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REPUBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

UNIVERSIDAD BICENTENARIA DE ARAGUA


VICERRECTORADO ACADEMICO
DECANATO DE INVESTIGACION, EXTENSION Y
POSTGRADO

UNIDAD I
La Responsabilidad del Estado y Derecho Público
Actividad Formativa No 1

Autor: Abg. Isabel Bernabela Zúñiga


C.I:12.605.704.
INTRODUCCIÓN

Para el informe escrito basado en un análisis de esta actividad sumativa Nro.1,


de la unidad 1, fundamentados en el contenido programático especificado en el
núcleo temático I, donde analizaremos con nuestras propias palabras, en cada
uno de los tópicos, sugeridos, caracterizando y citando un ejemplo de cada uno de
ello, sobre el tema de la Responsabilidad del Estado y Derecho Público, donde
tenemos se debe que dar respuesta a estos tópicos como Definición y
fundamento constitucional de la Responsabilidad del Estado, Alcance, ámbito de
aplicación y Tipos de Responsabilidad del Estado y Responsabilidad Patrimonial
por Error Judicial, según las instrucciones especificadas en el contenido
programático.

En el análisis desarrollaremos aspectos de cada uno de estos temas a


analizar, en una tarea de desarrollo intelectual, con la finalidad de generar
conocimiento fundado y justificado sobre la ontología aprehensible del
conocimiento, sobre este aprendizaje demostrativo como experiencia trascendente
en su formación intelectual, investigativa y productiva de la Responsabilidad del
Estado y Derecho Público en el cual se sustenta.

Ahora bien, del mismo modo, podemos decir que el Estado venezolano tiene
una Responsabilidad trascendente como ente del Estado lo cual tiene la obligación
importante como se explicara durante el análisis que pesa sobre éste como lo es
reparar los daños causados toda vez que una persona que ha sufrido un daño ya
sea, material o moral, producido directamente por el Estado.

En la responsabilidad del Estado la cual se basa en el principio de que todo


daño causado ilícitamente por él debe ser reparado de buena fe, y la cual podría
llamársele así para señalar que es un tipo de responsabilidad que se traduce en
una reparación pecuniaria. y luego a través de los diferentes organismos y entes
respectivos que tienen el deber de proteger a los ciudadanos que se encuentren
potencialmente en estado de vulnerabilidad, garantizando así el derecho a la vida,
esto en concordancia con el mandato constitucional establecido en la Constitución
de la República Bolivariana de Venezuela en su artículo 140.

En este informe basado en el análisis la Definición y fundamento constitucional de


la Responsabilidad del Estado. Podemos definir la responsabilidad del Estado
venezolano como el deber de proteger a los ciudadanos que se encuentren
potencialmente en peligro, garantizando así el derecho a la vida, donde toda vez
que una persona que ha sufrido un daño ya sea, material o moral, producido
directamente por el Estado, y deba ser indemnizada por él, esto en concordancia
con el mandato constitucional establecido en la Carta Magna y su artículo 140,

La problemática de la responsabilidad del Estado y de sus funcionarios


públicos, conjuntamente con la protección administrativa y jurisdiccional de los
administrados, constituye uno de los puntos esenciales del derecho administrativo.
Cuando el Estado dicta un acto antijurídico, existirá la posibilidad de impugnarlo en
sede administrativa (procedimiento administrativo) o judicial (derecho procesal
administrativo); pero, además, será necesario indemnizar el perjuicio ocasionado,
haciendo efectiva la responsabilidad pecuniaria del funcionario autor del daño y
del Estado.

