
Algunos de nuestros sueños esconden nuestros deseos más profundos y estos son tan
poderosos que ir
posponiéndolos no va a hacer que desaparezcan…

Los sueños, al igual que la verdad, buscan salir a la luz.


Están en tu corazón por algún motivo, tienen una misión y deben ser escuchados.

La gente sueña por alguna razón.


Estamos dotados de una capacidad natural para apuntar hacia cosas más grandes.

Si los sueños no estuvieran destinados a ser perseguidos y a hacerse realidad,


entonces la naturaleza no nos habría predispuesto a soñar de esta manera.

Es casi seguro que tu tiempo se ha visto reducido y es muy limitado;


cambia el discurso, responsabilízate tú de lo que te sucede y admite que ahora
mismo tu prioridad es otra.
La energía es totalmente distinta, no te quedarás anclada en las excusas, ¡ni
culpando a otros!!!!
Sino que vas a hacerte cargo de tu vida y vas a crear el espacio para perseguir tus
sueños más adelante.

Deseamos transmitir a nuestros hijos: que son capaces de lo que sea y que pueden
perseguir sus sueños.

Esto es así, cada vez que renunciamos a aquello que deseamos, estamos haciendo que
muchas otras personas
se queden sin conocerlo ni experimentarlo.

Están muy bien los intentos, las nuevas formas de acceder,


pero cuando ves que no es posible, renunciar es lo mejor que puedes hacer.
Si insistes más de lo adecuado, ya no sigues el camino hacia adelante. Te estancas
y te quedas allí.
observándo desde la lejanía,te aferras a ese inalcanzable y ya piensas que ninguno
será igual.
si supiste renunciar y seguir hacia adelante, seguramente encontraste nuevas
oportunidades.
En cambio, si te aferraste sin renunciar, las perdiste.
simplemente déjalo ir y fija tu objetivo en otras metas y en otros nuevos caminos.

Uno de los principales problemas a los que nos enfrentamos las personas es el poder
de los pensamientos
que nos incitan a la inactividad. Del tipo “nunca conoceré a alguien igual”, “no
encontraré pareja”,
“no encontraré buenas amistades”, “nadie me quiere”, “no merezco que me quieran”…
Este tipo de pensamientos estancan a la persona que los tiene.
Las oportunidades no suelen venir solas, hay que salir a buscarlas.
persigue tus sueños y suelta lo que no funcione o no pueda ser, para tener la
opción de encontrar
lo que sí puedas alcanzar.

Cuando quieres lograr un objetivo no solo tienes que concentrarte en adquirir los
hábitos necesarios
que te ayuden a ponerte en camino. Todo lo que haces cuenta. Y muchas veces son los
hábitos que tenemos adquiridos
los que nos lo ponen difícil a la hora de alcanzar las metas y sueños que nos
planteamos.

“Nada puede parar al hombre con la actitud mental correcta de conseguir su meta;
nada en la tierra puede ayudar al hombre con la actitud mental equivocada”.

-Thomas Jefferson-

si se trata de un objetivo relacionado con la salud o con la familia,


como si lo que buscas tiene que ver con tu situación financiera, los estudios o el
amor,
existen algunos hábitos que pueden sabotear cualquiera de estas iniciativas.

Algún día, próximamente, en cuanto pueda… Estas fechas no aparecen en ningún


calendario.
situar un objetivo dentro de un marco temporal restringido
suele ser uno de los primeros pasos que le dan realidad a ese objetivo.
Los sueños ya están cargados de intenciones, por lo que para materializarse
necesitan que pasemos a la acción,
es necesario cerrar los ojos para saltar. Un ejercicio de valentía para dar el
primer paso,
de confianza en nosotros y en nuestros recursos. En este sentido, si estás listo
para soñar,
estás listo para empezar a trabajar en tu sueño.

hacer un plan de imprevistos es una estrategia inteligente en sí,


que se puede volver en contra si se hace mal o se utiliza mal.
puede estar bien hecha, pero en vez de hacer acopio de herramientas para hacerle
frente a estas dificultades
se paralizan recreándose en el sufrimiento que les van a causar.
En estos casos, el esfuerzo de haberla hecho sería un esfuerzo perdido.

A veces tienes que rodear los obstáculos, otros trabajar muy duro para eliminarlos
o,
al menos, reducirlos. Además, en no pocas ocasiones ese trabajo
no da de manera inmediata el fruto que esperas. Pero eso no es una pérdida.

Si algo sale mal, no importa. Es parte del proceso. Además, suele ocurrir que,
cuanto más grande es el error, también es mayor lo que puede enseñar.
a progresión manifiesta no es gradual. Se produce a saltos.
Periodos en los que prácticamente no damos un paso adelante, o que incluso
retrocedemos,
se conjugan con otros periodos en los que se produce un gran salto.
en muchos casos el avance se produce de golpe, y en muchos de ellos también este
avance se produce de manera inesperada.
En este sentido, lo mejor que puede pasarte cuando esto suceda, es que te
encuentres trabajando.

Soñar es maravilloso, emocionante, inspirador. Te hace ver el futuro con otros


ojos, te hace tener esperanzas y te hace
sentir bien. Sin embargo, esa recreación placentera, cuando no es acompañada por la
acción, no hace que avances.

Analiza tu sueño, valora tu meta y descubre si es viable.


Establece un plan y enfréntate a las dificultades de una en una, empezando por la
primera.
Celebra cada pequeño avance como un gran éxito en sí mismo. Y sigue avanzando.

Revisa tus hábitos diarios y haz lo que tengas que hacer para caminar firme hacia
tu meta.
Los cambios que tengas que hacer son parte de la ruta, mientras sepas a dónde vas,
irás por el camino.

Ni empeñarse ni resignarse, aprender es la clave.


Basados en la autoexigencia y el tesón, está comenzando a tomar forma una corriente
opuesta
que aboga por abandonar estas aspiraciones "para poder estar tranquilo",
alegando no estar capacitado con argumentos superficiales y poco elaborados.

Muchas veces los sueños son, en realidad, ilusiones que nacen de un temor.
Lo eficaz, por tanto, no es ir tras una meta fija, externa, sino caminar en una
dirección, e ir aprendiendo según
se desarrollen los acontecimientos, día a día. Hay que estar dispuesto a variar ese
rumbo si es necesario,
y siempre seguir aprendiendo.

Cuando se emprende un camino personal, o una profesión, y se comprende lo que va


ocurriendo,
eso puede conducir a reinventarse y variar los planes iniciales, en algunas o en
muchas ocasiones.
Pero ese aprendizaje conducirá inevitablemente a buen puerto.

En último término, el objetivo de cualquier sueño es ser feliz, que en realidad es


la motivación principal
de todo ser humano. Pero para ser feliz es imprescindible aprender a resolver lo
que dificulta esa felicidad.
Y si de momento no se consigue, no creer que es porque uno no se ha esforzado lo
suficiente,
sino que aún no ha comprendido lo suficiente para resolver lo que hace sufrir.

Cuando para evitar el mal estar, los conflictos o la incertidumbre, se opta por
procastinar
y mantenerse en un mal estar controlado, la única cura es la acción. Esto es
luchar.

No tenemos porque aprovechar todas las oportunidades que no se plantean. Ni tampoco


serán las únicas.
En realidad nadie sabe que está viviendo el momento mas feliz de su vida mientras
lo vive.
una vida sin sueños no tiene por qué ser una vida vacía, cuando el conformismo no
genera ningún mal estar,
a disfrutar sea dicho. La idea es ser coherente con nosotros mismos.

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