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Sentencia C 636 16
Sentencia C 636 16
DEMANDA DE INCONSTITUCIONALIDAD-
Elementos/DEMANDA DE INCONSTITUCIONALIDAD-Indicación
precisa del objeto demandado, el concepto de violación y la razón por la
cual la Corte Constitucional es competente
1
PROHIBICION A TRABAJADORES DE PRESENTARSE AL
TRABAJO EN ESTADO DE EMBRIAGUEZ O BAJO LA
INFLUENCIA DE NARCOTICOS O DROGAS ENERVANTES
FRENTE AL DERECHO AL TRABAJO-Cumplimiento de requisitos
CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD-Carácter
rogado/PRINCIPIO DE PREVALENCIA DEL DERECHO
SUSTANCIAL-Alcance/ACCION DE INCONSTITUCIONALIDAD-
Carácter público/ACCION DE INCONSTITUCIONALIDAD-
Planteamiento de cargos en debida forma
2
PROHIBICIONES DETERMINADAS POR EL EMPLEADOR-
Medidas disciplinarias de carácter preventivo/PROHIBICIONES
DETERMINADAS POR EL EMPLEADOR-Incumplimiento impone
sanciones disciplinarias
3
SUSTANCIAS PSICOACTIVAS-Evidencia de los efectos del consumo
en las personas que las consumen/SUSTANCIAS PSICOACTIVAS-
Consumo puede afectar negativamente el desempeño de las funciones o
la seguridad de quien las consume o de sus compañeros de trabajo
4
PROHIBICION A TRABAJADORES DE PRESENTARSE AL
TRABAJO EN ESTADO DE EMBRIAGUEZ O BAJO LA
INFLUENCIA DE NARCOTICOS O DROGAS ENERVANTES
FRENTE AL DERECHO AL TRABAJO-Estado debe exigir controles
rigurosos para evitar el consumo de sustancias psicoactivas en
determinadas actividades
Magistrado Ponente:
ALEJANDRO LINARES CANTILLO
SENTENCIA
I. ANTECEDENTES
5
Guiral y Carlos Mario Gómez García solicitan a la Corte declarar la
inexequibilidad del numeral 2 (parcial) del artículo 60 del Código Sustantivo
del Trabajo.
6
Cumplidos los trámites previstos en el artículo 242 de la Constitución y en el
Decreto Ley 2067 de 1991, procede la Corte a resolver sobre la demanda de la
referencia.
A. NORMA DEMANDADA
DECRETA:
(…)
B. LA DEMANDA
La demanda afirma que con ese mismo propósito se expidió la Ley 100 de
1993. En ella, como desarrollo del principio de dignidad humana, se introdujo
el concepto de enfermedad común y profesional. Con relación a la
enfermedad común, entendida como aquella que se presenta de manera
diferente a la realización o el ejercicio de las funciones propias del trabajo o
de la relación laboral que se tenga, el Código Sustantivo del Trabajo no
plantea que pueda ser una causal de terminación del contrato por justa causa
por parte del empleador. Señalan los accionantes que el artículo 63 numeral
7
15 define que este tipo de enfermedad podrá tener una incapacidad máxima de
180 días. A partir de esta explicación señalan los accionantes lo siguiente:
Por otro lado, con relación al desconocimiento del derecho a la igualdad, los
demandantes sostienen que la prohibición establecida en la disposición
acusada desconoce el derecho al trabajo, por cuanto dicha disposición es
excesiva. En efecto, argumentan los demandantes que las prohibiciones al
trabajador se justifican en la medida en que tengan relación con el idóneo
desempeño en el trabajo, lo cual no ocurre con la disposición acusada.
1
Según consta en el cuaderno principal, fl. 5.
8
diagnóstico médico científico si esta persona tiene dependencia a las
mencionadas sustancias, que pueda considerarse una enfermedad.
C. INTERVENCIONES
1. Intervenciones oficiales
9
2014). En estas sentencias se reconoce que el consumo de sustancias
psicoactivas es un problema de salud pública, por lo que el abuso y adicción a
ellas deberá considerarse como una enfermedad que requiere atención integral
por parte del Estado. Aunado a lo anterior, indica el interviniente que
siguiendo este mismo enfoque fue expedida la Ley 1566 de 2012, en la cual se
señala que el consumo, abuso y adicción a sustancias psicoactivas es un
asunto de salud pública y bienestar de la familia, la comunidad y los
individuos. Allí mismo se sostiene que la persona que sufra trastornos
mentales o cualquier patología derivada del consumo, abuso y adicción a
sustancias psicoactivas tiene derecho a ser atendida por el Sistema General de
Seguridad Social en Salud -SGSSS.
2. Intervenciones académicas
10
el abuso y la adicción a sustancias psicoactivas deben ser tratados como una
enfermedad que requiere atención integral del Estado. Aduce que así también
lo ha sostenido la Corte Constitucional en la sentencia T-578 de 2013, de
acuerdo con la cual la embriaguez habitual y el consumo habitual de
sustancias psicoactivas son enfermedades comunes que deben ser tratadas
como una discapacidad.
11
trabajo (cita en este sentido el interviniente la sentencia del 3 de octubre de
2006 proferida por dicha corporación).
2
Según consta en el cuaderno principal, fl. 78.
