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VIVO lun vtvo 1=p BoniyDiy ug!099}09 (e10ups) ONWSNDvals VIaIyavO I]QISIA OT Op Selo] seT WHO ae" SN Towa _ ach yl) “o0e'0002) lupioug ssossfoug Surnsa jap ‘uorpayeor ey exed yiyo fe ope8so10 rpisans fap oaseus ja w9 “(ys ‘soja 07) wormpunay &y9p 2up, 3p ofoude je sqpa18 sjqycod ‘ps Hy ongy 2280 9p uorovongnd wT Agradecimientos A The Get Fundaron yen especil a Joan Weinstein, quien confi en este desato noe apoy incondiionalmene Al Instituto de Teoria e Historia del Arce “Julio E. Payrd”, de la Facultad de Filosofia y Letras de la Universidad de Buenos Aices, y en particular a quienes durante su gestién ‘como directores respaldaron esta inicitiva ‘A todos los profesores invitados que formaron parte de este proyecto, or su compromise y generosidad intelectual Aci el esfuerzo y la felicidad de su real legas y amigos miembros del CA con quienes comparimes Gabriela siracusano indice Prélogo Las tretas de lo visible CGARRIELA SIRACUSANG Las Gracias de la catdstrofe, o «Qué diria Euridice? CGRISELDA POLLOCK Nandi verd Tilo escoaae Los origenes de la pintura CCERHARD WOLE mo mexicano. Mas alld de la ideologia: smo y modernidad RITA EDER Picasso-Picassiette, o las tribulaciones de un agente doble durante la Guerra Fria SeRce GuLaAUT Formas de las ciudades col libre albedrio y matrimonio Tow cummins, les andinas, La critica de arte en la encrucijada de las representaciones ‘DARIO GAMeON! El arte en la era de la TV Sobre el arte global y la hi HANS BELTING v 59 1st 197 227 ha legado el are, un juego} Jos banqueros atutos Por otra parte, Picasso posicién en la que es capas de h day, lo que es mas, de lograr que les guste, Lo censuro, por supuest, por su indiferencia y sus telas chapuceras. Pero, al menos, a su edad avanzada, controla totalmente a e505 hjos de puta y puede manipular- Jos como quiere, cuando quiere. Tal vez eso no sea suficiente, de proporcionarle una especie de gran satisfacién Formas de las ciudades coloniales andinas, libre albedrio y matrimonio TOM CUMMINS 1y asi nuestros Catlicos Reyes han tenico gran exyeado ‘en mandar por ctulas muchas, que han despacado desde las primeras CConquistas hasta aera, que ean gran cuydado los reduscan a vbir en Parece que, efecivamente, 250 fue lo que sucedis Pueblas fundadessoratmene. ‘Alonso de Ia Pefia Montenegro Ikineratio para Parochas de Indias en que se tratan las Materias mas particulares,tocantes& ellos, para su buena Administracn, 1754 (1668] > archivo Nasios Daphne, Archives of American Ar, Washington D.C. ron arrasados o bien reconstruidos para que se ajustasen a las expectativas ‘espafolas, Ademds, se formaron nuevas comunidades natives, y en nuevos ‘emplazamientos. No obstante, e suele imaginar con mayor frecuencia la colo nizacién espaitola de las Américas como la historia de la primera conquista cenérgica y la subsecuence exploracidn/evangelizacién de la poblacin indige- naa colonizacién espafiola en América fe mucho més que es9. Ys une sginara una arqueclogia cok seria un proyecto centrade en la central tanto del Estado come de orden cristiano en el Nuevo Mundo. La creacin de esc orden implicd un proceso de formulacién de estracegias| 3s y eoldgicas coherentes dentro de Espafa, ysu posterior transmlsién € implementacién en las comunidades cofoniales. Come historador de are, quie- ‘to rastrear esa transmisién como un conjunto de formas que establecieron un ‘orden universlizador en todo el Nuevo Mundo. El proceso de cransmisién y st ‘vansmutacicn comienzan con las piginas escritas en Espatia por tedlogos y pol- cieos, y reformuladas en documentos doctrinales redactados especifcamente pare las comunidades indigenas. 8n estas documentes “locales” es donde epare- cen las interpretaciones visuales de los funclonarios coloniales acerca de qué aspecto debia tener ese onde. Por vitimo, esas abstracciones se teansformaron enlos lugares donde se construyeron y representaron los textos y ls imagenes. * ste proceso no es tan directo y earente de mediacién como se lo esboza aqui, pero su perfl se puede diseerir claramente en los decumentos existentes ‘Quiero, en particular, seguir el rastro de fa inesperada interseccién del planeainiento y la consiruccidn te nuevas chudades indigenas, la formacién de agraméticas nativas y la universalizactén de las normas de consanguinidad inelecruslmente ertica, muy probablemente festaciones Fiscas de la preceupacisn iglesia: el establecimiento sistemético del Durham, Duke University Pres, 1971, sefiala Roberto Gonziler Echevariia (Mth and Archive: A Theory of Larn American Norrative, Cambridge. Cambridge University Press. 1990, p. 46), “América cubierta fisicamente™. Los documentos arma se contnuaron ereando plasmando en todes los vireinates. ‘mediante el sacramento del matrimonio, Ello supone pensar eobre cimo la imaginacién imperial puede convertirse en habitus colonial en términos de espacio, acciones y subjetividad.* En sinesis, es imaginar las esferas de la cule ‘ura colonial que se intersecan y los espacios donde ello ocurre, y cémo una forma extica de arqueologia colonia! puede informar el imaginario de gente ‘que interactia en un mundo colonial Reducciones Entre las otras cosas que su majestad tiene obligacion, y lor -Encomenderos en su nombre, es el ensear« lo Insta ppoliefa humana para que pueden con mas facildad ser enseftados en nuesira sonta fee Catholica que es principal _y asi muy justay sanca la provision para se reduscan a pueblos Juan Matienzo 10 15671 * Gobierno del Per Conferir el orden cristiano al Nuevo Mundo era una obligaciéa real. Su ‘cumplimiento fue un problema primero flleséfice y luego pragmdten Filoséficamente, significaba la formacién de una comunidad civilizada de hombres, el consortium hominium, Esta se lograrfa, como lo deseribié Anthony Pagden, creando una civlissocietas de la qu la civitas (Ia ciudad) era la comunidad mas natural y perfecta: donde eran posibles la prictiea dela virtud y fa bisqueda de le flicidad y el hombre podia lograr su pro- osteo, su