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UNIDAD II
LECTURA 2
Casal, Jesús M. (2005) Derechos Humanos, Equidad y Acceso a la Justicia ILDIS. Caracas.
Compilación con fines didácticos
Capítulo 1
DERECHOS HUMANOS, EQUIDAD
Y ACCESO A LA JUSTICIA
Introducción
1
En la literatura política y sociológica contemporánea, el termino ciudadanía suele implicar la plena
las demandas de justicia es un factor capital en la construcción de civilidad o
ciudadanía' y en la consolidación de los valores democráticos, al tiempo que ayuda
a mantener la paz social y la seguridad jurídica. En sentido inverso, su inadecuado
desempeño puede erigirse en causa de exclusión y discriminación social, así como
de impunidad e incertidumbre, con todas las consecuencias que de ello suelen
derivarse.
realización de las potencialidades del ser humano, en su proyección hacia las diversas facetas del ámbito
social o político (vid., por ejemplo, el informe de la CEPAL del año 2000, sobre equidad, desarrollo y
ciudadanía). Sin embargo, Jurídicamente su alcance es mas restringido, pues se circunscribe al ejercicio de los
derechos políticos por los nacionales de un estado, por lo que en este estudio se acompaña dicha expresión
con el concepto de civilidad , o se alude al pleno desarrollo de la personalidad
barreras culturales en particular y sobre la discriminación en la formulación y
aplicación de las leyes como obstáculo para alcanzarlo. Hubiera sido teóricamente
posible ahondar en cada una de las barreras para el acceso a la justicia, pero el
presente estudio intenta profundizar en aquellas que a menudo pasan inadvertidas
en las investigaciones relacionadas con la materia: las de índole cultural y las
que son inherentes al propio entramado legislativo y, por consiguiente,
desbordan las visiones puramente organizativas o procedimentales.
Son muchos los factores que coadyuvan a los desajustes entre las
exigencias de justicia de grupos numerosos de la sociedad y el marco legal
vigente. Cabe mencionar, entre otros, la tendencia a extrapolar acríticamente
cuerpos normativos originados en otras coordenadas sociales; el formalismo
jurídico que a veces silencia los reclamos de la realidad; la ciega subordinación
del juez a la ley, que prescinde de los valores y derechos constitucionalmente
reconocidos; el mayor poder de influencia de las élites sobre la instancia
legislativa, o hasta la voluntad deliberada de atender con preferencia ciertas
demandas y de posponer otras.
Por otro lado, desde la óptica del acceso a la justicia, la equidad social es
una situación que lo favorece, pues las principales barreras para lograrlo guardan
relación con desigualdades en el disfrute de oportunidades y capacidades de
diversa naturaleza.
Para alcanzar sus objetivos, el proceso debe reconocer y resolver los factores de desigualdad real
de quienes son llevados ante la justicia. Es así como se atiende el principio de igualdad ante la ley
y los tribunales y a la correlativa prohibición de discriminación. La presencia de condiciones de
desigualdad real obliga a adoptar medidas de compensación que contribuyan a reducir o eliminar
los obstáculos y deficiencias que impidan o reduzcan la defensa eficaz de los propios intereses. Si
no existieran esos medios de compensación, ampliamente reconocidos en diversas vertientes del
procedimiento, difícilmente se podría decir que quienes se encuentran en condiciones de
desventaja disfrutan de un verdadero acceso a la justicia y se benefician de un debido proceso
legal en condiciones de igualdad con quienes no afrontan esas desventajas.
3. El derecho a la información sobre la asistencia consular en el marco de las garantías del debido proceso legal. Opinión Consultiva
OC-16/99, del 1" de octubre de 1999, párrafo 119.
4. Cfr. las Constituciones de Argentina (Art. 75, num.17), Bolivia (Art. 171), Brasil (Arts.231 y 232), Colombia (Arts. 96,
246, 329 y 330, entre otros), Ecuador (Arts. 1 y 135), Guatemala (Arts. 66 a 70), México (Art. 4), Panamá (Arts. 86 y 104),
Paraguay (Arts. 62 a 67) y Venezuela (Arts. 9, y 119 a 126), entre otras.
mencionados, puede referirse a factores como la edad o el padecimiento de
discapacidades.
El acceso a la justicia
6 Principio conforme al cual el proceso tiene una estructura bilateral, que permite a ambas partes sostener sus respectivas posiciones
mediante el alegato, la prueba y el control sobre la actividad probatoria promovida por su adversario.
asesoramiento jurídico, y a la Defensoría del Pueblo o a las Defensorías del Niño
y del Adolescente, en la medida en que pueden facilitar el acceso a la justicia.
