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No está sometida a plazo, literalmente dice que puede hacerse en cualquier momento.
La vía del artículo 109 no puede exigirla ningún particular, solo se sigue porque lo decida la
Administración. Ahora bien, el particular podrá pedirle que la use; pero eso constituirá el
simple ejercicio del derecho de petición del artículo 29 de la Constitución Española, y, por
tanto, una mera petición graciable. Nada dice el precepto sobre el procedimiento que haya de
seguirse, ni sobre el órgano competente para acordar esta declaración de invalidez. Laguna
que habrá que resolverse conforme a las reglas generales de la ley 39/2015 o por aplicación
analógica de las establecidas para las otras formas de revisión.
Contra la resolución que se dicte podrán quienes tengan legitimación interponer los recursos
que procedan.
El artículo 106 Ley 39/2015 sí que regula la revisión de oficio: permite a la Administración
declarar ¨por iniciativa propia¨ (sin que nadie se lo pida) y por si misma (sin acudir al juez) la
nulidad de sus actos favorables.
La revisión se puede hacer ¨en cualquier momento¨. El procedimiento se iniciará por acto
administrativo en el que se indicarán los posibles vicios de nulidad.
Después será necesario dar audiencia a los beneficiarios del acto favorable que trata de
revisarse, que podrán hacer alegaciones en defensa del acto y acompañar y proponer pruebas.
Iniciado el procedimiento, se puede suspender la ejecución del acto si pudiera causar perjuicio
de imposible o difícil reparación (art. 108 Ley 39/2015)
Antes de resolver, hay que pedir dictamen al ¨Consejo de Estado u órgano consultivo
equivalente de la Comunidad Autónoma¨. La Ley exige que para acordar la declaración de
nulidad el dictamen sea ¨favorable¨.
La competencia para incoar y resolver estos procedimientos está concentrada en los órganos
superiores de cada Administración.
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3. ¿Cuándo y con qué requisitos puede un administrado ejercitar la ¨acción de nulidad¨
contra un acto administrativo?
Los requisitos para ejercitar la ¨acción de nulidad¨ por parte de un administrado son:
- El solicitante sea en efecto interesado, esto es, que tenga un derecho o un interés
legítimo afectado por el acto cuya declaración de nulidad pretende.
- La solicitud debe indicar razonadamente la concreta causa de nulidad que
supuestamente aqueja el acto cuya revisión se insta.
- Los actos cuya revisión se solicita, además de ser nulos de pleno derecho, han de ser
actos contra los que ya no quepan recursos.
- El acto cuya nulidad se solicita puede ser favorable o desfavorable.
Los efectos que tiene la anulación de un reglamento son distintos de los que produciría su
derogación o modificación por la Administración que lo aprobó:
La Administración no tiene potestad para anular por si misma sus actos favorables anulables.
Para conseguir esa anulación ha de impugnarlos ante la jurisdicción contencioso-administrativa
¨recurso de lesividad¨.
Ahora bien ¨Cuando la propia Administración autora de algún acto pretenda demandar su
anulación ante la Jurisdicción Contencioso-Administrativa deberá, previamente, declararlo
lesivo para el interés público¨. La declaración de lesividad se constituye así en un presupuesto
procesal para que la Administración pueda interponer un recurso contencioso-administrativo
contra un acto propio favorable anulable.
Solo procede respecto de ¨los actos favorables que infringen el ordenamiento con vicio de
anulabilidad, y que también son lesivos para el interés público¨
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Tal declaración de lesividad puede hacerse desde que se dictó el acto y hasta cuatro años
después. Los cuatro años comienzan a correr desde que se dicta el acto cuestionado y resulta
indiferente cuando fue notificado o publicado, pues quien lo quiere revisar es quien lo dicta. Y
dentro de esos cuatro años debe producirse la declaración de lesividad, no solo la iniciación
del procedimiento para declararla, de modo que este deberá iniciarse con antelación suficiente
como para terminarlo dentro de ese plazo.
- Que en él hay que dar previa audiencia a todos los que aparezcan como interesados.
- Que puede tener una duración máxima de 6 meses, pasados los cuales se producirá su
caducidad.
I. El recurso de alzada como recurso jerárquico, utilizable frente a los actos que
no ponen fin a la vía administrativa.
II. El recurso de reposición, para los actos que sí ponen fin a dicha vía.
III. El recurso extraordinario de revisión contra actos firmes, utilizable sólo en
base a motivos tasados y excepcionales.