celos.? La ciudad, sin embargo, no era “una inveneidn humana... “El abi, en el mundo colonalasioamerteano,pasee un poder a “Bs es reconocido porel papa Alejandro VI cas! inmeditamence despas del dseubri- ‘miento del Nuevo Mundo por Colin, en la versn de su ter catera divin del 4 de mayo de 1493. * andl de estos puntos se basa an la obra de vacoe rence Pagden, Anthony, The Fol of Naural Man: The A sino un recurso implantad seguridad y supervivencia’ Ja Naturaleza en el hombre para su propia Francisco dle Vitoria, que acabo de citar y al que me referiré mas adelante, ianos los argumentos esencialmente aristotélicos scrito en 1528.8 ¥, lo que es més importante en ‘érminos de ley natural en el Naevo Mundo, Vitoria demos que los indios tenian capacidad indio, como ser dotado de razén, en una bula, Sublimus Deus, dada en 1537 por el papa Pablo tia que los indios podian recibir el sacramento de] beutismo. Si bien los indigenas ya estaban siendo bautizados como parte de los esfueczos de cidn de las Srdenes mendicantes, la bula papal declaré de modo coneluyente que todos los habitantes del Nuevo Munda podian convertirse en cristianos, y por ende a polis en la que se constiuirian se transforma: que admi- va, con el empo, en una comunidad espirit ‘con una presencia cussi ‘istica.?€s decir, el homininm consortia se volveria el congregatio fidelium, la hermandad de todos los hombres en Cristo con la posibilidad de la erer- a salvacién. La pragmdtica de el Nuevo Mundo medians comienzo oficialmente a las extraordinarias campafes de construccién de je se puso en juego por primera ver en fo de varias ordenanzas reales que dieron Comparative Ethnology, Cambrkige, Cambridge Unversity Pets, 1982, pp. 6668. y {european Encounters withthe New World From Renaisence o Romantica, Nev Haven, ‘Yale University Press, 199, , 2. éanse también MacLachlan, Johnathan Brown, Spain te New World: The Rote of Hens in Isteuanal and Sci! Change. Berkeley, Frater, Valerie, The Architecture of verity Pres, Kegan, Richard, Urban Imoges of the Mipanie World 1499-1793, ‘New Haven, Yale University Press, 2000, pp. 1-39 ngs, A. Pagden y J. Lavrence (eds), Cambridge, 15281839], x4 pp. 910, * Bara ica es sosteida en la atculacin dela eva Jnasca finales det siglo XV, como la express Alonso \Véase Pit Montenegro, Alon del, nerario de Indios em que strata as atvis mds pariculares, rence elo, para su buena Adina, Amsterdam, Hermanos de Toures, 1754 {2668}. nuevas ciudadles en Ios vicreinates. Cito de una de le primeras eédulas, emi- 'idas por Carlos V en 1551, que establece el azo ind truccisn de ciudacles la ensefianza de la doctrina eristiana: ‘Con mucho cuidado, y particular atencion se ha procurada siempre lnterponer los medios mas conven ‘muidos en la Santa Fé Catolica, y Ley Evangelica, y olvidando los lerores de sus antiguous citos, y ceremonias vivion en concierto, y policia, y para que esto se executasse con mejor acleto se juntaron iversos vezes los de nuestro Consejo de Indias, y otras personas Religiosas, y congregaron los Prelados de Nueva Espafa el aio de mi quinientos y quarnta y seis, por mandade de el sefior Emperador Carles ¥, de gloriosa memoria, los quales con deseo de acertar en ser- vicio de Dios, y nuestro, resolvieon, que los Indios fussen educidos & Pueblos, y no viviessen dividides y separados por les Sieras y Montes, privandose de todo beneficio espticval, y temporal,.1° para que los Indios sean ins- En primer lugar, quiero prestar especial atencién a los téeminos espa oles utilzados para designar el proceso y para nombrar la forma de rea- sentamiento. Ambos vienen de la palabra reducir, un verbo euyo significado se extiende para defini ts organtzacisn del habla, el espacio y Ia culture, En lo més inmediato, los indios debian ser reducidoe @ reunides en reduceiones © pueblos. Es decit,reducir era una politica que se manlfestaba fisieamente ‘en las reducetones, Era a través de este proceso como Los indios se convert fan primero en el consortium hominium que luego, con Is instrucciGn reli- giosa, se transformarfa en congregatio fidelium. En los Andes, sin embargo, reducirllegé a asoclarse con la reorganiza- cidn més radical del espacio social indigena; mucho més que en México, ° Recopilacin de ispnica, 1973 ‘en lo concerients qu se igieren para poblar, indiosy sacuraes a quienes se pueda predicayel Santo Evangeio, como pri- mer motivo de nuestra ineenion;y hallando que coneurren eatas, ls mas principales ‘alidades,procedan a la pobacion,guardand la eyes de este bro" (ca y trac doen Crouch, Dora B, Daniel J. Garey ave Lblundig, Spanish City Planning in Nordh ‘Ameren, Cambridge, The MIT Press, 1982, p. 8) luna tradicon urbana mas 1a consecuencia de Jos Andes fue a reubicacién masiva de pueblos dispersos, que vivian en asentamientos sislades, en un entorno urbana concentrado. ‘Aunque fa r2zén manifesta era congregarlos pera que la doctrina pudiera ser Impartida eficientemente, la reduccién estaba fuertemente ligada a fines tos habicances de la cegién 9 espafiles tenfan un acceso politicos y econémicos. Al reunir fisicament andina en un espacio mucho més eonfinado, ‘mucho mas fécil asu trabajo y sus bienes. Este fue, por cierto, uno de los pro- Pésitos det virrey Francisco de Toledo, quien en la década de 1570 intents reubiear por la fuerza a easi tod Ia poblacién andina en esas reducciones, , pero eran primordiales la organi reducciones, del rrabajo de los Indios Sus intenciones fueron de divers ind para la gran mina de plata de Pot educir, sin embargo, tascendia conceptualmente la concentracién mate- Hal de individuos antes dispersos en un espacio fsieamente més restringido. FReductr implica el sentido de ordenar segs una estructura universal preexisten- te. En eérminos del reasencamiento de los habitantes de los Andes, reducir tenia {que ver con la organizacisn del espacio social, y una reduccién no era sino una de las manifestaciones de reduc. En 1611, por ejemplo, Covarrubias dafinis reducido como “convencido y vuelto a mejor orden”; “convencer a