Consideramos que la responsabilidad de los funcionarios públicos debe


plantearse juntamente con la del Estado, a fin de destacar la necesidad no sólo de
indemnizar el daño lo que puede hacerlo tanto uno como el otro, y generalmente lo
hará el Estado, sino también de castigar al verdadero responsable de aquél, que
es en la generalidad de los casos el funcionario que lo cometió. La inexistencia de
responsabilidad civil de los funcionarios públicos significa en la práctica otorgarles
impunidad para seguir cometiendo los mismos daños, y de ahí la fundamental
importancia que tiene para la vigencia de los derechos individuales; entendemos
por ello, en suma, que el problema de la responsabilidad del Estado nunca debe
considerarse separadamente del problema de la responsabilidad de los
funcionarios públicos. Al final de este capítulo, en consecuencia, trataremos de la
coordinación de ambas responsabilidades
El fundamento de la responsabilidad del Estado se encuentra en la justicia y los
principios derivados de ella. Se trata de principios generales del derecho
pertenecientes al derecho natural, que han tenido recepción en el ordenamiento
positivo constitucional.

Igualmente, el nuevo diseño constitucional modificó la redacción y ubicación de


la norma rectora constitucional del régimen de la responsabilidad patrimonial del
Estado venezolano, es decir el artículo 140, lo cual tiene alta incidencia frente al
nuevo esquema del Poder Público al que hemos aludido. La Constitución de 1999
estableció en su artículo 140, la norma que se considera piedra angular de todo el
sistema de responsabilidad patrimonial del Estado, ubicándola esta vez en su
Título IV Del Poder Público, Capítulo I, Disposiciones Fundamentales, Sección
Primera, De las Disposiciones Fundamentales. Tal dispositivo constitucional
establece lo siguiente: “El Estado responderá patrimonialmente por los daños que
sufran los o las particulares en cualquiera de sus bienes y derechos, siempre que
la lesión sea imputable al funcionamiento de la Administración Pública”.

·   Cuando analizamos el Alcance de Responsabilidad del Estado, en la


Constitución, el ámbito de responsabilidad patrimonial de la Administración se
extiende, de acuerdo con su artículo 140, "a todo daño sufrido por los particulares
en cualquiera de sus bienes y derechos, siempre que la lesión sea imputable al
funcionamiento de la Administración Pública", lo cual implica la consagración de la
responsabilidad, patrimonial e integral de la Administración, cuando con ocasión
del cumplimiento de sus cometidos, ha generado daños y perjuicios a los
administrados, siendo intrascendente que dichos daños se hayan producido por el
funcionamiento normal o anormal de la Administración, a los fines de su deber de
repararlos.

De acuerdo al texto del artículo 140 es fundamental, los elementos


constitutivos que deben concurrir para la procedencia de la responsabilidad de la
Administración, Ello se basa en la idea de que todo daño que no reconoce por
origen una conducta culpable y antijurídica no debe ser indemnizado porque se
trata de un daño fatal e inevitable, poco menos que asimilable al “caso fortuito” o la
“fuerza mayor;” se sostiene entonces en esa concepción que no todo daño
económico es un daño jurídico, esto es, indemnizable. Pero ocurre que con el
progreso técnico aumentan día a día las ocasiones de daño, muchas veces no
culpable, anónimo casi, y el ciudadano de hoy no está ya más dispuesto, en el
decir de Rick, a “vivir peligrosamente;” uno de los postulados del Estado de
bienestar tiene que ser, sin duda, el lograr la indemnización de la mayor parte
posible de los daños sufridos por una persona sin su culpa.

Con respecto al ámbito de aplicación se refiere al Derecho Público y Privado,


el tratadista argentino Gordillo, manifiesta que no necesariamente el sistema de
responsabilidad del Estado hay que analizarlo desde el punto de vista de la
responsabilidad civil. Queda con esto dicho que no son de aplicación los criterios y
principios elaborados por el derecho civil, ya que el derecho público, en particular
la jurisprudencia, ha debido elaborar una serie de principios específicos para
regular la responsabilidad del Estado. Se la llama todavía, a veces,
responsabilidad “civil” del Estado, pero ello es un eufemismo, porque ni se trata de
la clásica “responsabilidad” del derecho privado, ni es tampoco “civil” en el sentido
de regirse por las normas de dicho Código. (Estas normas son invocadas, pero
con una constante modificación en atención a los principios del derecho público, lo
que hace ya inexacto que podamos hablar en rigor de “responsabilidad civil.”) A lo
sumo podría llamársela así para señalar que es un tipo de responsabilidad que se
traduce en una reparación pecuniaria, esto es, en una indemnización de los daños
y perjuicios ocasionados por la acción estatal.

