Está en la página 1de 17

Raúl César Arechavala Silva

Epistemología de las ciencias cognitivas en Varela y Maturana

Resumen. Hacia una epistemología alternativa de las ciencias cognitivas: el camino que
va desde la Fenomenología de la percepción de Maurice Merleau-Ponty hasta la
epistemología de Francisco Varela y Humberto Maturana; y el nuevo horizonte de una
epistemología de la complejidad a partir de Edgard Morin.

Palabras Clave:

Abstract. To alternative epistemology of cognitive science: the path from the


Phenomenology of Perception by Maurice Merleau-Ponty to the epistemology of
Francisco Varela and Humberto Maturana, and the new horizon of an epistemology of
complexity from Edgard Morin.

Keysword:

1. Introducción
[Es necesario recentrar]
“el fenómeno de la vida[…]
como una ocurrencia central
de la naturaleza
que funda todo conocer”
F.Varela1

Ante todo, quiero plantear, en primer término, que la epistemología de Varela y


Maturana es, en múltiples sentidos, una epistemología alternativa, en relación a otras
que tienen, en general, un carácter más oficial. Francisco Varela no sólo era un

1
Varela, F. 2000 ...ESTO DEBE IR EN EL CUERPO DEL ARTÍCULO, NO COMO NOTA
A PIE DE PÁGINA.
1
científico de la neurobiología, sino que además incursionó seriamente en el campo de la
filosofía, lo cual le da una “doble visión”, bastante rara de encontrar en los científicos o
en los filósofos: la de las ciencias llamadas “duras” y la de las humanidades, rescatando
una tradición filosófica que se remonta a Descartes.
Indudablemente es muy difícil abrir nuevos senderos en un campo tan
absolutamente competitivo, no sólo por el prestigio de los círculos científico-
académicos involucrados, sino porque también hay grandes intereses económico-
políticos a los cuales les interesa sostener cierto tipo de visiones epistemológicas. Pero
dentro de esta senda más o menos escabrosa, como ya la describía Platón en la Alegoría
de la caverna, se van sumando nombres que permiten hablar de un verdadero
«paradigma emergente» dentro de las concepciones epistemológicas, abandonando lo
que podríamos llamar epistemologías abstractas, objetivistas, positivistas, conductistas;
para pasar a epistemologías situadas, que hasta podrían incluir visiones “no científicas”
pertenecientes a los pueblos originarios de América, las de Oriente, las del África, que
se contraponen al eurocentrismo universalista que ha dominado la visión del mundo,
desde la Grecia clásica hasta nuestros días, concibiendo un ser humano único (el
europeo); pero que no coincide con otras visiones culturales y étnicas.
En todo caso, será necesario abrir nuestros ojos para “ver” otras perspectivas,
incluso formas consideradas “no científicas”; pero que constituyen la cosmovisión
válida del ser-en-en-mundo (in-der-Welt-sein).
Coloqué adrede esta expresión de Heidegger, Ser y tiempo (Sein und Zeit)2
porque no se trata de desconocer la tradición occidental a la que pertenecemos pero en
la cual debemos insertarnos en forma deconstructiva (Derrida)3 . Nos movemos en el
vaivén de la vida latinoamericana que no nos adscribe necesariamente a una sola
tradición, lo cual permite a este pensamiento periférico la posibilidad de abrirnos a
prácticamente todas las tradiciones, incluso las de nuestros pueblos originarios (porque
durante mucho tiempo hemos estado de espaldas), que, con sus ricas culturas nos llenan
de preguntas sobre su cosmovisión. Vivimos en lo que llamo “lógicas cruzadas”: la hija
de un campesino trabaja en la caja de un supermercado o en una fábrica maquilera, se
pretende vivir en un mundo ordenado a la Occidental, pero nuestra gente tiene una
lógica muy diferente, por eso la discusión es muy difícil y casi nunca se llega a
acuerdos. Nadie hace caso a los semáforos, ni a las reglas del tránsito porque estamos en