uno” significa “ceduetle a que mude parecer". También connotaba “ser legedo a razén”, Reducir era el proceso de levar a un estado mis perfecto. La cristiandad se sitwaba en el contro metafisico de este proceso de ordenamienta colonial, Esto ramente expresado en una carta anual jesuita enviada desde Bogard que ‘miento verdadero de Dios santo” (ridurte alla vera cognitione di dio bendtto) ' eae proceso se habia inisiado en la déeada de 1850 en la corts nore del Pen, Véaee Cnty Ber, Stanford, Sanford Unversity Press, 1986, p. 67 ® Vanse Mdlaga Medina, Alelonéro, "Les reduceonestoledanns en el Per en Puchas Ue nos: on urbanisme im andina, Quis, Abyeala, 1993, pp. 263.316, + Marzal. Manvel, Lo eransformacton reliiosa peruona, Lina, Pontificia Universided Ccuiica det Peri 1988, pp. 92.96. = Covarrbias Orozco, Sebati Maldonado "sce documento {AGCG/ 1616: 116] y su relacién con la reduc se analzan en ‘Cummins, Tom y Joanne Rappapert, “The Reconfiguration of Giie and Sacred Space: Tesoro dela lengua catellana o espaol, Felipe GR. ‘uo que se quiere cecir aqui es que a los ios se ies ensenaba Ia doctrinaeris- tiana, y las reduccione, cambién lamadas doctrinas, consticufan el espacio Fii- co donde tenia lugar esta “reduccisn”, Ft lengua, la forma mediante lz cual se trasmitia la doctrina, también cera susceptible de tal ordenamiento, Antonio de Nebrija, quien creé en 1492 la primera gramética espafiola, eseribié como explicacin: | por que mi pensamiento y gana siempre fue engrandecer las cosas de nuestra nacion, y dar @ los ombres de mi lengua obras en que mejor pueden emplear su ocio, que aora lo gastan leiendo novelas oistorias cembueltas en mil meintrias y erzores, acordé ante todas las otras cosas reduzir en artfefo este nuestro lenguaje castellano, par que lo que agora y de aqui adelance en el se escriviere pueda quedar en un tenor y estenderse en toda la duacion de los tiempos que estan par venic Como vemos que se a hecho en le lengua griega y latina, las cuales pot aver estado debajo de arte, aun que sobre ellos an passage muchos Js, toda via quedan en una wniformidad. © Nebrija utiliza el verbo reducir para indicar conceptualmente lo que es la creacidn de una gramétia. ¥, lo que es mas importante, reduc tene tun significado preciso que surge claramence en su diccionario espa latin de 1495. Como equivalente latino de reducir, incluye la palabra redigo, que sign fice, entre otras cosas, llevar a un estado o condicidn especificos. Esto es, ‘como idioma verndculo que ha sido “veducido” a una gramétiea, las partes dis- pares del espaol son sometidas en el rte de Nebrija de 1492 a un orden mas clevado, un orden que se halla en ol ttin, La fecha de publicecisn de le gramtica de Nebr Drimiento del Nuevo Mundo, pero no asi su impacto.” Sus gramdticas espafiola coincide con el deseu- ‘sechitectare, Image and Wiring in the Colonial Northern Andes", Lain American rary Revi, vol. XVI, 2°52, pp. 174-200. ‘ebij, Antonio, Gramdica de fa league casellana, London, Oxford Universy Pest, 1926 (1 7. 1y en mayor meaiaa, sauna surneron iniceimente come modeios para la crea cidn de graméticas de lenguas indigenas en México y Pert." Tanto la gramé- ‘dea como la alfabetizacin eran varas de medida segin as cuales las espafoles construfan una jerarquia universal en Ja que el latin y las lenguas escritas deri vadas alfabécicamente de éste ocupaban los peldatios més altos,” Lo que es més importante, el ordenas nto de los idiomas nativos también se concebla dentro del concepto de reducir. As, por ejemplo, ray Domingo de Santo Tomés ‘eseribié en ta introduccién para el lector de su gramética 0 Arte del quechu “Bien entiendo, christiano lector, qudn sobre mis fuerzas es el negocio y obra al presente tomo sobre ellos, en querer redduair Ia lengua general de loz reynos del perd, quetiendols encerrar debaxo de preceptos y efnones..". Santo Tomés promete poner al quechua bajo el dominio del orden en el sentl- do al que se refiere Nebrija. Santo Tomds, e reduc reformulindolo, al ut nay, contener © abrazar. Ademés, el quechua debia colocarse debajo de las 80, espacializa el proceso de un orden mayor, el latin. Santo Tomds utiliza un lenguaje figural, creancdo una imagen mental de jerarquia que esté organizeda es Las reglas y preceptos de la graméi Ia que la lengua general debia ser r latina eran Ia estruesura ida, Esta espacial ‘que implicaba la transformacién de la barbarie en civlidad, del caos en orden, 5 paralela al confinamiento conereto de los individuos dentro de la traze 0 cuadrioula de la reduccién, ién del lenguaje, nolo, Walter D. The Darker Side ofthe Renaisance., op. ct, y Pagden, of Natural en. op. 0 de, Grommesia are dela lengua general de Io indie de ot eyns del Per, Lima, 1995 (1560), p. 13, 1 ordenamiento, o "reauc: vechua hablade segtn i la gramatica lo torné gréficamente figurativo y, por ende, conocible a nivel intelectual. Este ordenamiento permitié que el lenguaje de ls incas se eleva- +2 al estatus colonial de lenguaje universal o lengua general, Como la lengua ‘general que debfa ser conocida, ensefiada y usada en toda la regién andina, se convirtié en el filtro a través del cual el espafil pasaba alas lenguas regio rales. La posibi debié al hecho de que ese orden ya no, como escribe Santo Tomés en 1560 al comienzo de su Arte: "Y, brevernen- leyes de lad de que el quechua fuera ordenado se ese modo s2 ma latente, era una parte del plan divi- te, en muchas cosas y maneras de hablar can conforme a la latina y espatiola; yen el arte y artificio della, que no paresee sino fue un prognéstico que espa fola, una especie de "ek Peri, con sus rcas minas de oro y pl inarse que la lengua del Per, el quechua, se habia mantenide a la espe: ta para rendirse a su pretendiente, tomar posesién y pedeticamente al 4quista espariola. En su bula del 4 de mayo de 1499, Inter caetera divinae, ef papa Alejandro VI alaba a Fernando e Isabel, quienes, al enterarse de que 2% anaheim, Bruce, The suage ofthe Inka since the European invasion, Astin, The # -PI armonia y orden, SM. ccupando eada una en su affco res reales, propusisteis con el control de las antedichas tierras firmes e islas, sus revels listo para ser posefdo por el espaol para realizarse por completo, Tl interpretacién de reducir yn Res (én no era una revelacién inocente. ‘en la construccién de la Toere de Santo Tomés.