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Argentina
Juzgado de 1ª Instancia en lo Contencioso Administrativo y Tributario de Ciudad de Buenos Aires
10-04-2019
IJ-DCCXXXIX-553
Sumario
Así, se dispuso que el GCBA debía adoptar las medidas necesarias para regularizar
el funcionamiento del rutramyc (Registro Único de Transporte en Motovehículos
y/o Ciclorodados) y de las empresas que se dedican que a prestar el servicio en
cuestión, implementar los controles pertinentes para que la actividad se desarrolle
en acuerdo con a la ley, y fundamentalmente, a efectos de salvaguardar la
seguridad de las personas involucradas, “prohibir que los conductores de
motovehículos y ciclorodados afectados al servicio de mensajería urbana y/o
reparto a domicilio de sustancias alimenticias circulen sin dar cumplimiento a las
siguientes obligaciones: a) utilización por parte de los conductores de casco
homologado y de indumentaria con bandas reflectivas y apropiada para utilizar en
días de lluvia y en época invernal; b) utilización de caja porta objetos asegurada
firme y mecánicamente al vehículo, impermeable e inoxidable, de tapa hermética,
revestimiento interno de material liso y fácil limpieza y que en caso de transporte
de alimentos que requieren refrigeración, posea un sistema refrigerante o de
aislación del calor; c) en caso de transporte de alimentos, poseer el conductor
libreta sanitaria expedida por autoridad competente”.
3. Ahora bien, las constancias de autos evidencian que a pesar del tiempo
transcurrido desde el dictado de la resolución de fs. 810/821 (que se encuentra
vigente), todas las medidas dispuestas se encuentran incumplidas.
En efecto, conforme da cuenta el informe obrante a fs. 2260/2261, los
relevamientos efectuados en la vía pública por la Policía de la Ciudad en
cumplimiento de lo ordenado a fs. 1053/1056, arrojan los siguientes resultados: A)
De un total de 691 vehículos relevados afectados al servicio de mensajería urbana
y reparto de sustancias alimenticias a domicilio, 262 prestaban servicios para la
firma Rappi Arg. S.A.S., 255 para firma Kadabra S.A.S. (Glovo), 117 para Pedidos
Ya S.A. y 57 para otras firmas no identificadas. B) De esos 691 vehículos afectados
al servicio en cuestión, 417 eran ciclorodados (bicicletas) y 199 motovehículos, en
tanto 75 no fueron correctamente clasificados por los agentes intervinientes. C)
Considerando los 417 ciclorodados relevados, 281 de los conductores circulaban sin
casco (el 67 por ciento), 323 lo hacían llevando la caja portaobjetos en la espalda
(el 77 por ciento) y 290 circulaban sin tener seguro alguno (el 70 por ciento). D) En
cuanto a los 199 motovehículos relevados, 5 de los conductores circulaban sin
casco (el 2,5 por ciento), 94 lo hacían llevando la caja portaobjetos en la espalda
(el 47 por ciento) y 53 circulaban sin tener seguro alguno (el 26 por ciento). E)
Finalmente, en lo que respecta a los 75 vehículos que los agentes no identificaron
como ciclorodados o motovehículos, 42 de los conductores circulaban sin casco (el
56 por ciento), 57 lo hacían llevando la caja portaobjetos en la espalda (el 76 por
ciento) y 76 circulaban sin tener seguro alguno (el 56 por ciento).
Por otra parte, el informe obrante a fs. 2262/2263 da cuenta de la gran cantidad
de locales y comercios, entre ellos las más grandes cadenas comerciales que
desarrollan actividades en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, que utilizan los
servicios de mensajería y reparto a domicilio prestados por Rappi Arg. S.A.S.,
Kadabra S.A.S. y Pedidos Ya S.A, en las condiciones antes descriptas. A su vez, de
la información oficial aportada por el Ministerio de Salud, surge que en el lapso de
un mes y sólo en relación a los hospitales públicos de la Ciudad, se registraron 25
accidentes en la vía pública que involucraron a conductores de motos o bicicletas
afectadas al servicio de mensajería y/o reparto a domicilio.