Requisitos generales.
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Actos impugnables en cada tipo de recursos
El recurso extraordinario de revisión sólo procede contra los actos firmes en vía administrativa:
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11. Plazos de interposición del recurso extraordinario de revisión.
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13. Finalización presunta de los recursos administrativos.
El plazo de inicio: se inicia por el interesado en el plazo de un mes, desde que se le notifica el
acto que impugna, mediante un escrito dirigido al órgano que lo dicte.
Forma de inicio: este escrito puede limitarse a identificar el acto impugnado junto con las
circunstancias personales del reclamante y a solicitar que se tenga por interpuesta la
reclamación, o bien incluir además las alegaciones en que el interesado base su impugnación.
15. Hable del régimen especial de suspensión de la ejecución del acto objeto de
reclamación económico administrativa.
Además, es posible la suspensión aun sin garantías cuando la ejecución del acto impugnado
pueda causar perjuicios de muy difícil o imposible reparación o se aprecie que al dictarse se ha
podido incurrir en error aritmético, material o, de hecho.
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A. Terminación.
El procedimiento culminará normalmente por resolución, que estimará la reclamación,
la desestimará o declarará su inadmisión. También es posible la finalización por
renuncia, desistimiento, caducidad y satisfacción extraprocesal.
La resolución debe decidir todas las cuestiones que suscite el expediente, hayan sido o
no planteadas por los interesados, y en ningún caso podrá empeorar su situación
inicial.
La duración del procedimiento será de un año contando desde la interposición de la
reclamación. Transcurrido ese plazo el interesado podrá entender desestimada la
reclamación al objeto de interponer el recurso procedente.
B. Segunda instancia.
Determinadas decisiones de los tribunales económico- administrativos regionales y
locales que son recurribles en alzada ante el Tribunal económico- administrativo
central, cuya resolución será la que agote la vía económico-administrativa y deje
expedita la vía contenciosa.
Junto a este, la ley regula otros recursos a través de los cuales pueden impugnarse las
resoluciones de las reclamaciones económico-administrativas en determinadas
circunstancias.
- El recurso de anulación.
- El recurso contra la ejecución.
- Los recursos extraordinarios de alzada para la unificación de criterio y para la
unificación de doctrina.
- El extraordinario de revisión.
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16. ¿En qué plazo debe resolverse una reclamación económico administrativa? ¿Qué
efectos tiene la no resolución en el acto previsto?
La resolución debe decidir todas las cuestiones que suscite el expediente, hayan sido o no
planteadas por los interesados, y en ningún caso podrá empeorar su situación inicial.
No, debido a que el Juzgado Contencioso Administrativo de Jaén no posee competencia sobre
los actos dictados por órganos inferiores que se refieran al nacimiento o extinción de la
relación de servicio de funcionarios de carrera, teniendo competencia sobre esto los Juzgados
Centrales de lo Contencioso-Administrativo.
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19. Cuando lo que se impugna en el recurso contencioso administrativo es un acto de
una Administración sometido a la fiscalización de otra, ¿Quién es la Administración
demandada, la Administración fiscalizada o la Administración que ejerció la
fiscalización?
20. ¿En el recurso contencioso administrativo las partes han de ir representadas por un
Procurador y defendidas o asistidas por un Abogado? ¿En todo caso, o hay
excepciones?
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La impugnación de unas y otras normas puede revestir dos modalidades:
- Recurso directo, en el que el demandante reclama de la jurisdicción la
declaración de ilegalidad y consiguiente anulación con carácter general de uno
o varios preceptos de la norma impugnada.
- Recurso indirecto, la impugnación ¨de los actos que se produzcan en
aplicación de las mismas, fundada en que tales disposiciones no son
conformes a Derecho. En este segundo tipo de recurso, lo impugnado, pues, es
el acto de aplicación de la norma; acto que se supone ajustado a la misma,
pero cuya ilegalidad deriva de la ilegalidad de la norma que aplica.
c) La inactividad de la Administración.
Dos modalidades:
- La ausencia de realización de actividades prestacionales. Artículo 29,1 LJCA:
¨Cuando la Administración, en virtud de una disposición general que no
precise de actos de aplicación o en virtud de un acto, contrato o convenio
administrativo, esté obligada a realizar una prestación concreta en favor de
una o varias personas determinadas, quienes tuvieran derecho a ella pueden
reclamar de la Administración el cumplimiento a lo solicitado o no hubiera
llegado a un acuerdo con los interesados, éstos pueden deducir contencioso-
administrativo contra la inactividad de la Administración.