**La capacidad de armonizar lenguas hasta entonces descono- cidas en udiera ser predicada como resultado de esta reunificacién sign de la ii Asi como [a lengua fue reducida a una légica de partes gramaticales besada en un sistem: restablecié una distribucién fisiea, la rasa de la reduc: cidn, fue concebida bégicamente como un conjunto de partes p22 el lengua ‘mediante este orden, el espacio social andino podfa ordenarse mediant reduction y reflejarse fécil y El espacio y el sonido se traducian por medio del mismo sistema gréfico y a ‘misma ldgica conceptual, El orden del espacio edificado eran la cuadi _niliples pero universalmente organizados. Los planos inte dibujados en papel regién andina, Mis atin, el plano cusdricular ereaba distribuciones espacia idamente en una forma gréfca abstracta lay se reproduclan en les homdlogas para los ciudadanos de ambas comunidades, de modo que no se observan mayores diferencias ente el plano de una ciudad espaiiola (fig. ) y el de una andine (fig.4).}" No obscante, estaba i i centre fos planos de las ciudades espafiolas « in Jesarqufa. Es decir, se consideraba que asi como el quechua fue reductdo sequin las reglas d las poblaciones indigenas eran reducdas segiin el plano de la ciudad espaftota, 2 Los pensamientos y pl sentas constuyentes ycontguos de lareducén deben mucho amis conversaones con Bil Hanks ya la lecrra de sus abajos (ans, Wiliam & in the Tex: A Colonial Maya Case mer 4 language and Communicative Paces, le agradenco la generosdad y sabiduria ue demir ala Para un estudio dela pois y sa eelacin con la arguitectra, izacién del Peri, véanse Fraser, Vlene, p. ct, pp. 40-47, Ragan, pp. 31.39 y 126-129, Ideslmence, ambas comunidades (a expatica y la native) policamence Eso estaba organiza en forma esp 6 de indadesindigenasy espaiols. Una deseripeiéndetallads de la repdtcn de losin Y de in tmportancia de las reducciones se puede enconttar en Soidreano de Petey, saeada en le que expreo aq en cuanto ala aciiny el haba come ee nes nacvas en la regiin andina et puede obedoce a as diferentes horas wrbanas de las doe tee: en et doctnas, en ante que en Mico ‘reorganiné el espacio de muchos pueblos inegense para converctlos en docs. ee Hina. Guoman Pome de Ayate, 1614, Det Kongelge Bilinck Pero la cusdricula era mas que un simple plano arquitecténico. * Cuando se la empleaba para la colonizacién de a poblacién andina ere Fa crear un orden cristiano en un mundo en el que el caos sal ‘haba en el campo.® I orden de Ia cuadrieula urbana fg 1m cen pi opal denn ont 12 | [ME Buenos Aves 9. Archive BO Se ava) H 6) ATrr SUV | a [oyun LAAAOA f id lar AAADA, gad (A ToS ra UU 71. VU a ig. Plan ec de wna reduccn endina. Juan de Maen, Goblermo del Ped, 1567, flo 38 MS 74 Rich Colleion, New York Pub Libary. multitud de hombres de un solo espirtu’,*¥ En las Américas, sin embargo, el , adapeado para satisfacer los intere iento adopts diversas formas. Esto claro en recientes estulios etnohistérices y antropotégicos dle reducciow nes especificas, que han demostrado un activo compromiso indigena en la art- culacién social y politica de las nuevas comunidades colonials, Por ejemplo, el trabajo de Gary Urton sobre el pueblo de Pacariqcambo, establecido como una reducein al sudoeste de Cuzco, revela eémo los Kideres del nuevo asentamien. to trabajaron exitosamente para ubicar la reduccién dentro de la topogratia de manera que su cumpl Ordenanast XVI y XVII de las Ordnancas generals pata ta vida comin. einiospromulgadas por el very Toledo en Arequipa, el 6 de noviembee Sarabia Vij, 0p. a, pp, 226227, los pueblos 1875; en, >» quien sefiale que Acosta “dlze (que se reduagan a Pueblos eopiasoy con. ue retrace a vivir en los deslertos, no solos flear ala engeianc dela The Hisory of @ Myth: Focorgrambo and the Oriin of che Inks, Astin, oF Texas Press 1990, 1a comprension ae como y por que ‘También signifies que al menos algunos i to colonial espafiol también se vieron frusrados pe las tradiciones y creencias nativas y su prictca, as{ como por formas culrurales colonials reelaboradas: esa reelaboracisn es frecuentemente interpretada hoy como simples mados de resistencia. © Hubo una resistencia a la red como lo indican elaramen ‘ituales residuales ocultos y practicados en las reducciones y fuera de ellas a pesar de todos los intentos de aloctrinemiento catslic. Existen, por cierto, buenas rezones para ello, Los documentos colaniales de Ios siglos XVI y XVIt su supresién, Por eto tendemos menos @ pensar en los rtuales europeos, espet papel en la formacién colonial de conocimiento y en el éxito de ‘nes come lugar donde residian muchos indigenas, En un nivel de tal importancia en la formacién de la culura colon insttucionalizada codified pri ritual, activando ast universalmes sbundan en descripciones de rtuales andinos Jos espacios de la reducelén mediante un ‘clio comin, EI ritual relacionado con el dogma fue una forma de asmilacién cureca (Cacique) Juan Ayaviri de Sacaca se prese mina id wad. Héline Iswolsky, James €., Whopons ofthe ven, Ye University Press, 1985, sta afimmacién radial, tles como Hanks, + Maral, Manuel, op. cl Colonial Mexiea Cy, 22 W French (eds), Wilmington, Carolyn inka adiee Indiana Universy Pres, 1984, cyday Forms of Peasant Reltence, Nev © Hay muchas excepcones nocable e la ldgica que creé los nuevos espacios de Ia reduccién, en especial la divi- sidn del espacio privado, La prictica del matrimonio Sila intencidn de las reducciones fue, en parte, crear espacios exteriores e inte- de un nuevo orden don que esas distinciones morales tuvieron una presenc ‘urbanos coloniales andinos y en sus précticas. Es d ba a crear condiciones normativas para una interpretacién eristiana de la con- dducta