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República Bolivariana de Venezuela

Universidad Nacional Experimental de Guayana

Coordinación General de Pregrado

Proyecto de Carrera: Ciencias Fiscales

Asignatura: Auditoria Fiscal I

NORMAS RELATIVAS A LA EVIDENCIA DE AUDITORIA

Profesor: Autores:

Jose Mayorga Franderson Salazar C.I 26.359.843

Brian Rendon C.I 27.158.773

Leonardo Martinez C.I 26.362.199


Normas relativas a la evidencia de la auditoria.

Evidencia de Auditoría.

La norma internacional de Auditoría 501 expone las consideraciones


específicas del auditor para obtener suficiente y apropiada evidencia de auditoría
relacionada a los inventarios, litigios y reclamaciones, e in formación por
segmentos, de acuerdo con las normas internacionales de auditoría 330, 500 y
demás que sean relevantes

Esta norma de auditoría, es sin duda una de las más importantes


relacionadas con el proceso auditor y relativa a trabajo de campo, como quiera
que proporciona los elementos necesarios para que el ejercicio de Auditoría sea
confiable, consistente, material, productivo y generador de valor agregado a la
organización objeto de auditoría, traducido en acciones de mejoramiento y
garantía para la empresa y la comunidad.

La evidencia de auditoría incluye tanto la información contenida en los


registros contables de los que se obtienen los estados financieros, como otra
información.

Es importante recordar que el resultado de un proceso auditor, conlleva a


asumir una serie de responsabilidades que por si solo posiciona o debilita la
imagen de la organización frente a los resultados obtenidos, y son la calidad y
suficiencia de la evidencia la que soporta el actuar igualmente responsable del
grupo auditor.

Para que ésta información sea valiosa, se requiere que la evidencia sea
competente, es decir con calidad en relación a su relevancia y confiabilidad y
suficiente en términos de cantidad, al tener en cuenta los factores como:
posibilidad de información errónea, importancia y costo de la evidencia.

Procedimientos para la obtención de evidencias de la auditoria.


 Inspección:

La inspección física es un método apropiado para la consecución de


objetivos como el de existencia de ciertos elementos de activo. Sólo las partidas
que representan elementos tangibles pueden ser susceptibles de inspección física
como, por ejemplo, los inmovilizados materiales, las existencias y el dinero en
metálico. Sin embargo, para las inversiones financieras y los inmovilizados
inmateriales, la inspección que se puede realizar es documental.

La inspección física puede suministrar evidencia relativamente adecuada


sobre algunos aspectos valorativos de dichos elementos como es la posible
recuperación de su coste. Por ejemplo, si al observar la toma de inventario de
existencias, determinadas partidas presentan una capa de polvo considerable,
habría que plantearse si dichas partidas presentan problemas para colocarlas en
el mercado y, de esta manera, recuperar su valor.

Por su parte, la inspección documental permite obtener evidencia no sólo


respecto a los activos, sino también sobre los pasivos y las transacciones.

La inspección documental puede ser realizada de dos formas diferentes.


Por un lado, puede partir de los documentos fuente y contrastar los registros
contables, conociéndose esta técnica como rastreo, mientras que por otro, si la
muestra se extrae de los registros contables y se busca el documento que justifica
una determinada partida, la prueba entonces se denomina comprobación.

 Observación:

El auditor deberá reflejar en los papeles de trabajo su realización. Se trata


de un método apropiado para la realización de pruebas sobre el funcionamiento de
los controles internos, así como para tutelar la ejecución de determinadas pruebas
sustantivas de detalle en las que se utiliza al personal de la empresa como
colaborador. Por ejemplo: la observación en la toma de un inventario y la revisión
de un sistema de control.
El primero es un procedimiento que debe realizar la empresa para poder
regularizar sus existencias. Por otra parte, la observación del segundo ofrece
evidencia sobre la validez del mismo y, en consecuencia, del saldo al que afecta.
Sin embargo, a pesar de ser una evidencia muy fiable, no garantiza la correcta
aplicación de un control en todo el período auditado.

La observación del proceso de toma de inventarios de existencias es un


procedimiento habitual, dado que la empresa debe conocer el inventario de
existencias al cierre del ejercicio. El auditor observa la correcta ejecución de dicho
proceso de toma de inventarios, además de ejecutar algunas inspecciones sobre
el mismo como evidencia adicional.

