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Montaña

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Para otros usos de este término, véase Montaña (desambiguación).

Vista de parte del Himalaya, con el Everest (cerca del centro) y de la meseta tibetana desde


la Estación Espacial Internacional.

Vista de alpinistas (esquina inferior derecha) moviéndose entre una rimaya y una crevasse en


el Alpamayo (Perú).1

El monte Logan (Canadá), la montaña con el mayor perímetro en la Tierra

El monte Kailash (6714 m), en pleno corazón del Tíbet, es una montaña sagrada para
algunos budistas, hinduistas, jainistas y bonistas.
Los peldaños de ascensión al monte Tai, una montaña que recibe más de dos millones de visitantes
anuales.

Una montaña es una forma topográfica del relieve terrestre positiva,


una eminencia natural que se caracteriza por su altitud y, más generalmente, por
su altura relativa, o incluso por su volumen, pendiente, espaciado o continuidad.2
Aparecen como parte de un conjunto —una cadena montañosa, sea cordillera,
macizo, sierra...— o formando un relieve aislado.Nota 1Nota 2Nota 3Nota 4 No existe una
definición única de montaña, un término que apareció en Europa entre los siglos
X y XII, y son numerosos los localismos y regionalismos usados para describir
este accidente geográfico, que puede referirse tanto a una cumbre empinada
como a una elevación simple del terreno como una colina, así como al medio en
su conjunto. Según sean los procesos que conducen a su orogénesis las
montañas toman formas muy diferentes: desde escarpes de los márgenes
continentales y rifts en dominios extensivos, hasta cadenas
de colisión y plegamiento, pasando por arcos insulares con volcanes de
tipo explosivo en las fases de subducción, sin olvidar el volcanismo de punto
caliente del tipo efusivo o las intrusiones expuestas por la erosión. Con
la isostasia, las montañas experimentan fenómenos de levantamiento y
adelgazamiento de la corteza que finalmente conducen a su desaparición. Las
cadenas montañosas más antiguas de la Tierra se remontan al Paleozoico, y
cuanto más antiguas son, tanto más bajas y redondedas tendrán sus siluetas.
La proporción de tierras emergidas situadas a más de 1000 m sobre el nivel del
mar es de aproximadamente una cuarta parte del total, 34 y el terreno montañoso
comprende cerca del 33% de Eurasia, del 24% de América del Norte, del 19% de
América del Sur y del 14% de África.5 Un 10 % de la población mundial habita en
regiones montañosas. Todos los ríos mayores nacen en áreas montañosas y
más de la mitad de la humanidad depende del agua de las montañas, debido a
que su purificación es más económica que el agua de mar; en zonas áridas y
semiáridas, esta proporción se eleva a alrededor del 90%. 67
El clima que experimentan las zonas montañosas —con temperaturas de
promedio más bajas (5 °C/km de altitud) y precipitaciones más altas que las
llanuras cercanas debidas a la altitud—, también juega un papel importante en su
configuración. Ese clima específico —generalmente marcado por
la estadificación altitudinal— y sus pendientes difíciles de acceder hicieron casi
imposible su explotación humana intensiva, y ahora son la causa de que muchas
montañas alberguen una amplia variedad de ecosistemas y una
importante biodiversidad, aunque con un frágil equilibrio ecológico.8 Muchas
especies animales encuentran en ellas menos presión y algunos grandes
mamíferos (caprinos, ciervos, llamas, lobos, osos, leopardos de las
nieves, puma, vicuñas, yaks), se han convertido en sus emblemas. Alrededor del
30% de las áreas protegidas del mundo están en las zonas de montaña, 910 y
aunque son una fuente indispensable de agua dulce, madera y minerales, siguen
considerándose un hábitat hostil que requiere de esfuerzos de adaptación
significativos por parte de las poblaciones humanas: las desigualdades son más
pronunciadas en las montañas y los desastres naturales son más frecuentes en
ellas.4
Las montañas han sido, y son, un elemento sagrado central de muchas religiones
y creencias.11 Para muchas, el aspecto más simbólico es la cumbre de la
montaña porque se identifica como lo más cercano al Cielo,12 en particular donde
residen los dioses y los espíritus —como en el monte Olimpo en la mitología
griega13— o en donde los santos y profetas encontraron a Dios y se consagraron
a su obra1114 —como Moisés en el monte Sinaí en el judaísmo,15 o
especialmente Jesús en el monte Tabor o Mahoma en Jebel El Nour—. A veces
la montaña se considera el eje del mundo,12 como el monte Meru —a menudo
identificado con el monte Kailash en el budismo, el jainismo y el hinduismo—,
que hace de él la residencia de Shiva.16 En algunos casos, la montaña sagrada
es puramente mítica, como el Hara Berezaiti en el zoroastrismo. Los volcanes,
como el monte Etna en Italia, también se consideraron sagrados, bien como
hogar de dioses —el Etna era el hogar de Vulcano, el dios romano del fuego y la
fragua— o bien como puertas de entrada al Inframundo.
Las montañas han inspirado durante mucho tiempo miedo a los seres humanos y
siguieron siendo en gran parte desconocidas hasta los primeros estudios
científicos serios en el siglo XV. A partir de ese momento, su representación
artística se volvió más realista. En las zonas aisladas y vírgenes, la explotación
maderera y minera supuso la apertura de pistas forestales y caminos y, a finales
del siglo XIX, fueron el corazón del desarrollo de la energía hidroeléctrica. La
llegada del ferrocarril, que logró atravesar las cordilleras más difíciles y que
garantizaba las conexiones hasta en los inviernos más duros, supuso la gradual
ocupación de las zonas más propicias. Después, fueron objeto de conquistas con
el advenimiento del alpinismo y la fundación de los clubes de montaña. La moda
de la estancias en sanatorios de montaña y del hidrotermalismo, llevó a las
montañas a las élites y, ya en el siglo XX, con accesos más fáciles, a la afluencia
masiva con el establecimiento de las estaciones dedicadas principalmente a
los deportes de invierno —que a menudo alteraron los paisajes montañosos de
las regiones templadas—. Hoy día la montaña está muy ligada al ocio y a la
práctica del deporte, siendo los más comunes el montañismo, la escalada, el trail
running, el barranquismo y el esquí, aunque también son habituales los deportes
de motor, como las subidas o campeonatos de montaña y muchos recientes
deportes de aventura, prácticas que acercan al hombre a la naturaleza menos
alterada. Con el auge de la práctica del montañismo, en todo el mundo hay
coleccionistas de picos (peakbaggers) que completan ascensos a conjuntos de
montañas, como las Siete Cumbres, los 14 ochomiles, los 96 Fourteener, las 100
montañas famosas de Japón, los 128 cuatromiles alpinos, los 129 tresmiles
pirenaicos, los 227 Tops munros o los 1554 marilyns.
El pico más alto del mundo es el monte Everest en el Himalaya, con una altitud
de 8848 m en relación con el nivel del mar, condición que se conoce desde 1856.
Hay más de 1 000 000 montañas en el mundo con nombre,17 de las que solo 14
superan los 8000 m (con nueve cumbres más secundarias), más de cien
los 7000 m —todas en Asia, en las cordilleras del Himalaya, Karakorum, Hindu
Kush, Kunlun, Pamir y Tian Shan—, y son más de 110 los seismiles andinos y 82
los cuatromiles alpinos oficiales (con 46 más no oficiales). También destacan
los 1524 picos ultraprominentes —prominencia de más de 1500 m— con los
mayores desniveles y muchas de las caras más majestuosas, objeto de
conquista de escaladores.
De las grandes montañas, la más visitada a pie del mundo es el monte Fuji, que
recibe anualmente a más de 300 000 visitantes, seguida del monte
Monadnock (965 m), con 125 000; ascienden al Kilimanjaro y al monte
Hood (3429 m) más de 25 000 y 20 000 montañeros respectivamente.18 Otras
montañas reciben más afluencia, como el monte Tai (1545 m) —la más sagrada
de las montañas taoístas, que si se ascienden sus más de 6600 peldaños, se
vive más de 100 años, y a la que se puede llegar por un teleférico—, con una
estimación de hasta dos millones de visitantes; el monte Tako (599 m), situado a
menos de una hora de Tokio que recibe a dos millones y medio de visitantes y
que cuenta con un funicular; el mountain Table (1085 m), atracción turística
de Ciudad del Cabo con más de 800 000 visitantes —a la que se llega por un
teleférico—; el monte Snowdon (1085 m), el pico más alto de Gales, que recibe
más de 600 000 visitantes al año —al que se puede llegar en un tren de
cremallera— o el pico Pikes (4303 m) que atrae a más de medio millón de
turistas19 —sede de la Pikes Peak International Hill Climb, una importante
competición automovilística, y al que se accede por carretera y por ferrocarril—.
Otros muchos picos son lugares de peregrinaciones masivas, como el pico de
Adán (2243 m), en Sri Lanka, con más de 5500 escalones, el Croagh
Patrick (764 m), en Irlanda, con 100 000 visitantes,20 o el
volcán Hallasan (1950 m), en Corea del Sur.
La Unesco, en 2002, declaró el 11 de diciembre como Día Internacional de las
Montañas y, en diciembre de 2019, inscribió la práctica
del alpinismo como patrimonio cultural inmaterial de la Humanidad.21 Además, 68
montes, montañas y áreas montañosas han sido declarados también patrimonio
de la HumanidadNota 5 y 126 biomas de montaña están afectados por algún bien
declarado patrimonio inmaterial.22

Índice

 1Toponimia
o 1.1Etimología y lingüística
o 1.2Definiciones
o 1.3Terminología
 2Geografía
o 2.1Topografía
 2.1.1Geomorfología
 2.1.2Principales conjuntos
montañosos
 2.1.3Cumbres principales
 2.1.4Relieves extraterrestres
o 2.2Hidrografía
o 2.3Geología
o 2.4Origen de las montañas
 2.4.1Procesos orogénicos
 2.4.2Erosión y desaparición
 2.4.3Petrología
o 2.5Clima
o 2.6Ecosistema
o 2.7Población
 3Historia: descubrimiento, estudio y conquista
 4Actividades
o 4.1Agricultura
o 4.2Hidroelectricidad
o 4.3Turismo y ocio
o 4.4Protección medioambiental
 5En la cultura
o 5.1En las artes
o 5.2En la religión y en la mitología
 6Véase también
o 6.1Notas
o 6.2Referencias
 7Enlaces externos

Toponimia[editar]
Etimología y lingüística[editar]

Vista del Mont Blanc, Alta Saboya (Francia)

Este artículo o sección tiene


una redacción con un sesgo
cultural o territorial,
específicamente centrado en el
idioma francés. Por
favor, edítalo para globalizarlo.
Mientras tanto, no elimines este
aviso.

La palabra «montagne» («montaña») aparece en galorromano en el siglo XII.23


Así, se utiliza en la canción de gesta Pèlerinage de Charlemagne en 1150.24
Proviene del francés antiguo montaigne, derivado del bajo latín montanea,
sustantivo femenino del adjetivo montaneus, alteración del latín
clásico montanus, literalmente «relativo a la montaña».23 En el cartulario de
Sauxillanges, que data de 989 a 994, en el Livradois, se encuentra montana.23 En
1678, Charles du Fresne, sieur du Cange, en su Glossarium mediæ et infimæ
latinitatis, atestigua la forma de montania, especialmente en Cerdaña en 1035.
También informa del empleo de montanea por Pierre Tudebode en Historia de
Hierosolymitano itinere y Baudri de Bourgueil en Historia Jerosolimitana (libros 3
y 4, reunidos en la Recueil des historiens des croisades), y por Orderic
Vital en Histoire ecclésiastique (libro 9), entre finales del siglo XI y principios del
siglo XII.23 Estas formas se convierten así en concurrentes de «mont»,
provenientes del latín mons, montem y preexistente a «montagne»23 El adjetivo
«montagneux» nace bajo la pluma de Jean de Meung en 1284.25 La palabra
«montagnette» aparece en el siglo XV en un intento de distinguir las formas de
relieve de acuerdo con su altura.23
En el siglo XIII, en Auvernia, la montaña designa más la baja y media montaña,
que los praderas.23 En la península ibérica, también es un terreno de caza,
mientras que en Europa Central es una zona minera. 23
Además de una forma de relieve, estática, la montaña también refleja una forma
de movimiento, probablemente bajo la influencia del popular verbo
latino montareque ha generado en francés antiguo el verbo «(re)monter» o la
«montée» en el siglo XII, eliminando en el pasaje la forma más noble derivada
de ascendere, dejando solo el sustantivo francés «ascension». Sac. 1 Las montañas
se definen aquí como un área geográfica de migración. La montaña es el lugar
donde se sube, de forma estacional, por ejemplo, para el pastoreo de verano de
los criadores o la invernada del leñador, u ocasionalmente en el camino de una
huida o de un viaje.Sac. 1 En el siglo XII, la montain y montagnier (montaña y
montañero) califican la fauna, según el cetrero, y los habitantes que viven en las
montañas.23Sac. 1 Los verbos enmontagner o démontagner se usaran para
describir la actividad de mover montignons o montagnards en el siglo XVI.Sac. 1
En sentido figurado, una montaña indica un amontonamiento, una montaña de
objetos, de riquezas, de dificultades. Designa, según el lugar o la relación
comprometida, el valor, el precio, el número, el valor moral, el interés, la tasa de
endeudamiento. En este sentido, las formas verbales se han conservado mejor
en francés, como el verbo «surmonter» atestiguado por Philippe de Thaon en el
siglo XII,26 en la expresión «le montant d'une somme» (la cantidad de una suma)
o «monter un budget» (presupuesto) cuando una situación es complicada.
Definiciones[editar]

Vista del K2, el segundo pico más alto del mundo, en el Karakórum, en la frontera entre China y
Pakistán.

Las tentativas de dar una definición general y universal de montaña rápidamente


se enfrentan con la imprecisión y las excepciones. Así, según Raoul Blanchard,
hasta «una definición incluso de montaña, que sea clara y comprensible, es casi
imposible de proporcionar».27 La pendiente y la altitud definen la topografía y
el relieve —conjunto de formas, volúmenes salientes o huecos—, «una familia de
formas topográficas» como describe Emmanuel de Martonne,28 pero la montaña
es también un cortejo de especificidades donde ciertos fenómenos se amplifican
y donde pueden intentar definirse los límites en los factores altitudinales. Es
posible distinguir tres sentidos en el vocablo montaña. 29 En el primero, es una
elevación del terreno individual rodeada de valles, sinónimo de altura, relieve,
cumbre; la palabra «monte», aunque etimológicamente similar, apenas se usa en
este sentido, designando además una forma de relieve de plegamiento. En el
segundo sentido, una montaña es un espacio formado por relieves salientes y se
opone a la colina, a la meseta, al piedemonte y al valle. El tercer sentido abarca
todo el entorno de la montaña en su globalidad; más impreciso, dejando de lado
las nociones de pendiente y altitud, tiene en cuenta las dimensiones paisajísticas
y humanas.29
En Francia se han definido criterios administrativos y legislativos. La ley
montaña (loi montagne, de 1985) insiste en los umbrales y en las pendientes: 30
entre 600 y 800 m de altitud media común y una pendiente superior al 20%,
excluyendo la Francia de Ultramar.31 En ella también se tienen en cuenta las
dificultades frente a la reducción de la temporada vegetativa: la adaptación de la
producción y de la mecanización agrícolas, el acceso a derechos a los fondos
estructurales europeos, la percepción de las condiciones locales de desarrollo
que requieran de medidas compensatorias —como la política de la «zona de
montaña» (zone de montagne, 1961)— y la indemnización especial «montaña»
de la década de 1970.32
En las islas Británicas, una montaña se eleva tradicionalmente a más
de 2000 pies (610 m) sobre el nivel del mar y tiene una prominencia mínima de
100 a 500 pies.3334 En Escocia, un munro es una montaña de más
de 3000 pies (910 m), conocidas así por sir Hugh Munro (1856-1919), quien en
1891 elaboró la primera compilación (las Munro's Tables). En Estados Unidos,
el Servicio Geológico de los Estados Unidos distinguió durante un tiempo una
montaña, relieve de más de 1000 pies (305 m) de altura relativa, de una colina,
más baja, pero esta definición ha sido oficialmente abandonada a principios de la
década de 1970.35
El Centro de Monitoreo de la Conservación del Ambiente, bajo el Programa de
las Naciones Unidas para el Ambiente (UNEP-WCMC) ha proporcionada una
definición internacional de las zonas de montaña: altitud de más de 2500 m, o
altitud entre 1500 y 2500 m y pendiente de 2°, o altitud entre 1000 y 1500 m y
pendiente de 5°, o incluso, entre 300 y 1000 m continuos dentro de un radio de
siete kilómetros.36
Terminología[editar]
Artículo principal: Oronimia

En onomástica, un orónimo es un topónimo de montaña, aunque a veces se


utilizan para simples alturas (escarpes, colinas).37
Los vocablos que designan una montaña se caracterizan por la importancia de
las variantes y de los sinónimos. Esa riqueza proviene de las numerosas
observaciones de los hombres que vivieron en las montañas, en la naturaleza, y
de la variedad lingüística. Y además, de las capas sucesivas de las poblaciones
que a lo largo de las edades han colonizado el dominio montañoso, cuyas huellas
y raíces lingüísticas se encuentran en los mapas antiguos y catastros, con las
deformaciones sucesivas de los nombres, particularmente en un momento en
que la ortografía no fue corregida y durante las transcripciones en un movimiento
general de españolización (o francización, en Francia). Algunos topónimos
del mapa del Estado Mayor (1818-1881) fueron recopilados por oficiales
cartográficos que estaban más preocupados por las formas y por los accidentes
en el terreno que por las cuestiones lingüísticas. 38

Vista de un puech en Bondons,, en el departamento francés de Lozère.

