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Centro de Apoyo a Programas y Proyectos

Acompañamiento psicosocial para


el fortalecimiento de competencias
resilientes
Formación especializada para el acompañamiento psicosocial y el
trabajo por una cultura de paz en entornos educativos y
comunitarios.

20-8-2021
Introducción
El Centro de Apoyo a Programas y Proyectos – CAPRI, promueve el desarrollo,
entendido como un proceso de cambio progresivo e integral, construido a partir
de la voluntad colectiva de poblaciones organizadas para alcanzar mejores
condiciones y calidad de vida, tomando en cuenta el desarrollo de sus
capacidades humanas y materiales, el establecimiento de relaciones sociales
equitativas, de respeto, de solidaridad.

En los procesos de intervención y transformación de la realidad de los territorios


de incidencia Institucional, CAPRI cumple con un rol de promotor, facilitador y
acompañante en la organización, educación y participación protagónica de los
sujetos acompañados, por tanto, las personas no son vistas como sujetos
pasivos, sino que se les considera desde sus potencialidades, recursos
relacionales, competencias y habilidades, como agentes de su propio cambio.

En el marco del proceso de formación especializada para el acompañamiento


psicosocial y el trabajo por una cultura de paz en entornos educativos y
comunitarios, nos proponemos la facilitación de un proceso de fortalecimiento de
factores protectores psicosociales con mujeres adultas del sector de La Montañita
en el barrio Sabana Grande.

El acompañamiento se centrará en 12 mujeres adultas que se encuentren en


situación de vulnerabilidad social y exclusión social, con el objetivo de
posicionarlas como sujetos de derecho, aumentar el bienestar emocional y
apoyar la construcción de una identidad comunitaria y redes de apoyo, es decir
organizar la comunidad para que ésta sea preventiva, promoviendo acciones
concretas de cuido y autocuidado.
Justificación
La población femenina de nuestro país se ve afectada por un conjunto de
problemáticas interdependientes, como son la violencia basada en género, el
desempleo, la discriminación, bajos ingresos, dificultad de acceso a una vivienda
digna, y con frecuencia, un nivel importante de desestructuración de la unidad
familiar, condiciones que en su conjunto generan mayores riesgos de exclusión
social.

En este sentido desde el Centro de Apoyo a Programas y Proyectos se ha


iniciado un proceso de acompañamiento psicosocial en el sector de La Montañita,
ubicado a unos 9 Km del Barrio Sabana Grande. Es un sector a penas
conformado hace aproximadamente 4 años en la periferia de la capital con
características rurales, con una pobre visión de comunidad, no cuenta con
estructuras que garanticen el adecuado cumplimiento de sus derechos (escuelas,
parques, centro de salud, áreas verdes).

El grupo meta está conformado por mujeres que se encuentran en condiciones de


vulnerabilidad y estrés por situaciones familiares, económicas familiares y de
pareja, que el contexto de pandemia ha agravado. Donde precisamente por estas
características locales no cuentan con actividades de cuidado y autocuidado.

Por otra parte, el contexto social y de salud pública en la que nos encontramos en
Nicaragua ha hecho que incremente exponencialmente las situaciones de
violencia y vulnerabilidad que viven las mujeres y niños/niñas y adolescentes, por
ende, la problemática afecta la calidad y estilos de vida de las personas.

Por tanto, el acompañamiento estará enfocado en la identificación de


experiencias traumáticas y el nivel de afectación en las diferentes dimensiones
del ser humano, a fin de estructurar una guía metodológica de intervención que
les permita auto reconocerse, asumirse, gestionar y decidir su propio proceso de
recuperación ya sea a través de la atención individual, conformación de Grupos
de Apoyo Mutuo, implementación de espacios reflexivos lúdicos que favorezcan la
formación de una red de apoyo donde se sientan con la libertad y seguridad de
expresar y recibir afecto, de cuidarse emocionalmente, de auto-respetarse, de
participar en la vida de la comunidad, sin discriminación, ni condiciones de
ninguna índole.