moral, especialmente en relacisn con el incesto, ello no podia ser confiado sélo al control ejercido por las paredes de los espacios interiores de las nuevas poblaciones. Las reglas cristianas no podian establecerse simple ‘mente mediante protibiciones marcadas en el espacio con la sepatacién esta- blecida por paredes y puertas. La policia era, ante todo, algo pi sfirmativo, as ico, cabe suponer fa en los espacios la polcfa se orienta. leo y lado como algo natural, incorporado por lo general medi ‘como se lo representaba en los espacios regularizados de la reduc- Bs decir, para que-los nuevos espacios coloniales de la reduccién fueran ser adoptados y La inseitucionalizacién de la policiacristiana en las Américas y en el Peri, 2or Jo tanto, tuvo como resultado la transformacién del individuo, como miem- sro de la colectividad, mediante Ia accidn rit siones civieas como de constantemente € rminos de celebra- oso. Las dos esferas del ritual se superponian os misimos espacios de la reduccitn, de modo que el ritual deticn sino tambign como un modelo explicativo a sravés del cual la expeciencia de un ritual politi que implicaba un concepto ‘pswacto podia ser empleada por analogia para explicar a los indigenas los revi de la eristiandad. Los rtuales cristianes europeos también podtan >odia servir no sélo como ‘co, por lo tanto, no era solamente algo para ser ej “espacial. Era también una metapréctica, No sélo ponfa en escena el culto cris Joanne y Tom Cummins, "Berween Images and Writing: (Colonial Latin American Review, n°7, 1998, pp. 2-22. mmo, sino que también producia un estado abstracto de conocimiento que podia evocarse fuera de su contexto fenomenolégico para al cién y la préctica de la policfa en general. Como tal, pen ‘empresa colonial espatiola, vincular Estado y religién como esferas mutuas de autoridad en relacién con formas de representaci tido, no estoy de acuerdo con Ia recie , dentro de la ‘su reforente, En este sen- Bell de la iciones a realidacles que se consideraba que trascendfan los poderes de los actores humanos”.® Bl ritual como una represent mada puede ser cualitativamente diferente de las actividades cotidianas, no obstante, los elementos de tiempo y espacio no se limit ‘én ritual de lo sagrado. El ritual se extiende més representacidn, para relacionar elementos aparent imenos sociales dentro de un espacio piblico determinado. Esta caracteristica es especialmente cierta ‘en una situacién colonial accidental, donde las anteriores esferas de lo profa ro y lo sagrado se reorgania én espaciotemporal nor- a la represent te dispares de los f de acuerdo com las reglas coloniales. Lai cin social del matrimonio, como algo comin a indigenas y espaiioles, es fundamental en esta interseccién, puesto que el matrimonio, para e] espaol, se realiza dentro del context del segin las normas indfgenas, La Iglesia Catélica es Ia que define ahora los tes para las condiciones adecuadas o morales del matrimonio, es decir, la leyes de consanguinidad y la formacidn de la familia nuclear. Es, por supuesto, el saeerdote quien debe oficiar el ritual que convierte la institucién social del matrimonio en algo santificado. La forma de las redueciones, sus entradas y paredes separadoras deben entenderse, dentro de esta reorientacién del matri- ‘monio y de las relaciones adecuadas de parentesco, como algo sagrado y esen- cial para la polit. ual cristiano, y no como un contrata so especial de conocimiento sobre las relaciones sociales indigenas en los espacios de las reducciones y participa de los mismos principios orgeni reduceién. Mediante su produccién e interaccién mutuas, el espa Bll, Catherine, Ritual Theory, Ritual Practice, Oxford, Oxford University res, 1992, p. 74 colonialestransformaron esas relaciones y la forma en que ain las concebimos. Es deci lo que los rituales hicieron en los espacios ereados entonces para ellos ppermea lo que hoy creemos comprender acerca de la forma en que estaba orga- nizado el parentesco andino. Por Io tanto, no sdlo me interesa el aspecto cere: ‘monial del matrimonio como tiene lugar en Ia iglesia, y como aparece representado en las nurnerosas pinturas andinas que conmemoran el ritual, ya sea como algo espectfico o universal. También me importa el matrimonio como lun concepto que, por su reaizacién ritual, estandatizay, por end, disciplina y ‘ordena diversas préctcas sociales prehispicas par religiGn universal. ¥, lo que es de mayor relevancia en términos de historia del arc, estoy interesado en las pricticas coloniales de representacién mediante las cuales el matrimonio catélico pudo llegar a estandarizar les relaciones sociales en toda América, sobre la base de un concepto unificado de parentes- * ¥, mis Importance ain, esta organiaacién grafiea de relaciones familiares tiene un paralelismo y una interseevin con la raduceién grafica de los awevos pueblos andinos. Es decir, asi como el plano universal de Ia reduccién, como fue dibujado por Macienzo,rige la construccién de cualquier ciudad en patt- cules, también un plano o diagrama universal de las condiciones necesatias para el matrimonio rige cualquier matrimonio en particular. Ea este especto dos documentos doctrinarios procedentes de los Andes, en| rio de los indigenas que vivian ahora en ciudades colaniales. Uno es el Carecisma on que se contienen las reglas y documentos para que los curas de _yndios les administren los santos sacramentos, escrito en 1576 en Bogoté, Colombia, por Luis Zapata de Gérdenas, el segundo arzobispa de Nueva Granada, Fl otro, el Ritual formulario instrucion de curas, para administra a los naturales de este Reyno los santos Sacramentos, fue escrito alrededor de 1620 no ocedentales uazado p debe situarse en las medalidades decimonénicas de sbogades dar Morgan y owos (diseuidasrecientemente por Kupas, Adam, The Invent Society: Tensfrmations of af ‘octrine erilana apliceda en $0, como se sugeri, exe cundro edopea una forms i estamos familarizados en ls antropelogia moderne ‘2 aquella con te que or Juan Pérez Bocanegra, el cura