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Derecho Administrativo

Ficha de análisis Sentencias


Identificación de sentencia:

CONSEJO DE ESTADO
SALA DE LO CONTENCIOSO ADMINISTRATIVO
SECCIÓN TERCERA, SALA PLENA

Sentencia: 6 de diciembre de 2012

Referencia: 11001-03-26-000-2012-00078-00(45679)

Magistrado Ponente: Jaime Orlando Santofimio Gamboa


Norma demandada o derechos demandados:

El artículo 615 del Código General del Proceso, y de recordar que este artículo entró en
vigor el 12 de julio de 2012 (teniendo en cuenta el artículo 627 del mismo código)

Demandado: MINISTERIO DE DEFENSA - EJERCITO NACIONAL


Argumentos del demandante

o El 6 de julio de 2012, se presentó demanda de reparación directa ante el Tribunal


Contencioso Administrativo de Arauca, con el propósito de declarar la
responsabilidad del Ministerio de Defensa - Ejército Nacional, por los hechos
ocurridos el 14 octubre del 2010, en los que murieron 4 menores de edad, 2 de los
cuales reportaron signos de abuso sexual.
o Por estos hechos, la Fiscalía 51 adscrita a la Unidad Nacional de Derechos
Humanos y Derecho Internacional Humanitario, adelantó investigación en la que
se formuló acusación contra el Subteniente Raúl Muñoz Linares, adscrito a la
Brigada Móvil Contraguerrilla # 5 del Ejército Nacional. El escrito de acusación
fue presentado ante la Juez Penal del Circuito de Saravena, pero la radicación de
ese proceso fue cambiada por decisión de la Sala Penal de la Corte Suprema de
Justicia, a causa del asesinato de la titular del Juzgado Penal del Circuito de
Saravena. Una vez efectuado el reparto respectivo, correspondió el conocimiento
del caso al Juzgado 27 Penal del Circuito de Bogotá.
o El Juzgado Segundo Administrativo de Arauca manifestó que “Si bien el proceso
ante lo contencioso Administrativo tiene su fundamento en la búsqueda por parte
del demandante de una responsabilidad extracontractual del Estado que en
principio es independiente de la investigación penal que por el mismo hecho sigue
la justicia penal en contra de miembros de la fuerza pública, no es menos cierto
que dado el sistema mixto que comprende la oralidad del proceso contencioso
administrativo, es posible que este último, culmine mucho antes que el proceso
penal y que consecuentemente sirva como un elemento más en dicho proceso para
fijar la responsabilidad penal que le pueda caber al agente del estado (sic) en este
horrendo crimen; situación que motiva mayor grado de incertidumbre y de presión
para el juzgado que conozca en definitiva de esta acción de reparación directa”.

Problema jurídico: ¿Bajo cuales condiciones procede el cambio de radicación y quienes


están legitimados para solicitarlo y decidirlo cuando se trata de procesos contencioso
administrativo?

Subreglas: No hay.

Ratio decidendi:

o Concepto de cambio de radicación


o La afectación del orden público como causal de procedencia de la solicitud del
cambio de radicación
o Afectación de la imparcialidad y la independencia de la administración de justicia
o La afectación de las garantías procesales
o La afectación de la seguridad o integridad de los intervinientes
o Deficiencias de gestión y celeridad de los procesos, previo concepto de la Sala
Administrativa del Consejo Superior de la Judicatura
o Legitimación para solicitar el cambio de radicación
o Competencia para decidir la petición de cambio de radicación y cargas que debe
cumplir el peticionario
o Justificación del cambio de radicación solicitado

Decisión:

- Ordenar el cambio de radicación del proceso, para el efecto, se ordena enviar el


expediente al reparto de los jueces administrativos de la ciudad de Bogotá, con el fin de
que en uno de estos despachos sea radicada la competencia para conocer de la demanda
presentada por JOSE ALVARO TORRES Y OTROS contra el MINISTERIO DE
DEFENSA - EJERCITO NACIONAL, a la que le fue adjudicado el número de radicación:
110010326000201200078, en el Juzgado Segundo Administrativo de Arauca.

