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Subtemas:
Las habilidades sociales, para Goleman ( 1995), son el conjunto de estrategias de conducta y
las capacidades para aplicar dichas conductas que nos ayudan a resolver una situación social
de manera efectiva, es decir, aceptable para el propio sujeto y para el contexto social en el
que se desarrolla. Pues permiten expresar los sentimientos, actitudes, deseos, opiniones o
derechos de modo adecuado a la situación, a la par que se toman en cuenta las conductas
de los otros. Así, nos hacen mejorar nuestras relaciones interpersonales, sentirnos bien,
Sirven para obtener reforzadores, apoyo y aceptación en las relaciones con los demás.
Facilitan el mantenimiento o mejora de interacciones interpersonales satisfactorias.
Elevan la autoestima, la satisfacción, el disfrute personal y la automotivación.
Las habilidades sociales son importantes en el mercado laboral moderno porque las tecnologías
son muy pobres para simular y/ o sustituir la interacción humana. Las relaciones humanas en
el lugar de trabajo implican la producción en equipo, donde los trabajadores expresan y toman
en cuenta los rasgos sobresalientes de cada uno y se adaptan de manera flexible a las
circunstancias del medio. El investigador norteamericano Deming (1986) explica la
importancia de las habilidades sociales al observar que los trabajadores varían naturalmente
en su capacidad para realizar la gran variedad de tareas en el lugar de trabajo. El trabajo en
equipo, por lo tanto, aumenta la productividad a través de una ventaja comparativa. Sugiere
que los beneficios del trabajo en equipo solo se pueden realizar a través de una coordinación
costosa entre los trabajadores, y él modela las habilidades sociales como una reducción en los
costos de coordinación específicos del trabajador. Los trabajadores con altas habilidades
sociales pueden "intercambiar tareas" a un costo menor, lo que les permite trabajar con otros
de manera más eficiente.
Este mismo investigador (Deming) pone a prueba las predicciones de este marco sobre la
clasificación de los trabajadores y los rendimientos relativos a las habilidades en todas las
ocupaciones. Encuentra que el retorno salarial a las habilidades sociales es positivo incluso
después de controlar las habilidades cognitivas, habilidades no cognitivas y una amplia
variedad de otros determinantes de los salarios. También encuentra que las habilidades
cognitivas y las habilidades sociales son complementos en la determinación de los salarios, y
que la complementariedad de las habilidades ha crecido con el tiempo. Finalmente, encuentra
que los trabajadores con mayores habilidades sociales son más propensos a trabajar en
ocupaciones intensivas, en habilidades sociales y menos rutinarias y a obtener un salario
relativamente más alto en estas ocupaciones.
Por lo que se hace necesario promover el entrenamiento en habilidades sociales desde el medio
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laboral, recreando los planteamientos del sitio www.harmonya.la, te propongo los siguientes
métodos:
Entrenamiento en la solución de problemas: partir del hecho de que las personas somos
solucionadores de problemas y que hay diferencias individuales en esta habilidad. Hay que
tener en cuenta el papel de las emociones en la solución de problemas sociales, pues las
respuestas emocionales pueden facilitar o inhibir la ejecución de la solución de los mismos.
Por tanto, el conocimiento y control de las respuestas emocionales es importante para una
eficiente y efectiva ejecución de las soluciones. En ese sentido, pueden servir de ayuda las
técnicas de relajación y otras.
Algunas de las habilidades sociales, según mi experiencia, más importantes para liderar
una organización son:
Entonces, las habilidades sociales son aprendibles, educables y perfectibles, por tanto todos
podemos manejar y expresar habilidades sociales efectivas que nos conduzcan al éxito como
diría el gran poeta Pablo Neruda: “TÚ ERES EL RESULTADO DE TI MISMO”.
Referencias Bibliográficas:
Chiavenato, I. (1999). Administración de Recursos Humanos. 5ta Edición. México DF: Mc Graw
Hill.