4. Resulta paradójico entonces, que aun reconociendo que ninguna empresa está
habilitada a prestar el servicio en cuestión, y a pesar de expresa prohibición
contenida en la ley, las calles de la Ciudad están plagadas de conductores de
bicicletas que sin casco y sin protección adecuada realizan reparto a domicilio a
nombre de las empresas Rappi, Glovo y Pedidos Ya. También sorprende que a casi
un año de la vigencia del decreto reglamentario 198/18, las autoridades locales
continúen limitándose a reunirse con los dueños de dichas empresas -como
expresamente se afirma en la presentación de fs. 1196/1207-, en lugar de exigirles
el estricto cumplimiento de la ley, y que publiquen y repartan folletos como los
que en copia obran a fs. 1192/1195, en los que destacan la obligación de contar
con libreta sanitaria en caso de traslado de alimentos, al tiempo que eluden exigir
y controlar el cumplimiento de tal requisito, con el grave peligro que ello entraña
para la salud pública.
Respecto a este punto, el apoderado del GCBA parece ignorar que los arts. 13.1.1.
Y 13.1.3. Del Código de Tránsito y Transporte obligan a quienes prestan el servicio
en cuestión, a ajustarse a las prescripciones legales vigentes, y que los arts.
13.8.1., 13.8.2. Y 13.8.3. Establecen los mecanismos destinados a efectivizar la
prohibición de realizar la actividad en caso de incumplimiento de la ley.
Otro argumento del GCBA consistió en afirmar que los “agentes de control en calle
no pueden ponerse a revisar las medidas y características particulares de los
bolsos, mochilas o caja protaobjetos o controlar el estado mecánico de los
motovehículos, sino que deben limitar su accionar a la solicitud de la
documentación que acredite el cumplimiento de los requisitos exigidos en la ley”.
La actitud del GCBA frente al conflicto que se ventila en el sub lite evidencia una
inaceptable renuencia a exigir el cumplimiento de una ley emanada de 5
La Legislatura así como de las normas reglamentarias dictada por el propio Poder
Ejecutivo local1 .
Así, ante la grave y persistente situación evidenciada en autos, que pone en riesgo
la seguridad vial, la seguridad alimentaria de los consumidores y la integridad
física de conductores y transeúntes, corresponde al Tribunal aplicar las medidas
coercitivas necesarias para lograr que se dé cumplimiento estricto y sin demora a
las disposiciones contenidas en el Código de Tránsito y Transporte y en su decreto
reglamentario, al menos en lo atinente a utilización de casco, de luces
reglamentarias, y en caso de llevar caja portaobjetos, que la misma se encuentre
asegurada al vehículo, así como existencia de seguro y de libreta sanitaria en caso
de transporte de sustancias alimenticias (artículos).
Párrafo aparte merece el hecho de que cualquier medida que se adopte resentirá
el ingreso que perciben los trabajadores de mensajería. Esa situación golpeará de
lleno en un colectivo que ya padece situación de vulnerabilidad e informalidad y
que no tiene responsabilidad alguna por el desmanejo operado en el área hasta el
presente. Por ello habré de ordenar además al GCBA que asuma la responsabilidad
que le cabe al haber permitido este grave cuadro y mitigue los efectos económicos
y sociales que necesariamente deriven de lo aquí resuelto.
Notifíquese por Secretaría a las partes, a las firmas Rappi Arg. S.A.s., Kadabra
S.A.S., Pedidos Ya S.A., y a la Defensoría del Pueblo de la CABA, con carácter de
urgente, en el día y con habilitación de días y horas inhábiles y, en el caso del Jefe
de Gobierno, delo Ministro de Desarrollo Humano y Hábitat, del Ministro de
Desarrollo Urbano y Transporte y del Secretario de Transporte, en forma personal y
en sus públicos despachos.
Por Fabio Ferrer
11 de abril de 2019
fferrer@infobae.com
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Glovo es una de las aplicaciones afectadas por el fallo que
suspendió el servicio
El juez Andrés Gallardo ordenó al gobierno porteño que en forma
inmediata prohíba en todo el territorio de la Ciudad Autónoma de
Buenos Aires la actividad de las firmas responsables de los servicios
de reparto a domicilio Rappi, Glovo y PedidosYa.
A su vez, expresaron que la muerte del trabajador se da en medio del fallo del
juez Gallardo. El mismo determina la prohibición de operar hasta que sean
garantizadas las condiciones de seguridad de las y los trabajadores.
