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Marco de referencia sobre el análisis del mercado chino

HISTORIA

El ambiente socio-político de la República Popular de China es uno de los que ha atravesado mas
cambios en el último siglo. Pasando por una larga guerra para terminar en la conformación de una
nueva nación Comunista, a raíz de la llegada al poder de Mao Tse Tung, quien a base de la apropiación
cultural de sus políticas Marxistas, encaminó al país a uno de los sistemas mas dependientes de la
industrialización en el planeta. Centrado en el progreso campesino (a diferencia del énfasis obrero en
otros países del planeta, específicamente Rusia) y la destrucción del pensamiento capitalista a manos de
su Guardia Roja -técnicamente creada para deshacerse de sus rivales en partido político opuesto-, la
eliminación de la cultura “Burguesa” fue uno de los pilares de su “motto”, el cual acompañó por largas
penurias y hambrunas a las cuales fue sometida la población en dicho proceso. Paradójicamente este
movimiento encaminó a la nación en la consolidación actual de una de las aspirantes a principal
superpotencia en el globo terráqueo, donde su Producto Interno Bruto se ha disparado en el ámbito de
los últimos cuatro lustros, solamente equiparable a su eterno rival, los Estados Unidos de Norteamérica
quien lo supera con dificultad en los últimos dos años donde China se acerca a un ritmo vertiginoso a
equiparar la producción “Gringa”. Sin embargo en términos de poder adquisitivo, China ya cumplió su
meta de poder superar a USA.

Logrando consolidarse como un gigante industrial, el poder de producción y exportación de Bienes, hace
risible la comparación con la producción de hace 30 o 40 años donde todos los materiales provenientes
de la nación gozaban de una dudosa y característica calidad. El entorno se transformó y ahora China
ofrece una amplia y surtida gama de materiales cuyos niveles de calidad solo se limitan a sus tres
esquemas de calidad (bajo, medio y alto), estableciéndose como la potencia mas atractiva del planeta
ofreciendo productos de muy buena calidad a una razón de precio muy inferior a sus competidores.
Esto no sólo caracteriza al mercado de Bienes, sino que atendiendo la obscena necesidad consumista del
planeta, ha ofrecido mano de obra barata en sus inmediaciones con fábricas de producción masiva, con
serias y comprobadas fallas en el ámbito de protección laboral, las cuales son ya conocidas en los
últimos años.

Todo esto fue logrado gracias a las políticas reformadoras de Deng Xiaoping, el Sucesor ungido de Mao
Zedong (Tsé Tung) quien fue líder supremo de la República desde 1978 (Siendo el deceso de Mao Tse en
1976), quien impulsó el programa económico llamado “Reforma y Apertura), siguiendo preceptos
paradójicamente contrarios a su antecesor, descentralizando del poder y liberando la economía
provocando un irrevocable renacimiento de la empresa privada. A todo esto se le sumaron las aperturas
de las puertas Chinas hacia la política exterior que le permitió establecer tratados de comercio con su
socio y principal rival de siempre: Estados Unidos. Esto provoca una entrada bidireccional a su
economía de grandes marcas como Coca-Cola y McDonald’s, rebautizando ese comunismo como un
“Socialismo con rasgos Chinos”.
Aunque estos rasgos netamente capitalistas no son del agrado del gobierno Chino cuando se les señala
de su conversión hacia este sistema, la realidad es que el fuerte control político del Partido Comunista
Chino aunque promotor de esta apertura, sigue controlando aspectos básicos de la vida China como la
libertad de prensa, acceso libre a internet o la arraigada escolarización comunista en la academia,
haciendo alegorías al PCCh como la “Mano Invisible” que controla todos y cada uno de los aspectos
cotidianos de sus ciudadanos donde prácticamente el gobierno es dueño de toda la tierra, aunque se
vende la idea de que la propiedad privada es una realidad. El precio del Yen es directamente controlado
por el gobierno y su sistema bancario y la entrada de multinacionales tiene como regla primaria su
participación accionaria y en juntas directivas de miembros impuestos pertenecientes al PCCh. Un
“Capitalismo Estatal” por así decirlo.

Acercándonos a la tesis que nos atañe en este ensayo, la industrialización desmedida y masiva a la que
ha sido sometida el país, característica del cinturón industrial que rodea a Pekín en un radio de 280 kms
a la redonda ha provocado el efecto pronosticado exacto. Una comunidad arrasada por la polución.
Según los datos suministrados por el periódico ibérico EL PAÍS 1, el 60% del agua subterránea contiene
elementos nocivos como mercurio y otros metales pesados, las fábricas al inicio del siglo producían
tanto polvo de hierro que provocaba lluvias ácidas y empobrecimiento del suelo, que hicieron que cerca
al 20% del suelo del país fuera no apto (y prohibido gubernamentalmente) sembrar -aunado al uso
desmedido de pesticidas-.