12
compañeros (se citan al respecto las sentencias del mencionado tribunal de
radicados 11569 de 1999, 27762 de 2006 y 38381 de 2014).
3
Organización Internacional del Trabajo, Tratamiento de las cuestiones relacionadas con el alcohol y las
drogas en el lugar de trabajo. Repertorio de recomendaciones prácticas de la OIT, Oficina Internacional del
Trabajo, Ginebral, 1996, citado en la intervención ciudadana reseñada. Ver cuaderno principal, fls. 88 y 89.
13
trabajador haya tenido un tiempo razonable para superar esta circunstancia y
no lo haya hecho. Por otro lado, en el numeral 6 del artículo 62 del Código
Sustantivo del Trabajo sí regularía, según el interviniente, la situación de una
persona adicta al consumo de alcohol o sustancias psicoactivas. Esta norma
señala que es justa causa para terminar un contrato laboral “cualquier
violación grave de las obligaciones o prohibiciones especiales que incumben
al trabajador de acuerdo con los artículos 58 y 60 del Código Sustantivo del
Trabajo, o cualquier falta grave calificada como tal en pactos o convenciones
colectivas, fallos arbitrales, contratos individuales o reglamentos”.
En todo caso, aun en los casos en los que la adicción al consumo de alcohol o
sustancias psicoactivas pueda ser una justa causa de despido, el empleador no
puede proceder al despido sin antes ofrecer servicios de asesoramiento,
tratamiento y rehabilitación de los trabajadores. Al respecto, aduce lo
siguiente:
4
Según consta en el cuaderno principal, fl. 95.
14
trabajo y coherente con las necesidades reales en materia laboral y de
desarrollo y progreso del país.
3. Intervenciones ciudadanas
15
Advierte que existe una imprecisión en los argumentos de la demanda de
inconstitucionalidad. En su opinión, en esta se confunde una prohibición de
los trabajadores (presentarse al trabajo bajo la influencia de narcóticos o
drogas enervantes) con las causales que facultan al empleador para finalizar el
contrato de trabajo de un empleado por justa causa. Según el interviniente,
cuando un trabajador se presenta al trabajo bajo la influencia de narcóticos o
drogas enervantes tan solo se abre la posibilidad de que el empleador termine
el contrato de trabajo, sin que ello sea el resultado necesario.
16
conjunta, contra el numeral 2 del artículo 60 y el literal a) del numeral 6 del 62
del Código Sustantivo del Trabajo.
5
Según consta en el cuaderno principal, fl. 154.
17
“(…) aun cuando el legislador está habilitado para distinguir en la
regulación del régimen privado y del régimen público, y en
ocasiones incluso está obligado a hacerlo, esta jefatura en todo
caso advierte que específicamente en torno a la calificación de la
conducta como reprochable no existe una razón que permita
concluir que debe existir un tratamiento diferenciado. Y, en tal
sentido, se concluye que los precedentes citados son relevantes, en
tanto ahora debe ser aplicada la misma lógica jurídica para
resolver el presente proceso”6.
II. CONSIDERACIONES
A. COMPETENCIA
B. CUESTIONES PREVIAS
18
4. Teniendo en cuenta lo anterior, conviene resaltar que el artículo 2° del
Decreto 2067 de 1991 contiene los elementos que debe reunir la demanda en
los procesos de control de constitucionalidad, los cuales, en términos
generales, se refieren a que la demanda debe indicar con precisión el objeto
demandado, el concepto de violación y la razón por la cual la Corte es
competente para conocer del asunto, para efectos de permitir a la Corte
pronunciarse sobre el fondo de la demanda.
19
6. Así mismo, la jurisprudencia ha precisado que, en aplicación del
principio pro actione, le corresponde a la Corte indagar en qué consiste la
pretensión del accionante para así evitar en lo posible un fallo inhibitorio. Al
respecto, la Corte ha dicho:
20
personas que incurran en la prohibición del numeral 2 del artículo 60 del
Código Sustantivo del Trabajo puedan ser despedidas con justa causa de su
trabajo, en lugar de reconocérseles la incapacidad laboral de hasta 180 días
por enfermedad común (según lo dispuesto en el numeral 15 del artículo 62
del Código Sustantivo del Trabajo).
21
del artículo 60 del Código Sustantivo del Trabajo) respecto de la cual se
predica la vulneración de este derecho. En segundo lugar, el cargo también es
cierto, ya que, en este caso, la demanda sí se dirige contra el contenido
normativo de la disposición demandada, argumentando que es violatorio del
derecho al trabajo que exista una prohibición amplia de presentarse al lugar de
trabajo, cualquiera que sea ese trabajo, bajo la influencia de narcótico o drogas
enervantes.
