Está en la página 1de 2

El Diablo

"En el mundo común de los hechos, los malos no son castigados y los buenos recompensados. El éxito se lo l

levan los fuertes y el fracaso los débiles " Oscar Wilde.

No se piense que por mi apodo soy realmente un malvado y entregado a llevar almas al infierno este sobrenombr

e me lo he ganado más por mi aspecto que por otra cosa.

Me he acostumbrado ha usar una barba puntiaguda que es la que junto con mi prominente quijada me hace pare

cido a lo que ustedes asemejan a este infernal ser.

Me preguntarán también como es que estoy integrado en las pandillas y he logrado un puesto de cierto mando d

entro de ellas, yo no siempre estuve en estas actividades cuando muy joven me gradué de perito mercantil y du

rante muchos años laboré para el gobierno siendo un buen empleado me gustó ser ordenado y responsable no ga

naba mucho pero tenía para vivir des ahogadamente.

Cuando entró Callejas como presidente se privatizó la empresa donde laboraba y muchos salimos despedidos y

de la noche a la mañana mi panorama cambió, eso para mí fue terrible, las prestaciones me las entregaron b

astante tarde y para cuando las tuve ya las debía al truchero y al ajiotista que presta dinero a costo de usura.

Fué así como rebotaba de empresa en empresa regando mi hoja de vida sin lograr nada, la oportunidad me lo di

o mi vecino un jefe de policía, él me dijo que el negocio de los impuestos de guerra que se le exigen a todos los

pulperos, taxistas y buses de transporte público, necesitaba de un contador para llevar el control de pago y los

depósitos a los bancos.

Me molestaba esa chamba pero la necesidad aprieta por lo que fuí a la reunión, curiosamente se llevó a cabo e

n el propio presidio de la ciudad de San Pedro Sula, entramos y sin mayor dificultad nos llevaron a la celda nro

11, una celda de mucho lujo con dos televisores plasma curvos, en una esquina pude observar un muy bien sur

tido bar, cuándo estaba entrado un par de bonitas chicas se estaban retirando del lugar.

Se me explicó la naturaleza del trabajito consistente en llevar las cuentas a una organización criminal fue así c

omo me involucré en este rollo para lo cual tuve que hacerme o tratar de aparentar ser, de la misma calaña.

Mi trabajo incluye no sólo los ingresos contables que si bien son de lo más vergonzoso que ustedes inmaginen

los egresos son de igual o peor embergadura pagar a sicarios confirmando previamente la certeza del trabajito y

en una que otra ocasión darle su coima a un policía, militar y políticos.


Ramón Zavala

Cuentos del Alma.

10 de abril 2016

También podría gustarte