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CELABRACION CONJUNTA

DOMINGO 28 DE FEBRERO DEL 2021


HORA: 5:00 PM

TEMA: DIOS NOS REGALA SU ESPÍRITU PARA QUE TENGAMOS VIDA EN


ABUNDANCIA
Guía: Hermanos, hermanas, celebremos juntos a Dios nuestro Padre por el regalo que
nos ha dado de su Espíritu, agradezcamos la vida en abundancia que nos ha dado en el
Sacramento del Bautismo, particularmente el de la Confirmación. Jesús cumple la
promesa de enviarnos su Espíritu que se ha hecho presente por medio de símbolos y
signos que se emplean en el momento de la celebración de los sacramentos. Así se nos
entrega Dios Padre, Hijo, y Espíritu Santo para darnos la verdadera vida en abundancia.

Oración: Oh Espíritu Santo amadísimo ven, ilumina nuestra inteligencia para conocerte,
enciende nuestro corazón para amarte y fortifica nuestra voluntad para corresponder
fielmente a tus santas inspiraciones.
VIDEO DE ORACION – Necesito de ti Señor.
https://www.youtube.com/watch?v=kR4krB3C_RE
LECTURAS Y DIALOGO:
Lectura: Yo he venido para que tengan vida y la tengan en plenitud (ver Jn 10,10).
El último día de la fiesta, que era el más solemne, Jesús, puesto en pie, exclamó con voz
potente: El que tenga sed, que venga a mí. Pues el que cree en mí tendrá de beber. Lo
dice la Escritura: “De él saldrán ríos de agua viva”.
Decía esto Jesús refiriéndose al Espíritu Santo que recibirían los que creyeran en El.
Todavía no se comunicaba el Espíritu, porque Jesús aún no había entrado en su gloria
(Jn. 7, 37-39; o Jn 14,16-17.26).

Juan 16:13 Pero cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda la verdad;


porque no hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oyere, y os hará
saber las cosas que habrán de venir.

Ese Espíritu Santo está habitando en la vida de todo hijo de Dios, cumpliendo con la
promesa dada por el Señor Jesús. El apóstol Juan nos dice que debemos vivir bajo su
dirección.

(2 Cr 7, 14): “Si mi pueblo, el pueblo que lleva mi nombre, se humilla y ora, y me busca
y abandona su mala conducta, yo lo escucharé desde el cielo, perdonaré su pecado y
restauraré su tierra. Mantendré abiertos mis ojos, y atentos mis oídos a las oraciones que
se eleven en este lugar.” 
Es, pues, tiempo de cambiar y regresar a Dios.
Mateo 28:19-20: Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en
el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las
cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del
mundo. Amén.
ORACION:
El Espíritu de Dios se mueve en mí, el Espíritu de Dios se mueve dentro de mi corazón.
-Espíritu Santo que eres luz y fuego, que das calor y vida. Ilumina, guía y enciende
nuestros corazones de tal manera que nos haga capaces de transformar por el amor, el
mundo en que vivimos.
Todos: Enciéndenos Espíritu Santo
– Espíritu Santo, que nos has ungido con el Óleo Santo el día de nuestro bautismo y lo
harás nuevamente el día de nuestra Confirmación, que nos vas a marcar con tu sello
dándonos la fuerza de tu Espíritu, fortalece nuestra debilidad con esta presencia tuya de
manera que seamos cristianos cada vez más auténticos, maduros en la fe y el amor.
Todos: Espíritu Santo, fortalécenos.
- Que mi alegría y caridad como cristiano sea como el perfume de olor agradable que nos
da el Espíritu Santo para que los que nos rodean.
Todos: Espíritu Santo ayúdanos a ser el buen olor de Cristo.
Por ti mi Dios, alabando voy, la alegría de ser tu testigo Señor.

Una oración para nuestra comunidad o iglesia en este tiempo de crisis - Dios de
ternura: En este tiempo de crisis, oramos por esta feligresía. Líbranos del deseo de
“volver a la normalidad”; ábrenos, más bien, a las oportunidades que tu Espíritu nos
ofrece en este tiempo de separación. Concede que, al terminar esta crisis, estemos más
conscientes y dispuestos a ayudar a los más vulnerables y aquellos de cuyo trabajo
siempre hemos dependido. Danos corazones creativos para asimilar e impulsar lo que
hemos descubierto, con nuevas maneras de conectarnos; y, cuando tú lo dispongas,
permite que podamos volver a congregarnos, con renovada certeza en tu lealtad y amor
perdurable, y fortalecidos para la obra que queda por hacer. Lo rogamos en el nombre de
Jesús. Amén.