La observación reúne las siguientes limitaciones:

 Sólo resulta operativa en procesos que requieren un espacio corto de


tiempo para su realización.
 No existe la posibilidad de comprobar posteriormente la correcta ejecución
del mismo. Por su parte, la observación de un control permite comprobar si
los procedimientos que la empresa tiene en funcionamiento son operativos.
Para controles como la segregación de funciones o la salvaguarda de
registros y activos, resulta especialmente apropiada, ya que no existe otra
forma de obtener evidencia sobre su implantación.

La observación presenta las siguientes debilidades:

 Que el auditor no entienda lo que está observando.

 La posibilidad de que el hecho de observar altere la ejecución del proceso,


efecto que se denomina contaminación del observador.

La observación y la inspección son dos métodos muy parecidos en cuanto a su


contenido. En ambos se emplea el sentido de la vista para obtener la evidencia,
sin embargo, en el primero, el proceso se está ejecutando en ese momento,
mientras que dicha inmediatez no se encuentra presente en el segundo.
La evidencia escrita presenta la ventaja de poder ser revisada, debido a que el
soporte se mantiene estable a lo largo del tiempo, circunstancia ausente en la
visual y oral. La evidencia visual requiere una toma de contacto directa por parte
del auditor, mientras que en la escrita el auditor no toma contacto directo con la
partida o la transacción a auditar, sino que conoce la realidad a través de la
versión escrita de un tercero.

 Preguntas.

El auditor puede obtener evidencia preguntando al personal de la empresa


o a otro ajeno a la misma que tenga los conocimientos necesarios para resolver
determinadas circunstancias. Las preguntas y respuestas pueden ser orales o
escritas. La diferencia entre este procedimiento y la confirmación es que el
segundo comprende preguntas sobre el contenido de alguna o todas las rúbricas
contenidas en las cuentas anuales, mientras que las preguntas no se dirigen a
validar una rúbrica en concreto, sino las circunstancias que la rodean.

 Confirmación.

La confirmación consiste en la corroboración de una afirmación contenida


en los registros contables.

La confirmación puede ser oral o escrita, puede obtenerse dentro o fuera de


la empresa. Es preferible la escrita a la oral. Es más, casi siempre se realiza por
escrito dado que al ser evidencia directa sobre las afirmaciones contables
recogidas en las cuentas anuales, puede llegar a ser única fuente de evidencia
sobre alguna de dichas afirmaciones.

La confirmación puede obtenerse dentro o fuera de la empresa, por


ejemplo, la carta de manifestaciones de la Dirección es la comunicación escrita
desde la empresa. Esta declaración de la Dirección de la empresa, no constituye
evidencia adecuada y suficiente sobre la imagen fiel de las cuentas anuales.

 Cálculos.
Esta técnica pretende aportar evidencia sobre la correcta cuantificación de
las transacciones registradas por la empresa, así como del correcto pase de
información entre registros y de éstos a las cuentas anuales. Supone una
reejecución de los procesos contables, pudiendo ser empleada esta técnica con
fines sustantivos, como, por ejemplo, el cálculo de la dotación a la amortización
anual del inmovilizado, o como prueba de cumplimiento, aportando evidencia
sobre la correcta supervisión de las operaciones.

 Técnicas de examen analítico.

Las técnicas de revisión analítica utilizan evidencia elaborada por el propio


auditor, a partir de los datos que suministran las cuentas anuales, así como
cualquier otra información no económica pero que está relacionada con las
magnitudes incluidas en los estados financieros.

Los cálculos también emplean evidencia elaborada por el auditor aunque


suponen la reejecución de un proceso, que previamente ha tenido que desarrollar
la empresa.

 Especialistas y colaboradores.

El equipo de auditoría es un factor importante en la captación de la


evidencia. La estructura es triangular, situándose en la base el personal
recientemente incorporado al equipo y en la parte superior los más
experimentados. Las tareas más rutinarias y definidas, normalmente la ejecución
de ciertas pruebas, son asignadas a los miembros con menor experiencia,
mientras que los niveles superiores se encargan de las cuestiones menos
formalizadas, en las que su experiencia y conocimientos específicos desempeñan
un papel crucial.

El auditor suele confiar parte de la captación del trabajo a personal ajeno a


su propia organización. En concreto, puede trabajar con el propio personal del
cliente o puede recurrir al empleo de especialistas en materias que se escapan a
su conocimiento.
Programa de Auditoria.

Un programa de auditoría, también llamado plan de auditoría, es un plan de


acción que documenta qué procedimientos seguirá un auditor para validar que una
organización cumple con las regulaciones de cumplimiento.

