Está en la página 1de 2

“Adiós amor de mi vida”

Hola mi amor hermoso, no sé si es una despedida definitiva, pero traté de quedarme a tu lado.
Dios sabe que te amo y que eso no se borrará de la noche a la mañana, pero aunque intenté
perdonarte no lo logré. La última vez que vi que les coqueteabas a estudiantes de la facultad ya
no te dije nada. Porque no vas a cambiar y ya no quiero sufrir con la esperanza de que algún día
yo sea suficiente para ti, siento que no me lo merezco. Tienes guardada pornografía, les escribes
a otras chicas con palabras como “mi queridísima” y otras varias a pesar de que sabes que eso
me hiere. Traté de soportar cuando una chica de economía les mostró a sus compañeros de aula
como se escribía contigo y la humillación que recibí en ese instante, también traté de soportar
que les escribas a otras chicas que te parecen lindas (con otras palabras) o que piensas en ellas
mientras estás conmigo, traté de perdonarte y lo intenté con todas mis fuerzas porque te amo.

Traté de encontrar una razón que me dijera que estás haciendo un cambio y que me respetarás
y me pondrás por delante de cualquiera porque soy tu futura esposa, pero no cambiarás y no
tienes por qué hacerlo. Yo me siento muy triste y cada vez más débil. Te agradezco porque
reconozco que fui inmensamente feliz a tu lado, que quisiera cuidarte y que me cuides durante
el resto de nuestras vidas. Sé que soy difícil de soportar en ocasiones y tengo muchísimos
defectos. Gracias por permitirme estar a tu lado y compartir momentos conmigo. Me hubiera
gustado compartir toda nuestra vida, y que con la bendición de Dios y su apoyo, mi mayor
anhelo era que formemos una familia juntos y aprendamos una nueva y hermosa etapa para
dejar un legado que enaltezca los valores, el amor y los principios que nosotros fortalezcamos
en el nombre de Dios. Lastimosamente para mí no es suficiente que no me engañes físicamente
y no sé si para alguna mujer sea suficiente.

Me enseñaste mucho y siempre te estaré agradecida, pero con lo que hemos vivido me hago
una idea de lo que sería un futuro a tu lado y lastimosamente sé que primero deberías respetarme
lo suficiente para darme el lugar que me corresponde o que me gustaría ocupar en tu vida, pero
no lo harás porque aún sigues buscando lo que no se te ha perdido. Sé que llegarás muy lejos y
cumplirás todos tus sueños. Me hubiera gustado estar a tu lado apoyándote en cada etapa. Me
quedé este mes en Quito para seguirte amando porque eso me ayuda a sanar mis heridas.
En este tiempo también busqué razones para quedarme y en el caso de que no tengan el
suficiente peso, porque aguantar tus coqueteos no es fácil, este tiempo me ayudó para poder
irme sin ningún rencor y agradecerte por la inmensa felicidad de vivir un amor tan bonito, pero
me demostraste que no soy suficiente para ti aunque me quede en Quito contigo. No quiero
perderte, pero retenerte no es amor. Me gusta acostarme a tu lado y dormir contigo.

Compartir nuevas experiencias confiando en nuestro mutuo amor. Abrazarte y besarte con todo
mi amor, es lo más maravilloso de este mundo y cuando me dijiste que querías que fuera tu
esposa me hiciste la mujer más feliz del mundo. Sigue esforzándote por cumplir tus metas con
tanta valentía y fortaleza como siempre. Eres humilde, noble, gracioso y encantador. Cuando
me dices que soy tu preciosa me derrito y quiero entregarte mi vida entera. Mi amor hermoso
te amo tanto y me enseñaste a amarme, a aprender a defenderme y a hacer valer mi voz. Espero
haberte dado por lo menos la mitad de alegría que tú me regalaste y disculpa todo lo malo. No
dudes que aún te amo y no quería importunarte con esto, por lo menos hasta que termines tu
tesis para que te mantengas enfocado, pero no nos merecemos seguir haciéndonos daño.

Te pido que ahorita no me escribas, ya que es normal que estés enfadado conmigo por no
haberte dado la cara, pero tú sabes que si me encuentro frente a ti, caeré rendida a tus brazos
porque mi corazón, mi cuerpo y mi alma te pertenecen. Te agradezco mucho por haber estado
a mi lado estos años y haberme permitido formar parte de tu vida. Quisiera casarme contigo y
tener fe en que unidos somos más fuertes, pero poco a poco fui perdiendo la esperanza. Te amo
y me duele mucho todo esto, pero ya fui pasando un luto desde que me di cuenta que era mentira
cuando estábamos en Tulcán y me dijiste que desde que estás conmigo ya no mirabas a otras
chicas porque sentías que yo era una regalo de Dios y que no querías perderme, pero
evidentemente no es verdad. Me quedaré en Quito un tiempo más, ya que no quiero estar con
mis padres en este instante. Separarme del hombre que más amo no es fácil, pero debo buscar
mi felicidad y tú me ayudaste a percatarme de eso.

Adiós amor de mi vida.

También podría gustarte