Por ello consideramos que las redes de apoyo son fundamentales para el
establecimiento de elementos resilientes, el sentido de identidad social y
pertenencia acuerpa, brinda la seguridad de no estar sola, al contar con otra
persona para sobrellevar la vida.
Objetivos
- Brindar un acompañamiento psicosocial pertinente que favorezca el
fortalecimiento de factores resilientes ante los contextos desfavorables.
- Favorecer la construcción de redes de apoyo con identidad comunitaria.

Marco Teórico
La intervención psicosocial se caracteriza por el análisis de dos elementos
principales: la persona y su situación. Se define como el conjunto de acciones
establecidas para la disminución de factores de riesgo y problemáticas de un
adolescente/joven y referente afectivo (titular de responsabilidad), a través de la
disminución de factores de riesgo, fortalecimiento de factores protectores y
capacidades resilientes. Desde la concepción del Modelo Sistémico reconocemos
que el proceso de desarrollo del ser humano, es dinámico y se encuentra
interrelacionado con otros sistemas, que se influyen mutuamente.

Por tanto, colocamos a nuestro grupo meta conformado por mujeres entre las
edades de 18 y 50 años) en el centro de todas las acciones de acompañamiento
considerando sus dimensiones humanas (afecto, comunicación, resolución de
conflictos, socialización) desde un enfoque de género y derechos humano que
concibe al sujeto de una manera dinámica, como partícipe directo de su propio
proceso de desarrollo.

En un segundo lugar colocamos a las familias, considerando que la familia es el


sistema que define y configura en mayor medida el desarrollo de la persona
desde su concepción. La familia es el microsistema más importante porque
configura la vida de una persona durante muchos años, representando o no un
sistema de apoyo.

En un tercer círculo colocamos a la comunidad conformada por referentes


afectivos
Conformado por una red de actores sociales (personas, líder de opinión formal y
no formal, delimitado en un espacio geográfico que funcionan como un SISTEMA
y producen ORGANIZACIÓN. Las redes sociales juegan un papel fundamental en
los estados de salud y bienestar de las personas, por tanto, el modelo de
intervención se enmarca dentro de una comunidad local, a través de la
articulación y fortalecimiento de una red de recursos humanos, entre pares,
familiares y comunitarios, desde una visión de equidad de género y derechos
humanos, sin sacarlas de la comunidad local en la que viven; se vive en, con y
por medio de la comunidad.
En un cuarto círculo ubicamos a los referentes de obligación que lo conforman las
instituciones garantes del cumplimiento de derechos y promoción del desarrollo
de adolescentes y jóvenes a nivel nacional.

Consideraremos como principales factores de riesgo psicológicos los siguientes:


 
 Representaciones Sociales.
Hace referencia al conjunto de conceptos, sentimientos, actitudes y
comportamientos que un contexto social o una comunidad concreta construye,
adopta y transforma hacia un determinado grupo, persona o realidad. Por
ejemplo: lo que la comunidad piensa, siente y hace hacia las personas que
están en situación de calle.
 Insatisfacción de las necesidades psicológicas básicas.
Dentro de ellas podemos destacar la necesidad de autoafirmación, de
independencia, identidad, de pertenencia, de relación íntima personal y de
aceptación por parte del grupo.
 Patrones inadecuados de educación y crianza.
La sobreprotección, la negligencia y el autoritarismo como modelos de crianza,
impiden que la familia cumple sus funciones básicas de protección, regulación
emocional, establecimiento de límites y comunicación asertiva, en
consecuencia, se dificulta el libre y sano desarrollo de la personalidad del
adolescente.
 Educación sexual mal orientada.
Caracterizada por información no científica y llena de prejuicios en relación con
los temas sexuales, la comunicación en esta esfera queda restringida y el
adolescente busca por otros medios, no siempre los idóneos, sus propias
respuestas e informaciones o en muchos casos mantiene grandes lagunas que
le acarrean grandes problemas por el desconocimiento, la desinformación y la
formación de juicios erróneos en relación con la sexualidad.
 Experiencias de abuso sexual.
Es considerado abuso sexual toda agresión de índole sexual, indirecta o directa
entre un/una adolescente y un adulto o adulta, que mantenga con la/el
adolescente lazos caracterizados por la amistad, confianza, afecto, parentesco
o autoridad. Esto incluye profesionales, amigas, amigos de la familia, personas
relacionadas con la educación, cuidado, protección, guía y orientación de niñas
(os) y con sus cuidados físicos y afectivos, y que por su rango representan para
la niña o niño, una autoridad.
 Maternidad impuesta
Como resultado de experiencias de abuso sexual, implica que las adolescentes
pasan de la niñez a la adultez de forma abrupta, al ser obligadas a insertarse
antes de tiempo en el mercado de trabajo, para las madres adolescentes esto
significa la omisión de una serie de procesos de desarrollo psicosocial que
definirán el resto de sus vidas deserción escolar, asumir responsabilidades de
cuidados “una niña cuidando a otro niño”, la inserción al mercado laboral
informal para asegurar la manutención económica, la obligación de mayor
cantidad de horas de trabajo doméstico, etc. Desafortunadamente esta
situación es más común de lo que se cree, Nicaragua continua con la segunda
tasa más alta de embarazos en adolescentes más alta de Latinoamérica. La
estadística basada en reportes del Instituto de Medicina Legal (IML) indica que
en 2019 un total de 3,223 niñas fueron embarazadas producto de la violencia
sexual vivida.

 Abandono escolar y laboral.


Este hecho provoca que el adolescente se halle desvinculado de la sociedad, y
no encuentre la posibilidad de una autoafirmación positiva, al disminuir las
posibilidades de comprobar sus destrezas para enfrentar los problemas y
asumir responsabilidades, se afecta su autoestima, la confianza en sí mismo y
en sus posibilidades de desarrollo social.

Intervención Comunitaria
El modelo de prevención y atención para adolescentes y jóvenes que viven
violencia o se encuentran bajo situaciones estresantes o en condiciones de
vulnerabilidad, se enfoca en la prevención, reducción del daño e integración social
de adolescentes y jóvenes, comprende la implementación de acciones de
acompañamiento individuales y colectivos en distintos programas que inciden en
el fortalecimiento y desarrollo de competencias resilientes y el establecimiento de
redes de apoyo que les permitan adaptarse de modo saludable a las situaciones
de estrés, proponerse metas y lograrlas, facilitando una reinserción social con
herramientas y habilidades necesarias para afrontar una vida independiente.

Para ello se consideran 3 elementos fundamentales: el personal, el interpersonal


y el comunitario, estos tres factores se ponen al servicio de un proceso educativo
y transformador que se dirige a potenciar las capacidades de los jóvenes.

Acompañamiento territorial enfocado en las personas


El primer contacto se realiza en un recorrido territorial que permita conocer
personalmente a todos los beneficiarios, reconocer directamente problemas y
recursos de la comunidad, construir relaciones directas y mantenerlas, construir
una relación de confianza. Este proceso inicial es fundamental para la
identificación de beneficiarios reconociéndoles desde donde están, como
personas, como pobladores de la comunidad que en muchos casos son
invisibilidades por su condición de vulnerabilidad. Por tanto, implica realizar un
trabajo de sensibilización y modificación de las representaciones sociales que la
comunidad tiene de las personas que viven en situación de vulnerabilidad social.

Este primer contacto permite la definición de las condiciones iniciales del


desarrollo de la relación y constituye, en cierta manera, una línea de base, un
primer diagnóstico, el momento en el cual se manifiesta la demanda, una
definición implícita de objetivos (que serán mejor definidos posteriormente en el
trabajo de equipo), es una primera identificación de necesidades desde las
dimensiones humanas: reconocimiento, confianza, aceptación, respeto, escucha,
comunicación, apoyo emocional, que son los insumos necesarios para ofrecer
alternativas de reducción de daños, organizar acciones de prevención y educación
no formal enmarcados en derechos humanos y autocuidado).