- Las situaciones de inejecución por la Administración de sus actos firmes.
Artículo 29,2 LJCA, ¨podrán los afectados solicitar su ejecución, y si ésta no se
produce en el plazo de un mes desde tal petición, podrán los solicitantes
formular recurso contencioso-administrativo.
d) Las vías de hecho.
La LJCA ha introducido la posibilidad de impugnar los supuestos de vía de hecho: todos
aquellos casos en que la Administración lleva a cabo una actuación material sin el
soporte de un acto administrativo previo del que sea ejecución.
El artículo 30 LJCA: ¨En caso de vía de hecho, el interesado podrá formular
requerimiento a la Administración actuante, intimando su cesación. Si dicha intimación
no hubiere sido formulada o no fuere atendida dentro de los diez días siguientes a la
presentación del requerimiento, podrá deducir directamente recurso contencioso-
administrativo¨.
Las pretensiones que pueden ejercitarse por el demandante en cada proceso contencioso son
de naturaleza distinta según el tipo de actividad administrativa impugnada en cada caso.
Cuando lo que se impugna son actos administrativos, reglamentos o Decretos legislativos, las
pretensiones pueden ser dos, conforme al artículo 31 LJCA:
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pretensión meramente eventual, pero cuyo contenido puede ser sumamente
amplio «cuantas medidas sean adecuadas» para el cumplimiento del fallo.
23. Explique brevemente las modalidades del recurso contencioso administrativo contra
la inactividad de la Administración.
Las situaciones de inejecución por la Administración de sus actos firmes. Artículo 29,2
LICA, ¨podrán los afectados solicitar su ejecución, y si ésta no se produce en el plazo de
un mes desde tal petición, podrán los solicitantes formular recurso contencioso-
administrativo¨.
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24. Don Luis se ve sorprendido por la presencia de unos operarios del Ayuntamiento que
están colocando unas tuberías que discurren parcialmente por su finca, sin que la
Corporación local haya tramitado con el mismo ningún expediente de expropiación.
Don Luís se propone interponer un recurso contencioso administrativo contra esta
¨vía de hecho¨. ¿Qué plazo tiene para ello?
Según el artículo 46 de la LJCA, Don Luis tiene un plazo para interponer el recurso contencioso
administrativo de veinte días desde el día en que se inició la actuación administrativa en vía de
hecho, al no existir requerimiento.
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formulación del requerimiento, según se trate de inactividad prestacional o de
inejecución de actos administrativos.
c. En el recurso de lesividad, el plazo se contará desde el día siguiente a la fecha de la
declaración de lesividad.
d. Finalmente, en los litigios entre Administraciones, el plazo se contará desde el día
siguiente a aquél en que se reciba la comunicación del acuerdo expreso o se entienda
presuntamente rechazado por el requerimiento formulado a la Administración
demandada (por el transcurso de un mes desde que se formuló). Si no ha precedido
requerimiento: desde la publicación de la norma o desde la Administración requirente
hubiera conocido o poder conocer el acto, actuación o inactividad.
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Los así emplazados dispondrán de un plazo de nueve días para
comparecer en el proceso, a efectos de que se les tenga por parte
demandada.
IV. El Tribunal debe requerir a la Administración para que le remita el expediente
administrativo: tiene un valor fundamental, pues sólo a través del mismo pueden
llegar a conocerse las vicisitudes y los posibles vicios en la producción del acto
impugnado.
El expediente se reclamará al órgano autor del acto impugnado y
deberá ser remitido en el plazo de veinte días.
No es necesaria la reclamación del expediente en los casos en que el
proceso se hubiere iniciado mediante demanda; pero se hará si lo pide
el demandante o el órgano judicial lo estima necesario; en cuyo caso
se pondrá de manifiesto a las partes, al ser recibido, para que durante
cinco días puedan formular las alegaciones que estimen oportunas.
El expediente se remitirá en original o en copia autentificada,
debiendo contener todos los documentos (salvo los clasificados como
secreto oficial, lo que se hará constar mediante la resolución
motivada) y hallarse foliado y acompañado de un índice, todo ello
debidamente autentificado; la Administración conservará un ejemplar
del expediente, del que podrá extraer copias si fueran requeridas por
otro órgano jurisdiccional.