de Andahuaylllas y luego canonigo de Ia catedral de Cuzco, y publicado en Lima en 1631. Como dan a entender los tits- los de ambos documentos, son textos instructvos dirigidos a otros sacerdoces yy tratan detalladamente los misterios de la Iglesia Catélica y sus signos exter- nos y cituales sacramentales, en relacidn con el adoctrinamiento de la pobla- cidn nativa. Lo interesante es que en cada documento la palabra eserita se complementa sélo una vez con la imagen visual para ayudar al sacerdote. ¥, lo ‘que es més importante el recurso a lo visual se produce en el mismo punto en ambos manuscrtos,y en relacisn con Ise condiciones de parenteseo que deben ser reconocidas antes de que pueda tener lugar el matrimonio. [te estudio no es el primero en ocuparse de la institucionalizacién del matrimonio en el periodo colonial, Algunos trabajos recientes ¢ importantes, como el de Patricia Seed, ® se han centrado en las relaciones fundamentales ‘entre le eocial y lo religioeo a través del matrimonio, Sin embargo, por lo sgeneral el énfasis analitico de esos estuios sigue la estela de la Historia deta seeualidad de Foucaule,® y no sida la representacién dentro dal expacto colo- bial, El prinejpal centro analitico del matrimonio colonial ha sido més bien, para diversos especialisas, el ritual catdlico de la confesién en relacisn con la sexualidad. Varios de es0s estudiosos seftalan que el mataimonio y los vita Jes matrimoniales prehispanicos no constinuyen necesarlamente un contrato sagrado, sino en mucho mayor grado uno de tipo social, en el cual se forjan cinography: Representing, Contesing and tnscribing the Native Other’ (Bernardino de Sahegin, Pioneer Ethaographer of Siteanth-Century Aste Mexico, Klor Universey Press, 1987. 08 econémicos, politicos y sociales. Y i bien tales lezos también son erucia- les para el matrimonio europeo, después del Conc Génfasis en el casamiento dentro de la Iglesia Cad de Trento se puso nuevo come un acto sagrado, dos por Cristo y se Ie asignaron signos izados en los que el cuerpo debia estar pre sente y destacado. Pero tras dicho conelio, en el decreto Tamets del 11 de noviembre de 1563, se establecié el ritual defintivo del matrimonio eatdico, ‘que, entre otra cosas, exiga que la ceremonia tuviesetestigas y fuera c da por un sacerdote. S ‘ener en os Andes un aspecto representative adi , como veremos, legs a nal en términos dela com nidad y de sus relaciones en funcién de la consanguinidad, " Sin embargo, el matrimonio es categéricamente diferente de cualquier cextremauncién— son necesarios para la salvacién y son, por ende, obligato- ros. Pero los otros dos, orden sagrado y matrimonio, son voluntatios, y se albedrio”. EI matrimonio como * por parte de tos i rdenas se esfuerza mucho accede a ellos mediante el ejerccio del cexpresién de “libre albed; importante. Zapata de explicar el porqué en su Catecismo de 1576. Seiiala a sus compaiieros sacerdotes que eben ser alentados a casarse por dos razones interrelacionadas, Primero, han de contraer matrimonio porque “el sacercote debe trabajar de les con- servar este derecho, en especial siendo estos indios ahora ineapaces de pro- ir algun otro estade de los que sas es especialmente Indios sia tiene, sino ol del matzimonio, y por los graves davios que de no casarse se siguen, como es estar siempre amancebados en eoncubinage, o no m ise y quedar la tierras desler. En este sentido, el matrimonio se ubica en el polo opuesto de la conte- el concepto de tbre albedrio en la doctrina erstiana, Es deci, para su salvacién, deben no sélo confesar sus pecados sino én reconocer que la com cam ién de cada pecado fue un acto realizado por su propia voluntad individual; no obstante, el mismo libre albedrio puede ase Lav 7 Zapata de Cirdenas, Fray Lui, OF op. cit, p. 284 7 Véose Gruzinl, Serge ny conversién ton", op. ct, pp. 97:99, ejercerse como una profesién de fe adoptando el sacramento del matrimonio por la gracia de Dios amento del matrimonio es aceptar prime- ibertad segin las establecia la doctrina eatlica. Lo mas importante es que todo nativo que ingresase por completo en la Iglesia reci biendo los primeros cuatro sacramentos y que luego eligiese casarse recibia este sacramento dentro de las resticclones de consanguinidad definidas por aquélla Blo significabs lineal y transversal de hasta el cuarto grado. El papa Pablo Ul Altieudo diviniconcilit, de 1537, habia otorgado dispensa temporaria para que los indios se easasen dentro del tercer grado de consanguinidad. Bseadispensa era valida hasta que el papadio declarara otra cosa; lo eval, de hecho, los papas posteriores nunca hicieron. En el eato de la alte nobleza ines también ge ean cedié una dispense para casarse inclusive dencro del primer grado.” No obs- tante, 2 los indfgenas se les ensefiaban los precepsos de le consanguinidad que cambié la todoxa establecides en 1215, restrecin de consanguinidad del séprimo grado La resticeign fue reiterada por el dominico espatiol Domingo de Soto (2494-1560), en su Commentaria in IV Sententiarum (Salamanca, 1557), 1, dist, 40, ar. 5, prope 59. De Soro era uno de los disefpulos destacadas de ‘tori, y resumié la mayor parte de las ensefianzas de dste en su De justia et importantes del siglo XV1, tanto ‘en materia de derecho candnico como civil, fue enviado por Carlos Vy su hijo Felipe al Concilio de Trento en 1545, También se convirié en confesor del empe- rador en 1848, 100, Juve. Como uno de los juristas espaoles m smo, una importante participaciin, en Salamanca, fcosy legales sobre Ia naturaleza de los indis y a conquis- 5 Viera, Franc 7 Ramostissén, Universidad de Navara, 1996, pp. 22-23, convertidos al cristianismo el impedimento de la consanguinidad para el les probibia, en general, casarse con parientes de hasta cusr- ea directa ascendente o descendente, desde ol abuelo al tata- linea de ascendencia transversal estaba igualmente prabibida, lo cual Cirdenas también describe en detalle.