El desarrollo posterior del acompañamiento permite recabar y sistematizar la


información acerca de la persona, su contexto de vida, sus relaciones, a partir de
la observación, la escucha activa, entrevistas semiestructuradas, y a profundidad
(de acuerdo al grado de confianza y rapport que se va logrando).

Mantener este acompañamiento asegura la continuidad de los procesos y una


atención personalizada de cada beneficiaria desde un análisis de su realidad y sus
recursos personales, que les permite iniciar y vivir un proceso de cambio.

Fase I. Captación
En una primera fase se realiza la captación / identificación del grupo meta a través
del acompañamiento técnico territorial. Esta fase supone el primer eslabón,
implica su reconocimiento como sujeto social y de derecho, con igualdad de
oportunidades para su desarrollo personal. Esta fase permite reconocer las
necesidades de atención especializada que puedan requerir una derivación
tomando en cuenta el análisis psicosocial.

Este proceso parte de un abordaje directo, respetuoso y empático para conocer


personalmente a todos los beneficiarios, reconocer directamente problemas y
recursos de la comunidad, construir relaciones directas, de confianza, que faciliten
la organización de acciones de prevención y educación no formal, se dan a
conocer los diferentes ejes y programas para la integración y participación de
adolescentes y jóvenes. Por tanto, se requiere de una participación e
involucramiento activos de cada uno de los adolescentes y jóvenes, que permita
estructurar y alcanzar el mayor resultado posible.

La identificación de estos factores de riesgo permite reconocer a quienes están


más expuestos a sufrir los daños, y puedan requerir otro tipo de atención
especializada con espacios sociales adecuados para lograr un soporte familiar
abierto y brindar oportunidad de superación emocional y cultural que le faciliten la
solución a los problemas. Es durante esta etapa donde se recopila información
relevante que permitirá identificar la estrategia de acompañamiento pertinente que
incluye además, asegurar el establecimiento de convenios con instituciones que
favorezcan su recuperación emocional y/o rehabilitación.
a. Situaciones de violencia física, psicológica,
emocional y sexual.
La violencia sexual vinculada al abuso y explotación sexual, es considerada
como una de las peores experiencias traumática a las que puede enfrentarse el
ser humano, ya que desintegra por completo la personalidad, trastoca las
habilidades sociales para establecer relaciones sanas, reconocer los peligros,
vulnera la capacidad para decir No, y establecer límites, distorsiona su concepto
de sexo y amor, lo que las expone a subsecuentes abusos, disminuye la
capacidad para establecer estrategias de auto cuidado, genera conflictos consigo
misma, con su identidad, con su auto imagen y con la percepción que los demás
tienen de ella.

La exposición a este tipo de eventos tan traumáticos afecta el desarrollo de


adolescentes y jóvenes, genera conflictos en su relación con sus referentes
familiares, escuela, amigos/as/pareja. Como el abuso y la violencia involucran a
personas queridas, esto representa dilemas complejos en las familias donde
ocurre.

Las mujeres que viven o están saliendo de una experiencia como esta se ven
obligadas a hacer grandes esfuerzos de sobrevivencia. Estos esfuerzos se
redoblan cuando el ofensor vive en el hogar, aún después de la denuncia. El
convivir con el
abusador es un recordatorio traumático diario. Por otro lado, la revelación suele
ser un agravante, pues queda sola frente a las alianzas que el ofensor establece
desde su posición de adulto, dueño de la verdad. 1

Un trauma es el resultado de la exposición a un estrés extremo experimentado


directa o indirectamente y se caracteriza por el desarrollo de síntomas especiales.

