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COMENTARIO CRÍTICO DEL TEXTO “LA MUD Y EL ESTADO LAICO” DE

GISELA KOZAK ROVERO 

En su artículo “La MUD y el Estado laico” (2016), Gisela Kozak Rovero expone
como tema específico el deber del Estado de prescindir del apoyo de la religión y
su relación con los partidos políticos venezolanos. Para esto, la autora elabora un
texto argumentativo, en el cual defiende su opinión para convencer al lector de su
posición al respecto. Kozak Rovero establece que el Estado laico supone que los
políticos no hacen gala de sus creencias ni toman partido, esto es, porque al
existir diversidad de creencias culturales, el Estado debe mediar entre todas, de tal
manera que se inhibe de apoyar alguna religión específica. Además, la escritora
indica que este deber no tiene relación con las creencias de los gobernantes.

Contrario a lo establecido por Kozak, opuesto al Estado laico se encuentra


el Estado confesional, el cual asocia una religión oficial que sí debe compartir en la
nación. Esto es, que a diferencia del Estado laico no existe la separación entre la
religión y el Estado. Países como Grecia, Pakistán, Islandia, Dinamarca,
adoptaron religiones oficiales como el cristianismo, el catolicismo o el islam.
Mayormente se establece un Estado confesional mediante consenso de la
ciudadanía, en el caso de Costa Rica se adoptó la religión católica como oficial
siendo ésta parte de la historia tradicional del país. En el artículo 75 de la
Constitución Política se establece que la religión católica es la del Estado, el cual
contribuye a su mantenimiento, sin impedir el libre ejercicio de otras religiones. De
esta manera, puede existir un Estado que adopte una religión oficial, garantizando
el libre ejercicio de otras religiones como derecho fundamental. En algunos casos,
que un Estado reconozca una religión oficial y sus partidos políticos la compartan,
no significa que otras religiones no se permitan, tal aceptación es parte de la
tolerancia religiosa que puede tener un país. Así, se logra que no sólo exista un
Estado laico que pueda prohibir participaciones políticas de diversos cleros.
Además, existe el beneficio del aprovechamiento turístico gracias a los muchos
peregrinos que visiten un Estado Confesional, como sucede con Inglaterra, Ciudad
del Vaticano, o Malta.

Si bien el lenguaje utilizado por el autor es persuasivo, permite establecer


relaciones de causa y efecto para denotar consecuencias de la adopción de
religiones dentro de los partidos políticos y así convencer al lector de sus
argumentos. Asimismo, Gisela Kozak emplea diversas estrategias de justificación
para demostrar su crítica, tales como la explicación, el razonamiento lógico, la
ejemplificación y las referencias culturales. Ciertamente, las religiones
tradicionales en Venezuela no alcanzan a desempeñar una alta influencia política,
y el Estado no fomenta ninguna.

Por lo anterior, la representación religiosa a través de partidos políticos


venezolanos, no va en contra de la noción de Estado laico, inclusive si Venezuela
fuese un Estado confesional con tolerancia religiosa. Tradicionalmente en el país
se ha demostrado una relación estrecha entre la religión y la política , por lo que la
ciudadanía puede ver la confiscación religiosa como una atribución de buenos
valores y practica de la fe.

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