- Ordenar a la Policía Nacional y al Ministerio del Interior, realizar todos los estudios de
seguridad necesarios para determinar el grado o tipo de riesgo al que están sometidos los
demandantes, la Juez Administrativa de Arauca, el apoderado de la parte demandante, el
Juez Administrativo de Bogotá o al funcionario judicial a quien por reparto corresponda
avocar el conocimiento del proceso.

- Que como consecuencia de lo anterior, la Policía Nacional y el Ministerio del Interior


adopten en el menor tiempo posible las medidas de seguridad que sean necesarias.

- Remitir copia de esta providencia al Defensor del Pueblo para que en el ámbito de sus
competencias adopte las medidas que sean necesarias para garantizar la vida y seguridad de
las personas a que se refiere el numeral segundo de la parte resolutiva de la providencia.
 
Precedentes jurisprudenciales relevantes para la decisión:

- Corte Constitucional, Sentencia C-127 de 2011, M.P. María Victoria Calle.

- Corte Constitucional, Sentencia C- 179 de 1994, M.P. Carlos Gaviria Díaz.

- Corte Constitucional, Sentencia C- 825 de 2004, M.P. (E); Rodrigo Uprimny Yepes.

- Corte Constitucional, Sentencia C- 252 de 2010, M.P. Jorge Iván Palacio Palacio.

- Corte Constitucional, Sentencia T-719 de 2003, M.P. Manuel José Cepeda.

- Corte Constitucional, Sentencia T-199 de 2010, M.P. Humberto Antonio Sierra Porto.

- Corte Constitucional, Sentencia T- 339 de 2010, M.P. Juan Carlos Henao.

- Consejo de Estado, Sala de lo Contencioso Administrativo, Sección Tercera, Auto del 25


de mayo de 2006, Exp. 31664. C.P. Mauricio Fajardo Gómez.

- Consejo de Estado, Sala de lo Contencioso Administrativo, Sección Tercera, Sentencia


del 6 de julio de 2007, Exp. 17253, C.P. Ruth Stella Correa.

- Consejo de Estado, Sección Tercera, Subsección C, Sentencia del 18 de enero de 2012,


Exp. 21196, C.P. Jaime Orlando Santofimio Gamboa.

- Consejo de Estado, Sección Tercera, Sentencia del 16 de agosto de 2007, Exp. AP-
250003225000200400992 01.

- Corte Suprema de Justicia, Sala de Casación Penal, auto del 8 de abril de 2011, Exp.
36145.

- Corte Interamericana de Derechos Humanos, Opinión Consultiva OC- 5-85, 13 de


noviembre de 1985, solicitada por el Gobierno de Costa Rica.
 
Aclaraciones voto:

Magistrada Stella Conto Díaz del Castillo

- De acuerdo con los artículos 228 y 230 de la Constitución, los jueces gozan de autonomía
e independencia para el ejercicio de sus funciones y “en sus providencias, sólo están
sometidos al imperio de la ley”. Sin embargo, es ampliamente aceptado que los jueces, más
allá de llevar a cabo una aplicación mecánica de la ley, realizan un ejercicio permanente de
interpretación del ordenamiento jurídico que se contrae a determinar cuál es la disposición
jurídica aplicable y cuáles son los efectos que de tal ejercicio se derivan para el caso
concreto. En este sentido, es claro que mediante sus providencias, los jueces llevan a cabo
un complejo proceso de integración e incluso de creación del derecho, que trasciende la
clásica tarea de subsumir hechos a normas y elaborar silogismos.

- Empero, es preciso tener en cuenta que la autonomía judicial, respecto de la


interpretación y aplicación del ordenamiento jurídico, no es absoluta, en tanto está sujeta al
deber de respetar el derecho de toda persona a recibir el mismo tratamiento por parte de las
autoridades (artículos 13 y 229 de la C. P.), lo que significa que el deber aludido se traduce
en la obligación del juez de resolver casos iguales de la misma forma.

