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FUNCIONES CONSUMO Y AHORRO KEYNESIANAS

Conocido también como el modelo del multiplicador se centra en el estudio de


variables económicas de muy corto plazo como punto de partida cuando dicho
modelo es estricto. Aísla y enfoca a las fuerzas que operan en una cima del ciclo
económico cuando la expansión termina y la recesión empieza y en un valle,
cuando la recesión se convierte en expansión.

Este modelo es considerado una teoría económica enunciada en el siglo XX por el


economista británico John Maynard Keynes en su afán por entender las crisis
financieras, por medio del estudio de problemas agregados, demanda, oferta
depreciación monetaria, producto interno bruto y otros factores influyentes en la
economía a un nivel macroeconómico.

Para el análisis de este modelo es necesario tres factores claves la renta


disponible, el consumo y el ahorro. La renta está relacionada directamente con el
ingreso y por lo tanto con la inversión, la cual es financiada a través del ahorro. El
consumo viene relacionado a la oferta la cual va dirigida a las familias, gobiernos y
el mundo en general.

Las familias deben decidir cómo asignar su ingreso disponible, De los muchos

factores que influyen sobre el gasto de consumo y el ahorro de una familia, los
más importantes son:

 La tasa de interés real: cuanto menor es la tasa de interés real, menor es el


monto de ahorro y mayor es el monto de consumo
 El ingreso disponible: cuanto mayor es el ingreso disponible de la familia,
mayor es el ahorro.
 La riqueza: equivale a sus activos (lo que posee) menos sus deudas (lo que
debe). El poder adquisitivo de la riqueza de una familia es el valor real de ésta,
es decir, la cantidad de bienes y servicios que la familia puede comprar con su
riqueza. Cuanto mayor sea la riqueza real de una familia, menor es su ahorro
 El ingreso futuro esperado: cuanto menor es el ingreso futuro esperado de una
familia, mayor es su ahorro. Es decir, si dos familias tienen el mismo ingreso
disponible en el año en curso, la familia con el mayor ingreso futuro esperado
gastará una porción mayor de su ingreso disponible corriente en bienes y
servicios y, por lo tanto, ahorrará menos.

El ingreso disponible de las familias sólo puede ser consumido o ahorrado, así que
el consumo planeado más el ahorro planeado siempre es igual al ingreso
disponible. La relación entre gasto de consumo e ingreso disponible, mientras
otros factores permanecen iguales, se llama función consumo. La relación entre
ahorro e ingreso disponible, mientras otros elementos permanecen iguales, se
llama función ahorro.

El concepto de la función de consumo fue introducido por Keynes y se basa en la


hipótesis de que existe una relación empírica estable entre el consumo y la renta.
En cualquier punto de la recta de 45 o, el consumo es exactamente igual a la renta
y la familia media no ahorra. Cuando la función de consumo está por encima de la
recta de 45° la familia tiene un ahorro positivo, mientras que si está por debajo la
familia desahorra. La cantidad de ahorro o desahorro se mide por la distancia
vertical entre la función de consumo y la recta de 45 o.

La función de consumo, al indicar el nivel de consumo para cada posible nivel de


renta, muestra también y de forma simultánea el nivel de ahorro. Los valores de
ahorro correspondientes a los distintos niveles de renta se calculan teniendo en
cuenta que la suma del consumo y el ahorro es igual a la renta. Renta: Consumo +
Ahorro, A partir de esta ecuación, despejando el ahorro, tendremos que: Ahorro =
Renta — Consumo

Entonces La función de ahorro al mostrar la relación entre el nivel de ahorro y la


renta y es la otra cara de la moneda de la función de consumo.

Las pendientes de la función consumo y de la función ahorro son las propensiones


marginales a consumir y a ahorrar, las cuales son utilizadas para analizar los
patrones de comportamiento de las familias representativas en términos de
consumo y renta, las cuales podemos definir de la manera siguiente:
La propensión marginal a consumir (PMC) es la fracción del cambio del ingreso
disponible que se consume. Se calcula como el cambio del gasto de consumo
dividido entre el cambio del ingreso disponible que lo ocasionó.

∆C
Es decir, PMC=
∆ YD

propensión media a consumir (PMeC) definida para cada nivel determinado de la


renta como la relación entre el consumo total y la renta total.

Una de las hipótesis keynesianas básicas sostiene que un aumento en la renta


genera un aumento con el consumo menor, esto es, que la PMC es siempre
positiva y menor que la unidad (0<PMC<1).