Murió atropellado un
ciclista de Rappi
El joven de 20 años fue atropellado por un camión en la zona de Retiro. La
Asociación de Personal de Plataformas aseguró que lo ocurrido fue "una
tragedia anunciada" porque las empresas no se preocupan por la protección de
sus trabajadores.
Los trabajadores de Rappi denunciron que se exponían a una tragedia como la de ayer en Retiro.
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Los juzgados dan la razón a UGT y establecen el convenio que ampara a estos
trabajadores
UGT ha logrado dos nuevas sentencias del Juzgado de lo Social número 1 de Madrid
ratificando que los repartidores de Glovo son trabajadores de la empresa. Unas sentencias
que son de gran una importancia porque, además, determinan el convenio colectivo de
logística de Madrid como la referencia que debe fijar las relaciones laborales entre los
repartidores y la empresa de mensajería y establecen una tendencia favorable a la
laboralización de este tipo de trabajadores.
Estas sentencias fijan sin ningún género de duda, que hay una relación laboral y establece
el convenio colectivo de logística y paquetería de la Comunidad de Madrid para los
trabajadores que fueron despedidos de forma improcedente y sin justificación. Además, se
establece la categoría de mozo/repartidor estableciéndose el encuadre dentro de un grupo
profesional.
UGT valora estas decisiones judiciales que ratifican el compromiso del sindicato en incluir
este tipo de trabajos dentro de la Negociación Colectiva, como es el caso del Acuerdo
Marco de Hostelería donde se incluye en el ámbito funcional a las plataformas digitales
que reparten comida y bebida a domicilio y se fija en los grupos profesionales la categoría
de repartidor de plataformas digitales. Un acuerdo que ha sido publicado, recientemente,
en el BOE.
► Sentencia estimatoria 2
...
15.04.2019 • 17.23hs •ECONOMÍA DIGITAL
Por caída del empleo o para llegar a fin de mes, ¿cuántos ya trabajan para
Uber, Rappi, Glovo y PedidosYa?
Según indican los medios españoles, en las dos sentencias previas en su
contra, la empresa catalana recurrió las resoluciones judiciales, por lo que
previsiblemente esa será también la respuesta en esta ocasión.
Al respecto, Glovo ha pedido al Gobierno que inicie un diálogo con las
plataformas digitales para analizar si son necesarios ajustes en la
legislación laboral que aporten "seguridad jurídica" a las empresas, con
un modelo basado en trabajadores autónomos pero con más protección
social.
Para argumentar la relación laboral entre los mensajeros y la empresa, en
lugar del vínculo mercantil entre un autónomo y un cliente, la magistrada
Olivas Díaz se remitió a los argumentos del juez José Pablo Aramendi que
firmó la primera sentencia contra el modelo laboral de Glovo.
"Hacemos nuestros plenamente los razonamientos esgrimidos por el
Juzgado Social 33 de Madrid", indica la sentencia, que los reproduce tal
cual para justificar la laboralidad entre las partes.
Entre los motivos destacan que la autoría del contrato que firman los
repartidores y Glovo está redactado exclusivamente por la empresa, "lo
que demuestra la inicial posición de desigualdad entre partes"; que el
repartidor no tiene la capacidad de negociar precios con la plataforma, ni
con los restaurantes, ni los clientes; y que la propia app (aplicación
digital) de Glovo –a través de la cual los clientes hacen los pedidos y que
conecta a los mensajeros con los restaurantes– es la herramienta
fundamental de trabajo, sin la que los repartidores no podrían realizar su
trabajo de manera independiente, entre otros.
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JUAN PABLO CHIESA
Contenido
El juez porteño, Andrés Gallardo, ordenó al Gobierno de la
Ciudad de Buenos Aires que, en forma inmediata, prohíba la
actividad y circulación de un total de 691 vehículos
afectados al servicio de mensajería urbana y reparto de
productos alimenticios a domicilio en todo el territorio local,
cuya operatividad está en manos de las firmas Rappi ARG SAS
(RAPPI), Kadabra SAS (Glovo) y Pedidos YA SA (Pedidos YA),
entre otras firmas que no fueron identificadas.
