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Aparato respiratorio

El aparato respiratorio o sistema respiratorio es el encargado de captar oxígeno (O2) y eliminar el


dióxido de carbono (CO2) procedente del anabolismo celular.

El aparato respiratorio generalmente incluye tubos, como los bronquios, las fosas nasales usadas
para cargar aire en los pulmones, donde ocurre el intercambio gaseoso. El diafragma, como todo
músculo, puede contraerse y relajarse. En la inhalación, el diafragma se contrae y se allana, y la
cavidad torácica se amplía. Esta contracción crea un vacío que succiona el aire hacia los
pulmones. En la exhalación, el diafragma se relaja y el aire es expulsado de los pulmones.

En humanos y otros mamíferos, el sistema respiratorio consiste en vías respiratorias, pulmones y


músculos respiratorios que median en el movimiento del aire tanto dentro como fuera del cuerpo.

El intercambio de gases es el intercambio de oxígeno y dióxido de carbono, del ser vivo con su
medio. Dentro del sistema alveolar de los pulmones, las moléculas de oxígeno y dióxido de
carbono se intercambian pasivamente, por difusión, entre el entorno gaseoso y la sangre. Así, el
sistema respiratorio facilita la oxigenación con la remoción contaminante del dióxido de carbono y
otros gases que son desechos del metabolismo y de la circulación.

El sistema respiratorio también ayuda a mantener el balance entre ácidos y bases en el cuerpo a
través de la eficiente eliminación de dióxido de carbono de la sangre.

Aparato locomotor
El aparato locomotor o sistema musculoesquelético está formado por el sistema osteoarticular
(huesos, articulaciones y ligamentos) y el sistema muscular (músculos y tendones que unen los
huesos). Permite al ser humano o a los animales en general interactuar con el medio que le rodea
mediante el movimiento o locomoción y sirve de sostén y protección al resto de órganos del
cuerpo.1

Se fundamenta en tres elementos:

 Huesos.
 Articulaciones
 Músculos

El aparato locomotor no es independiente ni autónomo, pues es un conjunto integrado con diversos


sistemas, por ejemplo, con el sistema nervioso para la generación y modulación de las órdenes
motoras. Este sistema está formado por las estructuras encargadas de sostener y originar los
movimientos del cuerpo y lo constituyen dos sistemas.

Sistema óseo: Es el elemento pasivo, está formado por los huesos, los cartílagos y los ligamentos
articulares.

Sistema muscular: Formado por los músculos los cuales se unen a los huesos y por lo tanto al
contraerse provocan el movimiento del cuerpo.

Además de estos, hay que agregar el sistema nervioso, ya que este es el responsable de la
coordinación y la estimulación de los músculos para producir el movimiento.
Sistema nervioso

El sistema nervioso comprende el cerebro, la médula espinal y el conjunto de todos los nervios del
organismo, y se considera dividido en dos partes: el sistema nervioso central y el sistema nervioso
periférico. El sistema nervioso central se compone del cerebro y la médula espinal. El sistema
nervioso periférico es una red nerviosa que sirve de enlace entre el cerebro y la médula espinal y el
resto del organismo.

Desde un punto de vista funcional, el Sistema Nervioso se divide en:


 Sistema nervioso somático (o voluntario), que se encarga de la actividad muscular.
 Sistema nervioso vegetativo (o autónomo), responsable del control de las funciones
orgánicas

Beneficios del ejercicio sobre el cerebro


El ejercicio físico moderado mantiene el cerebro sano y previene enfermedades
neurodegenerativas. El ejercicio estimula al cerebro de dos formas:
Mantiene un aporte adecuado de nutrientes.
Optimiza la eficacia funcional de las neuronas.
Mejora el tono muscular, los reflejos y la coordinación.

El sistema circulatorio

El sistema circulatorio se encarga de bombear, transportar y distribuir la sangre por todo el cuerpo.
Se integra con el corazón y los vasos sanguíneos: arterias, venas y capilares. El corazón es una
bomba muscular y se considera el centro del sistema circulatorio. Las arterias transportan sangre
oxigenada y con nutrientes desde el corazón hasta los tejidos, mientras que las venas llevan
sangre poco oxigenada en dirección del corazón (las arterias y venas pulmonares son la única
excepción a esta regla). Los capilares son el sitio donde tiene lugar el intercambio de nutrientes y
gases entre la sangre y los tejidos.

La estructura de los vasos sanguíneos es muy importante para posibilitar sus funciones. La pared
de los vasos sanguíneos es tubular, flexible y adaptable a ciertas condiciones fisiológicas, ya sea
que produzca vasodilatación o vasoconstricción.

Desde un punto de vista anatómico, el sistema circulatorio se divide en un circuito mayor o


sistémico y otro menor o pulmonar, ambos se originan en el corazón y consisten en vasos
sanguíneos que se dirigen hacia todo el cuerpo y los pulmones, respectivamente.

El circuito mayor o sistémico transporta sangre oxigenada a través de arterias desde el corazón
hasta los tejidos y la regresa desoxigenada (concentraciones elevadas de dióxido de carbono) a
través de venas de nueva cuenta al corazón. En cambio, el circuito pulmonar transporta sangre
desoxigenada mediante las arterias desde el corazón hasta los pulmones y devuelve sangre
oxigenada a través de las venas otra vez al corazón. Esta aparente paradoja resulta de un
concepto anatómico de acuerdo al cual todos los vasos que se originan en el corazón son arterias
y todos los que llegan a él son venas, cualquiera que sea la saturación de oxígeno en la sangre y a
pesar de que etimológicamente la palabra arteria significa “que lleva aire”.

También es importante el concepto de sistema porta, que se refiere a una red de vasos sanguíneos
(arteriales o venosos) que llevan sustancias de un lugar a otro sin pasar por el corazón. Son
ejemplos el sistema porta hipofisario y el sistema porta hepático.
El sistema digestivo

El sistema digestivo es el conjunto de órganos (boca, faringe, esófago, estómago, intestino


delgado e intestino grueso) encargados del proceso de la digestión.

La digestión es el proceso de transformación de los alimentos para que puedan ser absorbidos y


utilizados por las células del organismo.

La función que realiza es la de transporte (alimentos), secreción (jugos


digestivos), absorción (nutrientes) y excreción (mediante el proceso de defecación).

En el proceso de digestión se transforman los glúcidos, lípidos y proteínas en unidades más


sencillas, gracias a las enzimas digestivas, para que puedan ser absorbidas y transportadas por
la sangre. 

Órganos fundamentales:

Boca
Es una cavidad hueca en la cual se encuentran los dientes, que son los encargados de triturar el
alimento. Los dientes se pueden clasificar en caninos, incisivos, premolares y molares. En la boca
encontramos también la lengua, un músculo con gran cantidad de papilas gustativas, que ayuda
en la masticación y mezcla de los alimentos, facilitando su tránsito hacia el esófago.

En todo lo anterior participan las glándulas salivales, productoras de un líquido llamado saliva, que
actúa como lubricante, destruye las bacterias ingeridas con los alimentos e inicia la digestión
química de los glúcidos, gracias a la acción de la enzima llamada amilasa o ptialina, que rompe el
almidón en maltosa. La saliva se encuentra compuesta por un 95% de agua y un 5% de solutos
tales como iones de sodio, potasio, cloruro, bicarbonato, y fosfatos.

Faringe
Es un musculo en forma de tubo que ayuda a respirar y está situado en el cuello y revestido de
membrana mucosa; conecta la nariz y la boca con la tráquea y el esófago respectivamente, y por
ella pasan tanto el aire como los alimentos, por lo que forma parte del aparato digestivo así como
del respiratorio.
 

Esófago
Es una parte del tubo digestivo de los seres humanos formada por un tubo muscular de unos
30 centímetros, que comunica la faringe con el estómago. A través de este conducto los alimentos
son transportados hasta el estómago para continuar su proceso digestivo.

Estómago
Podría describirse como un reservorio temporal del bolo alimenticio deglutido hasta que se procede
a su tránsito intestinal, una vez bien mezclado en el estómago. Se ubica en la porción superior de
la cavidad abdominal, debajo del hígado. Su superficie externa es lisa, mientras que la interna
presenta numerosos pliegues que favorecen la mezcla de los alimentos con los jugos digestivos. 

Intestino delgado. Es la parte del tubo digestivo que inicia después del estómago y acaba en el
ciego del colon. Se divide en tres porciones: duodeno, yeyuno, e íleon.
Intestino grueso. Es la penúltima porción del tubo digestivo, formada por el ciego, el colon, el
recto y el canal anal.

Recto: Es el tramo final del intestino grueso. Mide entre 15 y 20 centímetros. Recoge los residuos
cuando se ha eliminado la mayor parte del agua que contienen, y los retiene hasta que son
expulsados

Ano: Situada en el extremo del aparato digestivo, es por dónde se eliminan los gases y las heces.
Se ubica al lado de los genitales, en la zona perineal.

SISTEMA URINARIO

El sistema urinario es el conjunto de órganos que participan en la formación y evacuación de la


orina. Está constituido por dos riñones, órganos densos productores de la orina, de los que surgen
sendas pelvis renales como un ancho conducto excretor que al estrecharse se denomina uréter, a
través de ambos uréteres la orina alcanza la vejiga urinaria donde se acumula, finalmente a través
de un único conducto, la uretra, la orina se dirige hacia el meato urinario y el exterior del cuerpo.
Los riñones filtran la sangre y producen la orina, que varía en cantidad y composición, para
mantener el medio interno constante en composición y volumen, es decir para mantener la
homeostasis sanguínea. Concretamente, los riñones regulan el volumen de agua, la concentración
iónica y la acidez (equilibrio ácido base y pH) de la sangre y fluidos corporales, además regulan la
presión arterial, eliminan residuos hidrosolubles del cuerpo, producen hormonas y participan en el
mantenimiento de la glucemia, en los estados de ayuno.
Sistema endocrino

La actividad del sistema endocrino afecta a todas y cada una de las células del organismo, ya que
se encarga de mantener el equilibrio químico y de controlar el funcionamiento de los diferentes
órganos, de tal manera que participa, por ejemplo, en la regulación del desarrollo y el crecimiento
corporal, la metabolización de los nutrientes, la función sexual, el estado de ánimo, el sueño, la
actividad cerebral, etc.

Todo ello lo realiza mediante la producción de hormonas por parte de una serie de glándulas que
se ubican en diferentes partes del organismo y que cumplen distintas funciones de control y
estimulación en el funcionamiento de órganos y tejidos. No obstante, sus funciones son
básicamente tres:   

 Homeostasis: estimula o inhibe los procesos químicos que se desarrollan en las células,


manteniendo el equilibrio químico del organismo.
  
 Reproducción: estimula la maduración de los óvulos y la producción de espermatozoides, ambos
esenciales para la reproducción humana. En el caso de la mujer, participa activamente en preparar
el útero para iniciar la gestación, mantenerla e inducir el parto, además de posibilitar la lactancia
materna.
  
 Desarrollo corporal: controla e induce el desarrollo del ser humano desde el mismo momento de
la concepción, así como el crecimiento y desarrollo del organismo hasta alcanzar la pubertad y la
madurez física.
  
Glándulas endocrinas
Aunque el sistema endocrino está en cierto modo controlado y regulado por el sistema nervioso,
las glándulas endocrinas desempeñan un papel fundamental en el funcionamiento del organismo.
Producen más de 20 tipos diferentes de hormonas que son secretadas a la sangre a la espera de
que las proteínas que están diseñadas para captar de forma específica cada una de ellas, se
encarguen de trasportarlas hasta las células de los tejidos y órganos a los que deben llegar. Una
vez allí, transmiten las órdenes precisas para regular la actividad celular.
Estas glándulas se ubican en la cabeza, el cuello y el tronco y cada una de ellas cumple con
funciones concretas:   
 Hipotálamo: se ubica en la parte central inferior del cerebro y constituye la unión entre el sistema
nervioso y el endocrino. Desde ahí se controla el funcionamiento de la hipófisis, estimulando o
inhibiendo la producción de hormonas por parte de esta glándula.
 Hipófisis: se sitúa en la base del cerebro, inmediatamente por debajo del hipotálamo y es
probablemente la glándula más importante, ya que las hormonas que produce sirven, entre otras
cosas para regular la función de las demás glándulas endocrinas. Está constituida por dos lóbulos
(anterior y posterior) que se reparten el control y regulación del resto de las glándulas. En la
hipófisis se produce la hormona del crecimiento, la prolactina, la tirtropina, corticotropina, oxitocina,
endorfina, hormona antidiurética y las hormonas que estimulan la producción de hormonas
sexuales.
 Glándula pineal: se encuentra en el centro del cerebro y produce melatonina, la hormona que
regula el sueño.
 Glándula tiroidea: está ubicada en la parte anterior e inferior del cuello y secreta las denominadas
hormonas tiroideas: tiroxina y triiodotironina, que se encargan de transformar los alimentos en
energía y están implicadas en el crecimiento de los huesos (mediante la producción de la
calcitonina) y el desarrollo del cerebro y del sistema nervioso.
 Glándulas paratiroideas: son cuatro y se encuentran junto a la glándula tiroidea. Liberan
hormonas paratiroideas, que participan activamente en la metabolización del calcio.
 Glándulas suprarrenales: hay una de estas glándulas encima de cada riñón. Produce
corticoesteroides, que regulan el equilibrio entre sales minerales y agua, el metabolismo, el sistema
inmunitario y el desarrollo y la función sexuales. También produce adrenalina o epinefrina, que
regula la respuesta al estrés induciendo un aumento de la tensión arterial y la frecuencia cardiaca.
 Gónadas: son las encargadas de producir las hormonas sexuales. En los hombres son los
testículos, que producen los andrógenos y específicamente la testosterona, y en las mujeres los
ovarios, que secretan estrógenos y progesterona.

Sistema tegumentario

El sistema tegumentario está integrado por la piel y unas estructuras anexas llamadas faneras,
como el pelo, las uñas, las glándulas sudoríparas y sebáceas, y en algunos animales las escamas
o las plumas. Este sistema está presente en el cuerpo humano, en animales vertebrados y en
artrópodos, y cumple la función de aislar el cuerpo del exterior.

La piel o tegumento es el órgano que constituye el límite del cuerpo; junto con el pelo y las uñas,
cumple entre muchas otras, una función protectora. Es el órgano más grande del cuerpo humano y
en una persona adulta puede medir dos metros cuadrados.
La piel está formada por la epidermis, dermis y por una capa subcutánea llamada hipodermis. En
su parte más interna se forman millones de células que al salir hasta la epidermis se van
fortaleciendo con queratina hasta morir y salir en el pelo o las uñas.

Cada dos o tres semanas la epidermis se renueva y durante la vida un humano desprende entre 18
y 22 kilogramos de células muertas a través de la piel. La piel más delgada del cuerpo está en los
párpados y la más gruesa debajo de los pies.

Características del sistema tegumentario

El sistema tegumentario del cuerpo humano está formado, en primer lugar por la piel; este es el
órgano que recubre todo el cuerpo y lo integra en un 15%. La piel tiene tres capas y cada una
contiene unas características que definen su función.

El pelo

El sistema tegumentario del cuerpo humano está formado también por pelo. El cuerpo tiene pelo en
casi toda la piel que lo protege especialmente en la zona de la cabeza.

Las características del pelo cambian con la zona del cuerpo y es posible encontrar finos filamentos
o de un tamaño más grueso.

Las uñas

Las uñas cubren la punta de los dedos de manos y pies en algunos mamíferos y en la mayoría de
primates. Están formadas por una proteína resistente llamada alfa-queratina, que también se
encuentran en cuernos de otros animales.

Las glándulas de la piel

La piel tiene además glándulas que se desarrollan a partir de la epidermis: las sudoríparas, las
sebáceas y las mamarias.

Las glándulas sudoríparas segregan sudor, un líquido con funciones excretoras, secretoras y
refrigerantes. Contiene toxinas y también sustancias que protegen al organismo de microbios; es
liberado a través de los poros de la piel y refresca el cuerpo al salir.

Las glándulas sebáceas segregan sebo, un cuerpo graso que cumple la función de
impermeabilizar, lubricar la piel y el pelo e impedir el crecimiento de microbios. Sus conductos
desembocan en el folículo piloso.

Las glándulas mamarias son glándulas sudoríparas dilatadas que segregan leche en las hembras
de la rama de los mamíferos.

Funciones

 Protección

El sistema tegumentario, presente en el cuerpo humano, otros vertebrados y los artrópodos tiene
múltiples funciones de las cuales la más importante es proteger los órganos internos de golpes,
bacterias o los rayos del sol.
 Excreción

El sistema tegumentario cumple también una función excretora porque a través de las uñas y el
sudor el cuerpo expulsa células muertas o toxinas.

Enfermedades

Algunas de las enfermedades y afecciones más comunes del sistema tegumentario son:

Psoriasis

Es una enfermedad autoinmune crónica que causa la acumulación rápida de células de la piel,
provocando escamas en la superficie.

Dermatitis atópica

Es un tipo de inflamación de la piel que resulta en enrojecimiento, hinchazón, picazón y


agrietamiento de la piel.

Acné

Es un trastorno de la piel caracterizado por granos y lesiones en la superficie de la piel, causada


por un exceso de sebo producido por glándulas de los folículos capilares.

Melanoma

Es un tipo de cáncer que se desarrolla en los pigmentos celulares de la piel (melanocitos).

Vitíligo

Es una enfermedad de la piel que causa la pérdida de color de la piel, formando manchas.
El sistema linfático

Además del aparato circulatorio que todos conocemos, existe en nuestro cuerpo otro tipo de
circulación que corresponde al sistema linfático.

Se trata de un sistema de transporte semejante al aparato circulatorio con la diferencia de que no


es un sistema cerrado sino que se inicia en los tejidos corporales, continúa por los vasos linfáticos
y desemboca en la sangre, realizando por tanto un trayecto unidireccional.

Sus funciones son transportar el líquido de los tejidos que rodea a las células, principalmente
sustancias proteicas, a la sangre porque debido a su tamaño no pueden atravesar la pared del
vaso sanguíneo y recoger las moléculas de grasa absorbidas en los capilares linfáticos que se
encuentran en el intestino delgado.

El sistema linfático está compuesto por:

LA LINFA

La linfa es un líquido incoloro compuesto de glóbulos blancos, proteínas, grasas y sales. Se


transporta desde los tejidos hasta la sangre a través de los vasos linfáticos.

En el sistema linfático no existe una bomba que impulse la linfa, a diferencia de lo que ocurre en el
aparato circulatorio sino que se mueve, aprovechando las contracciones musculares. Ello es
posible porque los vasos linfáticos se sitúan entre el tejido muscular y al realizar el cuerpo
movimientos cotidianos o comunes, es cuando se activa la circulación linfática siendo muchísimo
más lenta que la sanguínea.

LOS VASOS LINFÁTICOS

Los vasos linfáticos son los conductos por donde circula la linfa y son muy similares a las venas ya
que están formados por tejido conjuntivo y unas válvulas en las paredes que evitan el retroceso de
la linfa.

Los vasos linfáticos, según van penetrando en los tejidos corporales, se van haciendo cada vez
más pequeños y más finos hasta convertirse en capilares linfáticos. Aquí es donde se recogen las
sustancias que no pueden ir por la sangre debido a que su tamaño les impide atravesar la pared
del vaso sanguíneo siendo transportadas a través de los vasos linfáticos que se van haciendo cada
vez más grandes según se van acercando al final del trayecto.

Los vasos linfáticos convergen en dos troncos principales:

Conducto linfático derecho que recoge toda la linfa de la parte superior del cuerpo. Conducto
linfático torácico que recoge la linfa del lado izquierdo del cuerpo.

Estos conductos desembocan finalmente en el torrente sanguíneo, concretamente en la vena cava


superior y en la vena subclavia izquierda.

LOS GANGLIOS LINFÁTICOS

Los ganglios linfáticos son nódulos pequeños en forma de fríjol con un tamaño inferior a un
centímetro que en condiciones normales no se llegan a palpar.
Se encuentran formando racimos en varias zonas del cuerpo como el cuello, las axilas, las ingles,
el tórax y el abdomen.

Las funciones de los ganglios linfáticos son la de filtrar la linfa de sustancias extrañas, como
bacterias y células cancerosas, y destruirlas, así como producir glóbulos blancos, como linfocitos,
monocitos y células plasmáticas, encargados de destruir a las sustancias extrañas.

Cuando hay una infección en el organismo, los ganglios linfáticos aumentan su tamaño debido a la
producción adicional de glóbulos blancos para hacer frente a la misma. Al hacerse más grande es
cuando se pueden llegar a palpar y es un indicador de que nuestro cuerpo está respondiendo.

Si pasado un tiempo el ganglio no vuelve a la normalidad o, incluso aumenta más de tamaño,


habría que acudir al médico para que valorara la situación.

El linfoma es un cáncer del sistema linfático y normalmente se manifiesta por el aumento de


tamaño de los ganglios, llamándose adenopatías, de ahí la importancia de acudir al médico con la
aparición y palpación de un ganglio.

Por último, comentar que el sistema linfático constituye una parte muy importante del sistema
inmunológico, es el encargado de defendernos de las agresiones externas, debido a la función de
los órganos linfoides. Los órganos linfoides pueden ser primarios o secundarios

Aparato reproductor

Órganos sexuales responsables de la reproducción humana. En las mujeres, este sistema incluye
los ovarios, las trompas de Falopio, el útero, el cuello del útero y la vagina. En los hombres, incluye
la próstata, los testículos y el pene.

Aparato reproductor femenino

Los órganos reproductivos del aparato reproductor femenino se encuentran principalmente en el


interior del abdomen (vientre). A derecha e izquierda del útero están los ovarios, que producen los
óvulos. Las Trompas de Falopio, que miden aproximadamente 15 centímetros, permiten el
descenso del ovocito hacia el útero. Están cubiertas de pequeñas células en forma de cilios, que
empujan lentamente al ovocito a su destino.

El útero está conectado a la vagina por el cuello del útero.

Aparato reproductor masculino

A diferencia del femenino, los órganos reproductores masculinos están, en parte, fuera del
abdomen. Los testículos producen espermatozoides, que serán enviados a la próstata a través de
un largo tubo llamado el conducto deferente. A partir de ahí, ascienden a través del pene y serán
expulsados del meato.

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