Revelan una gran variedad de regionalismos. Cabeza y berg, utilizados como


sufijo, son comunes en el este de Francia,39 junto con los ballons (del
alemán Belchen). Puy y puech son frecuentes en la toponimia para designar los
lugares ubicados en altura (del latino podium: «altura, lugar alto») en particular en
el Macizo Central.40 La palabra original en occitano serre corresponde a un
pezón, a una grupa, a un relieve alargado, a un punto rocoso o incluso a un
contrafuerte y proviene de un término preindoeuropeo o prelatino: montaña
alargada o cresta en espalda de burro. El uso geográfico de la palabra designa
una forma de relieve: crestas estrechas y alargadas, desnudas, herbosas o
arboladas. La mitad sur de Francia es muy rica en nombres formados
sobre serre.41 Del mismo modo, el provenzal baou, con su parte superior
generalmente plana, el tuc gascón de forma redondeada y el soubeyran, con sus
variantes como barre y chaux (chau, chalp, chaup), o más generalmente,
la cime se refiere a las alturas o cumbres.39 El término mendi, montaña
en euskera, que constituye muchos topónimos, se aplica a cualquier altura,
incluso baja. Hegi corresponde a una cresta, monho a una colina, gain a las
alturas.42 Más allá de las palabras que indican la montaña con precisión, hay un
conjunto de términos relacionados con los detalles del paisaje de montaña
como solana y umbría para tomar solo ejemplos alpinos. Los vocablos que
evocan la vegetación, natural o acondicionada, son particularmente frecuentes
tanto en la montaña como en la llanura y proporcionan información sobre las
cualidades del medio ambiente o sobre su historia, como
la chaume y alpe (o aulp, aup, arpe y derivados alpette, arpettaz, alpille), que
dieron el «alpage».4344
La expresión «cadena de montañas» se utiliza para referirse a un conjunto de
relieves dispuestos de forma alargada, principalmente en el caso de una colisión
continental.45 Las cadenas montañosas generalmente se dividen en macizos
montañosos,46 que a veces se subdividen en cadenas secundarias; 47 sin
embargo, la terminología de Quebec conserva solo el término «chaînon»
(equivalente del inglés, range) para designar al subconjunto de una cadena
(equivalente a las mountains inglesas).48 Además, «macizo montañoso» también
se utiliza en el caso de conjuntos montañosos, a menudo viejos, que forman un
bloque continuo.46 Finalmente, el uso quiere que a veces se hable de «cadena»
incluso para subconjuntos, como la cadena de Belledonne o la cadena de Aravis,
dentro de los Alpes, cuya disposición de vértices es globalmente rectilínea. El
término «montes», en plural, se usa genéricamente para referirse a una cadena o
a un macizo.49

Geografía[editar]
Topografía[editar]
La proporción de tierras emergidas situadas a más de 1000 m sobre el nivel del
mar es de aproximadamente una cuarta parte del total, 34 a la que se le puede
agregar otro 10% de tierras, con una altitud inferior, pero que presentan una
fuerte pendiente según los criterios del Centro de Monitoreo de la Conservación
del Ambiente (UN Environment World Conservation Monitoring Centre, UNEP-
WCMC).3 En detalle, el terreno montañoso comprende aproximadamente el 33%
de Eurasia, el 24% de América del Norte, el 19% de América del Sur y el 14% de
África.50
Geomorfología[editar]
Véase también: Lista de tipos de montaña

Vista de las agujas de Chamonix, relieve típico de una cadena de colisión en un entorno glaciar.

En un macizo montañoso, las cumbres están conectadas por crestas y quedan


separadas entre ellas por collados o por pasos, que son los puntos más bajos de
esa crestería, y por vallinas o valles para los más anchos, que generalmente
separan los macizos. Una cumbre puede tener una cima principal y varias cimas
más secundarias.51
La geomorfología de las montañas depende de varios factores:52 de su proceso
de formación (orogénesis), de la velocidad de deformación (movimientos
verticales y horizontales de las rocas), de la propia naturaleza de las rocas (las
rocas suaves dan relieves más suaves que las rocas duras) y del clima.
En las cadenas de colisión jóvenes, y en las cadenas ancianas
considerablemente rejuvenecidas, las cimas generalmente se llaman «picos»,
cuando tienen una forma cónica, o «agujas», cuando están particularmente
afiladas en una cresta, o incluso «diente» cuando se separan del relieve. 51
También se encuentran los calificativos de «punta», de «cabeza» o incluso de
«roca, roquedo, roc».Th. 1 Cuando han experimentado una glaciación, las cimas
pueden presentar una forma de pico piramidal que domina los valles y circos
glaciares.53
El relieve de plegamiento se traduce en una geomorfología específica. La cima
de un anticlinal forma un monte. En un relieve conforme, de tipo jurásico, el fondo
de un sinclinal constituye un val. Una depresión en la cima de un monte es
una combe. Las cornisas rocosas en el borde del val o de la combe se
llaman crêts. Las cluses son depresiones que atraviesan las anticlíneas
transversalmente. En un relieve invertido, de tipo prealpino, las sinclinales se
encuentran en los puntos altos por erosión diferencial y se dice que están
«encaramadas». El relieve de los Apalaches es un tipo particular de relieve de
plegamiento que ya había sido muy aplanado y que luego fue nuevamente
elevado, lo que provocó la reanudación de la erosión. En este caso, las
anticlinales y las sinclinales se denominan respectivamente barras y surcos. 54

Diagrama que representa un relieve de tipo Jura y las terminologías asociadas

En un dominio extensivo, el reborde de un horst forma generalmente un


largo escarpe de falla. La erosión ayuda a crear cumbres individualizadas. Am. 1
Los relieves volcánicos son de dos grandes tipos:

 los volcanes explosivos se presentan


generalmente en forma de estratovolcanes, de
apariencia cónica o de domos de lava.55 Los
estratovolcanes pueden soportar domos de lava
y conos de escoria secundarios,55 en cuyo caso
se dice que son complejos; los volcanes
somma son parte de ellos.

 los volcanes efusivos están en forma


de volcanes en escudo, de grandes
dimensiones y con pendientes muy pequeñas.55
Estos también pueden soportar conos
volcánicos. Cuando los volcanes en escudo
emiten lava por debajo de una casquete de
hielo, forman tuyas.56 La mayoría de
los volcanes submarinos son volcanes en
escudo.57
Los estratovolcanes y los volcanes en escudo suelen tener cráteres en su cima y,
a veces, cuando se vacía la cámara magmática, una gran caldera.58
 Comparación de estratovolcanes y volcanes
en escudo

Vista del monte Damavand en


invierno, estratovolcán adormecido y punto más alto
de Irán
 

Vista del monte Fuji, estratovolcán activo y punto


culminante de Japón
 

Vista desde el mar del Mauna Loa, volcán en


escudo de Hawaï
 

Vista del Skjaldbreiður, volcán en escudo en Islandia


 

Vista del Herðubreið, una tuya en Islandia

Los acntilados del monte Roraima, un tepuy en Venezuela

En las cuencas sedimentarias, la erosión diferencial también puede alterar los


relieves. Si las capas sedimentarias son monoclinales —es decir, están
inclinadas pero no plegadas, tiene el mismo buzamiento, con una alternancia de
rocas duras arriba y blandas debajo—, la erosión forma en el borde de la cuenca
una cuesta, con un frente rígido y una espalda ligeramente inclinada; si el
fragmento rocoso está totalmente aislado, constituye un cerro testigo.Fo. 1Am. 159 Si
las capas no están inclinadas o son débiles, la erosión puede causar la aparición
de un relieve tabular llamado mesa —en algunas regiones de España «muelas»
o «molas»— cuando constituye una meseta,Fo. 1 butte si sus dimensiones son
más pequeñas,Am. 260 planèze si el origen es un relieve volcánico invertido, Fo. 2
o tepuy, en un ambiente tropical. En algunas regiones de España las mesas se
llaman "muelas" o "molas", ya que su forma recuerda un molar.
Entre las diferentes formas de inselberg —del alemán, montaña-isla, un relieve
aislado que domina una llanura o una meseta subhorizontal—se encuentran
el hardhardt y el kopje, que son respectivamente un monolito natural inclusivo y
un montón de rocas, o incluso el morne,Am. 3 en un ambiente tropical,Am. 2
el monadnock en zona templada,Am. 355 y el neck y el dique, que son
respectivamente los residuos de una chimenea volcánica y de un filón volcánico
vertical desnudados por la erosiónFo. 2

 Relieves montañosos de tipo inselberg


Butte de Merrick, en Monument Valley, Utah


 

Uluru, el 2.º mayor monolito natural del mundo


 

La Torre del Diablo, una antigua chimenea volcánica en la


que el enfriamiento de la lava ha ocasionado columnas
basálticas
 


Spitzkoppe, el «Matterhorn namibio», formado por
levantamientos y magmatismo de principios del Cretácico
 

El Pan de Azúcar, y el Corcovado, en Río de Janeiro,


parte de una familia de afloramientos rocosos empinados
conocidos como hardhardts
Principales conjuntos montañosos[editar]

Mapa de las principales cadenas montañosas que constituyen el Gran Valle del Rift.
Imagen de síntesis que destaca la Dorsal mesoatlántica, el sistema montañoso más largo de la Tierra,
que con otras dorsales forma un continuo de casi 40 000 km.

Artículo principal: Lista de montañas y cordilleras


Sobre la superficie de los continentes hay dos áreas principales
de orogénesis activas: el cinturón alpino y el cinturón circunpacífico (con una
longitud de unos 48 000 km).6162
El primero proviene del cierre, desde el Cretácico, del océano Tetis,
principalmente por la colisión de las placas africana e india con
la eurosiática desde el Eoceno. Se extiende desde el Magreb hasta el sudeste
asiático. Comprende la mayoría de las montañas de la cadena del Atlas, el arco
de Gibraltar, los Pirineos, los Alpes, el macizo del Jura, los Apeninos,
los Cárpatos, los Balcanes, Anatolia, el Cáucaso, los montes Elburz, los montes
Zagros, las montañas Al Hayar, la cordillera de Kopet-Dag, el Hindu Kush,
los Pamires, el Karakórum, los Himalayas, la meseta tibetana, la cordillera del
Kunlun, las montañas Hengduan, los montes Tenasserim y la cordillera de
Barisan.616263
El segundo se extiende alrededor del océano Pacífico siguiendo las fosas
oceánicas. Se configura desde el comienzo del Mesozoico y es una zona
volcánica extremadamente activa. En América, y hasta la tierra de Graham en
la Antártida en el sur, se materializa por la cordillera americana y engloba
la cordillera Aleutiana, la cordillera Brooks, la cordillera de Alaska, las montañas
Mackenzie, las cordilleras costeras del Pacífico, las montañas Interiores,
las montañas Columbia, las Montañas Rocosas, la sierra Madre Oriental, la sierra
Madre del Sur, la sierra Madre de Chiapas, la Cordillera Central, la cordillera de
Talamanca, el arco insular de las Antillas, la cordillera de los Andes —la
cordillera alpina más larga, que recorre toda América del Sur — y
las Antartandes. En el margen occidental del Pacífico, consta de la cordillera
Verjoyansk, los montes Cherski, las montañas de Kamchatka (cadena
oriental y cadena central) y del Japón (incluidos los Alpes Japoneses), la
cadena Sijoté-Alín, las montañas de Taiwán, de las Filipinas y de las islas de la
Sonda (Indonesia), la cordillera Central de Nueva Guinea y los Alpes de Nueva
Zelanda.616263
En menor escala, el Gran Valle del Rift es también un sistema montañoso muy
joven, que solo apareció hacia el Oligoceno. Incluye las montañas Nur,
las montañas de los Alauitas, el monte Líbano, el Anti-Líbano, los montes de
Judea, la punta meridional del Sinaí, los montes Sarawat, el bloque Danakil,
el macizo etíope, el Rwenzori, las montañas Virunga, las montes Azules,
las montañas Mitumba, el Aberdare, las macizo del Ngorongoro, las Tierras Altas
del Sur y las colinas Mafinga.62
Por el contrario, otro sistema montañoso mayor, ahora inactivo, se formó en
varias fases orogénicas durante el Paleozoico. Incluye los Apalaches, las
montañas de Irlanda, las Highlands de Escocia, el Este de Groenlandia, los Alpes
escandinavos, las Spitsbergen, el Cornwall, el Anti-Atlas, las Mauritanidas, el
centro de la península ibérica —con el sistema Central y el sistema ibérico—, el
conjunto de la cadena varisca (o localmente hercínica) —formada por el macizo
armoricano, el macizo Central, el macizo de los Vosgos, la Selva Negra,
el macizo esquistoso renano, el Harz, el macizo de Bohemia y el macizo de
Turingia-Franconia—, así como los Urales, las Tian Shan, el macizo de Altái,
los montes Sayanes, las montañas Khangai, las montañas Baikal y los montes
Stanovoi.616263
Otro antiguo sistema montañoso, llamado panafricano,64 se formó gradualmente
entre el Pérmico y el Jurásico, acompañando el ensambe y después la
dislocación de Gondwana, al nivel del escudo guayanés, los macizos del este de
Brasil (incluyendo la Serra do Mar), las montañas del cinturón de Pliegues del
Cabo y después el Gran Escarpamiento africano, las montañas Ellsworth y otros
macizos de la Tierra de la Reina Maud en la Antártida, las montañas
de Madagascar y los Ghats occidentales y los Ghats orientales, ya en la India.6163
Aún más antigua es la orogénesis que dio a luz en el Pérmico a las montañas
Transantárticas, que fueron rejuvenecidas en gran medida en una fecha
posterior, y a las cordilleras Lofty y Flinders en Australia Meridional.626566
La cordillera Australiana es una importante cadena montañosa cuya formación
por acreción a partir del Carbonífero puede considerarse como su prolongación
tardía, pero las fases sucesivas, que incluyen el vulcanismo, una elevación
isostática y el rifting, la distinguen claramente.6267
Sea como fuere, el sistema montañoso más largo de la Tierra está en el fondo de
los océanos, al nivel de la dorsal mediooceánica.61

Orogénesis panafricana (Neoproterozoico)
 

Cinturón alpino (Mesozoico tardío (Eoalpina) y actual


Cenozoico)
 

Orogenias caledonia (Silúrico y Devónico (Paleozoico),


aprox. 444-416 Ma) y varisca (finales del Devónico y
mediados del Pérmico, 380-280 Ma)
 

Cinturón circunpacífico
Cumbres principales[editar]
Artículos principales: Anexo:Montañas más altas de la Tierra y  El pico más alto del
mundo.

Vista de la cara norte del Everest (8848 m), el pico más alto en relación con el nivel del mar.
Vista de Chimborazo (6310 m), en Ecuador, el punto más alejado del centro de la Tierra y el punto más
cercano al Sol;6869 en primer plano, una vicuña.