El titular del Juzgado Nº 2 en lo Contencioso Administrativo
y Tributario, ordenó que se ejecute y se diseñe un plan de
contingencia económica y social para todos los repartidores de
las firmas mencionadas.
Entre tanto, el juez dispuso la prohibición mediante los
siguientes puntos:
> Utilización de cascos homologado e indumentaria con bandas
reflectoras y apropiadas para utilizar en días de lluvia y en
época invernal;
> Utilización de la caja de objeto asegurada y firme al vehículo,
impermeable e inoxidable, de tapa hermética, de material liso y
fácil limpieza y, en el caso de alimentos con la debida
refrigeración o aislación de calor;
> Poseer libreta sanitaria por autoridad competente.
> Seguro de vida o de accidente.
> Y, para las empresas que se dedican a prestar el servicio en
cuestión: Inscripción en el Registro Único de Transporte en
Motovehículos y/o Ciclo Rodados (RUTRAMyC).
Todo ello, en el marco del expediente caratulado ENVÍOS YA
SA Y OTROS C/GCBA Y OTROS S/AMPARO – OTROS, en
cumplimiento de las disposiciones contenidas en el capítulo 13
del Código de Tránsito y Transporte de la CABA y de sus
normas reglamentarias.
Cuál es la situación de vulnerabilidad e informalidad de esto
repartidores:
Situación que no analizó el juez Gallardo
El juez Roberto Gallardo no analizó la situación de
vulnerabilidad e informalidad de los repartidores de las
empresas mencionadas porque no es su competencia.
El fallo, desde mi juicio profesional, y como asesor de varias
empresas prestadoras del servicio de reparto, como así
también, de locales comerciales que se benefician con el
servicio de estos, es una resolución que escapa de la órbita del
Derecho del Trabajo y el principio protectorio de sus leyes,
porque el juez puso en la mira la seguridad de la sociedad y de
sus propios integrantes, entre ellos, los repartidores que, a
consecuencia de la precariedad laboral y la incertidumbre en
materia de empleo, no tienen otro recurso que acudir a
pedalear una bicicleta, desprovistos de toda medida de
seguridad vial y aislados de la legislación laboral.
Hago recordar que, en materia laboral, un solo fallo tenemos en
favor de los rappitenderos y glovers, del Juzgado Nacional del
Trabajo N° 37, a cargo de la Dra. Stella Maris Vulcano, quien
falló a favor de un grupo de repartidores que habían sido
bloqueado de las apps de las empresas prestadoras del
servicio.
Lejos de ellos, la justicia laboral, no estaría a la altura de esta
situación precaria y caótica, que padece el empleo en nuestro
país.
Es fácil criticar al juez Gallardo, por velar por la seguridad de 3
millones de citadinos y obligar a estas “nuevas empresas” a
que le exijan a sus “empleados”,que cumplan con las mínimas
condiciones para circular en las calles porteñas.
El juez, limita su decisorio al cuidado, primero de la vida
humana, y segundo, del bienestar social; haciendo un análisis
amplio y genérico de un grupo pequeño que, si bien, están en
condiciones laborales precarias y penosas, existe una
comunidad mucho más grande (la sociedad) y es en ella en la
que se pensó al momento de tomar su decisión.
Es por ello que el magistrado ordenó al GCBA asuma la
responsabilidad que le cabe al haber permitido este grave
cuadro y mitigue los efectos económicos y sociales que
necesariamente deriven de lo resuelto mediante la prohibición.
Ello mediante el diseño y ejecución de un plan de contingencia
económica y social para todos los repartidores de las firmas
involucradas, que compense la reducción de sus ingresos
dinerarios hasta tanto se normalice la situación objetiva y el
encuadre legal de las firmas incumplientes de la normativa
laboral
Porqué llegó el magistrado a esta decisión
Las medidas mencionadas fueron adoptadas por el juzgado
previo a evaluar el resultado de los controles policiales
implementados por la Policía de la Ciudad a instancias del
Tribunal, durante los cuales los agentes de seguridad pudieron
cumplir la orden de verificar si los conductores de bicicletas
o motos llevaban casco o si la caja portaobjetos destinada
al transporte de mercaderías estaba ajustada al vehículo o
no (normas básicas y elementales de seguridad que cualquier
persona puede verificar, sin que sea requerido ningún
conocimiento técnico especial).