Tipos de Responsabilidad del Estado se puede clasificar en Contractual y


Extracontractual, la cual se subclasifica en Legislativa, Judicial y Administrativa. El
caso que aquí nos concierne es el de la responsabilidad extracontractual, es decir,
aquella que surge no de la violación de una obligación contractualmente, es decir,
de mutuo acuerdo, contraída la que corresponde estudiar al referirse a los
contratos administrativos, sino de una conducta cualquiera de los órganos del
Estado no referida a un acuerdo previo de voluntades con el sujeto damnificado.
Esa responsabilidad extracontractual puede originarse en un acto o hecho
legislativo, judicial o administrativo.

En el caso que aquí nos interesa es el de la responsabilidad extracontractual,


es decir, aquella que surge no de la violación de una obligación contractualmente
(de mutuo acuerdo) contraída la que corresponde estudiar al referirse a los
contratos administrativos, sino de una conducta cualquiera de los órganos del
Estado no referida a un acuerdo previo de voluntades con el sujeto damnificado,
esa responsabilidad extracontractual puede originarse en un acto o hecho
legislativo, judicial o administrativo.

Sin embargo, conviene advertir que, de acuerdo con la división de las funciones
estatales, no cualquier acto o hecho del Poder Judicial o del Poder Legislativo
comportará la responsabilidad judicial o legislativa, respectivamente, sino que
puede también existir responsabilidad administrativa por actos o hechos realizados
por tales poderes.

La responsabilidad así llamada “legislativa” se concreta, pues, en una


responsabilidad por el daño causado por una ley del Congreso: Cualquier daño
ocasionado por el Congreso o sus órganos a través de conductas que no
comporten específicamente una “ley” en sentido formal, encuadrará así dentro del
campo de la responsabilidad administrativa y no legislativa.

Del mismo modo, la responsabilidad llamada judicial sólo existe como tal en la
medida en que emerge de actos judiciales típicos; los daños que un órgano judicial
realice en cumplimiento de funciones de tipo administrativo, darán lugar a la
responsabilidad administrativa y no judicial. Es de mucha importancia advertir esta
circunstancia, pues la responsabilidad estatal por actos legislativos y judiciales
stricto sensu puede considerarse mínima o prácticamente inexistente, al menos en
nuestro país.

·     En cuanto a la Responsabilidad Patrimonial por Error Judicial es el error


judicial la cual es la equivocación indisculpable y inexcusable cometida por un
juez, magistrado o sala de magistrados, en el ejercicio de sus funciones
jurisdiccionales, siempre que dicha equivocación haya alcanzado firmeza, no sea
debida a culpa del perjudicado y haya causado daños efectivos, valuables e
individualizados, este se ajusta de la principal causa generadora de la
responsabilidad del Estado Juez, y es que en ejercicio de la facultad de juzgar, el
juez no está exento de cometer en falsas apreciaciones de derecho o de hecho
generadoras de responsabilidad. El error judicial es una contundente alteración de
la realidad fáctica o jurídica que le ha sido programada, hecha por el juez en la
sentencia, bien por cometer una errónea apreciación de los hechos, en su
adecuación a los supuestos legales, previstos en el ordenamiento jurídico o en la
aplicación de las normas legales.

Los Tribunales no siempre aprecian los hechos y aplican el Derecho


correctamente a los casos sometidos a su juicio. A veces se equivocan, cometen
errores que ocasionan significativos daños a los justiciables, lo que plantea la
cuestión de si el Estado debe resarcirlos. Las respuestas varían
considerablemente en el Derecho comparado dependiendo del tipo de errores
judiciales de que se trate. A estos efectos cabe distinguir tres supuestos.

Tanto en el ordenamiento jurídico español como en el de otros muchos países,


hace más de cien años que el Estado está obligado a resarcir, en términos
considerablemente amplios, los daños ocasionados por ciertas decisiones
adoptadas en el curso de procesos penales, principalmente sentencias
condenatorias y medidas cautelares como la prisión provisional, si luego queda
probada la inocencia del perjudicado. También está muy extendida y viene
respaldada por una larga tradición la responsabilidad de los Estados por los daños
que sus órganos jurisdiccionales hayan causado al violar los derechos que ciertas
normas jurídicas internacionales otorgan a los individuos, responsabilidad que
compete apreciar y declarar a determinados Tribunales supraestatales.

También obedeciendo de las situaciones en las que se verifique el error judicial,


éste será de hecho o de derecho. No obstante, esta distinción ha producido
discusión en la doctrina en torno a cuál de estas faltas es capaz de formar la
responsabilidad del Estado. Los restantes errores judiciales sólo muy
recientemente, en muy pocos ordenamientos jurídicos y bajo estrictas condiciones
desencadenan la responsabilidad patrimonial del Estado.

Conclusiones

Podemos concluir este análisis diciendo que la responsabilidad patrimonial del


Estado es, ante todo, un principio general del Derecho e igualmente uno de esos
valores superiores inherentes a todo Estado de Derecho y, por tanto, un derecho
inherente a la persona humana integrante de cualquier sociedad democrática y de
justicia. Tal institución, pues, de base multipolar (principio, valor, derecho) tiene tal
fuerza que incluso puede alcanzar un rango supraconstitucional al igual que
muchos de los derechos humanos, de allí que resulte normal, incluso obligada, su
amplia y expresa consagración a nivel constitucional, mucho más cuando se trata
de una Carta Magna destinada a regular una sociedad democrática y de justicia.

Son, pues, derechos que se configuran como elementos nucleares de la propia


concepción del Estado, mucho más si pretende hablar de una sociedad
democrática y de un Estado social de Derecho y Justicia, como efectivamente es
el discurso de nuestra Constitución. Este enfoque superior, en efecto, como es
propio a la técnica legislativa constitucional, viene a ser recordado en el propio
Preámbulo de la Constitución de 1999, al señalar que el pueblo de Venezuela
decreta la referida Carta Fundamental, entre otras razones.

Hoy en día, podemos decir que gracias a la vigencia de la Constitución del


1999, no caben dudas sobre la naturaleza del régimen de responsabilidad
patrimonial del Estado. Este es definido como un: "Sistema indemnizatorio que se
divide en dos regímenes coexistentes y complementarios como lo son, por una
parte el régimen de responsabilidad por sacrificio particular o sin falta, en el cual el
criterio específico decisivo para la responsabilidad es la imputación a la actividad
administrativa de un daño anormal y especial, entrando dentro de este régimen
especialmente las actividades lícitas o producto del funcionamiento normal de
los servicios públicos o de cualquier actividad estatal o de interés general, donde
el fundamento principal va a encontrarse en el principio de igualdad ante las
cargas públicas, en ciertos casos apoyado por la doctrina del riesgo de cualquier
actividad estatal o de interés general.".

   Referencias Bibliográficas

Constitución de la República Bolivariana Venezuela. (1999). Gaceta Oficial


Extraordinaria N° 36.860 de fecha 30 de diciembre de 1.999. Caracas Venezuela.

Gordillo, A. (1984). Teoría General del Derecho Administrativo. Madrid. Institutos


de Estudios de Administración Local.

Rodotà, S. (1964) Il problema della responsabilità civile, Milán, p. 20.

Sentencia Nº 02840 de Sala Político Administrativa, Asunto: La responsabilidad


patrimonial de la Administración. Ámbito. Elementos constitutivos que deben
concurrir para su procedencia. Expediente Nº 14810 de fecha 28/11/2001

Vid. Moreau, J. (1986) La responsabilité administrative, PUF. París. Págs. 84-86.

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