¿Necesariamente todo el día será feliz? Pues no, la felicidad es un estado tan subjetivo e impermanente que, según Aristóteles, sólo es al final de la vida que sabemos si fuimos felices.
No planees en tu mente como debe
ser una situación o cómo debe comportarse una persona, eso sólo genera ansiedad y frustración.
Fluye como el agua, déjate llevar
por las enormes olas de lo inesperado. Así es que llegará lo mejor.