Gracias al Ciclo Otto se inventó el motor de combustión interna, sería aplicado a la
aeronáutica de finales del siglo XIX. Generalmente los motores que se emplean en la aviación son SI pero en esta configuración surgia el problema de refrigerar los últimos cilindros por lo cual generalmente el sistema de refrigeración es por liquido. El motor en línea permite que el avión pueda ser diseñado con un área frontal reducida que ofrece menor resistencia aerodinámica, pero tiene desventajas como que ofrece una escasa relación potencia a peso, debido a que el cárter y el cigüeñal son largos y por tanto más pesados. Por este motivo fue reemplazado por motores en V ya que ofrecen mayor potencia por lo cual hoy en dia es muy raro encontrar motores de este tipo en aeronaves. Este tipo de motores eran habituales en los primeros aviones como el Wright Flyer, (la primera aeronave en realizar un vuelo controlado con motor). En aviación, el término "motor en línea" se usa en un sentido más amplio para referirse a cualquier motor no radial. Algunos motores en línea, en sentido estricto, se han producido para aviones. Renault produjo un motor en línea de 6 cilindros refrigerado por aire que se usó en el Stampe. Un diseño similar fue la serie de Havilland Gipsy usada en el Tiger Moth y otros aviones. Las ventajas incluyen mejoras en la visibilidad del piloto en aviones de un sólo motor y un centro de gravedad .