La gran dependencia de la industria carbonífera y siderúrgica china hizo que la regulación ambiental
fuera llevada a un segundo plano en pro de la economía, efecto que también fue evidente en muchas
partes del planeta por otras naciones con respecto al tema de la pandemia donde privó el bien privado
sobre el bien colectivo.

A principios de 2010, China implementó estándares ambientales mucho mas estrictos, y ayudados de
dos efectos preconcebidos: la debilidad económica de la industria provocada por el segundo factor, la
producción de capacidad desmedida, lo que incentivó al gobierno Chino a ponerle límites a la industria
del triángulo Pekín/Tianjin/Hebei. Esto provocó que gradualmente la contaminación medida en 2015
disminuyera mas del 25% con respecto al año 2013. Sin embargo la contaminación del suelo es una de
los retos más difíciles de alcanzar, pues limpiar sus 3.3 MM de hectáreas puede ser un lento y costoso
proceso, ya que descontaminar una hectárea de suelo puede corresponder a un costo de U$14000.

ESTRUCTURA DEL MERCADO

A partir precisamente del año 2015, se estableció una reforma en el mercado energético Chino, tratando
de integrar dentro del marco regulatorio la introducción de energías renovables que rápidamente
fueran reemplazando con ambiciosas metas para 2030 la huella de carbón producida, concentrando su
potencial en el eólico y el fotovoltaico. Para 2017, la capacidad acumulada instalada en China
correspondía a 169 y 77 GW para los sistemas eólicos y fotovoltaicos respectivamente.

1
Fuente: https://elpais.com/internacional/2016/02/26/actualidad/1456503291_708266.html
Crecimiento año a año por cuartos de Producción de Energía en China 2

Comparativas en la generación e inversión en energías limpias en China

2
Fuente: https://chinaenergyportal.org/en/2021-q3-electricity-other-energy-statistics/
5. Influencia China en el mercado renovable global

La influencia comercial de China sobre el planeta es innegable. La carrera mercantilista


que libra con Estados Unidos es de vieja data y su posicionamiento como fabricante y
proveedor de insumos a lo largo de la última década ha opacado a sus competidores
con cómodos márgenes. Pero pagando altos precios en cuanto a los factores y
consecuencias que contaminaron su medio ambiente.

Con esta excusa, China impulsó y redirigió sus esfuerzos energéticos hacia la
reducción y dependencia del Carbón y los combustibles fósiles bajo el comando del
Presidente Xi Jinping liderando bajo su premisa de la “Civilización Ecológica”. Esto ha
volcado a China, convirtiéndolo en uno de los principales productores y exportadores
de materiales para implementación de Energías Renovables: Tiene a 5 de los 6
principales manufactureros globales de Celdas fotovoltaicas, cinco de las empresas
mas grandes de Turbinas Eólicas y seis de los diez principales fabricantes de carros
comprometidos con la transformación eléctrica eliminando la dependencia de
hidrocarburos para su funcionamiento. Adicional a esto, es dominante en la producción
de Litio como si fuera poco.

Los países del globo han entendido que la integración hacia las ER es tanto una
necesidad como una inevitable metamorfosis de sus economías orientadas hacia la
protección del medio ambiente donde la huella de carbón ya no es una alternativa
viable. Y China lo supo, desde principios del año 2000 cuando su población ahogada
en polución y en sobreoferta energética clamaba un cambio. Tomando ventaja de ello y
favoreciendo aún más sus cadenas de producción, los chinos tomaron la delantera
tanto en implementación de ER’s como de venta y comercialización de los insumos
necesarios para todo aquel que la necesitase, haciendo dudoso el verdadero principio
altruista de que la República Popular declarase estar interesada en limpiar el
ecosistema, pero paradójicamente tornando en beneficio “colectivo” (estatal realmente)
su iniciativa. Nada los pudo impulsar adicionalmente más fuertemente, que una
administración Trump que negaba las razones reales del cambio climático firmando
innumerables pactos de exploración petrolera en áreas protegidas y contratando en
puestos directivos de sus agencias ambientales a negacionistas del calentamiento
global, para adormecer a su competidor principal por cuatro años y disparar la
producción de paneles solares, industria de la cual hoy en día encontramos a estos
productos como elementos de primera necesidad en los gobiernos ávidos de
transiciones energéticas.