Si el expediente no fuera remitido en plazo, se reiterará la
reclamación, y si no se enviara al término de diez días, se impondrá
una multa coercitiva que será reiterada cada veinte días, hasta el
cumplimiento de lo requerido: y si, impuestas las tres primeras multas
coercitivas, no se logra que se remita el expediente completo, el juez o
Tribunal pondrá los hechos en conocimiento del Ministerio Fiscal, sin
perjuicio de seguir imponiendo nuevas multas.
Dentro de los cinco primeros días del plazo que se les confiera para contestar a la demanda, la
Administración demandada o los codemandados pueden formular escrito pidiendo la
inadmisibilidad del recurso en base a la incompetencia del órgano jurisdiccional o a alguna de
las causas de inadmisión previstas en el artículo 69 LJCA.
De dicho escrito habrá de darse traslado, lógicamente, al demandante, para que formule
alegaciones durante cinco días y, en su caso, subsane el defecto formal que se le impute.
Resolviendo a continuación el juez o Tribunal, si éste desestimara las alegaciones previas, la
resolución no será susceptible de recurso alguno, sin perjuicio de que las mimas causas de
inadmisión (salvo la incompetencia del órgano jurisdiccional) puedan volver a reproducirse en
el escrito de contestación. Si, por el contrario, las estimara, se declarará la inadmisión del
recurso.
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29. Demanda y contestación de la demanda.
- La demanda ha de formalizarse por iniciativa del órgano jurisdiccional una vez recibido
el expediente administrativo (que habrá de entregarse a tal efecto al demandante) y
practicados los emplazamientos; esto, no obstante, si hubiera transcurrido el término
para la remisión del expediente administrativo sin que éste hubiera sido enviado, la
parte recurrente podrá pedir que se le conceda plazo para formalizar la demanda sin
consulta del expediente.
Si así se hiciera y el expediente se recibiera después, se pondrá de manifiesto a las
partes para que puedan formular alegaciones complementarias por plazo de diez días.
- La demanda debe presentarse en el plazo de los veinte días hábiles siguientes a la
notificación de la providencia en que se emplace a ello; si no lo hiciere en dicho plazo,
el órgano judicial declarará de oficio la caducidad del recurso (no del trámite); pero el
escrito de demanda se admitirá y producirá sus efectos si se presentare dentro del
mismo día en que se notifique el auto declarando la caducidad.
- Si la demanda presentada incurriera en vicios formales, el Juzgado o Tribunal, de oficio
requerirá al recurrente para que los subsane en plazo de diez días; si no lo hiciere en
dicho plazo, se ordenará el archivo de las actuaciones, terminando el proceso.
Dentro de los cinco primeros días del plazo que se les confiera para contestar a la demanda, la
Administración demandada o los codemandados pueden formular escrito pidiendo la
inadmisibilidad del recurso en base a la incompetencia del órgano jurisdiccional o a alguna de
las causas de inadmisión previstas en el artículo 69 LJCA.
De dicho escrito habrá de darse traslado, lógicamente, al demandante, para que formule
alegaciones durante cinco días y, en su caso, subsane el defecto formal que se le impute.
El trámite de prueba puede ser instado por las partes, o decidido de oficio por el órgano
jurisdiccional:
- Solamente se podrá pedir el recibimiento del proceso a prueba por medio de otro en
los escritos de demanda y contestación y en los de alegaciones complementarias. En
dichos escritos deberán expresarse en forma ordenada los puntos de hecho sobre los
que haya de versar la prueba y los medios de prueba que se propongan.
- Si de la contestación a la demanda resultaran nuevos hechos de transcendencia para la
resolución del pleito, el recurrente podrá pedir el recibimiento a prueba y expresar los
medios de prueba que se propongan dentro de los cinco días siguientes a aquel en que
se haya dado traslado de la misma.
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- El juez o Tribunal puede acordar de oficio el recibimiento a prueba y acordar la
práctica de las que estime oportuno, tanto durante ese trámite como hasta el
momento en que el pleito sea declarado concluso para sentencia; si ello se hiciera
después del trámite de vista o conclusiones, las partes podrán alegar, durante tres
días, lo que estimen oportuno sobre la prueba practicada.