2
Heidegger, M. 1986
3
Derrida, J. 1971-1978
2
otra lógica, es otro mundo. Habrá que estudiar con detenimiento, con ayuda de l@s
psicólog@s, de l@s antropólog@s y sociólog@s, estas lógicas cruzadas para que
podamos entender mejor nuestro ser latinoamericano, acaso nuestra epistemología
(consultar por ejemplo, entre muchos otros: ¿Existe una epistemología
latinoamericana?, Johannes Maerk y Magaly Cabriolié;o La epistemología de la
Matemática Maya, de Domingo Yojcom Rocché, citados en la bibliografía.).
Varela y Maturana, como muchos otros latinoamericanos, salen de este mismo sustrato
que describimos, el de “lógicas cruzadas” en que hemos aprendido a sobrevivir mirando
al mundo para tratar de entender nuestras miserias y sublimidades. De esto último da
testimonio, a partir de la segunda mitad del siglo XX, una literatura que sorprendió al
mundo con su ingenio, con su creatividad sublime e inspiró a no pocos europeos.
Para entrar más de lleno en el tema que debería ser el foco de nuestra atención,
hablaré brevemente de dos grandes tipos de epistemología: las que podríamos llamar
«epistemologías abstractas» y «epistemologías concretas».
Una de las características más típicas de la epistemología clásica, es decir la de
Descartes, Hume, Kant, es la de ser «abstractas» en el sentido griego de la palabra.
Desde luego también lo son, desde el punto de vista que voy a exponer, las de Platón y
Aristóteles.
Abstracto quiere decir literalmente, separado. El verbo ἀφαιρεῖν quiere decir
separar algo de algo, en un sentido figurado, abstraer. Simultáneamente, el verbo latino
abstraho (inf. abstrahere) se usó en varios contextos para designar las operaciones de
separar, destacar, arrancar, alejarse de, sustraer, etc.
Lo opuesto a lo abstracto es lo concreto, que en griego se dice σύνολον, que
literalmente quiere decir “con todo”, es decir es aquello a lo que no se le ha extraído
nada. En Aristóteles el σύνολον era la sustancia individual, ya que ésta se halla
compuesta del sustrato material y de la forma.
La epistemología de Merleau-Ponty, la de Varela, la de Maturana es, en este
sentido clásico, concreta porque pone un fuerte énfasis en la encarnación de la
percepción y de la conciencia. También lo son las epistemologías situadas, las de
Haraway y Harding, por ejemplo. Por otra parte, se abren nuevos mundos para la
reflexión epistemológica: el de los mundos virtuales, que traen nuevos problemas,
algunos de los cuales ya han comenzado a recorrerse con la inteligencia artificial (IA)
aunque todavía estén lejos de resolver los enigmas ancestrales que posiblemente
acompañen a la existencia del ser humano hasta su extinción.

3
Como dice Philippe Godard:

Una nueva revolución cognitiva: en el momento en el que la casi totalidad de los seres
humanos tiene acceso al libro, éste se declara obsoleto. Vivimos la “tercera fase” de la
revolución cognitiva, después de la aparición de la escritura y la de la imprenta sin
haber alcanzado la primera etapa.
¡Qué paradoja! Durante decenios, el mundo “desarrollado”, con la Unesco a la cabeza,
se ha dedicado a la destrucción de las culturas orales, retrasadas en relación a una vía
única de desarrollo. 4

Es evidente que nuestras culturas han sido fuertemente sacudidas y la lectura es


muy diferente en la pantalla y en el libro. La revolución de Gutenberg ha abarcado seis
siglos de cultura Occidental y hoy se impone la revolución del hipertexto (Internet es un
inmenso hipertexto)5. Esto plantea no sólo nuevas formas de lectura, sino también
nuevas formas de lógica y cognición.
En todo caso, la intención fundamental de esta ponencia es la de plantear
preguntas, en el sentido de una “pedagogía de la pregunta” más que una de la respuesta
(como planteaba en forma pionera el pedagogo brasileño Paulo Freire). Se trata de abrir
horizontes, plantear problemas y no tesis absolutas y definitivas que posiblemente nunca
puedan probarse. Si hay una “ley” del conocimiento, como de la vida y la historia, es la
del cambio. Y no sólo en el sentido de un avance lineal de la investigación, sino, y
quizás mucho más importante que aquél es el cambio de “paradigma”, el cambio de
visión que nos va dando nuevas perspectivas sobre los mismos problemas.

