Editorial
ella,
EL porque de que te aprecie tanto
Hace unos 6 años, la
llegada al colegio Fray
Martin presentaba un
desafío; era el cambio de
casa, cambio de colegio,
cambio de amigos, el
cambio de mi mundo. No
quería ir al colegio los
primeros días de clases
pero a fuerza tuve que ir,
el primer día llegue tarde,
por suerte la profesora
solo me presento como
una nueva compañera y
fue cuando todos gritaron
-EHH!!- El que dio la voz
es un buen amigo hasta
ahora, y eso significó el
inicio de un buen año
escolar.
Yo llegaba de un colegio
muy querido por mi hasta
ahora pero la verdad es
que fui muy relaja el
tiempo que estuve ahí, al
llegar al Fray Martin, la
disciplina que este
desprendía me caía como
un gran balde de agua
fría, eso si me choco, me
daba pena que me
llamaran la atención
frente a mis compañeros
y me daba cuenta que
gracias a los profesores
podía dar más, así que
poco a poco tuve que ir
educando mi cuerpo,
teniendo mejores hábitos.
tampoco
El colegio Fray Martin hizo
de mí una niña
responsable que deseaba
llegar a mas, demostrar a
profesores y compañeros
que sus esperanzas
puestas en mi si valían la
pena, la verdad fue una
pieza difícil de empotrar
pero eso no importaba,
no importaba si mi forma
de ver las cosas era
diferente lo que
importaba era lo que
podía hacer con ese
nuevo punto de vista.
Yo si me siento muy
agradecida con contigo
por darme la virtud de la
responsabilidad. Y no solo
eso también de la
puntualidad, sé que hay
personas que llegaran
mucho más temprano que
yo pero igual me da
temor pasarme de la hora
acordada. Otro punto a tu
favor Fray Martin.
Es agradable el darte una
personificación, hablarte
como si fueras alguien
que me oye, la verdad yo
escribo para ti, no apara
el periódico mural, sigo
instrucciones de una gran
profesora que me enseña
en tus paredes aun, pero
escribo para
escribo para mí, para mí y
para ti.
Yo creo que la disciplina
que desbordas si ayudara
a todos los jóvenes que
pasan bajo ese manto, a
veces pesado pero a la
larga ni lo sentiremos
pero se habrá vuelto
parte de nuestra vida
cotidiana, donde ya no
repitamos amor, trabajo,
disciplina; pero lo
sintamos como una fuerte
llama necesaria en el
corazón. Yo sé que me
están preparando para
eso.
Te agradezco por haber
formado una
personalidad sobria,
paciente, algo
contradictoria pero
respetuosa en mi. Talves
muchos no noten lo que
hiciste por ellos pero lo
harán. No eres tu quien
exactamente logro esto,
fue con el apoyo de
grandes profesores,
compañeros ya rodeados
de tus enseñanzas y uno
que otro grito del
profesor Martin Murillo;
pero ellos son tu esencia,
tu el cuerpo y yo el fruto.
Espero pagar todo esto
siendo de bien para la
humanidad