Historia de Españ a BLOQUE 2

5. Resume los cambios económicos, sociales y culturales introducidos por los

musulmanes en al-Ándalus.

A partir del siglo VIII, Hispania quedó bajo el indiscutible predominio de los musulmanes, quienes, junto a
la superioridad territorial, trajeron consigo importantes y notorios cambios tanto en la organización social,
como en los ámbitos económico y cultural.

La sociedad andalusí presentaba una gran diversidad y complejidad estructural, y se podía clasificar
ateniéndose a dos criterios. Según el étnico-religioso, existían los grupos extranjeros: árabes (nobleza que
habitaba ciudades, poseía tierras y controlaba cargos importantes), bereberes (conquistadores que quedaron
relegados a zonas poco urbanizadas y cuya situación económica era precaria, lo que produjo rebeliones),
orientales (destacaban por su cultura y nivel científico-artístico) y esclavos (negros y eslavos); y los grupos de
indígenas: muladíes (aquellos que aceptaron el Islam), mozárabes (cristianos que vivían en territorio
musulmán y pagaban más impuestos) y judíos (sometidos a la misma norma que los cristianos). Según el
socioeconómico, existían los Fassa (parientes del califa y aristocracia palatina), los Notables (grandes
comerciantes y élite intelectual) y los Amma (artesanos, bereberes, judíos, libertos… sobre los que recaían la
mayor parte de los impuestos).

La economía de al-Ándalus fue urbana y mercantil, siendo el sector textil la actividad manufacturera más
importante (tejidos de seda y lino). El comercio alcanzó una notable importancia gracias a la gran actividad de
mercados de las ciudades (zocos), a la buena red de comunicaciones y a la fortaleza de la moneda (dinar de
oro y dírham de plata). Se importaban materias primas, madera, metales, armas y esclavos, mientras que se
exportaban productos de lujo (telas) y agrarios. Al-Ándalus formaba parte de un circuito económico que iba
desde el Mediterráneo, adentrándose en África (ruta de las minas de oro de Sudán), hasta el Oriente,
controlando así gran parte del comercio de la zona hasta el S.XIII. La agricultura, que se basaba en el cultivo
masivo de la tríada mediterránea (cereales, vid y olivo) y en el desarrollo del regadío (redes de acequias y
norias), fue intensiva, por lo que los excedentes se destinaron a los mercados urbanos. Además, incorporaron
nuevas especies como el arroz, el albaricoque, el algodón…

Entre los siglos IX y XII, Al-Ándalus gozó de un desarrollo cultural debido a la influencia e intercambio
producidos entre la cultura islámica y cristiana. Los musulmanes fueron un puente entre lo clásico y lo
medieval ya que conservaron los conocimientos científicos y filosóficos romanos y griegos. Además,
destacaron por su progreso en las matemáticas (introducción del sistema numeral actual), en la filosofía
(Averroes), botánica (sistemas hidráulicos y de irrigación), la medicina (cirugía y medicina general), la
literatura (Ib Zaidún) y la astronomía. Cabe mencionar la creación de la mayor biblioteca de Occidente con
más de 400.000 volúmenes en tiempos de Al-Hakam, la cual renovó el pensamiento y las artes de todo
Occidente.

Artísticamente, el estilo árabe resultó ser una síntesis de elementos de otras culturas (persa, bizantina…).
El Corán prohibía la representación de humanos y animales, por lo que se sustituyó por elementos decorativos
vegetales (ataurique), geométricos (lancería), y caligráficos (textos del Corán). La escultura estaba casi
ausente, sólo se utilizaba para enriquecer la arquitectura; y de esta última, destacaban la construcción de
mezquitas y palacios (mezquita de Córdoba, palacio de Medina Azahara, la Giralda…). Los edificios estaban
basados en el arte califal: materiales pobres con abundante decoración, distintos arcos (herradura, lobulado,
polícromos), mosaicos, bóvedas de nervios e importancia de la intimidad, el refinamiento y la armonía. En las
artes decorativas destacaban la cerámica, el tejido de tapices y la orfebrería.

Los siglos de permanencia del Islam en la península (VIII-XV), dejaron un legado cultural de enorme
relevancia, más notorio en el sur, donde la islamización fue más intensa y duradera.