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tates cosmos cristiano, en la autorresttucién del hombre yy desu mundo a Dios Padre enel altar de a eucaris- tia y en la cruz de la historia. ‘Cuando mas experimentan los hombres de este siglo el vacio interior y la crisis de trascendencia, tanto ms urge recuperar en su novedad la espiitua- lidad que brota dela Iglesia misterio. 50 2 ECLESIOLOGIA DE COMUNION ‘Tras reflexionar sobre a categoria de «misterion para entender la realidad de Ia Iglesia, toca ahora el eas 2 82 Contos ‘Aceste respecto, uno de los mis reconocidos ecle- si6logos del posconcilio ha escrito lo siguiente: «La innovacién del Vaticano II de mayor trascendencia para la eclesiologia y para la vida de la Iglesia ha sido haber centrado la teologia del misterio de la Ialesia sobre la nocién de comuniny'. En este sentido, fue la idea de comunién la que ‘caracterizé durante el primer milenio cristiano tan- ‘to la conciencia de la Iglesia como la doctrina ecle- siolgica, yen la tadicion de las iglesias orientales fhunca ha perdido su vigor. Por consiguiente, «al fundar el Conciio Vaticano II su doctrina acerca del misterio de la Iglesia sobre esta nocién de comu- nign, hizo revivir un pensamiento permanente en la 1A. Ann, Primade y olen, Madi 197,34. st tales cain crs, cya aor nia -itensy focal fo era con otable pein por ambos ‘concilios vatics _ Ta lesa CROCE su ora ce ‘existencia esti marcada (OBIINCOMURIOD Esa esa ect be maar ex Te Vi do toda ee taleiey esta i Aguthalnnor um nttoo pods en cua cada quedan inclidasy aftadas oases veaidades do Tgesin Noe un arpeciopacia sno wa dimen sién constitutive; podriancs @igaa=8cOH bigs oe tuna nocién densa y compleja. Incluye variedad de perspectivas: parte de la unidad en la fe, la espe- ranza y el amor cristianos, sellados sacramentel- ‘mente por el bautismo, que crea la situacién bisica de la comunin; se refuerza por la participacién en la eucaristia, que esti esencialmente orientada ala «aanitas Ecclesiae», y serehace por el sacramento de la conversién que reconcilia con Dios y con la Igke- sia; se traduce de forma conereta en la «collect» de bienes y en la comunién de lo que se tiene y de 2, Inervesin el cardnal Frinjo Soper rato de ape cial el Sino de 1909 en G. Capi, sina del Tse 169, Rona 1970455456 sama ea compara bien ‘Joseph Ratner eles decommuni sha conver ems nerdaer coat dela docrin sobre pei dl Vt toilleimenonavo al mismo Sampo alent vical Tevodgencs, qu exe combs ha qi sos ('cfesooga (dunce Hees La Ono econo, Man 197 13) 2 lo que se es; esta comunién esti presidida, vsible- ‘mente fundada y eventualmente defendida por los ses banter anor ee oa mvt fee deen Sepa a ‘earantia de la asamblea consumada ‘en Tap Pocas expresiones eclesiol6gicas som tan ricas como esta de «communion. eee dad no son sinénimos; por eso, si se los identifica se corre el riesgo de que wna determinada realiza- cign eclesil de Ia «communi» pretenda acaparar Ja entera comunidad eclesial; y aunque toda comu- nidad de la Iglesia se alimenta de la comunién, no agota en ella Ia fuente. Con todo, a pesar de no ser ‘equivalentes, «comunién» y «comunidad» tampoco son extaios, ya que toda forma de Iglesia es tal en -virtud de la comunién vivida y mani etc. Toda comuni- ‘con sus conerecionesy limi 3 atl La Trinidad constituye el mistrio fontal dela smunsén El Dias iio, Pade Hi pli no 3. Reducir la eclesiologia ‘comunion a cuestiones organizativas 0 a force- jeo de poderes es incomprender o maleomprender su contenido. La Iglesia es Elsie ‘premio modelo y principio de este misterio que es a Tlesia remite a la unidad de un solo Dios en la Trni- dad de personas. Asi, de forma vigorosa y profunds, ‘Tertuliano ha podido escribir: «Donde los tres, es decir, el Padre y el Hijo y el Espiritu Santo all est la iglesia, que es el cuerpo de los tres»*. Y en nuestro tiempo se sigue escuchando: «La Iglesia es una mis- teriosa extensién de la Trinidad en el tiempo, que 10 s6lo nos prepara ala vida unitiva, sino que nos hace ya participes de ella. Proviene de la Trinidad y esti ena de la Trinidad’ fesia arraigue en el mi indiferencia hacia los hombres y su caminar por la 2 Sereroce agen texto recogi den Ciao, 4 Tolan, Defoe Vien CCL, 282, 5. Hide Lubec, Pradja mero de ee, Signe, > lamanca 201,38 Ey Comin historia entre Iuces y sombras. Pero sila Iglesia no cha sus ces en el mistrio de Dios, STO) -deviene estéril ‘La Iglesia estéincardinada en el movimiento de “owe i vamisteion que es Ta Tesi, se requieren tér- 108 teoldgicos, cristolégicos y pneumatol6gicos Lalgl lo convocada por la de Padre, ha sido reconciliada por la sangre de Jesu cristo, que es nuestra paz (Ef 2, 11-22), y ha sido tienda wen Comunin y minister 1) ror ‘el amor derramado en los corazones con el Espiritu Santo (Rom 5, 5. El supremo interés de la Iglesia, su importancia ¥¥ su valor, su aleance y sentido residen en la me- diacién ejercida en orden al Este ‘encuentro, que es respuesta, tiene lugar en la fe, la ‘esperanza y el amor (LG 8). Por la fe el hombre se apoya en Dios como en la roca firme, por la espe- ranza posee las rras de la herencia tera, ya que el ‘ancora de su nave se ha clavado mas all de nues- tra terra (Heb 6, 19-20), y por el amor Dios es un rostro querido con quien se puede amigablemente hablar Estas tres formas de existir,llamadas teolo- gales (LG 4), constituyen la base y el cimiento de la ‘comunin eclesial, 8s tates oes tunidad de la Iglesia no se rTesuelve en disciplina acatada para no romper las Blas del juego, menos ain en obsequiosidad con ex- Pectativas interesadas, tampoco en acompasamiento cealeulado 0 en pero lo visible re- cit ‘Asi como la legislacién civil debe alime forma semejante ‘verdad en la Iglesia puede ayudamos a iluminar lo que estamos diciendo, El acuerdo de los files en la fe, el wconsenso de os re- Yentes», nada tiene que ver con uy le se expresa en el ID" comers eclesize, que 6 realiza ante el sensus fidelium, esté determinado por Ja intencién de los creyentes al obrar. En esta inte ) GOFETEUER jeucaristico, Cuando se usa la expresin WeUerpO GRRE oesigar a 1a Ipesin, git nevesariamente esta riiitiZSa6RSmeHlal, Mis ain, la Iglesia es «cuerpon de los miembros de Cristo ‘porque los bautizados han pasado a formar parte del ‘cuerpo personal de Jesucristo muerto y resucitado (Rom 6, 3-4; | Cor 12, 12). En la reciprocidad de ceucaristiae Iglesia recibe su significacin el adjeti- ‘yo «mistico», que inicialmentecalificé ala eucarstia como oGya wotex6y 0 «corpus sacramentale». Las raicestrinitarias que araigan la comunién de Ja Iglesia se concretan también sacramentalmente I bautismo es sello de la Trinidad, y la eucaristia ‘posee una dimensién trnitaria inolvidable. Por Is accion del Espirit Santo pedimos ser reunidos en tun solo cuerpo para alabanza de Dios emo offenda ‘viva en Jesucristo". ‘La comunidad cristiana se manifiesta y realiza ‘sobre todo en torno a la eucaristia. Donde se predica cllevangelio y seeelebra ls cena del Sefioresté pre 10. CEH. detatas Corpus mpatcum.vchari tile au Moyen ge, Pais 1888, Ie CL EX Dutwell La ewer scramontpascua,S- ere, Samana 988 o Lae "sente la verdadera y tinica Iglesia de Jesueristo; «en todas las legtimas reuniones locales de os files» (congregatonibus), «aunque sean frecuentemente comunidades (communitates) pequetas y pobres 0 vivan en la dspersin» (LG 26; SC 41-42), se con- ‘grega la Iglesia una, santa, catélica y apostlica. En este pirrafo dela constiticién Lumen gentium, de ‘gran trascendenciasegin los tedlogos se han reeo- ‘ido resonancias orientale. Aqui advertimos que la ‘ecesiologia evearisticay a eclesiologia de la gle- Sia local se hacen convergenteso, mejor coindicen. tan en forma de comunién representada claramente por sus presidentes 12. CE K. Rae, Dar nee Bidder Kirche Shri ‘heli Vii, seen 1967, 383-97 urn se nani ol ‘uabeva epee de lesa, etd como cotecimien ‘a comand oa del, plan ar Ors com E, Lana, {Tpit lal ote were cton #3 (1970) 59 bw ‘et epi copermiann gles fl pas de gitar em ‘lagen ever scomertineen cone de prvi. a La eclesiaidad de la fe no se agota ni mucho menos cen Ia adscripcién a una organizacién internacional- ‘mente estructurada; En