En todo caso, el problema del conocimiento, el problema epistemológico, se


viene planteando en Occidente desde los orígenes. Tuvo en vilo, para utilizar las
palabras de Heidegger, al pensamiento Occidental desde sus orígenes.
Volviendo a los autores que nos ocupan hay un trasfondo fundamental y es el
“fenómeno de la vida”, tal es el título del libro posiblemente más importante de Varela y
en donde recoge gran parte de sus reflexiones y también de su experiencia vital como
investigador y filósofo.
Se ha dicho que, a partir de Descartes y Newton, Occidente ha vivido la era de la
física, con sus grandes desarrollos, con la era industrial y las otras revoluciones
4
Godard, 2016, p8
5
Landow, 1995
4
aparejadas. La física clásica adquirió un complemento fundamental que también ha
trastocado ciertas regiones de su contorno: la física cuántica. Pero a las revoluciones de
comienzo del siglo XX (un siglo de muchos cambios fundamentales para la vida del ser
humano) hay que agregar los grandes avances de la física, la química y la biología que,
trabajando interdisciplinariamente han llevado en el siglo XXI a un cambio
fundamental: el de la revolución biológica. Han surgido nuevas lógicas muy diferentes a
la de la física clásica, aun cuando ésta siga imponiendo sus leyes de inercia, aceleración
y caída de los cuerpos. Se está pensando la biología con otra perspectiva e incluso ha
aparecido una lógica de la biológica, muy diferente a la lógica clásica, de corte
aristotélico. Estamos en el siglo de la biología y su lógica. La biología implica
complejidad, no se puede pensar el mundo de lo biológico con las leyes de Newton, o
como concebía Descartes al cuerpo y el alma. El cuerpo como un mecanismo y el alma
como una “cosa pensante” (res cogitans), ésta es la discusión de Husserl en las
Meditaciones cartesianas6.
El paso siguiente, después de la Teoría General de los Sistemas de von Ludwig
Bertalanffy7, es el de la complejidad de Morin8.
Unas breves palabras más que explican el estilo de esta ponencia. Escribí estos
textos, estas lexías, en lenguaje de Roland Barthes y Julia Kristeva; en el estilo y quizás
también con la intención con que escribió sus libros Barthes, es decir, en ellos nos
encontramos con una serie de textos, aparentemente inconexos, pero que se van
articulando, de múltiples maneras, aunque no necesariamente tengan una jerarquía o un
orden determinado. Como dice Landow:

En S/Z; Roland Barthes describe un ideal de textualidad que coincide


exactamente con lo que se conoce como hipertexto electrónico, un texto
compuesto de bloques de palabras (o de imágenes) electrónicamente unidas en
múltiples trayectos, cadenas o recorridos en una textualidad abierta, eternamente
inacabada y descrita como nexo, nodo, red, trama y trayecto.9

A partir de aquí podríamos rebautizar esta ponencia como “Temas de


epistemología contemporánea alternativa” con lo cual tratamos de abrir horizontes y
6
Husserl, 1997
7
Bertalanffy, 1991
8
Morin, 2004-2005
9
Landow,1995, p14
5
con esto se permitiría la discusión de, entre otras, por ejemplo, epistemologías situadas,
desde el cuerpo y desde el territorio10.

2. Percepción-acción
Los pensamientos sin contenido son vacíos,
las intuiciones sin concepto son ciegas.
Gedanken ohne Inhalt sind leer,
Anschauungen ohne Begriffe sind blind.11
Kant

El problema de la percepción preocupó a los filósofos desde bastante tiempo. Sin


embargo, esta preocupación se hizo más profunda cuando los físicos comenzaron a estudiar el
problema de la luz, de la refracción y del espectro lumínico. Ya en la época de Kant se había
avanzado bastante en este sentido; pero estas cuestiones de la luz y sus leyes habían sido
estudiadas como cuestiones físicas “objetivas” que poco tenían que ver con el perceptor. Kant es
uno de los primeros en introducir en el terreno de la filosofía, el concepto de conciencia
(Bewußtsein) para poder explicar el conocimiento y también la necesaria relación entre el
sujeto y los objetos presentados por él como fenómenos (φαινόμενον , quiere decir, literalmente,
“lo que aparece”, “lo que se presenta”). Por lo que con Kant comienza una reflexión muy
compleja sobre el problema del conocimiento. Esta reflexión está en los orígenes de la
fenomenología de Husserl, además de las reflexiones de Descartes que abren la época moderna
con una serie de planteos que, en definitiva, ya tenían raíces medievales 12.

Pero la cuestión de la percepción y la conciencia (ya no concebida como res, por


supuesto que Kant tampoco la consideraba de este modo), se afina todavía más con la
fenomenología de Husserl y sus seguidores, Merleau- Ponty13 y Sartre14.
Kant trabajó muy conscientemente el problema de la representación y de los fenómenos,
tuvo absoluta conciencia de que el conocimiento no era del noúmeno (de la realidad en sí, ver el
apartado de esta ponencia sobre la Objetividad), sino del fenómeno. Para él se conoce por las
intuiciones puras del espacio y el tiempo (Die transzendentale Ästhetik)); y por las categorías
del intelecto (Verstand). Por eso distingue con mucho cuidado, conocimiento y pensamiento. El