Integración normativa
22
17. Al respecto, conviene recordar que, en virtud del artículo 241 numeral 4
de la Constitución, el control de constitucionalidad que le corresponde ejercer
a la Corte sobre las leyes es rogado, razón por la cual se limita a las normas
que los ciudadanos acusan ante ellas como inconstitucionales. No obstante, en
determinadas situaciones es posible que mediante la acción de
inconstitucionalidad se formule un cargo en debida forma pero se incurra en
un error al identificar las disposiciones normativas que son objeto de
cuestionamiento. En esta hipótesis, en aras del principio de la prevalencia del
derecho sustancial y del carácter público de la acción de inconstitucionalidad,
previstos respectivamente en los artículos 228 y 40 numeral 6 de la
Constitución, puede la Corte extender el examen de constitucionalidad a
enunciados normativos que no han sido expresamente demandados. Con esta
facultad de la Corte se promovería también la economía procesal, al evitar que
los ciudadanos presenten de nuevo una acción de inconstitucionalidad con
base en el o los mismos cargos planteados. Según lo expuesto, es claro que el
ejercicio de esta facultad requiere como requisito de procedencia
indispensable que la acción de inconstitucionalidad plantee un cargo en debida
forma, pues de lo contrario se desconocería el carácter rogado de la
competencia de la Corte en el control de las leyes9.
9
Ver, sentencia C-104 de 2016.
10
Ver, sentencias C-409 de 1994 y C-536 de 2006.
23
normativas, o dicho en otros términos, cuando la norma jurídica que se
somete a estudio no solo se desprende del enunciado normativo demandado
sino de otros que no fueron acusados11.
20. En el presente caso, el aparte del numeral 2 del artículo 60 del Código
Sustantivo del Trabajo que se demanda constituye efectivamente una
proposición jurídica completa, ya que tiene sentido propio y el apartado no
demandado también tiene un sentido independiente, así que no se configura la
primera hipótesis de procedencia de la integración de la unidad normativa.
Con relación a la segunda hipótesis, considera la Corte que sí se configura,
pues lo demandado y lo no demandado del numeral 2 del artículo 60 del
Código Sustantivo del Trabajo comparten el mismo propósito y regulan la
misma situación, relacionada con la prohibición a los trabajadores de
presentarse al lugar de trabajo habiendo consumido sustancias psicoactivas.
De acuerdo con el Observatorio de Drogas de Colombia, estas sustancias
“tienen la capacidad de generar un efecto directo sobre el sistema nervioso
central, ocasionando cambios específicos a sus funciones […]. Estas
sustancias son capaces de inhibir el dolor, modificar el estado anímico o
alterar las percepciones”12. Son ejemplos de sustancias psicoactivas tanto los
narcóticos como el alcohol.
23. Los demandantes sostienen que un apartado del numeral 2 del artículo
60 del Código Sustantivo del Trabajo debe ser declarado inconstitucional, por
cuanto desconoce el derecho a la igualdad y el derecho al trabajo (arts. 13 y 53
11
En similar sentido, ver sentencia C-104 de 2016.
12
Ver, Observatorio de Drogas de Colombia, Sustancias Psicoactivas, disponible en:
http://www.odc.gov.co/problematica-drogas/consumo-drogas/sustancias-psicoactivas (consultado el 28 de
septiembre de 2016).
24
del Código Sustantivo de Trabajo) de las personas con dependencia a
narcóticos y drogas enervantes. Según los demandantes, dicho aparte
normativo prohíbe presentarse al trabajo bajo la influencia de narcóticos y
drogas enervantes y establece que el incumplimiento de tal prohibición se
considerará una justa causa de terminación del contrato por parte del
empleador. Para ellos, tal disposición desconoce el derecho a la igualdad por
cuanto desprotege a las personas que tienen dependencia a las sustancias
mencionadas, pues, a pesar de referirse a personas que tienen una enfermedad
común que debería dar lugar a atención por parte del empleador y del Estado,
es sancionada con el despido. Igualmente, argumentan que desconoce el
derecho al trabajo, por cuanto consiste en una prohibición general para el
trabajador no necesariamente relacionada con el adecuado desempeño de la
labor contratada.
25
se exija autorización al Ministerio de Trabajo para que pueda proceder su
despido.
27. Al respecto, conviene recordar que, debido a que la Corte observó que
existe una relación estrecha entre el aparte demandado del numeral 2 del
artículo 60 del Código Sustantivo del Trabajo y el no demandado de esa
misma disposición, procede en este caso que la Corte realice la integración
normativa y se pronuncie sobre la constitucionalidad de la totalidad de la
prohibición a la que hace referencia el numeral 2 del artículo mencionado.
29. Con base en los argumentos planteados por los demandantes y por los
intervinientes, corresponde a la Corte resolver si el legislador desconoció el
derecho al trabajo (artículo 25 de la Constitución) al prever como una
prohibición para el trabajador presentarse en estado de embriaguez o bajo la
influencia de narcóticos o drogas enervantes, sin reconocer que tal situación
no necesariamente en todos los casos tiene un impacto negativo en la labor
desempeñada.
30. Para resolver este problema jurídico, la Corte analizará (i) el contenido
del derecho al trabajo, (ii) la validez del establecimiento de prohibiciones a los
trabajadores y (iii) la solución al cargo propuesto respecto de la norma
demandada.
26
32. Como se observa, la Constitución Política consagra distintos derechos
fundamentales de contenido laboral, uno de los cuales es en estricto sentido el
derecho de toda persona “a un trabajo en condiciones dignas y justas”, según
lo señala el artículo 25 de la Constitución. Los derechos fundamentales de
contenido laboral son una garantía para el ejercicio efectivo del trabajo en
condiciones dignas y justas. Así, por ejemplo, el derecho a la libre asociación,
el derecho a la huelga y las libertades sindicales (artículos 39, 55 y 56 de la
Constitución) son un mecanismo importante para que los trabajadores puedan
exigirle a su empleador el cumplimiento de estas condiciones en sus trabajos.
