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UNIDAD 8: ECONOMÍA ABIERTA. LA VISIÓN ESTRUCTURALISTA.

 Recordemos que la visión convencional sobre el funcionamiento de una economía abierta supone
que las devaluaciones son expansivas.
 En otras palabras, cuando sube el tipo de cambio real, aumentan las exportaciones y caen las
importaciones. De este modo, cambia la composición del producto, pero sin afectar negativamente el
nivel de actividad económica.
 Es decir, domina el EFECTO PRECIO, y no el EFECTO INGRESO deuna devaluación. Vale la
condición MARSHALL-LERNER.

LA VISION CONVENCIONAL
• La economía dependiente o periférica se caracteriza por presentar dos sectores que operan bajo
condiciones de productividad muy diferentes: el sector primario “A”, capaz de producir al nivel de precios
internacionales vigente -“sector transable”-; por el otro, la industria “I”, que es “intrínsecamente no
transable”.
• Los equilibrios interno y externo se alcanzan simultáneamente, por la vía de cambios en la distribución del
ingreso que inducen ajustes en los precios relativos de modo tal de que el nivel y la composición de la
demanda sean compatibles con el pleno empleo y el balance de las cuentas externas.

LA VISION ESTRUCTURALISTA
• Relaja dos supuestos fundamentales del enfoque convencional:
- la visión del salario real como una variable de ajuste y;
- el carácter residual de las exportaciones,
• Llega a resultados marcadamente diferentes en relación a la posibilidad de que la economía alcance de
manera espontánea el pleno empleo y el equilibrio del balance de pagos.
• Emplearemos el enfoque de Diamand para ilustrar las diferencias con el enfoque convencional.
• Bajo una EPD, el sector relativamente más atrasado, la industria, es considerado un bien transable al igual
que el bien primario
• El sector I opera a un nivel de precios considerablemente mayor al internacional y, por lo tanto, su
viabilidad sólo es posible gracias a la introducción de medidas proteccionistas
• De la comparación entre los precios de autarquía y los precios de libre comercio –con - surgen tres posibles
patrones de especialización, dependiendo de las condiciones técnicas y de la distribución (en particular, del
valor que adquiera E).
• El patrón de especialización coincidirá con el que predicen las «ventajas comparativas»: la economía
doméstica se especializará completamente en la producción del bien A, mientras que el sector I no será
viable a menos que sea protegido de la competencia internacional.
• De acuerdo a la visión estructuralista, y a diferencia del enfoque convencional, no hay razón para que E
ajuste para restablecer el equilibrio externo.
En el mundo real, cualquier intento de disminuir los salaries reales enfrenta una gran resistencia. La presión
social que siempre aparece en apoyo de mayores salaries reales se multiplica en intensidad cuando se toman
medidas que intentan reducirlos. Psicológicamente, una vez alcanzado determinado nivel salarial, este se
convierte en estándar de referencia “normal” y su reducción es interpretada como una violación de los
derechos adquiridos. De esta forma, mientras la teoría económica trata a los salaries reales como una
variable de ajuste de acuerdo a las fuerzas del mercado, para las sociedades modernas su preservación es un
objetivo fundamental
• Notemos que la posibilidad de fijar exógenamente el salario real requiere, como condición necesaria,
suponer la ausencia de libre movilidad de capitales entre países. En efecto, bajo libre movilidad la economía
doméstica se vería imposibilitada de funcionar persistentemente con una tasa de interés (y tasa de ganancia)
diferente de su nivel. Cabe remarcar que los controles de capital eran característicos del régimen monetario
internacional de Bretton Woods, vigente desde la segunda posguerra hasta comienzos de los años ’70.
• El pensamiento estructuralista de Diamand se aparta del supuesto altamente restrictivo de que la economía
doméstica no enfrenta problemas para colocar sus saldos exportables al precio internacional vigente
• Frente a un déficit de cuenta corriente inicial, el aumento de E no tiene necesariamente impacto sobre el
nivel de exportaciones, que pueden considerarse autónomas
• Notemos que, si inicialmente la economía se encontraba operando al nivel de pleno empleo, una vez
eliminado el déficit externo habrá desempleo persistente.
• Ello se debe a que, a diferencia de la visión convencional, el salario real no ajusta, por lo que no entran en
funcionamiento los mecanismos que llevarían a la economía espontáneamente hacia el pleno empleo ante un
exceso de oferta de trabajo.
• Bajo una EPD el nivel de actividad de cada sector estará determinado por su correspondiente nivel de
demanda efectiva. En el caso del sector A, su producción abastecerá al consumo local de alimentos y
a las exportaciones. Mientras que las segundas pueden considerarse autónomas o independientes del nivel de
ingreso doméstico, las primeras dependerán del nivel de empleo agregado y de la participación del bien A en
la canasta de consumo de los trabajadores.