10
Maerk y Cabriolé, 2000
11
Kant, 1968, p98
12
Gilson, 1984
13
Merleau-Ponty, 1985
14
Sartre, 1966, y Sartre 1966
6
pensamiento es patrimonio de la Razón (Vernunft) y las Ideas tienen un papel regulador en el
conocimiento. El conocimiento le pertenece al intelecto (Verstand).
Sin embargo, a pesar de todos los inmensos avances que Kant hizo en relación a la
concepción cartesiana, su epistemología es todavía abstracta, en el sentido que desarrollamos ut
supra.
Para Varela y Maturana la conciencia no es una instancia lógica necesaria para
explicar la apercepción trascendental15, la conciencia es pura intencionalidad (como lo
plantea la fenomenología) y la percepción un proceso biológico necesario para la vida.
Por otra parte, Kant concibe a la percepción como un proceso de representación,
para lo cual usa dos palabras: Darstellung y Vorstellung. La primera tendría un sentido
más objetivo mientras que la segunda más subjetivo. Volveremos a esto cuando
hablemos del conocimiento como enacción, que se opone a lo que podríamos llamar
representacionismo.
Ya Ernst Cassirer nos decía: “Al acercarnos a los animales superiores nos
encontramos con una nueva forma de espacio que podemos designar como espacio perceptivo;
no es un mero dato sensible; posee una naturaleza muy complicada [hoy diríamos compleja],
conteniendo elementos de los diferentes géneros de experiencia sensible, óptica, táctil, acústica
y kinestésica”.16 Ya aquí nos alejamos bastante de una concepción abstracta, se tiene en
cuenta todos los sentidos operando en conjunto en una compleja red de “perturbaciones”
(para usar palabras de Maturana y Varela).

Las operaciones neuronales cooperativas que subyacen a nuestra percepción del color
han sido el resultado de la larga evolución biológica del grupo de los primates. Sus
efectos han penetrado a tal grado nuestra vida que resulta tentador asumir que los
colores, tal cual los vemos, son como el mundo. Pero esta conclusión se modera si
recordamos que otras especies, en su evolución, han gestado distintos mundos
cromáticos mediante operaciones neuronales cooperativas propias de sus órganos
sensoriales. Por ejemplo, el espacio cromático de la paloma es aparentemente

15
Kant, 1968,p138: (Dieser Grundsatz, der notwendigen Einheit der Apperzeption, ist nun zwar selbst
identisch, mithin ein analytischer Satz, erklärt aber doch eine Synthesis des in einer Anschauung
gegebenen Mannigfaltigen als notwendig, ohne welche jene, durchgängige Identität des
Selbstbewußtseins nicht gedacht werden kann “Este principio de la unidad necesaria de la
apercepción es idéntico, y, por consiguiente, una proposición analítica; pero no obstante,
demuestra la necesidad de una síntesis de la diversidad dada por la intuición (Anschauung),
sin la cual la identidad permanente de la autoconciencia (Selbstbewußtseins) no puede
concebirse”
16
(Cassirer, 1965, 72)

7
tetracromático (requiere cuatro colores primarios) a diferencia de nosotros los
tricrómatas (para quienes son suficientes sólo tres colores primarios). 17

Según un experimento con dos grupos de gatos criados en la oscuridad: a un


grupo se le impidió el movimiento, y al otro se le permitió. El primer grupo:

Chocaba con los objetos y perdían el equilibrio. Este estudio respalda el planteamiento
de la percepción como acción según el cual los objetos no son vistos mediante la
extracción visual de características, sino más bien por la acción guiada visualmente. Se
han obtenido resultados similares en muchas otras circunstancias y han sido estudiados
incluso a nivel de una sola célula. 18

Por otra parte, hay que recordar que el sistema nervioso es un sistema que
funciona como un arco de perturbación-acción (puede ser una respuesta muscular,
glandular, etc.); pero siempre hay una actividad intrínsecamente ligada a la percepción.

la percepción y la acción, son fundamentalmente inseparables en la cognición vivida, y


no están simplemente ligados en forma contingente. 19
La percepción es acción perceptualmente guiada, y […] las estructuras cognitivas
surgen de los esquemas sensorimotrices recurrentes que permiten que la acción sea
guiada perceptualmente.20

En este mismo sentido Varela incluye una larga cita de Merleau-Ponty donde
éste dice que no podemos comparar al organismo con un teclado (modelo del cuerpo-
máquina de Descartes) en donde los estímulos externos se tocarían. El organismo no es
pasivo y el mundo no es algo que esté allí para ser conocido independientemente del
sujeto: “la conducta es la primera causa de toda estimulación”.21