* Bs significative que, en este unto del manuscrito, recurre @ una imagen explicativa, seialando que la figura que incluye es muy clara y evidente al respecto (fig. 6). Lo que (rdenas presenta es un diagrama que visualian en forma temporal y espacial 1 conjunto de relaciones de parenteseo que un sacerdote debe conacer y explicar alos indios como aquellas que han de ser reconocidas para estar en interpretacién moderna del dibujo nos permite entender mas claramente lo que el diagrama de Zapata dde Cérdenas procuraba tornar evidente para los sacerdotes espatioles del siglo XVI. Las lineas y los cérminos hacen referencia a los grador de consangui sidad como un concegto universal para el sacramento del matrimonio. Es decir, 4a imagen proporciona gréficamente al sacerdote una forma espaciotemporal 4e las relaciones socioparentales universales que determinaban la pasibilidad de tun matrimonio y su celebracién stual. En México ya se hablan impreso dos libros sobre el sacramento dal matrimonio que inclufan diag condiciones de contraer matrimonio. Una a5 similares. El primero, Speculum coniuglorum, habla sido escrito por Alonso de la Vera Cruz y publicado por Juan Pablos el 26 de diciembre de 1556 en la ciudad de México. En in pigina 207 aparece un grabado que llsta los grades de con- sanguinidad que deben reconocerse para el matzimionio, Le linea desciende de “Loa fees extn impedes por este impadiimlento hasta el cuarto grado, ora see en reer linea, ascendiendo o descendiendo desde el abuelo hasta tetarantec,y algunos fen que en recta linea todos son prohibidos; pero aping es que © de su descendlente en quinto grado, qu no se prohibe® (Ramos linea transversal {gual come dos herman que son en pritnero grado ‘mos heemanes en seg imo segundo det padve dela moaa con quien te ha de casay, que ris Y patentemente fo da @ entender ls gura que ge sigue presente..." (Ramos. Lssén, Domingo, ‘bide, “*Yiera Cre, Alonso de la, Speculum coniugiorun, México, Juan Pebles, 1556. Platén spor lo tanto eye une sete de elacones metatxcas Un segundo ingrama aparece en De septeme nove leis eacraments, de Barolomé ce Ledesma también publcado en México, diez ai més tarde, por Antonio de Sposa (fig. 7). En este grabado, Adin y Bra forman al ronco del que descien- den los cinco grados de consanguinidad. Como pareja bibica primo, se imagen yla de sus hjs fueron evocadas durant tod el petodo colonial en fas enseianzas sobre el sacramento del matrimonio." Se ignora si Zapaa vio alg 10 de extoe dos libros mexicanos os sélo se insir drecamente en na fven- te espaol Pero lo importante esque, como en es eéulasy plas reales que circlaben en las Américas para dar una forma comin a as redutcones, habia tuna representacin grifica de a consanguiniad que le otorgabs una forma ui- versal para ser presentada a los fines de adctrinamiento © ‘Unos cincuenta afios después, Pérez Bocanegra, en su Ritual formulario, pasé de a forma universal de Zapace de Cardenas a ota especie tanto nomi ‘nal como grdficamente. ® Ejecutd una elaborada ilustracién de los términos de -consanguinidad, ofteciéndola a sus compefieros sacerdotes, “y para que los gra- os de consangunided ce conoocan y wean tas distnetiente, pongo este samo y figura ene ascendienesydescendientervarones y mugees’* (Bg 8) Alf se combinan términos quechuas de parenteseo con nombres de pila cristianos, dentro de un diagrama de grados de ascendencia europeos ilstra- (© Ledesma, Sarolomé de, De saptem novae lege saraments, Misco, Antonio de ecin de idlaries: la bibloece de Francie de Avda « Reglonales Andines Barcolomé de Las Cass, 1996, pp pongo este ramo y Figura ene ascendlentasy descendents vaones ym Bocanegra, Juan, tiem). Fig. 8 Diggrma de los grados de consanguinided Juan Pee Bocansera, Ruck ‘eynos los santos Sacraments, imprazo on Ferd, 168, ‘una dladema real en la frente. Incluso la disposiein del diagrama de las rele ciones de parentesco es mds pictdtica, pues tiene una apatiencia arquitecténi- ‘2, con una cima en forma de timpano sostenida, a modo de columnas, por las dos linens de ascendencla, Esta estructura grafica proyeeta ya una impresién de orden dlvino al cual pertenecen ftimamente el rimonio y las reglas de consanguinidad como sacramento sagrado. De hecho, De Soto, el autor que cea Zapata de Cérdenas en 1576 como autoridad para estas regla cebido Ia lex como el ratio cxeativo de Dios mismo, ¥ la habia imagina do como una serie de normas o regulae wilizadas por éste en Ia crescin, tal ica det grabado otorga a las relaciones andinas un cardeter conere asi come el quechua, que Santo Tomés habla encontrado tan eonforme stellane que parecia casi una premonicisn de que los espafiales lo poseerian, los térmings andinos de parentesco parecian haber existdo para acomodarse al sacramento cristiano, grabado caprura de un modo w de parencesco, aunque ésa es la Considero mds importante enfatizar que ambas iustraciones tienen una incencin didctica para los sacerdotes europecs ue trabajaban en comunidades nativas andinas. Los diagramas no tienen que ver con el conocimiento de las costumbres de parentesco ce los indigenas, sino 32 instancia, procede de Ja ley divina, para que pueda llegar a nos de parentesco and nos en in esquema racional de orden cristiano Johannes Fabian, al analizar el estudio de Walter Ong de 1958 sobre la obra de Ramus, el tedlogo del siglo XVI, sefiala que los diagramas son, incuestionablemente, no sélo formas modernas sino propias del siglo XVI de las 5 Sot, Domingo de, De lst The Fal of Natu % Ong, Walter. Pees, 1958, convenciones espacio-viuales, cuya funcidn es proporcionar un “método” a la diseminacién del conocimiento. westra sociedad, Bn particular, Fabian se ‘ocupa de los cuadros de parentesco que trazan lot modernas antropdlogos Eseribe que “si se eflexiona [..] sobre la naturaleza de los cuadros de paren de cuadricula genealégica) se advierte que, en ltima instancia, estén limitados sélo por el tamatio del papel en el que estén dibujados o impre- 03 [ Uno se siente tentado de considerar la posibilidad de que las teorias 5 de parentesco[...] estén en realidad determinadas por Ia