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GEOLOGIA

La Geología es la ciencia que estudia la composición, estructura, dinámica e historia de la


Tierra, incluyendo sus recursos naturales (energía, minerales, agua…), así como los
procesos que repercuten en su superficie y, por tanto, en el medio ambiente.

La Geología no se reduce a la simple contemplación de una roca, mineral, fósil, o paisaje,


ni tampoco el estudio de los grandes desastres naturales. Es mucho más.

La Geología es una ciencia básica y fundamental para atender las necesidades de la


sociedad. Su impacto en nuestras vidas es directo y absoluto.

Nuestra sociedad se enfrenta actualmente a desafíos sin precedentes. Necesitamos dar


respuesta a las necesidades de un planeta cada vez más poblado y que, al mismo tiempo,
aspira a aumentar su nivel de vida. Y, todo ello, sin olvidar la sostenibilidad.

La única forma de atender a este reto es disponer de una fuerza laboral cualificada, formada
por profesionales de la Geología con una sólida formación, preparados para gestionar las
respuestas que nuestro planeta puede ofrecer ante las necesidades de la Humanidad.

La geología (del griego γῆ /guê/, 'Tierra', y -λογία /-loguía/, 'tratado')12 es la ciencia natural
que estudia la composición y estructura tanto interna como superficial del planeta Tierra, y
los procesos por los cuales ha ido evolucionando a lo largo del tiempo geológico.3

La misma comprende un conjunto de geociencias, así conocidas actualmente desde el punto


de vista de su pedagogía, desarrollo y aplicación profesional. Ofrece testimonios esenciales
para comprender la tectónica de placas, la historia de la vida a través de la paleontología, y
cómo fue la evolución de esta, además de los climas del pasado. En la actualidad la
geología tiene una importancia fundamental en la exploración de yacimientos minerales
(minería) y de hidrocarburos (petróleo y gas natural), y la evaluación de recursos hídricos
subterráneos (hidrogeología). También tiene importancia fundamental en la prevención y
entendimiento de fenómenos naturales como remoción de masas, en general terremotos,
tsunamis, erupciones volcánicas, entre otros. Aporta conocimientos clave en la solución de
problemas de contaminación medioambiental, y provee información sobre los cambios
climáticos del pasado. Juega también un rol importante en la geotecnia y la ingeniería civil.

La geología incluye ramas como la geofísica, la tectónica, la geología estructural, la


estratigrafía, la geología histórica, la hidrogeología, la geomorfología, la petrología y la
edafología.

Aunque la minería y las piedras preciosas han sido objeto del interés humano a lo largo de
la historia de la civilización, su desarrollo científico dentro de la ciencia de la geología no
ocurrió hasta el siglo XVIII. El estudio de la Tierra, en especial la paleontología, floreció en
el siglo XIX, y el crecimiento de otras disciplinas, como la geofísica con la teoría de las
placas tectónicas en los años 60, que tuvo un impacto sobre las ciencias de la Tierra similar
a la teoría de la evolución sobre la biología.

Por extensión, se aplica al estudio del resto de los cuerpos y materia del sistema solar
(astrogeología o geología planetaria).

La historia de la geología estudia el desarrollo a lo largo de la historia de la geología como


ciencia —que hoy se ocupa de la composición, estructura, historia y evolución de las capas
internas y externas de la Tierra y de los procesos que la conforman—. La geología, como
ciencia de la Tierra, comparte tronco común con muchas disciplinas que se han desgajado
de ella, o compartido campo, como la paleontología, la vulcanología, la sismología o la
geomorfología y por ello, parte de su historia es común con esas y algunas ramas más de la
ciencia.

Algunos de los fenómenos geológicos más visibles —terremotos, volcanes y erosión— así
como algunos temas de su estudio —rocas, minerales, menas y metales, piedras preciosas,
fósiles—han interesado a la humanidad desde siempre. El primer vestigio de tal interés es
una pintura mural que muestra una erupción volcánica en el Neolítico en Çatal Hüyük
(Turquía) que data del milenio VI a. C.. La antigüedad se preocupó poco de la geología, y
cuando lo hizo sus escritos apenas tuvieron influencia directa sobre la fundación de la
geología moderna. El estudio de la materia física de la Tierra se remonta a la antiguos
griegos, que conocían la erosión y el transporte fluvial de sedimentos, y cuyos
conocimientos compendia Teofrasto (372-287 a. C.) en la obra Peri lithon [Sobre las rocas].
En la época romana, Plinio el Viejo escribió en detalle sobre los muchos minerales y
metales que se utilizaban en la práctica, y señaló correctamente el origen del ámbar.

Algunos estudiosos actuales, como Fielding H. Garrison, opinan que la geología moderna
comenzó en el mundo islámico medieval, cuando la noción de capa aparece explícitamente
durante el período árabe clásico y de forma más clara en China, aunque esas contribuciones
tampoco influyeron en el nacimiento de la geología moderna. Abu al-Rayhan al-Biruni
(973-1048) fue uno de los primeros geólogos musulmanes, cuyos trabajos comprenden los
primeros escritos sobre la geología de la India, con la hipótesis de que el subcontinente
indio fue una vez un mar. El erudito islámico Avicena (981-1037) propuso una explicación
detallada de la formación de las montañas, el origen de los terremotos, y otros temas
centrales de la geología moderna, que proporcionan una base esencial para el posterior
desarrollo de esta ciencia. En China, el erudito Shen Kuo (1031-1095) formuló una
hipótesis para el proceso de formación de la Tierra, y basándose en su observación de las
conchas de los animales fósiles en un estrato geológico en una montaña a cientos de
kilómetros del mar, logró inferir que la Tierra se habría formado por la erosión de las
montañas y por la deposición de sedimentos.

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