DIFERENCIACIÓN CAMBIARIA
• Es la principal recomendación de política que propone Diamand para resolver el problema de la EPD
• Implica el establecimiento de un tipo de cambio relativamente bajo para el sector primario y otro más alto
para el sector industrial, con el fin de acercar los costos internos de la producción industrial al nivel
internacional, y así, permitir que el sector exporte su producción.
• No sólo permite incrementar el nivel de producto de equilibrio interno, sino que simultáneamente relaja la
restricción externa y, por ende, incrementa el de equilibrio externo.

REFLEXIONES FINALES
• La tendencia espontánea de la economía hacia el pleno empleo y el equilibrio del balance de pagos reside
en supuestos altamente restrictivos que adopta la visión estándar: la flexibilidad salarial, la naturaleza
residual de las exportaciones y la suficiente sensibilidad de la composición de la demanda final ante cambios
en los precios relativos.
• Estos problemas teóricos, sumado a la abundante evidencia empírica de que en las economías
latinoamericanas las devaluaciones han sido históricamente fuertemente regresivas y recesivas, sugiere
descartar la visión convencional como marco conceptual relevante para dar cuenta de la realidad de estas
economías.

Economía abierta. Problemas estructurales de las economías periféricas.


Tavares (2000)
• Dependencia técnica: necesidad de importar medios de producción para la elaboración de bienes finales
por parte de los países en desarrollo; existencia de “agujeros” en la matriz de insumo producto; influencia
indirecta del sector externo sobre la distribución del ingreso, a través de los flujos de comercio (ciclos stop
& go).
• Dependencia financiera: capacidad del país central emisor del “dinero mundial” de regular la tasa de
interés internacional y con ello, la tasa de ganancia local en un contexto de libre movilidad de capitales; el
sector externo afecta directamente la distribución del ingreso a través de los flujos de capital.

