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Perspectiva
Su perspectiva descansa en la racionalidad en el uso de los recursos, la productividad
total por encima de la de un rubro específico, la seguridad en alimentos para las
crianzas y la búsqueda del uso eficiente de la energía que fluye al sistema. Se
sustentan en los flujos de intercambio y las fortalezas de las interacciones que se
establecen entre sus com-ponentes, en el conocimiento acumulado y ancestral
vinculados e incorporando los nuevos conocimientos, aportados por la ciencia actual,
que favorecen las condiciones para un ambiente apropiado para la vida en la tierra.
Estos procesos deben guiarse por los agri-cultores (figura 1) con la correspondiente
influencia familiar y social del entorno específico. (Espinosa, 1971 y Toledo, 1993)
En la percepción de estos modelos, los residuos y rastrojos de la producción vegetal de
las áreas cultivadas, los pastizales y los barbechos así como el estiércol, la energía y
actividad de los animales, tienen un elevado valor como insumos en los procesos
productivos y en el balance de la economía total del sistema, realizado finalmente a
través de las cosechas y productos de los animales. Acorde con esta perspectiva a los
agricultores les interesa no sólo obtener el máximo rendimiento en cosecha vegetal
como son granos, raíces, tu-bérculos frutas, etc., sino también cuánto residuo o
rastrojo pueda convertir en alimento para la crianza y cuánto estiércol tendrá
disponible para mejorar la fertilidad del terreno para las próximas cosechas.
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Figura 1. Diagrama conceptual. Flujos e interacciones que sustentan los modelos de cultivo y
crianza dentro de una misma empresa agraria.
Por tanto, en cada agroecosistema tendrán que diseñarse y ejecutarse las prácticas
según estas condiciones y no por una regla universal. También, en el óptimo de
funcionamiento están presentes las metas, aspiraciones, cultura y conocimientos de
los agricultores, gru-pos familiares y su entorno social. Por lo general, las prácticas y
alternativas se relacionan con:
1. Fomentar, mantener y manejar la diversidad de la comunidad vegetal, mediante:
• La asociación de gramíneas y leguminosas como componentes fundamentales de
los ecosistemas de pastizales y cultivos para forrajes.
• El intercalamiento, en áreas de pastizales, plantas de rápido crecimiento en el
inicio y durante las épocas donde se puede alcanzar la máxima capacidad de
fotosíntesis.- Por ejemplo, para las condiciones climáticas de Cuba, entre los
meses de mayo y octubre donde ocurre el 80% de las precipitaciones, la
temperatura es más alta y hay mayor duración de la luz.
• El fomento, mantenimiento y manejo de la arborización en los diseños de campo
para cultivos, pastizales y forrajes, donde se aprovechen los espacios no
cultivables y se propicie la captación de energía y luz a diferentes alturas
(CLADES, 1993; Muñoz y Alfonso, 1995; Altieri, 1997; Pérez y Codice, 2000).
2. Equilibrar y estabilizar la disponibilidad de alimentos en el agroecosistema con
accio-nes tales como:
• Selección de cultivos apropiados para las épocas donde escasean las
precipitaciones y utilizar racionalmente el agua disponible en sistemas de
cultivos intensivos en es-pacios reducidos.
• Compensación de la época de bajos rendimientos con productos acumulados como
reservas; por ejemplo, fibras, azúcar, almidones, proteínas, grasas (Tabla 2).
• Aprovechamiento óptimo de los alimentos en la época de máxima potencialidad
de fotosíntesis para estimular el crecimiento de animales herbívoros jóvenes,
finalización en el engorde, y máxima productividad de las curvas de lactancia
3. Mantener e incrementar la fertilidad de los suelos con un uso óptimo de las tierras
disponibles practicando:
• Rotaciones de áreas, debidamente lotificadas, con pastos y cultivos de ciclo
corto, alternando leguminosas y otras especies.
• Intercalamiento de cultivos compatibles en el mismo espacio.
• Producción de fitomasa no comprometida con la alimentación de los herbívoros,
ni con la comercialización y destinada sólo a mantener y proteger el
agroecosistema. Por ejemplo: producción arbórea, abonos verdes y cultivos de
cobertura, dejando parte de los rastrojos de las cosechas en el terreno, etc.
• Realización del pastoreo en forma rotacional en pastos perennes, pastorear sobre
los rastrojos en lugar de recogerlos y ofrecerlos a los animales fuera del campo
de cultivo. Realizar pastoreo controlado sobre cultivos de cobertura y abonos
verdes.