Por los que padecen covid-19: Dios amoroso, esperanza del pobre y fuente de toda
salud: Mira con compasión a tus criaturas que sufren bajo el peso de esta pandemia.
Llénanos de amor a nuestros semejantes; líbranos de motivos partidistas al luchar por el
bienestar común, y fortalece a quienes laboran por nuestra salud. Por el médico de tu
creación, Jesucristo nuestra salud y salvación. Amén.

Por la presencia de Cristo Señor Resucitado: Mora en cada uno de nuestros corazones,
en cada enfermo del hospital, en todo el personal médico, en los sacerdotes y las pastoras,
en los gobernantes de las naciones y líderes cívicos, en la familia que está en casa, en
nuestros abuelitos, en la gente encarcelada, afligida, oprimida y maltratada, en personas
que hoy no tienen un pan para comer, en aquellos que han perdido un ser querido a causa
del coronavirus u otra enfermedad. Que Cristo Resucitado nos traiga esperanza, nos
fortalezca la fe, nos llene de amor y unidad, y nos conceda su paz. Amén
Una plegaria general por la misión - Dios de ternura: Te agradecemos el llamado a
ser embajadoras y embajadores de tu amor a todo el mundo. Abre nuestros corazones, día
a día, para ver y servir las necesidades que podamos satisfacer en nuestras comunidades y
vecindarios. Danos sabiduría para discernir y apoyar iniciativas y líderes que hacen
realidad tu sueño: la integridad de toda tu creación. Líbranos de la tentación del cinismo
y la desesperación, y danos valentía para vivir siempre con esperanza, sin importar cuán
impopular y contracultural eso parezca. Lo rogamos en el nombre de nuestro Señor
crucificado y resucitado. Amén.

Por protección divina: Asístenos con tu misericordia, oh Señor, en éstas nuestras


súplicas y oraciones, y dispón el camino de tus siervos para lograr la salvación eterna; a
fin de que, entre los cambios y riesgos de esta vida mortal, seamos siempre defendidos
por tu bondadosa y pronta ayuda; por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

Dios de infinita misericordia: Te damos gracias por Jesús nuestro Salvador, que nos
alimenta y nos da vida eterna. Aunque no puedo consumir los dones del pan y el vino, te
agradezco el haber recibido el sacramento de la presencia de Cristo, el perdón de los
pecados y todos los demás beneficios de la pasión de Cristo. Concédenos continuar para
siempre en la vida resucitada de nuestro Salvador, quien contigo y el Espíritu Santo, vive
y reina, un solo Dios, ahora y para siempre. Amén.

En unión, oh Señor, con tu pueblo fiel en cada altar de tu Iglesia, donde ahora se celebra
la Sagrada Eucaristía, deseo ofrecerte alabanza y acción de gracias. Recuerdo tu muerte,
Señor Cristo; proclamo tu resurrección; espero tu venida en gloria. Como no puedo
recibirte hoy en el Sacramento de tu Cuerpo y Sangre, te suplico que vengas
espiritualmente a mi corazón. Límpiame y fortaléceme con tu gracia, Señor Jesús, y deja
que nunca me separe de ti. Que pueda vivir en ti, y tú en mí, en esta vida y en la vida
venidera. Amén.

Creo, Señor mío, que estás realmente presente en el santo sacramento del altar. Te amo
sobre todas las cosas y deseo firmemente recibirte en lo más profundo de mi corazón;
pero, no pudiendo hacerlo ahora sacramentalmente, ven al menos espiritualmente a mí
corazón. Y como si te hubiera recibido, me abrazo y me uno todo a ti; no permitas,
Señor, que me separe de ti. Amén.
Tu que lo aclaras todo Espíritu Santo, Tu que me aclaras todo, que iluminas todos los
caminos para que yo alcance mi ideal. Tu que me das el don Divino de perdonar y olvidar
el mal que me hacen y que en todos los instantes de mi vida estás conmigo. Quiero en
este corto diálogo agradecerte por todo y confirmar que nunca quiero separarme de Ti,
por mayor que sea la ilusión material. Deseo estar contigo y todos mis seres queridos en
la gloria perpetua. Gracias por tu misericordia para conmigo y los míos. Gracias Dios
mío.

Oremos: Dios todopoderoso, Padre de nuestro Señor Jesucristo, que diste vida por el
agua y por el Espíritu Santo a estos hijos tuyos, y los libraste del pecado, escucha nuestra
oración y envía sobre ellos el Espíritu Santo. Amén.

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