3. El conocimiento como enacción


El medio ambiente no es pre-dado
sino especificado y

17
Varela, 2000, p209
18
Varela, 2000, p229. [experimento de Held y Hein]
19
Varela, 2000, p226
20
Varela, 2000, p227
21
Merleau-Ponty, The structure of Behavior, citado por Varela, 2000, p228
8
formulado junto con su historia evolutiva. 22
Varela
Ernst Cassirer hablando del espacio y el tiempo dice que “la memoria simbólica
es aquel proceso en el cual el hombre no sólo repite su experiencia pasada, sino que la
reconstruye, la imaginación se convierte en un elemento necesario del genuino recordar”. 23
Y Sartre en L´Imaginaire: “Usaremos el término «conciencia» no para designar la
mónada y el conjunto de sus estructuras psíquicas, sino para nombrar cada una de sus
estructuras en su particularidad concreta. Hablaremos pues de conciencia de imagen, de
conciencia perceptiva, etc., nos inspiramos en uno de los sentidos de la palabra alemana
Bewusstsein” 24
Con estas dos citas podemos ver que hay un cambio muy importante en la evolución de
la concepción de la conciencia, la percepción y el conocimiento. Cassirer es un neokantiano y
Sartre, parte, al igual que Heidegger y Merleau-Ponty de la fenomenología. Por otra parte,
Varela, además de su formación científica tiene una sólida formación filosófica dada entre otros
maestros por el especialista en Kant, Roberto Torreti. En el Fenómeno de la vida dedica muchas
páginas a analizar algunos textos prácticamente inaccesibles de la obra de Husserl, el inspirador
primigenio de los autores mencionados.
En todos estos casos, lo que se pone de manifiesto es que la conciencia no es pasiva, por
eso dice Sartre, en el mismo texto citado anteriormente: “La expresión «estado de conciencia»
implica, para las estructuras psíquicas, una suerte de inercia, de pasividad que nos parece
incompatible con los datos de la reflexión.25

Enacción es un neologismo, inspirado del inglés corriente en vez del griego como lo es
autopoiesis. Corrientemente enacción se usa en el sentido de traer a la mano o hacer emerger,
que es lo que me interesa destacar. La prueba de fuego de este punto de vista es que ha
permitido una reconstitución detallada y meticulosa de un fenómeno que puede verse como caso
ejemplar: la visión de colores.26
El planteo enaccionista es contrario al representacionista de Kant, por ejemplo,
pero que viene de mucho más lejos, desde la idea de la tabula rasa. En todos estos
casos, sobre todo en el caso de los empiristas, la conciencia es vista en una forma

22
Varela,2000, p177
23
Cassirer, 1965, p85
24
Sartre, 1966, p11 “Nous userons du terme «conscience», non pour désigner la monade et l´ensemble
de ses structures psychiques, mais pour nommer chacune de ses structures dans sa particularité
concrète. Nous parlerons donc de conscience d´image, de conscience perceptive, etc., nous inspirant d
´un des sens allemands du mot Bewusstsein
25
Sartre, 1966, p11 : “L´expression «état de conscience» implique, pour les structures psychiques, une
sorte d´inertie, de passivité qui nous paraît incompatible avec les données de la réflexion. ”
26
Varela, 2000, p 448

9
totalmente pasiva y todavía un sector de las ciencias cognitivas continúa con un modelo
parecido como es el de procesamiento de información, al comparar al cerebro con una
máquina de procesamiento de datos. El sistema nervioso es infinitamente más complejo
y obedece a una lógica muy diversa. (algo que enlace)

el sistema nervioso no opera –y no puede operar- con una representación del mundo
circundante […] tenemos la trampa de suponer que el sistema nervioso opera con
representaciones del mundo. Y es una trampa porque nos ciega ante la posibilidad de
dar cuenta de cómo funciona el sistema nervioso en su operar momento a momento
como sistema determinado con clausura operacional. 27

El cierreparte, Varelao significa que el organismo no tenga contactos con su


medioambiente, sino que como sistema que tiene unos límites, que en el caso de la
célula es la membrana que la separa de su medioambiente y en el caso de seres más
complejos es la piel; pero que guarda una intimidad de procesos de todo tipo como
sistema cerrado y que convive a la vez con su medio en relaciones variadas. El enlace

El sistemparte, Varelaá constituido de tal manera que cualquiera sean sus cambios éstos
generan otros cambios dentro de él mismo, y su operar consiste en mantener ciertas
relaciones entre sus componentes invariantes frente a las continuas perturbaciones que
generan en él tanto la dinámica interna como las interacciones del organismo que
integra. En otras palabras, el sistema nervioso opera como una red cerrada de cambios
de relaciones de actividad entre sus componentes. 28

El sistema nervioso no “capta información” del medio como a menudo se escucha, sino
que al revés, trae un mundo a la mano al especificar qué configuraciones del medio son
perturbaciones y que cambios gatillan éstas en el organismo. La metáfora tan en boga
del cerebro como computador, no es sólo ambigua sino francamente equivocada. 29

Éste es un resumen del programa representacionsta tal como lo presenta Varela: “El
sistema nervioso captura características del entorno y construye representaciones del mundo
en el que vive el animal con el fin de utilizarlas como acciones de adaptación del organismo” 30.