exten- sin de los diagramas que entran en una péigina impresa convencional” Esto puede ser cierto con respecto al saber actual sobre el parentesco y su ropresentacién visu ro de prineipios dela época moderna no se trata de eto. Ea un nivel de repre- sentacién, som como cuadros de parentesco modernos, en el sentide de que fn Ia sociedad que los produce del ‘conocimiento sobre otra sociedad. Pero en las imégenes de los siglos XVI y XVII el proceso de desplaza de lo europeo a lo native. Ambos autores piden al sac mire los diagramas para reconocer Ia estructura de parentesco ca {que respecta al matrimonio cristiano. Uno puede proguntatse por qué se pero en esas dos imagenes scbre el parentesco andi- son un método para la dif 0 se revierte, y la estructura del parentesco se necesita una Imagen aquf y no en cualquier oto lugar de los dos manuseri- tos, 2Es que las condiciones espaciales y cemporales de cualquier formacién de parentesco escaps {écilmente comprensible para el lector y que el diagrama lo consigue mejor? Debo reconocer que me res dn eserita, y la aclaracién visual es ciertame ‘en cierto modo a la capacidad del texto eserito de ser a més fa entender el diagrama que la des- lo que Zapata de rdenas y Pérez Bocanegra declaran que es su propésito cuando proporcio nnan las imdgenes a sus colegas sacerdotes. Sin embargo, seguramente lot sacerdotes aprendian las inidad antes de ingresar en una reduccidn, También es muy posible que los sacerdotes volvieran a dibuj iagramas para su propio uco diddctico al instru a los ing las de consans nas sobre | normas cristianas de consanguinidad, ® © fabian, Johannes, Time and the Other: Flow Anchropology Makes les Obj ‘Columbia University Press, 1983. "Diego Valades desribe aun monje fanescano que examina pags con respect los srados de consanguiidad a ‘No obstante, I realizacién del ritual del matrimonio en sis lo que per- rite llegar a comprender cémo esta intercomunicacin visual entre los sacer- ores se convirtié en una experiencia por lo tanto, en un estado natural de relaciones hummanas dentro de divino. St los indigenas vefan 0 no alguna cial en cérminos de su vinculacién con el espacio de la reduccién. La que las lads por los indigenas y, orden rma de estas igenes no es esen- into universal de normas l imagenes representaban como co ser incor pporado por los indios a través de piamente dicho, que tenfa ugar en la reducién, ante toda Ia comunidad. Es no significa que los ritos y celebraciones del matrimonio andino se sup celebracién del ricual del matrimonio pro fen estaban unidos a la prceica ritual catélica y se desarrollaban en rome de el Como um aspecto del ejerccio del libre albedrio dentzo de la sociedad todo individuo que decidiese recibir el sacramento del matrimonio izar primero wn examen de conciencia como preparacidn, La confe colonial aebia sign es el més evidente de esos actos ritual én, No obstante, si bien éste es el acto de individuacién mds radical, el rituat del matrimonio cats iduo y la comunidad en el que todos los natvos ioldgicamente sujetos al sacerdote ci que se sellan los lazos def matrimonio entre dos individu, toda la comunidad reconoce primero las loves cassis de consanguinidad a las que todos astin sometidos y luego realiza un acto io de control de a pareja que ha de casarse, Es deci, en tes celebra- tos de la misa, realizadas ances de la boda propiamente dicha, y les toda la comu ico es el vector entre el n ideol6giea y racisn para el acto cul 0. Como prepa para ‘guntaba en quechua o aimara si alguier no debia casarse debido a su parentesco. VY, lo que es muy importante, as for- © sobre cescripciones contemporineas de matrimonio andnes,véase Osio Acuia, Juan, Parentso,reprcidad, y jeraquta en ls Andes: una apravimacién a la orgaricactén de ‘andomarc, Lim, Pontieia Universidad Cotlics del Per, 1992, pp. 215-280 “© Notun fi ect. Sea notorio a todos los prexentes que N.vaton, y nuestra muger de al familia y Paroquia con el ayuda de Divs, pretinden contracr entre si matrimonio; por Jo qual amonestmos a todos a exda qual que i algunosupiere que entre eles ay algun ‘segunda ver (i fuere la segunda) Perée Bocanegra, Juan, op. cic. p- 603) fvere la terecera deauncic ‘as de consanguinidad que determinaban esos limites ya habjan sido, tedrica- ‘mente, incorpotadas por todos los individuos que se hablan casado dentro de le Iglesia Canslica, Inmediatamente antes de celebrar el met Los con ‘ayentes eran Interrogedos en quechus © aimara cobre su relacién con su fut= 10 cényuge en cuanto a cada nivel de posible consanguinidad, Por ejemplo, para el hombre, la primera pregunta acerea de lal ascendente y descen- dente era: “Esta india con quien te quieres casar,es tu madre o hija?" 1 Ia primera pregunta sobre Ia linea transversal: “Bata india con quien te quieres casar es ru hermana?”,% eteétera, 1a intencién de Pérez Bocanegra y Zapata de Cérdenas era que las imé- ‘genes de consanguinidad ayudaran alos demés sacerdotes a establecer corres: Pondencias entre los términos locales de parentesco y los téeminos universales del sacramento. Las imégenes podian ser citades por el sacerdote durante la celebracién de un matrimonio en una reduecién, pero también estaban incor- poradas y representadas por casi todos los mlembros adultos de una comunt= dad andina. En cada casamiento cristiano que seguia las preceripciones y proscripciones de Pérez Bocanegra la comunidad se ubicaba, junto con el cura el lugar en el espacio normalizado de la plaza cenwal de la reduccidn, frente 8 Ia iglesia. El idioma quechua o aimara en el que el sacerdote hablaba 2 los {que estaban alli reunidos también habia sido ordenado o reducido, de] mismo modo que lo habla sido ese nuevo espacio de orden en el que se lo wilizaba, El lenguaje, el sistema simblico mediante el eval se ensefaba la doctrina cre tiana, era susceptible de ese ordenamiento, y por ende padi ensefiarse el len- _guaje mismo. Mas an, podia construrse un espacio ~espectalmente el espacio

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