PREBISCH
• El cuestionamiento a las ventajas comparativas y a la necesidad de propiciar la industrialización toman tal
vez un primer carácter definido con la contribución de Prebisch (1949).
• Prebisch no cuestiona los fundamentos teóricos que dan lugar a las Ventajas comparativas:
«Es cierto que el razonamiento acerca de las ventajas económicas de la división internacional del trabajo es
de una validez teórica inobjetable». El problema es que dicho razonamiento se basa en una premisa
«terminantemente contradicha por los hechos». «Según esta premisa, el fruto del progreso técnico tiende a
repartirse parejamente entre toda la colectividad, ya sea por la baja de los precios o por el alza equivalente
de los ingresos. Mediante el intercambio internacional, los países de producción primaria obtienen su parte
en aquel fruto. No necesitan pues, industrializarse». «La falla de esta premisa consiste en atribuir carácter
general a lo que de suyo es muy circunscripto […] Las ventajas del desarrollo de la productividad no han
llegado a la periferia, en medida comparable [a los países industriales]» Esta asimetría impide el desarrollo
de la periferia porque obstaculiza el ahorro, ergo el crecimiento: «De ahí las diferencias, tan acentuadas, en
los niveles de vida de las masas de estos y de aquélla, y de las notorias discrepancias entre sus respectivas
fuerzas de capitalización, puesto que el margen de ahorro depende primordialmente del aumento de la
productividad»
• La industrialización es necesaria para elevar el nivel de vida de la periferia.
• La industrialización en AL «no es incompatible» con el desarrollo del sector primario, porque es necesario
contar con las divisas que permitan importar los bienes de capital que necesita el proceso de
industrialización.
«La industrialización de América Latina no es incompatible con el desarrollo eficaz de la producción
primaria. Por el contrario, una de las condiciones esenciales para que el desarrollo de la industria pueda ir
cumpliendo el fin social de elevar el nivel de vida, es disponer de los mejores equipos de maquinaria e
instrumentos, y aprovechar prontamente el progreso de la técnica, en su regular renovación. La
mecanización de la agricultura implica la misma exigencia. Necesitamos una importación considerable de
bienes de capital, y también necesitamos exportar productos primarios para conseguirla»
• Problema: Prebisch observa que el crecimiento de la industria y del empleo aumenta las importaciones, «y
en muchos casos, las exportaciones resultan insuficientes para satisfacer aquéllas» (p. 67)
• Prebisch ve en la tendencia secular a la caída de los términos de intercambio un obstáculo al crecimiento
sostenido de la industria.
• Cada vez se necesita un mayor volumen de exportaciones para satisfacer un cierto volumen de
importaciones.
• O dado un equilibrio en el comercio, el crecimiento de los países del centro es mayor que el de los países
de la periferia.

CAIDA SECULAR DE LOS TERMINOS DE INTERCAMBIO


• Si los precios relativos se movieran al ritmo de la productividad, los precios industriales deberían haber
caído en relación a los precios de las materias primas.
«En general, parece que el progreso técnico ha sido más acentuado en la industria que en la producción
primaria de los países de la periferia. En consecuencia, si los precios hubieran descendido en armonía con la
mayor productividad, la baja habría tenido que ser menor en los productos primarios, que en los industriales;
de tal suerte, que la relación de precios entre ambos hubiera ido mejorando persistentemente en favor de los
países de la periferia conforme se desarrollaba la disparidad de productividades.»
«De haber ocurrido, este fenómeno habría tenido un profundo significado. Los países periféricos habrían
aprovechado, con la misma intensidad que los países céntricos, la baja en los precios de los productos finales
de la industria. Por tanto, los frutos del progreso técnico se hubiesen repartido parejamente en todo el
mundo, según el supuesto implícito en el esquema de la división internacional del trabajo, y América Latina
no tendría ventaja económica alguna en su industrialización. Los hechos no justifican este supuesto»
• La razón es que los ingresos de los países industriales han subido pari passu con los aumentos de la
productividad.
• Y ese incremento en los ingresos no se ha verificado en los países periféricos.
«Los precios no han bajado conforme al progreso técnico, pues mientras, por un lado, el costo tendía a bajar,
a causa del aumento de la productividad, subían, por otra parte, los ingresos de los empresarios y de los
factores productivos. Cuando el ascenso de los ingresos fue más intenso que el de la productividad, los
precios subieron, en vez de bajar.»
«Como, en realidad, la relación, según se ha visto, se ha movido en contra de los productos primarios, entre
los años setenta del siglo pasado y los años treinta del presente, es obvio que los ingresos de los empresarios
y factores productivos han crecido, en los centros, más que el aumento de la productividad, y en la periferia,
menos que el respectivo aumento de la misma. En otros términos, mientras los centros han retenido
íntegramente el fruto del progreso técnico de su industria, los países de la periferia les han traspasado una
parte del fruto de su propio progreso técnico»
• La razón de esta discrepancia en el comportamiento en los ingresos del centro y la periferia Prebisch la
explica por los factores que determinan la distribución en ambos tipos de países. • En todas las economías,
sostiene, la demanda de bienes crece más que la oferta en la fase ascendente del ciclo y disminuye menos en
la etapa descendente.
• Y los mismo ocurre con los ingresos (primero los beneficios y luego los salarios): crecen en la etapa
ascendente, y descienden en la etapa descendente.
• La diferencia sustancial entre el centro y la periferia es que las organizaciones sindicales del centro
impiden la caída de los salarios en la fase descendente, lo cual no ocurre en los países periféricos, donde la
mano de obra es abundante.
• Es la rigidez de los ingresos (salarios + beneficios) lo que hace que los términos de intercambio tiendan a
caer.
«La mayor capacidad de las masas, en los centros cíclicos, para conseguir aumentos de salarios en la
creciente y defender su nivel en la menguante, y la aptitud de esos centros, por el papel que desempeñan en
el proceso productivo, para desplazar la presión cíclica hacia la periferia, obligando a comprimir sus
ingresos más intensamente que en los centros explican porqué los ingresos en éstos tienden persistentemente
a subir con más fuerza que en los países de la periferia, según se patentiza en la experiencia de América
Latina (pp. 81-82).»
• La tendencia al deterioro de los términos de intercambio implica que, para un nivel dado de importaciones
en términos físicos, se necesita cada vez una mayor cantidad de exportaciones.