27
Maturana y Varela, 1997, p 89
28
Ibidem, p 111
29
Ibidem, p113
30
Varela, 2000, p 154
10
Podría decirse que la concepción enactiva del conocimiento está en el punto intermedio
entre el representacionismo y el solipsismo. enlace

La visión no es una recuperación de características dadas previamente, sino el


ordenamiento de un mundo posible. Un mundo visual no es ni encontrado ni inventado,
sino ordenado.31

Nuestra posición es que la cognición es enacción, un mutuo pliegue/despliegue natural


del organismo y el mundo revelado a través de las regularidades que se dan a la luz, tal
como el color. Las diversas maneras de colorear son un excelente ejemplo: nosotros
animales de tierra, vivimos en nuestros diversos espacios de color y por ende nuestros
cerebros y nuestros universos se encuentran. 32

Para concluir este apartado sólo agregaría la distinción entre medioambiente y


mundo. Mientras el medioambiente es el espacio en el cual el organismo establece
relaciones de intercambio más o menos estables que le permiten la vida, el mundo es
algo así como un plus de significación que pertenece a las narrativas que el sistema
nervioso puede llevar a cabo. A partir del medioambiente es que constituyo un mundo.

En su completitud, el sistema nervioso es un sintetizador de regularidades tan


magnífico, que cualquier material básico le es suficiente como medioambiente para
producir un mundo extraordinario.33

Varela no lo señala explícitamente en este lugar; pero sí en otros pasajes del


libro, se trata del in-der-Welt-sein de Heidegger (traducido por José Gaos como ser-en-
el-mundo). Este Welt no es el mundo material (medioambiente) sino el mundo al que
estoy intrínsecamente ligado, es como la relación de conocimiento en donde no se puede
separar el sujeto del objeto. Es necesario recordar esas dos palabras alemanas a las
cuales hicimos referencia más arriba: Leib und Körper. El Leib pertenece al in-der-
Welt-sein, mientras que el Körper pertenece a las relaciones biofisiológicas.
Volveremoparte, Varelan el apartado dedicado al cuerpo.
31
Ibidem, p 177-178
32
Ibidem, p 180
Varela, 2000, p100,101,102

33

11
Sólo resta decir dos palabras sobre la distinción de entre mundo (Welt) y
medioambiente. enlace

Estar situado significa que la entidad cognitiva tiene, por definición, una perspectiva. Esto
significa que no está “objetivamente” relacionada con su medioambiente, que es independiente
del sistema de locación, títulos y apartados, actitudes e historia. En cambio, se relaciona con el
medioambiente desde la perspectiva establecida por la constante emergencia de características
del agente mismo y en términos del papel que juegan tales redefiniciones en la coherencia del
sistema. […] debemos hacer una tajante diferencia entre medioambiente y mundo. 34

Esto último está en concordancia con el cuerpo como Leib, es decir el cuerpo
vivido, el cuerpo que se vive desde una perspectiva, la única forma de vivirlo; y el
cuerpo como Körper que tiene que ver con las relaciones tal como las podría tener un
observador externo.
En cuanto a mundo (Welt, habría que revisar algunas páginas de Ser y Tiempo
(Sein und Zeit) de Heidegger35: Drittes Kapitel, Die Weltichkeit der Welt (Capítulo III,
La mundanidad del mundo, según la truducción de José Gaos, Fondo de Cultura
Económica).

4. El cuerpo
La experiencia del propio cuerpo
nos enseña a arraigar el espacio en la existencia.
Merleau-Ponty

Una de las primeras consecuencias epistemológicas fundamentales en relación

con el cuerpo es que éste tiene una perspectiva que no es la de la objetividad36, sino la
de la perspectiva en que se presentan los objetos (en escorzos). Enlace

34
Varela, 2000, p100
35
Heidegger, 1986, Seite 63
36
Por eso se dice en un libro de Maturana que : “[la objetividad oculta la búsqueda de un
argumento para obligar a los demás] [modifiqué ligeramente la redacción porque la propuesta
está formulada en forma de pregunta. Es la introducción a un artículo de Maturana hecha por
Ernesto Torini, Santiago, abril de 1996. Volveremos sobre este asunto. Maturana, 2005.