 Recuerdos angustiosos intrusivos y recurrentes del hecho, incluyendo


imágenes, pensamientos o percepciones.
 Sensación de encontrarse atrapada, sentirse perseguida y amenaza).
 No se siente a gusto con el propio cuerpo, por ende, es difícil establecer
hábitos de auto cuido.
 Su imagen corporal es negativa.
 Problemas psicosomáticos, desórdenes ginecológicos,
 Esfuerzos para evitar pensamientos, sentimientos o conversaciones,
actividades, lugares y personas relacionadas con el trauma.
 Deja de interesarse y de participar en actividades que antes eran significativas.
 Desórdenes alimenticios (bulimia o anorexia).
1
Manual de Tratamiento para adolescentes víctimas de abuso sexual. Dra. Gioconda Batres Méndez
 Consumo de alcohol/drogas
 Conductas autolescivas2.
 Necesidad de no llamar la atención o de ser perfecta o de ser perfectamente
mala.
 Patrón de víctima (victimización de sí misma tras haber sido victimizada por
otros)
 Siente que no tiene poder sobre su propia vida (dificultad para tomar
decisiones.
 Dificultad para decir “NO” y poner límites.
 Pensamientos, intentos y obsesiones suicidas
 Signos y síntomas de ansiedad y depresión.
 Problemas relacionados con su auto regulación emocional; dificultad y temor
para reconocer y expresar la propia ira, enojo constante y hostilidad severa.
 Desesperanza, no se siente capaz de alcanzar sus metas.
 Dificultad para confiar en otros, o confianza excesiva.
 Tomar riesgos demasiado elevados.
 Culpa, vergüenza, baja autoestima.

b. Situaciones de estrés y ansiedad a causa de la


violencia social y económica por la falta de acceso
educativo y laboral.
El manejo del estrés puede resultar complicado y confuso porque existen
diferentes tipos de estrés: estrés agudo, estrés crónico y estrés post traumático.
Cada uno cuenta con sus propias características, síntomas, duración y enfoques
de tratamiento.

Estrés agudo
En el caso del trastorno por estrés agudo, las personas han atravesado un evento
traumático, experimentado directamente (p. ej., una lesión grave o amenaza de
muerte) o indirectamente (p. ej., ser testigo de acontecimientos que les suceden a
otros, enterarse de hechos que les ocurrieron a familiares o amigos cercanos). Las
personas tienen recuerdos recurrentes del trauma, evitan los estímulos que les
recuerdan el trauma y aumentan su estado de alerta.

El estrés agudo es la forma de estrés más común. Surge como una respuesta
fisiológica adaptativa ante un desafío o demanda que al cuerpo para hacer frente
al agente estresor luchando o escapando, en ambos casos el objetivo principal es
preservar la vida

2
Una conducta autolesiva se define como toda conducta deliberada destinada a producirse daño físico
directo en el cuerpo, sin la intención de provocar la muerte
Desde esta perspectiva, el estrés puede ser positivo, llegar a ser estimulante y
energizante como cuando le ayuda a evitar el peligro o cumplir con una fecha
límite. Como mecanismo de adaptación se identifican tres etapas en el
enfrentamiento a un estresor:

 Reacción de alarma: cuando el organismo es expuesto a estímulos a los que


no está adaptado.
Es una llamada general a las fuerzas defensivas y energéticas para enfrentar el
desafío y recuperar el equilibrio, comenzándose a segregar hormonas del
estrés que aumentan la capacidad de reacción del organismo.
 Resistencia: no se puede mantener un estado constante de alarma durante
mucho tiempo; el organismo se adapta al estresor con una mejora y
disminución de los síntomas de estrés y una resistencia aumentada.
 Agotamiento: un organismo crónicamente estresado no puede reponer la
energía gastada. Se van agotando los niveles de varias hormonas y
neurotransmisores, dando lugar a síntomas depresivos, y se pierde la
adaptación lograda si el estresor es severo y se prolonga durante mucho
tiempo.