El nevado Huascarán en Perú, es la cumbre más alta de la zona intertropical y su cima está


confirmada como el lugar con menor atracción gravitacional de la Tierra.70

El concepto principal para apreciar la altura de una cumbre es la altitud. Es


relativamente moderno55 y sigue siendo muy vago hasta el siglo XVII. 71
Anteriormente, la distancia desde la cual se observaba un pico era decisiva y eso
favorecía a los más cercanos al mar o al fondo dse una gran llanura. 71 En la
Tierra, la altitud se define en relación con el nivel del mar. Todos los picos de
más de 7000 m de altitud se encuentran en Asia, especialmente los catorce picos
de más de 8000 metros, en el Himalaya y
el Karakórum: Everest (8848 m),72 K2 (8611 m), Kangchenjunga (8586 m), Lhotse 
(8516 m), Makalu (8485 m), Cho Oyu (8188 m), Dhaulagiri
I (8167 m), Manaslu (8163 m), Nanga Parbat (8126 m), Annapurna
I (8091 m), Gasherbrum I (8080 m), Broad Peak (8051 m), Gasherbrum
II (8034 m) y Shishapangma (8027 m).73 Hay al menos 100 montañas con alturas
de más de 7200 ms.n.m., todas ellas localizadas en el centro y sur de Asia. El
pico más alto fuera de Asia es el Aconcagua (6962 m), en América del Sur. Las
«Siete Cumbres» es como se conoce al conjunto de los picos más altos de cada
uno de los «siete continentes» (seis más Norteamérica), pero con varias
interpretaciones de cuales serían según la definición continental que se use.
Diagrama que compara las altitudes de los catorce picos de más de ocho mil metros (picos rojos o
rosados) y las «Siete Cumbres» y siete segundas cumbres, los picos más altos y los segundos más
altos de cada continente.

Las bases de las islas montañosas están por debajo del nivel del mar, y con esta
consideración, el Mauna Kea (4207 m.s.n.m.) sería la montaña, y el volcán, más
alto del mundo, ya que se eleva a unos 10 203 m del fondo del océano Pacífico.74
Su vecino, el Mauna Loa, apenas más bajo (4169 m.s.n.m.) pero más
voluminoso, se hunde más profundamente en el fondo oceánico y gran parte es
invisible incluso bajo el agua: su masa causa una depresión adicional de 8 km
que tiene la forma de una montaña inversa.75 Esto significa que la altura total del
Mauna Loa desde el principio de su historia eruptiva es de
aproximadamente 17 170 m desde su base.767778
Las montañas más altas no son generalmente las más voluminosas.
Nuevamente el Mauna Loa (4169 m) sería la mayor en términos de área base
(aproximadamente 5200 km²) y de volumen (aproximadamente 75 000 km³).79
El monte Kilimanjaro es el mayor volcán, que no sea en escudo, en términos de
área base (635 km²) y de volumen (4793 km³). El monte Logan es la montaña no
volcánica más grande según el área base (311 km²).
Se pueden tener en cuenta otras referencias: al referirse a la base de la
montaña, es decir, al desnivel o caída vertical, el Nanga Parbat (unos 7000 m en
comparación con el valle del Indo, distante 25 km), el Denali (unos 5500 m)80 o
el Kilimanjaro (4800 m81 a 5200 m82) son particularmente notables.
Tampoco las más altas sobre el nivel del mar son los picos más alejados del
centro de la Tierra, porque la figura de la Tierra no es esférica. El nivel del mar
más cerca del Ecuador está varios Kilómetros más alejado del centro de la
Tierra. La cumbre del Chimborazo, la montaña más alta de Ecuador,
generalmente se considera el punto más alejado del centro de la Tierra, 83 aunque
la cumbre sur de la montaña más alta de Perú, Huascarán, es otro
pretendiente.84 Ambas tienen elevaciones sobre el nivel del mar con menos
de 2 km que la del Everest.
Diagrama que representa la prominencia y el aislamiento topográfico.

La noción de altura relativa o prominencia topográfica se desarrolló para tener en


cuenta la importancia del relieve.55 Esbozada en la década de 1920 por John
Rooke Corbett para las alturas de Escocia,85 se normalizó a partir de la década
de 1960.86 Corresponde a la diferencia de altitud entre una cumbre dada y la
cabalgamiento o puerto más alto para alcanzar un pico aún más alto. Según esta
definición, las diez cumbres más prominentes del mundo son, en orden, el
Everest, el Aconcagua (6962 m), el Denali (6138 m), el Kilimanjaro (5885 m),
el pico Cristóbal Colón (5509 m), el monte Logan (5250 m), el pico de
Orizaba (4922 m), el macizo Vinson (4892 m), el Puncak Jaya (4884 m) y el
Elbrus (4741 m).87
El aislamiento topográfico es la distancia que separa un vértice del punto más
cercano con elevación superior o igual. Así, los diez picos más aislados del
mundo son el Everest, el Aconcagua (16 520 km), el Denali (7451 km), el
Kilimanjaro (5562 km), el Puncak Jaya (5264 km), el macizo Vinson (4911 km),
el monte Orohena (4133 km), el Mauna Kea (3947 km), el Gunnbjörn (3254 km) y
el monte Aoraki/Cook (3140 km).88
Véase también: Anexo:Picos ultraprominentes del mundo
Relieves extraterrestres[editar]
Véase también: Anexo:Montañas lunares
La montaña más alta que se conoce con precisión en el Sistema Solar es
el Olympus Mons,Nota 6 un volcán en escudo localizado en el planeta
Marte con 21,2 km de altitud y 80×60 km de caldera, y con un diámetro
de 600 km.89 Los otros planetas telúricos también presentan formaciones
montañosas: en Venus, los Maxwell Montes de origen tectónico culminan en
el Skadi Mons, a 10,7 km de altitud por 6,4 km de anchura;9091 y en Mercurio,
los Caloris Montes, que se elevan a menos de 3 km de altura92 como resultado
de un impacto.93 Lo mismo ocurre en muchos satélites y planetas menores. Así,
en (4) Vesta, el pico central de Rheasilvia se eleva unos 22 km sobre el fondo de
un cráter de impacto,94 una altura comparable a la del Olympus Mons, pero con
mucho la más alta del Sistema Solar en relación con el diámetro de su astro. La
cresta ecuatorial de Japeto, cuyo origen es incierto, tiene unos 20 km de altura.95
El punto culminante de Io está en los Boösaule Montes, de origen tectónico, que
tienen unos 18 km de altura.96 En Mimas, el cráter de impacto Herschel también
tiene un pico central que alcanza los 7 km de altura.97 La cima más alta de la
Luna, el Mons Huygens, en los Montes Apenninus, tiene 5,5 km.98
Varios astros en el Sistema Solar tienen formaciones con el aspecto de
montañas, pero que están constituidas de hielo, llamadas criovolcanes, ausentes
en la Tierra. Entre los candidatos a este proceso están el Ahuna Mons,
en Ceres,99 el Doom Mons en Titán100 y posiblemente algunos relieves
de Plutón.101

 Montañas notables del sistema solar


Diagrama de dimensiones comparativas del Olympus


Mons con las montañas más altas de la Tierra: el Mauna
Kea y el Everest
 

Imagen de síntesis en vista oblicua de Rheasilvia, en (4)


Vesta
 

Vista del Ahuna Mons, en Ceres


 


Imagen generada por computadora de Ishtar Terra, con
los Maxwell Montes cerca del centro, en Venus
 

Vista de primer plano de la cresta ecuatorial de Japeto

Hidrografía[editar]

Vista del torrente Acısu en el macizo del Antitauro, en el sur de Turquía, en el límite entre las zonas de
producción (graveras en el fondo) y de transporte (cuvetas en primer plano).

Las montañas son importantes recursos de agua dulce, debido a


la precipitaciones que caen sobre ellas, a los mantos de nieve e incluso a los
glaciares que se pueden formar allí y que constituyen un almacenamiento en
forma sólida, lo que permite una regulación del caudal de los ríos hacia la
llanura,102 Todos los grandes ríos se originan en las tierras altas. 6 Es por eso que
las montañas se consideran «castillos de agua».10267
El agua de las montañas fluye hacia las llanuras a través de la red fluvial y de
las capas de agua subterránea.6 En las partes más altas y más empinadas,
discurre a través de los barrancos, y los torrentes arrancan los sedimentos por
erosión al nivel de la «zona de producción». El bloqueo y después la purga de los
canales provoca un flujo de escombros que dejan aparecer la roca del lecho. En
la parte intermedia se encuentra la «zona de transporte», que brota entre las
rocas, formando cuvetas y pequeñas cascadas en «escalones». Al nivel
del piedemonte se encuentra la «zona de depósito», con la pendiente más baja
pero de mayor anchura, lo que permite la sedimentación.103
Más de la mitad de la población mundial depende de esta agua; en zonas áridas
y semiáridas, esta proporción se eleva a alrededor del 90%. 67 Por ejemplo, los
diez ríos más grandes en el área del Hindú Kush–Himalaya abastecen ellos solos
las necesidades de agua dulce del 20% de la población mundial; el monte Kenia,
solamente, también suministra agua a siete millones de personas. 7
Sin embargo, el cambio climático puede estar alterando los patrones de
precipitación, incluida su distribución estacional y las capacidades de control del
ecosistema. El retroceso de los glaciares reduce la capacidad de
almacenamiento en agua dulce. 7 Además, la explotación de áreas montañosas,
particularmente a través de la deforestación, debilita su ecosistema y promueve
la escorrentía de la superficie que entraña deslizamientos de
tierra e inundaciones.6 A la inversa, la irrigación y la retención de agua para
la hidroelectricidad aguas arriba contribuyen a las sequías aguas abajo.6·7
Geología[editar]
Origen de las montañas[editar]

El Aconcagua (6960,8 m s. n. m.), en los Andes, es la montaña más alta del planeta fuera de Asia.

El origen de las montañas está en fuerzas endógenas, posteriormente


modificadas por factores exógenos, como la erosión. Las orogénesis —
(ὄρος/óros, lit., 'montaña' + γένεσις/génesis, lit., 'origen', esto es, 'origen de las
montañas'104) que han dejado más huellas en el relieve y en la configuración
actual de los continentes derivan del plegamiento herciniano, en la Era
Paleozoica, y del plegamiento alpino, en la Era Cenozoica. En el Período
Cuaternario las glaciaciones han erosionado las cadenas montañosas, dando
lugar a muchos de los paisajes montañosos característicos. Un ejemplo de
formación montañosa terciaria es la cordillera de los Andes.
En la historia de la Tierra ha habido al menos tres grandes períodos de formación
de montañas:

 la orogenia caledoniana, cuyos relieves


montañosos se formaron hace 400 millones de
años, como sucede en Escocia (cuyo nombre
latino era el de Caledonia), cuyo pico más
elevado es el Ben Nevis.
 la orogenia herciniana, con relieves que se
formaron hace 270 millones de años, como por
ejemplo, los Urales (con el pico Narodnaya, de
1 873 m s. n. m.), entre Europa y Asia, y
los Apalaches (con el Monte Mitchell, de
2 025 m s. n. m.), en Norteamérica.
 la orogenia alpina, con relieves montañosos
elevados formando largas cordilleras, volcánicas
o no, que se formaron hace unos 35 millones de
años, como sucede en los Alpes, en Europa, y
el Himalaya, en Asia. Son los relieves más
jóvenes y muchos de ellos todavía se están
levantando, resultando además que la erosión
ha actuado sobre ellos durante menos tiempo,
por lo que las montañas alpinas presentan las
mayores alturas del relieve terrestre. Ejemplos
representativos de este tipo de montañas son
el Mont Blanc, de 4810 m s. n. m., y el Everest,
de 8848 m s. n. m..
Procesos orogénicos[editar]
Artículo principal: Orogenia

Modelado esquemático de un ciclo orogénico.

Los procesos de formación de los conjuntos montañosos implican


frecuentemente movimientos tectónicos.105 Varios tipos de orogénesis derivan de
ellos.106 Las fuerzas involucradas modifican el equilibrio gravitatorio por
desplazamiento de las masas rocosas y afectan al geoide terrestre.Po. 1
Cuando la litosfera continental se fragmenta y las dos placas comienzan a
divergir, la extensión de la corteza hace que aparezcan fallas normales en
el zócalo.Gui. 1 A nivel de la corteza continental, son lístricos y compartimentan la
base del zócalo en bloques basculados.Gui. 1107 La arista más alta del bloque,
directamente debajo del borde de la falla, constituye la cresta de la formación
montañosa, generalmente con una vertiente más pronunciada que la otra debido
al ángulo de inclinación (buzamiento). Este relieve en hemigraben se observa a
nivel de los rifts continentales, por ejemplo a lo largo del Gran Valle del Rift, y en
los márgenes continentales pasivos.Gui. 1107 Con la aparición de la litosfera
oceánica, las rocas magmáticas remontan a la superficie y forman una dorsal.Gui. 1
Po. 2

Cuando dos placas convergen, la litosfera oceánica, más densa, se hunde según


un plano inclinado bajo la litosfera continental al nivel de la zona
de subducción.Gui. 2 Las rocas sedimentarias de la placa oceánica se comprimen
en el borde de la placa superpuesta en el prisma de acreción, mientras que la
corteza continental se espesa hasta formar una cordilleraGui. 2 y las rocas de la
litosfera oceánica, sumergidas en profundidad, se transforman en magma bajo
los efectos de la temperatura y de la presión Po. 2 y después remontan por
infiltración a la superficie para dar nacimiento a un arco volcánico, como en
la cordillera de los Andes. En el caso de una convergencia entre dos placas
oceánicas, se establece un arco insular a lo largo de la fosa oceánica, como el de
las islas Aleutianas.Gui. 2 El volcanismo asociado con una subducción suele
ser explosivo. Se encuentra en una gran parte del Anillo de Fuego del Pacífico.
Si el océano se cierra por completo, la convergencia provoca una colisión
continental manifestada por la creación de una cadena montañosa
por plegamiento y encabalgamiento de una placa sobre la otra.Gui. 2 El zócalo
continental está atravesado por fallas inversas.Gui. 2 Las rocas por encima del
zócalo se desprenden y son acarreadas.108 Los bloques previamente inclinados
son sobreelevados.Gui. 2 El acortamiento horizontal de la corteza terrestre provoca
su engrosamiento vertical, tanto hacia arriba como hacia abajo. Po. 1 La fusión
parcial de las rocas en profundidad produce intrusiones de granito.Po. 3 El cinturón
alpino está esencialmente relacionado con este proceso de colisión y
plegamiento. A lo largo de los márgenes deslizantes, las tierras a ambos lados de
la falla transformante se yuxtaponen, deforman y levantan por fricción entre las
dos placas.109110

Representación 3D desde el sureste del macizo Kondyor (en el Krai de Jabárovsk, Rusia), constituido


por un dique

Una pluma mantélica es una elevación de rocas muy profundas llegadas desde


el manto terrestre. Serían el origen del volcanismo de punto caliente, que
generalmente es efusivo.Po. 4 Con el desplazamiento de las placas tectónicas
sobre el penacho, que permanece fijo, las rocas magmáticas forman cadenas
montañosas.Po. 2 La cadena de montes submarinos Hawái-Emperador (de 5800
km) es un buen ejemplo. En el medio continental, este volcanismo puede
provocar efusiones colosales de lava llamadas traps, como las traps del
Decán en el momento del paso del subcontinente indio sobre el punto caliente de
La Réunion.111
Cuando durante uno de estos procesos el magma queda atrapado
profundamente, se forma un plutón. Su intrusión en la corteza terrestre puede
tomar la forma de un batolito, de un lacolito, de un sill, de un dique o de
un neck.112113 Luego puede deformar las capas superiores de la corteza
continental, pero el relieve se revela principalmente por la erosión que conduce a
la limpieza de las tierras circundantes; siendo las rocas que los forman más
resistentes, puede aparecer como una formación montañosa. A veces aislada,
puede presentarse como un inselberg.113 El macizo de Brandberg, por ejemplo,
presenta muchas de estas características.
Otro fenómeno de levantamiento es causado por la isostasia,114 que no es
estrictamente hablando un proceso de orogénesis; se califica
como epirogénesis (literalmente 'nacimiento de tierra seca' o de 'tierra
continental'.115) Es causada por la erosión, un poderoso agente de distribución de
masa o por un rebote postglaciar.Po. 1114 En ambos casos, la corteza continental se
aligera y sufre una compensación vertical ascendente, llamada anteclisa, de la
parte de la litosfera.114 Si la relación entre la erosión de las cumbres y la erosión
de los valles es positiva, las cimas ganan en altitud. 116 Los Alpes
escandinavos han sido considerablemente realzados y rejuvenecidos por este
proceso.
Otros fenómenos más marginales pueden dar lugar a relieves de colinas,como
las morrenas dejadas por los glaciares después de su retiro,117 como la morrena
de Oak Ridges en América del Norte o la cordillera lacustre del Báltico en
Europa. Lo mismo ocurre con los cráteres de impacto,118 que pueden presentar
un pico central y sus bordes escarpados, como en el caso del cráter de
Steinheim, asociado con el evento del Ries, y a veces múltiples anillos como
el domo de Vredefort, el cráter más grande conocido en la Tierra (patrimonio de
la Humanidad desde 2002).
Erosión y desaparición[editar]

Croquis simplificado de un paisaje de montaña glaciar.

