Las microvellosidades son prolongaciones o protuberancias microscópicas en
forma de dedos que se encuentran en la superficie de algunas células del cuerpo, especialmente si estás se encuentran en un medio líquido. Según Laguna (2015) Las microvellosidades son prolongaciones celulares delgadas localizadas en las membranas plasmáticas de las células diferenciadas, normalmente en las células con superficies libres como las epiteliales. Estos prolongamientos, cuya forma y dimensiones puede variar (aunque por lo general miden 0,1 μm de diámetro y 1 μm de altura), poseen una porción de citoplasma y un eje constituido por filamentos de actina. También poseen otras proteínas como: fimbrina, vilina, miosina (Myo1A), calmodulina y espectrina (no eritrocítica). Mientras el núcleo o eje de la microvellosidad tiene actina, el borde del cepillo o extremo de la microvellosidad contiene la miosina. Una célula epitelial puede tener hasta 1.000 microvellosidades, y una microvellosidad posee entre 30 y 40 filamentos estabilizadores de actina de extremo a extremo, y paralelos al eje longitudinal. Estos filamentos contribuyen a preservar la estructura de la microvellosidad, y normalmente, experimentan o presentan contracciones rítmicas, gracia a la contractibilidad que permiten las proteínas. Esto último significa que las microvellosidades tienen actividad motora y se presume que esta actividad incide en la agitación y mezcla dentro del intestino delgado. Hay multitud de células que contienen microvellosidades entre las que destacan las epiteliales como los enterocitos del digestivo, el epitelio de los tubos contorneados del riñón o el epitelio del epidídimo, pero también aparecen microvellosidades en células sensoriales especializadas como las del epitelio olfativo o las del órgano de Corti, y también hay microvellosidades en las células en movimiento y en las células de la placenta. Entre las funciones de las microvellosidades tenemos que permiten el aumento de la superficie de la membrana plasmática y por tanto los contenidos de
Colmenares Yennay CI. V-23.609.719
moléculas como receptores, transportadores, canales, entre otras. Esto es especialmente importante en células absortivas o secretoras de los epitelios. En las células del digestivo las membranas de las microvellosidades tienen una gran cantidad de enzimas que les confiere una alta capacidad digestiva. Las microvellosidades también regulan la transducción de señales. Posee en sus membranas moléculas segregadas del resto de la membrana plasmática, tales como transportadores de glucosa, canales iónicos o receptores. Algunas microvellosidades especializadas denominadas estereocilios realizan funciones sensoriales. A pesar de su nombre los esterocilios son microvellosidades modificadas y convertidas en estructuras sensoriales, por ello también se llaman estereovellosidades. Facilitan la fijación del esperma al testículo; y en los glóbulos blancos, también funciona como punto de anclaje