Estrés crónico.
Este es el estrés que dura por un período de tiempo prolongado. Es posible
experimentar este tipo de estrés debido a problemas de dinero, un matrimonio
infeliz o problemas en el trabajo.
Cualquier tipo de estrés que continúa por semanas o meses es estrés crónico.
Puede acostumbrarse tanto al estrés crónico que no se de cuenta que es un
problema
.
El estrés crónico, provoca que el cuerpo se mantenga alerta incluso cuando no
hay peligro. Con el tiempo, esto puede causar muchos tipos de síntomas físicos y
emocionales, a algunas veces posiblemente no se dará cuenta de que estos
síntomas son ocasionados por el estrés. Aquí hay algunos signos de que el estrés
le puede estar afectando.

 Presión arterial alta  Dolores de cabeza


 Insuficiencia cardíaca  Falta de energía o concentración
 Diabetes  Problemas sexuales
 Obesidad  Cuello o mandíbula rígidos
 Depresión o ansiedad  Cansancio
 Problemas de la piel,  Problemas para dormir o dormir
como acné o eczema demasiado
 Problemas menstruales  Malestar de estómago
 Diarrea o estreñimiento  Uso de alcohol o drogas para
 Mala memoria relajarse
 Dolores y achaques frecuentes  Pérdida o aumento de peso
Si la persona ya tiene una condición de salud, el estrés crónico puede hacer que
esa condición empeore, debido al agotamiento de los sistemas. El peor aspecto
del estrés crónico es que las personas se acostumbran a él, se olvidan que está
allí.

Las personas toman conciencia de inmediato del estrés agudo porque es nuevo;
ignoran al estrés crónico porque es algo viejo, familiar y a veces hasta casi resulta
cómodo, llegando a convertirse en un rasgo de personalidad o un estilo de vida.

El estrés crónico mata a través del suicidio, la violencia, el ataque al corazón, e


incluso el cáncer. Las personas se desgastan hasta llegar a una crisis nerviosa
final y fatal. Debido a que los recursos físicos y mentales se ven consumidos por el
desgaste a largo plazo, los síntomas de estrés crónico son difíciles de tratar y
pueden requerir tratamiento médico y de conducta y manejo del estrés.

Estrés Post Traumático


El trastorno por estrés postraumático (TEPT) es un trastorno psiquiátrico que
surge como respuesta a un evento traumático. Un evento traumático se define
como algo que vemos, escuchamos o vivimos y que pone en peligro nuestra vida
o la de los demás. Las causas más frecuentes son la muerte inesperada de un ser
querido, el abuso sexual, una enfermedad grave o accidente/lesión de un ser
cercano, la violencia de género, la exposición a una guerra, un ataque terrorista,
accidentes de tráfico o desastres naturales.
  
Si los síntomas persisten más de 3 días desde el evento traumático pero menos
de un mes, se realiza el diagnóstico de trastorno por estrés agudo (TEA); si los
síntomas se prolongan durante más de 4 semanas el de trastorno por estrés
postraumático (TEPT). Por lo tanto se diferencian entre sí por un criterio temporal

Diagnóstico
El diagnóstico se basa en los criterios recomendados por el DSM-5.3 Estos
criterios incluyen síntomas intrusivos, estado de ánimo negativo, y síntomas de
disociación, evitación y alerta.

En este sentido las experiencias de violencia que persisten en las historias de


vida de las y los beneficiarios, no solo constituye un problema en primer término
de derechos humanos, sino que trasciende la intimidad o privacidad del ámbito
familiar y se constituye en un problema social con responsabilidad colectiva.

3
Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders. Manual Diagnóstico y Estadístico de Trastornos
Mentales, quinta edición. Es un volumen estandarizado publicado por la Asociación Psiquiátrica Americana
(APA), que detalla y clasifica los trastornos mentales para la mejoría de la diagnosis, del tratamiento, y de la
investigación en el campo de la psiquiatría.
El impacto y la acumulación de problemas, (elementos estresores que
permanecen a lo largo del tiempo), sobrepasan las capacidades de afrontamiento
de las familias y los individuos, imposibilitando el desarrollo de competencias de
auto regulación y adaptación. Esto crea un círculo negativo de dificultades en
aumento, que conducen a permanentes crisis y a un deterioro de la calidad de
vida.