La erosión es un factor mayor en la compensación de la orogénesis. Al reducir la


masa superficial de las montañas, participa en el levantamiento de las rocas
presentes en profundidad, causando a su vez su erosión. 55119 Al nivel de las
cadenas montañosas jóvenes, es del orden de 200 m por millón de años,
mientras que es cuatro veces más baja de media en el conjunto de los
continentes. En ausencia de elevación, todos los relieves de la Tierra se
nivelarían en algunas decenas de millones de años solamente con la erosión. Por
lo tanto, la compensación isostática es un mecanismo para volver a un estado de
equilibrio al eliminar el relieve y la raíz de la cortezaPo. 1
La meteorización de las rocas involucra a varias formas de erosión. Entre las
formas mecánicas, la termoclastia contribuye a la fragmentación de las rocas por
variaciones de temperatura, y la crioclastia por la intervención además de ciclos
de congelación y descongelación.120 La hidroclastia implica una alternancia de
fases de humectación y de desecado de ciertas rocas que son capaces de
absorber el agua, lo que finalmente conduce a su desintegración. 120Th. 2
La erosión fluvioglaciar, bajo la influencia del propio peso del glaciar que se
desliza y desgasta la roca, es responsable de la excavación de los circos y de
los valles glaciares en forma de «U», también de la sobreexcavación de
los umbilicales, que se llenan con lagos glaciares, y de la formación de picos
piramidales o incluso de nunataks.121 La escorrentía suelta y conduce las
partículas a través de los torrentes. La deflación es el fenómeno de la erosión
eólica al desnudar el suelo y la corrosión de las rocas.Po. 5 El producto de estas
formas de erosión mecánica se transporta por acción gravitacional y se deposita
por sedimentación —por ejemplo en forma de morrenas, bloques
erráticos, taludes y conos aluviales55— y luego se transporta nuevamente hasta
los océanos. Como resultado, el Himalaya ha perdido varias veces su volumen
actual, transportado principalmente en forma de arenas y limos hasta el golfo de
Bengala, que los acumula hasta 3000 km al sur del delta del Ganges con un
espesor de hasta 10 km.Fr. 1 La principal forma de erosión fisicoquímica, como
parte de los procesos de alteración, es la disolución por el agua, que afecta
principalmente a la caliza y da lugar a paisajes cársticos.122

 Formas de erosión glaciar


Vista del valle de Yosemite (California), valle glaciar «en


U» surcreusée en el Cuaternario: paredes de rocas
cristalinas intrusivas cretácicas de varios cientos de
metros que dominan el fondo granítico del valle.
 

Vista del lago Moraine, en las Montañas Rocosas


canadienses: son visibles, al pie de las laderas detrás del
lago, taludes (a la izquierda) y morrenas (en el centro).
 


Vista del Artesonraju en Perú: un pico piramidal cubierto
de nieve y de glaciares característico de la erosión en la
alta montaña
 

Vista del circo de Gavarnie, circo glaciar donde se


precipitan varias cascadas en los Pirineos franceses.
 

Vista del Fitz Roy, en Argentina, con cumbres aceradas


que dominan un glaciar y un lago
Por tanto, los modelos de erosión no explican la rapidez de la desaparición de las
cadenas montañosas a pesar de su levantamiento, ni la cantidad menor de la
esperada de sedimentos acumulados en las cuencas.123 Cuando la convergencia
tectónica y la colisión continental se ralentizan, se produce un fenómeno de
relajación (la tensión horizontal debida a las fuerzas de convergencia cae por
debajo de la tensión vertical litoestática), lo que resulta en la extensión y
adelgazamiento de la corteza.124 De hecho, con su engrosamiento previo, la
corteza se hace más dúctil por las modificaciones térmicas y físicas que ha
sufrido. La subsidencia de los relieves es aún más pronunciada ya que las fallas
normales ya atraviesan el centro de las cadenas montañosas. 123125 Entre las
hipótesis que explican este fenómeno de extensión, llamado «convergencia
sincronizada» o «post-orogénica», se incluyen la fluencia con derrame lateral en
profundidad, la retirada del panel litosférico hundido, el desprendimiento por
convección de la raíz litosférica y el desprendimiento del hundido. 123 Esta
extensión se puede ver en los Alpes123 y en el Himalaya,126 así como en
la provincia geológica de Basin and Range en el oeste de los Estados Unidos.127
128

Una antigua clasificación, derivada del trabajo de William Morris Davis,


clasificaba las cadenas montañosas como tectónicamente «activas»,
las jóvenes que presentan generalmente pendientes fuertes y formas afiladas, e
«inactivas», las viejas generalmente con formas más suaves, erosionadas.52
Además, algunas erupciones volcánicas son responsables de la destrucción de
los volcanes, especialmente las
erupciones plinianas, freáticas y freatomagmáticas que tienen los índices de
explosividad volcánica más altos. Los más destructivos se llaman
«supervolcanes». En caso de vaciado de la cámara de magma, se forma
una caldera, una gran depresión de orden kilométrico en el lugar de la cumbre. 129

 Destrucciones eruptivas

Vista del monte Saint Helens unos meses después de


la erupción de 1980 después de haber destripado su
cumbre
 

Vista de la caldera del monte Paektu, ocupada por un lago


de cráter, entre China y Corea del Norte
 

Columna eruptiva del volcán Redoubt, visto desde


la península de Kenai (21 de abril de 1990)
 

El volcán Mayón, en las islas Filipinas, un estratovolcán


que presenta uno de los conos más perfectos del mundo.
Petrología[editar]

Vista anotada de una secuencia de rocas magmáticas de origen oceánico presente en ofiolita por
encima de los 2500 m en el monte Chenaillet.

Debido a la variedad de los procesos de formación, las cadenas montañosas


albergan una gran diversidad de rocas pertenecientes a las tres grandes familias:
rocas magmáticas, sedimentarias y metamórficas.
Las rocas volcánicas de tipo explosivo, félsicas o intermedias, se encuentran en
las cordilleras y en los arcos insulares asociados con las zonas de subducción:
son riolitas, dacitas, traquitas, andesitas y fonolitas.Pa. 1 Las rocas volcánicas de
tipo efusivo, máficas, se encuentran en los volcanes de puntos calientes y en
las dorsales mediooceánicas, principalmente de basalto.Pa. 1Fr. 2 Las rocas
plutónicas son el otro tipo de roca magmática, de tipo intrusivo. Cuando tienen su
origen en el manto, equivalente al basalto, forman gabros y peridotitas presentes
en las dorsales;Pa. 1 en caso de obducción, se pueden encontrar gabros y basaltos
en las ofiolitas en las cadenas de colisión.Fr. 3 Cuando derivan de la anatexia de la
corteza, las rocas plutónicas constituyen
granitos, granodioritas, sienitas y dioritas;Fr. 4 se encuentran en plutones al final de
los proceso de subducción y en las cadenas de colisión, o después de la erosión
en las cuencas sedimentarias, en forma de diques y de láminas (o sills).Pa. 1
Las rocas sedimentarias son comprimidas en los prismas de acreción en el frente
de las cordilleras,Fr. 5 así como en los relieves de pliegues y napas de
acarreado de las cadenas de colisión.Fr. 4 Las más comunes son las calizas,
las dolomitas, las areniscas, las lutitas, las margas, los flysch y las molasas.Pa. 2
Las rocas metamórficas provienen de las rocas sedimentarias o de las
magmáticas que han sufrido metamorfismo debido a las condiciones de calor y
presión en la corteza terrestre, o a su contacto con el magma.Pa. 3 Se encuentran
principalmente en las cadenas de colisión, al nivel de bloques basculados que
revelan el zócalo.Fr. 6 Son principalmente gneis (y ortogneis, salidos del granito o
de la riolita, y paragneis, salidos de las margas), anfibolitas (salidas
del basalto), serpentinitas (de la peridotita), shales (de la lutita), mármoles (de la
caliza y de la dolomita) y cuarcitas (de la arenisca).Fr. 6Pa. 4
Clima[editar]
Artículos principales: Clima de montaña y  Clima alpino.

Diagrama de la aparición de una sombra pluviométrica.

Debido al gradiente térmico adiabático, la temperatura del aire disminuye de


0.5°C a 1°C cada 100 metros con la altitud, bajo una presión atmosférica normal
de aproximadamente 1000 hPa al nivel del mar.130 La amplitud diaria es mayor,
pero la amplitud anual es menor que en las tierras bajas. 130 A veces,
principalmente cuando hay un anticiclón, una capa de inversión puede colocarse
en su lugar, invittiendo el gradiente de temperatura y atrapando las masas de aire
frío en los valles.130 La diferencia de isolación entre la solana y la umbría crea
importantes contrastes térmicos.130
Cuando las masas de aire oceánico, cargadas de humedad, se encuentran con
un relieve, son obligadas a elevarse por encima de la vertiente al viento y,
por relajación, se enfrían, se condensan en forma de nubes espesas, y dan lugar
a fuertes lluvias, a veces en forma de nieve. Ocasionalmente, una vez que se
franquean las crestas, las masas de aire redescienden por la vertiente de
sotavento y se comprimen, creando un efecto foehn. Se recalientan y se secan.
La diferencia de precipitación en ambos lados es llamada sombra
pluviométrica.130
Según la clasificación de Köppen, el clima alpino, como el clima polar,
corresponde a zonas donde ningún mes tiene una temperatura promedio superior
a 10°C.131 Su presencia varía mucho dependiendo de la latitud: en el norte
de Suecia, por ejemplo, en el paralelo 68°N, está presente desde los 650 m de
altitud, mientras que en el Kilimanjaro, cerca del ecuador, está por encima de
unos 4000 m.132
Véanse también: Clima de los Alpes y  Clima de los Pirineos.
Ecosistema[editar]
Artículo principal: Altitud
Distribución de plantas en América equinoccial conforme la elevación sobre el nivel del mar, hecha
por Alexander von Humboldt.

Debido a la disminución de las temperaturas relacionadas con la altitud, todas las


montañas, excepto en las regiones polares, tienen una estadificación
altitudinal que les permite albergar ecosistemas específicos.133134 En los pisos
inferiores se encuentra una vegetación similar a la del llano circundante pero a
medida que se asciende van apareciendo especies más hidrófilas y más
resistentes al frío; tras las últimas especies arbóreas aparece la pradera alpina
seguida del roquedo e incluso la nieve perpetua. Las especies presentes en cada
uno de esos pisos y la altitud a la que están varía según los continentes y
también con la latitud. Y también es desigual según si la vertiente está orientada
a la solana o a la umbría130 y si está al viento o a sotavento.133 De los
catorce biomas en los que el WWF clasifica las ecorregiones terrestres, son tres
los total o principalmente influenciados por la altitud y el relieve: 133

 las praderas y matorrales de montaña y sus 48


ecorregiones,135
 el bosque templado de coníferas y sus 52
ecorregiones,136
 y los bosques de coníferas tropicales y
subtropicales y sus 15 ecorregiones.137

 Distribución de los principales biomas de


montaña

Mapa de distribución de praderas y matorrales de


montaña
 

Mapa de distribución de bosques templados de coníferas.


 

Mapa de distribución de bosques de coníferas tropicales y


subtropicales.
Cada ecorregión montañosa presenta una cierta forma de insularización
ecológica a gran escala de especies adaptadas a las condiciones más frías que
en las llanuras y, que a veces encuentran un refugio en las tierras más
escarpadas preservadas de las actividades humanas.133 Muchas de estas
especies son relictas: invadieron las montañas templadas al final del último
periodo glaciar, con la reducción de los biotopos fríos. En las zonas
intertropicales, esta diferenciación es más antigua. 133 El aislamiento de especies
y su evolución133 contribuyeron al hecho de que las montañas alberguen casi la
mitad de la biodiversidad mundial.9
La calidad del suelo es un factor adicional que perturba la estadificación
altitudinal. Son generalmente poco espesos en las partes más elevadas de las
montañas debido a la erosión glaciar y fluvial (escorrentía), a la pendiente
(deslizamientos de tierra) y a la termoclastia. Las plantas no disponen
del nitrógeno necesario para su desarrollo.133 En las partes intermedias de las
montañas, donde la descomposición y la meteorización son más activas, y las
partes inferiores, donde los productos de la erosión y los nutrientes se acumulan,
su crecimiento es por el contrario favorecido. A nivel local, debido a los suelos
fríos y húmedos, se pueden establecer turberas y por la acidez del medio,
contribuir a la biodiversidad.133 Los depósitos de material eyectado han
construido especialmente a espesar y fertilizar los suelos en las zonas
volcánicas.133

Vista del rango altitudinal en la vertiente norte de los Alpes lepontinos sobre Obergesteln: piso


subalpino (bosque de coníferas), piso alpino (pradera alpina) y piso nival (roquedos y neveros).

Uno de los marcadores del rango altitudinal es la línea de árboles, que aparece
en todas las zonas montañosas con la excepción de los desiertos calientes y
fríos donde están ausentes. Por encima de este límite, en el piso alpino, las
condiciones climáticas son demasiado rigurosas y el período de vegetación
demasiado corto, así como la insolación es demasiado intensa, para permitir su
desarrollo; son reemplazados por arbustos de cremimiento lento y plantas
herbáceas.133 Estos tienen un período de crecimiento y de floración a veces
limitado a los tres meses después del invierno en las regiones templadas,
mientras que en las zonas intertropicales el crecimiento solo se ralentiza en la
estación seca.133 El acolchado y la presencia de un plumón sobre las hojas son
formas adaptadas contra el frío.134 La línea de árboles se sitúa a la altitud
aproximada en la que la temperatura promedio del mes más cálido es de 10°C,
casi independientemente de la latitud.133 En el piso nival solo sobreviven unos
pocos musgos y líquenes.134 A pesar de la insularización ecológica, se encuentra
una diversidad de especies botánicas comparable en los pisos alpinos de todo el
mundo y géneros similares a latitudes equivalentes.133 Incluso cuando los
géneros encontrados son diferentes, especialmente en las zonas intertropicales,
presentan una estrategia evolutiva convergente, como las de las
especies Espeletia y Puya en los Andes septentrionales o las
de Dendrosenecio y Lobelia en el África oriental, o en otros, incluso en las islas
de Hawái y de Java, que mantienen sus hojas muertas, lo que les permite luchar
contra el frío.133

Vista de una cabra salvaje de los Alpes en el parque nacional Hohe Tauern.

En los bosques templados del hemisferio norte, las coníferas dominan el piso


subalpino con pinos, abetos, piceas, alerces y enebros. Algunos bosques
son mixtos y presentan una porción
de planifolios (abedules, alisos, sauces, hayas, etc.).133134 Las ericáceas son
características de los sotobosques, generalmente húmedos y con estratificación
vertical, así como de las landas.133 Los bosques templados del hemisferio sur
están dominados por planifolios en las montañas, como las especies
de eucalipto y de Nothofagus.133 En las zonas intertropicales, las montañas se
caracterizan por un bosque nuboso de especies de hoja perenne. El
género Polylepis se encuentra principalmente en la cordillera de los Andes, a
nivel de la línea de árboles y por encima.133
Las especies animales están menos limitadas por la altitud y las condiciones
climáticas. Su presencia en las montañas refleja más que la flora su distribución
regional.133 Si algunos grandes mamíferos
(caprinos, ciervos, llamas, lobos, osos, leopardos de las
nieves, puma, vicuñas, yaks), y otras marmotas o pikas, se han convertido en
emblemáticos de la montaña, se debe principalmente a la presión
ecológica ejercida por las actividades humanas.133134 Muchas aves y pájaros
tienen un comportamiento adaptado a las praderas abiertas y a las paredes
rocosas de las montañas: cóndores,133134 águilas, halcones, buitres.134
La migración y la hibernación son estrategias de adaptación.133134
Véanse también: Florade los Alpes,  Flora de los Pirineos,  Fauna de los Alpes,  Fauna
de los Pirineos  y Fauna del Jura.
Población[editar]
Artículos principales: Adaptación humana a gran altitud y  Efectos de la altitud en los
humanos.

Pintura titulada Les Tisserandes (2012) que muestra una escena de la vida de los quechuas en las
montañas andinas

En las zonas templadas, las montañas generalmente se consideran un ambiente


rudo e incluso hostil, y de hecho, están menos pobladas que las llanuras que
gozan de un clima más favorable.130138 La presión más baja del aire, el clima más
duro, la hidrología más irregular obligan a los organismos a adaptarse. Además,
las vertientes mal expuestas al sol y la importancia de las pendientes hacen difícil
una explotación agrícola.139 Sin embargo, en la zona intertropical, las montañas
ofrecen condiciones climáticas más favorables que las regiones áridas que
generalmente las rodean: en las montañas de los Andes, en África o en
la meseta tibetana, las personas adaptaron su forma de vida y aprovecharon el
entorno de las montañas, a veces hasta el punto de ver florecer civilizaciones
desarrolladas.130

Vista de una familia sherpa en hábitats tradicionales.

Así, en el 2000, la población que vivía por encima de una altitud de 1220 m se
estimó en un 10.2% de la población mundial, 140 con una densidad
de 20,7 hab./km² (incluidas las regiones polares),3140 con tres zonas principales,
en el Gran Valle del Rift, en Yunnan y en la aglomeración de la Ciudad de
México.140 Por encima de los 2130 m, es de alrededor del 3%, esto es, una
densidad de 12,8 hab./km².140 Al mantener un criterio de altitud de 1000 m,
relativamente cerca del primero, y al agregar un criterio de pendiente para los
terrenos entre esa altitud y los 300 m, según lo definido por el Centro de
Monitoreo de la Conservación del Ambiente (UN Environment World
Conservation Monitoring Centre, UNEP-WCMC), la población de montaña se
estimó en un 15% en todo el mundo, de ella la mitad en Asia y una cuarta parte
en África.3 A mediados del siglo XX, era del 8%. 3 Fue en Europa donde la tasa de
crecimiento fue la de más rápido crecimiento en la década de 1950, cuando era
la más lenta en América Latina.3 En todo el continente americano, esta población
de montaña es esencialmente urbana, agrupada en más del 40% en metrópolis
con más de 100 000 habitantes.3
Las desigualdades son más pronunciadas en las montañas y los desastres
naturales son más frecuentes en ellas.4 Las principal divisorias de agua entre las
grandes cuencas hidrográficas sirven de fronteras naturales y políticas entre las
poblaciones, particularmente en los países desarrollados, lo que resulta en su
aislamiento y desarrollo de contrastes.130 Los desarrollos ideológicos y
tecnológicos son a menudo más tardíos en las montañas, mientras que las
prácticas religiosas y la ayuda mutua están más arraigadas. 139

Historia: descubrimiento, estudio y conquista[editar]


Véase también: El pico más alto del mundo

Mapa de reconstrucción del mundo con sus montañas según lo descrito por Heródoto en
sus Historias (siglo V)

La ocupación de los territorios montañosos comenzó en la Prehistoria antigua


con la exploración de los territorios de caza y de recolección. Se transformóen
el Neolítico con una mayor explotación, más diversificada en los recursos y con la
movilidad de las prácticas.141
Las primeras exploraciones registradas de montañas, de los
griegos Heródoto y Anaximandro, o del italiano Petrarca, son obras de eruditos
motivados por el deseo de conocerse a sí mismos.142 Los primeros europeos en
aventurarse en las estribaciones occidentales del Himalaya fueron los soldados
de Alejandro Magno, aunque probablemente nunca pasaron de la ciudadela
de Aornos.143 Los griegos, entre ellos Eratóstenes, Estrabón, Plinio el
Viejo y Amiano Marcelino, nombraron a la
cadena Hemodi (o Hemodos, Emodos, Imaos),144 que significa 'cubierta de
nieve'.145 Diodoro de Sicilia la identificó con la fuente del Ganges.146
Hay también constancia de algunos ascensos históricos, como, por ejemplo, el
del monje budista En no Gyōja que en 663 ascendió el monte Fuji,55 considerado
ya entonces un monte sagrado.
Vista del monte Aiguille, el «mont Inaccessible» que fue ascendido en 1492 por orden del rey Carlos
VIII de Francia

Alexander von Humboldt et Aimé Bonpland au pied du volcan  Chimborazo (1806), obra de Friedrich


Georg Weitsch (1758-1826).

Kilimanjaro (1873), boceto de Charles New. Las montañas nevadas de África Oriental suscitaban la


incredulidad de la comunidad científica que no esperaba encontrar nieves eternas en esas latitudes.

En el siglo IX, el monje y geógrafo irlandés Dicuil, estableció en el tratado De


mensura Orbis terrae} una lista de las seis montañas más altas conocidas hasta
ese momento: el Olimpo, el Athos, el Atlas, el Pelión, los Alpes y el Solurius, la
supuesta culminación de la península ibérica.Th. 3 La geografía medieval, con
autores cristianos y árabes como el geógrafo Ibn Hawqal, concebía las montañas
como la obra de Dios que deseaba darle a la Tierra un «armazón». 147 Avicena, en
el siglo XI, daba dos causas geológicas para la formación de las montañas: los
terremotos, que las elevarían del suelo y, en menor medida, la erosión que
dejaría intactos los relieves más duros.148 Sus obras fueron enmendadas en el
siglo XII por Alberto Magno.Th. 4 Restoro d'Arezzo también emitió una teoría sobre
el origen de las montañas: tendrían por causa una forma de atracción de parte de
las estrellas.149 Jean Buridan, en el siglo XIV, fue uno de los primeros en estar
interesado en la propia altitud de las montañas. Th. 5 La historia de la conquista de
las montañas en Occidente conserva la historia de algunas ascensiones
notables, como la del rey Pedro III de Aragón que en 1285 coronó el pico
Canigó (2784 m); la del poeta y humanista italiano Petrarca, que describió el
extraordinario panorama ofrecido desde la cumbre del monte Ventoux, que
habría ascendido el 26 de abril de 1336; la de Bonifacio Rotario (de Asti), que el
1 de septiembre de 1358 ascendió el monte Rocciamelone (3538 m), que en esa
época se creía era la cima de los Alpes, para depositar una representación de la
Virgen en agradecimiento por sobrevivir a su cautiverio en Tierra Santa durante
las Cruzadas, y que el registro más antiguo de una escalada de montaña; la de
Antoine de Ville y sus compañeros el 26 de junio de 1492, por orden del
rey Carlos VIII de Francia, que coronaron la cima del monte Aiguille (2087 m), el
considerado «mont Inaccessible»Th. 6 y que gozaba de una mayor popularidad en
su tiempo que los gigantes de los Alpes, ignorados por la mayoría; o la de
Francesco De Marchi y Francesco Di Domenico que en 1573 ascendieron
el Corno Grande, la cima de los Apeninos.
Para los autores del Renacimiento, las montañas eran tanto el resultado de la
erosión (Leonardo, Agrícola, Palissy) como relieves cuya existencia se
remontaba a la creación de la Tierra. 150 Ya en 1524 el suizo Aegidius
Tschudi cruzó los cols de los Alpes centrales —Septimer, San
Gotardo, Furka, Grimsel y Gran San Bernardo— y relató una historia que
trascendió las fronteras.138 Tres décadas después, su compatriota Josias
Simmler reveló al público la existencia de glaciares en el que fue el primer libro
dedicado por completo a los Alpes, De Alpibus commentarius (1574).138 La
historia natural de los siglos XVII-XVIII inauguró la aproximación científica a las
montañas con las «teorías de la Tierra».147 Jean-Jacques Rousseau descubrió
los Alpes por el consejo de su botánico, precedido en su andares por Joseph
Pitton de Tournefort en el monte Ararat, de Pierre Bouguer y Charles Marie de La
Condamine en los Andes ecuatorianos; Marc Antoine Louis Claret de La
Tourrette, que mantuvo una correspondencia con Rousseau, amplió este trabajo
en el Pilat, Dominique Villars en el Dauphiné y Louis Ramond de
Carbonnières en los Pirineos.138 El naturalista Jean-Louis Giraud-
Soulavie describió en 1780 el clima de montaña en la Histoire naturelle de la
France méridionale147 y el escalonamiento de la vegetación en la parte meridional
del macizo Central;138 Philippe Buache cartografió las montañas de todo el
mundo en Essai de géographie physique en 1752.147 Alexander von
Humboldt hizo un aporte importante: amante de la montaña, subió a varios picos
notables, especialmente el Chimborazo, considerado en ese momento «el pico
más alto del mundo». Determinó en particular unas «tablas de alturas» para
las asociaciones vegetales y superó las causalidades lineales de los naturalistas
anteriores para hacer de la montaña un ambiente en el que no buscaba estudiar
su particularidad regional, sino de acuerdo con los principios de la geografía
general.138151 Como Rousseau y Carl Ritter, Humboldt también estaba interesado
en la organización social de las poblaciones de montaña; este último escribió:
«La configuración del suelo en el sentido de altura [...] puede jugar un papel
importante en el dominio del hombre. Todo lo que hace nacer una variedad
cualquiera de formas en un punto de la superficie terrestre (cadena de montaña,
meseta...), todo accidente del suelo imprime un caché particular al estado social
del pueblo que lo habita».152138 Más adelante, Gottlieb Sigmund Gruner, Marc-
Théodore Bourrit, Jean André Deluc y su hermano Guillaume-Antoine, Pierre
Bernard Palassou y Louis Ramond de Carbonnières abordaron la alta montaña
desde la perspectiva de su geología.138

Vista de la cara este del Cervino, con la arista del Hörnli ascendida el 14 de julio de 1865 por Edward
Whymper, Charles Hudson, Francis Douglas y Douglas Hadow, con Peter Taugwalder padre e hijo
y Michel Croz (ver: Grandes caras norte de los Alpes.

Con la misma óptica, en 1786 el ginebrino Horace-Bénédict de Saussure,138


ofreció una prima al primero que ascendiese al Mont Blanc; el guía Jacques
Balmat y el médico chamoniard Michel Paccardl llegaron por primera vez a la
cumbre el 8 de agosto. El mismo Saussure lo consiguió al año siguiente, y con su
relato, popularizó la práctica del alpinismo en Europa.153 La edad de oro de la
conquista de los Alpes tuvo lugar entre 1854 y 1865 bajo el impulso de los
británicos. Durante esa década se realizaron una gran cantidad de primera
ascensiones de cumbres importantes, hasta concluir con la conquista
del Cervino55 el último «gigante» alpino invicto, siendo la Meije finalmente
ascendida en 1877.154155
Las noticias sobre la existencia de montañas nevadas del África
Oriental suscitaban la incredulidad de la comunidad científica que no esperaba
encontrar nieves eternas en esas latitudes. El Kilimanjaro fue descubierto en
1848 por Johannes Rebmann, el monte Kenia en 1849, por Johann Ludwig
Krapf y el Ras Dejen en 1841, por Antoine d'Abbadie d'Arrast, pero que no reveló
su existencia hasta 1849.138
La exploración geográfica y el levantamiento cartográfico del Himalaya
comenzaron verdaderamente en el siglo XIX con el trabajo notable del Gran
Proyecto de Topografía Trigonométrica (Great Trigonometrical Survey) dirigida
primeramente por George Everest, desde 1830 hasta 1843, pero que casi
tomaría un siglo finalizar.143 Las tentativas de conquista de los altos picos se
acometieron después de la Primera Guerra Mundial pero, aunque se
conquistaron varios «7000 miles» y se superó la barrera de los «8000 m» durante
la expedición al Everest de 1922, ninguna cumbre de esa altitud se logró.
Después de la Segunda Guerra Mundial, de 1950 a 1960, gracias a la apertura
política y a la ayuda de los pueblos sherpas y hunzas, trece de los catorce picos
de más de 8000 m fueron ascendidos, ya que China reservó el Shishapangma,
totalmente en su territorio, hasta 1964.154 (Ver: Anexo:Primeras ascensiones).
La geografía vidaliana de finales del siglo XIX y comienzos del XX, se centró en
las interacciones entre los hombres y el medio natural. 147 A partir de la enseñanza
de Paul Vidal de La Blache, padre de la geografía regional francesa, los
geógrafos de la escuela francesa, sea en tratados o manuales de geografía física
general o en artículos (desde De Martonne, en 1909, hasta Pierre Pech y Hervé
Regnauld, en 1994, pasando por Jules Blache, en 1933, y Pierre Deffontaines, en
1947) consideraron ya la montaña como una disposición de procesos y de
factores que se convirtieron en objetos mismos de investigación científica. 147
El conocimiento de la montaña ha estado marcado durante mucho tiempo por el
uso de estereotipos: los Alpes, en particular, como paradigma de cadena o de
región montañosa; el piso alpino, como prototipo de piso ecológico; y
la trashumancia como tipo de modo de vida de montaña. Luego, las
investigaciones comparadas protagonizaron las monografías y las obras
generales se hicieron más raras. Humboldt, que había explorado los Andes al
mismo tiempo que Thaddäus Haenke, es a veces considerado como el precursor
de la investigación comparada en la montaña. 4 Estas, con Carl Troll definiendo
las reglas,4 se convierten en un objeto de investigación que moviliza
progresivamente a la comunidad científica internacional.
El International Biological Program de los años 1970, basado en la modelización
de los procesos naturales, y el Programa sobre el Hombre y la
Biosfera llamado Study of the impact of human activities on mountain 156
movilizaron a especialistas muy diferentes en áreas geográficas para iniciar un
análisis comparado de los sistemas de montaña. En la década de 1990, a raíz de
la Cumbre de Río y de la Agenda 21, la montaña, identificada como un
ecosistema frágil, se convirtió en objeto de atención internacional de la
comunidad científica, de las organizaciones no gubernamentales y de las
instituciones.147 La investigación mundial sobre las áreas montañosas está
condicionada al análisis de los problemas involucrados y a la implementación de
medidas concretas específicas en materia de protección del medio ambiente y de
conservación de las culturas locales, es decir, en el desarrollo sostenible (con
desafíos para las sociedades y economías posteriores: gestión de los recursos
hídricos, limitación del riesgos ambientales), etc. Además, algunos científicos han
llamado recientemente a fundar una «montología» y a desarrollar una reflexión
sobre los paradigmas de la montaña,157158 peculiarmente en términos de servicios
ecosistémicos.159

Actividades[editar]
Agricultura[editar]
Las terrazas de cultivo constituyendo los campos de arroz de las cordilleras de Filipinas, patrimonio de
la Humanidad desde 2005.

Vista de un paisaje de media montaña en los Alpes suizos con el Augstmatthorn (2137 m) en el fondo.


El desbroce participa en la apertura de los prados alpinos.

Las prácticas tradicionales del cultivo y de la cría de ganado, así como el reciente


abandono de las zonas montañosas, han configurado los actuales paisajes
montañosos desde la zona templada hasta la zona intertropical. 160 La montaña es
el lugar de muchas actividades económicas del sector primario y de otras de
mera subsistencia, como el pastoreo trashumante, que consiste en llevar
a ovinos, bovinos, caprinos, llamas, alpacas, vicuñas o yaks a los pastos durante
el verano, para la producción de queso, leche, carne y lana (como la cachemira).
El pastoreo generalmente se establece en el piso alpino, donde hay biotopos
de praderas alpinas, de puna, de páramo, etc. La cría estacional también se
realiza en este piso o en algunas de las vertientes, debido a un ambiente
demasiado árido, demasiado frío, poco soleado o demasiado empinado para la
agricultura productiva.Sac. 1161
Los cultivos de montaña también tienen una agricultura tradicional importante,
centrada en la patata, la cebada y el trigo sarraceno, que se pueden cultivar en
altitudes de 4000 a 4500 mSac. 2 en los Andes y el Himalaya. La cebada es el
cultivo más común en esas altitudes en los Himalayas antes de la introducción de
la patata, mientras que esta última lo fue antes en los Andes, anterior al cultivo
de coca. Otras plantas tienen menor adaptabilidad altitudinal como el maíz,
el trigo y la alfalfa, que aun así se pueden cultivar en los mejores sectores
andinos e himalayos a altitudes superiores a 3000 m.Sac. 3 Las especies y
variedades originarias de climas tropicales de baja y media altitud, como el arroz,
el café y el té, tienen áreas de crecimiento en altitudes medias de hasta
aproximadamente 2000 m. El cultivo en terrazas permite irrigar los suelos en
pendiente, evitando la escorrentía y luchar contra su erosión.55 Está muy
extendido en vastas regiones montañosas del mundo: en Asia, especialmente en
el Sudeste, en la cordillera andina, en África y hasta en la cuenca
mediterránea (restanques en Provenza).162
Al igual que la agricultura, la silvicultura da forma a los paisajes de montaña y
además proporciona caminos de acceso y mantenimiento de las áreas
recreativas. También asegura la preservación de las esencias locales. 8
El desbroce, practicado con generalidad en muchos lugares y épocas, a
diferencia de la silvicultura, no tuvo ni tiene por objetivo un uso sostenible de los
bosques, sino que pretendía abrir parcelas cultivables y pastos para los
rebaños.163
Hidroelectricidad[editar]
Véase también: Historia de la producción hidroeléctrica

Vista de la presa de la Grande-Dixence, la presa de gravedad más alta del mundo, en los Alpes de


Valais, Suiza.

Las caídas y saltos de agua hicieron posible, gracias a la energía mecánica,


hacer girar las turbinas hidráulicas. Fueron utilizadas desde la década de 1830
para satisfacer las necesidades de la industria del papel, especialmente en
los Alpes, donde había las materias primas disponibles: agua y madera. En
1882, Aristide Bergès, quien inventó la fórmula de la hulla blanca, construyó un
embalse en el lago del Crozet en la cadena de Belledonne, instaló un conducto
forzado con una caída vertical de 500 m para conectarla a sus fábricas
en Lacey y acoplarla a su turbina, una dinamo Gramme.164165 Así, al acoplar
un generador eléctrico a una turbina, fue posible producir energía hidroeléctrica.
Las presas se utilizaron para almacenar una energía potencial de peso. La
topografía de las montañas y la altura de la caída hacen que sean lugares muy
adecuados para la construcción de represas hidroeléctricas y para la formación
de lagos artificiales.
Turismo y ocio[editar]

Vista de excursionistas caminando en el parque nacional Torres del Paine en Chile


Estaciones de esquí en el mundo por país

Mapa de localización de las estaciones de esquí en el mundo

Artículo principal: Turismo de montaña


La convivencia con las prácticas tradicionales agrarias y silvícolas de nuevas
actividades económicas, como el turismo, están dando nuevos potenciales a los
territorio de montaña. Proporcionan un ambiente favorable para el deporte, el
recreo y el descanso. Sin embargo, requieren de infraestructuras de transporte y,
a veces, de alojamientos, así como de servicios no sempre compatibles con las
recientes protecciones medioambientales.8
La montaña es un espacio cada vez más transitado. Anteriormente, a grandes
altitudes, eran el dominio exclusivo de los pioneros del alpinismo, pero ahora
cada vez son más ampliamente visitadas. Sin embargo, la montaña no es un
área de recreación ordinaria y segura: los riesgos de las pendientes
pronunciadas y los terrenos inestables (placas de nieve que probablemente
evolucionen en avalanchas, derrumbes y deslizamientos de tierra, flujos de
lodo, crevasses, simas, etc.); y los fenómenos meteorológicos que evolucionan
en las zonas montañosa muy rápidamente y con frecuencia intensamente. 166
Los rescates de montaña se utilizan para ayudar a los enfermos y a las víctimas
de accidentes o enfermedades, con frecuencia con la ayuda de helicópteros.
El modelo económico de los complejos de deportes de invierno se basa
esencialmente en el servicio de remontes y mantenimiento de pistas, en el
entrenamiento de actividades en la nieve, en el alquiler de equipos, y en el
alojamiento y servicios de alimentación. Hay en el mundo 3595 estaciones de
deportes de invierno en 80 países,167 y en 2016, de ellas unas 2000 disponían al
menos de cinco remontes mecánicos que se distribuían en 66 países,
mayoritariamente en el hemisferio norte.
Solo Chile, Argentina, Sudáfrica, Lesoto, Australia y Nueva Zelanda tienen
estaciones en el hemisferio sur. El 47% están en Europa occidental —el 35%
solo en los Alpes—, el 21% en América, el 19% en Asia-Pacífico y el 13% en
Europa del Este y Asia Central.168 Además de los Alpes, las cadenas montañosas
con más estaciones son los Cárpatos, los macizos del centro de Alemania,
los Sudetes, los montes Apalaches, los Alpes escandinavos, las montañas
japonesas, las montañas de la cadena costera del Pacífico y las Rocosas.169 Los
países que cuentan con más estaciones son Japón (547), Alemania (498),
Estados Unidos (470), Francia (325), Italia (349), Canadá (288) y Austria (254),
Suiza (194) muy por delante de otros países168 (España (35), Chile (19) Argentina
(18) y Bolivia (1).167 Sus dominios esquiables ofrecen oportunidades para la
práctica del esquí alpino,Alpin 1 del snowboardAlpin 2 y otras formas de esquí
acrobático en pistas acondicionadas, así como del esquí nórdico en terrenos más
ondulados.Alpin 3
Las raquetas de nieve permiten desplazarse sobre la nieve tanto en la montaña
como en la llanura, en plena naturaleza o sobre senderos balizados. Alpin 4 El esquí
de montaña, ya sea como ocio, es decir, esquí de travesía,Alpin 5 o en su forma
competitiva, esquí-alpinismo,Alpin 6 que se lleva a cabo en pendientes muy
pronunciadas fuera de las estaciones utilizando en el ascenso pieles de
foca pegadas bajo los esquís para evitar el retroceso ladera abajo.
El alpinismo, del que deriva el esquí de montaña y toma prestadas técnicas de
progresión, es evolucionar en alta montaña, con la ayuda de cuerdas,
arneses, crampones y piolets.Alpin 7 Se desarrolló a partir de mediados del siglo
XIX.55 El guía de montaña es un profesional formado para supervisar a los
alpinistas aficionados, especialmente en la alta montaña. Algunas décadas
después, el alpinismo dio origen a la escalada, con el objetivo no ya alcanzar las
cumbres, sino de trepar por vías graduadas según su dificultad por paredes
verticales o en rocas con las manos desnudas. En el medio natural, se practica
principalmente en verano.Alpin 8 Las vías ferratas se distinguen por el hecho de que
las paredes están permanentemente equipadas con escalas, puentes tibetanos y
cables metálicos para el aseguramiento constante.Alpin 9 La escalada en hielo, que
apareció en la década de 1970, y que consiste en ascender por pendientes
heladas,Alpin 10 y el dry-tooling, nacido a finales de la década de 1990 en paredes
de roca,Alpin 11 utiliza el equipamiento del alpinismo pero con las técnicas de
escalada.
En las zonas de baja y media montaña, cuando la progresión ofrece poca
dificultad, es posible practicar senderismo por senderos, generalmente antiguos
caminos tradicionales.Alpin 12 Cuando se realiza durante varios días y en regiones
particularmente salvajes, se habla de trekking.Alpin 13 Las noches que marcan las
caminatas durante varios días se pueden pasar en refugios de montaña o
en vivac, como en el alpinismo. El trail es una forma de carrera a pie de larga
distancia hecha por un sendero, a menudo en el medio de las montañas,
mientras que la carrera de montaña se practica fuera de los senderos.
La bicicleta de montaña (MTB) es la práctica del ciclismo en zonas
montañosas.Alpin 14
El vuelo en ala delta, un ala triangular bajo la que el piloto está colgado sobre el
vientre, o en parapente, bajo el que está sentado,Alpin 15 requiere lanzarse desde
un relieve después de tomar un poco de velocidad y permite disfrutar de
la aerología propia de las montañas. La speed riding es un derivado del vuelo en
parapente conjugado con un par de esquís que permite al practicante descender
por una montaña tan rápido como le sea posible, rozando sus laderas, alternando
el vuelo y el deslizamiento. El paralpinismo es una disciplina de salto BASE que
consiste en saltar desde lo alto de un acantilado y luego abrir el paracaídas.Alpin 16
Los torrentes permiten practicar el barranquismo avanzando por desfiladeros y
cascadas, alternando resbalones, saltos en cuencas naturales y descensos
en rápel.Alpin 17 El piragüismo, incluyendo el rafting, es descender las corrientes en
embarcaciones propulsadas por un remo. La vocación de la espeleología es
explorar las redes subterráneas, particularmente en los macizos kársticos.Alpin 18

 Actividades invernales

Uno de los grandes dominios esquiables alpinos, Val


Thorens
 

Esquiadores de travesía, ascenso al Scheiblingstein a


través de Lange Gasse.
 

Escaladores ascendiendo al Mount Rainier, Washington.


Entre la niebla, el Little Tahoma
 

Vista de un parapentista sobre un mar de nubes después


de despegar de Brévent, en Chamonix-Mont-Blanc
Protección medioambiental[editar]
Las zonas montañosas albergan una importante biodiversidad con un frágil
equilibrio ecológico.8 Representan alrededor del 30% de las áreas terrestres
protegidas.9 Fuera de la Antártida, 1710 al 18%170 de las áreas montañosas están
protegidas, un poco más que el promedio del 12 170 al 15 %171 de todas las áreas
terrestres, pero en Eurasia y en África, representan solo del 10 al 15% del área
montañosa frente al 23 al 32% en los otros continentes. 170 De las 4000 áreas
clave de biodiversidad censadas en montaña en el mundo, solo el 20% están
total o parcialmente protegidos.10 La protección de las montañas ha sido
reconocida como un objetivo principal para el desarrollo sostenible en la Cumbre
de Río en 1992.172

Vista del glaciar de Aletsch, el glaciar más largo de los Alpes, ahora protegido como parte del sitio
del patrimonio de la Humanidad de la UNESCO «Alpes suizos de Jungfrau-Aletsch» (2001)

En la cultura[editar]
En las artes[editar]
Véanse también: Cine de montaña y  Lista de obras de montañismo.

Ocho momentos de la Chanson de Roland (iluminación).


Tempestad bajo la cima (ca. 1823), la n.º 32 de las Treinta y seis vistas del monte
Fuji de Hokusai (1760-1849)

En la mitología céltica irlandesa, la montaña era un lugar maravilloso asociado


al sidh, al Otro Mundo, donde permanecían los Tuatha Dé Danann, habitantes
míticos de la isla;Th. 7 también era un lugar de sepultura. Th. 8 Desde la antigüedad,
la poesía didáctica, por ejemplo en los escritos del geógrafo y poeta Avienus,
en Description de la terre, evocó misteriosos paisajes montañosos, pero en un
estilo muy normalizado.Th. 9 La montaña tenía una imagen colosal, tanto en
la mitología griega, con Atlas, como en el cuento de caballería de Chrétien de
Troyes, Yvain, el Caballero del León, en el siglo XII. En la canción de
gesta apareció el mito de la montaña hueca, como el volcán Etna donde
residirían el rey Arturo y su corte, o el Untersberg donde, según las
versiones, Carlomagno o Barbarroja esperarían cada cien años su
resurrección.Th. 10 También se menciona la montaña en la Chanson de Roland, en
los Pirineos, en el Aspremont, la montaña homónima ubicada en el extremo sur
de los Apeninos en Calabria, o incluso en el le Moniage Guillaume que tiene
lugar en las estribaciones meridionales del Macizo Central: es a su vez épica,
espantosa, aterradora, salvaje, desolada, idílica. Th. 10 La montaña, sus grutas, sus
cuevas y sumideros, por lo general conservaron hasta el siglo XVI una imagen
maldita, «tragando» a los hombres que se aventuraban allí; y los volcanes, en
particular, eran vistos como la boca del infierno en la tradición judeocristiana.Th. 11
La evocación artística de la montaña surgió especialmente en China —donde,
asociada con el agua, simbolizaba el paisaje, Th. 12— y luego en JapónSig. 1 en el
siglo VIII,Sig. 2 en particular en la poesía con Man'yōshū.Sig. 3. Era un lugar familiar,
de retiro espiritual, donde se reencontraban con espíritus, incluso al final de la
vida; se observa esta visión en la literatura japonesa de Izumi Shikibu en el siglo
X y hasta hoy, con Yasushi Inoue, Haruo Umezaki, Jirō Nitta y Kenji Nakagami.Sig.
4
El monte Fuji era un símbolo de la pintura, especialmente para Hokusai y
sus Treinta y seis y después Cien vistas del monte Fuji, y en la literatura, por
ejemplo para Kanoko Okamoto,Sig. 5 a la vez montaña sagrada y destino
turístico.Sig. 6
Después, desde el final del siglo XII, la imagen de la montaña comienza a
evolucionar en la literatura occidental, donde se convirtió en el teatro de hazañas,
de descubrimientos, de heroísmo.Th. 13 Así, para Gervase de Tilbury en su Livre
des merveilles del siglo XIII, adquiere una carácter mágico, muy parecido a la
visión celta.Th. 7 Aparece en el fondo de las pinturas en el siglo XV en Europa, 173
posiblemente transmitido a lo largo de la Ruta de la Seda bajo la influencia de
la dinastía Song.Th. 14 Alrededor de 1470, Antonio Pollaiuolo, Andrea
Mantegna, Leonardo da Vinci o Albrecht Altdorfer hacen dibujos científicos desde
la cima de las montañas, mientras se organizan las primeras ascensiones
reales.173 La representación cartográfica de las cadenas montañosas, sin
embargo, siguió siendo durante mucho tiempo una repetición de «ampollas» sin
tener en cuenta la importancia o la distancia entre los relieves. Th. 14 A
continuación, la montaña se impuso más ampliamente en el arte occidental en el
siglo XVIII.Th. 9Sig. 1173 Journal de voyage en Italie, escrito en 1580-1581
por Montaigne, no se publicó hasta 1774.Sig. 7 Los Alpes son evocados
principalmente en la literatura clásica a través de los testimonios deTito Livio y
de Lucano que transmiten su cruce por Hannibal. El mito se modernizó
cuando Bonaparte cruzó el paso del Gran San Bernardo.Sig. 7 De hecho, hasta el
inicio del siglo XIX, la pintura de las montañas y de paisajes en general, quedó
relegada detrás de la pintura de historia, debido a la jerarquía académica y era
una creación predominante de taller, especialmente en Francia, donde se resistió
hasta al romanticismo e incluso al realismo.173 Sin embargo, se volvió muy
popular entre el público.173

 Evolución de la representación de la
montaña

La Vierge aux rochers (1483-1486), de Leonardo: paisaje


de montaña típico introducido por los pintores
renacentistas como fondo
 

El volcán cuyo cono acanalado se levanta tras la cabeza


de la Virgen del retablo de Isenheim (1512-1516) es «...la
montaña más bella de la antología alpestre» 174
 

Bonaparte franchissant le Grand-Saint-Bernard (1801),


de David: la montaña aparece como decoración según la
tradición clásica.173
El caminante sobre el mar de nubes (1817-1818), de Caspar David Friedrich (1774-1840)

Si las montañas conservaron durante mucho tiempo un carácter sagrado Sig. 8 —


como en la tradición judeocristiana, con el monte Sinaí y el monte Ararat Th. 15 o
en la tradición budista,Sig. 3—, metafísico y onírico173 o maquiavélico,Th. 9 su
representación pictórica se mantuvo a nivel simbólico. Para P. Budry: «Los
artistas del Cuatrocientos van a hacer un gran consumo de montañas, cada uno
a su manera personal o provincial, de modo mágico (Gozzoli, Lippi, Piero di
Cosimo, Basaiti) o patético (Masaccio, Mantegna, Buonconsiglio, Bellini) o
constructivo, como Piero dei Franceschi, o pintoresco, en fin,
como Ghirlandaio o Botticelli [...]. El volcán cuyo cono acanalado se levanta tras
la cabeza de la Virgen del retablo de Isenheim es sin contradicción la montaña
más bella de la antología alpestre»,174 La precisión de su representación pictórica
aumentó gradualmente, adquiriendo maestría en la representación alpina con el
neerlandés Ruisdael» (c. 1628-1682)175 y ya plenamente con el idealismo,
primero en Suiza por Caspar Wolf, luego en Inglaterra con William Turner y John
Ruskin, y finalmente en Alemania, en particular con la escuela de Dresde,
con Caspar David Friedrich, Carl Gustav Carus, Carl Blechen y el noruego Johan
Christian Dahl.173 Esta misma evolución se refleja en la literatura, por ejemplo,
con el trabajo del historiador Jules Michelet, La Montagne, en 1868, o
con Histoire d'une montagne de Élisée Reclus en 1876, que describe tanto la
naturaleza como a los hombres.Sig. 9

 Representaciones realistas de la montaña en


el romanticismo

Le glacier inférieur de Grindelwald avec la Lütschine et le
Mettenberg (1774-1777), obra de Caspar Wolf
 

Das Eismeer bei Chamonix (1825-1827), de Carl Gustav


Carus (1789-1869)
 

Alpine Pass in Winter with Monks (1833), de Carl


Blechen (1798-1840)
 

Near Lyshornet (1836), del noruego Johan Christian


Claussen Dahl (1788-1857)
Al final del siglo XIX la montaña era objeto de una investigación estética, símbolo
del ciclo de la vida en Giovanni Segantini, captadora de la luz para Claude
Monet y Ferdinand Hodler o incluso disminuida bajo los trazos de la montaña
Sainte-Victoire en el caso de 80 obras de Paul Cézanne.173 En la obra
de Friedrich Nietzsche, Así habló Zaratustra, la montaña vehícula incluso los
valores de pureza de soledad, de la meditación, del poder y de la libertad. Sig. 10
Esta visión es ampliada por Jack Kerouac en En el camino.Sig. 11 En un momento
en que cada vez son menos las zonas montañosas inviolables, el imaginario no
está excluido de las publicaciones científicas de Raoul Blanchard, y varias
novelas continúan haciendo una búsqueda de sentido a las
ascensiones: Premier de cordée (1941), de Roger Frison-Roche, Carnets du
vertige (1950), de Louis Lachenal, o incluso Les Conquérants de l'inutile (1961),
de Lionel Terray.Sig. 12 El Tour de Francia también ha participado en el
establecimiento de una mitología popular de la montaña, incluido el ascenso
al Mont Ventoux, y viceversa.Sig. 13

La montaña Sainte-Victoire vista desde Bellevue, obra de Paul Cézanne, ca. 1885:
representación impresionista.

En las películas El gabinete del doctor Caligari (1920), de Robert Wiene,


y Metrópolis (1927), de Fritz Lang, la presencia de la montaña se sugiere en
forma geométrica como un entorno urbano. En Nosferatu el
vampiro (1922), Murnau toma préstamos de Caspar David Friedrich en El
caminante sobre el mar de nubes. Al igual que en la pintura, las primeras
apariciones cinematográficas de las montañas reales se relegaron al rango de
decoración, pero con el objetivo de probar que el séptimo arte era capaz de
reflejar la realidad del mundo. Sin embargo, esta voluntad se enfrentará a la
imposibilidad de representar en un mismo campo la inmensidad de la montaña
en su conjunto y la figura humana de los personajes, el tema mismo de la
historia. Así, los primeros westerns se abren a menudo con un campo amplio
sobre un paisaje de montaña que se estrecha gradualmente sobre convoyes,
rebaños y siluetas humanas. Este proceso hacía posible dibujar al personaje y
sus supuestos valores en su entorno. Al reducir el tamaño de la montaña a la
figura humana en un mismo cuadro, el personaje parece estar familiarizado con
el paisaje.Sig. 14 A nivel técnico, un amplio campo sobre un paisaje montañoso
completo requería una cámara de focal corta que acelerase el desplazamiento de
los objetos móviles hacia las líneas de fuga y deformaba las verticales. Para
garantizar su integridad, es necesario colocar señales visuales. Además, las
primeras películas no tenían la calidad necesaria para garantizar los contrastes,
al igual que la toma de sonido no podía adaptarse a las condiciones de filmación
en exteriores. La adaptación Premier de cordée (1945), de Louis Daquin, fue por
ello un desafío.Sig. 15 Al colocar la montaña fuera de campo, en el lugar del
espectador, se sugiere su presencia y permite ofrecer mediante los movimientos
de la cámara un amplio panorama visual sobre una llanura, como en Murieron
con las botas puestas (1941) o Río Rojo (1948).Sig. 16
Finalmente, la generalización de la fotografía aérea logró mostrar fielmente, a
veces con un enfoque documental fuera del ojo humano, la integridad de la
montaña, como en Le Premier Maître en 1965 por Andréi Konchalovski, La
balada de Narayama en 1983 de Shōhei Imamura y El oso en 1988, de Jean-
Jacques AnnaudSig. 17 La montaña tiende a ser trivializada por las publicaciones
técnicas de los clubs alpinos, por la mediatización de las hazañas y por
documentales como los de Gaston Rébuffat.Sig. 12
En La Montagne, en 1964, Jean Ferrat evoca sin nombrarlas a las Cévennes y
realiza una sinécdoque para hablar sobre la naturaleza en general, que opone al
mundo urbano, lamentando que el hombre se aleje de una forma de vida
tradicional, dura pero auténtica, en un contexto de éxodo rural después de la
guerra.176 Para Jean-Louis Murat, en 1993, en la canción Montagne, es a la vez
mujer y amante; opone a la chaîne des Puys a la llanura de la Limaña.
En la religión y en la mitología[editar]
Artículo principal: Montaña sagrada

Shiva, Parvati y Ganesh recibiendo el homenaje de los devas y de los rishis en las laderas del monte


Kailash, en una miniatura india del siglo XVIII

Las montañas fueron, y son, un elemento sagrado central en muchas religiones y


creencias,11 y el aspecto más simbólico es su cumbre, porque se identifica como
lo más cercano al Cielo.12 La montaña representa el centro del mundo y el
vehículo de la ascensión al Cielo o de regreso al principio, además de ser el lugar
de la manifestación de lo sagrado (hierofanía) y de lo divino (teofanía). El
carácter místico atribuido a la montaña también depende del hecho de que en su
cima, a menudo cubierta de nubes, se consumaba el matrimonio sagrado
(hierogamia) entre el Cielo y la Tierra.
En las montañas residían los dioses y los espíritus —como en el monte
Olimpo en la mitología griega13—, o fue donde los santos y profetas encontraron
a Dios y se consagraron a su obra,11177 —como Moisés en el monte Sinaí en
el judaísmo,178 o especialmente Jesús en el monte Tabor o Mahoma en Jebel El
Nour—. A veces la montaña se considera el eje del mundo;12 este es el caso
del monte Meru —a menudo identificado con el monte Kailash— en el budismo,
el jainismo y el hinduismo, que hace de él la residencia de Shiva.179
Moïse sur le mont Sinaï, obra de Jean-Léon Gérôme, 1895-1900.

Las montañas a menudo han sido objeto de sustituciones en la práctica religiosa


para permitir la elevación: los zigurats entre los mesopotámicos,
las pirámides entre los precolombinos (o la pirámide escalonada de Borobudur,
en Java), o las torres del silencio entre los zoroastrianos o incluso las columnas
de los estilitas.11 Desde la antigüedad, la montaña a menudo estuvo prohibida
para los simples creyentes —el ascenso al monte Fuji estuvo prohibido a las
mujeres hasta 1872— y quedaba reservada para los monjes. 11
Para los antiguos griegos, las montañas habían nacido inmediatamente después
de la Tierra (Gaia) y del Cielo (Ouranos), que se separaron de la Tierra justo
antes del mar y se convirtieron en la morada de las ninfas, convirtiéndose
inmediatamente en un medio sobrenatural y divino (zatheon). También fueron el
teatro de los amores de los dioses, como las montañas Latmos y el Ida, y la
residencia de las Musas que vivían en los montes Helicón y Parnaso13 Sin
embargo, la montaña (oros), opuesta a la llanura costera (la polis), no fue más un
santuario. Era fértil y fecunda, poblada por pastores, así como un lugar para los
retos; así los centauros del monte Pelión fueron cazados por Pirítoo, mientras
que Edipo, recién nacido fue encontrado abandonado en el monte Citerón.13 En
las laderas de la montaña también estaban las puertas del reino de los muertos,
símbolo del regreso al principio: el vientre de la Gran Madre.180
Las montañas son omnipresentes en la tradición bíblica: el monte Tabor —el
lugar de la sepultura de Adán—, señala el omphalos, el centro u ombligo del
mundo y en su cima tuvo lugar la Transfiguración de Cristo; el rey David tenía su
ciudad en el monte Sion; el profeta Elías residia en el monte
Carmelo; Abraham subió al monte Moriah con su primogénito Isaac para
sacrificarlo a Dios; Moisés recibió las Tablas de la Ley en el monte Sinaí (u
Horeb) y desde la cima del monte Nebo, vio la tierra de Canaán a la que nunca
llegó; el pueblo judío debía pronunciar su bendición en elmonte Gerizim y la
maldición en el monte Ebal; o incluso el monte Ararat, donde Noé habría
encontrado refugio a bordo de su Arca durante el Diluvio universal (aunque en la
Biblia no hay referencias a tal monte).181. Pero fue el Nuevo Testamento el que
instauró la montaña como un lugar de reunión para la gente, dejando de ser una
morada exclusivamente divina.11 Cristo fue crucificado en el monte Calvario y
ascendió a los cielos desde el monte de los Olivos. En la tradición cristiana
medieval, a menudo el Paraíso Terrenal se encuentra en la montaña
del Purgatorio, como en la Divina Comedia de Dante. En la era de
la Contrarreforma católica nacen los Sacri monti entre Lombardía y Piamonte,
ejemplos de una «nueva Jerusalén». En la iconografía cristiana, el Juicio
universal del fin de los tiempos se representa con frecuencia asentado sobre una
montaña de nubes. En Europa, las iglesias y capillas a menudo se construían en
las cimas de las montañas para cancelar anteriores cultos precristianos. 182
El hombre ha descubierto muchas veces la santidad natural de las montañas y
en ellas ha materializado su íntima necesidad de trascendencia y de lo sagrado.
El hombre antiguo se acercaba a las montañas después de celebrar ritos de
purificación; en las montañas celebraba cultos y levantaba templos; les asignó
funciones sacras, a veces identificándolas con la divinidad misma —y a menudo,
les incorporó, con ritos propiciatorios, una sacralidad dedicatoria—. Las
peregrinaciones a las montañas sagradas simbolizaban el desprendimiento
gradual de la vida cotidiana y la ascensión espiritual.
Cada año, siguiendo una tradición que se remonta a varios siglos atrás, miles de
personas realizan una peregrinación al monte Kailāsh, conocida por el «Trono de
los Dioses», que se encuentra en una zona muy aislada del Tíbet. Los peregrinos
de varias religiones creen que circunvalar el monte a pie —que está prohibido
pisar su cima — es un ritual que genera buena fortuna. Los hindúes y los
budistas creen que la circunvalación debe hacerse en la dirección horariaj,
mientras que los jainistas y los bönpo lo hacen al revés. Ambos grupos creen
firmemente que los demás ofenden a la montaña, por lo que deben ir un tiempo
al infierno, para pagar ese pecado contra el Señor Śiva. El sendero alrededor del
monte Kailāsh mide 52 km de longitud.
Para el sintoísmo, el monte Fuji en Japón es una montaña sagrada. Ol Doinyo
Lengai, en Tanzania, es considerada la «montaña de Dios», sagrada para
los masais, al igula que el Kilimanjaro. En Indonesia, el monte Agung es una
montaña sagrada para los habitantes de Bali.
En China hay muchas montañas sagradas, en especial las cinco montañas
sagradas del taoísmo —montes Tai, Hua, Heng (Hunan), Heng (Shanxi) y Song
— y las cuatro montañas sagradas del budismo chino —
Wutai, Emei, Jiuhua y Putuo.
En Sri Lanka central, el pico de Adán (2243 m) es considerado sagrado por
hindúes, budistas y musulmanes, y es también es centro de peregrinación para
cristianos y judíos. La reliquia sagrada del santuario es una roca con forma de
huella, similar a un enorme pie (de casi dos metros). La leyenda musulmana
afirma que es la huella del pie de Adán, quien fue situado en Sri Lanka (la isla de
Ceilán) como el mejor sitio después del Jardín del Edén. Otros candidatos de
otras creencias son Shivá, Buda y santo Tomás (el apóstol). Al igual que sucede
en otras ascensiones religiosas, suele hacerse de noche por algunas de las
muchas rutas con miles de escalones para contemplar la salida del sol desde la
cumbre. La época de mayores peregrinaciones es abril.
Uluru es la montaña sagrada de los aborígenes qaustralianos que viven en la
región, que creen es el origen de todo lo que conocen. Respetan fervientemente
la montaña e invitan a los visitantes a observarla desde cerca, pero a no
ascenderla.

Véase también[editar]
 Cerro
 Cordillera
 Volcán
 Sierra (geografía)
 Cruz de la cumbre
 Anexo:Montañas más altas del mundo
 Anexo:Volcanes más altos del mundo
 Anexo:Picos ultraprominentes del mundo
 Anexo:Montañas de la cordillera de los Andes

 Anexo:Montañas de África
 Anexo:Montañas de Europa
Notas[editar]
1. ↑ La RAE define «montaña» como:
*1. f. Gran elevación natural del terreno.
*2. f. Territorio cubierto y erizado de montes.
(y como etimología recoge: Del lat. vulg. *montanea, der.
del lat. mons, montis 'monte'.)
2. ↑ El Oxford English Dictionary define «mountain» como:
«una elevación natural de la superficie terrestre que se
eleva más o menos abruptamente desde el nivel
circundante y alcanza una altitud que, relativamente a la
elevación adyacente, es impresionante o notable». (a
natural elevation of the earth surface rising more or less
abruptly from the surrounding level and attaining an
altitude which, relatively to the adjacent elevation, is
impressive or notable."
3. ↑ La Enciclopedia Británica define «mountain» como:
«una forma de relieve que se eleva prominentemente
sobre sus alrededores, generalmente exhibiendo
pendientes pronunciadas, un área de cumbre
relativamente confinada y un relieve local considerable.
Generalmente se entiende que las montañas son más
grandes que las colinas, pero el término no tiene un
significado geológico estandarizado. Muy raramente las
montañas ocurren individualmente. En la mayoría de los
casos, se encuentran en cordillera o cadenas alargadas.
Cuando un conjunto de tales cordilleras está unido,
constituye un cinturón de montaña». (Mountain,
landform that rises prominently above its surroundings,
generally exhibiting steep slopes, a relatively confined
summit area, and considerable local relief. Mountains
generally are understood to be larger than hillssean, but
the term has no standardized geological meaning. Very
rarely do mountains occur individually. In most cases,
they are found in elongated ranges or chains. When an
array of such ranges is linked together, it constitutes a
mountain belt.) [1]
4. ↑ El Larousse en línea define «montagne» como:
* Elevación del suelo, natural y muy importante.
* Región de gran altitud, y especialmente lugar de
estancia en altitud, para descanso, vacaciones o
deporte.
(Élévation du sol, naturelle et très importante.
Région de forte altitude, et en particulier lieu de séjour en
altitude, pour le repos, les vacances ou le sport).
Disponible en línea en: [2].
5. ↑ La Unesco ha declarado 66 bienes Patrimonio de la
Humanidad que reconocen y protegen montes y
montañas, bien a titulo individual bien en amplios
espacios naturales que tienen a esos montes como
protagonistas:
 Montes sagrados (11): Santuario histórico
de Machu Picchu (1983), Monte
Tai (1987), Parque nacional Uluṟu-Kata
Tjuṯa (1987, 1994), Monte
Athos (1988), Paisaje panorámico del
Monte Emei y el Gran Buda de
Leshan (1996), Monte Qingcheng y sistema
de irrigación de Dujiangyan (2000), Lugares
sagrados y caminos de peregrinaje en los
montes Kii (2004), Monte
Wutai (2009), Montaña sagrada de
Sulamain-Too (2009), Fujisan, lugar
sagrado y fuente de inspiración
artística (2013) y Gran montaña de Burkhan
Khaldun y paisaje sacro circundante (2015);
 Montes de interés cultural o natural
(11): Parque nacional de Lu Shan (1996),
Paisaje cultural de Hallstatt-
Dachstein / Salzkammergut (1997), Monte
Wuyi (1999), Monte Saint-Michel y su
bahía (1979, 2007), Paisaje cultural de
Mapungubwe (2003), Monte San
Jorge (2003, 2010), Morne
Brabant (2008), Wadi Rum (2011), El
Paisaje Cultural de la Serra de
Tramuntana (2011), Monte Etna (2013)
y Macizo de Ennedi: paisaje natural y
cultural (2016);
 Cordilleras o cadenas montañosas
(14): Parque de las Montañas Rocosas
Canadienses (1984), Montes
Huang (1990), Pirineos-Monte
Perdido (1997, 1999), Montañas Doradas
de Altái (1998), Cáucaso
occidental (1999), Región de las Montañas
Azules (2000), Alpes Suizos Jungfrau-
Aletsch (2001, 2007), Colinas de
Matobo (2003), Los
Dolomitas (2009), Ghats
occidentales (2012), Tian Shan de
Xinjiang (2013), Parque nacional tayiko
(Cordillera del Pamir) (2013), Gran parque
nacional de Himalaya (2014) y Tien Shan
occidental (2016);
 tipos de montaña en particular (7): Parque
nacional de los Volcanes de
Hawái (1987), parque nacional de
Canaima (tepuyes) (1994), Volcanes de
Kamchatka (1996, 2001), parque nacional
de Morne Trois Pitons (1997), Zona de
Gestión Ambiental de las
Pitons (2004 ), Pitones, circos y
escarpaduras de la isla de Reunión (2010)
y Sitio tectónico de la cadena volcánica de
los Puys y la falla de Limagne (2018);
 parques nacionales y áreas protegidas en
torno a una gran montaña (25): Parque
nacional de Simen (1978), Parque nacional
Virunga (1979), Parque nacional de
Sagarmatha (1979), Kluane/Wrangell-St.
Elias/Bahía de los Glaciares/Tatshenshini-
Alsek (1979, 1992, 1994), Parque nacional
Durmitor (1980, 2005), Reserva natural
integral del Monte Nimba (1981), Parque
nacional de Taï (1982), Parque nacional
Sangay (1983), Parque nacional de las
Grandes Montañas
Humeantes (1983), Parque nacional del
Pirin (1983), Reserva de la cordillera de
Talamanca - La Amistad (1983), Parque
nacional Huascarán (1985), Parque
nacional del Kilimanjaro (1987), Parque
nacional de Tongariro (1990), Parque
nacional de la Sierra de
Capivara (1991), Parque nacional de los
Montes Ruwenzori (1994), Parque
Internacional de la Paz Glacier-
Waterton (1995), Parque Nacional/Bosque
Natural del Monte Kenia (1997,
2013), Parque de Kinabalu (2000), Parque
nacional del Monte
Sanqinqshan (2008), Parque Maloti-
Drakensberg (2000, 2013), Parque
Nacional del Teide (2007), Parque nacional
de Khangchendzonga (2014), Parque
nacional Montes Blue y de John
Crow (2015) y Parque nacional natural
Sierra de Chiribiquete (2018).
6. ↑ La toponimia planetaria no permite la traducción, así
que el nombre correcto es Olympus Mons, y no monte
Olimpo, pese a lo muy extendido de su uso.
Véase: Nomenclatura planetaria#Normas y
convenciones de la UAI.

 André Siganos; Simone Vierne


(2000). Montagnes imaginées, montagnes
représentées. Grenoble: ELLUG
éditions. ISBN 978-2843100178..

1. ↑ Saltar a:a b Siganos, 2000, p. 8.


2. ↑ Siganos, 2000, p. 13.
3. ↑ Saltar a:a b Siganos, 2000, p. 45.
4. ↑ Siganos, 2000, p. 47-56.
5. ↑ Siganos, 2000, p. 56.
6. ↑ Siganos, 2000, p. 214.
7. ↑ Saltar a:a b Siganos, 2000, p. 15-16.
8. ↑ Siganos, 2000, p. 9.
9. ↑ Siganos, 2000, p. 28-29.
10. ↑ Siganos, 2000, p. 277.
11. ↑ Siganos, 2000, p. 289.
12. ↑ Saltar a:a b Siganos, 2000, p. 31-34.
13. ↑ Siganos, 2000, p. 243-258.
14. ↑ Siganos, 2000, p. 231-233.
15. ↑ Siganos, 2000, p. 234-235.
16. ↑ Siganos, 2000, p. 236.
17. ↑ Siganos, 2000, p. 238.

 Isabelle Sacareau (2003). La montagne: une


approche géographique. Belin Sup Géographie.
París: Belin. p. 288. ISBN 978-
2701132013. ISSN 1158-3762.
1. ↑ Saltar a:a b c d e Sacareau, 2003.
2. ↑ Sacareau, 2003, p. 123.
3. ↑ Sacareau, 2003, p. 119.

 Wolfgang Frisch; Martin Meschede; Ronald C.


Blakey (2010). Plate Tectonics: Continental Drift
and Mountain Building (en inglés). Springer
Science & Business Media. ISBN 978-3-540-76503-
5. doi:10.1007/978-3-540-76504-2..

1. ↑ Frisch, 2010, p. 56.


2. ↑ Frisch, 2010, p. 59-65, 75-77.
3. ↑ Frisch, 2010, p. 71-72.
4. ↑ Saltar a:a b Frisch, 2010, p. 152-153.
5. ↑ Frisch, 2010, p. 97-99.
6. ↑ Saltar a:a b Frisch, 2010, p. 70, 109-111, 139-146, 154.

 Claude Thomasset; Danièle James-Raoul


(2000). La montagne dans le texte médiévale:
entre mythe et réalité. Cultures et civilisations
médiévales. Université Paris-
Sorbonne. ISBN 978-2840501343.

1. ↑ Thomasset, 2000, p. 16.


2. ↑ Thomasset , 2000, p. 295-296.
3. ↑ Thomasset, 2000, p. 108.
4. ↑ Thomasset, 2000, p. 34.
5. ↑ Thomasset, 2000, p. 49.
6. ↑ Thomasset, 2000, p. 11.
7. ↑ Saltar a:a b Thomasset, 2000, p. 260-262.
8. ↑ Thomasset, 2000, p. 280.
9. ↑ Saltar a:a b c Thomasset, 2000, p. 11-12.
10. ↑ Saltar a:a b Thomasset, 2000, p. 227-241.
11. ↑ Thomasset, 2000, p. 267-269.
12. ↑ Thomasset, 2000, p. 297.
13. ↑ Thomasset, 2000, p. 255.
14. ↑ Saltar a:a b Thomasset, 2000, p. 295-296.
15. ↑ Thomasset, 2000, p. 273-274.

 Charles Pomerol; Yves Lagabrielle; Maurice


Renard; Stéphane Guillot (2011). Éléments de
géologie (14.ª edición). Dunod. ISBN 978-
2100566129.

1. ↑ Saltar a:a b c d Pomerol, 2011, p. 283-297.


2. ↑ Saltar a:a b c Pomerol, 2011, p. 555.
3. ↑ Pomerol, 2011, p. 538-539.
4. ↑ Pomerol, 2011, p. 433.
5. ↑ Pomerol, 2011, p. 678.

 Jacques Guillemot (1986). Éléments de


géologie (4.ª edición). éditions
TECHNIP. ISBN 978-2710804987.

1. ↑ Saltar a:a b c d Guillemot, 1986, p. 163-165.


2. ↑ Saltar a:a b c d e f Guillemot, 1986, p. 165-167.
 Aurèle Parriaux (2009). Géologie: bases pour
l'ingénieur. PPUR presses
polytechniques. ISBN 978-2880748104.

1. ↑ Saltar a:a b c d Parriaux, 2009, p. 181-210.


2. ↑ Parriaux, 2009, p. 381-394.
3. ↑ Parriaux, 2009, p. 411-414.
4. ↑ Parriaux, 2009, p. 415-423.

 Fédération française des clubs alpins et de


montagne

1. ↑ Entrada: Le ski alpin au Club alpin.


2. ↑ Entrada: Le surf au Club alpin
3. ↑ Entrada: Ski de fond et ski nordique au Club alpin.
4. ↑ Entrada: La raquette à neige au Club alpin.
5. ↑ Entrada: Le ski de randonnée au Club alpin.
6. ↑ Entrada: Le ski-alpinisme à la FFCAM.
7. ↑ Entrada: L'alpinisme au Club alpin.
8. ↑ Entrada: L'escalade au Club alpin.
9. ↑ Entrada: La via ferrata au Club alpin.
10. ↑ Entrada: La cascade de glace au Club alpin.
11. ↑ Entrada: Le dry tooling au Club alpin.
12. ↑ Entrada: La randonnée montagne au Club alpin.
13. ↑ Entrada: Le trek au Club alpin.
14. ↑ Entrada: Le vélo de montagne au Club alpin.
15. ↑ Entrada: Le parapente au Club alpin !.
16. ↑ Entrada: La paralpinisme au Club alpin.
17. ↑ Entrada: La descente de canyon au Club alpin.
18. ↑ Entrada: La spéléologie au Club alpin.

 Alain Foucault; Jean-François Raoult; Fabrizio


Cecca; Bernard Platevoet (2014). Dictionnaire
de Géologie (8.ª edición). París:
Dunod. ISBN 978-2-10-059736-9.

1. ↑ Saltar a:a b Foucault et al., 2014, p. 315.


2. ↑ Saltar a:a b Foucault et al., 2014, p. 316.

 Jean-Paul Amat; Lucien Dorize; Emmanuèle


Gautier (2008). Éléments de géographie
physique (2.ª edición). Éditions Bréal. ISBN 978-
2749502052.

1. ↑ Saltar a:a b Amat, Dorize y Gautier, 2008, p. 263-264.


2. ↑ Saltar a:a b Amat, Dorize y Gautier, 2008, p. 213.
3. ↑ Saltar a:a b Amat, Dorize y Gautier, 2008, p. 258.

1. ↑ Archivo del Museo Andino Peruano que fue fundado en


1972 - Oficina Regional de Cultura.
2. ↑ Gerrard, A.J. (1990). Mountain Environments: An
Examination of the Physical Geography of Mountains.
Cambridge, Massachusetts: MIT Press. ISBN 978-0-262-
07128-4.
3. ↑ Saltar a:a b c d e f g h Laurent Rieutort, «Les populations
des montagnes du monde: répartition et systèmes de
peuplement», Prace geograficzne, vol. 113, Cracovie,
2004, pag. 171-183 [3].
4. ↑ Saltar a:a b c d e f Axel Borsdorf, Valérie Braun,
«Panorama de la recherche sur la montagne en Europe
et dans le monde», Recherche alpine: spécificité et
devenir, vol. 96, n°4, 2008, pag. 101-116. Disponible
en: [4].
5. ↑ Blyth et al., 2002, p. 14.
6. ↑ Saltar a:a b c d e f g Hanspeter Liniger, Rolf
Weingartner, Montagnes et approvisionnement en eau
douce, Organización de las Naciones Unidas para la
Alimentación y la Agricultura.
7. ↑ Saltar a:a b c d e f  — PDF Les montagnes sont les
châteaux d'eau du monde, Organisation des Nations
unies pour l'alimentation et l'agriculture.
8. ↑ Saltar a:a b c d Consejo de Europa, 3e Conférence
européenne des régions de montagne - Actes -,
Chamonix, 15-17 septembre 1994, Les Éditions du
Conseil de l'Europe, Études et travaux n°41,
1995 ISBN 92-871-2722-0, pag. 33.
9. ↑ Saltar a:a b c (en inglés) Velma I. Grover, Axel Borsdorf,
Jürgen Breuste, Prakash Chandra Tiwari, Flavia
Witkowski Frangetto, Impact of Global Changes on
Mountains: Responses and Adaptation, CRC Press,
2014 ISBN 978-1-4822-0891-7, pag. 99.
10. ↑ Saltar a:a b c (en inglés) Protected areas -
Mountains, Unión Internacional para la Conservación de
la Naturaleza.
11. ↑ Saltar a:a b c d e f g Brunet, Julia y Lemaître, 2005, p. 9-
10.
12. ↑ Saltar a:a b c d (en inglés) Arne Naess, «Mountains and
Mythology», The Trumpeter, vol. 12, n°4, 1995, pag. 2-3.
13. ↑ Saltar a:a b c d Brunet, Julia y Lemaître, 2005, p. 23-34.
14. ↑ (en inglés) Slawomir Wadyl, Pawel Szczepanik, «A
Comparative Analysis of Early Medieval North-West
Slavonic and West Baltic Sacred Landscapes: An
Introduction to the Problems», Networks and Neighbours
- Comparisons and Correlations, vol. 1, n°1, janvier
2014 ISBN  978-0615995380, pag. 8.
15. ↑ (en inglés) Brad Olsen, Sacred Places Around the
World: 108 Destinations, 2.ª ed., CCC Publishing, San
Francisco, 2008, pag. 34-83.
16. ↑ (en inglés) I.W. Mabbett, The Symbolism of Mount
Meru. History of Religions, vol. 23, n°1, 1983, pag. 64-
83.
17. ↑ Véase la entrada «How many mountains are there on
Earth?», del sitio PeakVisor. El número se ha obtenido
después de analizar todas las bases geográficas
digitales del mundo, que recogen montañas con un
mínimo de 1m de prominencia. Disponible en línea
en: [5]
18. ↑ «The world's 10 most-climbed mountains». Traveller.
Consultado el 18 de agosto de 2019.
19. ↑ «The Complete Guide to Visiting Pikes Peak in
Colorado». Ordnance Survey Ireland. Consultado el 18
de agosto de 2019.
20. ↑ «Everything You Need to Know About Croagh Patrick
and Reek Week». Tripsavvy. Consultado el 18 de agosto
de 2019.
21. ↑ Véase la entrada «Alpinism», del sitio oficial de la
Unesco, disponible en línea en: [6].
22. ↑ Véase un listado en la consulta en el sitio oficial de la
Unesco, disponible en línea en: [=vocabulary_ich-931].
23. ↑ Saltar a:a b c d e f g h i Jean-Luc Fray (2009). «Des noms
de la montagne au Moyen Âge». Siècles (30): 15-29..
24. ↑ Édélestand Pontas Duméril (1843). Mémoire sur la
langue des gloses malbergiques. Brockhaus. p. 25..
25. ↑ «montagneux». CNRTL. 2012. (consulter la section
«Étymol. et Hist.»).
26. ↑ «Surmonter». CNRTL. 2012. (consulter la section
«Étymol. et Hist.»).
27. ↑ «une définition même de la montagne, qui soit claire et
compréhensible, est à elle seule à peu près impossible à
fournir» Raoul Blanchard, Jules
Blache (préface), L'homme et la montagne, éd.
Gallimard, 1934, 192 p.
28. ↑ Emmanuel de Martonne, Traité de Géographie
physique, éd. Armand Colin, París, 3 tomos, 1905.
29. ↑ Saltar a:a b Catherine Bras; Maryvonne Le Berre; Anne
Sgard (1984). «La montagne, les géographes et la
géographie». Revue de géographie alpine. 72 (tomo) (en
francés) (2-4): 141-153. doi:10.3406/rga.1984.2561..
30. ↑ Plantilla:Légifrance relative au développement et à la
protection de la montagne et rapport Louis Besson,
1982.
31. ↑ Massif au titre de la loi dite «loi montagne», Plateforme
ouverte des données publiques françaises, 12 de febrero
de 2018.
32. ↑ Michel Chevalier (1989). «La «Loi Montagne» et sa
mise en œuvre (1981-1988)». Annales de géographie.
98 (tomo) (en francés) (545): 84-91..
33. ↑ (en inglés) John et Anne Nuttall, England. The
Mountains of England & Wales, vol. 2, 3.ª éd., Cicerone,
Milnthorpe, Cumbria ISBN 1-85284-037-4.
34. ↑ (en inglés) A Mountain is a Mountain - isn't it?.
35. ↑ (en inglés)Institut d'études géologiques des États-Unis,
9 janvier 2013.
36. ↑ Blyth et al., 2002, p. 74.
37. ↑ Marcellin Bérot, La vie des hommes de la montagne
racontée par la toponymie, éd. Milan, 1998, 388 p.
38. ↑  — PDF Robert Luft, Vocabulaires et toponymie des
pays de Montagne, Club alpin français, 2006, 124
p. Plantilla:Lire en ligne.
39. ↑ Saltar a:a b Paul Guichonnet, «La toponymie savoyarde
et les nouvelles cartes de l'Institut géographique
national», Revue de géographie alpine, vol.39, n°1,
1951, pag. 201-211.
40. ↑ Albert Dauzat, Charles Rostaing, Dictionnaire
étymologique des noms de lieu en France, Librairie
Guénégaud, Paris, 1979 ISBN 2-85023-076-6, pag.
521b.
41. ↑ Jules Ronjat, «Les noms de lieux dans les montagnes
françaises», La montagne, revue du Club alpin français,
1908.
42. ↑ Michel Morvan, «Les noms de montagnes du Pays
basque», Lapurdum, Euskal ikerketen aldizkaria 4, 1999,
pag. 167-190.
43. ↑ François Isler, Symphonies pastorales dans les
montagnes de Savoie, La Fontaine de Siloë,
1999 ISBN 2842061209, pag. 156.
44. ↑ Hubert Bessat, Claudette Germi, Les noms du
patrimoine alpin: atlas toponymique II, Savoie, Vallée
d'Aoste, Dauphiné, Provence, ELLUG,
2004 ISBN 9782843100529, pag. 149.
45. ↑ Étymologie de chaîne, Centre national de ressources
textuelles et lexicales.
46. ↑ Saltar a:a b Étymologie de massif, Centre national de
ressources textuelles et lexicales.
47. ↑ «chaînon» Étymologie de chaînon, Centre national de
ressources textuelles et lexicales.
48. ↑  — PDF Noms géographiques du Canada approuvés en
anglais et en français (avec directives concernant la
traduction), Ressources naturelles Canada, Ottawa,
2006.
49. ↑ Étymologie de mont, Centre national de ressources
textuelles et lexicales.
50. ↑ Blyth et al., 2002, p. 14.
51. ↑ Saltar a:a b Émile-Emmanuel Regneault, Traité de
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Referencias[editar]
 Esta obra contiene una traducción derivada de
«Montagne» de Wikipedia en francés, publicada
por sus editores bajo la Licencia de
documentación libre de GNU y la Licencia
Creative Commons Atribución-CompartirIgual
3.0 Unported.

, que recoge la siguiente bibliografía:

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1026706861.

Enlaces externos[editar]
  Wikimedia
Commons alberga una
categoría multimedia
sobre Montaña.
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  Wikiquote alberga frases
célebres de o sobre Montaña.
  Wikisource contiene obras
originales sobre Montañas.
  Wikcionario tiene
definiciones y otra información
sobre montaña.

 El Diccionario de la Real
Academia Española tiene una
definición para montaña.
 ONU: Día Internacional de las
Montañas, 11 de diciembre.
Desarrollo sostenible de las
zonas de montaña.
 Laboratoire d'excellence
innovation et territoires de
montagne (LabEx ITEM).
 Laboratoire environnement,
dynamiques et territoires de la
montagne (EDYTEM),
Grenoble.
 Sciences et
montagne, Université Savoie-
Mont-Blanc.
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