P0VACIO. EGO Y SER.

Dice Welwood... El SER es un inmenso palacio, oscuro, inexplorado, casi desconocido, la posibilidad al
infinito. El EGO es un pequeño departamento, cómodo, cálido, seguro, que conocemos bien.

Queremos ser ALGO, tenemos un proyecto de identidad.

Es nuestra mente quien construye cómo somos, nuestro SELF habitual, nuestra personalidad, en una tarea
que es imposible de acabar porque no es verdadera, es una construcción de la mente para evitar el
VACIO.
El VACIO es la puerta de acceso al SER, lo más genuino en nosotros, lo auténtico, lo verdadero... sin
embargo parece ser nuestro enemigo.
Cuando conectamos con el vacío aparecen la depresión, la falta de certeza, la impermanencia, el sin
sentido, la ansiedad, el aburrimiento, la ambivalencia. Nos es insoportable...
Así nuestra mente es una resistencia a la manifestación de nuestro SER.
Si somos esa entidad limitada, nuestro SELF, no podemos ser el SER, que es sin límites.

Lo que es real en mí es la manifestación de mi ser. El trabajo sería correrse del SELF construído por
nuestra mente hacia nuestra naturaleza verdadera, trabajar con los obstáculos, abandonar la rigidez de las
estructuras. No romperlo o criticarlo porque él tiene un sentido.
La práctica de la meditación ayuda en este camino. Nos entrena en Presencia.
PRESENCIA es la atención a lo que está ocurriendo y a nuestra propia realidad siendo, encontrando qué
hay aquí y ahora, es el acceso continuo al ser.

El SER es abierto, ilimitado, se basa en el ahora. No tiene forma, es no conceptual. Tiene que ver con el
no esfuerzo, con el no hacer, con el awareness.
El EGO o el SELF es reactivo, limitado, se basa en el pasado, en puntos de referencia fuera de nosotros,
en conceptos. Tiene que ver con el tratar, con el hacer. Interfiere en nuestra relación con el mundo. No
es real, es una construcción de la mente. Constantemente estamos reconstruyéndolo.
¿Cuánta energía ponemos en ello?
¿Nos damos cuenta de la carga que ello significa.
Armamos historias alrededor del vacío tratando de evitarlo constantemente. La mente no puede tolerarlo
y lo transforma en algo malo, como un agujero negro.
En el awareness los puntos de referencia que son soporte del SelF caen, el SELF se desintegra, las
estructuras se derrumban, el SER se manifiesta.
El camino espiritual nos conecta con nuestra verdadera naturaleza.
Desde esta línea de trabajo proponemos ayudar las personas a que pierdan el miedo al vacío para acceder
al ser. El objeto de la terapia es que aflore el lugar del ser, esas otras opciones, esas otras posibilidades y
el acceso es por el vacío, desde la personalidad no entramos.
El paciente viene instalado en el ego: “Tengo una personalidad que nunca me quejo”, “Me acomodo”,
“Tengo una personalidad fuerte”. Toda la energía está puesta en contener. La idea es salir y el camino es
aprender a quedarse en las sensaciones displacenteras. Cuando entramos encontramos algo genuino que
viene del alma.
No se trata de ir contra el ego, sino de ver cuánto nos juega en contra del ser. Es una cuestión de
proporciones.
No hace falta pelear con nuestro self habitual, es importante no pelear. Es simplemente registrar dónde
estoy, sólo observar cómo uno está estructurado y aflojar.

¿Cómo darnos cuenta cuando estoy en el ser y cuando en el ego? ¿Como distinguir? ¿cómo darnos cuenta
cuando algo es genuino?
Uno descubre desde la sensaciones.
Cuando soy quien soy, me siento en paz. Lo genuino viene del alma. No hay pelea.
Cuando actúo como se debe no es un placer genuino. Es satisfacer el ego, al Yo, cumplir con el deber.
No es sensación de bienestar.
Por eso es importante registrarse.
No estoy cómoda... ¿qué me pasa?
La meditación y la presencia son fundamentales en nuestro darnos cuenta. Cuando el ser se manifiesta no
hay duda. Es como un orgasmo, no puede explicarse. Estoy donde quiero estar.
Cuando algo no resulta, cuando uno se queda atascado es que hay pelea, hay algo en el ser que no
quiere: formar una pareja, tener un hijo o lo que sea. El trabajo es descubrir... ¿por qué no quiero?
Mientras no me meto en el no saber del ser, la pelea se mantiene: “hay que tener una pareja”, “hay que
tener un hijo”, etc. Quiero tener una pareja desde una idea, desde lo mas esencial de mí mismo no
quiero.

Es posible buscar un orden desde el SER, tomado como algo natural, aliarnos al orden natural que nos
viene, no desde una idea sino desde una necesidad genuina, poder ser parte de la naturaleza, estar en
armonía con el ser y no con lo que debemos.
Para abandonar nuestro SELF habitual no hace falta pelear, es importante no pelear. Es simplemente
registrar dónde estoy, sólo observar cómo uno está estructurado y aflojar.
Mientras estamos atados al deber ser, nunca pasamos a ser nosotros mismos.
Es una elección de vida. Podemos vivir una vida dedicada a que nos quieran o aliarnos a nuestro ser...
“Ser yo”.
Es posible que a los demás les choque, pero el permitirnos ser, es también permitirles a ellos ser otros.

¿Cuál es el sentido de ser más ser?

El sentido de ser más ser, es estar más abierto básicamente para el amor, el amor a la pareja, los hijos, la
vida, básicamente el amor a uno mismo.
La idea de esta terapia es abrirse al amor.
El amor ocurre cuando estoy en mi ser.
Desde la estructura hay matrimonio. Desde el ser hay una pareja.
Esta soy yo. No voy a seguir intentando ser la que no soy. Que me quiera quien me quiera.
El amor se da desde la valentía de un ser que se expresa y conecta con otro que está en la misma.

Quizás para empezar podríamos plantearnos...

Tengo una personalidad...
¿Cuál es mi ser?
¿Quién soy auténticamente?

“Hay que tener una pareja”

“Hay que tener un hijo”
“Hay que tener un título”
“Hay que adaptarse”
“No hay que quejarse”
“Hay que ser fuerte”
...
Mientras estamos atados al deber ser, nunca pasamos a ser nosotros mismos.
Es posible buscar un orden desde el SER, un orden natural que nos viene de una necesidad genuina, no
desde una idea, poder ser parte de la naturaleza, estar en armonía con el ser y no con lo que debemos.
“Si yo soy alguien, estoy bien”.
Permanentemente estamos estableciendo y re-estableciendo que somos algo que existe y tiene valor.
Es nuestra mente quien construye cómo somos, nuestro SELF habitual, nuestra personalidad, en una tarea
que se sostiene en la esperanza de que somos alguien y el miedo de no serlo, pero que es imposible de
acabar porque no es verdadera.