El objetivo de un programa de auditoría es crear un marco que sea lo


suficientemente detallado como para que cualquier auditor externo entienda qué
exámenes oficiales se han completado, a qué conclusiones se ha llegado y cuál es
el razonamiento detrás de cada conclusión. El marco debe explicar los objetivos
de la auditoría, su alcance y su línea de tiempo. El programa de auditoría también
debe describir cómo los documentos de trabajo (la evidencia documentada de la
auditoría) serán recopilados, revisados e informados.

Normas relativas de la elaboración del informe.

Las actuaciones de los órganos de control externo darán lugar a informes


por escrito, que presenten la información de acuerdo con los requisitos de
claridad, concisión, objetividad, ponderación y adecuado fundamento o soporte.

Forma escrita.

Los informes representan la declaración escrita de cuanto considera


necesario manifestar el órgano auditor como consecuencia de sus actuaciones y
delimitan su responsabilidad sobre el trabajo efectuado.

Claridad y uniformidad en el lenguaje.

Los informes deberán estar escritos en un lenguaje claro y fácil de


entender, evitando el empleo de términos sofisticados y procurando mantener, en
la medida de lo posible, la uniformidad.
Concisión.

Los informes deberán mostrar la información relevante de forma que sea


fácilmente destacable dentro del conjunto del informe, y no quede subsumida
entre comentarios y datos no relevantes.

Objetividad.

En todo informe se deberán presentar los hechos de forma objetiva, incluyendo los
aspectos comprobados con exactitud y las conclusiones alcanzadas de manera
convincente, evitando vaguedades o ambigüedades, recogiendo todas las
cuestiones con independencia e imparcialidad. Se incluirá la suficiente información
sobre los asuntos tratados para que el usuario pueda efectuar una interpretación
adecuada de los mismos. Las cuestiones de importancia deberán mencionarse
separadamente, y aparte de la opinión, en tanto en cuanto no constituyan
salvedades o excepciones.

Ponderación.

Los informes deberán redactarse con ponderación, resaltando las mejoras y


evitando la insistencia en la crítica del pasado. Deberán indicarse asimismo, en su
caso, las dificultades en las que han desarrollado su actividad los responsables de
la gestión de la entidad auditada. Se evitará, en todos los casos, el empleo de un
lenguaje agrio, así como la adopción de posturas de incomprensión o
intransigencia.

Adecuado fundamento o soporte.

Solamente se incluirá la información sobre aspectos y conclusiones que esté


debidamente soportada por evidencia suficiente, pertinente y válida. Esta
evidencia deberá aparecer claramente recogida en los papeles de trabajos sobre
los que todo informe deberá estar soportado. Se considerada conveniente indicar
en el propio informe la magnitud de las muestras utilizadas y los criterios de
selección de las mismas.

Adecuada preparación.

Los informes deberán prepararse, como regla general, de conformidad con las
normas de auditoría generalmente aceptadas, adaptadas a la realidad del sector
público y al contenido de las presentes normas. Asimismo, será conveniente
recabar de los responsables de las entidades auditadas manifestaciones por
escrito relativas a aspectos significativos del trabajo de auditoría realizado.

 Conformidad con las normas de auditoría generalmente aceptadas

Como regla general, los informes deberán prepararse aplicando de manera


uniforme las normas de auditoría, por lo que deberán adaptarse y poner énfasis en
aquellas cuestiones de mayor interés o relevancia en este sector.

 Adaptación a la realidad del sector público

En la aplicación delas normas y procedimientos de auditoría relativos a los


informes se tendrán en cuenta las características y peculiaridades del sector
público auditado, por lo que deberán adaptarse y poner énfasis en aquellas
cuestiones de mayor interés o relevancia en este sector.

 Adaptación al contenido de las presentes normas

En cualquier caso, las presentes normas se aplicarán con preferencia a


cualesquiera otras, siempre con un criterio de flexibilidad.
 Manifestaciones por escrito del ente auditado

Con objeto de complementar la evidencia obtenida, será conveniente recabar


de los responsables de las entidades auditadas manifestaciones por escrito
relativas a aspectos relevantes del trabajo de auditoría realizado. Estas
manifestaciones tienen por finalidad clarificar las responsabilidades del auditor y
del auditado sobre el alcance del trabajo e información contenido en el informe,
confirmar explicaciones obtenidas verbalmente, y poner de manifiesto la
existencia, en su caso, de circunstancias significativas. Estas manifestaciones por
escrito deberán ir firmadas por los responsables de las cuentas y de los hechos
objeto de fiscalización y llevarán la fecha de la determinación del trabajo de
auditoría.

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