Por tanto, China se ha convertido en el centro gravitacional del planeta como modelo
de implementación de ER’s. A pesar que es el primer consumidor global en importación
de Petróleo y Gas, y está extremadamente vulnerable a desabastecimientos globales y
variaciones violentas en los precios del barril, su iniciativa verde le juega en ventaja de
manera internacional donde otros países continúan viviendo en una atrófica negación
climática.
Sin embargo, como los objetivos sociopolíticos priman sobre el real bienestar de la
población, la carrera energética obligó a que las otras potencias globales comenzaron a
tocar el tema de reducción de emisiones de CO2 con mas ahínco en las dos últimas
décadas. Empecemos con el principal competidor de China: EEUU. En abril de 2021,
Joe Biden invitó a líderes de 40 países a una cumbre climática virtual. EEUU se
comprometió a disminuir hasta un 52% sus emisiones para 2030 y eliminarlas para
2050. Por su parte China, quien es responsable por la emisión de un tercio global de
estas emisiones se comprometió también a reducir hasta un 25% para 2030 y tener
una neutralidad de huella de carbón para 2060. Pero esta reunión no fue el inicio de
una serie de compromisos ambiciosos. Mucho antes, en 2015 en el Acuerdo de París,
donde los firmantes se comprometieron a mantener el calentamiento global muy por
debajo de los 2°C comparados con niveles preindustriales, la Unión Europea comenzó
a tomar parte activa de la implementación en sus mercados energéticos de alternativas
eólicas y fotovoltáicas. La siguiente gráfica nos puede mostrar un poco de la iniciativa
de inversión China que lo mantiene en el top de los inversionistas no solo en
producción a partir de recursos renovables sino de capacidad de almacenamiento:

Fuente: Bloomber NEF, 2021

Durante el primer mes de la administración Biden, se firmó un plan de inversión por 2


Trillones de dólares llamado el Clean Energy Plan, frenando las licencias de
exploración petrolera en tierras públicas dramáticamente, con el objetivo de doblar la
producción de energía eólica costa afuera para 2030.

Por supuesto estos planes no son del agrado para los países del Medio Oriente, Norte
de África y los demás miembros de la OPEP. Por ejemplo Rusia no ha hecho mayores
esfuerzos por la diversificación de su mercado energético, lo cual tiene fuertes
ramificaciones en sus países vecinos. Las potencias petroleras del planeta, por ejemplo
Shell, por otro lado, han declarado que esperan comenzar una declinación de
producción entre el 1 y 2% cada año hasta convertirse en cero-emisores de
hidrocarburos para 2050 y convertir a sus empresas en líderes del mercado en
energías verdes, lo que al día de hoy se visualizan como promesas vacías al acaparar
contratos de exploración alrededor del globo. Sin embargo como a todas las empresas
del planeta que las han afectado las nuevas tecnologías, de no adaptarse a ellas,
pueden tender a desaparecer y caer en el olvido. Los gobiernos firmantes del acuerdo
de París y muchos otros han iniciado políticas agresivas de incorporación a sus flotas
vehiculares, automotores por lo menos híbridos en una gran proporción brindando
incentivos fiscales para su compra, quitándole el otrora poder comercial y políticos que
tenían las petroleras (sobretodo en Estados Unidos donde largas sumas de dinero
entraban silenciosamente a las arcas de los representantes al congreso para defender
los intereses hidrocarburíferos de tan pequeño pero poderoso sector).

Como se ha visto desde el siglo pasado, poner de acuerdo a los miembros de la OPEP
ha significado una tarea titánica para defender sus própios intereses, donde los países
que poseen las mayores reservas se niegan a disminuir la producción para favorecer el
precio global del barril, clamando que sus reservas son tantas que ellos podrían seguir
operando a niveles tan bajos como de 18US/Barril, perjudicando amplios sectores y
quebrando las economías dependientes del petróleo y gas natural de países menos
favorecidos. Esto se puede convertir en un arma de doble filo, puesto que a la
inevitable entrada de Energías Renovables, la actitud de confrontación de las
petroleras puede convertirse en una sobreproducción y posterior caída definitiva del
precio del barril, tratando de favorecer el consumo automotriz y alcanzando picos de
contaminación nunca antes vistos, si los gobiernos no han implementado para
entonces políticas verdes que contrarresten el abusivo manejo económico que ha
dominado la economía geopolítica del planeta.

Para tratar de contrarrestar este efecto, la Unión Europea ha incluido rápidamente


dentro de sus políticas la entrada de energías verdes, teniendo en 2020 un consumo
energético cercano al 20% de su demanda proveniente efectivamente de fuentes
renovables. Una cifra para nada risible y claramente puede hacer entender la actitud
Francesa de liderar en la UE su política de cero emisiones para 2050, tomando ventaja
de la cadena abaratada de suministros Chinos para tal fin, donde se convierte en una
oportunidad de ganancia para ambas partes. Aparte de la diversificación energética
mediante las ER’s en la UE, su política energética se ha orientado hacia la
interconexión de redes eléctricas entre los países miembros para optimizar la eficiencia
energética y un ambicioso plan de inversión para financiar la investigación y desarrollo
de nuevas alternativas energéticas, entre ellas, una muy llamativa tratando de
demostrar la eficiencia en el uso de combustibles fósiles: la captura de carbón de las
emisiones de estas fuentes y manejo de residuos nucleares efectivos.