Por lo que, ante la grave y persistente situación evidenciada,
que pone en riesgo la seguridad vial, la seguridad alimentaria
de los consumidores y la integridad física de conductores y
transeúntes, el juez de la CABA, entendió que correspondía
aplicar las medidas coercitivas necesarias para lograr que se
dé cumplimiento estricto y sin demora a las disposiciones
contenidas en el Código de Tránsito y Transporte y en su
decreto reglamentario, sin indagar, y no es de su competencia,
en materia laboral.
La Justicia laboral, precisamente, es la que debe intenta
establecer garantías de protección a los jornaleros
digitales y atenuar la precariedad laboral con la que cuenta
hoy el sistema de plataformas digitales.
Ahora bien, el GCBA apelará la medida y pedirá la recusación
del juez, además de solicitar que se le aparte de la causa por
abuso de autoridad y prejuzgamiento. Si bien la sentencia, no
esta firme y sus efectos son devolutivos, no suspensivos, esto
es, hasta que no se agote la vía recursiva no esta firme y no es
de aplicación efectiva.
No hay ningún riesgo, ni tampoco como alegaron voceros de
RAPPI, “se pone en peligro la continuidad de la fuente de
trabajo”, o como alego GLOVO, “se pone en riesgo un servicio
que genera empleo”, por la sencilla razón de que NO hay
empleo, no hay relación de dependencia y la celebre frase
de, “ponen en riesgo un servicio que generan empleo” es una
falacia clandestina, porque el empleo es en negro, y si es
negro, no es empleo ni genera puestos de trabajo.
Como bien señalo el Juzgado Nacional del Trabajo N° 37, a
cargo de la Dra. Stella Maris Vulcano que, obligo “levantar el
bloqueo” de los repartidores de RAPPI, estas empresas no
despiden porque no tienen empleados, los repartidores son
independientes bajo una falsa dependencia, siendo que, estas
firmas los bloquean de la aplicación y no les permiten tomar
pedidos.
Siendo así, el juez Gallardo no es quien pone en riesgo la
continuidad de miles de fuentes de trabajo, porque no existen,
lo que hay son miles de trabajadores en negro, en la
clandestinidad, sin obra social, sin seguro de salud,
desprovistos de toda mínima seguridad, todo ello avalado por
empresa “fantasmas” (RAPPI – GLOVO- TREGGO) que
destruyen las nuevas modalidades laborales y desacreditan el
trabajo del futuro.
Qué pasa con el control que debe ejercer el GCBA
Las idas y vueltas entre el gobierno de Horacio Rodríguez
Larreta y el juez Roberto Gallardo, vienen de larga data.
A mi juicio, es inaceptable la inoperancia de los controles del
GCBA en lo referente a este sector de plena vulnerabilidad
laboral y la terrible omisión de controlar a las empresas que
usan a los repartidores como dependientes independientes.
Lo cierto es que más allá de la contienda entre el juez y el
Gobierno de la Ciudad, y de las infracciones a las que remite el
fallo, los repartidores que prestan servicio para aplicaciones en
línea se enfrentan a un sinfín de irregularidades en su
actividad.
La resolución de Gallardo es simple, “cumplan con los
requisitos que detalla el Código de Tránsito y Transporte
Urbano de la CABA”, una ley de fondo, simplemente cumplan
la ley.
Pero la culpa no es de los repartidores, sino del GCBA que
debe asumir la responsabilidad de permitir este grave cuadro y
amortigüe los efectos económicos y sociales que
necesariamente deriven de lo que, a sano juicio, fallo Gallardo.
El Ejecutivo Local debe fiscalizar a las empresas proveedoras
del servicio que, no controlan y juegan con la necesidad de un
sector de desempleados, al dejarlos con su actuar en el total
desamparo a la vez que alejados de cualquier tipo de
protección laboral.
ACTIVIDAD REGULADA
Actividad regulada: Industria lechera, entendiéndose como tal, a la dedicada a la
elaboración, envasado, transporte, distribución y/o comercialización de productos que
contengan leche o sustitutos de características similares o con algunas de sus
propiedades.
