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REGIONES BOYACÁ ! Del 8 al U de julio de 2005

La guerra ‘devoró’ a los Nukak LAS COSTUMBRES


Los Nukak Makú son considerados
como la última tribu nómada del mun­
do. Con hojas de plataníUo construyen
Diecisiete años después de que pequeños refugios, donde se quedan
el mundo supo de su existencia, por temporadas cortas. Los abando­
nan cuando ven que los recursos y Eru­
de cientos de años de tradición tos cercanos se agotan. Sin embargo,
según relata NeUy Mendivelso, inves­
nómada en la selva y de que por tigadora de la Universidad Nacional.
cuenta de la 'civilización' “Su estructura hace que se forme
un área seca y dos líneas de goteo, cu­
conocieron hasta la gripa, la yo propósito es transportar el agua
lluvia hacia el exterior, donde los Ma­
etnia de los Nukak Makú del kú botan las semillas de los alimentos
Guaviare no resistió el peor de que consumen. Cuando dejan el cam­
pamento se forman allí huertos silves­
los males: la guerra. tres. Es su manera de devolver a la sel­
va parte de su
capa vegetal. Y ..7^
Jhon Alfonso Moreno c. es que ellos no
Redacción Boyacá 7 días. volverán a ocu­
par esas áreas,
Para observar lo que la guerra ha hecho pues la idea es
con los Nukak Makú basta con dar un reco­ no volver a es­
rrido por El Refugio, un resguardo indígena Los Nukak más pequeños están creciendo con la influencia de los blancos. Ellos, como sus padres tar en campa­
en El Barrancón a ocho kilómetros de San ya se acostumbraron al sedentarismo mentos aban­
José del Guaviare, donde esta comunidad es­ donados”, dice
cucha baladas americanas en una grabado­ ración a la cual se están enfrentando por el re, hacían el viaje más grande por la selva y el
Mendivelso.
ra, cocina arroz, toma gaseosa y los más jó­ desplazamiento”, explica Albeiro Riaño, cual tardaba hasta siete años, antes de regre­
venes se ponen nombres como Manuel, Mar­ médico de la secretaría de Salud del Gua­ sar al mismo punto de donde habían salido.
tín o Betty, en cambio de Kiraye, luapa o Ki- viare, y uno de los que más ha convivido
we, como sus abuelos. con esta etnia.
Llegar a este sitio, asentarse y dejar su vi­ Aunque no hay datos oficiales sobre
da nómada, ha sido la única forma en que los cuantos Nukak sobreviven, se cree que en la
60 Nukak Makú que están refugiados aquí selva sólo hay entre 400 y 500. El resto ha de­
pudieron escapar de las amenazas del frente cidido llegar a los municipios como mendi­
1 de las Farc que, según varios testimonios, gos y desplazados del conflicto.
les prohibió mariscar (pescar), cazar y reco­ Aunque varios lo reconocen, pero en voz
lectar frutos en lo más profundo de las selvas baja, el impresionante avance del Plan Pa­
del Guaviare, su hábitat natural. triota en las zonas que son de reserva indí­
En un español difícil de entender, Martín gena, donde nunca había Uegado un solda­
intenta exphcar porque hace tres años se vino do, también ha provocado el éxodo de los na­
de las selvas de Mocuare, una inspección a tivos que quedaron encerrados en medio del
orUlas del río Guaviare donde los últimos Nu­ fuego cruzado sin saber quién los protege y
kak luchan por sobrevivir en medio de una quién los ataca.
guerra que ninguno de ellos entiende: “Gue­ Ahora, dicen varios de los refugiados en
rrilla nos sacó y está sacando otros Nukak. El Barrancón, los más jóvenes que se queda­
Nos amarran y no nos dejan caminar...nos ro­ ron deben escapar del asedio de la guerrilla
ban la comida que recolectamos”, dice. y algunos ‘paras’ que se han adentrado en la
Efectivamente, todo empeoró hace tres selva para reclutarlos a la fuerza, mientras
años cuando aparecieron dos indígenas de que otros son obligados a trabajar en cha­
gras cultivando coca.
esta etnia asesinados a bala. Varios colonos
confírmaron en aquella época a las autorida­ “Estas actividades han desordenado sus
des que los guerrilleros los asesinaron acu­ rutas de desplazamiento y sus rutinas de re­
sándolos de ser informantes del Ejército, colección y caza. El choque cultural ha sido
“escudados en su condición de nómadas”. bárbaro y el Estado no ha podido garanti­
zarles su libre movilidad en la selva, por lo
Con ayuda de un traductor de la propia
que algunos decidieron llegar a mendigar a
etnia, que ha aprendido a balbucear pala­ San José, degradando más sus tradiciones”,
bras en español, una mujer cuenta que les dice" el Defensor del Pueblo en el Guaviare,
han reducido el círculo natural por donde
Jairo Solano.
pueden caminar o los obligan a quedarse en
un sitio específico sin comida. En 1988, cuando un documental de televi­
sión los dio a conocer al mundo eran solo 3.000.
Hasta hace cuatro años, asegura, eUa va­
A principios del siglo XX, cuando no habían
gaba desnuda entre maniguas y caños pero
llegado ni siquiera los colonos en pos de la bo­
ahora le da pena hacerlo porque los hom­
nanza del cuero, eran irnos 6.000 y su recorrido
bres con armas las miraban y prefiere que­
incluía el departamento del Amazonas.
darse en El Refugio y salir de vez en cuando
a pedir limosna a San José del Guaviare. Era en aquella época que, según estudiosos
“En estos momentos el peor enemigo de de esta etnia como la sicóloga Claudia Galin-
ellos no son las enfermedades, es la acultu- do, fúncionaria de la Gobernación del Guavia­

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