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El libro analiza la relación entre el espectador y el arte, cuestionando la pasividad del espectador. Algunas teorías proponen involucrar más al espectador haciéndolo participar y pensar críticamente, mientras que otras buscan que pierda la distancia y disfrute la obra. Rancière argumenta que el espectador debe dejar de ser mero observador y convertirse en participante activo, acabando con su pasividad.
El libro analiza la relación entre el espectador y el arte, cuestionando la pasividad del espectador. Algunas teorías proponen involucrar más al espectador haciéndolo participar y pensar críticamente, mientras que otras buscan que pierda la distancia y disfrute la obra. Rancière argumenta que el espectador debe dejar de ser mero observador y convertirse en participante activo, acabando con su pasividad.
El libro analiza la relación entre el espectador y el arte, cuestionando la pasividad del espectador. Algunas teorías proponen involucrar más al espectador haciéndolo participar y pensar críticamente, mientras que otras buscan que pierda la distancia y disfrute la obra. Rancière argumenta que el espectador debe dejar de ser mero observador y convertirse en participante activo, acabando con su pasividad.
El libro de El espectador emancipado tiene su origen en el libro de el
maestro ignorante, el cual trataba la teoría de que una persona sin conocimiento sobre una materia, puede enseñarle la materia a otra persona que también la desconoce, desechando así la idea de que siempre debe de haber la jerarquía entre maestro y alumno para enseñar conocimientos, de tal forma demostraba la igualdad intelectual. En este libro se cuestionará la relación entre el espectador y el arte en cualquier ámbito que ponga un cuerpo en acción delante de un público. La paradoja del teatro es que sin espectador no hay teatro, entonces debe de haber por lo menos una persona que lo vea o ser grabado, en el caso de que no haya espectador, tampoco puede haber critica. Aunque para los acusadores ser espectador es malo, ya que mirar es lo contrario de conocer, de tal forma que el que esta visionado la obra solo ve la apariencia, y no conoce el proceso que hay detrás o la realidad. Y, en segundo lugar, la persona que ve la obra esta haciendo lo contrario a actuar ya que se encuentra inmóvil, por ende, ser espectador es estar alejado de conocer y de actuar. Esto da como resultado la reflexión de que el teatro debe de ser suprimido pues es una escena dotada de ilusión y de pasividad que te aleja de conocer y de actuar. En el teatro se visualiza lo que conforma la ignorancia, que es, la enfermedad, el deseo y el sufrimiento de otras personas. Rancière afirma que ha de haber un nuevo teatro sin espectadores, no uno con butacas vacías, sino que los espectadores no sean meros observadores, de tal forma que participen en la acción realizada por los actores y se conviertan en participantes activos. Para esto hay teorías que afirman que hay que evitar que el espectador se quede embriagado por la belleza y que también deben de dejar de sentir empatía por lo que les sucede a los personajes. Y mostrarles un espectáculo raro y extraño donde el visionario deberá de buscarle el sentido a lo que esta sucediendo, forzando de esta manera a acabar con la actitud pasiva que tenía; o bien se les podrá un dilema en el que deberán de pensar y evaluar su sentido de juicio. Sin embargo, hay otra teoría que dice todo lo contrario ósea, que espectador debe de perder toda la distancia, disfrutar de sus energías vitales al ver el espectáculo y abdicar de la posición del que mira. Ambas teorías han servido para reformar el teatro, incluso se han mezclado para buscar una solución. Platón quería que sustituir a los espectadores ignorantes por personajes performáticos que en el momento que hubiera música, estos también bailaran a son de ella incorporándose a una danza colectiva. Los reformadores del teatro han reformulado la oposición entre la verdad del teatro y el simulacro del espectáculo. La base teórica de la crítica del espectáculo se ha sacado de la reflexión de Marx hacia la religión, este decía que la contemplación de la apariencia separada su verdad es el espectáculo del sufrimiento producido por esta separación. El teatro es el responsable de volver pasivos a sus espectadores y también de no ejercer bien su tarea comunitaria, por lo cual se busca solucionar el problema y devolverla a el espectador su consciencia y su participación en la obra. De esta manera la escena y la performance teatrales se convierten en una mediación entre el espectáculo pasivo y el verdadero teatro.
La metáfora del abismo es la metáfora que explica la diferencia de que es
consciente de que es ignorante y el que no sabe que lo es. Y por eso de manera habitual el profesor enseña de entrada a el alumno su propia incapacidad, y así el maestro verifica su inteligencia y la desigual de inteligencias, esta verificación interminable es lo que Jacotot llama embrutecimiento. Jacotot opta por la emancipación intelectual, donde se consideran todas las inteligencias iguales, afirmando que el ser humano aprende a través de la observación y comparando con otra cosa. La distancia que tiene que recorrer un ignorante es la distancia entre las cosas que sabe y las que ignora, pero que puede aprender igual que ha aprendido el resto. El maestro ignorante que ayuda a el alumno a recorrer el camino, no tiene este nombre por que no sepa, sino porque ha abandonado el saber de la ignorancia y ha separado de este modo su saber. El profesor, no enseña su saber, pide que se aventuren en el saber a sus alumnos, eliminando de esta manera la desigualdad de inteligencias. La emancipación tanto del espectador como del alumno comienza cuando eres capaz de cuestionarte la oposición entre mirar y actuar. En este método el alumno aprende algo que el maestro no sabe porque se obliga a comprar y verificar las cosas, pero no aprende el saber del maestro.
Se podría relacionar este texto con muchos artistas performáticos, actores
de teatro o bailarines, pero he decidido relacionarlo con la artista Esther Ferrer, artista española interdisciplinar, centrada en el performance art y considerada una de las mejores artistas españolas de su generación, participe del grupo ZAJ. Esta artista es conocida por las performances que ha creado, en ellas ella explica que tiene pensado una idea pero que conforme va haciendo la acción va improvisando y está abierta a tomar otra dirección si el ambiente de la acción va cambiando. También efectúa performances donde interactúa con el publico para que dejen de ser pasivos, ya sea manteniendo un dialogo con ellos o haciendo que estén en movimiento siguiendo su preformas por una calle o por un lugar. Ella tiene encueta tres putos en su obra, el tiempo el espacio y la persona, por lo que si nadie viera su performance grabas o en persona o no hubiera un cuerpo realizando una acción no habría performance. Es decir, Esther es una artista que con cada obra que crea busca alejar al publico de ser un mero espectador y busca la participación que reclama el libro un espectador emancipado bien sea dialogando o moviéndose y participando en la obra. Por otra parte, sus obras al tener un trasfondo mayor a lo que simplemente se ve, te evoca a buscar información sobre ella y sobre qué temas trata la artista, y que pretende trasmitir de esta manera, entonces, vuelves a dejar de ser un visionario embriagado por la belleza para formar parte de la obra buscando información sobre ella y nutriéndote de conocimientos y verdad. En el caso de que a pesar de los esfuerzos de la artista sigan sin dejar de ser un público inmóvil, sucederán escenas como las que le han sucedió en su pasado, que ante el desconcierto de la performance el público tuvo acciones violentas hacia ella, demostrado así la gran ignorancia que tiene hacia el arte. Esta artista es un maestro ignorante porque ella te deja que busques y compares con lo que sabes para que comprendas lo que estás viendo igualando de esta manera las inteligencias.