PERSONAL CONTRATADO
En el caso del personal ingresado mediante las diversas modalidades de contratación
previstas en la LCT, se aplicarán las disposiciones legales vigentes. Todos los contratos
que atiendan modalidades distintas al contrato de trabajo a tiempo completo y plazo
indeterminado, deberán ajustarse en sus causas y formas a lo establecido en la ley, y
estará a cargo del empleador acreditar en forma suficiente, el cumplimiento de los
requisitos de la legitimidad del instituto legal utilizado, las empresas se abstendrán de
utilizar mecanismos que desnaturalicen las modalidades que apliquen.
En caso de registrarse una ausencia en el mes o llegadas tarde acumuladas por más de
25 minutos, el trabajador recibirá el 50% del premio. En caso de registrar una segunda
ausencia o llegadas tarde acumuladas por más de 25 y menos de 35 minutos, el trabajador
recibirá el 33% del premio. Quien sume/acumule más de 2 ausencias o llegadas tarde por
más de 35 minutos durante el transcurso del mes, pierde la posibilidad de cobrar premio
en concepto de “Presentismo y puntualidad”.
CAPACITACIÓN
Las cámaras empresariales firmantes del presente y ATILRA, generarán sistemas de
capacitación y certificaciones de aptitud profesional para las posiciones laborales de la
actividad, para ello deberán establecer los programas adecuados y sin perjuicio de los
sistemas y recursos que cada empresa tenga dispuestos. ATILRA, dispondrá la realización
de capacitaciones en sus distintos centros de formación, las empresas que no dispongan
de sistemas propios darán prioridad a la utilización de tales recursos.
1. Resultarán aplicables todas las disposiciones legales y convencionales del CCT 2/88 no
excluidas expresamente.
2. Las tareas que realicen no podrán exceder la jornada legal de trabajo ni los 3 días
semanales.
3. Los aportes y contribuciones a la obra social OSPIL, y con destino a ATILRA, se
efectuarán tomando como base una remuneración virtual de 208 horas mensuales, la
diferencia que resulte en todos los casos, ya sea por aportes o por contribuciones, será
soportada por el empleador.
4. ATILRA podrá requerir a la empresa la nómina de los trabajadores afectados a esta
modalidad y las posiciones que ocupan, y la empresa estará obligada a informarlo.
5. No podrá ser contratado bajo esta modalidad ningún trabajador que hubiera prestado
servicios para el mismo empleador bajo contrato de tiempo indeterminado y jornada
completa en los 3 meses anteriores a la fecha de reingreso.
Las disposiciones de los Arts. 45 y 46 de la CCT 2/88 quedan plenamente vigentes para
los trabajadores no incluidos en esta modalidad.
Hace más de 2 años
Placer
Encargado
Mendoza, MZ
Contras: Los objetivos que ponen a todos por igual. Hay zonas que no disponen clientes
para objetivos tan altos (pallet de larga vida, 10 cajas de quesos, etc) y no podemos colocar
promociones que entusisasmen al cliente
¿Recomienda a la empresa?: Si
https://www.lovemondays.com.ar/trabajar-en-la-serenisima/evaluaciones?cargo=Encargado
Dependencia si o no: La
relación entre un cirujano
plástico y la institución
que le alquilaba un
quirófano no es laboral
porque el profesional
tenía su propia estructura
de servicios
Ed. Microjuris.com Argentinaen 24 junio 2019
Partes: Sánchez Saizar Pablo
Manuel c/ Alexander Fleming S.A. y otro s/ despido
Sala/Juzgado: VI
Fecha: 12-abr-2019
Sumario:
Fallo:
Osde (ver informativa de fs. 139), Sanatorio Las Lomas (ver informativa
de fs. 165) y Hospital Británico (informativa de fs. 247) lo que diluye su
aseveración de que debía estar full time a disposición de la accionada
(ver escrito de inicio, fs. 10 vta.).
En tales condiciones, entiendo que el pronunciamiento de primera
instancia debe ser confirmado salvo en cuanto a las costas que propondré
se impongan por su orden en atención a la índole peculiar del caso bajo
análisis y jurisprudencia contradictoria en la materia.
CARLOS POSE
JUEZ DE CAMARA
GRACIELA L. CRAIG
JUEZ DE CAMARA
Ante mi: