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Trabajo Final
Consigna:
Para el desarrollo del siguiente escrito nos plantearemos la pregunta problema la cual sería:
¿Cuáles son las dificultades fenomenológicas a partir en el siglo XX?, en donde trataremos
de dilucidar a partir de la unidad numero dos, desde la perspectiva fenomenológica a través
de Edmundo Husserl1, Emanuel Levinas2, Martín Heidegger3y Jean-Paul Sartre4
1
Edmund Gustav Albrecht Husserl (Prossnitz, 8 de abril de 1859-Friburgo, 27 de abril de 1938) fue un
filósofo y matemático alemán
2
Emmanuel Lévinas o Levinas (Kaunas, 12 de enero de 1906-París, 25 de diciembre de 1995) fue un filósofo
y escritor lituano de origen judío. Desarrolló su trabajo en Francia e Italia, con breves estancias intelectuales
en Austria
3
Martin Heidegger (pronunciación en alemán: 26 de septiembre de 1889-Friburgo, Baden-Wurtemberg; 26
de mayo de 1976) fue un filósofo alemán. Es considerado el pensador y el filósofo alemán más importante
del siglo XX
4
Jean-Paul Charles Aymard Sartre (París, 21 de junio de 1905-Ib., 15 de abril de 1980), conocido
comúnmente como Jean-Paul Sartre, fue un filósofo, escritor, novelista, dramaturgo, activista político,
biógrafo y crítico literario francés, exponente del existencialismo, posmodernismo y del marxismo
5
Johann Heinrich Lambert, o Jean-Henri Lambert (Mülhausen, 26 de agosto de 1728-Berlín, 25 de
septiembre de 1777), fue un matemático, físico, astrónomo y filósofo alemán de origen francés.
6
Immanuel Kant (Königsberg, Prusia; 22 de abril de 1724-ibídem, 12 de febrero de 1804) fue un filósofo y
científico prusiano de la Ilustración
7
Georg Wilhelm Friedrich Hegel, nació en el seno de una familia de la pequeña burguesía el 27 de agosto de
1770, en Stuttgart, Prusia, actual Alemania, fue un filósofo del Idealismo alemán, el último de la Modernidad
fenomenología a una de las corrientes filosóficas mas importante del siglo XX, la cual
surgió con el intento de superar al idealismo alemán8, conjuntamente con el positivismo9,
las cuales fueron las corrientes filosóficas dominante durante el siglo decimonónico (XIX)
y también a la corriente irracionalista10, que se había opuesto a las anteriores. El objetivo de
Husserl era recuperar el ideal europeo de una ciencia universal totalmente fundamentada,
ya que las ciencias empericas se habían volcado sobre los objetos, olvidándose del sujeto,
siendo este la única fuente de sentido y universalidad, donde las ciencias se habían ido
alejando cada vez mas de la conciencia reflexiva del mundo de la vida y así podrá ser
superada la crisis de sentido por el que pasan las ciencias.
Para alcanzar una ciencia rigurosa y fundamentada hay que ir a las cosas mismas, esas
cosas son los fenómenos que acontecen en la conciencia es decir las cosas mismas significa
ir a las vivencias de la conciencia, la cual es siempre conciencia de un fenómeno y todo
fenómeno existe en una conciencia.
Siguiendo con lo escrito anteriormente, estos fenómenos que ocurren en nuestra conciencia
son intersubjetivos, es decir pueden ser observado por distintos sujetos de la misma forma,
ahora bien, estos sujetos reconocen al otro de la misma forma o sea el reconocimiento
intersubjetivo, este problema había aparecido en la filosofía política de J. G. Fichte11, según
este filosofo , “la intuición de la figura del cuerpo humano nos obliga a reconocer al otro
como un ser racional, semejante a nosotros y con iguales derechos” (Clase N° 3, 2021,
pág. 2), pero como se reconoce que un objeto determinado es un cuerpo humano, Fichte nos
8
El Idealismo alemán es un movimiento filosófico que tiene como elemento fundamental la estructura
dialéctica (Tesis, antítesis, síntesis), es una escuela filosófica que se desarrolló en Alemania a finales del siglo
XVIII y comienzos del siglo XIX, surgió a partir de la obra de Immanuel Kant en los años 1780 y 1790,
vinculado estrechamente con el Romanticismo, la Ilustración y el contexto histórico de la Revolución
francesa y las posteriores guerras napoleónicas. Los principales pensadores del movimiento fueron, además
del propio Kant: Fichte, Schelling y Hegel
9
Auguste Comte, fundador de la doctrina positivista. El positivismo o filosofía positiva es una teoría filosófica
que sostiene que todo conocimiento genuino se limite a la interpretación de los hallazgos «positivos», es
decir, reales, perceptibles sensorialmente y verificables
10
Irracionalismo. Doctrina filosófica que comprende a todas aquellas teorías que niegan el primado de la
razón, entendiendo por tal al entendimiento humano en su función discursiva. En sus posturas más
extremas, el irracionalismo sería con frecuencia una reacción al exagerado racionalismo dominante en
muchos filósofos y pensadores a partir de Descartes, y que perdura en diversos ambientes y corrientes hasta
el siglo XX. Representantes Arthur Schopenhauer, Friedrich Nietzsche
11
Johann Gottlieb Fichte (Rammenau, 19 de mayo de 1762-Berlín, 29 de enero de 1814) fue un filósofo
alemán de gran importancia en la historia del pensamiento occidental. Como continuador de la filosofía
crítica de Kant y precursor tanto de Schelling como de la filosofía del espíritu de Hegel, es considerado uno
de los padres del llamado idealismo alemán
dice que la naturaleza ha resuelto este problema a través de la experiencia, en donde nadie
ante la presencia de otro ser humano sale inmediatamente corriendo, según Fichte hay que
ir más allá y encontrar también en la propia conciencia el fundamento de la experiencia,
existiendo dos alternativa: el dogmatismo el idealismo, el primero, al admitir la cosa en sí
más allá del pensamiento, priva al yo de su libertad y espontaneidad, pues queda limitado
por ella, aparte de que no queda claro como algo que no es espíritu o conciencia pueda
influir en la conciencia, en cambio en el idealismo, solo admite representaciones que
emanan todas del “yo”, por lo tanto este permanece independiente y libre.
Fichte comprende el cuerpo como una esfera de libertad y un medio para la ejecución de las
acciones libres del yo, en donde dentro de la esfera que corresponde a un cuerpo una
persona actúa según su voluntad, cada determinación de la voluntad lleva a una acción
inmediata de un movimiento del cuerpo, el cual además de constituir un medio para la
realización de la voluntad en el mundo sensible, también cumple la función de permitir el
reconocimiento del otro.
También existen otras posiciones del reconocimiento del otro dentro de la filosofía
Moderna, por ejemplo, la de G.W.F. Hegel, el cual considera que el reconocimiento entre
los seres humanos es siempre a través de una lucha, donde solamente aquel que la lleva a
cabo e impone su voluntad a otro hombre consigue su reconocimiento. Por otro lado, Rene
Descarte12 plantea las dificultades del reconocimiento de otros, en donde no debemos
confiar en los sentidos porque habitualmente nos engañan sobre la realidad; también John
Locke13 desde una perspectiva diferente con un criterio empirista basado en la percepción
de los sentidos se preguntaba por los límites de la esencia humana, argumentando que
ninguna de las definiciones que tenemos de la palabra hombre puede ser tan exacta y
perfecta para satisfacer a una persona y obtener un asentimiento universal.
En Husserl el reconocimiento del otro se comprende como una vivencia originaria, que
fundamente un mundo objetivo siendo este natural y cultural, compartido por otros
hombres.
Mi cuerpo vivo y físico tiene en mi esfera primordial, en tanto que referido a sí mismo, el
modo de estar dado del «aquí» central. Todos los demás cuerpos físicos —y, por lo tanto, el
cuerpo del «otro»— tienen el modo «allí». (Husserl, pág. 180)
El cuerpo físico que pertenece a mi mundo circundante primordial (el del que luego será el
otro) es para mí cuerpo físico en el modo «allí». Su modo fenoménico no se parifica en
asociación directa con el modo fenoménico que realmente tiene en cada caso mi cuerpo
vivo (en el modo «aquí»), sino que evoca reproductivamente otro inmediatamente
semejante de entre los fenómenos que pertenecen al sistema constitutivo de mi cuerpo vivo
como cuerpo físico en el espacio. (Husserl, pág. 182)
En el fondo, tampoco entiendo aún y sólo a regañadientes reconozco que yo mismo, que me
pongo a mí en tanto que hombre y persona humana «entre paréntesis», haya sin embargo de
seguir conservándome en cuanto ego. No puedo, pues, saber aún nada de una
intersubjetividad trascendental; yo, el ego, me tengo espontáneamente por solus ipse 14, y
sigo todavía considerando a todo el acervo constitutivo —ya una vez que he adquirido una
primera inteligencia de los rendimientos constitutivos— como contenido meramente propio
de este ego único. (Husserl, pág. 220)
Son rnetafísicos, si es cierto que hay que llamar rnetafísicos a los conocimientos últimos
sobre el ser. Pero aquí de nada se trata menos que de metafísica en el sentido habitual, en
tanto que esta última es una metafísica degenerada históricamente, que en absoluto se
adecúa al sentido con el que fue fundada originariamente la metafísica como «Filosofía
Primera». La índole puramente intuitiva, concreta y, además, apodíctica que tienen las
comprobaciones de la fenomenología da de lado a todas las «aventuras meta-físicas», a
todos los delirios especulativos (Husserl, pág. 207)
14
El solipsismo (del latín: [ego] solus ipse; traducible al español de forma aproximada como solamente yo
existo) es la creencia metafísica de que lo único de lo que uno puede estar seguro es de la existencia de su
propia mente, y la realidad que aparentemente le rodea es incognoscible y puede, por un lado, no ser más
que parte de los estados mentales del propio yo
15
Tengo vergüenza de lo que soy. La vergüenza realiza, pues, una relación íntima mía
conmigo mismo: he descubierto por la vergüenza un aspecto de mi ser. Empero, aunque
ciertas formas complejas y derivadas de la vergüenza puedan aparecer en el plano reflexivo,
la vergüenza no es originariamente un fenómeno de reflexión. En efecto, cualesquiera que
fueren los resultados que deban tenerse en la soledad por la práctica religiosa de la
vergüenza, pues la vergüenza, en su estructura primera, es vergüenza ante alguien. (Sartre ,
1954, pág. 143)
Sartre nos dice además, que el prójimo se nos aparece en la realidad cotidiana a través de la
mirada donde mi conexión con el es la posibilidad de ser visto y observado por el, dónde la
relación de mi ser-objeto para otro, debo poder percibir al otro como sujeto, donde yo no
puedo ser objeto para otro objeto:
He señalado que yo no podría ser objeto para un objeto: es menester una conversión radical
del prójimo, que lo haga escapar a la objetividad. No podría yo, pues, considerar la mirada
que otro me lanza como una de las manifestaciones posibles de su ser objetivo: el prójimo
no puede mirarme como mira al césped. Y, por otra parte, mi objetividad no podría resultar
para mí de la objetividad del mundo, ya que, precisamente, yo soy aquel por quien hay un
mundo; es decir, aquel que, por principio, no puede ser objeto para sí mismo. Así, esa
relación que llamo «ser-visto-por-otro», lejos de ser una de las relaciones significadas, entre
otras, por la palabra hombre, representa un hecho irreducible que no podría deducirse ni de
la esencia del prójimo-objeto ni de mi ser-sujeto. (Sartre , 1954, pág. 164)
Levinas entiende por epifanía del rostro el reconocimiento del otro esta visión inaugura el
discurso original, cuya primera palabra es una obligación de interioridad del Yo, el rostro
humano inicia aquí un discurso lo cual obliga a entrar en el discurso y que instaura la
verdadera universalidad de la razón, en este sentido la ética precede a la ciencia y a la
ontología, donde el lenguaje como intercambio de ideas sobre el mundo presupone el
carácter originario del rostro, sin esto no podría comenzar.
Este autor nos dice que ser, se expresa a través del rostro se impone, porque llama desde su
hambre, su miseria y su desnudez, sin que no se pueda oír a su llamada, en esta expresión
procedente el ser que se impone no limita mi libertad, sino que la origina en la medida que
fomenta, mi propia bondad.
El acceso a otros seres por medio de la visión implica un dominio y una labor de poder
sobre ellos, es por este motivo que la cosa observada se convierte en un dato, en cambio el
rostro se resiste a ser transformado, tampoco puede ser visto o tocado, porque en la
sensación visual o táctil la identidad del Yo, termina por envolver la alteridad del objeto.
El rostro siendo una cosa entre cosas, trasciende la forma que lo delimita en el cual el rostro
me habla y por eso me invita a una relación sin paralelo.
El filosofo del cual nos ocuparemos es Martín Heidegger, el cual para su investigación
sobre el sentido del ser y la temporalidad utilizo el método fenomenológico, donde la
expresión fenomenología para este filosofo significa ¡a las cosas misma! esta consigna una
oposición a todas las construcciones artificiales, a todos los descubrimientos accidentales a
la adopción casual de conceptos poco rigurosos, pero también entiende por fenomenología
a una ciencia fundamental de los fenómenos.
Para Heidegger el método fenomenológico significa método que permite ver lo que se
muestra por sí mismo, siendo este el sentido formal de la fenomenología.
El término «fenomenología» expresa una máxima que puede ser formulada así: «¡a las
cosas mismas!» —frente a todas las construcciones en el aire, a los hallazgos fortuitos,
frente a la recepción de conceptos sólo aparentemente legitimados, frente a las
pseudopreguntas que con frecuencia se propagan como «problemas» a través de
generaciones. Pero, podría objetarse que esta máxima es demasiado obvia y que, por otra
parte, no hace más que expresar el principio de todo conocimiento científico. (Heidegger,
1927, pág. 26)
La fenomenología de acuerdo con su forma y su contenido es la ciencia del ser de los entes
o sea ontología, donde la fenomenología de la existencia es siempre una hermenéutica la
cual se refiere a una tarea de interpretación, en tanto la pregunta por el sentido de un ser
tiene preeminencia ontológica sobre los otros entes, donde el ser y su estructura están por
encima de todos los entes, siendo este (ser) esencialmente trascendencia.
A modo de cierre podemos decir a través de los diferentes autores aquí expuesto que las
estructuras que se obtienen a través del método fenomenológico son consideraras
universales, es idénticas en todos los sujetos, esas mismas estructuras posibilitan el
conocimiento universal y necesario, constituyen el sujeto racional puro, el sujeto
trascendental.
lleva a la comprensión.
Bibliografía
Clase N° 3. (2021). LA FENOMENOLOGÍA: RECONOCIMIENTO E INTERSUBJETIVIDAD. Auilmes Bs As:
Univesidad Nacional de Quilmes .
Lévinas, E. (2009). Humanismo del otro Hombre. Buenos Aires: Siglo XXI Editores .