Igualmente, puede decirse que el derecho al trabajo en condiciones dignas y
justas es la materialización de la libertad de escoger profesión y oficio
(artículo 26 de la Constitución). Igualmente, la seguridad social (artículos 48 y
49 de la Constitución) tiene como finalidad garantizarles a los trabajadores
condiciones dignas y justas como resultado de la labor contratada13.
27
“La prevención de accidentes y enfermedades profesionales es un
componente fundamental del derecho a unas condiciones de trabajo
equitativas y satisfactorias, y guarda estrecha relación con otros
derechos reconocidos en el Pacto [Internacional de Derechos
Económicos, Sociales y Culturales], en particular con el derecho al
más alto nivel posible de salud física y mental. Los Estados partes
deberían adoptar una política nacional para prevenir los accidentes
y daños a la salud relacionados con el trabajo mediante la reducción
al mínimo de los riesgos en el entorno de trabajo, y garantizar una
amplia participación en la formulación, aplicación y revisión de
dicha política, en particular de los trabajadores, los empleadores y
las organizaciones que los representan”15.
15
Ibíd., párr. 25.
16
Sentencia C-386 de 2000.
28
39. Unas de las medidas disciplinarias que puede ejercer el empleador es el
establecimiento de determinadas prohibiciones. Algunas de ellas fueron
establecidas directamente por el legislador (como la norma demandada objeto
de estudio) en el artículo 60 del Código Sustantivo del Trabajo, mientras que
otras pueden ser previstas en el reglamento de trabajo, según lo señalado en el
artículo 104 del mismo estatuto. Las prohibiciones son medidas disciplinarias
de carácter preventivo, que pretenden evitar la ocurrencia de situaciones que
afecten el desempeño de la labor contratada o en general los derechos
laborales de los trabajadores, como el previsto en el artículo 25 de la
Constitución. El incumplimiento de estas prohibiciones puede dar lugar a la
imposición de sanciones disciplinarias, siendo una de ellas el despido con
justa causa, lo cual solo ocurrirá en caso de violación grave de alguna de estas
prohibiciones, tal como lo señala el numeral 6 del artículo 62 del Código
Sustantivo del Trabajo.
17
Sentencia C-378 de 2010.
18
Sentencia C-386 de 2000.
29
42. Por otro lado, la justificación de la facultad disciplinaria del empleador
sobre los trabajadores marca el ámbito en el que ella puede ejercerse: la
relación laboral. Como lo ha dicho anteriormente la Corte Constitucional, la
facultad disciplinaria del empleador “se predica solamente respecto de la
actividad laboral y gira en torno a los efectos propios de esa relación
laboral”19. No puede entonces el empleador, amparado en su potestad
disciplinaria, exigir al trabajador comportamientos que no tengan una relación
directa con la actividad laboral. Ello supondría una intromisión injustificada
en la órbita privada del trabajador, lo cual implicaría un desconocimiento de
su autonomía, protegida entre otros por los derechos a la intimidad y al libre
desarrollo de la personalidad (artículos 15 y 16 de la Constitución).
19
Sentencia C-934 de 2004.
20
Específicamente, así lo manifestaron el Ministerio del Trabajo, la Universidad del Rosario, la Universidad
Externado, la Universidad Libre, el Semillero de Investigación Universitario Andrés Bello de la Corporación
Universitaria Rafael Núñez, el ciudadano Camilo Andrés Rodríguez Perilla y la Procuraduría General de la
Nación.
30
seguridad para con los trabajadores” es la obligación principal del empleador
según el artículo 56 del Código Sustantivo del Trabajo.
46. Cabe resaltar que esta tesis expuesta por algunos intervinientes
encuentra un sólido fundamento tanto en estudios especializados sobre los
efectos del consumo de sustancias psicoactivas, como en la jurisprudencia de
la Corte Suprema de Justicia relativa a la interpretación del numeral 2 del
artículo 60 del Código Sustantivo del Trabajo y en la jurisprudencia de la
Corte Constitucional al realizar control abstracto a disposiciones normativas
de contenido similar a la norma demandada21.
49. A su vez, los narcóticos hacen referencia a las sustancias químicas que
“inducen estupor, coma o insensibilidad al dolor”. Este término es utilizado en
21
Ver, sentencias C-252 de 2003, C-431 de 2004 y C-284 de 2016.
22
Organización Mundial de la Salud, Glosario de términos de alcohol y drogas, Madrid: Ministerio de
Sanidad y Consumo, 1994, pp. 58 y 59. Disponible en:
http://www.who.int/substance_abuse/terminology/lexicon_alcohol_drugs_spanish.pdf.
23
Organización Mundial de la Salud, Glosario de términos de alcohol y drogas, Madrid: Ministerio de
Sanidad y Consumo, 1994, p. 14. Disponible en:
http://www.who.int/substance_abuse/terminology/lexicon_alcohol_drugs_spanish.pdf.