12
Nuestra percepción remata en unos objetos, y el objeto, una vez constituido, se revela
como razón de todas las experiencias que del mismo hemos tenido o podríamos tener.
Por ejemplo, veo la casa vecina desde cierto ángulo, otro individuo, desde la orilla
opuesta del Sena, la vería de forma diferente. 37 […]
Mi mirada humana nunca pro-pone del objeto más que una cara, incluso si, por medio
de los horizontes, apunta a todas las demás, nunca se la puede confrontar con los puntos
de vista precedentes o con los demás hombres, sino por el intermedio del tiempo y del
lenguaje.38

Hay una diferencia fundamental entre el objeto (que podría definirse como la ley
de sus variaciones) y el cuerpo, ya que el cuerpo no está ante mí (oposición sujeto-
objeto) sino que yo soy mi cuerpo. “Pero yo no estoy delante de mi cuerpo [ como lo estaría
si mi cuerpo fuera un objeto más], estoy en mi cuerpo, o mejor, soy mi cuerpo.” 39 enlace

Pero precisamente porque puede cerrarse al mundo, mi cuerpo es asimismo lo que me


abre al mundo y me pone dentro de él en situación. […] jamás me convierto
completamente en una cosa dentro del mundo [Welt, aquí se expone la visión del
cuerpo como Leib, no como Körper, ver ut surpa], siempre me falta la plenitud de la
existencia como cosa, mi propia sustancia huye de mí por el interior, y siempre se
esboza una intención. 40

El contexto en que se mueve la reflexión de Merleau-Ponty es totalmente


husserliano (intencional) y sartreano (la distinción de en-sí, para –sí en El Ser y la
Nada). [ Hay varias secciones de este último libro que tienen que ver con este planteo
de Merleau-Ponty: Segunda parte, El Para-Sí; Tercera Parte, El Para-Otro, Capítulo
II, El cuerpo,41 etc.].

[Por] nuestra historia corporal y social, la inevitable conclusión es que el conocedor y


lo conocido, sujeto y objeto, están en una relación de mutua especificación: surgen
conjuntamente. 42

37
Merleau-Ponty, 1985, p87
38
Ibidem, p 89
39
Ibidem, p 167
40
Ibidem, p 181-182
41
Sartre,1966
42
Varela, 2000, p 207
13
Y ahora, Varela, con extraordinaria sencillez, utilizando la vieja aporía de quién
es primero: ¿el huevo o la gallina? explica la posición, si se quiere intermedia, de la
enacción:

Postura de la Gallina: El mundo afuera de nosotros tiene leyes fijas, precede a la


imagen que proyecta sobre el sistema cognitivo, cuya tarea es capturar esta imagen
apropiadamente (ya sea como símbolos o en estados emergentes).[…] [Ver por ejemplo
la descripción de la relación de conocimiento en Nicoali Hartmann, Metafísica del
Concimiento43]
Postura del Huevo: el sistema cognitivo crea su propio mundo, y toda su aparente
solidez es la reflexión primaria de las leyes internas del organismo.
La orientación enactiva propone que tomemos una vía intermedia, yendo más allá de
estos dos extremos, dándonos cuenta (como lo saben los granjeros) que el huevo y la
gallina se definen el uno al otro, son correlativos. Es el permanente proceso de vivir lo
que ha dado forma a nuestro mundo en el ir y venir entre lo que describimos como
restricciones externas, desde nuestro punto de vista perceptual, y la actividad generada
internamente. 44

5. Neurofenomenología

La neurofenomenología tiene bastante que ver con el punto anterior ya que, de


alguna manera, combina la posición de «objetividad sin paréntesis» con la «objetividad
con paréntesis». Lo que pretende Varela es una articulación relacionada conpción
fenomenológica (que es una descripción en primera persona, desde el sujeto, llevando a
cabo los recaudos metodológicos de la misma, como la reducción, etc.), y la descripción
“normal” de la neurología (objetividad sin paréntesis, ésta no es la terminología que
usa Varela, sólo la uso para fines explicativos). Un intento similar fue el de Jean-Paul
Sartre, al intentar articular el marxismo, ciencia de nuestro tiempo, según sus palabras,
con el existencialismo, que era, según la visión sartreana, lo que le faltaba 45. enlace

43
Hartmann, 1957
44
Varela, 2000, p 207
45
Sartre, 1985
14
El problema de este programa de investigación es que si no queremos reducir la
experiencia (examinada y no examinada) a una perspectiva neural, habrá que desarrollar
una metodología apropiada para su examen.46 […]

La hipótesis de Trabajo de la Neurofenomenología (aquí no hay comentario tuyos)

Las referencias fenomenológicas acerca de la estructura de la experiencia


y sus equivalentes en la ciencia cognitiva se relacionan unas con otras a
través de restricciones recíprocas. 47

El punto clave aquí, es que a través del énfasis de una codeterminación de ambos
informes se pueden estudiar los puentes, desafíos, percepciones y contradicciones que
existen entre ellos, esto significa que ambas áreas de fenómenos tienen el mismo estatus
para exigir una atención total y respeto por su especificidad. Es bastante fácil ver cómo
los informes científicos aclaran la experiencia mental, pero es característico que se
ignore la dirección recíproca de la experiencia hacia la ciencia. ¿Qué entregan los
informes fenomenológicos? Al menos dos aspectos principales del panorama global. En
primer lugar, sin ellos el carácter directo de la experiencia desaparece, o se transforma
en un misterio. En segundo lugar, los informes estructurales entregan limitaciones
acerca de las observaciones empíricas. 48 […]
La afirmación acerca de los niveles apropiados de descripción entre los sucesos
cerebrales y la conducta no es, por supuesto, nueva y controversial excepto para
aquellos que son extremadamente reduccionistas. La novedad de mi propuesta, consiste
en que estos informes disciplinados en primera persona deberían ser un elemento
integral de validación de una propuesta neurobiológica y no sólo la información casual
o heurística. Esta es la razón por la cual elegí describir la situación mediante la hipótesis
de que ambos informes tienen limitaciones mutuas. 49