La propensión marginal a ahorrar (PMS) es la fracción del cambio del ingreso


disponible que se ahorra. Se calcula como el cambio del ahorro dividido entre el
cambio del ingreso disponible que lo ocasionó

∆S
Es decir, PMC=
∆ YD

La propensión media al ahorro (PMeS) se define como el resultado de dividir al


ahorro total por la renta total, para un nivel de renta cualquiera.

Para estudiar el comportamiento del consumo a un nivel agregado para todo un


país La evolución del consumo agregado o nacional es importante para
comprender tanto las fluctuaciones de la actividad económica a corto plazo como
el crecimiento a largo plazo., el consumo es cuantitativamente el componente más
importante del gasto agregado. Por ello, cualquier alteración brusca de los niveles
de consumo incidirá en la producción y en el empleo, a través de su incidencia en
la demanda agregada.

En un enfoque típicamente keynesiano, nos centramos en el corto plazo, el


comportamiento del consumo y del ahorro es clave para comprender los ciclos
económicos y el crecimiento económico. Los datos muestran la existencia de una
relación estrecha entre el consumo y la renta personal disponible o más
concretamente que el nivel de renta disponible, el cual es el factor más importante
para determinar el consumo de un país.

EL modelo multiplicador ofrece una justificación de por qué en una economía las
perturbaciones que afectan a la inversión, a las exportaciones netas y a la política
de impuestos y de gasto público pueden influir en la producción y en el empleo.
Los supuestos básicos del modelo del multiplicador son que los precios y los
salarios son fijos y que hay recursos desempleados. Así mismo se elimina la
política monetaria y se supone que los mercados financieros no reaccionan a los
cambios de la economía, ya que estamos en el corto plazo.

La política fiscal está integrada por los impuestos y los gastos del Estado. De
hecho, el denominado enfoque keynesiano de la política macroeconómica se
suele asociar con la utilización activa de la intervención del Estado para tratar de
moderar las fluctuaciones cíclicas. En términos del modelo que venimos
considerando esto supone introducir dos nuevas variables: el gasto público (G) y
los impuestos (T)

determinación de la producción y del empleo. Si aumenta el gasto público G, la


producción aumenta en la cantidad en que aumenta G multiplicada por el
multiplicador del gasto.

Las decisiones del Gobierno en materia de gasto público e impuestos se plasman


en el presupuesto del sector público que refleja los bienes y servicios que el
Estado comprará durante el ejercicio en cuestión, las transferencias que realizará
y los ingresos fiscales que obtendrá para hacer frente a los distintos gastos,
resumiendo sus planes de gasto y financiación.

Cuando los ingresos del Estado son superiores a sus gastos se habla de superávit
presupuestario. Por lo general, sin embargo, los ingresos públicos no son
suficientes para cubrir todos los gastos del Estado, por lo que lo normal es
encontrar el presupuesto público en situación de déficit. El déficit presupuestario
aparece cuando existe una diferencia positiva entre el gasto del Estado y sus
ingresos
El incremento o la disminución dc la deuda pública no sólo indica la existencia de
déficit o superávit público, sino también el aumento o la reducción de los pagos en
concepto de intereses que debe el sector público a los que tienen los bonos del
Estado. Cuanto mayor sea la deuda pública, mayores serán los intereses anuales
que tiene que pagar el Estado por la deuda pública,

Para Keynes y sus seguidores, la economía no sigue una senda estable hacia el
pleno empleo de los recursos productivos el cual aparece como un objetivo en el
esquema keynesiano y es compatible con un cierto nivel de paro (el denominado
paro friccional), derivado del normal funcionamiento del mercado de trabajo.

Teniendo en cuenta estas circunstancias, y ante una recesión motivada por una
demanda agregada insuficiente, el sector público debe intervenir, manipulando los
gastos y los impuestos. Los keynesianos coinciden con los monetaristas en que el
presupuesto debe equilibrarse, pero no anualmente, sino a lo largo de todo el
ciclo.

Bibliografía:
Mochón Morcillo, F. (2006). Principios de Macroeconomia. (J. Ignacio, Ed.) Madrid, España:
McGRAW—HILL/INTERAMER[CANA DE ESPAÑA, S, A, U. Obtenido de
https://elibro.net/es/ereader/ucenm/50106?

Parkin, M., Esquivel, G., & Muñoz, M. (2007). Macroeconomía (Séptima ed.). (P. M. Rosas, Ed.)
México: PEARSON EDUCACIÓN.

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