24
Organización Internacional del Trabajo, Management of alcohol- and drug-related issues in the workplace,
Ginebra: Organización Internacional del Trabajo, p. 41. Disponible en:
http://www.ilo.org/wcmsp5/groups/public/@ed_protect/@protrav/@safework/documents/
normativeinstrument/wcms_107799.pdf.
31
dos acepciones: una amplia, en el que es entendido como sinónimo de
cualquier droga ilegal, sin importar sus propiedades farmacológicas, y una
más restringida, que “se refiere normalmente a los opiáceos u opioides, que se
denominan analgésicos narcóticos”25. Por su parte, “drogas enervantes” no
corresponde a término técnico, pero por el sentido común de las palabras se
entiende que hacen referencia a las sustancias estimulantes, las cuales, esas sí,
tienen un significado concreto. Las sustancias estimulantes hacen referencia a
“cualquier sustancia que activa, potencia o incrementa la actividad
neuronal”26. Ejemplos de estas son las anfetaminas, la cocaína, la cafeína y
otras xantinas. La Organización Mundial de la Salud explica los efectos de su
consumo de la siguiente forma:
50. Las normas del ordenamiento jurídico más recientes han cambiado la
denominación utilizada para hacer referencia a determinadas sustancias
psicoactivas. Para citar solo algunos ejemplos de normas, la Ley 734 de 2002
en su artículo 48 utiliza las expresiones “sustancias prohibidas que produzcan
dependencia física o psíquica” y “estupefacientes”; el Acto Legislativo 02 de
2009 se refiere a “sustancias estupefacientes o sicotrópicas”, y la Ley 1566 de
2012 hace uso de la expresión “sustancias psicoactivas”. Teniendo en cuenta
estas precisiones conceptuales, en la presente decisión se hará referencia a
sustancias psicoactivas como la categoría que incluye a las sustancias
mencionadas en el numeral 2 del artículo 60 del Código Sustantivo del
Trabajo, a saber, alcohol, narcóticos o drogas enervantes.
25
Organización Mundial de la Salud, Glosario de términos de alcohol y drogas, Madrid: Ministerio de
Sanidad y Consumo, 1994, p. 44. Disponible en:
http://www.who.int/substance_abuse/terminology/lexicon_alcohol_drugs_spanish.pdf.
26
Organización Mundial de la Salud, Glosario de términos de alcohol y drogas, Madrid: Ministerio de
Sanidad y Consumo, 1994, p. 36. Disponible en:
http://www.who.int/substance_abuse/terminology/lexicon_alcohol_drugs_spanish.pdf.
27
Ibíd., p. 37.
32
51. En la misma línea de los estudios y de la evidencia empírica existente al
respecto, la Corte Suprema de Justicia y la Corte Constitucional han
considerado que existe una justificación válida para la prohibición de
presentarse al trabajo luego de haber consumido sustancias psicoactivas,
relacionada con la disminución de las capacidades de las personas que las
ingieren y el deber del empleador de procurar condiciones de seguridad en el
ámbito laboral.
28
La Sala Laboral de la Corte Suprema de Justicia se ha referido a este asunto en otras ocasiones. Ver por
ejemplo: sentencia del 12 de julio de 2006, radicado 28802, y sentencia del 18 de junio de 2014, radicado
38381.
33
55. Así, en la sentencia C-252 de 2003, la Corte Constitucional estudió una
acción de inconstitucionalidad contra el numeral 2 del artículo 48 de la Ley
734 de 2002, de acuerdo con el cual constituye una falta disciplinaria
gravísima “[c]onsumir, en el sitio de trabajo o en lugares públicos, sustancias
prohibidas que produzcan dependencia física o psíquica, asistir al trabajo en
tres o más ocasiones en estado de embriaguez o bajo el efecto de
estupefacientes”. Señala esta misma norma que cuando la conducta no sea
reiterada será considerada falta grave. El cargo expuesto contra la norma
mencionada se relacionaba con la vulneración de los derechos al libre
desarrollo de la personalidad y a la intimidad, entre otros. La Corte, al analizar
de fondo el cargo, resolvió que la norma demandada se ajustaba a los
preceptos constitucionales, en la medida en que su finalidad es promover la
adecuada prestación del servicio público, el cual se ve afectado por el
consumo de las sustancias mencionadas en el numeral 2 del artículo 48 de la
Ley 734 de 2002 pues estas disminuyen las capacidades motoras, racionales y
psíquicas del individuo. Sostuvo al respecto la Corte:
34
del abuso de bebidas alcohólicas al interior de instalaciones militares. En esta
ocasión la Corte consideró exequible la disposición acusada, excepto la
limitación según la cual la falta solo podía configurarse al interior de
instalaciones militares. Para la Corte, la razón de ser de la norma disciplinaria
acusada es salvaguardar el adecuado ejercicio de las funciones militares, el
cual puede verse afectado por el consumo de sustancias estupefacientes o por
el abuso de bebidas alcohólicas. Por lo anterior, también en la sentencia C-431
de 2004 la Corte reiteró que la prohibición que implica la norma disciplinaria
estudiada no pretende limitar la autonomía individual de la persona, sino que
busca procurar la adecuada prestación de las funciones militares.