- Lo anterior se materializa, entre otras cosas, en el acatamiento al precedente, el cual


puede ser vertical –aquel que fija el juez superior en relación con la manera en que se ha de
interpretar y aplicar una norma por el inferior y cuya finalidad es garantizar la armonía del
sistema judicial-, y horizontal –fijado por el propio juez individual o colegiado en casos
decididos con anterioridad-.

Derecho Familiar

Ficha de análisis Sentencias


Identificación de sentencia:
Corte Suprema de Justicia
Sala de Casación Civil

Sentencia: SC11444-2016 DE 18 DE AGOSTO DE 2016

Referencia: 11001-31-03-005-1999-00246-01

Magistrado Ponente: LUIS ARMANDO TOLOSA VILLABONA


Norma demandada o derechos demandados:

Violación de los artículos 762, 771, 772, 774, 2512, 2518, 2531, 2532 y 2534 del Código
Civil, 90 y 332 del Código de Procedimiento Civil.
Argumentos del demandante:

o En el libelo genitor, repartido el 8 de febrero de 1999, Hortensia Núñez de Núñez,


Ana Josefa Núñez de Díaz, Hermes Álvarez Núñez, Pedro Elías, Jorge Arturo,
Martha Elena y Carlos Julio Núñez Núñez, y en la reforma presentada el 11 de
enero de 2005, Adelia Núñez de Tovar y Ana Mercedes Núñez Núñez, solicitaron se
declarara que adquirieron mediante el modo de la prescripción extraordinaria, el
derecho de dominio de un inmueble situado en esta ciudad, cuya titularidad
aparece a nombre de la interpelada Mary Paz Santacruz.

o Manifiestan los demandantes que vienen ejerciendo la posesión material conjunta


del bien raíz, desde 1978, o en subsidio, a partir de 1984, de manera quieta,
tranquila, pacífica e ininterrumpida.

o Solicitan los recurrentes, casar la sentencia atacada, revocar la del juzgado y


declarar la usucapión, al sumarse veinte años de posesión entre 1978-1998 o
1984- 2004, y más, pues el 11 de enero de 2005, la “(…) demanda fue reformada
integrándola en un único escrito (…)

Problema jurídico: ¿ la coposesión entre poseedores materiales no titulares del derecho de


dominio; de ninguna manera atañe a la posesión conjunta entre copropietarios o cotitulares
del derecho de dominio, con sus diversas incidencias, porque estos ejercen la posesión en
su condición de propietarios inscritos de cuotas o de partes alícuotas, abstractas pero
definidas, tampoco versa de la posesión que uno o varios de éstos pueden ejercer con
respecto a los demás condóminos?

Subreglas. No hay.

Ratio decidendi: La coposesión es la cotitularidad o pluralidad de titulares en la posesión


de una cosa, la cual comporta varios elementos:

o Pluralidad de poseedores. Dos o más sujetos pretenden ser y actúan coetáneamente


como poseedores ejerciendo actos materiales de aquéllos a los que solo da derecho
el dominio actuando en forma compartida.

o Identidad de objeto, en tanto los actos posesorios recaen sobre una misma cosa y no
sobre un sector de la unidad.

o Homogeneidad de poder de cada uno de los poseedores sobre la cosa, para


disfrutarla proindiviso, es decir, cada coposeedor lo es de la cosa entera. No
obstante, cada poseedor deberá actuar teniendo en cuenta la limitación que conlleva
la cotitularidad de la posesión.
o Ejercicio de un poder de hecho sobre el todo, pero al mismo tiempo, sobre una
alícuota, ideal y abstracta en forma simultánea dependiendo del número de
coposeedores. En principio para efectos de la división podría hablarse de cuotas
iguales, a menos que los coposeedores, en consenso, acepten participación
diferente.