Sin embargo, no es el resultado de la investigación el enunciado que se va a postular a


continuación; es el resultado de un análisis social y económico que ayuda a deducir
cual es una de las principales influencias chinas para la necesaria implementación de
uso de recursos renovables en el resto del planeta y que los demás países han tenido
oportunidad de apreciar de primera mano. La sobreindustrialización en el cinturón de
producción Chino ha ahogado a sus habitantes y ecosistema en una nube de smog que
los ha logrado aislar a sus residencias en tantas oportunidades que ya el planeta perdió
la cuenta. Si se dispone de manera desechable a una población sin tener en cuenta la
premisa de la salud pública, ¿cómo se va a tener un aparato productivo sin mano de
obra o población consumidora? …

A qué se ha comprometido China?

Aunque China ha firmado diferentes compromisos de reducción de su huella de carbón, la realidad dicta
una conducta muy diferente. En febrero de 2022 china tuvo que atrasar su meta de reducción de su
flota de empresas de generación de electricidad a partir de Carbón, debido a la escasez de dicho mineral
el año inmediatamente anterior, lo que supuso un reversazo en su política ambiental favoreciendo a
esta industria y ordenando acelerar en la mayor medida posible la extracción e industrialización de este
mineral, ordenando la creación de varias plantas con una vida útil mínima de 40 años. Todo esto “para
asegurar que las metas chinas se cumplan”. Por otro lado, las inversiones chinas en proyectos
internacionales de hidrocarburos se triplicaron hasta 10.9K MMUSD lo que supone que la política verde
de China solo está quedando sobre el papel.

Por otro lado3 el precio del polisilicón, fundamental para la manufactura de páneles fotovoltáicos, por
efectos de la pandemia y la escasez de minerales en el planeta, se incrementó en 174% en diciembre de
2011. Esto hace que las metas que se había trazado China en la Conferencia climática COP26 de
Glasgow, en noviembre, correspondientes a triplicar su flota de generación solar y eólica se vea en el
momento muy difícil de alcanzar.

En Septiembre de 2020, el Presidente Xi Jiping ante la 75a Asamblea General de la ONU el 22 de


septiembre, se comprometió formalmente a reducir sus emisiones de gases contaminantes en el 2030, y
a tener una industria cero-dependiente del mismo para 2060, luego de que reuniones entre la Unión
Europea y China ejercieran presión sobre ésta última para establecer un objetivo de neutralidad
climática. Luego de que el compromiso de china quedó en firme en la ONU, la UE procedió también a
comprometerse a hacer una reducción significativa para 2030.

Por último, el Acuerdo de París, donde los países asistentes se comprometieron a mantener la meta de
calentamiento global por debajo de 1.5°C (cuya cifra es avalada por la comunidad científica revelando
que habrán cambios inexorables e irreversibles en nuestro ecosistema de exceder dicho valor) fue uno
de los importantes pasos donde China se abrió a la participación y compromisos en foros exteriores para
mejorar su política medioambiental. Sin embargo la realidad interna llega a ser otra en un país
netamente dependiente del consumo de carbón, según lo relata el siguiente artículo: las demandas
públicas por problemas ambientales, que llegaron a un récord de 600.000 en el 2006, que incluyen 161

3
https://www.eltiempo.com/vida/medio-ambiente/china-da-marcha-atras-con-promesas-climaticas-ante-
desaceleracion-economica-655094
accidentes clasificados como “serios”. Esto puede tener su raíz en el hecho que con la firma del Protocolo
de Kyoto, se les permite a los ciudadanos demandar la contaminación ambiental. En una fuente oficial se
habla de un aumento del 30% de las demandas en años recientes, señalando que los problemas de
polución han minado en algunas áreas la estabilidad social. Aquí es necesario anotar que “una
información sobre una catástrofe natural, que aún no ha sido dada de alta oficialmente para la
publicación por parte del gobierno, automáticamente es considerada como secreta” 4, lo que indica que
los compromisos ambientales versus la salud pública es un tema en retroceso donde está primando la
política estatal sobre el encubrimiento de información de interés colectivo.

4
Políticas ambientales, crecimiento económico y sus impactos ambientales en China. Sandra salamanca, Profesora
de la Facultad de Finanzas, Gobierno y Relaciones Internacionales de la Universidad Externado de Colombia

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