- Exclusión de la fase probatoria El Secretario judicial declarará concluso el pleito, sin
más trámite, para sentencia una vez contestada la demanda, salvo que el Juez o
Tribunal acuerde de oficio la práctica de prueba si el actor pide por otros, si en su
demanda que el recurso se falle sin la necesidad de recibimiento a prueba ni tampoco
de vista o conclusiones y la parte demandada no se opone-
Este trámite es potestativo y eventual, las partes pueden pedir que se prescinda de este
trámite y que, sin más, el pleito sea declarado concluso para sentencia.
a. Si se celebrase vista, en la misma se dará la palabra a las partes por su orden para que
de forma sucinta expongan sus alegaciones.
b. Si el trámite se desarrolla mediante conclusiones, el escrito deberá formularse en
plazo de diez días.
c. Tanto en la vista como en las conclusiones, las partes no podrán plantearse cuestiones
que no hayan sido suscitadas en los escritos de demanda y contestación.
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- Conciliación o transacción entre las partes.
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Cuando el órgano jurisdiccional hubiere decidido suspender la tramitación de uno o
más recursos que tuvieren idéntico objeto.
De carácter fundamentalmente oral y exclusivamente aplicable a los litigios que tramiten los
Juzgados de lo Contencioso-Administrativo.
No obstante, si el actor pide por otrosí en su demanda que el recurso se falle sin
necesidad de recibimiento a prueba ni tampoco de vista, el Secretario judicial dará
traslado de la misma a las partes demandadas para que la contesten en el plazo de
veinte días. Las partes demandadas podrán, dentro de los diez primeros días del plazo
para contestar a la demanda, solicitar la celebración de la vista. En dicho caso el
Secretario judicial citará a las partes al acto. En caso contrario, el Secretario judicial
declarando concluso el pleito sin más trámite una vez contestada la demanda.
Cuando se reciba el expediente, el juez dará traslado del mismo al demandante y a los
codemandados para que puedan instruirse de su contenido a efecto de formular
alegaciones en el acto de la vista (art. 78,4 LJCA).
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propondrán las pruebas y, una vez admitidas las que no sean impertinentes o
inútiles, se practicarán seguidamente con sujeción a las reglas establecidas en los
apartados 12 a 18 del mismo artículo de la Ley.
d. Tras la práctica de la prueba, se dará la palabra a los Letrados para fijar sus
conclusiones; y si asisten las personas que sean parte en el proceso (no sus
representantes) podrán solicitar del juez exponer de palabra lo que crean
oportuno para su defensa.
Terminada la vista, se firmará el acta que habrá de haberse ido levantado durante la
misma, debiendo el juez dictar sentencia dentro de los diez días siguientes.
- Dictada una sentencia se comunicará en el plazo de diez días al órgano que hubiera
realizado la actividad objeto del recurso; éste, en un idéntico plazo de diez días,
deberá acusar recibo de la comunicación e indicar al juez o Tribunal el órgano
responsable del cumplimiento del fallo; debiendo proceder, acto seguido, a llevarlo a
puro y debido efecto, poniendo en práctica lo que exija el cumplimiento de las
declaraciones contenidas en el mismo (art. 104,1 LJCA).
- En tanto no conste la plena ejecución del fallo, la Ley habilita a las partes para
promover cuestiones incidentales en orden a proponer y decidir cuestiones
instrumentales relativas a la ejecución, como la determinación del órgano
administrativo que ha de responsabilizarse de la misma, el señalamiento de un plazo
máximo para el cumplimiento del tallo y la fijación de los medios que han de utilizarse
y el procedimiento a seguir (art. 109,1 LJCA).
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- Si la Administración realizara alguna actividad material que contraviniera los
pronunciamientos del fallo, el juez o Tribunal, a instancia de los interesados, procederá
a reponer la situación al estado exigido por el fallo y determinará los daños y perjuicios
que ocasionare el incumplimiento (art. 108,2 LICA).
- Por fin, y como último recurso, el artículo 112 LJCA ordena al Tribunal, previa
audiencia de las partes y una vez transcurridos todos los plazos concedidos para el
total cumplimiento del fallo, adoptar las medidas necesarias para lograr la efectividad:
la imposición de multas coercitivas y el traslado de la cuestión a la jurisdicción penal
para la exigencia de las responsabilidades que correspondan (en concreto, por el delito
de desobediencia tipificado en el art. 410 CP).