Más adelante el autor señala que en los estudios “funcionalistas lo que falta es la
incorporación de la “vida humana”. Éste es el divorcio con lo concreto que señalaba al
comienzo, en las palabras introductorias. En Varela la concreción es manifiesta, sobre

46
Varela, 2000, p253
47
Ibidem, p283
48
Varela, 2000, p 283
49
Ibidem, p 284
15
todo, en su concepción gnoseológica enactiva, que sigue bastante de cerca a Merleau-
Ponty y Husserl; pero también en esta propuesta de “neurofenomenología”.

¿Conclusiones? faltan

Bibliografía

Bertalanffy, L. v. (1991). Teoría general de los sistemas. México: Fondo de Cultura Económica.
Cassirer, E. (1965). Antropología filosófica. México: Fondo de Cultura Económica.
Derrida, J. (1978). De la gramatología. México: Siglo XXI.
Derrida, J. (1971). Tiempo y presencia. Santiago de Chile: Editorial Universitaria.
Gilson, É. (1984). Étude sur le rôle de la pensée médiévale dans la formation du système
cartèsien. Paris: J. Vrin.
Godard, P. (2015). Le mythe de la culture numérique. France: Le bord de l´eau.
Haraway, D. J. (1995). Ciencia, ciborg y mujeres. La reinvención de la naturaleza. Madrid:
Cátedra.
Haraway, D. J. (1984). Manifiesto ciborg. En línea, agosto de 2016.
Harding, S. (1996). Ciencia y feminismo. Madrid: Morata.

16
Hartmann, N. (1957). Metafísica del conocimiento. Buenos Aires: Losada.
Heidegger, M. (1986, la primera edición es de 1927). Sein und Zeit. Tübingen: Max Niemayer
Verlag.
Husserl, E. (1997). Meditaciones cartesianas. Madrid: Tecnos.
Johnson, S. (2001). Sistemas emergentes, o qué tienen en común, neuronas, ciudades y
software. México: Fondo de Cultura Económica.
Kant, I. (1968, la primera edición fue de 1781). Kritik der reinen Vernunft. Frankfurt am Mein:
Suhrkamp.
Kuhn, T. (1989). ¿Qué son las revoluciones científicas? Barcelona: Paidós.
Landow, G. P. (1995). Hipertexto. La convergencia de la teoría crítica contemporánea y la
tecnología. Barcelona: Paidós.
Maerk, J. y. (2000). ¿Existe una epistemología latinoamericana? México: Plaza y Valdés.
Maturana, H. (2005). La objetividad, un argumento para obligar. Santiago de Chile:
Comunicaciones Noreste.
Maturana-Varela. (1998). De máquinas y seres vivos. Santiago de Chile: Editorial Universitaria.
Maturana-Varela. (1997). El árbol del conocimiento. Santiago de Chile: Editorial Universitaria.
Merleau-Ponty, M. (1985). Fenomenología de la percepción. Barcelona: Origen/Planeta.
Morin, E. (2005). Complejidad restringida, complejidad general. Francia: Cerysy-La Salle.
Morin, E. (2004). Introducción al pensamiento complejo. Barcelona: Gedisa.
Piscitelli, A. (2002). Cibercultura 2.0. En la era de las máquinas inteligentes. Buenos Aires:
Paidós.
Prigogine, I. (2005). El nacimiento del tiempo. Barcelona: Tusquets.
Prigogine, I. (1999). Las leyes del caos. Barcelona: Crítica.
Sartre, J.-P. (1985). Critique de la raison dialectique. Paris: Gallimard.
Sartre, J.-P. (1966). El ser y la nada. Buenos Aires: Losada.
Sartre, J.-P. (1966). L´imaginaire, psycologie phénoménologique de l´imagination. Paris:
Gallimard.
Varela, F. (2000). El fenómeno de la vida. Santiago de Chile: Dolmen Ediciones.
Weisskopf, V. (1991). La revolución cuántica. Madrid: Akal.
Yojcom Rocché, D. (2013). La epistemología de la matemática maya. Iximulew-Guatemala:
Editorial Maya Wuj.

17

También podría gustarte