DEPENDENCIA TÉCNICA
• Período de posguerra (1950s y 1960s)
• Sistema financiero internacional organizado bajo las reglas de Bretton-Woods: regímenes de tipo de
cambio fijo y controles de capital
• Desequilibrios del balance de pagos se manifiestan en déficits de cuenta corriente.
• Procesos de industrialización en marcha en economías periféricas latinoamericanas.

DEPENDENCIA TÉCNICA – CICLOS STOP AND GO


• El crecimiento de la producción industrial impulsa las importaciones y, eventualmente, genera un deficit de
cuenta corriente.
• La crisis de balance de pagos fuerza una devaluación. La suba de E encarece el bien primario, cuya
demanda es inelástica. La mayor parte de la caída del salario real se traduce en un menor consumo del bien
industrial, lo cual induce una recesión.
• La devaluación encuentra un límite objetivo en el salario real mínimo socialmente tolerable.
• El desequilibrio externo se corrige por la vía de una caída de las importaciones impulsada por la
contracción del producto industrial (la devaluación es recesiva)
• El impacto distributivo de la devaluación, y su efecto sobre el saldo comercial, no es persistente.
• En un primer momento, la suba de E genera una renta extraordinaria que es apropiada por los capitalistas.
• Si los sindicatos logran incrementar el salario nominal de modo de recuperar el poder de compra inicial, la
renta desaparece y el salario real vuelve a su nivel pre-devaluación.
• Ello es lo que tiende a ocurrir en el período histórico bajo análisis, de fuerte organización sindical y bajo
desempleo.

DEPENDENCIA FINANCIERA
• Hacia comienzos de los años 70 EE.UU. abandona la paridad del dólar con el oro
• Colapsa el sistema de Bretton-Woods
• Expansión global de regímenes de tipo de cambio flotante
• Desregulación financiera y eliminación de los controles de capital
• Creciente relevancia de la cuenta capital en el balance de pagos
• Tasa de interés doméstica determinada por la tasa de interés definida por el centro financiero mundial.
• El salario real no puede determinarse simplemente por un acuerdo entre trabajadores y empresas. Si este
acuerdo es violatorio de la restricción externa, a juicio de los ahorristas y otros tenedores de activos, su
vigencia va a estar sometida a las presiones alcistas del tipo de cambio y de la tasa de interés. Los
operadores del mercado financiero poseen así un derecho de veto sobre las políticas de ingreso

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