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La 

familia se encierra en sí misma, restringe su actividad social y se perpetua el consumo.  La


persona con alcoholismo tiene problemas de comunicación, por un lado hay un mutismo absoluto
sobre este problema frente a la sociedad mientras que por otro lado el problema puede ser el
único tema de conversación dentro de la familia.
Las consecuencias en los hijos de padres o madres con un problema de alcoholismo pueden ser
las siguientes:
– Comportamientos antisociales: respuestas agresivas, hiperactividad, delincuencia y otros
problemas de conducta.
– Problemas emocionales y psicosomáticos como asma o eneuresis.
-Dificultades sociales, retraso escolar, dificultad de concentración, bajo rendimiento escolar y
absentismo escolar

Los efectos pueden advertirse a pesar de que los padres intenten ocultarlo a los demás miembros
de la familia. Sin embargo, las señales son evidentes.

Descuido de los hijos: el problema puede atraer tanto la atención de parte de los cónyuges, o
bien de los afectados, que conlleva a descuidar las necesidades de los hijos que dejan de recibir
cariño.

Pleitos y agresiones entre los miembros de la familia: la tensión del problema se traduce en
violencia, generalmente desencadenada entre los enfrentados y contra los hijos u otros miembros.

Preocupaciones y dudas respecto a cómo enfrentar el problema: se crea un ambiente de


inquietud ante la impotencia de no saber cómo resolver un asunto tan delicado.

Cambios en los sentimientos hacia el alcohólico: el generador del problema se vuelve objeto de
los diversos cambios de humor de quienes viven con él. Se puede ir de la compasión al rechazo.

Sentirse solo: el punto anterior genera tristeza en el alcohólico, se siente poco apoyado.

Problemas económicos: no existe ningún problema médico o social que no genere un gasto
económico en la familia.

Problemas de salud creados por la tensión: los miembros de la familia y quienes están


alrededor pueden ver cómo se desgasta su salud debido a la tensión que se genera por el
problema.

13 características de hijos con padres alcohólicos


1. Los hijos adultos de alcohólicos tienen que adivinar cuál es la conducta normal.
2. A los hijos de padres alcohólicos les cuesta trabajo llevar un proyecto a término.
3. Hijos de padres alcohólicos mienten cuando sería igual de fácil decir la verdad.
4. Tienden a juzgarse sin piedad.
5. Les cuesta trabajo divertirse
6. Se toman muy en serio a sí mismos.
7. Les cuesta trabajo mantener relaciones íntimas.
8. Reaccionan de modo exagerado a los cambios sobre los cuales no tienen dominio.
9. Constantemente tratan de obtener aprobación y afirmación.
10. Por lo general, se sienten diferentes de otras personas.
11. Tienden a ser súper-responsables o súper-irresponsables.
12. Son extremadamente leales, incluso ante pruebas de que tal lealtad no es
merecida. (esta es una de las psicopatologías más comunes)
13. Los hijos de padres alcohólicos tienden a ser impulsivos. Por ejemplo: se
involucran en un curso de acción sin pensar seriamente en otras conductas o en
las posibles consecuencias. Esta impulsividad los conduce a la confusión, a la
aversión a sí mismos y a la pérdida del dominio sobre su entorno. En
consecuencia destinan mucho tiempo para arreglar las discordias. (les cuesta
perdonar)

Al igual que la codependencia, el alcoholismo es un problema que se transmite de


una generación a otra, donde uno de los padres es el alcohólico y el otro el
codependiente.

El alcoholismo es un problema que va permeando la personalidad de poco a


poco; los hijos de familias alcohólicas se “acostumbran” a vivir en medio del caos y
el conflicto, de modo que las probabilidades de ser un agresor y/o agredido de
adultos.

Básicamente, los hijos replican la conducta de su historia familiar de adultos, ya


sea que ellos se conviertan en personas alcohólicas o bien estableciendo una
relación de pareja con una persona alcohólica.

La falta en muchas ocasiones de el equilibrio emocional, hará que estos niños, sufran
situaciones de desamor que les pueden marcar durante toda la vida, llegando incluso a rechazar
esa figura paterna o materna y mostrando conductas de apatía o de rebeldía, con pesadillas,
tristeza y aislamiento emocional.