Adicionalmente, las concepciones que equiparan el acceso a la justicia con el
acceso al sistema jurídico incorporan aspectos relativos a las oportunidades
para incidir en los procesos de elaboración de las disposiciones legales y, de
este modo, en su contenido.
la facultad que éste tiene de resolver las controversias que se le sometan, aplicando
exclusivamente el Derecho -de acuerdo con su leal saber y extender-, sin interferencias
externas, y sin recibir instrucciones o verse expuesto a presiones o influencias de
cualquier ente o persona8
8. Caso Sporrong y LSnnroth contra Suecia, sentencia del 23 de septiembre de 1982, serie A, 52, párrafo 86.
En primer lugar, este acceso debe ser libre, ya que no ha de estar sujeto
a condicionamientos excesivos, lo cual conduce a rechazar requisitos legales
para la admisión de demandas o recursos que sean poco razonables o que
restrinjan injustificadamente dicho acceso. Además, en virtud de esta
derivación del derecho a la jurisdicción se ha reconocido el principio pro
actione, es decir, el deber de interpretar las normas procesales en el sentido
12 Vid. entre otros, el caso Huber contra Suiza, sentencia del 23 de octubre de 1990, serie A, 188, párrafos 42 y 43.
La parte final del Artículo 1.1 prohibe al Estado discriminar por diversas razones, entre
ellas la posición económica. El sentido de la expresión discriminación que menciona el
Artículo 24 debe ser interpretado, entonces, a la luz de lo que menciona el Artículo 1.1. Si
una persona que busca la protección de la ley para hacer valer los derechos que la
Convención le garantiza, encuentra que su posición económica (en este caso, su
indigencia) le impide hacerlo porque no puede pagar la asistencia legal necesaria o cubrir
los costos del proceso, queda discriminada por motivo de su posición económica y
colocada en condiciones de desigualdad ante la ley13.
15 Excepciones al agotamiento de los recursos internos. Opinión Consultiva OC-11 /90, del 10 de agosto de 1990, párrafo 22.
16 El Derecho a la información sobre la asistencia consular el marco de las garantías del debido proceso legal. Opinión
consultiva OC-16/99, de 1 de octubre de 1999 párrafo 119
Derecho a un recurso efectivo
Toda persona puede ocurrir a los tribunales para hacer valer sus derechos. Asimismo
debe disponer de un procedimiento sencillo y breve por el cual la justicia lo ampare
contra actos de la autoridad que violen, en perjuicio suyo, alguno de los derechos
fundamentales consagrados constitucionalmente.
su inutilidad haya quedado demostrada por la práctica, porque el Poder Judicial carezca de la
independencia necesaria para decidir con imparcialidad o porque falten los medios para ejecutar sus
decisiones; por cualquier otra situación que configure un cuadro de denegación de justicia, como
sucede cuando se incurre en retardo injustificado en la decisión; o, por cualquier causa, no se
permita al presunto lesionado el acceso al recurso judicial17.
20 Vid. El hábeas corpus bajo suspensión de garantías. Opinión Consultiva OC-8/87, del 30 de enero de 1987, y Garantías
judiciales en estados de emergencia. Opinión Consultiva OC-9/87, del 6 de octubre de 1987.
Las dimensiones de la justicia y el sistema de justicia
21 Cfr., entre otras, la Constitución española (Art. 1), la Constitución guatemalteca (Art. 2) y la Constitución venezolana (Art.
2).
utilidad de someterla a los principios rectores de dichos servicios (igualdad,
continuidad, adaptabilidad, celeridad, gratuidad, neutralidad e imparcialidad, a
los que en tiempos recientes se añaden los principios de transparencia y
participación).
Con todo, si se acude a una noción muy amplia del servicio público para
trasladarla al ámbito de la administración de la justicia, habría que evitar
cualquier desplazamiento del centro de gravedad en el análisis del tema, que
debe seguir descansando sobre los derechos humanos, así como la adopción
de fórmulas que comporten un abandono de las respectivas funciones del
Estado.
Por tanto, el juez que juzga según equidad, si bien no tiene que fundar su decisión en
una norma positiva general dictada por el legislador, debe en cambio fundarla en los
criterios generales de equidad, vigentes en la conciencia del pueblo en el momento en
que dicta su fallo, en tal forma que su decisión no aparezca como el producto del
arbitrio o del capricho, sino con la fuerza de convicción que le viene dada,
objetivamente, de esa norma general de equidad, que vive y palpita en la conciencia
general y que ahora es revelada exteriormente por el juez en su sentencia20.
Por el contrario, otros frenos sí pueden ser censurables desde esa óptica,
tales como el temor derivado de actuaciones oficiales o de prejuicios sociales, o
la falta de formación cívica que conduzcan al ocultamiento de conflictos que deben
ser colocados en la palestra pública para sentar precedentes que contribuyan a la
vigencia de un orden democrático basado en el respeto a los derechos humanos.