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126: • HISTORIA y NARRACIÓN
como similar a la, relación existente entre los predica-
dos fenomenistas y los términos de objeto físicos, no es
preciso que se plantee ninguna dificultad, por lo menos
en principio. Porque entonces un verbo proyecto sería
eliminable en favor de un, conjunto de términos del ran-
go,:y la C.l. se limitaría aipresentar una descripción más
detallada de lo que lageñte hizo, que lo que permite el
uso{~,de los verbos proye?Jo. Esas relaciones detalladas
estr~~ían en total consonancia con lo que esperamos de
la ~~I. Al leer la C.l., sif~~stuviéramos provistos de las
regl~s adecuadas de traqitcción, podríamos reemplazar
sierhlpre una serie de des~ipciones de esta clase por una
soh!descripción que usar~ un ~e~bo p:oyecto_ Desgracia-
, danfente, el problema de ';~escnblr acciones es más com-
plejl -de lo que hasta ahora hemos hecho que sea. Para
em~zar,.puede darse el c¿~Ode que un verbo proyecto sea
ver.~lhdero de una personé, cuando ningún término del
rar{lo Bi. ..Bn es cierto dqi.esa persona. Porque un verbo
proye'ctQ' puede ser cierté? de una persona durante un
peX:~9doindefinidamente :l~rgo, sin tener que hacer, en
cualquier momento durante ese período, una u otra de
las ':c;osasincluidas en el rango correspondiente. Podemos
decir de Jones que escribe un libro durante un año. En
eseÚiempo Jones, entre otras cosas, duerme. Sin embar-
go, j::lhecho de que duerma durante ese período no hace
falsa la afirmación de que está escribiendo un libro. Es
más; supóngase que una ~persona hace Bi y que Bi está
en el rango determinado ¡por «está R-ando». Aun así, no
se seguiría Inmediatamente que está R-ando. Así, Jones
puede estar cavando agujeros y, aunque cavar agujeros
es parte de lo que hace una persona de la que sea cier-
to «plantando rosas», no podemos inferir infaliblemente
que Jones está plantando rosas: puede estar plantando
lilas o cavando agujeros sin más. Pero, una vez más, su-
póngase que Jones, en sucesión temporal, pone una se-
milla en un agujero, se rasca la cabeza, enciende una
cerilla, hace un anillo de humo, piensa en su mujer y
remueve sus pies. Si se le pregunta en cualquier momen-
¡
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ORACIONES NARRATIVAS 127
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to deeste período de tiempo\¡qué es lo que está haciendo,
respondería correctamente «plantando rosas». Pero sólo
el primer elemento de la serie pertenece al rango deter-
minado por el verbo proyecto. En un sentido importante,
entonces, la lectura de la C.l. para ese intervalo de la
mañana de Jones, no daría una noción real de lo que Jo-
nes está haciendo, a menos que podamos escoger entre
la serie precisamente esas piezas de conducta que, por
decido. así, pertenecen todas, como parte, al sencillo
proy,ectp. de plantar rosas.
Exis}e un tipo de ambigüedad en la palabra «hacer».
En uti}\sentido, si lo sabemos todo de la conducta de un
hombre: en un cierto intervalo, sabremos todo lo que
está haciendo. Sin embargo, en otro sentido, tendremos
sólo lós materiales brutos para saber qué es lo que está
haciendo. En un sentido, la C.I. nos dice todo lo que que-
remossaber, en otro no. No poder usar palabras proyec-
to equivale a carecer de los; -recursos lingüístico s para
organizar los diferentes enunciados de la C.l., pero, lo
que es más importante, que 'la C.I. no utilice palabras
proyecto equivale a hacerla incapaz de describir lo que
las personas están haciendo y, por lo tanto, la descalifica
para establecer lo que sucede, cómo sucede y en la forma
en que 'sucede,
Sin":embargo, si permitimos el uso de verbos proyec-
to al Cronista Ideal, de forma: que pueda dar una rela-
ción coherentemente humana de lo que pasa, ¿no habre-
mos violado entonces nuestra ;:restricción respecto a sus
afirmaciones sobre el futuro?': Si se permite que la C.l.
le.>
diga que Jones está plantando rosas, cuando sólo está
leQl b(.)
cargando al hombro una pala, ¿por qué no podemos de- •
cir que la señora Newton está dando a luz al autor de
los Principia cuando, literalmente, lo que está haciendo
es alumbrar a un niño de cuello débil? Parecería absur-
do a cualquiera que se le dijera que ha nacido un genio
universal. en el cuarto de al lado, aunque a nadie extra-
ñaría qu~ se le dijera que se-ha plantado una rosa en
la habitación vecina, incluso 'si no se pudiera ver la
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