o Cada comunero es recíprocamente tenedor con respecto al derecho del otro


coposeedor, porque respeta el señorío del otro. De no verse de este modo, el
coposeedor que no respeta el derecho del otro, invadiría voluntaria y materialmente
el derecho de otro, minando el carácter conjunto de la posesión para ir
transformándose en poseedor excluyente y exclusivo frente al derecho del otro.

o El ánimus domini en la posesión es pleno y exclusivo, mientras que en la


coposesión es limitado, compartido y asociativo. Y no puede ser de otra forma,
porque dos personas, dos objetos o dos entes, desde el punto de vista lógico, no
pueden ocupar al mismo tiempo el mismo lugar en el espacio. En cambio, en la
coposesión, los varios coposeedores no tienen intereses separados, sino
compartidos y conjuntos sobre la misma cosa, autolimitándose, ejerciendo la
posesión en forma proindivisa, por ello su ánimus resulta preferible llamarlo
ánimus condominii.

o No pueden equipararse la coposesión material, la posesión de comunero y la de


herederos, porque tienen fuentes y efectos diversos. La coposesión puede estar
unida o concurrir con o sin derecho de dominio; si se presenta con la titularidad del
derecho de dominio, serán copropietarios sus integrantes.

o Los coposeedores “proindiviso” cuando no ostentan la propiedad pueden adquirir el


derecho de dominio por prescripción adquisitiva cuando demuestren los respectivos
requisitos. De consiguiente, siguen las reglas de prestaciones mutuas en el caso de
la reivindicación, acciones posesorias y demás vicisitudes que cobijen al poseedor
exclusivo.

Decisión:

NO CASA la sentencia de 6 de junio de 2013, proferida por el Tribunal Superior del


Distrito Judicial de Bogotá, Sala Civil, en el proceso ordinario promovido por H.N. de
Núñez, A.J.N. de D., A.N. de T., H.Á.N., P.E., J.A., M.E., A.M. y C.J.N.N. contra M.P.S.
y personas indeterminadas.

Las costas en casación corren a cargo del demandante recurrente. En la liquidación


respectiva inclúyase la suma de seis millones de pesos ($6’000.000), por concepto de
agencias en derecho, teniendo en cuenta que la demanda fue replicada por la demandada
opositora.
 
Precedentes jurisprudenciales relevantes para la decisión:

Sentencias de 11 de febrero de 2009, sentencia de 1 de julio de 2014 y sentencia de 1 de


septiembre de 1950, sentencia 29 de octubre de 2001, sentencia de 15 de abril de 2009,
reiterando fallo de 30 de agosto de 1954; y de 12 de agosto de 1997.
 
Aclaraciones de voto:

Magistrado Luis Alonso Rico Puerta

o INTERVERSIÓN DEL TÍTULO - De tenedor a poseedor. Carácter inmutable de la


tenencia. Fenómeno acuñado por la jurisprudencia pero no contemplado en las
normas del código civil
o TENENCIA - Carácter inmutable, ausencia de vocación traslaticia y de presunción
de la propiedad en favor del tenedor. Presunción de la mala fe cuando se demanda
la prescripción alegando la interversión del título de tenedor arrendatario a
poseedor
o HERMENÉUTICA - Del numeral 3º del artículo 2531 del Código Civil atinente a
la posesión, y a la prescripción adquisitiva de dominio.
o POSESIÓN DEL LADRÓN - Improcedencia para obtener la prescripción
adquisitiva de dominio, por encontrarse viciada por violencia o clandestinidad.
Tipo penal de hurto simple y hurto calificado. Requisitos de la regular, irregular.

Derecho Médico

Ficha de análisis Sentencias


Identificación de sentencia:

Corte Suprema de Justicia


Sala de Casación Civil

Sentencia: SC003-2018 12 DE ENERO DE 2018

Referencia: 11001-31-03-032-2012-00445-01

Magistrado Ponente:  LUIS ARMANDO TOLOSA VILLABONA


Norma demandada o derechos demandados:

Su protección como finalidad del recurso de casación por responsabilidad médica frente a
entidad hospitalaria y EPS. Hermenéutica del artículo 16 de la Ley 1285 de 2009.
Aplicación del artículo 333 del Código General del proceso.
 