Además de enfrentar múltiples problemas, atravesar crisis, tensiones, conflictos


individuales, familiares o sociales, tienen una importante falta de recursos, redes
sociales y apoyo social, volviéndolas aún más vulnerables y con un alto riesgo
psicosocial. A lo interno de las familias este riesgo psicosocial se refleja cuando
las que las personas a cargo del cuidado, atención y educación de NNA (Titulares
de responsabilidad), por circunstancias personales, relacionales y/o contextuales
no logran cumplir a plenitud sus funciones parentales, comprometiendo o
perjudicando el desarrollo personal y social de sus hijos e hijas. 

Este tipo de afectaciones a nivel emocional están directamente implican


obstáculos en distintas áreas de la personalidad, de ahí que se observen
dificultades para:

- Establecer metas, ver hacia el futuro, mantener un plan de vida, debido a que
la ansiedad y depresión no solo afectan el estado de ánimo, sino que
disminuyen la energía, la motivación, la esperanza en un futuro positivo y
terminan estancando a la persona en su condición, con un pensamiento
recurrente de que “No es posible hacer nada por cambiar” o que “Es así
como debe de ser”.

- Adicionalmente esta condición puede implicar el abandono de procesos de


participación por no considerar que tienen las habilidades o la capacidad para
finalizarlo

Fase II. Atención


La seguridad personal es fundamental. Después de un solo episodio traumático,
las personas están en mejores condiciones para procesar la experiencia cuando
saben que ellos y sus seres queridos están a salvo. Sin embargo, puede ser difícil
obtener una seguridad completa durante las crisis en curso, como el abuso
doméstico, la guerra o una pandemia infecciosa.

Bajo estrés, las personas pueden tener mal genio, incluso con las personas que
les importan. La amabilidad espontánea puede ser una solución beneficiosa para
todos: enviar una buena nota, hacer galletas a alguien y ofrecer una sonrisa no
solo puede ser una agradable sorpresa para el receptor, sino que tales acciones
pueden reducir la desesperanza y la pasividad que tienden a ser parte de la
experiencia traumática del emisor del mensaje.

La integración a espacios de participación supone 3 fases, ser parte, es decir


aceptar y asistir a un espacio colectivo, formar parte, expresando libremente ideas
y emociones, dentro de ese colectivo, hasta tomar parte de ese grupo, es decir,
lograr un sentido de pertenencia en donde se percibe la búsqueda de un bien
común. Así se fomentan las bases de la ciudadanía desde la vivencia de los
propios derechos y se favorece la vinculación con los derechos de los demás.

Grupo de reflexión

Donde los jóvenes puedan compartir experiencias y salgan a la luz propuestas de


solución construidas por ellos mismos, esto basándonos en el principio psicológico
de que las penas acompañado son menores y que es de suma importancia unir a
personas en un solo grupo que comparten la misma problemática.

Derivación a servicios de atención especializada


Como parte de la estrategia institucional de protección enfocados en el
establecimiento un acompañamiento seguro y espacios de protección a
adolescentes y jóvenes, se ha conformado una comisión de protección juvenil y
Puntos focales de protección comunitaria para la identificación, abordaje inicial
para su derivación a posterior derivación a espacios de atención especializada.

Por tanto, este proceso de atención psicosocial implica contar con líderes con
habilidades y destrezas para establecer una comunicación asertiva, enmarada en
una visión de género y derechos humanos que les permita generar confianza y
empatía con las y los beneficiarios para un abordaje primario que pretende
favorecer la disposición del adolescente/joven para iniciar un proceso de atención
especializada.

En este sentido la comisión de protección realiza visitas de seguimiento a los y


las adolescentes participantes en los diferentes programas del convenio,
identificando en estas visitas algún aspecto que pueda estar generando estrés o
conflicto en el núcleo familiar del joven y pueda representar un riesgo para su
continuidad en el programa o su estabilidad emocional.