60. Agregó en esa misma decisión (sentencia C-284 de 2016) además que
este precedente no había perdido validez por la aprobación del Acto
Legislativo 02 de 2009, pues, como lo ha señalado la jurisprudencia en
oportunidades anteriores, la expedición de este acto legislativo no trajo
consigo un cambio en el parámetro constitucional aplicable al porte de drogas
en cantidades definidas como dosis personal. En este sentido, sostuvo la
Corte:
35
“Más allá de ello, es claro que en realidad este cambio
constitucional no tiene incidencia en el análisis de la norma
objetada, pues aunque ciertamente las conductas sancionables
suponen el porte de las sustancias cuyo consumo se sanciona, la
realidad es, como antes se explicó, que la razón de ser de esta
norma disciplinaria es el interés por mantener el ejercicio de la
función pública alejado de las dificultades que pueden generarse a
partir de las alteraciones de conducta que el consumo de tales
sustancias produciría en el servidor público, por lo que el hecho
sancionado no es ni el porte, ni aún el mero consumo de tales
sustancias, sino las circunstancias en las que el mismo tiene
lugar”.
61. En suma, según se observa, existe evidencia empírica sobre los efectos
del consumo de determinadas sustancias psicoactivas en las personas que las
consumen, la cual sugiere de manera razonable que estas sustancias pueden
afectar de manera negativa el desempeño de sus funciones o la seguridad de
quien las consume o de sus compañeros de trabajo. Las conclusiones de los
estudios empíricos sobre los efectos del consumo de estas sustancias coinciden
con decisiones de la Corte Suprema de Justicia y de la Corte Constitucional en
las que se ha estudiado la conducta de presentarse al trabajo luego de haberlas
ingerido. En el estudio de la Corte Constitucional sobre diferentes
disposiciones y en el análisis de la Corte Suprema de Justicia respecto a la
prohibición prevista en el numeral 2 del artículo 60 del Código Sustantivo del
Trabajo ambas han concluido que la prohibición de presentarse al lugar de
trabajo bajo los efectos de sustancias psicoactivas persigue finalidades
constitucionalmente imperiosas, como lo es procurar la adecuada prestación
del servicio contratado y la de evitar riesgos laborales. Esta finalidad tiene una
consagración constitucional expresa, pues el artículo 25 de la Constitución
Política establece que “[t]oda persona tiene derecho a un trabajo en
condiciones dignas y justas”. El fundamento de esta norma se refleja también
en aquella de la legislación laboral que establece los deberes propios del
empleador (artículo 56 del Código Sustantivo del Trabajo).
36
manufactura o la construcción, y puede también ser más fuerte
para los trabajadores jóvenes, aunque son necesarias futuras
investigaciones sobre este último punto. La proporción de lesiones
causadas por el uso de sustancias, sin embargo, es relativamente
pequeña. En cambio, hay evidencia contundente de que el uso
dañino de sustancias es una en la constelación de
comportamientos exhibidos por ciertos individuos que pueden
evitar las precauciones de seguridad relacionadas con el trabajo y
tomar mayores riesgos en el trabajo. Así, suponemos que es más
probable que la asunción de riesgos, usualmente denominada
propensión a la desviación (deviance proneness) y otros factores
omitidos pueden explicar la mayoría de las asociaciones empíricas
entre el uso de sustancias y las lesiones en el trabajo”29.
63. Ese mismo estudio sostiene que no necesariamente en todos los casos en
los que un trabajador consume sustancias psicoactivas se pone en riesgo a sí
misma y pone en riesgo a sus compañeros de trabajo, ni tampoco
necesariamente afecta su rendimiento en el trabajo. Así, señala que “estudios
de laboratorio han indicado que niveles moderados de uso de drogas pueden
no afectar la capacidad de un trabajador de realizar ciertas tareas
relacionadas con su trabajo, particularmente aquellas que son simples y
repetitivas”30.
29
Rajeev Ramchand, Amanda Pomeroy y Jeremy Arkes, The Effects of Substance Use on Workplace Injuries,
Pittsburg: RAND Center for Health and Safety in the Workplace, p. 31. Disponible en:
http://www.ilo.org/wcmsp5/groups/public/---ed_protect/---protrav/---safework/documents/publication/
wcms_108415.pdf (consultado el 12 de octubre de 2016).
30
Ibíd., p. 15. Como sustento de esta afirmación se citan a su vez los siguientes estudios: Fischman, Marian
W., y Charles R. Schuster, “Cocaine Effects in Sleep-Deprived Humans,” Psychopharmacology, Vol. 72, No.
1, 1980, pp. 1–8, y Holcom, Melvin L., Wayne E. K. Lehman, y D. Dwayne Simpson, “Employee Accidents:
Influences of Personal Characteristics, Job Characteristics, and Substance Use in Jobs Differing in Accident
Potential,” Journal of Safety Research, Vol. 24, No. 4, Winter 1993, pp. 205–221.
37
adecuado desempeño de las labores contratadas o en la seguridad en el trabajo.
El numeral 2 del artículo 60 del Código Sustantivo del Trabajo es entonces
demasiado amplio en la medida en que no realiza esta precisión, tratando de la
misma forma a todos los trabajadores que consumen sustancias psicoactivas y
perdiendo en algunos casos de vista la incidencia que este comportamiento
pueda tener en la afectación de la labor u oficio prestado por ellos.