Argumentos del demandante:

o El petitum. La demandante solicitó se declarara la responsabilidad médica de las


interpeladas, y como consecuencia, condenarlas a pagar a su favor los perjuicios
materiales, fisiológicos y morales causados.

o La causa petendi. La pretensora, en calidad de beneficiaria del Plan Obligatorio


de Salud, aquejada de dolencias físicas, con pérdida del conocimiento, acudió a la
sección de urgencias de las entidades demandadas.

o La historia clínica del Hospital San José, demostrativa de una atención médica
tardía y negligente de las entidades demandadas, al resaltarse “un cuadro clínico
de 8 días de evolución, dado por episodio sincopal (pérdida de conocimiento)
precedido de tinnitus acompañado de disminución de la fuerza y sensibilidad del
hemicuerpo derecho, alteración del campo visual”

o En ese orden, para la recurrente, el sentenciador acusado tuvo por demostrado,


sin estarlo, la prestación adecuada del servicio de salud; y no dio por acreditada,
estándolo, la culpa médica y relación de causalidad.

Problema jurídico: ¿La diferencia entre obligaciones de medio y de resultado, por lo


tanto, sirve para facilitar y solucionar problemas relacionados con la culpa galénica y su
prueba, sin perjuicio, claro está, de otras reglas de morigeración, cual ocurre en los casos
de una evidente dificultad probatoria para el paciente o sus familiares, todo según las
circunstancias en causa, introducidas ahora por el artículo 167 del Código General del
Proceso?

Subreglas: No Hay.

Ratio decidendi:

o El recurso se resolverá siguiendo las directrices del Código de Procedimiento Civil,


con las modificaciones pertinentes a la cuestión, por ser el plexo normativo en
vigor cuando fue formulado y sustanciado, de conformidad con los artículos 40 de
la Ley 153 de 1887, modificado por la regla 624 del Código General del Proceso,
vigente a partir del 1º de enero de 2006, y 625-5, ibídem, a cuyo tenor “(…) los
recursos interpuestos (…), se regirán por las leyes vigentes cuando se interpusieron
(…)”.
o Se precisa, sin embargo, a propósito de uno de los escritos de réplica, donde se
pone en tela de juicio el interés económico de la impugnante y se critica la
idoneidad formal de la demanda de casación, que tales cuestionamientos se
muestran extemporáneos, pues han debido enderezarse contra las providencias
mediante las cuales se concedió y admitió el recurso, y se recibió a trámite dicho
libelo “por reunir los requisitos de ley”.
o Empero, en lo relativo al contenido del escrito casacional, es cierto, allí se
denuncian como violadas, entre otras, unas disposiciones del Código Civil,
atinentes a la responsabilidad extracontractual.
o En el caso, según el contexto del cargo, el Tribunal se equivocó al no dar por
probado, estándolo, que la cefalea padecida por la pretensora cuando acudió a
solicitar los servicios de salud a las entidades demandadas, el 21 y 22 de mayo de
2003, no era de naturaleza primaria, sino secundaria, como se determinó, a partir
del 26 de mayo, en otro centro asistencial, luego de una valoración neurológica y de
la ayuda de exámenes especializados.

Decisión:

En mérito de lo expuesto, la Corte Suprema de Justicia, Sala de Casación Civil,


administrando justicia en nombre de la República de Colombia y por autoridad de la Ley,
NO CASA la sentencia de 4 de diciembre de 2013, proferida por el Tribunal Superior del
Distrito Judicial de Bogotá, Sala Civil, en el proceso ordinario de Blanca Margarita Rojas
Carreño contra el Hospital Universitario Clínica San Rafael y la Caja de Compensación
Familiar Compensar E.P.S., con llamamiento en garantía de Liberty Seguros S.A., Mapfre
Seguros Generales de Colombia S.A., Seguros del Estado S.A. y C.V.D..
Precedentes jurisprudenciales relevantes para la decisión:
Sentencia 183 de 26 de septiembre de 2002, expediente 6878

Sentencia 0208 de 31 de octubre de 2001. Expediente 5906.