Incluso en ocasiones cayendo en el consumo del alcohol u otras drogas y es que en ocasiones se
termina haciendo aquello miso que se rechaza, y además con la idea de que “a mi no me va a
pasar igual que a mi padre”.
Los Hijos de Alcohólicos

No. 17 (Revisado 5/99)

Uno de cada cinco americanos adultos vivió con un alcohólico mientras crecía. Los siquiatras de
niños y adolescentes saben que estos niños corren mayor riesgo de tener problemas emocionales
que los niños cuyos padres no son alcohólicos. El alcoholismo es común en las familias y los hijos
de alcohólicos tienen una probabilidad cuatro veces mayor que otros niños de convertirse en
alcohólicos. La mayoría de los hijos de alcohólicos han experimentado cierta forma de abandono o
abuso.

Un niño en este tipo de familia puede tener una variedad de problemas:


 Culpabilidad: El niño puede creer que es la causa primordial de que su padre/madre abuse
de la bebida.
 Ansiedad: El niño puede estar constantemente preocupado acerca de la situación en su
hogar. Puede temer que el padre alcohólico se enferme o se hiera, y puede también temer
a las peleas y la violencia entre sus padres.
 Vergüenza: Los padres pueden transmitirle al niño el mensaje de que hay un terrible
secreto en el hogar. El niño que está avergonzado no invita sus amigos a la casa y teme
pedir ayuda a otros.
 Incapacidad de establecer amistades: Como el niño ha sido decepcionado tantas veces por
el padre/madre que bebe, no se atreve a confiar en otros.
 Confusión: El padre alcohólico cambia de momento, va de ser amable a ser violento sin
ninguna relación con el comportamiento del niño. Una rutina regular diaria, tan importante
para el niño, no existe en su casa porque las horas de las comidas y de acostarse cambian
constantemente.
 Ira: El niño siente ira y rabia contra el padre alcohólico porque bebe tanto y suele estar
enojado también con el padre que no es alcohólico porque no le da apoyo o protección.
 Depresión: El niño se siente solo e incapaz de poder hacer algo para cambiar la situación.

Aunque el niño trata de mantener el alcoholismo en secreto, sus maestros, parientes, otros adultos
o sus amigos pueden darse cuenta de que algo está mal. Los siquiatras de niños y adolescentes
indican que los siguientes comportamientos pueden ser síntomas de un problema en el hogar,
como el del alcohol:

 El fracaso en la escuela y las ausencias frecuentes.


 La falta de amigos, el retraimiento de los compañeros de clase.
 El comportamiento delincuente, como el robar y la conducta violenta.
 Las quejas frecuentes de problemas físicos, como dolores de cabeza o de estómago.
 El abuso de bebidas alcohólicas o drogas.
 La agresión contra otros muchachos.
 El comportamiento de exponerse continuamente a riesgos.
 La depresión, o pensamientos o comportamiento suicida.

Algunos hijos de alcohólicos tratan de actuar como "padres" responsables de la familia y entre sus
amigos. Tratan de hacerle frente al alcoholismo convirtiéndose en personas controladas, que
tienen mucho éxito en la escuela, pero que viven emocionalmente aislados de otros niños y
maestros. Sus problemas emocionales no son aparentes hasta que se convierten en adultos.

No importa si sus padres están en tratamiento para el alcoholismo o no, estos niños y adolescentes
pueden beneficiarse de programas educativos y de grupos de ayuda mutua organizados para los
hijos de alcohólicos por "Al-Anon" y "Alateen". La ayuda profesional temprana es también
importante para prevenir problemas más serios para el niño, inclusive el alcoholismo. Los siquiatras
de niños y adolescentes ayudan a estos niños con sus problemas personales y también los ayudan
a entender que no son responsables de los problemas de sus padres.

El programa de tratamiento puede incluir la terapia de grupo con jóvenes en la misma situación, lo
cual reduce el aislamiento que sienten los hijos de alcohólicos. El siquiatra de niños y adolescentes
trabaja a menudo con toda la familia, particularmente cuando el padre alcohólico ha dejado de
tomar, para así desarrollar formas saludables de relacionarse entre los miembros de la familia.
Las parejas de alcohólicos son personas fuertes, pero también dependientes de la forma de beber
de su compañero; y eso, en algún momento de su vida, genera un desgaste en la relación.

En un inicio están pendientes de lo que le pueda ocurrir a su pareja, le prestan dinero, justifican su
ausencia en el trabajo, le permite muchas cosas. Pero a la larga, toda esta sobreprotección puede
conllevar a un descalabro en emocional por su forma de ingerir alcohol, pueden producirse
accidentes, verse afectada la economía del hogar por el pago de deudas, olvido de
responsabilidades… y si hubiera hijos, verse perjudicados.

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