Las actitudes personales de las líderes y su reconocimiento social como


referentes de protección les permiten enlazar adecuadamente con los
adolescentes/jóvenes y sus referentes familiares para promover la integración de
todos los miembros de la familia en alternativas de apoyo psicosocial individual /
colectiva, para el mejoramiento de su dinámica familiar, para acompañamiento
psicológico a instituciones u organizaciones especializadas.
Se implementa ruta para la detección, análisis y derivación para la atención
especializada de adolescentes y jóvenes sobrevivientes con participación de la
familia. Implica el establecimiento de convenios de colaboración con
organizaciones especializadas para la recuperación emocional o rehabilitación
por consumo de drogas.

Grupos de apoyo mutuo.


Espacio grupal se pretende generar en los participantes un proceso de auto
reconocimiento que les permita descubrir recursos personales,
desarrollar capacidades y talentos, fomentar mayor confianza en sus propias
capacidades, gestionar emociones y miedos, establecer algunas estrategias para
la toma de decisiones, potenciando el establecimiento de actitudes y
comportamientos desde las Dimensiones del Ser Humano (afectiva, comunicativa,
creativa, ética-moral, política) como factores de auto cuido, protección y desarrollo
personal. Este proceso consta de 8 sesiones con una duración de 6 horas por
sesión, con un grupo aproximadamente de 20 personas, en donde se abordan:

- Integración y Reconocimiento:
Propiciar un espacio de interacción lúdico que permita a los y las participantes el
reconocimiento de sí mismos y de los demás. Es un primer contacto en la
colectividad, por lo tanto, se orienta la sesión a favorecer el sentido de identidad
personal y pertenencia al grupo, generando la expectativa de querer regresar.
- Multidimensionalidad y el concepto de desarrollo. Promover un espacio de
reconocimiento de las diferentes potencialidades, capacidades, dones, talentos
en cada una de las dimensiones humanas (afectiva, comunicativa, ética-moral,
creativa y política) y su interrelación con el desarrollo personal
- Dimensión Afectiva: Favorecer un espacio de auto reconocimiento del valor de
la afectividad en la vida y en las interacciones personales, así como el impacto
negativo (traumas, trastornos psicológicos y enfermedades) de la carencia
afectiva en la formación de la personalidad.
- Dimensión Comunicativa: Facilitar la expresión verbal, corporal y emocional de
manera asertiva, mediante signos y símbolos, sin agresividad y de manera
consciente y equilibrada. Reconocer la influencia de las emociones y la cultura
en el establecimiento de los propios estilos de comunicación y escucha, que nos
acerca o aleja de las personas. Favorecer el desarrollo de capacidades de
comunicación consigo mismos y con los demás, basadas en el respeto y la
horizontalidad para crear colectivamente nuevas realidades.
- Dimensión Creativa: Potenciar una interacción novedosa, original en la
búsqueda de soluciones, que favorezca una actitud transformadora de la
realidad para la satisfacción de las propias necesidades.
- Plan de vida: es un instrumento metodológico que permite desarrollar las
potencialidades y cualidades de cada participante, estableciendo metas a corto,
mediano y largo plazo, facilitando esa visión de futuro requerida para un cambio
de actitud inmediatista hacia un proceso de crecimiento personal.
Fase III Inclusión Social
La inclusión social considera el proceso de adaptación del individuo a los patrones
de un grupo social. Las acciones de acompañamiento comunitario promueven la
participación social a través del fortalecimiento de las potencialidades de cada
persona.

Se trata de considerar lo que cada una tiene para ofrecer al contexto comunitario
y cuánto de esto es aplicable en la transformación de esta realidad, que se da al
vincularse con otros. La comunidad es capaz de visibilizar y promover las
potencialidades de las personas en exclusión, transformando la visión negativa y
estigmatizan.

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