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4. Aumentar la cantidad de productos útiles para los humanos y la cantidad de
trabajo por cada unidad de energía retenida en el agroecosistema:
• Organización de cadenas de uso de los alimentos y los residuos, reciclando
materia-les. Por ejemplo, a partir del total de energía retenida en el cultivo de
granos, obtener cosecha de uso directo en humanos y productos de la crianza
animal (figura 3).
5. Reducir la tasa respiratoria de los organismos del agroecosistema mediante
prácticas que garanticen ambientes de bienestar y reduzcan el estrés, tales como:
• Suministro de sombra natural con árboles a los agroecosistemas de pastizales.
• Reducción o eliminación el movimiento de animales en horarios con altas
tempera-turas.
• Suministro de sombra, natural o artificial, a las hortalizas y plantas con requeri-
mientos moderados de radiación solar y temperatura.
• Oferta de abrigo a animales pequeños (gazapos, cerdítos, polluelos, etc.) en las
pri-meras semanas de nacidos.
• Garantizar el espacio vital apropiado para cada especie y categoría animal y su-
ficiente cantidad y calidad de alimentos y agua. Reduzca la competencia.
• Practica de un manejo amistoso de los animales, sin golpeaduras, atropellos ni
pro-vocación del miedo.
Tabla 3. Algunos indicadores para utilizar la fitomasa producida en los agroecosistemas con
crianza de herbívoros.
Escala y diseño
Los modelos de uso de tierras de manera diversificada e incluyendo cultivos y crianzas
pueden conducirse a diferentes escalas y con diseños muy variados de acuerdo con
múl-tiples factores como son:
• La tenencia de tierras
• Características físico-geográficas del terreno
• Los recursos naturales disponibles
• Los recursos financieros y de producción
• Las metas y aspiraciones de los agricultores
• La localidad y el entorno sociocultural
Sus diseños se fundamentan en la organización espacial y temporal de sus
componentes, (Venegas y Siau, 1994) de manera que se potencien los flujos e
interacciones favorables para cumplir los principios y fundamentos discutidos. Todo
diseño de agroecosistema incluye:
• Delimitación precisa de los límites externos o linderos.
• Parcelación interna rigurosa con límites firmes entre lotes o campos.
• Comunidad de plantas con composición botánica diversificada y flexible.
• Espacio para manejo y control de los animales en cría.
• Área e instalaciones sociales y para manejo de productos.
Es aconsejable lograr en el diseño organizar los espacios agrícolas siguientes (Muñoz,
1997):
• Cultivos de ciclo corto y anuales
• Pastizales perennes
• Áreas de forrajes perennes
• Cultivos perennes y/o reserva forestal
Cada espacio requiere de atributos que le confieren fortalezas y créditos de sostén-
bilidad; entre ellos son importantes:
Cada día se hace más evidente la necesidad de un uso intensivo, pero racional de la
tierra y demás recursos naturales para procurar satisfacer las demandas humanas y
disfrutar de una alta calidad de vida producto de un desarrollo armónico y sostenible.
La práctica de administrar empresas agropecuarias integrando cultivos de ciclo corto,
anuales y perennes con las crianzas presenta una perspectiva favorable, por cuanto,
reduce los niveles de dependencia, aumenta la capacidad real de reciclado de
nutrientes a bajo costo energético y reduce el potencial contaminante por quemas de
rastrojos, acumulación de residuales de los animales, reducción de las necesidades de
uso de medios químicos sintéticos para controlar plantas que compiten con los
cultivos, insectos y organismos potenciales plagas y enfermedades tanto para plantas
como para animales.
Algunas alternativas tecnológicas, proceso y productos de la ciencia más actuales
incorporados e insertados a la conversión agroecológica de los sistemas agropecuarios en
Cuba
• Cría artificial inserción y potenciación de organismos para uso como biorreguladores en el
manejo agroecológico de cultivos y crianzas.
• Nuevos clones de plantas de cultivos resistentes a condiciones edafoclimáticas adversas, a
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plagas o enfermedades obtenidos por técnicas biotecnológicas, de propagación in vitro,
injertos entre otras técnicas científicas actuales.
• Producción de organismos simbióticos fijadores de nitrógeno, micorrizas y otros que
potencian la capacidad productiva de los agroecostemas.
• Nuevas razas de animales y mejora genética de poblaciones en las condiciones
agroecológicas tropicales que permiten incrementar el potencial productivo de los sistemas
con crianzas.
• Familia de aperos de labranza mínima y vertical incorporada a los sistemas de manejo
agroecológico de los suelos.
Referencias
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