su origen, ademas de los signos de Dios, se han dado cita la percepeién del principio local de la Iglesia, el acento dela eclesia- lidad vivida con mayor conerecién y densidad, la urgencia de alcanzar una experiencia més intensa de las realidades objetivas crstianas, la cercania personal frente al anonimato y despersonalizacin ppadecidos con tanta dureza por el hombre coatem- pordneo, Estas comunidades, que inequivocamente vvivan en comunién, son una realidad gratifcante y ‘una esperanza para el futuro, En la comprensién de la Iglesia como comuti pueden también introducirse element , como ocurrié en la comprensiGn societars 6 tate eee oa neae ea ee ee Seen rend Dee eeoee eran aerate Base neieaene main perce aaaiee conames po reaper eaccmmaces ee aucaaa eine aneaaoae ai ee een ee rneere Bee esas eater ae eee fees a ena eee econ eee a peas ae iaaaial eee ag UR Sea ae ara orquela renovacion que el Conclio ha promo- ‘std invitando a pasar de una forma de Iglesia ue se comprende como organizacién de servicios religiosos (por ello pudo ser identificada con el Papa, 64 los obispos los sacerdotes os files y las monjas) a ‘otra forma de sia como comunidad, donde todos que no pueden ejercer protagonismo, pero si vi- vir en fe, en amor y en esperanza. La acentuacin de la comunitariedad, que reclama como necesario correlato la acentuacién de la personalidad de cada ‘uno, es de esta manera condicién para la nueva etapa de evangelizacién. La comunidad no es refugio de intimidados, sino hogar de adultos. Wel elena period ‘eclesiologia de comunién, centrada en la eucarsta, ‘que estuviera en oposicién a una eclesiologia que pu- _digramos lamar de Iglesia universal. Esta fue la limi- tacién fundamental de la eclesiologia eucaristica de Nivolai Afanasief?. Y desde aqui se debe responder 13. CC 3 Razinge, heologche Prmepienlle, Manchen 192, 30-36 ane clement conn sc aay we eparn Sela core de coun cramer dea cs tom Se olin a ited en a voila y se oma vst (0, Rie ‘he. Olument und Poli isi 147,173). Alrasel™N Kealomzine = Meyendorl’ A Scmenann es) La prinout 6 taps también a Edward Schllebeeckx cuando justifica teoldgicamente la praxis de algunas comunidades constituyen la Iglesi ‘ministerios, files...) estin en cada comunidad en forma de comunién, de manos abiertas para abrazara cristianos ya todos los hombres. meee seramentos, el mismo Sefir, el mismo Espiity, el ‘mismo Dios y Padre, el refrendo de «legitimidad» significado por los pastores le fraterniza con todos los crstianos extendidos por ef mundo, En cada co- ‘munidad de feles esta presente y se manifiesta, ac- tia y realiza, la tnica Iglesia de Jesucrsto, De este ‘modo, a partir de Ia Iglesia local comprendemos ‘i la ie universal sea comunién de Iglesia. Per dan iit othadoxe, Newbie! 1960; Schl Die ‘Theologeder Oras ar Ocumonschr mpueen G. Kaul Imo (2), endzone latolchr helgina en Zon Fatah Kova Mince 197, 9811 CE, Schileeeet Emir ole. Reaponabes nla comuniaderitons, Madi 98, 66 toto», sino «portio in toto». En ta hipétesis de que ‘inicamente existiera una didcesis, nada le fltaria ser sias» (LG 23) La Iglesia no es simplemente la congregacién de los fieles presididos por el obispo de Roma, sino tam- fa Iglesia se realiza localmente, En este sentido, se ha podido escribir con acierto: «La communio ecclesiarum es laley configuradora dela tina lzlesian's, No nos referimos ahora alas parroquias ni a las comu- nidades intra 0 extraparroquiales. Sélo la dideesis, presidida por un obispo sucesor de los apdstoles ¢ corporado al colegio episcopal, posce originariedad 15. Expres que emit, ete ts pales, Maio de Po tiers Pen PL. 206 Ct, Cone ata, ‘lier 19 Sl dart Ager vi Ts W. Ayman Dc communi Ecler al Ges er cien Kirche hh frances Krceaect 1391970) {Par medrlsleancs de ea nova Forma cess co Sen eer preset oe implica repo J comune. La ‘Sencs del pio de la communi const cn post Ia a enci talyIno separable de hs clement otitis (ales. Es pare, por empl, en elon esta = ‘Spoc eneescamemoy lapulr, ent sate comin simile ely esc ey een, {nie Iie iver yl esa partes, Papa ye log, reel obapoy 2 pretron (Corson Funder ‘elses del Cao: Coe 205 [1980] 33) 0 taleeia Petadsdlconuos (I Legrand, Les oan Bae Fou ed icin aa pric feo I, Magid 1985, 138) Sereeeal deco ener Crises Domi, 1 0, Ln ears epermidn L0 23 podria ender ead ales mina (ct Sino de 190), Relaion sno C2). © Lateese ser calificada como de realmente genial», pone de ‘esa mutua relacion. Ni la Iglesia universal existe al margen de las Iglesias particulares, sino ‘«poryellasy en» ellas®; ni las Iglesias particulares ‘son meras partes, cuya suma formara la totaidad de Ia Iglesia, o «ménadas» que sélo secundariamente ppudieran consttuir una mancomunidad, Esta singu- lar forma de existencia en unidad y diversidad se debe al principio de comunin, que es la manera propia de existirla Iglesia, °) GREER «La eclesiologia de comunién offece el funda~ a ARS bito de la comunién se debe situar la colesialidad episcopal, el presbiterio como cuerpo de presbiteros ‘con su obispo y la relacién entre presidente y co- munidad. La «comunin jerarquiea> designa sobre todo el principio estructural del colegio de los obis- pos. «El tema de la comunidad de los obispos es el ‘Ambito més importante en el que se muestra la com- ‘munio hierarchicay™., 21, W, Aymans, De commani Ecler, 4. CE.K Mie ort ie Reds Onc in dm Zura on ‘Germain Tele en. Peskensin "G. Grier ‘SGiwaiger-. Tees (eric eller Wzbug 173, £9558 Sind de 90, Ralason modal LC, 2 22 Sno de 196, Relat sted IC, 2. 2 ihc. 24,0. Site «Commuios nde Lahr des Zvetn Vaan schon Rona, Manchn 1973, 12. CG, Gian, Mracca 7 ‘Tan s6lo en el miimero 15 del deereto Presbyte- rorum ordinis se habla de modo incidental de la ‘«comunidn jerirquica»referida ala Iglesia enters Esto significa que en todos los niveles de reaiza- ‘cin comunional de la Iglesia debe manifestarse la forma de exist, que es «jrdrquica» (Iglesia uni- versal, didcesis, parroquia, comunidad eucaristica). ‘Siempre y en toda agrupacidn eclesial se debe refle- jar la autoridad apost6lica. El Espiritu Santo como principio vital y el ministerio apostlico como acre- ditacion autorizada se hallan presentes en todas las realizaciones locales de la Iglesia y en todas sus ac ciones vitales. El colegio episcopal no es una superestructura puramente administrativa; es el representante de la Iglesia universal, que es «cuerpo de Iglesias». La GMMR COMIN AREAD La Iglesia es una 4Quier reminiscencia de divisin entre quienes estén «sujetos» y quienes «sujetan», entre los que otorgan cl caricter de sujeto por concesién y los que lo reci- bian por benevolencia, El bautismo, un dato de «on- tologia de gracia», hace a todos ls erstianos libres en Cristo y hermanos, Pero esta comunién, que todavia debe promover- se interiormente, no esti cerrada sobre si misma. Ni Ia Iglesia universal es un «gueto», ni cada real cin local de la misma es una «secta ie recordamos someramente: a) La constitucién Lumen gentium hablé en el ‘mismo comienzo, donde se anticipa la clave de fon- TS ~ tales Iglesia se halla doblemente sis i acm Ta nueva forme: £35; 17, 21) La unidad dela Iglesi ue prrseeerint aemaneee testificador del evangelio. cexistente y Ia meta es la «plena ‘comunién", La categoria de comunién es apta para 43, Conse I, deo Unser a. 1.0 vor ist scorn cs dei ao [dons de se co sn imide xen ‘icon de exe amor ea ees 5 ip eerie peeve mpc Enc ‘eis Syne fr, Md 96899) Noonan aor ‘See ln ape at ac inal hin sherman m prereset» We 0 ‘an faciel armen co ran.) 80 ye: sD vaca deny = ts RR aco ce comms See eee 2 ‘capitulo 7 dela constitucion Lumen gentium. Segiin la primera plegaria de la celebracién eucaristca, los »» de los santos y suplicamos por los «que nos ban precedido con el signo de la fe». La expresidn communio sanctorum» del Simbo- lo apostélico ha sido interpretada ampliamente en este sentido. En los sareéfagos de algunos cristianos figura la siguiente inseripei6n: «Depositus in pace (D. P), euyo significado es que murié en la «paz» de Ia Iglesia y en la «paz» que es la Iglesia, y que fue cedido ala tierra como en préstamo esperando laresurreccién. a

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