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- Las sentencias firmes anulatorias de un acto administrativo que afecte a una
pluralidad indeterminada de personas deberán ser objeto de publicación en el
periódico oficial correspondiente a la Administración que lo dictó.
- Las sentencias anulatorias de una disposición general o de parte de la misma
deberán también publicarse en el mismo periódico oficial en que lo hubiera
sido la disposición anulada; y es desde la fecha de la publicación cuando surten
efectos generales (art. 72,2 LJCA).
- Las sentencias igualmente anulatorias de una disposición general o de parte de
la misma no afectarán por sí mismas a la eficacia de las sentencias o actos
administrativos firmes que lo hayan aplicado antes de que la anulación
alcanzara efectos generales, salvo en el caso de que la anulación del precepto
supusiera la exclusión o la reducción de las sanciones aún no ejecutadas
completamente.
El recurso de apelación.
I. Es un recurso ordinario.
Permite alegar cualquier infracción de la sentencia recurrida o de la
tramitación de la 1ª instancia (no hay motivos de impugnación tasados). Se
pueden discutir cuestiones jurídicas y de hecho (normalmente sobre la
valoración de la prueba ya practicada, pero, a veces, también practicando
nueva prueba).
II. Resoluciones apelables.
Autos y sentencias dictados por los órganos unipersonales de la jurisdicción
(Juzgados y Juzgados Centrales), correspondiendo su resolución,
respectivamente, a la Sala de lo Contencioso de su Tribunal Superior de
Justicia y de la Audiencia Nacional.
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- Las que resuelvan litigios entre Administraciones públicas y las que
resuelvan impugnaciones indirectas de disposiciones generales (art. 81,2
LICA).
Como regla general, el recurso de apelación tiene un efecto suspensivo que no impide,
sin embargo, la ejecución provisional del auto o sentencia recurridos, a instancia de las
partes favorecidas por los mismos y previa audiencia de las restantes por plazo de tres
días.
El recurso de casación.
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La regla general es que solo se pueden recurrir en casación las resoluciones contra las
que no quepa desde el principio ningún otro recurso (si es posible apelación, habrá
que interponer ese recurso, no el de casación; si se dejó pasar el plazo de apelación,
tampoco cabra casación). Pero, aun así, no todas las resoluciones contra las que no
quepa otro recurso son recurribles en casación.
Concreta las sentencias recurribles en casación el articulo 86 LJCA.
Dentro del plazo de treinta días conferido por el emplazamiento hecho por el
Tribunal a quo, el recurrente habrá de personarse y formular ante la Sala de lo Contencioso-
administrativo del Tribunal Supremo el escrito de interposición del recurso, escrito de fondo
ya, en el que habrá de expresar razonadamente el motivo o motivos en que se ampare,
citando las normas o la jurisprudencia que considere infringidas; si no lo hiciere, el recurso “se
declarará desierto” (esto es, por no interpuesto), devolviéndose las actuaciones a la Sala de
donde provinieren.
Realizados estos trámites, la Sala dictara sentencia dentro de los diez días siguientes.
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38. El 10 de septiembre de 2016 el Ayuntamiento de Jaén dicta resolución desestimando
en su totalidad la reclamación de responsabilidad patrimonial interpuesta por Alicia
solicitando una indemnización de 29.000€ por sus lesiones. La resolución se notifica
el 23 de septiembre de 2016. D. Alicia se propone recurrir la resolución. Determine
los plazos de que dispone para interponer el recurso contencioso-administrativo
contra la Resolución del Ayuntamiento contemplando todas estas posibilidades:
a) Que NO interponga recurso de reposición frente a la Resolución;
b) Que interponga recurso de reposición y el Ayuntamiento no hubiera contestado
expresamente;
c) Que interponga recurso de reposición y el Ayuntamiento lo desestime.
39. En el caso anterior, ¿ante qué órgano ha de interponerse D. Alicia el recurso y cuál
será la forma de interposición?
Se interpondrá mediante un escrito, reducido a dictar el acto y a solicitar que se tenga por
interpuesto el recurso; un escrito que carece, por tanto, de toda descripción de hechos y
fundamentación jurídica, y al que deben acompañarse cuatro tipos de documentos: En el caso
de Alicia dos de ellos son necesarios: el poder de representación del Procurador o Abogado
que comparece en nombre del recurrente, y la copia del acto que se impugna.
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