67. Además, según lo analizado con anterioridad (ver supra, numerales 40.
a 43.), para que el poder disciplinario del empleador sea legítimo no solo debe
tener relación directa con el trabajo contratado sino ser respetuoso de los
derechos fundamentales de los trabajadores. Al respecto, insiste la Corte en
que, en aplicación de la prohibición establecida en la norma demandada, no
puede el empleador afectar los derechos fundamentales del trabajador, en
particular sus derechos a la intimidad y al libre desarrollo de la personalidad.
Por lo tanto, no le es posible, por ejemplo, sancionar disciplinariamente la
conducta de los trabajadores en su tiempo libre cuando ella no tenga
incidencia directa en su desempeño laboral.
En este sentido, las únicas conductas de los trabajadores que pueden ser de su
interés legítimo son aquellas que tengan un directo vínculo con el ejercicio de
las funciones encomendadas al trabajador, por lo que no le corresponde al
empleador realizar un escrutinio sobre las conductas o modo de vida que el
empleado realice en su esfera privada, lo cual para este caso comprende el
tiempo por fuera del horario laboral, que no tengan relación directa con el
ejercicio de sus deberes como trabajador.
31
Ver Unidad Administrativa Especial de la Aeronáutica Civil, Resolución 1959 del 12 de mayo de 2006,
“Por la cual se adoptan mecanismos para prevenir y detectar en el personal aeronáutico, el consumo de
sustancias psicoactivas, alcohol y drogas, estimulantes del sistema nervioso central”.
38
ese sentido, es legítimo que el Estado exija controles rigurosos para evitar el
consumo de sustancias psicoactivas en determinadas actividades y que los
empleadores den cumplimiento a tales exigencias. Respecto de actividades
que impliquen un menor riesgo también puede exigirse el cumplimiento de la
prohibición establecida en la norma demandada, en la medida en que es in
interés legítimo del empleador que los trabajadores presten de manera
adecuada las labores contratadas. Con todo, respecto de estos casos, no se
podrán tomar medidas disciplinarias si no se demuestra por parte del
empleador la incidencia negativa que el consumo de sustancias psicoactivas
tiene sobre el cumplimiento de las obligaciones de los trabajadores, y
cualquier otro aspecto que sea determinante para la calificación de la conducta
como grave. Lo anterior, en el marco del respeto al debido proceso en la
relación laboral, el cual implica por lo menos que el trabajador debe tener la
oportunidad de ejercer su derecho a la defensa con relación a la circunstancia
alegada por su empleador.
G. SÍNTESIS DE LA DECISIÓN
39
que la vulneración del derecho a la igualdad reside en el hecho de que las
personas con dependencia a drogas narcóticas o enervantes puedan ser
despedidas siempre que se presenten al lugar de trabajo después de haberlas
consumido, es claro que el cargo se basa en una incorrecta lectura de la norma,
que al ser precisada hace que este carezca de sentido. Por esta razón, la Corte
delimitó su análisis de constitucionalidad del aparte demandado del numeral 2
del artículo 60 del Código Sustantivo del Trabajo, únicamente respecto al
estudio de la vulneración del derecho a la igualdad
73. Para resolver este problema jurídico, la Corte dividió su análisis en tres
apartados. En el primero analizó de manera general el contenido del parámetro
de constitucionalidad de la disposición acusada: el derecho al trabajo. Al
respecto, la Corte reconoció que el derecho al trabajo ocupa un lugar
prominente en el ordenamiento constitucional colombiano. Ello se explica por
el hecho de que este derecho tiene una relación directa con el disfrute de otros
derechos fundamentales, como por ejemplo el mínimo vital. Por ello, la
Constitución, además de reconocer el derecho al trabajo en su artículo 25,
consagra un amplio listado de derechos fundamentales de contenido laboral,
los cuales constituyen una garantía para el trabajo en condiciones dignas y
justas. Por otro lado, la Constitución también establece una serie de
obligaciones específicas del Estado para respetar y garantizar el derecho al
trabajo a las personas.
40
74. En segundo lugar, la Corte analizó el poder disciplinario del empleador
y la posibilidad que este tiene de imponerles prohibiciones a los trabajadores.
Sobre este tema, la Corte recordó que el poder disciplinario es, junto con el
poder de dirección, la manera como se manifiesta la subordinación del
trabajador con relación al empleador. En virtud del poder disciplinario, el
empleador puede exigirles a los trabajadores determinados comportamientos e
imponerles sanciones disciplinarias en caso de incumplimiento. Unas de las
maneras como el empleador puede ejercer este poder es mediante el
establecimiento de prohibiciones a los trabajadores, algunas de las cuales
fueron previstas por el legislador en el artículo 60 del Código Sustantivo del
Trabajo y otras pueden ser previstas por el empleador mediante el reglamento
de trabajo.
75. La Corte advirtió, en todo caso, que el poder disciplinario no puede ser
ejercido por el empleador de manera arbitraria, sino con estricto apego a los
límites constitucionales existentes. Esos límites son especialmente dos. El
primero tiene que ver con que el empleador debe respetar los derechos
fundamentales de los trabajadores en ejercicio de cualquier medida
disciplinaria, tal como lo reconoce expresamente el artículo 23 del Código
Sustantivo del Trabajo. El segundo es que el poder disciplinario debe ejercerse
solo respecto de conductas que tengan incidencia directa en la labor
desempeñada. Las medidas disciplinarias del trabajador que no cumplan
cualquiera de estas condiciones deben ser reconocidas como
inconstitucionales.