Sentencia 06 de julio de 2009. Expediente 00341

Sentencia 05 de mayo de 2014. Expediente 00181

Sentencia 013 de 13 de diciembre de 2.000. Expediente 6488.

Sentencia 20 de septiembre de 2010. Expediente 00428.

Auto de 19 de mayo de 2015, expediente 00715


Aclaración de Voto: Magistrado Álvaro Fernando García Restrepo

En las sentencias de primera y segunda instancia se concluyó grosso modo que la parte
demandante no acreditó la culpa médica ni la relación de causalidad entre la actuación de
las entidades prestadoras del servicio de salud y las consecuencias que señala la demanda
como causantes del perjuicio cuya indemnización se reclama.

El único cargo propuesto alega violación indirecta de unas normas en las cuales aduce que
existieron errores de hecho al apreciar las pruebas que allí se citan.

No se encuentran en la sentencia de segundo grado los errores procesales y probatorios


reclamados en la demanda de casación, tampoco encuentro que la motivación teórica de
entrada presentada para la sentencia corresponda con el análisis que se hizo de la causal
invocada de casación, lo que me hace clarificar mi voto, aunque estoy de acuerdo con lo
decidido en la parte resolutiva, pues creo firmemente que no había fundamentos para casar
la sentencia impugnada.

Salvamento de Voto: Magistrado Ariel Salazar Ramírez

El Único cargo en casación se formul6 por la vía indirecta de la causal primera del artículo
368 del Código de Procedimiento Civil, al denunciar la violación de normas sustanciales
como resultado de errores de hecho en la valoración material de las pruebas.

A folio 19 se afirmó que los elementos "axiológicos" que debe demostrar "el afectado" son
"la conducta antijurídica, el daño y la relación de causalidad entre éste y aquélla, así como
la culpabilidad". Esa aseveración sólo corrobora que los elementos estructurales que han
de quedar probados en el proceso (sin importar a quién corresponda aportar la prueba) son
los supuestos de hecho que exige el artículo 2341 del Código Civil, independientemente
del nombre que quiera dársele a la figura jurídica. Luego, toda la argumentación sobre el
fundamento constitucional de la responsabilidad patrimonial por los daños producidos a los
usuarios en el ejercicio de la medicina, confluyó en la norma sustancial que consagra el
régimen de responsabilidad general por los delitos y las culpas, como no podía ser de otra
manera.

Entre los elementos que el fallo afirma que deben quedar probados se mencionó la
"relación de causalidad" entre el daño y la conducta antijurídica [folio 19]. En esa misma
línea argumentativa, la motivación giró en torno a la falta de demostración en casación de
los errores que cometió el Tribunal al concluir que "la pretensora no acreditó la culpa
médica ni la relación de causalidad".

De nada vale que se haga alarde de la aplicación de postulados constitucionales para


dirimir los conflictos civiles; que se prescinda de los institutos jurídicos que consagra el
ordenamiento de derecho privado; que se introduzca un novedoso "principio de
beneficencia o benevolencia" sin repercusiones prácticas; y que se desconozcan los
postulados elementales del derecho probatorio, si los jueces -como le ocurrió a los que
conocieron de este caso, incluida la Corte- no elaboran los razonamientos indiciarios que
saltan a la vista a partir de los hechos indicadores probados en el proceso.
Derecho Internacional

Ficha de análisis Sentencias


Identificación de sentencia:

Corte Internacional de Justicia

Sentencia: 19 de noviembre de 2012

Referencia: Controversia Territorial y Marítima (Nicaragua c. Colombia)

Magistrado Ponente:  Corte Internacional de Justicia


Norma demandada o derechos demandados:

La República de Nicaragua tiene el honor de someter una disputa ante la Corte de


conformidad con el Artículo 36, parágrafo 1 y el Artículo 40 del Estatuto, y el Artículo 38
del Reglamento de la Corte. La disputa consiste en un grupo de asuntos jurídicos
relacionados subsistentes entre la República de Nicaragua y la República de Colombia,
concernientes a titularidad sobre territorio y delimitación marítima. De conformidad con
las disposiciones del Artículo 36, parágrafo 1, del Estatuto, existe jurisdicción en virtud del
Artículo XXXI del Pacto de Bogotá. Ambas, la República de Nicaragua y la República de
Colombia, son partes en el Pacto de Bogotá, la primera sin ninguna reserva pertinente y la
última sin reservas. De conformidad con las disposiciones de los Artículos 36, parágrafo 2,
del Estatuto, también existe jurisdicción en virtud de la operación de la Declaración del
Estado demandante fechada el 24 de septiembre de 1929 y la Declaración de Colombia
fechada el 30 de octubre de 1937.
 
Argumentos del demandante:

o Las indemnizaciones pretendidas por Nicaragua se relacionan, en primer lugar,


con las cuestiones de titularidad sobre ciertas islas en el Caribe occidental.

o Las cuestiones de titularidad poseen una significación especial en la medida en


que la solución definitiva de tales asuntos de titularidad debe constituir una
condición previa para la determinación completa y definitiva de las áreas
marítimas pertenecientes a Nicaragua y para cualquier delimitación eventual que
pudiera ser necesaria con aquellas que puedan pertenecer a Colombia.

o El problema de la titularidad sobre estas pequeñas islas y cayos ha sido agravado


por la afirmación de Colombia de que el título que reclama le confiere soberanía
sobre una inmensa porción del Mar Caribe correspondiente a Nicaragua. El
Tratado de 1928, que Nicaragua no acepta como válido no fue, en todo caso, un
tratado de delimitación. Su objeto fue un reconocimiento mutuo de soberanía sobre
ciertos territorios continentales e insulares. En contradicción con esta intención y
significado del Tratado, Colombia ha intentado, en años recientes, la
transformación unilateral de este instrumento inválido en un tratado de
delimitación de áreas que antes de la Segunda Guerra Mundial eran
universalmente consideradas como alta mar.

o Basada en su pretendida soberanía sobre estas islas y cayos, con un área terrestre
total de 44 kilómetros cuadrados y una longitud costera total que es inferior a 20
kilómetros, Colombia reclama el dominio sobre más de 50,000 kilómetros
cuadrados de espacios marítimos que pertenecen a Nicaragua, sin perjuicio de
cómo se decida finalmente el asunto de la soberanía sobre estas pequeñas islas y
arrecifes. De hecho, los espacios marítimos de Nicaragua en el Mar Caribe han
sido reducidos a menos de la mitad por la pretensión de Colombia, que está siendo
apoyada por la Armada Colombiana, mucho más poderosa que la de Nicaragua.
Las embarcaciones pesqueras nicaragüenses o embarcaciones con licencia dada
por Nicaragua son interceptadas y capturadas por botes patrulleros colombianos
en áreas tan cercanas como a 70 millas de la costa nicaragüense.

o Si bien el propósito principal de esta Demanda es obtener declaraciones


concernientes a la titularidad y la determinación de fronteras marítimas, el
Gobierno de Nicaragua se reserva el derecho a reclamar compensación por
elementos de enriquecimiento injusto derivados de la posesión colombiana de las
Islas de San Andrés y Providencia, así como de los cayos y espacios marítimos
hasta el meridiano 82, en ausencia de justo título. El Gobierno de Nicaragua
también se reserva el derecho a reclamar compensación por la interferencia con
embarcaciones pesqueras de nacionalidad nicaragüense o embarcaciones con
licencia dada por Nicaragua

Problema jurídico: ¿Los problemas de los espacios oceánicos están estrechamente


interrelacionados y deben ser considerados en forma integral, frente Controversia
Territorial y Marítima (Nicaragua c. Colombia)?