41
base en este razonamiento, concluyó la Corte que la prohibición del numeral 2
del artículo 60 del Código Sustantivo del Trabajo resulta demasiado amplia,
por lo que resultaba necesario restringir su alcance para no afectar de manera
injustificada la autonomía individual de los trabajadores. Por ello, concluyó
que la exequibilidad de la disposición demandada debería condicionarse con el
propósito de enfatizar la relación que debe tener la prohibición prevista en la
norma mencionada con el buen desempeño de la labor contratada,
reconociendo que la prohibición no recae sobre el sujeto, sino sobre la
potencial afectación que dicha conducta pudiese tener en la labor contratada.
III. DECISIÓN
RESUELVE
42
LUIS GUILLERMO GUERRERO PÉREZ
Vicepresidente
43
44
ACLARACIÓN DE VOTO DEL MAGISTRADO
JORGE IVÁN PALACIO PALACIO
A LA SENTENCIA C-636/16
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no haber integrado el artículo 62 del Estatuto del Trabajo, se dejó de lado
el análisis del debido proceso que debe garantizarle el empleador al
trabajador que consuma sustancias psicoactivas en el marco de su labor
(Aclaración de voto)
DEMANDA DE INCONSTITUCIONALIDAD CONTRA
PROHIBICION A TRABAJADORES DE PRESENTARSE AL
TRABAJO EN ESTADO DE EMBRIAGUEZ O BAJO LA
INFLUENCIA DE NARCOTICOS O DROGAS ENERVANTES-La
Sala Plena debió hacer un estudio en el que se integrara el análisis del
artículo 62 del Código Sustantivo, así como el procedimiento
disciplinario y las consecuencias para los trabajadores que violaran la
prohibición del numeral 2 del artículo 60 de mismo estatuto (Aclaración
de voto)
Magistrado Ponente:
ALEJANDRO LINARES CANTILLO
Con el respeto acostumbrado por las decisiones que toma esta Corporación,
me permito hacer explícitas las consideraciones que me llevaron a aclarar el
voto en la Sentencia C-636 de 2016.
Sin embargo, el estudio del segundo cargo llevó a la Sala Plena a declarar la
exequibilidad condicionada de la norma, indicando que la prohibición
contemplada en esta última solo se configura cuando el consumo de alcohol,
narcóticos o cualquier otra droga enervante afecté de manera directa el
desempeño laboral del trabajador. Lo anterior, sin perjuicio de que la
prohibición está debidamente justificada porque el Estado y los empleadores,
conforme al artículo 25 de la Constitución, deben garantizar condiciones
dignas y justas en los espacios de "trabajo, así como evitar situaciones que
afecten el desempeño de la labor contratada.
32
La Organización Mundial de la Salud, en el Glosario de términos de alcohol y drogas (1994), establece que estas
son aquellas que al ingerirse afectan los procesos mentales, como la cognición o la afectividad. Algunas de estas son
el alcohol, los narcóticos y las drogas enervantes.
46
En razón de esto, los contratantes pueden ejercer un poder disciplinario que
les permite despedir con justa causa al empleado que viola de forma grave las
prohibiciones establecidas. Pero, este poder tiene dos límites: i) los derechos
fundamentales de los trabajadores y; ii) la relación directa entre la
contravención y la labor contratada. En ese sentido, estudios investigativos y
la jurisprudencia de la Corte Constitucional33 , han reconocido que el
consumo de sustancias psicoactivas, por parte de los trabajadores, puede
afectar la adecuada prestación del servicio contratado y generar riesgos
laborales, a pesar de que no se censura la ingestión de estas sustancias en sí
misma. Sin embargo, también se ha determinado que la utilización de estas
sustancias no necesariamente producen efectos negativos, ni afectan el
rendimiento en el trabajo.
Sin perjuicio de que se realizan algunas consideraciones sobre los límites del
poder disciplinario del empleador y se evalúa la finalidad de la prohibición,
estas precisiones no se presentan en la parte resolutiva. En consecuencia, no se
determina con exactitud qué juicio de valor debe llevar a cabo el empleador
para establecer si el consumo de sustancias psicoactivas, por determinado
trabajador, lo está afectando de forma grave en su desempeño laboral.
Tampoco se fijan las condiciones que podrían caracterizar a las actividades
que, en caso de ser desarrolladas por una persona que haya consumido estos
agentes podrían generar un riesgo para sí mismo, sus compañeros de trabajo o
33
Sentencia C-252 de 2003. C-431 de 2004 y C-284 de 2016, entre otras.
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para terceros. Entre estas labores podrían estar las que desempeñan los
conductores, policías, profesionales de emergencias, médicos y profesores, así
como la gran mayoría de las labores que impliquen riesgos por sí mismas.
Por las razones expuestas, considero que la Sala Plena debió hacer un estudio
en el que se integrara el análisis del artículo 62 del Código Sustantivo, así
como el procedimiento disciplinario y las consecuencias para los trabajadores
que violaran la prohibición del numeral 2 del artículo 60 del mismo estatuto.
Fecha ut supra,
34
Sentencia T-814 de 2008.
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