Subreglas: No hay.

Ratio decidendi:

o Por catorce votos contra uno, Considera admisible la reivindicación formulada por
la República de Nicaragua en la sección I 3) de sus conclusiones, en la que solicita
a la Corte que juzgue y declare que, en el marco geográfico y jurídico constituido
por las costas continentales de Nicaragua y Colombia, el método de delimitación
apropiado consiste una frontera de la plataforma continental que divida a partes
iguales los derechos superpuestos a una plataforma continental de ambas Partes;
o Por unanimidad, Determina que no puede hacer lugar a la reivindicación formulada
por la República de Nicaragua en la sección I 3) de sus conclusiones.
o Por unanimidad, Decide que la línea de la frontera marítima única que delimita la
plataforma continental y las zonas económicas exclusivas de la República de
Nicaragua y la República de Colombia seguirá las líneas geodésicas que conectan
los puntos.
o Por unanimidad, Decide que la frontera marítima única en torno a Quitasueño y a
Serrana seguirá, respectivamente, una zona de arcos trazados a 12 millas náuticas
medidas desde QS 32 y desde elevaciones que emergen en bajamar ubicadas
dentro de las 12 millas náuticas medidas desde QS 32, y una zona de arcos
trazados a 12 millas náuticas medidas desde Cayo Serrana y los demás cayos de
sus inmediaciones.
o Por unanimidad, Rechaza la reivindicación formulada por la República de
Nicaragua en sus conclusiones finales por la que solicita a la Corte que declare que
la República de Colombia no actúa con arreglo a sus obligaciones contraídas en
virtud del derecho internacional al impedir que la República de Nicaragua tenga
acceso a recursos naturales al este del meridiano 82.

Decisión:

La corte decide que la República de Colombia tiene la soberanía sobre las islas de
Alburquerque, Bajo Nuevo, Cayos del Este Sudeste, Quitasueño, Roncador, Serrana y
Serranilla. sin embargo con este fallo Colombia perdió cerca del 43% de su territorio
marítimo en el Mar Caribe.
Precedentes jurisprudenciales relevantes para la decisión:

Sentencia sobre excepciones preliminares, 13 de diciembre de 2007.

Sentencia sobre intervención de Costa Rica, 04 de mayo de 2011.

Sentencia sobre intervención de Honduras, 04 de mayo 2011.


 
Aclaraciones de voto: Magistrado Owada

En su opinión disidente, el Magistrado Owada afirma que, pese a que votó a favor de todas
las conclusiones de la Corte relativas a los méritos de la controversia tal como figuran en el
apartado 1) y los apartados 3) a 6) del párrafo dispositivo, no ha podido votar a favor del
apartado 2) relativo a la cuestión de la admisibilidad de la reivindicación de Nicaragua que
figura en la sección I 3) de sus conclusiones. En su opinión, las conclusiones de la Corte
sobre este punto no se ajustan al criterio empleado para juzgar la admisibilidad de una
demanda elaborado por la Corte y no son adecuadas por cuestión de principios.

El Magistrado Owada señala que tanto el demandante como el demandado citan la


jurisprudencia de esta Corte —en particular las causas relativas a Ciertas tierras fosfáticas
en Nauru y Ahmadou Sadio Diallo — para determinar si la reivindicación presuntamente
nueva formulada por el demandante puede considerarse admisible o no. En opinión del
Magistrado Owada, no obstante, cabe dudar de si esas dos causas son estrictamente
pertinentes para la presente. El Magistrado Owada observa que, en ambas causas, la
presunta nueva reivindicación era, esencialmente, una nueva reivindicación adicional que
no se había incluido expresamente en la demanda original. El Magistrado Owada afirma
que esta no es la situación de la presente causa, en la cual el demandante intentó sustituir la
formulación original de la reivindicación presentada ante la Corte en su demanda por una
reivindicación de nueva formulación, ostensiblemente diferente, relacionada con la
controversia existente

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